Diario de Noticias de Álava Miércoles, 24 de noviembre de 2010 OPINIÓN 5
Tribuna Abierta
P O R M A N U E L N O G U E R A S C O R R A L ( * )
Lisboa en la ¿cumbre?
L
A violencia de género sigue
siendo todavía hoy un con-
junto demasiado amplio de
graves conculcaciones de
derechos humanos. Posiblemente
sea una de las vulneraciones más
extendida, oculta e impune de cuan-
tas se cometen tanto a escala mun-
dial como en nuestro entorno más
próximo. Y es una lacra difícil de
combatir porque a su carácter poli-
facético hay que añadir el hecho de
que hunde sus profundas raíces en
estructuras sociales, culturales, eco-
nómicas y políticas desde las que se
amparan y promocionan fenómenos
como la negación legal y real de los
derechos civiles, políticos, sociales y
culturales de las mujeres –en igual-
dad respecto de los hombres–, la tra-
ta, la violencia sexual en la pareja o
fuera de ella, el caso, especialmente
lacerante y simbólico, de la mutila-
ción genital femenina, el acoso y un
demasiado largo etcétera.
Pero centrémonos por ahora en la
violencia a manos de la pareja o ex
pareja. Según informes de la Orga-
nización Mundial de la Salud, el 70%
de las mujeres asesinadas en el mun-
do lo son a manos de sus parejas o ex
parejas. Esta es la principal causa de
muerte y discapacidad entre las
mujeres de 16 a 44 años de edad. En
nuestro entorno social la situación
es asimismo preocupante. Las cifras
recientementehechaspúblicasdejan
claroquehaymujeresqueestánreci-
biendo malos tratos con altas tasas
de impunidad que sólo en casos muy
graves o pasados muchos años aca-
ban por descubrirse. La mayor par-
te de la violencia contra las mujeres
permanece invisible y, hasta hace
muy pocos años, se evitaba incluso
su reconocimiento público.
Aunque se han documentado gra-
vísimos casos de violaciones de dete-
nidas por agentes de las fuerzas de
seguridad, la violencia de género
suele producirse en el ámbito priva-
do,porloquetodosytodastendemos
a centrarnos en ese patrón de con-
ducta, olvidándonos de que los Esta-
dos también tienen su parte de res-
ponsabilidad. El derecho interna-
cional es muy claro en este sentido.
La Declaración sobre la Eliminación
de la Violencia contra la Mujer, apro-
bada por la ONU en 1993, insta a los
Estados a “proceder con la debida
diligencia a fin de prevenir, investi-
gary,conformealalegislaciónnacio-
nal, castigar todo acto de violencia
contra la mujer, ya se trate de actos
perpetrados por el Estado o por par-
ticulares”. Así pues, el concepto cen-
tral de la debida diligencia sirve de
criterio para determinar si un Esta-
do ha cumplido o no con efectividad
su obligación de combatir la violen-
cia contra la mujer. No basta con
haber firmado múltiples tratados
sobre los derechos de la mujer, empe-
zando por los Protocolos de Beijing,
ohaberaprobadoleyes,sinoqueade-
más el Estado debe hacer todo lo
posible por impedir de forma eficaz
y efectiva la violencia, con especial
atención a una actuación preventiva
que vaya más allá del estándar habi-
tualdeactuardespuésdelhechocon-
tra el perpetrador.
La Ley Orgánica de Medidas de
Protección Integral contra la Vio-
lencia de Género puede considerar-
se un importante paso para mejorar
la respuesta institucional a la vio-
lencia contra las mujeres en España.
Sin embargo, casi seis años después
de su entrada en vigor, importantes
derechos garantizados por esta ley
no se han hecho realidad. Su falta de
cumplimiento y eficacia se debe,
entre otros motivos, a la escasez de
financiación y a un enfoque que des-
conoce la perspectiva de los están-
dares de cumplimiento de los dere-
chos humanos, así como a la ausen-
cia de una evaluación de las medidas
implementadas,conparticipaciónde
las mujeres sobrevivientes y de sus
organizaciones.
Prueba de que el Estado no actúa
con la debida diligencia que le exige
el derecho internacional es que lo
menosdesarrolladodelaleyintegral
ha sido todo lo relativo a prevención
yeducación,ejemplodemedidasque
se prevén en abstracto pero que lue-
go no se concretan ni desarrollan.
Continúa pendiente la puesta en
práctica efectiva del derecho de las
supervivientes a la atención sanita-
ria adecuada y persisten los obstá-
culos de accesibilidad a los recursos
de asistencia integral –especialmen-
te para mujeres con circunstancias
añadidas de riesgo como drogode-
pendencias, alcoholismo o enferme-
dades mentales– y la implantación
delosjuzgadosespecializadosenvio-
lencia contra la mujer no ha resuel-
to trabas en el acceso a la justicia. Se
sigue juzgando la violencia puntual,
quedando impune la habitual, y casi
la mitad de las denuncias interpues-
tassearchivansinunainvestigación
diligente.
Otro apartado especialmente
importante en nuestro entorno es el
de la protección a las víctimas. No
siempre es una realidad porque a
menudo se deniega la orden de pro-
tección a mujeres en riesgo, y cuan-
do ésta se concede, existen dificulta-
des para garantizar su cumplimien-
to por parte de los agresores debido
a la insuficiente dotación de efecti-
vos policiales.
El 70% de las
mujeres asesinadas
en el mundo lo son
a manos de sus
parejas o ex parejas
-
Lo menos desarrollado
de la ley integral ha
sido todo lo relativo a
prevención y educación
E
NTRE los días 19 y 21 de
este noviembre no ha sido
Lisboa la Lisboa del Barrio
Alto; ha sido otra, también
en las alturas, la Lisboa de la cum-
bre. De la cumbre de la OTAN. La
OTAN, esa organización que, naci-
da en un contexto históricamente
por completo diferente al actual,
pugna por actualizar formas, méto-
dos y contenidos. Intenta ponerse al
día (y ponernos de paso a todos fir-
mes), intenta acomodar a los nuevos
tiempos ese fino arte de la domina-
ción que es la guerra, y que en últi-
ma instancia consiste sencillamen-
te en apilar el mayor número de
cadáveres del enemigo con el míni-
mo coste, rápido y barato. Si, impe-
rativo de estos tiempos, se le da al
asunto un barniz de ética del todo a
cien y se visten los intestinos de los
bombardeados o los llantos de los
sometidos con una fina mano de
estética, de humanitarismo, todos
tan contentos. O tan ignorantes, o
tan dóciles o tan engañados.
Y nada de eso son las miles de per-
sonas que en estos días intentaban
denunciar en la capital portuguesa
el verdadero carácter de la NATO.
Esa organización que se creó, en sen-
tido estricto, para mantener a raya
el comunismo, y que ahora se reu-
bica en el planeta manteniendo tam-
bién a raya a los pobres, se encuen-
tren éstos en Somalia devorándose
en una guerra civil para la que les
vendemos las armas o celebrando
una boda en Afganistán.
Por eso merecía la pena estar aten-
tos a las calles de Lisboa en estas jor-
nadas. Para comprobar que es posi-
ble denunciar este estado de cosas y
para contrastar, también, el concep-
to de participación y de democracia
que, como una mancha de aceite, se
extiende por esta nuestra occidental
y culta Europa. Y es que el Gobier-
no portugués ha calificado a los que
cuestionan la OTAN, a su actividad
y a su existencia como delincuentes,
organizando un verdadero estado de
sitio con suspensión incluida de las
libertades y garantías existentes en
las sociedades democráticas.
Poniendoenevidenciaunavezmás
que nuestra democracia es de quita y
pon, especialmente si la OTAN anda
cerca, el Gobierno de Portugal ha
resucitado las fronteras europeas
con la suspensión temporal del Tra-
tado de Schengen y ha comenzado la
deportación de ciudadanos europeos
que se habían desplazado hasta la
cumbre para manifestarse frente a
los responsables de tanto despropó-
sito y tanta carnicería.
Obsérvese que no se deporta, ni se
detiene, ni se vigila a los banqueros
que han llevado a tantos países (Por-
tugal incluido) al borde de la quie-
bra,yasusciudadanosyciudadanas
asoportarsobresusexclusivasespal-
das el peso de una crisis económica
de la que no tienen ninguna culpa.
Se deporta a activistas pacíficos no
violentos considerados, literalmen-
te, peligro para la seguridad pública.
¿Hay alguna grave amenaza sobre
la nación portuguesa que pueda
explicar tanta excepcionalidad mar-
cial? La respuesta es negativa. La
razón de estos procedimientos que
están impidiendo la entrada al país
a numerosos activistas antimilita-
ristas y pacifistas del Estado espa-
ñol y otros estados europeos es la de
En relación con nuestro entorno
inmediato resulta además preocu-
pante que, según cifras del propio
Consejo General del Poder Judicial,
en los juzgados de la CAV se denie-
gan el 40% de las órdenes de protec-
ción solicitadas, cuando la media
estatal es del 30%. Sería preciso estu-
diar qué factores hacen que esto sea
así y aplicar, en su caso, las medidas
correctoras oportunas.
En la asociación pro Derechos
Humanos Argituz mantenemos que
a igual vulneración, iguales dere-
chos. Y cuando decimos iguales
derechos nos referimos a iguales
derechos en verdad, justicia y repa-
ración, de acuerdo con el derecho
internacional. Por desgracia la tra-
ducción jurídica y la aplicación
práctica de esos derechos a través
del marco legal vigente y de la pra-
xis de los tribunales adolece de un
mal que, no por extendido, deja de
ser especialmente sangrante en esta
dramática realidad: la falta de
medios económicos.
Las leyes de papel son brindis al
sol que si no se acompañan de
medios materiales y humanos deri-
van en más frustración. El empuje
simbólico de las grandes causas
necesita no sólo de proyectos lega-
les, sino de un empuje real que pasa
por la prioridad presupuestaria y
la evaluación rigurosa como ver-
dadera prueba de que la materia
sobre la que se legisla se toma en
serio. Eso es lo que exige la diligen-
cia debida cuando hay tantas vidas
de mujeres en peligro.
*AsociaciónproDerechosHumanosArgituz
Tribuna Abierta
P O R A N D R É S K R A K E N B E R G E R Y B E R TA G A Z T E L U M E N D I ( * )
¿ Diligencia debida o despreocupación indebida?
proteger la celebración de una cum-
bre de la OTAN en Lisboa. Que dicha
cumbre transcurriera con tranqui-
lidad y que no sean visibles las pro-
testas ciudadanas en contra de este
encuentro, así como de la misma
existencia de la Alianza Atlántica.
Ésa es la única y exclusiva verdad.
Ésa es la nueva Europa y así es como
defiende, con uñas y dientes, a esa
OTAN 3.0 (en expresión de Anders
Fojh Rasmussen, su secretario gene-
ral), que por mucho que se repiense
a sí misma es lo que es: una coali-
ción para matar, para defender pri-
vilegios prácticamente coloniales,
para controlar el dominio económi-
co de unas clases y países sobre
otros, para controlar la soberanía
política, energética y alimentaria de
la mayoría del planeta. Todo eso y
más se ventilaba en esta cumbre,
cumbre que intenta consolidar con
nuevas y viejas estrategias que unos
estén en la cima y otros y otras –la
inmensa mayoría– en el precipicio.
* Alternativa Antimilitarista
ONDA VASCA 98.0 FM
El lapitzero
Debate
Vuelve el debate sobre el debate. Ahora en Catalunya. Desde el punto de vista periodístico no hay
discusión: un cara a cara resulta mucho más atractivo que cualquier otra fórmula. Pero no habla-
mos de periodismo sino de democracia e igualdad de oportunidades. El debate entre dos candidatos
en un sistema parlamentario multipartito favorece a los presentes y perjudica a los ausentes. La
notoriedad es un bien muy cotizado. Los medios públicos deberían ser más cuidadosos.