Publicidad

¿Diligencia debida o despreocupacion indebida?

ARGITUZ Asociación Pro Derechos Humanos
17 de Feb de 2017
¿Diligencia debida o despreocupacion indebida?
Próximo SlideShare
UPyD_Declaración del Día Internacional contra la Violencia sobre las Mujeres ...UPyD_Declaración del Día Internacional contra la Violencia sobre las Mujeres ...
Cargando en ... 3
1 de 1
Publicidad

Más contenido relacionado

Similar a ¿Diligencia debida o despreocupacion indebida?(20)

Publicidad

Más de ARGITUZ Asociación Pro Derechos Humanos (20)

Publicidad

¿Diligencia debida o despreocupacion indebida?

  1. Diario de Noticias de Álava Miércoles, 24 de noviembre de 2010 OPINIÓN 5 Tribuna Abierta P O R M A N U E L N O G U E R A S C O R R A L ( * ) Lisboa en la ¿cumbre? L A violencia de género sigue siendo todavía hoy un con- junto demasiado amplio de graves conculcaciones de derechos humanos. Posiblemente sea una de las vulneraciones más extendida, oculta e impune de cuan- tas se cometen tanto a escala mun- dial como en nuestro entorno más próximo. Y es una lacra difícil de combatir porque a su carácter poli- facético hay que añadir el hecho de que hunde sus profundas raíces en estructuras sociales, culturales, eco- nómicas y políticas desde las que se amparan y promocionan fenómenos como la negación legal y real de los derechos civiles, políticos, sociales y culturales de las mujeres –en igual- dad respecto de los hombres–, la tra- ta, la violencia sexual en la pareja o fuera de ella, el caso, especialmente lacerante y simbólico, de la mutila- ción genital femenina, el acoso y un demasiado largo etcétera. Pero centrémonos por ahora en la violencia a manos de la pareja o ex pareja. Según informes de la Orga- nización Mundial de la Salud, el 70% de las mujeres asesinadas en el mun- do lo son a manos de sus parejas o ex parejas. Esta es la principal causa de muerte y discapacidad entre las mujeres de 16 a 44 años de edad. En nuestro entorno social la situación es asimismo preocupante. Las cifras recientementehechaspúblicasdejan claroquehaymujeresqueestánreci- biendo malos tratos con altas tasas de impunidad que sólo en casos muy graves o pasados muchos años aca- ban por descubrirse. La mayor par- te de la violencia contra las mujeres permanece invisible y, hasta hace muy pocos años, se evitaba incluso su reconocimiento público. Aunque se han documentado gra- vísimos casos de violaciones de dete- nidas por agentes de las fuerzas de seguridad, la violencia de género suele producirse en el ámbito priva- do,porloquetodosytodastendemos a centrarnos en ese patrón de con- ducta, olvidándonos de que los Esta- dos también tienen su parte de res- ponsabilidad. El derecho interna- cional es muy claro en este sentido. La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, apro- bada por la ONU en 1993, insta a los Estados a “proceder con la debida diligencia a fin de prevenir, investi- gary,conformealalegislaciónnacio- nal, castigar todo acto de violencia contra la mujer, ya se trate de actos perpetrados por el Estado o por par- ticulares”. Así pues, el concepto cen- tral de la debida diligencia sirve de criterio para determinar si un Esta- do ha cumplido o no con efectividad su obligación de combatir la violen- cia contra la mujer. No basta con haber firmado múltiples tratados sobre los derechos de la mujer, empe- zando por los Protocolos de Beijing, ohaberaprobadoleyes,sinoqueade- más el Estado debe hacer todo lo posible por impedir de forma eficaz y efectiva la violencia, con especial atención a una actuación preventiva que vaya más allá del estándar habi- tualdeactuardespuésdelhechocon- tra el perpetrador. La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Vio- lencia de Género puede considerar- se un importante paso para mejorar la respuesta institucional a la vio- lencia contra las mujeres en España. Sin embargo, casi seis años después de su entrada en vigor, importantes derechos garantizados por esta ley no se han hecho realidad. Su falta de cumplimiento y eficacia se debe, entre otros motivos, a la escasez de financiación y a un enfoque que des- conoce la perspectiva de los están- dares de cumplimiento de los dere- chos humanos, así como a la ausen- cia de una evaluación de las medidas implementadas,conparticipaciónde las mujeres sobrevivientes y de sus organizaciones. Prueba de que el Estado no actúa con la debida diligencia que le exige el derecho internacional es que lo menosdesarrolladodelaleyintegral ha sido todo lo relativo a prevención yeducación,ejemplodemedidasque se prevén en abstracto pero que lue- go no se concretan ni desarrollan. Continúa pendiente la puesta en práctica efectiva del derecho de las supervivientes a la atención sanita- ria adecuada y persisten los obstá- culos de accesibilidad a los recursos de asistencia integral –especialmen- te para mujeres con circunstancias añadidas de riesgo como drogode- pendencias, alcoholismo o enferme- dades mentales– y la implantación delosjuzgadosespecializadosenvio- lencia contra la mujer no ha resuel- to trabas en el acceso a la justicia. Se sigue juzgando la violencia puntual, quedando impune la habitual, y casi la mitad de las denuncias interpues- tassearchivansinunainvestigación diligente. Otro apartado especialmente importante en nuestro entorno es el de la protección a las víctimas. No siempre es una realidad porque a menudo se deniega la orden de pro- tección a mujeres en riesgo, y cuan- do ésta se concede, existen dificulta- des para garantizar su cumplimien- to por parte de los agresores debido a la insuficiente dotación de efecti- vos policiales. El 70% de las mujeres asesinadas en el mundo lo son a manos de sus parejas o ex parejas - Lo menos desarrollado de la ley integral ha sido todo lo relativo a prevención y educación E NTRE los días 19 y 21 de este noviembre no ha sido Lisboa la Lisboa del Barrio Alto; ha sido otra, también en las alturas, la Lisboa de la cum- bre. De la cumbre de la OTAN. La OTAN, esa organización que, naci- da en un contexto históricamente por completo diferente al actual, pugna por actualizar formas, méto- dos y contenidos. Intenta ponerse al día (y ponernos de paso a todos fir- mes), intenta acomodar a los nuevos tiempos ese fino arte de la domina- ción que es la guerra, y que en últi- ma instancia consiste sencillamen- te en apilar el mayor número de cadáveres del enemigo con el míni- mo coste, rápido y barato. Si, impe- rativo de estos tiempos, se le da al asunto un barniz de ética del todo a cien y se visten los intestinos de los bombardeados o los llantos de los sometidos con una fina mano de estética, de humanitarismo, todos tan contentos. O tan ignorantes, o tan dóciles o tan engañados. Y nada de eso son las miles de per- sonas que en estos días intentaban denunciar en la capital portuguesa el verdadero carácter de la NATO. Esa organización que se creó, en sen- tido estricto, para mantener a raya el comunismo, y que ahora se reu- bica en el planeta manteniendo tam- bién a raya a los pobres, se encuen- tren éstos en Somalia devorándose en una guerra civil para la que les vendemos las armas o celebrando una boda en Afganistán. Por eso merecía la pena estar aten- tos a las calles de Lisboa en estas jor- nadas. Para comprobar que es posi- ble denunciar este estado de cosas y para contrastar, también, el concep- to de participación y de democracia que, como una mancha de aceite, se extiende por esta nuestra occidental y culta Europa. Y es que el Gobier- no portugués ha calificado a los que cuestionan la OTAN, a su actividad y a su existencia como delincuentes, organizando un verdadero estado de sitio con suspensión incluida de las libertades y garantías existentes en las sociedades democráticas. Poniendoenevidenciaunavezmás que nuestra democracia es de quita y pon, especialmente si la OTAN anda cerca, el Gobierno de Portugal ha resucitado las fronteras europeas con la suspensión temporal del Tra- tado de Schengen y ha comenzado la deportación de ciudadanos europeos que se habían desplazado hasta la cumbre para manifestarse frente a los responsables de tanto despropó- sito y tanta carnicería. Obsérvese que no se deporta, ni se detiene, ni se vigila a los banqueros que han llevado a tantos países (Por- tugal incluido) al borde de la quie- bra,yasusciudadanosyciudadanas asoportarsobresusexclusivasespal- das el peso de una crisis económica de la que no tienen ninguna culpa. Se deporta a activistas pacíficos no violentos considerados, literalmen- te, peligro para la seguridad pública. ¿Hay alguna grave amenaza sobre la nación portuguesa que pueda explicar tanta excepcionalidad mar- cial? La respuesta es negativa. La razón de estos procedimientos que están impidiendo la entrada al país a numerosos activistas antimilita- ristas y pacifistas del Estado espa- ñol y otros estados europeos es la de En relación con nuestro entorno inmediato resulta además preocu- pante que, según cifras del propio Consejo General del Poder Judicial, en los juzgados de la CAV se denie- gan el 40% de las órdenes de protec- ción solicitadas, cuando la media estatal es del 30%. Sería preciso estu- diar qué factores hacen que esto sea así y aplicar, en su caso, las medidas correctoras oportunas. En la asociación pro Derechos Humanos Argituz mantenemos que a igual vulneración, iguales dere- chos. Y cuando decimos iguales derechos nos referimos a iguales derechos en verdad, justicia y repa- ración, de acuerdo con el derecho internacional. Por desgracia la tra- ducción jurídica y la aplicación práctica de esos derechos a través del marco legal vigente y de la pra- xis de los tribunales adolece de un mal que, no por extendido, deja de ser especialmente sangrante en esta dramática realidad: la falta de medios económicos. Las leyes de papel son brindis al sol que si no se acompañan de medios materiales y humanos deri- van en más frustración. El empuje simbólico de las grandes causas necesita no sólo de proyectos lega- les, sino de un empuje real que pasa por la prioridad presupuestaria y la evaluación rigurosa como ver- dadera prueba de que la materia sobre la que se legisla se toma en serio. Eso es lo que exige la diligen- cia debida cuando hay tantas vidas de mujeres en peligro. *AsociaciónproDerechosHumanosArgituz Tribuna Abierta P O R A N D R É S K R A K E N B E R G E R Y B E R TA G A Z T E L U M E N D I ( * ) ¿ Diligencia debida o despreocupación indebida? proteger la celebración de una cum- bre de la OTAN en Lisboa. Que dicha cumbre transcurriera con tranqui- lidad y que no sean visibles las pro- testas ciudadanas en contra de este encuentro, así como de la misma existencia de la Alianza Atlántica. Ésa es la única y exclusiva verdad. Ésa es la nueva Europa y así es como defiende, con uñas y dientes, a esa OTAN 3.0 (en expresión de Anders Fojh Rasmussen, su secretario gene- ral), que por mucho que se repiense a sí misma es lo que es: una coali- ción para matar, para defender pri- vilegios prácticamente coloniales, para controlar el dominio económi- co de unas clases y países sobre otros, para controlar la soberanía política, energética y alimentaria de la mayoría del planeta. Todo eso y más se ventilaba en esta cumbre, cumbre que intenta consolidar con nuevas y viejas estrategias que unos estén en la cima y otros y otras –la inmensa mayoría– en el precipicio. * Alternativa Antimilitarista ONDA VASCA 98.0 FM El lapitzero Debate Vuelve el debate sobre el debate. Ahora en Catalunya. Desde el punto de vista periodístico no hay discusión: un cara a cara resulta mucho más atractivo que cualquier otra fórmula. Pero no habla- mos de periodismo sino de democracia e igualdad de oportunidades. El debate entre dos candidatos en un sistema parlamentario multipartito favorece a los presentes y perjudica a los ausentes. La notoriedad es un bien muy cotizado. Los medios públicos deberían ser más cuidadosos.
Publicidad