Personas con discapacidad: las ultimas de las ultimas
4 OPINIÓN Noticias de Gipuzkoa Domingo, 4 de diciembre de 2011
E
N 1992 la ONU proclamó el día 3 de
diciembrecomoDíaInternacionalde
las Personas con Discapacidad. Pero
cada 3 de diciembre miles de perso-
nas con diversidad funcional (el término que
el colectivo ha acuñado para huir del binomio
“capacidad vs. discapacidad”, siempre desfa-
vorable para los y las “menos capaces”), miles
y miles de personas conciudadanas nuestras
se quedan –como todos los demás días del año–
sin poder salir de sus casas porque éstas no
están adaptadas, sin poder ir en tren porque
las sillas de ruedas no entran en la mayoría de
vagones o sin poder ir al cine o ver la televi-
sión porque no está audiodescrita la película.
Tampoco pueden oír la conferencia o ir a cla-
se porque no está traducida a lenguaje de sig-
nos, ni pueden decidir las cosas más habitua-
les (qué comer, a qué hora irse a dormir, con
quién pasear o qué cadena de televisión ver)
porque otras personas lo van a hacer en su
nombre sin preguntarles. Y otros miles más no
tendrán el “derecho” a levantarse… sino que
sólo tendrán el derecho al “favor” de que
alguien las levante, las lave, les ayude a desa-
yunar, quizás de mala gana y por obligación,
ya que dependen de la buena voluntad de fami-
liares, amigos o conocidos para llevar a cabo
los actos cotidianos que las demás personas
realizamossintenerconcienciadequelosesta-
mos haciendo.
El 13 de diciembre de 2006 la Asamblea Gene-
ral de la ONU aprobó la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad.
Una convención que define plenamente sus
derechos y que nos recuerda que el derecho a
Pasados 32 años, en junio de 1977, mucho más
cerca, aquí mismo, en plena transición, tuvie-
ron lugar otros hechos que ponen de mani-
fiesto que la vida de las personas diferentes
seguía teniendo menos valor… Un grupo de
“incontrolados” amordazó, golpeó y tiró por
un barranco a un joven que llevaba pegatinas
de ikurriñas. La noticia periodística lo definía
como “un joven subnormal de 23 años”. Doble
agresión: la física y la moral.
La situación ha cambiado, evidentemente,
pero lo relatado anteriormente nos pone enci-
madelamesaalgoquesiguesiendoreal:segui-
mos minusvalorando a las personas diferen-
tes, a las personas con “discapacidad”, y la cru-
da realidad es que apenas reconocemos sus
derechos humanos. Parece existir un trasfon-
do de que sus derechos son “menos valiosos”,
como si sus vidas también fueran menos valio-
sas… En diciembre de 2006 se aprobó la Ley de
Promoción de la Autonomía Personal, conoci-
da popularmente como ley de la dependencia,
y que se presentó como el cuarto pilar del esta-
do de bienestar. Una ley muy tardía con res-
pecto a sus homónimas europeas y que garan-
tiza unas prestaciones mínimas para aquellas
personas que se hallan en una situación de
dependencia moderada, severa o de gran
dependencia. Tardó en empezar a aplicarse, en
algunas comunidades se aplazó injustificada-
mente su puesta en marcha, y cuando según el
propio calendario de aplicación de la ley toda-
vía no se ha implantado para todas las perso-
nas en situación de dependencia reconocida
(los efectos para las personas con dependencia
moderada nivel 1 no serán efectivas hasta el
Tribuna Abierta
P O R A N D R E S K R A K E N B E R G E R Y X A B I E R U R M E N E TA ( * )
Personas con discapacidad: las últimas de las últimas
Colaboración
P O R A R A N T Z A Z U A M E Z A G A I R I B A R R E N ( * )
El panteón de Franco
T
ODOS los dictadores tienen afán
faraónico. No les basta la gloria con-
seguidaensutrayectoriainfamesino
que, además, maquinan cómo robar
inmortalidad a la muerte física. Cómo pro-
yectarse más allá de las generaciones, enalte-
ciendo la gesta que les llevó al poder, quizá por-
querecelandeaquellodequenohaymásmuer-
to que el olvidado, según aseveró Gregorio
Marañón
Larga es la lista de monumentos funerarios
devenidos desde la prehistoria, porque la
humanidad se ha resistido a morir, a desapa-
recer del todo. Uno de los primeros pasos evo-
lutivos es precisamente el enterramiento de
difuntos. Hay toda una escenografía alrededor
de la muerte en las diversas religiones, y en el
corazón de cada uno cuando vemos partir a un
ser amado a ese más allá incógnito en el que
deseamos encuentre la perdurabilidad. Quizá
uno de los actos más emotivos, al menos para
mí, sea el de esas pequeñas piras funerarias
que se lanzan al Ganges y que se pierden en el
horizonte, arrastradas por la corriente del río,
uniéndose cenizas y aguas, en dramático cír-
culo vital.
Franco fue un militar rebelde a la República
a la que juró fidelidad, y tras un alzamiento
programado con sus compinches Sanjurjo y
Mola, llevó adelante una Guerra Civil de tres
años, inmisericorde. Detentó un poder, tam-
bién inmisericorde, de 40 años. Muriendo,
mandó matar a un disidente a garrote vil, ima-
gen que retrata la estrategia de terror mante-
nida a lo largo del régimen, al que solo pode-
mos calificar de genocida. En la Historia de
Europa del siglo XX, solo tiene parangón con
Hitler, Mussolini, Stalin y Salazar, de quienes
recibió ayuda y de quienes era cómplice, pero
a quienes sobrevivió. Como ellos, supo mover,
mediante campañas de propaganda efectivas,
alasmasasquelevitoreaban,ymantenersuje-
tos a militares y administradores ante la ame-
naza de la muerte o del destierro. Fue un sis-
tema perfectamente sincronizado que jugó con
la desmoralización, pobreza, aislamiento y
terror de la población. Mientras Europa rena-
cía de las cenizas de su guerra, el Estado espa-
ñol se enterraba en ellas.
Peronoerasuficienteestegradodepoder,ali-
mentado por el apoyo de una Iglesia obedien-
te que le llevaba en procesión, cobijado bajo
palio,yasí,enlashorasenquemoríansusene-
migos, algunos fusilados, otros enfermos, los
demás exiliados, Franco tuvo su delirio faraó-
nico: el proyecto del Valle de los Caídos por
Dios y por España, en el municipio de San
Lorenzo de El Escorial, en la sierra de Guada-
Minusvaloramosalaspersonas
diferentesylacrudarealidad
esqueapenasreconocemos
susderechoshumanos
-
Nopuedenserlasúltimasdelas
últimasenbeneficiarsedelas
mejoras,ylasprimerasdelas
primerasensufrirlosrecortes
la vida supone en estos casos derecho a des-
plazarse y moverse libremente, y a poder acce-
der a todos los lugares como el resto de la ciu-
dadanía, a que no se tomen decisiones en su
nombre. Supone también poder vivir en la
comunidad como ellas quieran y no en resi-
dencias,serprotegidascontralatorturayotros
tratos y penas degradantes, acceder a la infor-
mación y a las nuevas tecnologías, ver respe-
tada su intimidad, contraer matrimonio y for-
mar una familia si lo desean, y supone dere-
cho a la educación, a la salud y a la rehabilita-
ción, al trabajo y a un nivel de vida adecuado,
y derecho a participar en la vida económica,
social, cultural y política…
La terrible duda es: ¿era necesario explici-
tarlo? ¿Acaso no era ya obvio que tenían esos
derechos al igual que todas y cada una de noso-
tras y nosotros? ¿Por qué había que recordar
que tienen todos los derechos?
Porque siempre han sido las últimas de los
últimas. Hagamos memoria. La Segunda Gue-
rra Mundial terminó oficialmente en Europa
con la rendición incondicional de los últimos
restos de las fuerzas armadas alemanas el 8 de
mayo de 1945. Y sin duda la barbarie entre las
barbaries cometida en esa guerra fue el holo-
causto,delquedisponemosdeabundantedocu-
mentación, aunque hay aspectos del mismo
que permanecen olvidados.
Una de sus facetas menos conocidas fue el
denominado Programa T4. Mediante este pro-
grama decenas de miles de personas con dis-
capacidades físicas o mentales –de todas las
edades– fueron asesinadas por sus médicos,
generalmente por inanición o inyección letal.
rrama, comenzando las obras en 1940 y termi-
nadas en 1958. El decreto del 1º de abril de 1940
dice,entreotrascosas,quesevaaedificarpara
que se conozca… la dimensión de nuestra cru-
zada, los heroicos sacrificios que la victoria
encierra y la trascendencia que ha tenido para
el futuro de España esta epopeya… No suscri-
be la cifra de un millón de muertos para el
logro de semejante gesta. Se abarataron cos-
tes de mano de obra: para eso estaban los
políticos disidentes y republicanos presos,
20.000 se calculan, que realizaron los seis
kilómetros de carretera de acceso, la hora-
dación de la roca con dinamita y la cons-
trucción del monasterio y abadía. Se cree
que cada día trabajaban unas 2.000 personas
en su construcción, culminada, tras 18 años
de trabajo, por una inmensa cruz. Costó, en
tiempos que el hambre apremiaba en la
península, la gente emigraba a América y
Alemania, unos 6.529.758 euros actuales.
Se trata no tan solo del mausoleo del dicta-
dor y del jefe de la Falange, al que no quiso
canjear, José Antonio Primo de Rivera, sino
de los caídos en la guerra, pero al determi-
nar que por Dios y por España, se deja fuera
un contingente abundante de españoles agre-
didos en la contienda por ese Dios y por esa
España que representaba Franco y los suyos.
Hay enterradas unas 33.841 personas, no
todas identificadas. Posiblemente, en gran
número, se trate de los obreros del panteón.
Se sabe de muerte por extenuación, tuber-
culosis y otras enfermedades derivadas del
maltrato y peor alimentación.
Semejante monumento es un atentado a la
razón democrática, a la decencia política, a la
fe religiosa de la que hace exaltación. No creo
que ninguna persona que haya llevado a cabo
la matanza que Franco realizó y perpetuó
durante 40 años, merezca, desde el punto de
vista ético, religioso, moral y docente, ocupar
un lugar preferente, ni tan siquiera un lugar,
en un panteón edificado con el sudor y el
esfuerzo de hombres y mujeres que formaron,
obligatoriamente, un contingente de mano de
obra esclava.
Que por no renunciar a sus ideas libertarias
y descalificados por las mismas, fueron obli-
gados a doblar el espinazo para ir colocando
con sus manos laceradas, uno a uno, los ado-
quines de la avenida que conduce al panteón
por la que habría de ser conducido, tantos
años después, su verdugo, para ser enterra-
do. Por esa misma avenida debería ser regre-
sado quien solo existió para dolor de muchos.
* Bibliotecariayescritora
Sabemos que en la “ética” de la supremacía
aria no cabía el esfuerzo de alimentar “bocas
inútiles” y que había “vidas de primera”, y
“vidas de segunda”, las cuales eran directa-
mente prescindibles y eliminables.
Todo esto debería haber acabado con la ren-
dición incondicional del III Reich, el que debía
durar mil años… pero no fue así. Tres largos
meses después del final de las hostilidades, las
autoridades de ocupación norteamericanas
descubrieron un asilo y un centro médico en
los que se seguía exterminando sistemática-
mente a sus pacientes, personas con discapa-
cidad. Algunos de los perpetradores siguieron
matando por convicción, otros porque –según
decían– no habían recibido instrucciones ofi-
cialesde dejarde hacerlo quepoco anteshabía
sido la aplicación de una política guberna-
mental. La perversión ética había llegado has-
ta ese punto.
Noticias de Gipuzkoa Domingo, 4 de diciembre de 2011 OPINIÓN 5
Grado en Ingeniería
Química Industrial
en Gipuzkoa
Carta abierta a un alumno/a que
no podrá estudiar Grado en Inge-
niería Química Industrial en
Gipuzkoa:
Estimado futuro no alumno: Qui-
zá hayas escuchado que para ajus-
tar la oferta de la Universidad del
País Vasco a criterios de sostenibi-
lidad económica, se pretenden eli-
minar algunos de los grados que se
ofertan actualmente en Gipuzkoa.
Según este ajuste, el curso que
viene no podrías matricularte en el
Grado de Ingeniería Química
Industrial que se comenzó a impar-
tir en el curso 2009/10 y solo se ofer-
ta en euskera y castellano en el
campus de Gipuzkoa. Además,
siguiendo las pautas exigidas por
la propia Universidad hacia la cali-
dad y la excelencia, la Sección
Departamental de Donostia que
soporta este título, imparte un más-
ter oficial con mención de calidad
otorgado por el Ministerio de Cien-
cia e Innovación, en el que el 60%
de los alumnos han cursado pre-
viamente Ingeniería Química
Industrial.
Dicha Sección Departamental ha
formado cerca de medio centenar
de doctores en los últimos años,
actualmente cerca de 40 alumnos
realizan su doctorado y lidera un
gran número de proyectos de inves-
tigación en colaboración con
empresas y centros tecnológicos,
destino laboral de muchos de los
Cartas a la Dirección
L
A gracia nacional, el col-
mo del ingenio chirigote-
ro, lo protagoniza esta
semana un juez de Huelva
que absuelve al Rey Baltasar en un
caso de daños provocados por
quien encarnaba al personaje en
ejercicio, porque su señoría es
devoto o partidario del monarca de
Oriente. Suena a broma, pero en el
fondo es una burla sangrienta.
Daño grande o pequeño, daño al fin
y al cabo el sufrido por quien acu-
dió a los tribunales en busca de
amparo a sus derechos, que el juez
estaba por completo obligado a exa-
minar en términos decorosos.
Pero no, el tosco ingenio gastado
por su señoría de Huelva en torno
al Rey Baltasar no es más que pito-
rreo a costa de un demandante, un
ciudadano, al que como mínimo se
le debe respeto. Insisto en que me
importa poco si el daño causado
fue grande o pequeño, o si no lo
hubo. Incluso si el daño era desde-
ñable, existen otras formas y tér-
minos para establecer no ya que
no había lugar a la demanda, sino
hasta para declarar abusiva la pre-
tensión demandante. Lo que fuera,
pero no montar a su costa una chi-
rigota jurídico-evangélica... Me
temo, además, que ese mismo juez
no habría permitido ese mismo
lenguaje y argumentación a otras
partes en litigio. Esto que esta-
mos viviendo, aunque lo parezca,
no es una película de Tim Burton.
No se sabe la nacionalidad del rey
Baltasar... ¡Ay, ay qué gracia, que
se me parte, que se me parte, ay, ay
qué risa! Hasta los locutores de los
noticieros ríen. Le ríen la gracia al
estamento, que de eso se trata, del
estamento, el que va a recobrar
inusitada vida con el Rajoyato, lo
mismo que los cuerpos y fuerzas, y
otros, tal vez más estos últimos que
los anteriores.
Y es que el clima social, político
que estamos viviendo es de pito-
rreo, de burla generalizada, con
elecciones de por medio o sin ellas.
Porque está visto que los votos legi-
timan conductas asociales y en
algunos casos francamente delic-
tivas. ¡Pero, qué importa!
Se absuelve al rey Baltasar y se
permite por descuido que el direc-
tor de la Caja de Ahorros de Alcoy,
condenado por quiebra fraudulen-
ta, malversador convicto, se esca-
pe de prisión, de la misma forma
que se indulta a un directivo del
Santander, quién sabe si por serlo.
Se cachondea uno del incierto ori-
gen del monarca oriental, repre-
sentado siempre como personaje
de Alí-Baba y los cuarenta ladro-
nes, y la presidenta de la Diputa-
ción de León, como la legendaria
Barcina, saquea en su beneficio las
arcas públicas, por lo fino y por lo
legal, porque los jueces están
demasiado ocupados en el ejerci-
cio de su ingenio para ocuparse de
lo injusto y asocial de unas medias
legales que permiten a la casta
política enriquecerse más allá del
cobro de la legítima prestación por
alumnos formados. Este conjunto
de actividades de formación e
investigación aplicada podría desa-
parecer, ya que faltaría el elemen-
to principal, el alumno.
Por otra parte, si el plazo estable-
cido para garantizar la calidad del
Plan de Estudios es hasta el 2016, ¿a
qué medidas obedecen estas accio-
nes, teniendo en cuenta que tanto
los costes directos, profesorado,
como los indirectos de funciona-
mientos, no se ven reducidos?
Sin embargo, los costes para tu
familia, motivados por desplaza-
mientos y/o estancia en otra ciu-
dad, sí se verán incrementados de
forma sustancial por una decisión
totalmente arbitraria.
Rodrigo Llano-Ponte Álvarez
Coordinador de Titulación de Ingeniería
Química. En representación de los
profesores de la Sección Departamental
de Ingeniería Química y del Medio
Ambiente de Donostia-San Sebastián
La burla que no cesa
Ya veremos en qué para
esta regia polvareda en
la que, para variar,
hay cargos valencianos
en danza
su trabajo realizado. ¿Cuántos más
están en el mismo caso que las dos
citadas?
Andamos a vueltas con la falta de
jurisdicción que se puede tener con
tan legendario monarca y no hay
día que no aparezca una noticia
relacionada con lo cobrado y gana-
do por Urdangarin, el marido de la
infanta Cristina, y miembro de la
familia real, mientras no se
demuestre lo contrario. Reyes de
allá, regios familiares de acá.
Dejando a un lado que en estos
casos de corrupción tan mangui es
quien cobra como quien paga, el
sentar o el pretender sentar en el
banquillo a un miembro de una
familia real reinante (qué rancio
suena todo esto) es todo un acon-
tecimiento político, que acabaría
siendo legendario, porque no sé si
se han fijado que en esta burla todo
pertenece al brumoso territorio de
la leyenda.
Lo digo porque ya veremos en
qué para esta regia polvareda en la
que, para variar, también hay car-
gos públicos valencianos en danza.
Valencia, legendario bastión del
Partido Popular. Ganas me dan de
darme una vuelta e ir por las calles
susurrando a las paredes: “Ábrete
Sésamo”. Por ver qué pasa, más
por razón de Estado hasta el chiri-
gotero juez de Huelva pudiera
echar una mano en ingenio excul-
patorio y tierra de por medio, por-
que en lejanas tierras parece ser
experto.
En Navarra ha corrido la leyen-
da de que en tiempos del contra-
bando hubo quien fue a prisión en
lugar de otro mediante pago. Por
otra parte, sería tremendo meter
en prisión a un miembro de la
familia real, aunque en el ínterin
dejara de serlo por la fuerza de las
circunstancias.
Sería deseable que la fiscalía, y
con ella la magistratura, se ocupa-
ra de investigar ese poderoso
entramado nacional de consulto-
rías y consultings, bureaus y
commissions, inoperantes conse-
jos de administración de empresas
públicas o semi públicas, y sobre
todo cajas de ahorro, donde la obra
social famosa y legendaria tam-
bién esta, debía consistir en jubi-
laciones y cesantías multimillona-
rias, negocios todos de toma y daca
para los que por el momento no es
necesario el Kalashnikov 47 de los
rusos y sus mafias que viven tan
guapamente en España en man-
siones decoradas como burdeles de
película.
Mansiones como la de Matas,
exmangante balear, cuya casa se
subasta valorada en dos millones
y medio de euros al tiempo que se
desahucia a ancianos por impagos
ridículos.
Tiempos de una burla que no
cesa y que por mucho que repi-
ques, no cesarán. Es el aire de la
época, son sus reglas de juego. No
se puede romper la baraja. Para
impedirlo están la Policía y la
magistratura.
año 2013 y 2014) ya se han alzado voces pidien-
do su paralización y su modificación a la baja.
El motivo, dicen, es el excesivo coste económi-
co en tiempos de crisis. Argumento que esca-
samente utilizan los y las representantes del
Estado al hablar de grandes infraestructuras
viarias, y que ninguno ha utilizado, por ejem-
plo, en relación a los gastos militares.
Alparecer,laspersonascondiscapacidadson
las últimas de quienes nos acordamos para
reconocerles los derechos, pero las primeras
cuando queremos hacer economías. ¿Por qué?
Quizá porque, sin que lo podamos admitir,
siguen siendo consideradas ciudadanas de
segunda… y lo peor es que no es que nadie esté
en contra… sino que nadie nos ha recordado
que los tiempos han cambiado, y que ya no
cabe la discriminación de facto que padecen.
Ha llegado la hora de cambiar: estas perso-
nas no pueden ser las últimas de las últimas
en beneficiarse de las mejoras y las primeras
de las primeras en sufrir los recortes.
* Argituz,AsociaciónprodefensadeDerechosHumanos
Y tiro porque me toca
M I G U E L S Á N C H E Z - O S T I Z
que nada... y por si cae algo... ya
puestos. Pero quiá, para eso hay
que pertenecer a la casta de los
intocables, de los trajeados por la
patilla, de los barbis; y me da que
ni ustedes ni quien esto escribe
pertenecemos a esa casta, en la que
algunos entran como quien entra
en religión, pues religión hacen de
su estatus de privilegio, con toda la
parafernalia.
No sólo Urdangarin está investi-
gado, sino su socio, uno de sus
socios, que no sé si a estas alturas
está imputado. ¿Está uno imputa-
do y el otro no con las mismas
pruebas y motivos?
Sería altamente sospechoso que
acabara comiéndose el marrón el
socio y que el marido de la infanta
real saliera absuelto, zarandeado,
pero absuelto, al grito de que no
sabía nada o cosa parecida. Se
habla de penas de hasta 15 años.
Mucha pena. Pero es de temer que
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