Dentro de este ciclo de entrevistas iniciado el mes pasado, hoy entrevistamos a Marisa Salagre.
Marisa tiene una larga e interesante trayectoria profesional. Secretaria por vocación y sin duda con una sólida formación, actualmente trabaja en una en una multinacional dedicada a la explotación plantas termosolares como secretaria del Vicepresidente para EMEA (Europa, Oriente Medio y África) ademas de ser la Office Manager para la región.
Nos ha impactado muy gratamente su clara visión de la profesión y actitud ante la vida. Os invitamos a leer la entrevista que figura como documento adjunto.
1. NOMBRES PROPIOS
Marisa Salagre
¿Cómo
llegaste
al
secretariado,
formación, casualidad, etc.?
vocación,
Totalmente vocacional. Desde pequeña nunca me planteé
ser otra cosa. Cuando era muy pequeña me encantaba ir a
la oficina de mi abuelo y sentarme con su Secretario. El
ambiente de orden, eficiencia y confianza me parecía mágico. Aunque es cierto
que el asunto del archivo ordenado es algo que ha escapado mi capacidad.
Afortunadamente, las nuevas tecnologías me han ayudado a corregirlo.
¿Nos cuentas tu trayectoria profesional?
Empecé con 17 años a trabajar en una distribuidora de posters como Auxiliar
Administrativa mientras completaba mis estudios de FP para ser secretaria. Y
llegué a ser la Secretaria Personal del presidente, que no vivía en España, mucho
antes de completar mi título; puede decirse que tuve una formación cómo la que
se intenta implementar ahora: estudios + prácticas reales.
Después de 9 años, me cambié a una multinacional inglesa como Secretaria del
Director General y el Director Financiero en España.
Más tarde, fui a trabajar a una multinacional finlandesa como Gerente de Cuentas.
Una experiencia curiosa. Contrataban Secretarias de Dirección para la posición,
porque el Director Financiero estaba convencido de que el perfil de una Secretaria
de Dirección era perfecto para el trato con clientes incluso en situaciones difíciles y
nuestra formación, generalmente, cubre un espectro muy amplio de todas las
tareas que se llevan a cabo en cualquier empresa. O sea, que valemos para un
roto y un descosido.
En 1996 llegué por casualidad a General Electric para cubrir una vacante temporal
mientras buscaban una Secretaria para el Secretario General de la división más
importante en España. Yo estaba estudiando un Master en Fiscal y no quería un
trabajo permanente, pero termine quedándome 17 años y el master sin terminar.
Mi jefe pasó de Secretario General a Presidente de la división en España y de ahí a
Presidente de España y Portugal desde 1999 y yo fui progresando de secretaria
legal a Secretaria de Presidencia. He tenido cuatro presidentes en estos años.
Finalmente, a mediados de este año consideré que necesitaba un cambio y estoy
trabajando en SolarReserve, una pequeña (en tamaño) multinacional americana
con grandes proyectos en todo el mundo. Mi puesto ahora es de Secretaria del
Vicepresidente para EMEA (Europa, Oriente Medio y África) y Office Manager para
la región.
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2. NOMBRES PROPIOS
Marisa Salagre
¿Cuáles son tus fortalezas en el secretariado?
Creo que la adaptabilidad y la facilidad para relacionarme con la gente. He pasado
por posiciones muy diferentes, con jefes que no tenían nada en común salvo el
cargo y sin embargo, siempre he desarrollado mi trabajo de forma muy estable,
sin altibajos y he procurado mantener un ambiente mi tranquilo a mi alrededor. Y
nunca me he permitido mostrar disgusto o enfado en el entorno laboral público.
Por supuesto, me ha tocado lidiar con situaciones de las que acabarían con la
paciencia de Job y echar broncas, como a todos, pero siempre he sido muy
discreta en todos los aspectos.
También me gusta ir derecha al grano, tomar decisiones y asumir las
responsabilidades.
Y ¿tus debilidades?
Me impacientan muchísimo esas personas que no son capaces de tomar una
decisión, de asumir un riesgo. O las que llegan a trabajar con el espíritu de cobrar
a fin de mes, sin pegar ni palo y encima se pasan el día quejándose. Me involucro
muchísimo con la empresa, demasiado.
Puedo ser extraordinariamente terca cuando sé que tengo razón (y lo puedo
demostrar) y también cuando tengo que hacer cosas que no comprendo. Necesito
tener una amplia visión del cómo, cuándo y especialmente el por qué. No es que
quiera hacer las cosas a mi manera pero si lo entiendo, aunque no lo comparta,
me resulta mucho más fácil.
¿Qué cambiarias de tu trabajo?
La sensación de soledad. Se habla mucho de la soledad del directivo pero si el
directivo es listo y tiene una Secretaria que conoce su trabajo, tiene con quién
desahogarse. Pero ¿la Secretaria? Estamos en esa difícil posición dónde no llegas
a ser del grupo de jefes, pero tampoco perteneces al de los demás empleados y lo
que es más, necesitas siempre mantener la objetividad y una posición neutral.
Afortunadamente, contamos con lugares comunes como la Asociación, dónde
podemos juntarnos con Secretarias/os y compartir nuestras inquietudes en el
entorno perfecto: ¡todos nos dedicamos a guardar secretos!
¿Qué no cambiarías?
La diversidad. No hay dos días iguales. Puedes pasar el día más aburrido de tu
vida haciendo las notas de gastos de tu jefe y al día siguiente organizando un
sarao. O tomando las notas de una reunión entre cabezadas y luego ponerte a
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3. NOMBRES PROPIOS
Marisa Salagre
recopilar información para un proyecto….. No creo que haya una posición tan
versátil ………
¿Qué te llevarías a una isla desierta?
Libros. Siempre los libros. De muy pequeña aprendí que es la forma más rápida de
huir y encontrarte en el sitio que más quiere estar. Y yo casi nunca quiero estar en
el sitio en el que estoy…
¿Qué objeto llevas siempre en el bolso?
Un libro. Tengo que reconocer que, nuevamente, aquí las tecnologías nos han
ayudado a aliviar el peso del bolso. No obstante, tengo la manía (entre otras
muchas) de comprar los libros en papel. Me resulta confortante el peso del libro
en las manos y el olor del papel.
¿Qué buena costumbre estamos perdiendo los españoles?
La buena educación y los modales, lo que se aprende en casa. Por favor; Gracias;
el tratamiento de usted a los mayores; el coger los cubiertos como Dios manda,
no como si fueras a asesinar al filete; ceder el asiento en el autobús. Creo que si
lo reducimos a los principios como decía Hannibal Lecter, estamos perdiendo el
respeto por los demás y consecuentemente por nosotros mismos.
¿Qué no perdonas?
La deslealtad en su más amplio sentido que para mi incluye desde la mentira a la
pereza. La incompetencia consentida.
¿Cuál es la palabra que consideras más importante? Amor, trabajo,
familia….?
No es la palabra, es el hecho en sí. Todo gira alrededor del amor ¿no? El amor a
tu familia, a tu trabajo, a ti mismo. Creo que debemos amarnos a nosotros
mismos para que los demás nos amen.
¿Cómo te las arreglas para conciliar tu vida laboral y familiar?
problemático?
¿Es
Hace unos años, asistí a una conferencia de María Benjumea, presidenta de
Infoempleo y me sorprendió oírla decir que la conciliación se hace en casa. Es algo
que siempre he pensado, pero que nunca había oído decir en voz alta. No me
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4. NOMBRES PROPIOS
Marisa Salagre
parece que la empresa tenga que intervenir en los asuntos domésticos. Las
mujeres que aceptan esa intervención, están facilitando una excusa a sus parejas
para que sigan sin ayudar a conciliar.
Estoy casada y tengo dos hijas. He tenido los horarios locos propios de la
profesión y me ha costado mucho imponer el hecho de que mis hijas no son sólo
mías y que las responsabilidades van compartidas. ¿Por qué es mejor que sea yo
quién cuide de las niñas cuándo están enfermas? Yo tenía exactamente la misma
experiencia que mi marido cuando nacieron: ninguna y no tenía familia a la que
recurrir. Así que, como mi marido viaja mucho, yo me organice para tener a mis
hijas atendidas y la casa en condiciones y no me supuso ningún problema.
Los derechos y las obligaciones deberían discutirse antes de tomar decisiones
importantes. Y no deberíamos seguir asumiendo, por razones tradicionales que los
hijos/as son de mamá y las tareas de la casa también. Por supuesto que el
contratar a alguien para que te ayude cuesta dinero y esa tiene que ser una
decisión de la pareja sobre cuál de los dos tiene el mejor empleo y la mejor
proyección laboral sin distinción de sexos. Conozco un directivo de muy alto nivel,
cuya esposa ha decidido no tener ayuda en casa y el, en sus propias palabras es
“el rey de los baños”, porque entre sus obligaciones del fin de semana está limpiar
los baños. Si el puede, el resto también y si nosotras podemos ellos también. Y
que conste que soy un desastre en las tareas domésticas y mi marido no tiene
ninguna inclinación a hacerlas, así que pagamos para que nos las hagan. Me
tengo que quitar de algún que otro capricho, pero cualquier cosa antes que
pasarme los domingos por la tarde planchando.
¿Qué recomendarías a las profesionales que opten por el secretariado?
Primero que se enteren bien de lo que es ser secretaria. Es un trabajo 24/7. O sea
que hay que estar dispuesta a tener un horario de locos, a estar disponible casi
siempre, saber buscarse la vida desde el minuto uno y adaptarse a personalidades
muy peculiares o como mínimo muy estresadas que, creo que en muchos casos,
desarrollan cierta (o extrema, hay de todo) dependencia de sus secretarias.
Es un trabajo de mucha mano izquierda, pero de una sólida y segura mano
derecha y hay que estar dispuesta a realizar tareas que pueden estar en contra de
lo que consideras justo, pero que tienen su explicación.
No puedes llegar a ser una buena Secretaria si no crees en lo que estás haciendo.
Y trabajar de Secretaria porque no te ha salido otra cosa, no tiene que ser
necesariamente malo, siempre y cuando la posición esté relacionada con tus
intereses. Quiero decir que si estas Licenciada en Derecho, ser Secretaria en un
Bufete puede ser un método extraordinario de hacer prácticas como abogado y
encima cobrando. Ahora bien, si tu interés en la vida es el cultivo de las
orquídeas, francamente haces te haces un flaco favor a ti misma y a la profesión.
Manejar bien el Office y hablar dos idiomas no te convierte automáticamente en
Secretaria. Cada día se nota más la falta de entrega y en esta posición es casi la
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Marisa Salagre
premisa básica. Si te vas a poner a llorar porque no puedes salir de la oficina
antes de las 8 o tu objetivo es un trabajo de 8 a 3 cobrando 40.000 €, obviamente
no deberías elegir la profesión.
Pero lo más importante y es algo en lo que quizás no me haya explicado bien es
que es una profesión extraordinariamente gratificante. Saber que eres la persona
de absoluta confianza de tu jefe, el ser participe, de una u otra manera, en todas
las decisiones que se toman en la empresa, el trabajo de lobby para conseguir
mejoras para los empleados o transmitir sus inquietudes y atraer la atención de
los directivos a problemas nimios para ellos, pero que suponen una gran diferencia
para los empleados, produce una increíble sensación …. como comer chocolate!
En serio, te marchas a casa con la conciencia tranquila de que lo has hecho lo
mejor que has podido, que has conseguido al menos una parte de tus objetivos y
has ayudado o alegrado el día a alguien …… ¡qué más puedes pedir!
¿Desde cuándo perteneces a ASPM y por qué te asociaste?
Pertenezco a la Asociación desde no hace mucho, unos cuatro años, creo. Mi
buena amiga Pilar de Torres, a quién conoce casi todo el mundo y parte de la
galaxia, me habló de la Asociación y me di cuenta de lo importante que era
pertenecer a un grupo de personas con mis mismos intereses y preocupaciones y
siendo muy egoísta, la posibilidad de extender mi red de contactos. ¿Qué mejor
sitio para recurrir cuando tienes un problema, que aquel en el que hay un extenso
grupo de colegas, alguno de los cuáles ha pasado por la misma situación?
Además, el duro trabajo que se está realizando desde la Asociación para el
reconocimiento de nuestra profesión, sólo puede realizarse desde la más profunda
vocación y entrega y para mi, esa es la definición básica de nuestro trabajo,
¿cómo podría no apoyarla?
COMENTARIOS ADICIONALES
Tengo la esperanza de que en algún momento se compile una lista de
“referencias” de jefes. Quiero decir, que cada vez que optas a un puesto, se hace
mucho hincapié en nuestras “referencias”, pero tu no tienes acceso a las
“referencias” del jefe con el que vas a trabajar, a menos que conozcas a alguna de
sus anteriores Secretarias. No es frecuente que puedas decidir si quieres o no
aceptar el trabajo, pero sería mucho más fácil si se pudiera contar con cierta
información “privilegiada” acerca de los hábitos, forma de trabajar, manías, etc.
de la persona con la que vas a estar compartiendo la mayor parte de tu tiempo en
los días laborables y de la idiosincrasia de la empresa.
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Marisa Salagre
También me gustaría ver algún día un anecdotario, totalmente basado en
“hechos reales”. Cuando nos juntamos unas cuántas, reímos hasta las lágrimas
con algunas de las situaciones que hemos vivido. Incluso una vez, tuvimos una en
directo durante una comida.
Y quiero disculparme, ante nuestros compañeros por el uso y abuso del femenino.
No he pretendido ser irrespetuosa y creo que así se entenderá, pero el uso de
“Secretarias y Secretarios”, como la de “Jóvenes y Jóvenas”, me pone de los
nervios ……
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