Platón creía en la existencia de un mundo inteligible de Ideas eternas e inmutables que servían de modelo para el mundo sensible en constante cambio. Defendía que solo a través de las Ideas se podía alcanzar un conocimiento verdadero, objetivo y universal. Explicaba el origen del mundo a través del mito de Demiurgo, un ser superior que dio forma a la materia caótica aplicando en ella el orden de las Ideas preexistentes.