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Tema 67

9 de Apr de 2017
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  1. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 1 TEMA 67. NARRATIVA HISPANOAMERICANA EN EL S. XX. 1. INTRODUCCIÓN Desde el Romanticismo, la lucha por la independencia en América Latina descubrió la figura del indio. Tras la penetración de las culturas francesa y anglosajona, así como la nueva valoración de lo indígena, se busca una identidad poscolonial. En esa búsqueda destaca Domingo Faustino Sarmiento (Facundo, civilización y barbarie), en que la barbarie se liga a las fuerzas de la naturaleza que se transmutará al final en el realismo mágico. Desde un principio la cuestión de la identidad se trata de fundar en la naturaleza, bien desde el punto de vista del entorno natural con el hombre, bien con relación al lugar geográfico. Entorno natural en el hombre: o bien se considera que el entorno influye negativamente en el hombre y por ello sufre el abuso de la Naturaleza sobre él; o se busca la armonía. El concepto de armonía se desarrolla a partir de los ensayistas y luego pasa a las novelas. En 1900 se publica el ensayo con más influencia hasta el año 40: Ariel, de José Enrique Rodó, con el que tiene comienzo la visión positiva del hombre respecto a la Naturaleza: la idea de que las culturas hispánicas son superiores a las anglosajones porque no son utilitaristas. Para Rodó, la cultura espiritual sobrevivirá a la utilitaria no sólo por que estén basadas en el pensamiento mediterráneo griego, sino porque están en un continente nuevo, lo que suma tanto experiencia como juventud geográfica. La generación arielista, pues, considera que la riqueza latinoamericana reside en el contacto con la Naturaleza. En 1917, Francisco Contreras publica El mundovinismo, donde opone mundo nuevo a mundo viejo y de nuevo proclama la superioridad de América Latina. En 1927 culmina el proceso con José Vasconcelos en un ensayo titulado La raza cósmica, en que proclama que tras el estado positivo (que llega después del mítico y el metafísico), hay una cuarta etapa, la era estética, que estará protagonizada por una raza superior: la raza cósmica hispanoamericana. Con relación al lugar geográfico, se distinguen tradicionalmente cuatro zonas: a) México à literatura que tuvo que ver con la Rev. Mexicana. b) Colombia, Venezuela, Brasil à la selva y la sabana. c) Andina: Perú, Ecuador y Bolivia à literatura indigenista. d) La Pampa à literatura gauchesca. La narrativa, según Carlos Fuentes, servía para la búsqueda de un lenguaje propio con el que abordar la “contraconquista” cultural, para eludir la repetición fatal de la tradición academicista. La novela afianza la continuidad cultural de un continente comprometido en construir una sociedad civil opuesta a autoritarismos culturales o políticos. à Imposibilidad de aludir a una literatura uniforme y homogénea de un continente con 19 naciones con sus distintas manifestaciones étnicas, culturales y sociopolíticas. 2. LA NOVELA DE LA PRIMERA MITAD DEL S. XX Tras las elevadas aspiraciones y el idealismo modernista, interesan ahora la descripción del entorno, la afirmación de lo propio y la denuncia social. La literatura tiende a concebirse como compromiso, y sobre ella incidirá el acontecimiento histórico. Su posicionamiento ante la actitud expansionista de los EE.UU. es cada vez más acuciante. à Reflexión sobre la identidad nacional y continental. à Regreso a técnicas y temáticas propias del realismo y el naturalismo. El REGIONALISMO es el marbete con que se suele caracterizar una orientación de la prosa de ficción hispanoamericana que sucede al Modernismo. En ella aparece con presencia preponderante y significativa la naturaleza hispanoamericana: a) Incorporación a la literatura de un entorno físico todavía, en buena medida, desconocido: La Pampa, la selva, el llano… b) Telurismo: descubrir en la Naturaleza una fuerza oscura, ingobernable, amenazante. Emblema es una frase de La Vorágine de J. E. Rivera: “Los devoró la selva”. Replanteamiento de la relación del hombre con el espacio americano y, por lo tanto, revisión de la dialéctica civilización/barbarie. c) Tres direcciones principales: NOVELA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA NOVELA DE LA TIERRA INDIGENISMO 1916 Los de abajo, M. Azuela (redescubierta en 1924) 1918 Cuentos de la selva, H. Quiroga (Uruguay) 1924 La Vorágine, J. E. Rivera (Colombia) –novela de la selva-. 1926 Don Segundo Sompra, R. Güiraldes (Argentina) –novela “gauchesca”-. 1928 El águila y la serpiente Martín Luis Guzmán 1929 Doña Bárbara, Rómulo Gallegos (Venezuela) 1934 Canaima, R. Gallegos -novela de la selva- Huasipungo, J. Icaza (Ecuador) El mundo es ancho y ajeno, C. Alegría (Perú) - Novela de la naturaleza o “criollismo” à apogeo entre 1915 y 1930. Naturalismo + estilización del lenguaje modernista- Reacción naturalista contra el cosmopositismo de los modernistas. - Novela de la revolución mexicana: fue fuente de inspiración durante 50 años. Son obras breves en forma de memorias que a menudo siguen a un caudillo en su periplo revolucionario. Hay rapidez en la acción, dramatismo y un carácter episódico deudor de técnicas periodísticas. Predomina el valor documental, con lenguaje novedoso, rasgos de la oralidad y voces populares. Su tono es pesimista, con tintes épicos y contenido social. Inaugura una nueva forma de narrar que cancela los modos del Realismo y el Naturalismo; incorpora a las clases populares americanas como sujetos de la acción y su lenguaje. Con la renovación narrativa del medio siglo aparece una nueva novela mexicana (Yáñez, Rulfo, C. Fuentes…) - Novela indigenista: Perspectiva de la realidad, trata de describir lo que realmente le sucede al indio. Raza de bronce de Arguedas, con visión racista derivada del darwinismo de la época: desaparecerán porque son inferiores. Icaza y Ciro Alegría los defienden y reivindican. La novela indigenista denuncia las injusticias que sufren los indios sometidos a los grupos de poder propios de los países ya independizados.
  2. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 2 Esta narrativa regionalista va a ser valorada de diferentes maneras. Para algunos da lugar a obras excepcionales y son punto de partida de la literatura hispanoamericana moderna, mientras que otros como Emir Rodríguez Monegar optan por marcar las distancias: técnicamente poco acabadas, anacrónicas respecto al momento en que se vive. Lo que está claro es que las obras de García Márquez, Vargas Llosa, Fuentes o Rulfo dialogan con esta narrativa. 3. TENDENCIAS DE LA NOVELA DESDE MEDIADOS DE SIGLO A. LA RUPTURA CON LA TRADICIÓN (1940-50) Después dela etapa fecunda del regionalismo hay una crisis a la que sobreviene una renovación tal, que el impulsó un momento tal vez irrepetible para las letras hispánicas (Bellini). Hubo una atmósfera parricida nutrida de experimentalismo, insatisfacción y negación de los antecedentes. - Descubrimiento de Joyce y Huxely. Influjo de Kafka, Proust, Mann y la Generación Perdida. - Influjo del surrealismo y el psicoanálisis. Borges, Alejandro Carpentier y Miguel Ángel Asturias proponen unas estructuras narrativas nuevas con temáticas más complejas, juego caleidoscópico de puntos de vista y pluralidad de planos temporales que tendrán al hombre como centro de la búsqueda. La finalidad en Carpentier y Asturias, al cabo, será la misma que antes: elevar el mundo americano a condiciones más humanas y dignas. La “nueva novela” tiene como problema la obra de arte, la conciencia de estilo. Carlos Fuentes señaló que la novela hispanoamericana contemporánea es “mito, lenguaje y estructura”, y que esos tres elementos funcionan como contrapeso para evitar los riesgos del formalismo. Son renovadores de la visión de América y del lenguaje americano. JORGE LUIS BORGES La literatura contemporánea de los últimos 20 años tiene una gran influencia de Borges en cuanto a la relación entre realidad y ficción. Primero practicó el verso, pero en los años 30 da paso a la prosa con Historia universal de la infamia, de carácter ensayístico-novelado. Tras un accidente en la Navidad del 38, ficcionalizado en El Sur, y la muerte de su padre, sus conceptos de espacio y tiempo cambian, y comienza una concepción híbrida de sus cuentos como en su primer relato fantástico: “Pierre Menard, autor del Quijote”, recogido en Ficciones (1944). Inaugura con ello una mezcla de géneros entre la fantasía filosófica, el ensayo y el cuento 1 . Las grandes obras son Ficciones y El aleph. Son símbolos de su nueva narrativa: 1 En esta nueva concepción son importantes: BERKELEY, idealismo, el mundo no existe fuera de la mente; PLATONISMO: arquetipos eternos; CREENCIA CRISTIANA, justificar la existencia y encontrar la verdad absoluta; CREENCIAS ORIENTALES; LEYENDAS MÁGICAS, confusión de sueño y realidad. 2 El conjunto de sus propuestas y sus relatos suponen un dramático cambio en el rumbo de cómo se entendía entonces el arte narrativo en América, pues lo convirtió en un vertiginoso foco donde se concentraban las más gran- des y dispares cuestiones estéticas e intelectuales: barroco, van- guardia, negrismo, existencialismo, universalismo, americanismo, mito, - Espejos como arquetipos platónicos que dan paso a una nueva realidad, que reflejan un mundo gnóstico, copia invertida de los astros y se da una multiplicación inútil de un simulacro del simulacro. - Los sueños y la confusión de lo ficticio y lo real, los papeles premonitorios y la repetición cíclica e infinita. - Laberinto, como búsqueda de la realidad y su justificación. - Escepticismo. Ve la literatura como biblioteca de Babel, como reescritura constante y fantasías finitas que incluyen fantasías infinitas. Su estilo se limpia de lo superfluo al mismo tiempo que representa el barroquismo hispanoamericano. Su literatura es culturalista, nace y muere en los libros. MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS Representa un barroquismo tropical en confluencia con el surrealismo y el indigenismo. Tras una primera etapa con un racismo en la línea de Vasconcelos, en París redescubre la vigencia de sus raíces indígenas (su madre era maestra indígena). Comenzó su andadura de escritor como recopilador de las Leyendas de Guatemala (1930), pero adquiere fama con El Señor Presidente (1946), influido por Tirano Banderas de Valle-Inclán y en la línea de La sombra del caudillo de Martín Luis Guzmán. Pretende con ella hacer una caricatura de la dictadura y experimentar con un lenguaje narrativo nuevo. La insistencia en el extrañamiento lingüístico es más patente en Hombres de maíz (1949), más complejo y que supone el triunfo de la magia verbal en el estilo y el tema del indígena en lo ideológico. Su intención es triple: 1) Rescatar el sustrato maya-quiché como una fuerza persistente en la cultura de su país. 2) Introducir un cambio decisivo en la cultura de su país y continental con un lenguaje asociado a la vanguardia. 3) Mostrar la situación neocolonial que pesa sobre la vida política guatemalteca. La fue concedido el Premio Nobel en 1967, en pleno auge de la narrativa hispanoamericana. ALEJO CARPENTIER2 (Cuba 1900-1980) 3 publica en 1949 El reino de este mun- do. La novela es un intento de mitificación histórica basada en sus postula- dos de lo “real maravilloso”: la acción ocurre en Haití a lo largo de 20 años, los hechos narrados son ciertamente históricos al igual que los personajes. Pero lo que cuenta es la forma de representar a unos y otros. La impronta maravillosa, con claros aromas africanos, opera como factor desrealizador. Todas sus obras presentan un denominador común: los personajes se mueven en un espacio dual, construido en torno a la dicotomía del “acá” americano y el “allá” europeo o, dicho de otra manera, entre lo mágico, onírico, propio del nuevo mundo y el mundo europeo determinado por lo racional. Este es el caso de Los pasos perdidos y El siglo de las luces. El trata- historia, revolución, identidad cultural, civilización y primitivismo, el sentido mismo del arte... Carpentier fue una figura mayor a partir de esas fechas: su ejemplo inspiró proyectos comparables a los suyos en varios escritores que le siguieron; con él comenzó a creerse en la novela como un vehículo todopoderoso de expresión americana; y señaló la disolución del regionalismo como modelo canónico. (José Miguel Oviedo, III) 3 Oposición de la burguesía ilustrada cubana contra la dictadura de Machado, que llegó a encarcelarlo. Posteriormente sería embajador de Castro en París. Su novela Ecué-Yamba-O (1933) reivindica la cultura afroamericana.
  3. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 3 miento que hace del tiempo en su escritura es peculiar: anacronologías, series temporales paralelas, temporalidad invertida... Novelas como Concierto barroco y El arpa y la sombra son buena muestra al respecto. El recurso del método – que se puede incluir en la serie de novelas “de dictador”- y La consagración de la primavera son otras de sus novelas más conocidas. B. LA FORMA NARRATIVA COMO PROBLEMA (1950-60) JUAN CARLOS ONETTI4 Sus novelas son una “geografía moral”. Onetti retrata la degradación, no la explica. En su obra se dan dos ciclos (J. Franco) 1) Los personajes tratan, sin conseguirlo, afirmarse en la sociedad: El pozo, Para esta noche, Tierra de nadie, La vida breve. 2) Ciudad ficticia de Santa María: Una tumba sin nombre, Juntacadáveres, El astillero. Santa María es un lejano puerto fluvial, decaído por autosuficiente, un lugar en que la esperanza se ha esfumado, donde las gentes se dedican a la mediocridad. Persigue un retrato interno del hombre como ciudadano del mundo, símbolo de los problemas planteados al individuo por la civilización contemporánea. Su obra atrae por la profundidad, agudeza de su descripción psicológica: “yo quiero expresar nada más que la aventura del hombre”. Elementos característicos: - Personajes aparentemente concretos pero puros problemas en el fondo. - Realidades que constituyen problemáticas irrealidades. - Ámbitos que emiten continuos mensajes negativos. - Razonar interior, monologante, que da la dimensión oculta del individuo. - Observación minuciosa de las cosas, que se presentan ambiguas y clarísimas al mismo tiempo. LEZAMA LIMA Presenta una concepción de la poesía con raíz platónica, porque la imaginación poética permite conocer el mundo. Paradiso (1966) presenta significaciones ocultas e incursiones en la filosofía o la estética. Su personaje, José Cemí, es el propio autor, con quien dialoga. La novela escapa constantemente al reino de lo maravilloso. Según Cortázar, «a Lezama no le importan los caracteres, le importa el misterio total del ser humano, “la existencia de una médula universal que rige las series y las excepciones”». JUAN RULFO El México que presenta es una tierra dominada por la violencia, la dureza de los hombres, los amores ardientes y los pueblos asolados por sequías, revoluciones e incendios. “Los 4 “No tiene casi comparación con ninguno otro entre los narradores hispanoamericanos de este siglo: es oclusivo, gris, angustioso, cínico, obsesivo, minuciosamente cruel. Sin dejar de mostrar una contextura rea- lista, sus historias y situaciones tienen una insidiosa cualidad de impla- cable ceremonia o ritual, de calculada penitencia que unos se infligen a otros en un abierto desprecio a la moral convencional. Volcados hacia adentro, traman una vida imaginaria donde son otra vez inocentes o jóvenes o felices, para compensar la devastación que el tiempo real ha impuesto sobre ellos. Si hay alguien que en nuestra literatura encarnase plenamente la fascinación del Mal vivos están rodeados por los muertos” es una vibrante metáfora que dibuja el escenario de esa obra, un paisaje de sangre, pobreza y muerte. Trasciende lo estrictamente realista, todavía presente en El llano en llamas, para incurrir en lo mágico y fantasmagórico. Pedro Páramo presenta un cacique en el pueblo de Comala al que llega Juan Preciado, que prometió a su madre en el lecho de muerte que iría a rescatar su herencia. Al final del relato, el lector descubre que el pueblo y el cacique que busca están muertos y solo encuentra las voces de sus fantasmas, a los que confunde con seres reales, hasta descubrir que él mismo estaba muerto, que es una voz más. Borges la consideró la mejor novela hispanoamericana. Todo se convierte en una fantasmagórica evocación de los temas que obsesionaban a Rulfo: el mundo rural, la violencia, la familia y sus tensiones, la miseria del campesinado, la guerra civil y, sobre todo, el caciquismo que domina absolutamente la vida de los pueblos. La estructura de Pedro Páramo sirvió como modelo a buena parte de la novelística posterior: fragmentarismo, desorden cronológico, cambios de punto de vista, alternancia de diálogo y monólogo interior, empleo del lenguaje popular como elemento poético... Todo ello convierte a Pedro Páramo en un relato en donde realidad y fantasía se mezclan y dan como resultado un conjunto sembrado de visiones oníricas y alucinaciones. Sería una muestra paradigmática del llamado “realismo fantástico”. JULIO CORTÁZAR Fiel a un código del ejercicio literario que entendió como un perpetuo buscar y experimentar, corriendo todos los riesgos. Final del juego, Las armas secretas, Historias de cronopios y de famas, Todos los fuegos, el fuego, Bestiario, son algunos de sus libros de cuentos. El mundo de Cortázar tiene sus raíces en la literatura fantástica en la que influyó Borges; sin embargo, hay una gran diferencia, y es que Cortázar no se aleja de la realidad física, sino que demuestra que bajo su apariencia “normal” y cotidiana se esconde un mundo monstruosos, maravilloso, aterrador e impredecible. En su teoría de lo imaginario lo que llamamos “realidad” es apenas su apariencia fenomenológica, pues lo “real” está debajo de ella y contiene lo fantástico, que puede emerger en cualquier momento. En Bestiario aparecen sus claves: Buscar los intersticios o puntos en los que la realidad cotidiana sufre una distorsión ontológica y se convierte en un mundo totalmente desconocido, regido por otra lógica. Esto puede ser de forma gradual (como en “Casa tomada”) o de súbito (“Las puertas del cielo”). En cualquier caso, es irreversible: la realidad no vuelve a ser lo que era para los personajes o para nosotros. La imagen de la “rayuela” en Cortázar ya aparece en la forma de “Casa tomada”, y apunta el elemento lúdico que, junto con el erótico y el revolucionario, triangula la obra de Cortázar. Cultiva un juego trascendente, un ejercicio de que exploró Bataille en sus teorías y novelas, ése es Onetti, maestro de la visión negra y despiadada del comportamiento humano. Esa visión no sólo es profundamente original, sino anómala dentro de nuestro proceso literario: es el primer autor en alcanzar resultados estéticamente válidos al tratar de convertir el relato en un espacio don- de se examina el acto de escribir; la autorreferencialidad, hoy tan de moda, tiene en él a un gran experimentador”. (José Miguel Oviedo, III).
  4. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 4 libertad y fantasía que desborda los límites de lo cotidiano y se abre a una dimensión donde somos otra vez niños > inventando un mundo a partir del existente. - Reglas distintas a las reglas comunes (“Autopista del Sur”) - Circularidad de los planos en “Axólolt”, “Continuidad de los partes” y “La noche boca arriba” à esquema de la cinta de Moebius, el motivo del Doppelgänger. - Contacto del juego con lo siniestro o lo letal, subraya el aspecto amenazante de la existencia. Con Rayuela (BB.AA., 1963), Cortázar injerta en la tradición rioplatense el surrealismo francés e instantáneamente se convierte en famosos y se lo inscribe en el “boom” aunque no fuera tan moderno y joven como los demás. Se trata de una novela de indagación metafísica que lo cuestiona todo: la vida, el amor, el arte, la cultura, la razón, la locura, incluso ella misma y el acto de leerla. Se rige por una especie de improvisación jazzística (“¿Encontraría a la Maga?”). Es similar a una anti-novela, o una parodia de estas; al inicio, en el “Tablero de dirección” se índice que entre las muchas formas de leer la novela, predominan dos: leerlo del principio al capítulo 52 o bien empezando por el 73 y siguiendo las indicaciones. Esto crea lo que llama el “lector cómplice”, una especie de performance que permite una lectura circular o infinita. A pesar de ello, hay una estructura tripartita (“Del lado de allá”, “Del lado de acá”, “De los dos lados. Capítulos prescindibles”). Parte de que el lenguaje se ha anquilosado y necesita una limpieza general para que los hombres puedan expresarse y comunicarse: juegos de palabras, búsquedas en el diccionario, intercalado de un pasaje de Galdós en el capítulo 34, invención de una “lengua ispanoamerikana”, glíglico erótico (Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso…). ERNESTO SÁBATO Heredero de la gran tradición realista argentina, representante de la novela urbana. Buenos Aires es en su relato un escenario constante que se propone como objeto de indagación obsesiva y como materialización del drama histórico de la nación. Dota a sus relatos de un poso filosófico y ético. Publica El túnel en 1948, relato confesional sobre la pasión amorosa de un pintor paranoico que mata a su amante. Sobre héroes y tumbas (1961), considerada la mejor novela argentina, contada con procedimientos faulknerianos y de narrativa de terror. Incluye un diario íntimo a veces publicado aparte “Informe sobre ciegos”, con simbolismo surrealista. Abaddón el exterminador (1974) recoge confesiones, entrevistas o artículos bonaerenses sin orden, para interpretar “este tiempo de apocalipsis”. En Antes del fin (1997) hace una declaración de esperanza en el ser humano dirigida a jóvenes y mayores “solo quienes 5 Tuvo una infancia de niño tímido, repleto de terrores, que vagaba por un enorme caserío de sus abuelos por oscuros corredores de tapices polvorientos y santos de escayola cuyos ojos brillaban en la oscuridad, y sin conocer a su madre hasta los siete años. Sus abuelos tenían gran imaginación. Su abuela por la casa como un alma en pena, llegaba de puntilla por la noche y lo aterrorizaba con cuentos. Su abuelo era un compañero con quien hablaba, daba paseos o acudía al circo. Había combatido en las guerras civiles y en una ocasión tuvo que matar a un hombre: “tú no sabes cómo pesa un muerto”, le decía. Su abuelo murió cuando él tenía ocho años: “Después todo me resultó bastante plano”. La obra de García Márquez constituye un fenómeno extraordinario en la sociología del consumo literario. Sus ediciones han sido masivas y su sean capaces de sostener la utopía, serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido”. C. NOVELA EXPERIMENTAL AL SERVICIO DE LA FABULACIÓN En la promoción siguiente se atiende a la narración y al papel del lenguaje, pero la historia narrada sirve de alegato frente a una realidad poderosa. GARCÍA MÁRQUEZ Premio Nobel de literatura en 1982. Dijo como recurso mitificador que lo que había escrito es lo que ya conocía a los ocho años. 5 Sus primeras novelas cortas buscaban ya la unión de lo real y lo fantástico, así como la formación de un peculiar mundo imaginario a la manera de Faulkner y su condado ficticio de Yoknapatawpha. Su trabajo se inició dentro del mundo del periodismo en la década de los 40 y hacia 1950 publica La hojarasca, novela corta y magnífica. Del mismo año es Relato de un náufrago, texto a caballo entre la crónica y la ficción. El coronel no tiene quien le escriba (1958 ), La mala hora (1962) y Los funerales de la Mamá Grande (1962) suponen la consolidación del mundo imaginario de Macondo. Será en 1967 cuando tenga lugar el momento culminante de su labor creadora. Efectivamente Cien años de soledad será un texto paradigmático de la nueva narrativa. El libro es a la vez una síntesis de la historia de un poblado fantástico, Macondo, el Aracataca de su infancia, que representa metafóricamente la América Latina, y de la humanidad en general. Es así como adquiere una dimensión universal y nos implica a todos, pues a todos nos conciernen los riesgos que acosan al género humano: los riesgos amorosos, el incesto, los problemas sociales, los abusos y explotaciones de unos seres por otros, las guerras, la decrepitud y las heridas del tiempo... Todo ello aparece en la novela representado por elementos fantásticos, fuerzas naturales insólitas, capacidades sobrehumanas, milagros y fascinantes enigmas. Una técnica semejante utilizó en El otoño del patriarca, su peculiar contribución a la serie de “novelas de dictadores”. Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985) o cualquiera del resto de sus libros publicados más recientemente bastaría para situar a García Márquez como uno de los más grandes escritores de nuestra época. MARIO VARGAS LLOSA (Perú, 1936) 6 se dio a conocer con la novela La ciudad y los perros (1963), crónica y crítica de la educación que recibían literatura contribuyó de forma determinante a la difusión mundial del “boom” y de toda la producción latinoamericana. 6 Uno de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos, su obra ha cosechado numerosos premios, entre los que destacan el Príncipe de Asturias de las Letras 1986 y el Nobel de Literatura 2010 —este último otorgado «por su cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su rebelión y su derrota»—;el Cervantes (1994), el Planeta (1993), el Biblioteca Breve (1963), el Rómulo Gallegos (1967), entre otros. Desde 2011 recibe el tratamiento protocolar de Ilustrísimo señor al recibir de Juan Carlos I de España el título de marqués de Vargas Llosa.
  5. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 5 los hijos de algunos miembros de la burguesía limeña en una escuela militar. Es una novela compleja en lo formal. Se superponen acciones, personajes y tiempos, empleando continuamente el monólogo interior. Se consagró con La casa verde y sobre todo con Conversación en la catedral, larguísimo diálogo evocador del Perú que el autor vivió durante su juventud en el que también aparece una rigurosa y profunda crítica política. Posteriormente publica novelas como Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor y La guerra del fin del mundo que le mantienen en primera línea de esta pléyade de escritores hispanoamericanos. Su obra incluye también numerosos ensayos y ha seguido publicando obras de gran aceptación hasta nuestros días (Lituma en los Andes, La fiesta del chivo, El paraíso en la otra esquina). Biografía novelada del último día de la vida de Trujillo, el dictador dominicano. Vuelven a aparecer los temas históricos, políticos y sociales a los que incorpora técnicas de la novela del siglo XX: monólogo interior, localización múltiple, discontinuidad temporal y pluralidad de voces narrativas. Se la considera la mejor novela hispanoamericana del S. XX, y se refiere la anécdota de que Gª Márquez, después de leerla, dijo: “Esto no se le hace a un viejo como yo”. CARLOS FUENTES (México, 1928-2012) es un exponente de las clases más ilustradas. Amigo en su juventud de Octavio Paz y con una formación exquisita adquirida en Estados Unidos y Suiza, su obra se extiende a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y principios de éste en que vivimos. Su postura es siempre crítica con la burguesía y las clases dirigentes de su país. A fin de responder a la pregunta constante por la esencia de México, país que convierte en el verdadero protagonista de todos sus libros, Carlos Fuentes desmonta los componentes de la novela de la revolución para luego reconstruirlos con procedimientos parecidos a los de la “generación perdida” norteamericana (Hemingway, Dos Passos). Su primer libro publicado Los días enmascarados (1954) está integrado por una serie de cuentos magistrales. Le siguieron obras de la categoría de La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz, Zona sagrada, Cambio de piel y Terra nostra. En su ensayo “La nueva novela hispanoamericana” intenta hacer un balance del periodo del “boom”. Opina que una de las marcas más señaladas de este complejo fenómeno fue la reelaboración de mitos universales provenientes de tradiciones muy diversas y adaptados al marco de la cultura latinoamericana. 4. EL «BOOM»7 DE LA NOVELA LATINOAMERICANA 7 A partir de la década de los 60 y durante al menos 15 años asistimos a un auge extraordinario de la producción y consumo de literatura hispanoamericana en todo el mundo. Es lo que se denominó el “Boom” de la literatura latinoamericana. Se trataba en realidad del descubrimiento repentino de una novelística que se había desarrollado en su propio aislamiento americano durante años y que, al publicarse en un corto periodo de tiempo, daba la sensación de una explosión inesperada. Si bien este fenómeno se sustentaba en la aparición de docenas de obras excelentes y en la consolidación como autores de mérito y de prestigio internacional de un grupo numeroso de autores del subcontinente, no hay que menospreciar la importancia que tuvieron factores extraliterarios en la eclosión de este hecho. Citemos entre otros la revolución cubana, que atrajo la atención mundial En la segunda mitad del XX caben desde las propuestas de Borges y sus eternos juegos simbólicos y la obsesión por la biblioteca como experiencia de la humanidad, al deslinde entre sueño y realidad de Rulfo o la mitificación de García Márquez como modos de cancelación del localismo. à Es una realidad transmutada por el lenguaje y la técnica narrativa, con auxilio de lo onírico, mítico y legendario. Es el tiempo del “realismo mágico” o de lo “real maravilloso”. No se perciben ya verdades absolutas, se está llegando a lo que Harold Bloom llamó etapa “irónica”: las novelas no son espejos de la realidad. El chileno José Donoso señala en su Historia personal del «Boom» lo fortuito de la aparición de tantas obras narrativas de tan grandes autores en tan poco tiempo, tanto de quienes maduraron prematuramente (Vargas Llosa y Carlos Fuentes) como de autores prestigiosos de más edad (Sábato, Onetti, Cortázar). El “boom” ha dado lugar a más de una polémica. Para algunos críticos no fue sino un fenómeno de mercado hábilmente manejado por los grandes editores y agentes literarios. Para otros fue un intento loable de integrar las variantes geográficas, culturales e incluso dialectales en pos de una literatura continental unificada, algo impensable desde los tiempos del Modernismo. Los supuestos teóricos son prácticamente aquellos sobre los que se asentó la renovación de los años 40 antes citada. Se busca la identidad americana a través de la mitología propia, se indaga en el subconsciente colectivo de los pueblos pero también en los archivos y bibliotecas, todo ello para revisar su propia historia y reescribirla desde otro punto de vista. El realismo mágico, al que tantas veces hemos aludido, viene a ser como una nueva mitología griega, un intento de plasmar el pensamiento americano a través de sus mitos y leyendas. Y esta exitosa narrativa hispanoamericana empieza a difundir la nueva mitología, a crear seres extraordinarios, los nuevos héroes, como el coronel Buendía de García Márquez, o bien descubrir territorios míticos como Macondo (García Márquez) o Co- mala (Juan Rulfo). El “boom” no tiene carácter generacional. Lo forman escritores de di- versas edades y países, frecuentemente sin relación entre ellos. De todas formas, sí que se pueden citar una serie de rasgos atribuibles a la mayoría. Serían los siguientes: • Preocupación por el desarrollo de nuevas estructuras narrativas y por la experimentación lingüística. • Importancia de lo histórico-social y, por tanto, exploración de la realidad próxima. • Rechazo de la moral burguesa. • Tendencia a la hibridación genérica, es decir, a unir diferentes géneros literarios bajo la forma de una novela. Pero lo verdaderamente original de estas novelas es que todo este proceso de renovación, lejos de convertirse en un mero experimento estético, se pone al servicio de una literatura revolucionaria, muy comprometida con la dura realidad de unas tierras sometidas a violentos procesos históricos y políticos. Precisamente esta novedad (el equilibrio entre lo estético, lo sobre este área geográfica. Y también la difusión en Europa y América de una cultura de masas que saciaban su sed de conocimiento con un aumento enorme del consumo de arte, cine y literatura. Tampoco desempeñó un papel menor el crecimiento de la industria editorial en algunos de los países (Argentina, Chile, Cuba, México) y sobre todo la pro- moción que se hizo de estos autores por parte de las editoriales españolas y francesas. Brotó un interés creciente hacia la literatura hispanoamericana por parte de universidades americanas y europeas, quizás debido a un momentáneo “agotamiento” de sus valores locales. Y ello se tradujo en la aparición a uno y otro lado del Atlántico de innumerables revistas y publicaciones literarias que multiplicaban los ecos de las nuevas voces con acento hispano.
  6. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 6 fantástico y la denuncia histórica) ha servido de modelo a parte de la novela contemporánea europea. Pensemos en El tambor de hojalata de Günter Grass (Alemania) o Hijos de la medianoche de Salman Rushdie (India). 5. DESDE LA EXPERIMENTACIÓN A LA NOVELA POSMODERNA En los 80 los narradores acometen la empresa de novelar sin respetar la tradición. La novela no se usa para decir algo sobre el mundo, sino para transformar la realidad misma de la narración. En La traición de Rita Hayworth (1968), de Manuel Puig, lo importante no es la historia del niño argentino de provincias que va al cine por las tardes con su madre, ni el monólogo interior o los diálogos sin sujeto explícito, sino el lenguaje hablado que revela la enajenación por el cine, el sentido del humor y la parodia. Al final del XX surge la “novela posmoderna” (en Hispanoamérica también se llama “postmacondiana”, “nueva novela”, “novela postpatriarcal”, “del Postboom”). Tiene como específico el hecho de que no se da en sociedades postindustriales, pero se alimenta en influjos euro- norteamericanos y quiere establecer un “modo de ser latinoamericano” como identidad cultural, pero se pasa del relato épico del boom a uno más humilde y paródico. Aparecen las tragedias individuales, urbanas y domésticas à lo conversacional y la experimentación lúdica con el lenguaje. D. Novela testimonial à Represión a los estudiantes en México en el 68: La noche de Tlatelolco (1968) de Elena Poniatowska. à Protestas contra Pinochet en Chile, Casa de Campo (1978) de José Donoso, La casa de los espíritus (1982) de Isabel Allende. à Argentina: Rodolfo Walsh con Operación masacre, ¿Quién mató a Rosendo? y Caso Satanowsky. E. Novela documental y de no ficción La novela documental presenta la historia oficial de América con fondo de parodia: Los perros del paraíso, de Abel Posse. La non fiction novel, modalidad de crónica de la realidad que añade componentes ficticios (monólogos, perspectivismo, manipulación del eje temporal, etc.) para disolver los límites entre la “verdad” y la “ficción”. Jorge Timossi ha sugerido que este testimonio recuperado redescubre la propia historia, sin ocultamientos. El máximo y mejor exponente es Noticia de un secuestro (1996) de García Márquez. Se vincula a estos problemas el de la migración tanto del campo a la ciudad como a USA desde Latinoamérica, con el consecuente desarraigo cultural. La nave de los locos, (1984) de Cristina Peri Rossi y La Frontera de cristal (1995) de Carlos Fuentes. La novela contempla la ciudad à jergas urbanas y referentes de la cultura popular como en Arráncame la vida (1988) de Ángeles Mastretta (fusiona paródicamente el bolero de Agustín Lara con la Revolución Mexicana). F. Novela de la feminidad Se relaciona con discursos que siguen: - Teoría feminista anglosajona: representación literaria de la mujer y sus experiencias. - Teoría feminista francesa: la experiencia no existe independientemente del lenguaje, ya que este es un instrumento de represión de lo femenino. Las Andariegas (1984) de Albalucía Ángel; Señora de miel (1993), de Fanny Buitrago. La chilena Diamela Eltit (Por la patria) y la mexicana Laura Esquivel (La ley del amor, Como agua para chocolate), emplean una escritura en el límite de lo erótico con un fin: desestabilizar el discurso masculino en la cultura hispanoamericana. Isabel Allende busca el más amplio caudal de público en la línea de las fórmulas del realismo mágico. Con el golpe militar de Pinochet se exilió en Caracas. Allí escribió La casa de los espíritus (1982), crónica familiar ambientada en el torbellino de cambios políticos y económicos de Latinoamérica. Los cuentos de Eva Luna (1989) la dieron a conocer y su novela Eva luna (1991) presenta un alter ego de la autora, que se tiene por ladrona de historias de su país a través de la memoria. G. Relato antiheroico Relato con seres marginales o degradados (idiotas, indígenas, extranjeros, delincuentes, travestís, prostitutas u homosexuales). Surge de las voces fragmentadas de narradores y personajes. Son ejemplos de ello El beso de la mujer araña de Manuel Puig; Cobra de Sarduy, y Lumpérica de Diamela Eltit. Roberto Bolaño, con Los detectives salvajes presenta una investigación sobre la poeta mexicana Cesárea Tinajero, aparentemente desaparecida para deambular con un discurso brillante por la pesadilla, el delirio de las grandes calles del D.F., de París y Barcelona para acabar en el desierto del Sonora. En cierta medida puede considerarse autoficción, puesto que muchos de sus personajes (incluido el protagonista, el propio autor) son reales. Luis Sepúlveda ha aportado un libro de gran calidad, Un viejo que leía novelas de amor (1992), donde se integran los temas de la naturaleza virgen violentada por la explotación económica, la confrontación de culturas y la existencia desde la experiencia de la lectura de un hombre vulgar. (DEJO FUERA EL PUNTO DE TECNOS: EL DICTADOR, utilizar para conclusión o para mezclar). 6. CONCLUSIÓN La trayectoria de la novela en la América de habla española surge de los presupuestos de la novela criolla, ligada al realismo y a la actitud declamatoria y de identidad de las sociedades del Nuevo Mundo. à apertura a las vanguardias. à boom à renuncia posmoderna a la realidad y a lo mágico y se vuelve al lenguaje. (BUSCAR ACTUALIDAD: FRESÁN, BOLAÑO, JORGE VOLPI, MCONDO, EDMUNDO PAZ SOLDÁN, ETC.)
  7. http://olasdeplatayazulblog.wordpress.com 7 7. BIBLIOGRAFÍA Anderson Imbert, E., Historia de la literatura hispanoamericana, Fondo de Cultura Económica, México. Barrera, T. (2008), Historia de la literatura hispanoamericana, Siglo XX. Madrid: Cátedra. Bellini, G, (1990), Historia de la literatura hispanoamericana, Madrid: Castalia. Esteban, A. (2003), Literatura hispanoamericana. Introducción y antología, Granada: Comares. Franco, J. (1975), Historia de la literatura hispanoamericana, Barcelona: Ariel. Fuentes, C. La nueva novela hispanoamericana. México: Joaquín Mortiz. Gutiérrez Girardot (1989), Temas y problemas de una historia social de la literatura hispanoamericana, Bogotá: Cave Canem Íñigo Madrigal, L. (1989), Historia de la literatura hispanoamericana, Madrid: Cátedra. Oviedo, J. M. (1995-2001), Historia de la literatura hispanoamericana, vol. III y IV, Madrid: Alianza. Rodríguez Monegal, E. (1972), El boom de la novela latinoamericana, Caracas: Venezuela. Shaw, D. L. (1988), Nueva narrativa hispanoamericana, Madrid: Cátedra.
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