2. Esta es una historia
real, sucedió hace mas de
200 años en
Gales, Inglaterra.
Mary vivía con sus padres
en una casita de piedra. La
familia Jones era muy
pobre. El señor Jones era
artesano y la señora Jones
era ama de casa.
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4. Como era común en aquel
tiempo, los Jones eran
analfabetos, no sabían leer ni
escribir, y en su casa no había
libros, y mucho menos una Biblia.
En aquella época había muy
pocos colegios y en la zona
donde vivía Mary no había
ninguno, por lo tanto Mary no
había aprendido a leer, no había
quien le enseñara.
Mary ayudaba a su madre en las
tareas de la casa, limpiaba, daba
de comer a las
gallinas, cocinaba…
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6. Los domingos Mary se ponía su
mejor vestido y acompañaba a sus
padres a la iglesia. La iglesia quedaba
a unos tres kilómetros de su casa.
Le encantaba cantar los himnos que
sabía de memoria, pero no podía leer
el cancionero.
Lo que Mary no entendía eran
algunas de las palabras que decía el
pastor en su sermón ni conocía todas
las historias de la Biblia.
Aún así a Mary le encantaba ir a la
iglesia, le encantaban las historias
que el pastor leía de aquel libro
fascinante, de pastas negras.
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8. Y domingo tras domingo Mary
asistía a la iglesia para escuchar
las historias de la Biblia.
Cuando terminaba el culto Mary
se acercaba al maravilloso libro
de tapas negras con inscripción
dorada. Ella se imaginaba que
ponía Sagrada Biblia, porque era
lo que el pastor decía cuando la
abría.
Al abrir el libro Mary se
preguntaba ¿Cómo es que alguien
puede entender todas estas
letras? Y Mary soñaba
- ¡Si yo pudiera leer!, ¡si tuviera
una Biblia!
9.
10. Un día, cuando Mary ya tenía casi
diez años, el Señor Jones llegó a
casa con una gran noticia. Abrirían
una escuela a tres kilómetros de su
casa. Mary se puso muy
contenta, ahora si que iba a poder
aprender a leer y a escribir.
En una hacienda, cerca de la casa de
Mary vivía la señora Evans. Esta
señora sabía del amor de Mary por
las historias de la Biblia. La señora
Evans le prometió a Mary que si
aprendía a leer podría ir a su casa
cada día a leer una Biblia que ella
tenía. Mary se puso muy contenta.
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12. Mary era una buena alumna, y
rápidamente aprendió a leer y a
escribir, y su esfuerzo fue
recompensado cuando su
profesor la invitó a leer la Biblia
para todos sus compañeros. Ella
se sintió muy feliz y se acordó de
la promesa de la señora Evans.
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14. Un sábado por la mañana Mary
se acercó a casa de la señora
Evans.
La Biblia estaba debajo de un
paño en una mesa, Mary estaba
muy emocionada, casi no se
atrevía a tocarla.
- Acércate Mary.
Mary abrió entonces la Biblia y la
leyó.
De camino a su casa, Mary solo
tenía un pensamiento: tener su
propia Biblia.
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16. Fue entonces cuando tuvo una
idea, le pediría a su padre que le
hiciera un cofre de madera para
guardar sus ahorros.
Mary comenzó a
trabajar, tricotaba, vendía
medias, criaba gallinas y vendía
los huevos, iba a por agua a la
fuente para los vecinos que se lo
pedían, ayudaba a la gente a
recoger sus cosechas, a cuidar sus
animales… guardaba cada
centavo que conseguía.
Los sábados iba a visitar a la
señora Jones y leía su Biblia.
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18. Después de un año, Mary contó
todos su ahorros y se llevó un
gran disgusto al comprobar que
no tenía lo suficiente.
Fue una amarga decepción pero
no se rindió. Mary siguió
trabajando y ahorrando y
después de seis años Mary logró
reunir el dinero para comprar su
Biblia.
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20. En esa época Mary tenía 16 años.
Pero entonces surgió un nueva
dificultad, en ese lugar no había
quien vendiera Biblias. Debería
viajar a la ciudad de Bala, para
comprar una. Pero la ciudad se
encontraba a 40 kilómetros.
Pero eso no suponía una
dificultad para Mary.
De mañana, muy temprano la
familia de Mary oró por
protección para el camino, pues
recorrería el camino andando.
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22. Mary salió con tres cosas, un
bocadillo, el dinero que tan
arduamente había conseguido y
un par de zapatos que Mary se
pondría un poco antes de llegar a
Bala. Mary haría 40 km a pie y
descalza.
Durante el camino Mary miraba
las montañas y recordaba las
palabras que había leído en la
Biblia: Alzaré mis ojos a los
montes, de donde vendrá mi
socorro, mi socorro viene del
Señor quien hizo los cielos y la
tierra.
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24. Y así Mary recorrió el camino
hasta Bala, estaba cansada, y sus
pies le dolían. Mary en algún
momento creyó que no llegaría
nunca a Bala.
En aquellos momentos Mary se
animaba a sí misma. ¡Vamos
Mary, ánimo, queda poco, lo vas a
conseguir!
Al anochecer Mary llegó a una
ciudad ¡Era Bala!
Mary se puso muy contenta, su
corazón latía muy deprisa, estaba
contenta a pesar del cansancio y
de que sus pies estaban llenos de
heridas.
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26. Mary continuó bajando la
colina, ahora solo faltaba
encontrar la casa del pastor que
vendía Biblias en Bala.
Estaba muy cerca de conseguir su
objetivo.
Preguntando por las calles logró
encontrar la casa del pastor
llamado Thomas Charles.
Mary entró en el jardín de la casa
y golpeó la puerta con fuerza.
27.
28. Este era el día que mas había
esperado. Había trabajado tan
duro y ahorrado durante tantos
años…
Cuando el pastor abrió la puerta
Mary le dijo: me llamo Mary
Jones y vengo de un pueblo
detrás de las montañas. He
venido andando cuarenta
kilómetros para comprar una
Biblia en galés.
El pastor le mandó entrar y pidió
a su mayordomo que le sirviera
comida . Se quedó sorprendido al
ver los pies de Mary, estaban
destrozados.
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30. Después de comer Mary le contó
su historia al pastor. Pero
entonces vino la triste noticia:
- Lo siento Mary, dijo el
pastor, pero la única Biblia que
tengo en Galés está reservada
para otra persona.
Mary comenzó a llorar, ¡no se lo
podía creer! Había luchado tanto!
Trabajado durante
años, ahorrando cada centavo.
El pastor se sensibilizó al ver el
llanto de Mary. En verdad él tenía
una Biblia en galés y otra en
inglés y la persona que tenía
reservada la Biblia en galés
también entendía inglés.
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32. No te preocupes Mary, dijo el
pastor. Se lo que significa para ti
una Biblia, has batallado mucho
para llegar hasta aquí y tu
mereces tener la Biblia en galés.
Aquí la tienes Mary, es tuya.
Mary dio un salto de alegría, sus
lágrimas se secaron y con gran
alegría abrazó su Biblia.
Gracias pastor, muchas gracias.
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34. Al día siguiente Mary se levantó
temprano, agarró su Biblia con las
dos manos y tras despedirse del
pastor emprendió el camino de
vuelta hacia su casa.
Mary estaba feliz, por fin tenía en
sus manos su tesoro mas
preciado.
Sus padres aguardaban
impacientes en su casa a que
Mary llegara.
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36. Mary llegó a su casa de noche
¡papá, mamá, ya tengo mi
Biblia!, después de cenar se
sentaron Mary abrió por primera
vez en su casa su Biblia en el
salmo 150 y leyó: Alabemos al
Señor en su templo alabemos al
Señor en su santo templo, todo lo
que respira alabe al Señor.
Mary se arrodilló para dar gracias
a Dios por tener una Biblia, una
Biblia en su propio idioma, el que
ellos comprendían mejor.
Pero la historia no termina aquí.
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38. Mary Jones formar parte de algo
que llega hasta nuestros días.
El pastor Thomas Charles
recordaba como la joven niña
había salido de su casa tan
emocionada con su Biblia y pensó
¡Cuántas Mary Jones hay que no
tienen una Biblia en su lengua y
desearían tenerla!
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40. Algunos años después el pastor
Thomas Charles contó la historia
de Mary en una reunión de
pastores en Londres que se
reunían para hablar de cómo se
podría facilitar la Biblia a la
población inglesa.
Allí los dirigentes de las iglesias
propusieron la creación de una
sociedad creada con la finalidad
de proveer Biblias económicas a
toda la población, no solo de
Inglaterra sino de Europa y de
todo el mundo.
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42. Así nació la Sociedad Bíblica de
Gran Bretaña y del extranjero. Era
el 7 de marzo de 1804.
Esta sociedad bíblica fue
extendiéndose por el mundo
llegando a España.
En todo el mundo fueron
creándose las sociedades bíblicas.
En España la sociedad bíblica se
fundó el 4 de junio de 1836, hace
175 años. Desde entonces esta
sociedad ha servido a las iglesias
distribuyendo Biblias y literatura
bíblica.
43.
44. La hazaña de Mary, y su deseo de
tener una Biblia en su propio
idioma hizo que hoy, en cada país
del mundo, aquellos que quieran
tener una Biblia y leerla en su
propio idioma, puedan hacerlo.
Y todo gracias a una joven que no
se dio por vencida y luchó para
conseguir lo que quería, su tesoro
mas preciado, una Biblia en su
propio idioma.