El documento discute por qué no ha habido persecución de la iglesia en la actualidad. Argumenta que la iglesia se ha conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no despierta oposición. También dice que la verdadera fe cristiana revivirá la persecución. Finalmente, señala que cuando el pueblo de Dios duerme, el diablo se mantiene tranquilo, pero las épocas de mayor consagración también han sido de mayor persecución.