El documento critica un nuevo impuesto sobre envases en Baleares por penalizar productos básicos y de consumo turístico. El impuesto perjudicará la competitividad de las empresas de las islas y el turismo, el principal motor económico. Además, no tiene en cuenta el valor del contenido y grava más los productos más económicos. Se prevé que el impuesto cause el cierre de hasta 200 locales y la pérdida de más de 500 empleos en el sector de la restauración.
1. NOTA DE PRENSA
El impuesto de envases balear castiga los
productos de primera necesidad y de consumo
turístico
El turismo, principal motor económico de las islas, sufrirá un descenso de
facturación, el cierre de negocios y la pérdida de empleos
Las cargas fiscales y burocráticas del nuevo impuesto dañan la competitividad de las
empresas baleares y les sitúa en una posición de clara desventaja frente a las del
resto de España
Palma de Mallorca, 15 de marzo de 2013.- El nuevo impuesto sobre envases de
Baleares pretende corregir el déficit público de las Islas a costa de penalizar los
productos básicos de alimentación y de consumo turístico, aquellos que compran todos
los días las familias y los turistas de las Islas. Además, el castigo fiscal y las cargas
burocráticas asociadas a este tributo sitúan a las empresas de Baleares en una posición
de desventaja competitiva, que se traducirá en pérdidas de inversión y empleo.
Este impuesto sobre los envases no tiene en cuenta el valor del contenido (bebida o
alimento), por lo tanto introduce una mayor carga fiscal sobre los productos más
económicos. Es decir, aquellos de primera necesidad y consumo frecuente tanto en los
hogares como fuera del hogar, como son el agua, la leche, la cerveza, los zumos o las
bebidas refrescantes soportarán proporcionalmente un tipo de gravamen más alto.
Este castigo fiscal sobre el consumo de productos básicos no sólo drena rentas y
recursos de los hogares. También lastra la competitividad de la distribución comercial, la
industria, el turismo y la hostelería de Baleares. En primer lugar, porque añade un
incremento injustificado de los costes indirectos de las empresas, en un momento
económico extremadamente delicado. En segundo lugar, porque este tributo impone un
entramado de cargas burocráticas (contabilidad, gestión, liquidación) que encarecen los
costes de administración de los negocios. En tercer lugar, con este impuesto el Gobierno
de Baleares se desmarca de los esfuerzos de la Administración central para garantizar la
unidad de mercado, simplificar y reducir el coste de las cargas administrativas. De
hecho, el tributo sitúa en una clara desventaja competitiva a las empresas de las islas
frente a las que operan en otros territorios.
Esta discriminación de las empresas insulares es más palpable si cabe en el sector
turístico, principal motor económico de las Islas. El nuevo tributo sobre envases afectará
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2. a 7.000 establecimientos y 13.000 puestos de trabajo. Su impacto sobre los costes de
las empresas y la facturación puede acarrear el cierre de hasta 200 locales y la pérdida
de más de 500 empleos en el sector de la restauración.
Es necesario poner de manifiesto que el impuesto no busca la protección del
medioambiente, un objetivo plenamente compartido por las empresas, ya que en ningún
momento se valoran los pasos que han dado en eficiencia energética y reducción,
recuperación y valorización de envases y que está dando excelentes resultados sin
incrementar la presión fiscal. Los envases afectados por este impuesto ya contribuyen
económicamente a través del Punto Verde para asegurar la correcta gestión de residuos.
De modo que es un tributo con un fin puramente recaudatorio y no medioambiental. Y
aunque su efecto inmediato sobre la recaudación ayudará a ajustar parte del déficit
autonómico, no podrá evitar a medio plazo los graves daños que causará sobre la
inversión de las empresas, la creación de empleo, el consumo de las familias y, por
tanto, la pérdida de ingresos en otros impuestos ligados a la actividad, como el IVA, el
IRPF, Sociedades, Cotizaciones Sociales, licencias de terrazas, etc.
Los sectores afectados han trabajado intensamente los últimos cinco años para buscar
soluciones a la crisis. Han afrontado cambios internos para ser más productivos, mejorar
la oferta, mantener en la medida de lo posible el empleo y ayudar a la reactivación del
consumo. Impuestos como el de envases o el nuevo tributo sobre grandes superficies,
además de injustificados e insostenibles, neutralizan estos esfuerzos de las empresas
para ser más competitivos y lastran la capacidad del tejido productivo para salir de la
crisis.
La recuperación vendrá de la mano de la creación de puestos de trabajo y éstos no se
pueden crear si las administraciones públicas siguen aprobando impuestos nacionales,
autonómicos y tasas locales que malgastan recursos destinados a la creación de puestos
de trabajo.
Sobre la industria de alimentación y bebidas
La industria española de alimentación y bebidas, representada por FIAB, es el primer
sector industrial de la economía española, con una facturación de 80.700 millones de
euros en 2011 y una aportación del 7,6% al PIB general y del 14% del PIB industrial,
según datos del INE. Además, está conformada por más de 30.000 empresas que
proporcionan empleo a 450.000 profesionales.
Sobre el sector del reciclado
Ecoembes y Ecovidrio son entidades sin ánimo de lucro encargadas de gestionar la
recogida y el reciclado de los envases domésticos. Generan más de 10.000 empleos
directos y alrededor de 34.000 empleos indirectos e inducidos. Sólo en 2011 invirtieron
en la gestión de los residuos de envases un total de 490 millones de euros.
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3. Sobre el comercio
La Confederación Española de Comercio, máxima entidad representativa del pequeño y
mediano comercio español, representa a más de 450.000 pequeños y medianos
comercios.
Sobre el sector de la distribución
El sector del comercio minorista en España contaba con 642.799 establecimientos en
2011. Su facturación asciende a 217.000 millones de €.
En conjunto el comercio y la distribución dan empleo a un total de 1.805.300 personas.
Sobre el sector de Hostelería
Fundada en 1977, la Federación Española de Hostelería (FEHR) es la única organización
empresarial que representa a nivel estatal al conjunto de más de 350.000 empresas de
restaurantes, bares, cafeterías y otros establecimientos que integran el sector de la
restauración. Este conjunto empresarial da trabajo a más de un millón de personas y
tiene un volumen de ventas de 104.239 millones de euros (dato 2011), lo que equivale al
6% del PIB de la economía española.
Los sectores de alimentación, comercio y hostelería en conjunto representan más del
15% del Valor Agregado Bruto (VAB) y del 18% del empleo total del país.
Para más información:
Almudena Aguado /Ana de Quinto
aaguado@inforpress.es / adequinto@inforpress.es
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