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Arma tu plan en acción!
1. ¡Arma tu plan en
acción!
Catalina Oyarzún Aguirre.
1°año medio A.
2. Los materiales que tuve que
utilizar eran químicos. Me di
el trabajo de buscarlos y
comprarlos yo,
primeramente.
El recurso que usé en un
comienzo fue una máquina
especial para hacer pastillas
químicas, la cual también
financié yo misma.
Después de encargarle a la
máquina la labor de fabricar
de las pastillas, era yo la que
debía hacer el envase. Opté
por el color negro, en vez de
blanco: sencillo, normal y
lógicamente, color opuesto
al verano.
Una caja más o menos
pequeña, de bonito diseño
(unisex) y reutilizable fue el
envase para mi prototipo
químico.
Después de titularla
“Helados para invierno” la
sellé y mi prototipo ya
estaba listo.
Sólo quedaba una cosa:
¡distribuirlo!
Hice cinco paquetes más,
tenía que ver si las personas
aprobaban mi producto.
Efectivamente, después de
esas cinco muestras gratis me
di cuenta de que era del
gusto y necesidad de las
personas.
Entonces, me decidí por
utilizar mano de obra, pues
no podía hacer todo yo sola.
Contraté unas diez
personas, cercanas a mi, y
ellas fueron mis manos
trabajadoras (lógicamente
recibirían dinero).
Después de tener suficiente
producto hecho,
comenzamos a hacerle
publicidad: un muñeco
sencillo con un abrigo junto
al paquete. El sujeto estaba
sonriendo porque al fin
podía comer helados en
invierno.
Finalmente, cuando obtuvo la
suficiente publicidad y mucha
gente lo solicitaba, con las
mismas personas que me
ayudaron a hacer más
paquetes fuimos a dejarlas a
los centros de heladerías,
donde los heladeros las
tomarían y nos darían,
después, la paga de los
productos vendidos .
3. ¡El proceso!
• Los materiales que tuve que utilizar eran químicos. Me di el trabajo de
buscarlos y comprarlos yo, primeramente.
• El recurso que usé en un comienzo fue una máquina especial para hacer
pastillas químicas, la cual también financié yo misma.
• Después de encargarle a la máquina la labor de fabricar de las pastillas, era
yo la que debía hacer el envase. Opté por el color negro, en vez de blanco:
sencillo, normal y lógicamente, color opuesto al verano.
• Una caja más o menos pequeña, de bonito diseño (unisex) y
reutilizable fue el envase para mi prototipo químico.
• Después de titularla “Helados para invierno” la sellé y mi prototipo
ya estaba listo. Sólo quedaba una cosa: ¡distribuirlo!
• Hice cinco paquetes más, tenía que ver si las personas aprobaban
mi producto. Efectivamente, después de esas cinco muestras gratis
me di cuenta de que era del gusto y necesidad de las personas.
4. • Entonces, me decidí por utilizar mano de obra, pues no podía hacer
todo yo sola. Contraté unas diez personas, cercanas a mi, y ellas
fueron mis manos trabajadoras (lógicamente recibirían dinero).
• Después de tener suficiente producto hecho, comenzamos a hacerle
publicidad: un muñeco sencillo con un abrigo junto al paquete. El
sujeto estaba sonriendo porque al fin podía comer helados en
invierno.
• Finalmente, cuando obtuvo la suficiente publicidad y mucha gente lo
solicitaba, con las mismas personas que me ayudaron a hacer más
paquetes fuimos a dejarlas a los centros de heladerías, donde los
heladeros las tomarían y nos darían, después, la paga de los
productos vendidos .