1. Seguridad alimentaria: Hacia un vacío global de
los estómagos
Autor: Eduer Bernilla Rodriguez
Penachí_Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo
El mundo global en su proceso dinámico orientado hacia el
desarrollo de la ciencia y la tecnología ha olvidado al actor social
que alimenta a los estómagos con la diversidad de productos:
Frutas, hortalizas, verduras, legumbres, entre otras. La agricultura
es un eje fundamental para el sustento de los estómagos y el
funcionamiento de los cerebros: Sin el estomago no funciona el
cerebro expreso Manuel González Prada, pues bien hoy en día esa
frase se hace más necesaria.
La agricultura nacional a pesar de la diversidad y de la esencia
que representa para el mundo urbano ha sido abandonada a su
suerte. El año 2003 el diario el comercio llamada a esta actividad
una especie en extinción: “El PBI del sector agropecuario,
actualmente tan solo representa el 7.6% del PBI nacional, que
constituye la mitad de lo que fue hace cuatro décadas. Descenso
productivo preocupante para el desarrollo nacional, si tomamos en
consideración que este fenómeno económico-social, ocurre
justamente, cuando las familias peruanas siguen dedicando el
45% de su presupuesto a la alimentación1. Sin embargo hasta hoy
nada se ha hecho por recuperar esta área esencial de la vida.
Hoy en día recorrer las tierras del departamento de Lambayeque
debe hacernos reflexionar profundamente. Desde Zaña, Oyutun,
2. Reque, pasando por Ferreñafe, Morrope y otros distritos nos
damos cuenta que la seguridad alimentaria está siendo afectada
cruelmente.
La FAO entiende por seguridad alimentaria cuando hay alimento
para todos en: La cantidad necesaria, la calidad preferida y un
acceso material y económico. Sin embargo para poder contrastar
esta definición con la realidad hemos creido por conveniente
analizar la situación de las unidades familiares. Por ejemplo las
familias del Distrito de Inkawasi y Cañaris, además del Centro
poblado de Penachí están siendo afectados duramente por una
helada. Esta ha hecho perder los sembríos de papa, maíz, trigo,
cebada, café, entre otros.
Las familias de estas comunidades campesinas no tienen a donde
recurrir más que migrar al hermano país de Ecuador o
simplemente irse por cinco seis meces a Lima.
La unidad familiar del Distritos de Incawasi y Cañaris y el Centro
Poblado de Penachí en su doble papel de productores y
consumidores encuentran un desequilibrio en cuanto a la
estructura demográfica de la oferta y la demanda. Pues lo que
producen es solo para abastecer a la familia, convirtiéndose en
una seguridad alimentaria autárquica. Pero este problema se está
acrecentado hacia un problema de semiseguridad, en tanto lo que
se produce no alcanza para la familia y hay que abandonar el
hogar para poder traer los alimentos para los hijos.
Estos comuneros del ande se han visto afectados últimamente por
un sinnúmero de factores externos e internos. Lo que aquí importa
3. es poner de manifiesto que ellos están abandonados totalmente a
su suerte. Pues la seguridad alimentaria de la que se habla parece
no incluirlos a ellos.
Primero porque esta no tiene la cantidad necesaria para las
familias. Hay muchas familias que han perdidos las esperanzas de
sembrar el maíz, trigo, arvejas, cebada, habas, frejoles por que las
chacras no producen además ellos no tienen conocimientos
técnicos, asesorías, orientaciones para poder salir adelante.
Segundo la calidad de estos productos se ha visto cada vez más
afectado porque lo que produce es un maíz pequeño afectado por
el clima helado, el trigo no alcanza su madurez exacta, los frejoles
se caen antes de madurar al igual que el café y otros frutos esto-
aducen los campesinos- a los relámpagos. Tercero el producto de
estos lugares no da una oportunidad para que ellos tengan un
acceso material y económico, Juan Sánchez Lucero al respecto
Describe: “La agricultura hoy ya no quiere dar, nosotros hacemos
de todo, todo los días vamos a la chacra lo limpiamos de los
montes, lo ponemos su agüita; pero ya no quiere, no sabemos qué
está pasando en el mundo”2. Lorenzo Rodríguez carrillo explica:
“Yo vivo con mi esposa y mi nietecita pero no me alcanza pues
siembro bastante pero cosecho poquito. El año pasado por
ejemplo sembré una lata de trigo y apenas e cosechado dos latitas
mas lo que me he sacado el ancho trabajando, sembré 6 kilos de
papa pero igual, coseche solo para mi consumo ya no alcanza ni
para criar las gallinitas, el pavito, el chanchito haber de que
vamos a vivir y además este año todo se lo está acabando las
heladas; pero nadie se acuerda de nosotros: para nosotros no hay
4. gobierno, ni profesionales ni nada, solo vivimos como si no
perteneciéramos al Perú”3
Espero que esto nos sirva para hacer una reflexión más profunda
sobre la realidad de nuestros hermanos Lambayecanos. Espero
también que esto sirva de fuente para que los que se interesen por
la problemática de la agricultura.