1. El Senado y el aborto
Si lo que se quiere es discutir en serio la hipótesis terapéutica, el Senado debe partir por
rechazar las mezcolanzas y los gatos por liebres.
por Patricio Zapata, - 20/03/2012 - 04:00
EL SENADO debe votar, en general, sobre tres proyectos de ley sobre aborto. En
lapráctica, los senadores deben pronunciarse, como un todo, sobre un conjunto bastante
heterogéneo de propuestas.
Por una parte, están aquellas iniciativas que reintroducen explícitamente la figura del
aborto propiamente terapéutico; esto es, aquel que se produce en el contexto en que
médicamente es imposible salvar, a la vez, la vida de madre y la del hijo(a) que ella lleva
en su vientre. Como he tenido oportunidad de señalarlo en otras ocasiones, se trata de
una reforma legal innecesaria, pues, en base a las reglas hoy vigentes, ya existe suficiente
claridad legal y médica respecto de la licitud de una intervención para salvar a la madre.
El problema es que en paralelo al aborto terapéutico, el Senado debe votar, y en paquete,
otras hipótesis de legalización del aborto mucho más amplias. Deseo referirme, en
particular, a la iniciativa del senador Girardi y el ex senador Ominami que, entre otras
cuestiones, legaliza un tipo de aborto eugenésico.
En efecto, esta moción establece que "se podrá interrumpir un embarazo (…) cuando el
feto presente o se establezca que presentará graves taras o malformaciones físicas o
síquicas". Esta hipótesis, por supuesto, es mucho más amplia que la inviabilidad fetal.
Comprende no sólo aquellos casos en que la complicación del embrión le impedirá
sobrevivir al alumbramiento, sino que, además, todos aquellos otros casos en que
pudiendo vivir, el niño(a) se vea afectado por una deformación que el proyecto, sin más
clarificación, apellida de "grave".
¿En qué está pensando el proyecto cuando habla de graves taras o malformaciones físicas
o síquicas? ¿Siameses? ¿Síndrome de Down?, ¿Hermafroditas?, ¿Anencefalia?, etc. Siendo
razonable que la ley evite entrar en el casuismo, sería interesante saber quién estaría
autorizado para especificar el contenido de esta excepción. ¿Los médicos? ¿La madre?
¿Un juez?
No sólo en razón de su indeterminación es criticable la indicación eugenésica. Admitir
esta excepción es gravemente contradictorio con la igual dignidad de todas las personas.
Siendo innegable que niños con algunas de estas patologías pueden ser una carga muy
pesada para sus familias (aunque muchas los reciben como una bendición) y que, además,
nuestra sociedad no hace mucho por facilitar su cuidado e inserción, nada de ello parece
ser razón suficiente para establecer en la ley una fórmula que, respecto de algunos de
2. dichos niños, consagra una especie de "interés superior de la madre", contradictoria, por
lo demás, con la Convención de los Derechos del Niño.
Es verdad, por supuesto, que la votación que deberá llevar a cabo el Senado es sobre la
idea de legislar y, por ende, alguien podría pensar que más adelante se depurará el
proyecto de sus aspectos más polémicos. En mi opinión, sin embargo, esta es una buena
oportunidad para que el Senado contribuya a despejar confusiones.
Si lo que se quiere es discutir en serio la hipótesis terapéutica, el Senado debe partir por
rechazar las mezcolanzas y los gatos por liebres.
Fuente:
http://www.latercera.com/noticia/opinion/ideas-y-debates/2012/03/895-438734-9-el-senado-y-el-aborto.shtml