2. SANTA JUANA JUGAN
(1792-1879)
FUNDADORA DE LAS HERMANITAS DE LOS
POBRES
“No olviden nunca que el pobre
es nuestro Señor. Cuando estén
cerca del pobre dense de todo
corazón”.
Santa Juana Jugan
La autenticidad abarca muchas de las
preguntas que el ser humano se plantea a sí
mismo al paso de sus días. En medio de un
contexto sociocultural fundamentado en las
alegorías de la estética y la publicidad, los
grupos sociales han pretendido descubrir sus
propios criterios de "identidad" que les
permitan diferenciarse como individuos y
como cultura. Surgen prácticas, técnicas y
valores que perfilan a la comunidad y la
hacen auténtica en la medida que se
consolidan en la historia y se presentan ante
el mundo.
La propuesta espiritual de san Juan Eudes
implica la pregunta por la autenticidad y un
proceso continuo que vislumbra su
respuesta. La misma escuela Francesa de
espiritualidad se convierte para el padre
Eudes en ese "grupo social" que le ayuda a
buscar el punto central de su espiritualidad, y
por tanto, encontrar su identidad en medio de
la Iglesia y la Francia del siglo XVII.
Sus años de permanencia en el oratorio de
Bérulle y en el ejercicio misionero, así como
las congregaciones fundadas en 1641 y 1643
le permiten al padre Eudes proyectar su vida
con el único propósito de formar a Jesús y
formarlo en el corazón de los hombres, no
solo con una elocuente enseñanza, sino
siendo Palabra y Evangelio para los demás,
de modo que, aquellos necesitados
descubrieran en él, que el amor de Dios no es
un hecho del pasado, sino siempre novedoso
y actuante.
Esta idea de "Querer ser Jesús para los
demás" y ocuparse arduamente por la
dignidad de los oprimidos, llevan al padre
Eudes a ser el pionero de una espiritualidad
fermentada en el Amor Encarnado y a
convertirse en un legado en la historia de la
Iglesia. Un legado que quedó impregnado en
el corazón de santa Juana Jugan, quien a la
luz de esta espiritualidad del amor,
comprendió que "ser Jesús para los demás"
es asumir como propias las miserias de los
miserables.
3. Santa Juana Juagan nace el 25 de
octubre de 1792 en Cancale (Bretaña,
Francia), es la sexta de ocho hermanos.
El mismo día de su nacimiento, y en
presencia de muchas personas, como
reza el acta firmada por el cura párroco
Godefroy, la niña fue bautizada en la
Iglesia parroquial de Saint Meen con el
nombre de Jeanne, hija legítima de
Joseph Joucan y de Marie Horel.
A la edad de 16 o 17 años, sin alejarse
demasiado de su hogar de Cancale,
Juana Jugan entró al servicio de la
Vizcondesa de la Chouë de la Mettrie, en
Saint-Coulomb. En principio, su papel era
el de asistir en la cocina. Pero, desde ese
puesto, tendría que atender a los
mendigos que llegaban al palacio. Con
frecuencia acompañó a la señora en su
visita a las familias pobres de la
zona.
Decidió rechazar una petición de matrimonio,
debido a que, su mayor deseo siempre fue
guardar su vida para Dios. En el año 1817, a
la edad de veinticinco años Juana Jugan
ingresó en la Orden Tercera del Corazón de
la Madre Admirable, fundada por san Juan
Eudes en el siglo XVII. Allí comprendió el
significado concreto de ser cristiano, se
expresaba diciendo: “No tener más que una
vida, un corazón, un alma, una voluntad con
Jesús”. Ésta indudable certeza encendió en
ella una permanente ocupación por los
pobres y la necesidad de formar en sí misma
la virtud de la humildad: “Ser humilde como
lo fue Jesús”.
Una vivencia conmovería sus entrañas en el
año 1839 al encontrarse con una mujer de
edad avanzada y con un delicado estado de
salud, que pasaba sus días en la soledad. La
hermana Juana la asistió diligentemente y la
llama encendida en su corazón de entregar
su vida a los más necesitados se avivaría
hasta el final de su vida.
¿Quien fue santa Juana Jugan?
4. “Si tienes verdadero propósito de vivir santamente, una de tus principales
ocupaciones será afianzarte muy conscientemente en la humildad cristiana”.
San Juan Eudes
En el año 1841 alquiló un lugar que pondría a
disposición de adultos mayores, allí recibió
solamente 12, pero al año siguiente, gracias a
una heroica hazaña, serían 40 personas a las
que la hermana Juana tendría el gusto de
servirles. Ésta fue la oportunidad para que
Juana Jugan diera inicio a su Congregación.
Entre los años 1846 y 1850, la Congregación
se extendió en Francia, tiempo después en
América y África, y después de la muerte de la
hermana, llegaría a Asia y Oceanía.
Admirable es la humildad que siempre la
caracterizó; en el año 1843 había sido elegida
superiora de su Con-gregación, sin embrago,
el padre La Pailleur (que había estado cerca de
la obra desde su inicio) anuló su elec-ción y
nombró a la hermana Marie Jemet. Juana
contemplaría en ello la voluntad de Dios y
seguiría luchan-do intensamente por su obra
sin desfallecer.
En el año 1852 el obispo de Rennes nombraría
al padre La Pailleur como superior de la
Congregación y envia-ría a la hermana Jugan
a la casa madre donde permane-cería durante
veintisiete años. La hermana Jugan pasa-ría
desapercibida ante las hermanas más jóvenes,
pues no conocían que era ella la fundadora, sin
embargo, no sería esto impedimento para que
ella siguiera avivando el carisma y la misión de
la obra que Dios le había con-fiado. Fue hasta
1902 que saldría a la luz la verdad so-bre los
inicios de la Congregación.
Murió el 30 de agosto de 1879,
después de pronunciar estas últimas
palabras: “Padre eterno, abrid vuestras
puertas, hoy, a la más miserable de
vuestras hijas, pero que tiene
un deseo tan grande de veros... ¡Oh
María, mi buena Madre, ven a mí! Tú
sabes que te amo y cuánto deseo
verte”.
Fue beatificada por san Juan Pablo II
el 3 de octubre de 1982 y canonizada
el día 11 de octubre de 2009 por el
papa emérito Benedicto XVI.
5. Congregación de las Hermanitas de
los Pobres
Actualmente las hermanitas de los pobres
siguen pres-tando su servicio en los cinco
continentes. En Europa se encuentran en:
Francia, Bélgica, Irlanda, Escocia, Inglaterra,
Italia, Malta, Portugal, Turquía y España. En
América están en: Colombia, Chile,
Argentina, Perú y Estados Unidos. En África
tienen presencia en 5 países: Argelia,
República de Benín, Nigeria Kenya y
República del Congo. En Oceanía sirven en:
Aaustralia, Nueva Zelanda, Samoa y Nueva
Caledonia. Finalmente en Asia están en:
Hong-Kong, Sri Lanka, Corea del Sur,
Malasia, Filipinas, Taiwan, India.
Estas religiosas entregadas al servicio de
los más necesitados se esfuerzan por
acoger con espíritu de misericordia a
personas de pocos recursos y avanzada
edad. Actualmente son 2800 hermanas las
que dan su vida en estos 31 países.
El espíritu de esta Congregación es el
espíritu evangélico, expresado por Jesús
en las bienaventuranzas. Juana Jugan, fiel
a la inspiración del Espíritu Santo, ha
hecho resplandecer en su vida de manera
especial, la mansedumbre y la humildad de
corazón que le han permitido entregarse en
la sencillez, a la alegría de la hospitalidad.
Ser Hermanita de "los Pobres" implica
siempre ir hacia los más pobres, de crear
una corriente de colaboración apostólica y
de caridad fraterna para ayudar a Cristo en
los pobres.
6. Director:
P. Álvaro Duarte Torres CJM
Diseño y compilación
Jorge Luis Baquero - Hermes Flórez Pérez
espiritualidad.eudista@gmail.com
Facebook: Espiritualidad Eudista Unidad CJM
Algunas Frases de la Hermana
Juana Jugan
“Mi buen Jesús, sólo te tengo a ti. Hemos sido injertadas en la cruz. Jesús
la espera en la capilla. Vaya a su encuentro cuando le falte fuerza y
paciencia…cuando se sienta sola e impotente. Dígale: «Tu sabes lo que
me pasa, mi buen Jesús. Sólo te tengo a ti. Ven en mi ayuda…»Y
después, váyase. No se inquiete por saber como ha de hacer. Basta con
que se lo haya dicho al buen Dios. ¡El tiene buena memoria!”
“¡Amen mucho al buen Dios! ¡Es tan bueno! No nieguen nada al buen
Dios, hagan todo por Él. En los contratiempos, hay que decir siempre,
bendito sea Dios, gracias Dios mío, o gloria a Dios. Amen mucho al buen
Dios. Todo por Él, hagan todo por amor. Cuando sean ancianas, no verán
nada, yo no veo más que al buen Dios”.
Oración
Oh Dios, que premias a los santos y ensalzas a los humildes,
tú has inspirado a santa Juana Jugan servirte en los pobres
ancianos, con la humildad de una vida escondida, concédenos
por su intercesión llegar con alegría a la vida eterna.
Amén.