El viernes 30 de septiembre la sonda espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) completó su misión impactando de forma controlada sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tras más de doce años de estudio. Rosetta se aproximó a solo un kilómetro del cometa para estudiar su entorno de gas, polvo y plasma y tomar imágenes de alta resolución antes del impacto. La sonda transmitió datos hasta el último momento, proporcionando nueva información sobre la actividad y composición de los cometas.