Publicidad
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Publicidad
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf
Próximo SlideShare
Guia de  trabajo para el alumnoGuia de trabajo para el alumno
Cargando en ... 3
1 de 8
Publicidad

Más contenido relacionado

Publicidad

Recado_confidencial_a_los_Chilenos_de_El.pdf

  1. Universidad Alberto Hurtado Facultad de Filosofía y Humanidades Teoría Literaria III Carolina Sandoval Villarroel Ensayo final Recado confidencial a los Chilenos de Elicura Chihuailaf: Un diálogo transcultural y de convivencia “Hoy coexistimos en este territorio y nuestro interés no ha sido salvar muros para proyectarnos al mundo chileno como la expresión parcelada de nuestra cultura sino de permanecer en la recreación de su totalidad, y de dialogar–hasta cuando sea posible– desde esa posición con la cultura chilena y con otras también” Elicura Chihuailaf En el presente trabajo se abordará el texto “Recado confidencial a los chilenos” del escritor mapuche Elicura Chihuailaf desde el concepto de poscolonialidad. De esta manera, se analizará la manera en que el objeto cultural responde a nociones de decolonialidad por medio del proceso de rescate, resignificación y configuración de la identidad mapuche que es llevado a cabo a través del lenguaje. En este sentido, es interesante abordar el objeto cultural desde el concepto de decolonialidad puesto que el libro implica una incorporación y valorización de la cultura periférica, donde a través del medio de producción se pone de igual a igual. Es imposible entender el concepto de decolonialidad sin antes tener presente el poder que las instituciones del capital global han tenido dentro de nuestro territorio, las cuales, por medio del discurso hegemónico y la institucionalidad del saber, abogan por tenernos en calidad de periferias subordinadas. En este sentido, se habla de una transición del colonialismo moderno -ligado a los procesos de conquista- a la colonialidad global, la cual es llevada a cabo, además del sistema económico, mediante las formas eurocéntricas de conocimientos e imaginarios, como por ejemplo, la desigualdad entre géneros, las jerarquías raciales, y los procesos culturales e ideológicos que favorecen la subordinación de la periferia en el sistema-mundo capitalista.
  2. De ahí, que se afirme que el mundo “no ha sido completamente descolonizado” (Castro Gómez, 17), pues si retrocedemos en el tiempo, la descolonización, entendida como los primeros movimientos sociales que abogaban por asuntos como la legitimidad, constitución y derechos, o dicho de otro modo, la independencia, fue incompleta, pues solo se limitó a la emancipación jurídico-política de las periferias. De acuerdo a ello, esta primera descolonización se llevó a cabo dentro de un contexto que abogaba por la legitimidad de aquellas naciones que empezaban a formarse. Sabemos que la idea moderna de nación, se basa en la construcción de una comunidad política homogénea que, se supone, comparte una historia en común muchas veces cimentada a partir de mitos fundacionales y elementos que identifican a todos sus integrantes. En ese sentido surge de forma inmediata una interrogante: ¿qué pasa con aquellas minorías, aquellos grupos que se encuentran al margen, o simplemente aquellos que no se identifican con lo impuesto por el discurso hegemónico que aboga por la construcción de la nación? Ahora bien, Chile, es comúnmente presentado como uno de los países latinoamericanos más exitosos, combinando un alto crecimiento económico con un retorno pacífico a la democracia. Sin embargo, la consolidación del neoliberalismo, producto de la globalización y el sistema capitalista ha traído complejas consecuencias. Los alarmantes índices de desigualdad, los conflictos ambientales y sociales han sido constantes en nuestro país, siendo las organizaciones mapuches uno de los sectores más activos en cuestionar este modelo. En este contexto, el Estado chileno ha reaccionado de manera contradictoria implementando políticas multiculturales orientadas a problemáticas de pobreza, pero “dejando de lado el reconocimiento real de los derechos colectivos políticos, económicos y territoriales de los pueblos indígenas” (Palomino, 97) En este sentido, ha criminalizado y reprimido la protesta social mapuche involucrando la violación a los derechos humanos, el uso de legislación antiterrorista e incluso la muerte de activistas mapuches a manos de fuerzas policiales. Esta estrategia dual ha llevado a algunos a sostener que “Chile es un ejemplo extremo de la mezcla de neoliberalismo armado” (99). Ahora bien, basándonos en la lógica moderna, sabemos que
  3. siempre se calla, se olvida, o se incluye -pero desde la periferia- lo que no es útil a la construcción y la hegemonía de la nación. Detrás de las pretensiones de neutralidad y universalismos promulgados por el proyecto hegemónico de nación, los paradigmas occidentales modernos siempre han construido jerarquías de conocimientos, personas y formas de vida que consideran a algunos como más importantes y valiosos, marginalizando en consecuencia a los demás. Estas jerarquías han permeado y construido imaginarios colectivos que influyen en la manera que entendemos las relaciones, el desarrollo y la forma de conexión con los elementos que nos rodean. De acuerdo a esto, es importante explorar las formas en que estas relaciones suprimen, invisibilidad y subordinan una multiplicidad de experiencias, saberes y actores, silenciando otras posibilidades. Así por ejemplo, en el caso chileno, hablamos de los mapuches como aquello “puro, lo incontaminado, lo auténtico, en cuya dirección se presentan como fósiles, como lo que hay que conservar en su condición primitiva porque no serían organismos poseedores de dinamismo” (Chihuailaf, 44). En consecuencia, se crea, un discurso, que se supone inclusivo, pero en la práctica se suprimen y anulan las diferencias culturales porque van en contra del proyecto homogeneizador de la nación. En efecto, los mapuches han estado constantemente excluidos de la historia chilena, inclusive de la historia reciente, lo cual acarrea importantes consecuencias que conllevan a su subordinación, invisibilidad, deslegitimación de la cultura y a la violencia material y simbólica. Como resultado de ello, según Castro Gómez es imperante una segunda descolonización, llamada por él “decolonización”, la cual tiene que dirigirse a la jerarquía de las relaciones sociales, étnicas, sexuales, epistémicas, económicas y de género que la primera descolonización dejó intactas. Dicho de otro modo, el mundo de comienzos del siglo XXI necesita una “decolonialidad que complemente la descolonización” (18) llevada a cabo en los siglos XIX y XX. En este sentido, la decolonialidad, es un proceso de resignificación a largo plazo que no se reduce a un acontecimiento estrictamente jurídico- político, sino más bien, un llamado, a buscar una estrategia o mecanismo que nos mueva más allá de los fundamentos del tipo eurocentrista primer mundista.
  4. La empresa resulta difícil sobre todo por el modelo económico capitalista en que América está inmersa, sin dejar de lado las formas y cánones occidentales que, legitimados y aceptados, son imposibles de extirpar del imaginario político, social y cultural de los sujetos. En este sentido, la decolonización, es clave, ya que implica re-elaborar los legados modernos y coloniales a través del dialogo critico entre diversos proyectos éticos, políticos y epistémicos. Así, la idea central no es volver a lo puro, original, y rechazar todo lo que ha venido con la Occidentalización. La propuesta es otra: Tender puentes hacia un diálogo transcultural de saberes, otorgar un espacio a la voz silenciada, para así permitir un intercambio cognitivo y una revalorización de nuestras verdaderas raíces, situándose frente a frente, de igual a igual. Esto resulta particularmente urgente en un país como Chile, profundamente marcado por el racismo y olvido hacia los pueblos originarios. En este sentido, de acuerdo al concepto de decolonialidad, una presunta solución, se basa en el reconocer y hacerse cargo de la vigencia y presencia indígena y por lo tanto, de la coexistencia de maneras más respetuosas, inclusivas y descolonizantes. En relación a lo expuesto anteriormente, es interesante la figura de Elicura Chihuailaf Nahuelpán, oralitor, escritor y traductor mapuche-chileno. Nació en Quechurewe, IX Región en 1952. Ha publicado diversos libros de poesía entre ellos, El invierno y su imagen, En el país de la memoria y A orillas de un sueño azul. Actualmente es docente universitario y Secretario general de la Agrupación de Escritores Indígenas, posicionándose como un activo propulsor de la legitimidad y reconocimiento indígena en nuestro país. El propósito de sus producciones artísticas es llenar un vacío, reencontrarse con las raíces de las cuales hemos sido separados para así crear estrategias o mecanismos que nos muevan más allá de los fundamentos del tipo eurocentrista primer mundista. Así, Recado confidencial a los chilenos se transforma en un libro bilingüe que narra la infancia del autor, la memoria, y la voz colectiva de su pueblo por medio del testimonio, la poesía, y datos históricos. Junto a esto, narra las creencias, la simbología y la organización de su gente develando en ello el sentido de pertenencia a un todo.
  5. Como ya mencionábamos, Recado confidencial a los chilenos combina sus páginas en dos idiomas, el mapudungun y el español, convirtiéndolo en un libro bilingüe. Cada uno de los poemas aparece primero en lengua mapuche y luego en castellano, el texto en este sentido está presentado en dos versiones, las cuales son equivalentes y paralelas. La doble codificación, o el doble registro para decirlo más específicamente, es características de la obra de Chihuailaf, en este aspecto, cabe mencionar que él fue uno de los primeros en escribir poesía bilingüe mapudungun-castellano. Antes de salir sus primeras publicaciones, la doble codificación era un fenómeno prácticamente desconocido en Chile. (El Mercurio , 21-9-1996b; El Diario de Aysén , 30-12-1996). El carácter bilingüe de su escritura es, pues, el resultado lógico del entorno lingüístico en que se crió y vivió el poeta. Desde pequeño estaba acostumbrado a escuchar y hablar tanto el mapudungun como el castellano. "Mis padres evitaron hablarme en mapudungun, como también a mis hermanos, aunque ellos generalmente lo hablaban entre sí y con los abuelos. Eso como consecuencia de las grandes dificultades que tuvieron que vivir cuando llegaron a la ciudad sin saber hablar absolutamente nada de castellano, exiliados en su propio territorio. Pero mi abuela, con la cual yo pasaba la mayor parte del tiempo, y que me enseñó muchas de las cosas que hoy nutren mi memoria, nunca aprendió a hablar castellano, no quiso hacerlo" (El Mercurio, 21-9-1996a). Así, en la obra de Chihuailaf, podemos ver el protagonismo que se le otorga al lenguaje, elemento fundamental -según Castro Gómez- para encontrar “la complejidad que gobierna los paradigmas instaurados en la cognición social” (20). En este sentido, la propuesta según Castro Gómez, es -por medio del lenguaje- encontrar nuevos conceptos, que den cuenta de la complejidad de la jerarquía de género, raza, clase, sexualidad, conocimiento y espiritualidad en la que estamos inmersos. De esta manera podríamos entender mejor, y replantearnos procesos geopolíticos, geoculturales y geoeconómicos del sistema-mundo occidental, impuesto post proceso de colonización. Al salir de la comunidad Chihuailaf, comienza a escribir en castellano, lo que sigue haciendo hasta en la universidad, pero más tarde retoma el lenguaje que tenía cuando niño. Una consecuencia de su escritura bilingüe y de la publicación de sus poemas es que no solo sus descendientes, sino también otra gente, mapuche y no mapuche, lee los textos de
  6. Elicura Chihuailaf, permitiendo de esta forma, fortalecer ciertos tipos de relaciones afirmando su protagonismo y capacidades de un pueblo que a menudo se ha dejado en el olvido. De esta forma, la obra de Chihuailaf, genera un espacio que no es marcado por líneas de separación y distancia, sino más bien como una zona de interacción, o dicho de otro modo, una zona de diálogo. En cuanto a las temáticas, el libro busca entregar un mensaje, un “recado” a todos aquellos que no han valorado la cultura mapuche como elemento fundamental en la comunidad chilena. Una cultura que debido al proyecto hegemonizador optó por dejar a los mapuches en los límites, al margen del constructo nación: “se nos presenta como fósiles, como lo que hay que conservar en su condición primitiva (…) pues nuestra cultura no sería un organismo poseedor de dinamismo al contrario de lo que sucede con sus culturas “superiores” que son capaces de mantener “la esencia del espíritu de su civilización”, aun haciendo uso de palabras, contenidos y objetos provenientes de culturas ajenas, rouge, lifting, supermarket, okey” (Chihuailaf, 44) En este sentido lo que realiza Chihuailaf, es una crítica respecto al silencio y marginalidad en que se encuentran los pueblos originarios, “nuestros pueblos reclaman su derecho a permanecer” (45), pero por otro lado, está consiente que la vía de una verdadera legitimación no es estar sobre “otro”, o empoderarse y suprimir los sistemas económicos e imaginarios colectivos post colonización que han influido en todo orden de cosas, “hasta el ser mapuche hoy es la manifestación de una diversidad” (12). Chihuailaf, lo que realiza es proponer un diálogo transcultural, él mismo lo señala al comenzar el libro: “ojalá este sueño, este recado, sea un mínimo aporte para el inicio del necesario y urgente diálogo entre mapuches y chilenos” (30) Para lograr ese dialogo, el autor utiliza diversos métodos en pos de la legitimidad. Testimonios, poesías, datos historiográficos y mitos ancestrales componen las páginas de su obra, sin embargo, es interesante remarcar, la importancia que el lenguaje, la palabra adquiere a lo largo del texto. “A mí, le digo, me enseñaron a valorar, a creer en la fuerza de la palabra. Las palabras expresan la concepción de mundo de quienes las crearon: su gestualidad. Ellas –unas más que otras- revelan el pensamiento de sus hablantes” (34)
  7. Chihuailaf, lo que realiza es una demostración de que el diálogo entre mapuches y chilenos se encuentra de forma inherente en nuestra cultura, sin que los usuarios de la lengua tengan conciencia de ello: pichintún, malón, cahuín, merkén, chuchoka o maitén son palabras del mapudungun que son de uso cotidiano en el hablar chileno. Por otro lado, también la propuesta del diálogo se lleva a cabo por la iniciativa de la construcción estética de sus obras, mitad mapudungun, mitad español. De esta forma, la inclusión del mapudungun ya sea de forma inherente (en nuestro vocablo cotidiano), ya sea a propósito (estructura del libro), es una forma de situarnos mejor como latinoamericanos, una forma de entender mejor y replantearnos procesos geopolíticos, geoculturales y geoeconómicos del sistema-mundo occidental, impuesto post proceso de colonización. Así, la palabra funciona como elemento primordial del diálogo, primero por medio de la utilización cotidiana y segundo por medio del objeto cultural: el libro. En este sentido, el lenguaje tiene dos funciones fundamentales: En primer lugar, desde un punto de vista estructural, el mapudungun surge desde el olvido y se vuelve masivo mediante los diversos medios tecnológicos y comunicativos como en este caso específico, mediante la publicación de un libro. En segundo lugar, el lenguaje, desde un punto de vista funcional y pragmático otorga nuevas significaciones a una cultura saturada de concepciones capitalistas–occidentalitas de consumo y valores. Lo que intenta demostrar el autor, es que gran parte de nuestros vocablos tienen orígenes mapuches, situación que, como hablantes de una lengua saturada de extranjerismos, obviamos. Chihuailaf, nos trae de vuelta una civilización, nuestra civilización, que es consumida por paradigmas ajenos. De esta forma, mediante elementos característicos, como son el fogón, los mitos, hierbas y creencias mapuches, se rescata, resignifica y configura una identidad que yace perdida producto de la colonización. El Recado de Elicura está dirigido a todo el pueblo de Chile, pero especialmente a los niños, a los hombres y a las mujeres que también han sido excluidos de la historia oficial, porque con ellos el escritor siente que es posible establecer el diálogo que nos permitirá reconocernos. Y desde ese conocimiento será posible construir los caminos que nos conduzcan hacia el término de la segregación y la marginación, adentrándonos en el entendimiento y el respecto de las diferencias culturales tan enriquecedoras como
  8. necesarias. De esta manera, en Recado Confidencial a los chilenos, lo que Chihuailaf realiza es ampliar el campo de la visibilidad, situando nuestras verdaderas raíces en un medio de producción masiva para posicionarse de igual a igual con los medios de masas instaurados por la colonización global que aludíamos anteriormente. De esta manera, se realiza un diálogo de saberes a través de la decolonización del conocimiento y de la decolonización de las instituciones productoras o administradoras del conocimiento, lo que nos demuestra que diferentes formas culturales de conocimiento pueden convivir en el mismo espacio. Tender puentes hacia un diálogo transcultural de saberes y otorgar un espacio a esa voz silenciada, las múltiples voces indígenas, no es tan difícil como parece. Bibliografía Chihuailaf, Elicura. Recado confidencial a los chilenos, LOM Ediciones, 1999. Castro Gómez, Santiago. El giro decolonial, 2007 Moens, J.A. La poesía mapuche: expresiones de identidad. Dpto Lingüística y Literatura Hispánicas. Universidad de Utrecht. 1999. Del sitio <http://www.mapuche- nation.org/espanol/html/nosotros/literatura/tesis-01.htm> Palomino-Schalsha, Marcela. Desafiando la exclusión a través de la relacionalidad en la experiencia de Trekaleyin, Alto Bío Bío. Dpto de Geografía, Victoria University of Wellington.
Publicidad