SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 16
Descargar para leer sin conexión
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                     37




                            1
             Me quejo, luego existo

                  El hombre inventó el lenguaje para satisfa-
                  cer su profunda necesidad de quejarse.

                                             LILY TOMLIN


                  Quejarse (verbo) 1: expresar pena, dolor o
                  descontento: «quejarse del tiempo»; 2: ha-
                  cer una acusación o cargo formal.

                           The Merriam-Webster Dictionary



Hay cuatro etapas para llegar a ser competente en cual-
quier cosa. Para llegar a ser una persona «libre de que-
jas» tendrás que pasar por cada una de ellas y, disculpa,
pero no puedes saltarte ninguna. No puedes pasar de
ellas y esperar un buen resultado. Algunas etapas duran
más que otras. La experiencia con las etapas varía en
cada persona. Pasarás unas con mucha facilidad, pero
en la siguiente podrás quedarte atascado largo tiempo;
pero si persistes dominarás esta habilidad.
38                 INCAPACIDAD INCONSCIENTE




                         TESTIMONIOS

     Como muchos otros compañeros que tomaron el reto
     Libre de quejas, rápidamente descubrí exactamente
     cuántas de las palabras que pronunciaba en conversa-
     ciones cotidianas eran quejas. Por primera vez me escu-
     ché, de verdad, cuando me desahogaba acerca de mi
     trabajo, cuando me quejaba sobre mis padecimientos y
     dolores, me lamentaba de las cuestiones políticas y del
     mundo y me quejaba del clima. ¡Qué impacto me llevé
     cuando me di cuenta de cuántas de mis palabras tenían
     una energía negativa! ¡Y yo que me consideraba una
     persona muy positiva!

                      MARTY POINTER, Kansas, Missouri



     Las cuatro etapas del reto son:

     1.   Incapacidad inconsciente
     2.   Incapacidad consciente
     3.   Capacidad consciente
     4.   Capacidad inconsciente

    En Oda a un paisaje lejano de Eton Collage, Thomas
Gray nos dice: «La ignorancia es dicha». Conforme te
conviertas en una persona libre de quejas, te iniciarás en
la dicha de la ignorancia, pasarás por la confusión de la
transformación y llegarás a una verdadera dicha. Ahora
mismo, estás en la etapa de la incompetencia inconscien-
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                  39


te. Ignoras que eres incompetente. No te das cuenta (des-
conoces) de cuánto te quejas (eres incompetente).
    La incompetencia inconsciente es un estado del ser y
un paso de la competencia. Es aquí donde todos empe-
zamos. En la incompetencia inconsciente tienes mucho
potencial, listo para crear grandes cosas para ti. Hay nue-
vos panoramas excitantes listos para ser explorados. Lo
único que debes tener es voluntad para obligarte a seguir
las etapas restantes.
    Muchas personas le buscan tres pies al gato. Si los
buscas, los encuentras. Si te quejas, tendrás más de qué
quejarte. Es la ley de la atracción la que está en acción.
Conforme vayas completando estas etapas, dejas atrás el
quejarte y ya no le buscarás tres pies al gato, tu vida se
abrirá como una hermosa flor en primavera.
    Una de las preguntas que suelen hacerme es: «¿¡No
podré quejarme nunca jamás!?». A lo que contesto:
«Claro que puedes». Y lo digo por dos razones:

   1. No soy quién para decirte ni a ti ni a nadie qué
      hacer o qué no. Si lo fuera, estaría tratando de
      cambiarte y eso significaría que me estoy centran-
      do en algo de ti que a mí no me gusta. Estaría ex-
      presando descontento acerca de ti y, por lo tanto,
      me estaría quejando. Así que puedes hacer lo que
      quieras. Es tu decisión.
   2. Algunas veces tiene sentido quejarse.

   Ahora bien, antes de que creas que ya has encontra-
do una justificación en el número 2 arriba mencionado,
40              INCAPACIDAD INCONSCIENTE



ten en cuenta las palabras «algunas veces» y recuerda
que mucha, mucha gente y yo hemos pasado por tres se-
manas consecutivas —los 21 días o 504 horas seguidas—
sin quejarnos en absoluto. Ninguna queja, cero. ¡Nada!
Cuando se trata de quejarse, «algunas veces» significa
«no tan a menudo». Quejarse debería hacerse esporádi-
camente; criticar y chismorrear, nunca. Si somos honra-
dos con nosotros mismos, los acontecimientos de la vida
que nos llevan a quejarnos (pena, dolor o descontento)
muy rara vez ocurrirán. La mayor parte de nuestras que-
jas son puras banalidades que perjudican nuestra felici-
dad y nuestro bienestar.
    Obsérvate. Cuando te quejas (expresas pesar, dolor o
descontento), ¿es por una causa grave? ¿Te quejas con
frecuencia? ¿Ha pasado más de un mes desde la última
vez que te quejaste? Si te quejas más de una vez al mes
acabarás por ceder a las habituales quejas, lo cual no te
sirve. Tú eres de los que le buscan tres pies al gato.
    Para ser una persona feliz que domina sus pensa-
mientos y que ha empezado a dar un propósito a su vida,
necesitas poner muy alto el listón de lo que te lleva a ex-
presar pesar, dolor y descontento. La próxima vez que
estés a punto de quejarte de cualquier cosa, pregúntate si
esta te recuerda algo que te haya sucedido hace años.
    Estaba en mi oficina preparando la clase; la casa en
donde vivíamos por entonces se encontraba en una cur-
va pronunciada del camino. Los conductores tenían que
reducir la velocidad para tomarla; aproximadamente
a 183 metros de nuestra casa terminaba la ciudad y
comenzaba la carretera; la velocidad límite cambiaba de
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                  41


40 a 90 km/h. Vivíamos por tanto en una calle de acelera-
ción y desaceleración. Si no fuera por la curva del cami-
no, nuestra casa habría estado en un sitio muy peligroso.
    Era una tarde calurosa de primavera y los visillos se
agitaban suavemente con la brisa que entraba por las
ventanas abiertas. De pronto escuché un ruido extraño.
Un ruido sordo y fuerte, seguido de un chillido. No era
humano, sino animal. Todos los animales, así como las
personas, tienen una voz única y yo conocía bien esa voz.
Era la de nuestra perra labrador golden retriever, Ginger.
Normalmente pensamos que los perros no chillan. La-
drar, aullar, gemir, sí; pero oír chillar a un perro es algo
raro. Pero era lo que Ginger estaba haciendo. La habían
atropellado y yacía en el camino temblando de miedo a
no más de seis metros de mi ventana. Grité y corrí a tra-
vés de la sala hasta salir por la puerta principal, seguido
de mi esposa, Gail, y mi hija, Lia, que tenía seis años en
aquel entonces.
    Conforme nos acercamos a Ginger, pudimos intuir
que estaba gravemente herida. Intentaba ponerse en pie
sobre las patas delanteras, pero las traseras parecían no
responderle y aullaba de dolor. Los vecinos salieron de
sus casas para ver qué provocaba tal conmoción. Lia solo
repetía su nombre: «Ginger… Ginger…», mientras las
lágrimas caían por sus mejillas y mojaban su camiseta.
    Busqué al conductor que había atropellado a Ginger,
pero no vi a nadie. Entonces miré hacia lo alto de la co-
lina, donde la calle principal de la ciudad confluía con
la carretera del condado, y vi un tráiler que subía a más
de 90 km/h. Aun cuando nuestra perra yacía agonizante,
42              INCAPACIDAD INCONSCIENTE



              mi esposa estaba paralizada por la impresión y mi hija
              lloraba desconsolada, yo estaba decidido a enfrentarme
              con la persona que había atropellado a Ginger. «¡¿Cómo
              puede alguien hacer esto y largarse así sin más?! —pen-
              sé—. Estaba casi tomando la curva… seguro que la vio,
              ¡sabía muy bien qué pasaría!»
                  Dejé a mi familia en medio del dolor y la confusión,
              subí precipitadamente al coche y me puse en marcha, de-
              jando atrás una columna de polvo y grava: 96, 120, 133 ki-
              lómetros por hora a lo largo de la calle persiguiendo a la
              persona que había atropellado a la mascota de Lia y ha-
              bía huido sin dar la cara. Iba tan rápido por un camino
              tan irregular que empecé a notar que el coche flotaba li-
              geramente sobre el asfalto. En ese momento me calmé,
              pues me di cuenta de que si me mataba conduciendo
              sería mucho más doloroso para Gail y Lia que lo que le
              había pasado a Ginger. Reduje la velocidad lo suficiente
              para controlar el coche mientras la distancia entre el otro
              conductor y yo se acortaba.
                  Aún sin darse cuenta de que lo perseguía, el hombre
              salió del tráiler con una camisa rota y unos pantalones
              vaqueros manchados de aceite. Me metí en su carril, de-
              rrapé detrás de él y salí del coche, gritando:
                  —¡Usted ha atropellado a mi perra!
                  El hombre se volvió y me miró como si le hablara en
              otro idioma. Con la sangre hirviéndome en las venas no
              estaba seguro de si me había escuchado, pero entonces
              dijo:
                  —Ya sé que he atropellado a tu perra… y ¿qué vas a
              hacer?




Un mundo sin quejas            42                         4/9/2008, 07:37
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                      43


                 Después de asimilar sus palabras, le grité:
                 —¡¿Qué?! ¡¿Qué has dicho?!
                 Sonrió como si estuviera corrigiendo a un niño que se
              había equivocado y luego volvió a decir, lenta y delibera-
              damente:
                 —Sé que he atropellado a tu perra… ¿Qué vas a hacer?
                 Estaba ciego de rabia. En mi mente seguía viendo a
              Lia en mi espejo retrovisor cuidando a Ginger y llorando.
                 —Ponte en guardia —le grité.
                 —¿Qué? —preguntó.
                 —Ponte en guardia —repetí—. ¡Defiéndete… te voy
              a partir la cara, te voy a matar!
                 Momentos antes, la razón me había salvado de matar-
              me en el coche en un arranque de furia por alcanzar a ese
              tipo. Pero ahora, su desprecio y displicencia después de
              haber herido gravemente a una mascota que yo quería
              tanto había disipado toda mi cordura. Desde que era
              adulto no me había peleado a puñetazos. No creía en las
              peleas. No estaba seguro de cómo pelear, pero quería
              pegar a ese hombre hasta matarlo. En ese momento no
              me importó terminar en prisión.
                 —No voy a pelear con usted —me dijo—. Y si me
              golpea, será una agresión.
                 Alcé los brazos y apreté los puños hasta ponerlos
              duros como diamantes; me quedé parado, atónito.
                 —¡Pelea! —le dije.
                 —No, señor —me dijo, sonriendo a través de los
              dientes que le quedaban—, no voy a hacer tal cosa.
                 Dio media vuelta y se fue lentamente. Me quedé in-
              móvil, temblando, con la rabia envenenando mis venas.




Un mundo sin quejas            43                        4/9/2008, 07:37
44              INCAPACIDAD INCONSCIENTE



                  No recuerdo el regreso a casa, con mi familia. No re-
              cuerdo que llevara a Ginger al veterinario. Lo que sí
              recuerdo es el olor que desprendía cuando la cargué por
              última vez y cómo gimió débilmente cuando la inyección
              del veterinario puso fin a su sufrimiento. «¿Cómo es posi-
              ble que haya gente así?», me preguntaba constantemente.
                  Días después, la sonrisa del hombre aún me perseguía
              cuando trataba de conciliar el sueño. Su «¿Qué piensa
              hacer?» zumbaba en mis oídos. Imaginaba lo que le ha-
              bría hecho si hubiéramos peleado. En mis visiones era un
              superhéroe que destruía a un villano malvado. Algunas
              veces imaginaba que empuñaba un bate de béisbol u otra
              arma y le hacía tanto daño como él a mí, a mi esposa, a
              mi hija y a Ginger.
                  A la tercera noche de vanos intentos de dormir, me
              levanté y empecé a escribir en mi diario. Después de
              manifestar mi pesar, mi dolor y mi descontento durante
              casi una hora, escribí algo sorprendente: «Aquellos que
              son heridos hieren». Asimilando mis palabras como si
              fueran de otro, me pregunté en voz alta: «¿Qué?». Volví
              a escribirlo: «Aquellos que son heridos hieren». Me re-
              costé en el respaldo de la silla y estuve dándole vueltas al
              asunto, mientras escuchaba a los grillos cantar a la noche.
              «¿Aquellos que son heridos hieren?» ¿Cómo podría apli-
              carlo a lo que me había pasado?
                  Conforme pensaba en ello, empecé a entenderlo. Un
              hombre que fácilmente puede lastimar a una mascota tan
              querida por una familia seguramente desconoce el amor
              que despierta la compañía de un animal, al contrario que
              nosotros. Un hombre que puede alejarse en un vehículo




Un mundo sin quejas            44                         4/9/2008, 07:37
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                     45


              mientras una niña rompe a llorar seguramente desconoce
              el amor de una niña. Un hombre que no puede discul-
              parse por haber apuñalado el corazón de una familia
              debe de haber sido apuñalado en su corazón muchas
              veces. Ese hombre era la víctima real de la historia. Es
              cierto que actuó como un villano, pero fue el resultado
              del profundo dolor que anidaba en él.
                  Estuve sentado un buen rato, dejándome llevar por
              estos pensamientos. Cada vez que empezaba a sentirme
              enojado con él por el dolor que nos había causado pen-
              saba en el dolor que ese hombre debía de sufrir día tras
              día. Al poco rato, apagué la luz, regresé a la cama y dor-
              mí profundamente.

                      Quejarse: expresar pesar, dolor o descontento.

                 Durante esta experiencia, sentí pesar. Ginger había
              aparecido cinco años atrás en nuestra casa, en el estado
              de Carolina del Sur. Muchos perros habían llegado a casa
              con la intención de quedarse, pero Gibson, nuestro otro
              perro, siempre los ahuyentaba. Por alguna razón, dejó
              que Ginger se quedara. Había algo especial en ella. Su-
              poníamos por su conducta que antes de estar con noso-
              tros había sido maltratada. Y sobre todo porque me re-
              huía llegué a pensar que era probable que la hubieran
              maltratado. Después de un año, empezó poco a poco a
              confiar en mí. Y en los años siguientes se volvió una ver-
              dadera amiga. Su muerte me dolió profundamente.
                 De verdad me dolió; fue un dolor emocionalmente
              devastador. Todos los que tenemos hijos sabemos que




Un mundo sin quejas              45                        4/9/2008, 07:37
46              INCAPACIDAD INCONSCIENTE



              aguantamos cualquier sufrimiento con tal de que nues-
              tros hijos no lo sufran. Por ello, lo que padeció mi hija
              Lia fue para mí un dolor doble.
                 Estaba muy descontento: destrozado por no haberle
              dado una paliza a aquel tipo y porque de entrada tuve el
              impulso de actuar violentamente. Ahora estaba avergon-
              zado por haberlo dejado ir, pero también por haber sali-
              do tras él.

                            Pesar. Dolor. Descontento.

                  Haber sentido y expresado estos sentimientos, des-
              pués de que aquel hombre atropellara a Ginger, fue bue-
              no. Puede que tú también hayas pasado por una situación
              igual de difícil en algún momento de tu vida. Afortunada-
              mente, acontecimientos tan traumáticos pasan rara vez.
              Del mismo modo, quejarse (expresar pesar, dolor o des-
              contento) deberían pasar rara vez.
                  Pero, para la mayoría de nosotros, nuestras quejas no
              están motivadas por experiencias que duelen profunda-
              mente. Por el contrario, somos como el personaje de la
              canción «Life’s Been Good» de Joe Walsh: no debemos
              quejarnos y sin embargo, algunas veces lo hacemos. Las
              cosas no están tan mal como para que expresemos pesar,
              dolor o descontento, pero quejarnos es nuestra manera
              de liberarnos. Eso es lo que hacemos.
                  La ignorancia es una dicha. Antes de que comenzaras
              el camino para convertirte en una persona libre de que-
              jas, probablemente eras feliz ignorando la cantidad de
              ellas y el efecto perjudicial que producían en tu vida.




Un mundo sin quejas           46                         4/9/2008, 07:37
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                       47


              Muchos de nosotros nos quejamos docenas de veces, una
              y otra vez: del clima, de nuestra esposa(o), de nuestras
              labores, de nuestro cuerpo, de nuestros amigos, de nues-
              tro empleo, de la economía, de otros automovilistas, de
              nuestro país o de cualquier otra cosa. Sin embargo, po-
              cos nos damos cuenta de ello.
                  Las palabras salen de nuestra boca, y por tanto nues-
              tros oídos las escuchan. Pero, por alguna razón, estos no
              las registran como quejas. Las quejas pueden asemejarse
              al mal aliento: lo notamos cuando sale de la boca de otra
              persona, pero no cuando sale de la nuestra.
                  A lo mejor te quejas mucho más de lo que crees.
              Y ahora que has aceptado el reto de los 21 días para con-
              vertirte en una persona Libre de quejas, has comenzado
              a notarlo. Empieza a cambiar la pulsera de una muñeca a
              la otra y te darás cuenta de cuánto es tu kvetch («quejar-
              se» en yidish. No es que sea judío, simplemente me gusta
              mucho la palabra).
                  Hasta ahora probablemente hayas dicho, con total
              honradez, que tú no te quejas o, al menos, no mucho.
              Seguramente debes de pensar que te quejas solo cuando
              algo verdaderamente te molesta. La próxima vez que ten-
              gas la tentación de justificar tus quejas, recuerda la histo-
              ria de Ginger y pregúntate si lo que te pasa es tan malo.
              Después, mantén tu promesa de no quejarte.
                  Todos los que han sido campeones de los 21 días li-
              bres de quejas me han dicho: «No ha sido fácil, pero ha
              valido la pena». Lo valioso nunca es fácil. ¿Simple? Sí,
              pero lo «fácil» no es el camino del éxito. Digo esto no
              para asustarte, sino para inspirarte. Ver que es difícil con-




Un mundo sin quejas            47                          4/9/2008, 07:37
48                 INCAPACIDAD INCONSCIENTE



              vertirse en una persona Libre de quejas (supervisando y
              cambiando las palabras), no significa que no se pueda
              hacer. Y no significa que haya algo mal en ti. M. H. Al-
              derson dijo: «Si lo intentas y no tienes éxito, ya estás por
              encima de la media». Si te quejas estás justo donde debes
              estar. Ahora que empiezas a ser consciente de ello, pue-
              des empezar a eliminarlo de tu vida.
                  Puedes hacer esto. Yo me quejaba docenas de veces al
              día y lo logré. La clave está en no rendirse. Hay una mara-
              villosa mujer en mi iglesia que hasta la fecha sigue usando
              una de las pulseras que dimos al principio. La de ella ya está
              muy desgastada y grisácea, pero hace poco me dijo: «Po-
              drán enterrarme con esta cosa, pero no me voy a rendir».
                  Ese es el grado de compromiso que conlleva. La bue-
              na noticia es que, antes de que llegues a los 21 días con-
              secutivos sin quejarte, te darás cuenta de que tu manera
              de ver las cosas ha cambiado y serás más feliz. Lo siguien-
              te es un correo electrónico que he recibido hoy:

                          Hola:
                          Como miles, ya comencé a cambiar mi percepción
                      de las cosas. Esto ha hecho que me diera cuenta de lo
                      que estoy haciendo. Empecé hace más o menos una se-
                      mana, y ahora casi no me quejo. ¡Lo interesante es que
                      me siento más feliz! Sin mencionar lo felices que deben
                      de estar los que me rodean (¡como mi marido!). Había
                      querido trabajar en mis quejas desde hace tiempo y la
                      campaña de la pulsera me ha ayudado a cambiar mi com-
                      portamiento.
                          Las pulseras y la intención que hay detrás de ellas
                      ha sido tema de muchas conversaciones, por lo que se ha




Un mundo sin quejas               48                         4/9/2008, 07:37
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                      49


                      provocado una enorme reacción en cadena, gracias a la
                      cual, por lo menos la gente está reflexionando con qué
                      frecuencia se quejan y, con suerte, deciden cambiar su
                      comportamiento. Este movimiento puede tener un efec-
                      to a gran escala conforme conozca la idea más y más
                      gente. ¡El alcance de este fenómeno es mucho mayor
                      que el número de personas que tienen ya pulseras! ¡Es
                      impresionante pensar en ello!

                                                         JEANNE REILLY
                                                    Rockville, Maryland

                  El admirado comentarista de radio Paul Harvey dijo
              en cierta ocasión: «Espero que un día logre suficiente de
              lo que el mundo llama éxito para que, si alguien me pre-
              gunta cómo lo hice, pueda decirles: “Me levanté más
              veces de las que caí”». Como ocurre con todas las cosas
              que valen la pena, debes fracasar a lo largo del camino al
              éxito. Si eres como la mayoría que comienza este proce-
              so, probablemente cambiarás tu pulsera de una muñeca
              a la otra hasta que estés dolorido y cansado de hacerlo.
              Yo cambié la pulsera tantas veces que rompí tres antes de
              lograr completar los 21 días consecutivos sin quejarme.
              En caso de que tu pulsera se rompa, visita nuestra pági-
              na web, www.AComplaintFreeWorld.org y pide otra.
                  Pero si continúas intentándolo, un día, cuando ya es-
              tés acostado y a punto de dormir, mirarás tu mano. En
              ese momento, por primera vez en días, meses, inclusive
              años, verás que tu pulsera morada está en la misma mano
              en la que estaba cuando te levantaste esa mañana. Y pen-
              sarás: «A lo mejor en algún momento me quejé y no me




Un mundo sin quejas               49                        4/9/2008, 07:37
50               INCAPACIDAD INCONSCIENTE



              di cuenta». Pero después de recapitular mentalmente, te
              darás cuenta de que lo lograste. ¡De hecho, habrás logra-
              do no quejarte durante todo un día! Y después otro y
              otro. No lo dudes, puedes hacerlo.
                  Cuando inicies esta transformación serás afortunado
              porque, pese a mis advertencias sobre las dificultades
              que te esperan, tienes una ventaja psicológica trabajan-
              do para ti. Se llama efecto Dunning-Kruger: cuando una
              persona prueba algo nuevo, ya sea esquiar, hacer ma-
              labarismos, tocar la flauta, montar a caballo, hacer me-
              ditación, escribir un libro, pintar un cuadro u otra cosa,
              piensa que le será fácil dominarlo; es parte de la natura-
              leza humana. El efecto Dunning-Kruger se llama así por
              Justin Kruger y David Dunning de la Universidad de
              Cornell, que habían hecho estudios sobre personas que
              intentaban aprender nuevas habilidades. Los resulta-
              dos, publicados en el Journal of Personality and Social
              Psychology (Revista de Psicología Social y de la Persona-
              lidad) en diciembre de 1999, plantean que «la ignoran-
              cia frecuentemente proporciona más confianza que el
              conocimiento». Es decir, no sabes que hacer algo es di-
              fícil, así que lo intentas. Piensas: «Esto va a ser fácil», así
              que empiezas, y empezar es la parte más difícil.
                  Si no existiera el efecto Dunning-Kruger, sabes el es-
              fuerzo que requiere lograr habilidad para hacer algo nue-
              vo, bastaría para que nos diéramos por vencidos antes de
              empezar. Mi esposa Gail lo resume bien. Cuando le
              preguntaba: «¿Cuál es la mejor manera de aprender a
              montar a caballo?», siempre respondía: «Tiempo en la
              montura… tiempo en la montura».




Un mundo sin quejas             50                           4/9/2008, 07:37
ME QUEJO, LUEGO EXISTO                     51


                  Tiempo en la montura. Usar la pulsera morada (o una
              goma elástica, una moneda en tu bolsillo, u otra cosa que
              te ayude a controlarte) y cambiarla de mano. Cambiarla
              cada vez que te quejes. Cambiarla aunque sea duro, ver-
              gonzoso o frustrante. Cambiarla aunque ya hayas logra-
              do diez días consecutivos. Empezar una y otra vez. Se-
              guir intentándolo cuando los que te rodean se hayan
              rendido. Seguir intentándolo aunque otros a tu alrededor
              lo hayan logrado y tu mejor récord haya sido de dos días.
              Seguir intentándolo… Tiempo en la montura… tiempo
              en la montura.
                  Dos trabajadores se disponían a almorzar. Uno abre
              su fiambrera y se queja:
                  —¡Agh!, un bocadillo de tortilla… Odio los bocadi-
              llos de tortilla.
                  Su amigo no dice nada. Al día siguiente, vuelven a
              reunirse para almorzar. Una vez más el primer trabajador
              abre su fiambrera, mira el contenido y, esta vez más per-
              turbado, exclama:
                  —¡¿Otro bocadillo de tortilla?! Estoy harto de boca-
              dillos de tortilla. ¡Odio los bocadillos de tortilla!
                  Como el día anterior, su compañero se queda callado.
              Al tercer día, cuando se preparan para el almuerzo el
              mismo trabajador abre su fiambrera y grita:
                  —¡¡Ya está bien!! ¡Día tras día lo mismo, bocadillos
              de tortilla todos los malditos días! ¡Quiero otra cosa!
                  Queriendo ayudarle, su amigo le propone:
                  —¿Por qué no le dices a tu esposa que te ponga otra
              cosa?
                  Desconcertado, el otro le contesta:




Un mundo sin quejas           51                        4/9/2008, 07:37
52              INCAPACIDAD INCONSCIENTE



                  —¿De qué hablas? Yo preparo mi almuerzo.
                  ¿Cansado de los bocadillos de tortilla? Tú preparas
              tu almuerzo todos los días. Cambia tus palabras. Deja de
              quejarte. Cambia tus palabras y pensamientos y cambia-
              rás tu vida. Cuando Jesús dijo: «Busca y encontrarás»,
              hacía una afirmación universal de principios. Lo que
              buscas lo encuentras. Cuando te quejas, usas el increíble
              poder de tu mente para buscar cosas que dices que no
              quieres, pero que no obstante se te aparecen. Luego te
              quejas de estas nuevas cosas y atraes más cosas que no
              te gustan. Quedas atrapado en un «continuo de quejas»,
              el cumplimiento de la profecía de quejarse: manifesta-
              ción, queja; manifestación, queja; manifestación, y así in-
              definidamente.
                  Albert Camus escribió en su novela El extranjero:
              «Mirando al cielo oscuro sembrado de signos y estrellas,
              por primera vez, expuse mi corazón abierto a la benevo-
              lente indiferencia del universo». El universo es bene-
              volentemente indiferente. El universo, espíritu o como
              quieras llamarlo, es benévolo (bueno), pero también es
              indiferente (nada le importa). Al universo no le importa
              si usas el poder de tus pensamientos como indican tus
              palabras para atraer amor, salud, felicidad, abundancia y
              paz, o si atraes hacia ti dolor, sufrimiento, miseria, sole-
              dad y pobreza. Nuestros pensamientos crean nuestro
              mundo, nuestras palabras indican nuestros pensamien-
              tos. Cuando controlamos nuestras palabras y erradica-
              mos las quejas, creamos nuestra vida con intención y
              atraemos lo que deseamos.




Un mundo sin quejas            52                         4/9/2008, 07:37

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (7)

Demonstrative adjectives
Demonstrative adjectivesDemonstrative adjectives
Demonstrative adjectives
 
La bella y la bestia
La bella y la bestiaLa bella y la bestia
La bella y la bestia
 
Oracion compleja compuesta
Oracion compleja compuestaOracion compleja compuesta
Oracion compleja compuesta
 
Asertividad
AsertividadAsertividad
Asertividad
 
Taller "lenguajes del amor"
Taller "lenguajes del amor"Taller "lenguajes del amor"
Taller "lenguajes del amor"
 
Comunicación asertiva en un liderazgo que aprende
Comunicación asertiva en un liderazgo que aprendeComunicación asertiva en un liderazgo que aprende
Comunicación asertiva en un liderazgo que aprende
 
Las oraciones condicionales reales
Las oraciones condicionales realesLas oraciones condicionales reales
Las oraciones condicionales reales
 

Destacado (7)

Un mundo sin quejas
Un mundo sin quejasUn mundo sin quejas
Un mundo sin quejas
 
Un Mundo Sin Quejas
Un Mundo Sin QuejasUn Mundo Sin Quejas
Un Mundo Sin Quejas
 
Un mundo libre de quejas backoffice
Un mundo libre de quejas backofficeUn mundo libre de quejas backoffice
Un mundo libre de quejas backoffice
 
Lamusicadelclasicismo
LamusicadelclasicismoLamusicadelclasicismo
Lamusicadelclasicismo
 
Clasicismo Power Point
Clasicismo Power PointClasicismo Power Point
Clasicismo Power Point
 
El clasicismo musical
El clasicismo musicalEl clasicismo musical
El clasicismo musical
 
Un mundo sin quejas
Un mundo sin quejasUn mundo sin quejas
Un mundo sin quejas
 

Similar a Las cuatro etapas para dejar de quejarse

Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...Nosoydorian
 
Convocatoria del concurso de lectura upslp
Convocatoria del concurso de lectura upslpConvocatoria del concurso de lectura upslp
Convocatoria del concurso de lectura upslperikromero5674178
 
Won-Pyung Sohn - Almendra.pdf
Won-Pyung Sohn - Almendra.pdfWon-Pyung Sohn - Almendra.pdf
Won-Pyung Sohn - Almendra.pdfMeliRivas1
 
Nacido en la tragedia
Nacido en la tragediaNacido en la tragedia
Nacido en la tragediaBrian Múnera
 
Uno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdf
Uno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdfUno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdf
Uno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdfsharonCarolaHerreraH
 
Darkness athenea vadcke
Darkness   athenea vadckeDarkness   athenea vadcke
Darkness athenea vadckeDanon YM
 
Teoría de la existencia
Teoría de la existenciaTeoría de la existencia
Teoría de la existenciaKessler Pineda
 
Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...
Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...
Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...VIVIANLORENAACOSTAGI
 
Blisstonia Felicidonia
Blisstonia FelicidoniaBlisstonia Felicidonia
Blisstonia FelicidoniaFakencio
 
Aprender a-controlar-los-celos
Aprender a-controlar-los-celosAprender a-controlar-los-celos
Aprender a-controlar-los-celosJovanny Montero
 
Co.incidir 62 abril 2019 (1)
Co.incidir 62 abril 2019 (1)Co.incidir 62 abril 2019 (1)
Co.incidir 62 abril 2019 (1)maliciapino
 
Un Ángel me acompaña
Un Ángel me acompañaUn Ángel me acompaña
Un Ángel me acompañaGaby Múgica
 
Elsemaforo (3)
Elsemaforo (3)Elsemaforo (3)
Elsemaforo (3)nevema11
 

Similar a Las cuatro etapas para dejar de quejarse (20)

Placer y obsecion sophie west
Placer y obsecion   sophie westPlacer y obsecion   sophie west
Placer y obsecion sophie west
 
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...
Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro o algo...
 
TREC.
TREC.TREC.
TREC.
 
Convocatoria del concurso de lectura upslp
Convocatoria del concurso de lectura upslpConvocatoria del concurso de lectura upslp
Convocatoria del concurso de lectura upslp
 
Manual de la perfecta cabrona
Manual de la perfecta cabronaManual de la perfecta cabrona
Manual de la perfecta cabrona
 
Won-Pyung Sohn - Almendra.pdf
Won-Pyung Sohn - Almendra.pdfWon-Pyung Sohn - Almendra.pdf
Won-Pyung Sohn - Almendra.pdf
 
Nacido en la tragedia
Nacido en la tragediaNacido en la tragedia
Nacido en la tragedia
 
Uno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdf
Uno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdfUno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdf
Uno_siempre_cambia_al_amor_de_su_vida_Amalia_Andrade_z_lib_org.pdf
 
Darkness athenea vadcke
Darkness   athenea vadckeDarkness   athenea vadcke
Darkness athenea vadcke
 
Teoría de la existencia
Teoría de la existenciaTeoría de la existencia
Teoría de la existencia
 
Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...
Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...
Uno siempre cambia al amor de su vida Por otro amor o por otra vida (Spanish ...
 
Adolescencia de una flor
Adolescencia de una flor Adolescencia de una flor
Adolescencia de una flor
 
Sanguis
SanguisSanguis
Sanguis
 
Blisstonia Felicidonia
Blisstonia FelicidoniaBlisstonia Felicidonia
Blisstonia Felicidonia
 
El semaforo
El semaforoEl semaforo
El semaforo
 
Aprender a-controlar-los-celos
Aprender a-controlar-los-celosAprender a-controlar-los-celos
Aprender a-controlar-los-celos
 
Co.incidir 62 abril 2019 (1)
Co.incidir 62 abril 2019 (1)Co.incidir 62 abril 2019 (1)
Co.incidir 62 abril 2019 (1)
 
Cuento
CuentoCuento
Cuento
 
Un Ángel me acompaña
Un Ángel me acompañaUn Ángel me acompaña
Un Ángel me acompaña
 
Elsemaforo (3)
Elsemaforo (3)Elsemaforo (3)
Elsemaforo (3)
 

Más de Casa del Libro

Navidad 2014: ideas de regalos
Navidad 2014: ideas de regalosNavidad 2014: ideas de regalos
Navidad 2014: ideas de regalosCasa del Libro
 
Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...
Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...
Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...Casa del Libro
 
La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!
La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!
La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!Casa del Libro
 
Aleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítulo
Aleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítuloAleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítulo
Aleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítuloCasa del Libro
 
El Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libro
El Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libroEl Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libro
El Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libroCasa del Libro
 
El Grito - Antonio Montes. Resumen del libro
El Grito - Antonio Montes. Resumen del libroEl Grito - Antonio Montes. Resumen del libro
El Grito - Antonio Montes. Resumen del libroCasa del Libro
 
'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa
'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa
'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert EspinosaCasa del Libro
 
Las Amantes de mi Marido. Bridget A
Las Amantes de mi Marido. Bridget ALas Amantes de mi Marido. Bridget A
Las Amantes de mi Marido. Bridget ACasa del Libro
 
Las Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del Libro
Las Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del LibroLas Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del Libro
Las Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del LibroCasa del Libro
 
La Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libro
La Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libroLa Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libro
La Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libroCasa del Libro
 
Lee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William Saroyan
Lee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William SaroyanLee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William Saroyan
Lee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William SaroyanCasa del Libro
 
Resumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel Allende
Resumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel AllendeResumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel Allende
Resumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel AllendeCasa del Libro
 

Más de Casa del Libro (12)

Navidad 2014: ideas de regalos
Navidad 2014: ideas de regalosNavidad 2014: ideas de regalos
Navidad 2014: ideas de regalos
 
Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...
Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...
Un verano entre lecturas - eBooks y Libros en tu librería online Casadellibro...
 
La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!
La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!
La nueva novela de Boris Izaguirre: 'Dos monstruos juntos'. ¡Échale un vistazo!
 
Aleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítulo
Aleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítuloAleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítulo
Aleph, lo nuevo de Paulo Coelho. Lee el primer capítulo
 
El Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libro
El Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libroEl Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libro
El Factor Scarpetta – Patricia Cornwell. Lee un fragmento del libro
 
El Grito - Antonio Montes. Resumen del libro
El Grito - Antonio Montes. Resumen del libroEl Grito - Antonio Montes. Resumen del libro
El Grito - Antonio Montes. Resumen del libro
 
'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa
'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa
'Si tú me dices ven, lo dejo todo... Pero dime ven', de Albert Espinosa
 
Las Amantes de mi Marido. Bridget A
Las Amantes de mi Marido. Bridget ALas Amantes de mi Marido. Bridget A
Las Amantes de mi Marido. Bridget A
 
Las Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del Libro
Las Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del LibroLas Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del Libro
Las Amantes de Mi Marido. Bridget Asher. Resumen del Libro
 
La Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libro
La Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libroLa Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libro
La Semilla del Diablo. Ira Levin. Resumen del libro
 
Lee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William Saroyan
Lee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William SaroyanLee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William Saroyan
Lee un fragmento del libro 'El tigre de Tracy', de William Saroyan
 
Resumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel Allende
Resumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel AllendeResumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel Allende
Resumen de: 'Inés del alma mía', libro de Isabel Allende
 

Último

Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptxMonitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptxJUANCARLOSAPARCANARE
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfvictorbeltuce
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdfOswaldoGonzalezCruz
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfManuel Molina
 
sesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdf
sesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdfsesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdf
sesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdfpatriciavsquezbecerr
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docxAgustinaNuez21
 
Secuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docx
Secuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docxSecuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docx
Secuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docxNataliaGonzalez619348
 
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDUFICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDUgustavorojas179704
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORGonella
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024gharce
 
Fichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdf
Fichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdfFichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdf
Fichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdfssuser50d1252
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...fcastellanos3
 
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación iniciallibro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicialLorenaSanchez350426
 
Los Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la SostenibilidadLos Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la SostenibilidadJonathanCovena1
 
PROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docx
PROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docxPROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docx
PROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docxEribertoPerezRamirez
 

Último (20)

Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptxMonitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
 
Sesión La luz brilla en la oscuridad.pdf
Sesión  La luz brilla en la oscuridad.pdfSesión  La luz brilla en la oscuridad.pdf
Sesión La luz brilla en la oscuridad.pdf
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
 
sesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdf
sesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdfsesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdf
sesión de aprendizaje 4 E1 Exposición oral.pdf
 
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docxCIENCIAS NATURALES 4 TO  ambientes .docx
CIENCIAS NATURALES 4 TO ambientes .docx
 
Secuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docx
Secuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docxSecuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docx
Secuencia didáctica.DOÑA CLEMENTINA.2024.docx
 
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdfTema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
 
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDUFICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
 
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIORDETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
DETALLES EN EL DISEÑO DE INTERIOR
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
 
Fichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdf
Fichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdfFichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdf
Fichas de matemática DE PRIMERO DE SECUNDARIA.pdf
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
 
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación iniciallibro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
libro para colorear de Peppa pig, ideal para educación inicial
 
Los Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la SostenibilidadLos Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
 
PROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docx
PROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docxPROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docx
PROGRAMACION ANUAL DE MATEMATICA 2024.docx
 
recursos naturales america cuarto basico
recursos naturales america cuarto basicorecursos naturales america cuarto basico
recursos naturales america cuarto basico
 
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversaryEarth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
 

Las cuatro etapas para dejar de quejarse

  • 1. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 37 1 Me quejo, luego existo El hombre inventó el lenguaje para satisfa- cer su profunda necesidad de quejarse. LILY TOMLIN Quejarse (verbo) 1: expresar pena, dolor o descontento: «quejarse del tiempo»; 2: ha- cer una acusación o cargo formal. The Merriam-Webster Dictionary Hay cuatro etapas para llegar a ser competente en cual- quier cosa. Para llegar a ser una persona «libre de que- jas» tendrás que pasar por cada una de ellas y, disculpa, pero no puedes saltarte ninguna. No puedes pasar de ellas y esperar un buen resultado. Algunas etapas duran más que otras. La experiencia con las etapas varía en cada persona. Pasarás unas con mucha facilidad, pero en la siguiente podrás quedarte atascado largo tiempo; pero si persistes dominarás esta habilidad.
  • 2. 38 INCAPACIDAD INCONSCIENTE TESTIMONIOS Como muchos otros compañeros que tomaron el reto Libre de quejas, rápidamente descubrí exactamente cuántas de las palabras que pronunciaba en conversa- ciones cotidianas eran quejas. Por primera vez me escu- ché, de verdad, cuando me desahogaba acerca de mi trabajo, cuando me quejaba sobre mis padecimientos y dolores, me lamentaba de las cuestiones políticas y del mundo y me quejaba del clima. ¡Qué impacto me llevé cuando me di cuenta de cuántas de mis palabras tenían una energía negativa! ¡Y yo que me consideraba una persona muy positiva! MARTY POINTER, Kansas, Missouri Las cuatro etapas del reto son: 1. Incapacidad inconsciente 2. Incapacidad consciente 3. Capacidad consciente 4. Capacidad inconsciente En Oda a un paisaje lejano de Eton Collage, Thomas Gray nos dice: «La ignorancia es dicha». Conforme te conviertas en una persona libre de quejas, te iniciarás en la dicha de la ignorancia, pasarás por la confusión de la transformación y llegarás a una verdadera dicha. Ahora mismo, estás en la etapa de la incompetencia inconscien-
  • 3. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 39 te. Ignoras que eres incompetente. No te das cuenta (des- conoces) de cuánto te quejas (eres incompetente). La incompetencia inconsciente es un estado del ser y un paso de la competencia. Es aquí donde todos empe- zamos. En la incompetencia inconsciente tienes mucho potencial, listo para crear grandes cosas para ti. Hay nue- vos panoramas excitantes listos para ser explorados. Lo único que debes tener es voluntad para obligarte a seguir las etapas restantes. Muchas personas le buscan tres pies al gato. Si los buscas, los encuentras. Si te quejas, tendrás más de qué quejarte. Es la ley de la atracción la que está en acción. Conforme vayas completando estas etapas, dejas atrás el quejarte y ya no le buscarás tres pies al gato, tu vida se abrirá como una hermosa flor en primavera. Una de las preguntas que suelen hacerme es: «¿¡No podré quejarme nunca jamás!?». A lo que contesto: «Claro que puedes». Y lo digo por dos razones: 1. No soy quién para decirte ni a ti ni a nadie qué hacer o qué no. Si lo fuera, estaría tratando de cambiarte y eso significaría que me estoy centran- do en algo de ti que a mí no me gusta. Estaría ex- presando descontento acerca de ti y, por lo tanto, me estaría quejando. Así que puedes hacer lo que quieras. Es tu decisión. 2. Algunas veces tiene sentido quejarse. Ahora bien, antes de que creas que ya has encontra- do una justificación en el número 2 arriba mencionado,
  • 4. 40 INCAPACIDAD INCONSCIENTE ten en cuenta las palabras «algunas veces» y recuerda que mucha, mucha gente y yo hemos pasado por tres se- manas consecutivas —los 21 días o 504 horas seguidas— sin quejarnos en absoluto. Ninguna queja, cero. ¡Nada! Cuando se trata de quejarse, «algunas veces» significa «no tan a menudo». Quejarse debería hacerse esporádi- camente; criticar y chismorrear, nunca. Si somos honra- dos con nosotros mismos, los acontecimientos de la vida que nos llevan a quejarnos (pena, dolor o descontento) muy rara vez ocurrirán. La mayor parte de nuestras que- jas son puras banalidades que perjudican nuestra felici- dad y nuestro bienestar. Obsérvate. Cuando te quejas (expresas pesar, dolor o descontento), ¿es por una causa grave? ¿Te quejas con frecuencia? ¿Ha pasado más de un mes desde la última vez que te quejaste? Si te quejas más de una vez al mes acabarás por ceder a las habituales quejas, lo cual no te sirve. Tú eres de los que le buscan tres pies al gato. Para ser una persona feliz que domina sus pensa- mientos y que ha empezado a dar un propósito a su vida, necesitas poner muy alto el listón de lo que te lleva a ex- presar pesar, dolor y descontento. La próxima vez que estés a punto de quejarte de cualquier cosa, pregúntate si esta te recuerda algo que te haya sucedido hace años. Estaba en mi oficina preparando la clase; la casa en donde vivíamos por entonces se encontraba en una cur- va pronunciada del camino. Los conductores tenían que reducir la velocidad para tomarla; aproximadamente a 183 metros de nuestra casa terminaba la ciudad y comenzaba la carretera; la velocidad límite cambiaba de
  • 5. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 41 40 a 90 km/h. Vivíamos por tanto en una calle de acelera- ción y desaceleración. Si no fuera por la curva del cami- no, nuestra casa habría estado en un sitio muy peligroso. Era una tarde calurosa de primavera y los visillos se agitaban suavemente con la brisa que entraba por las ventanas abiertas. De pronto escuché un ruido extraño. Un ruido sordo y fuerte, seguido de un chillido. No era humano, sino animal. Todos los animales, así como las personas, tienen una voz única y yo conocía bien esa voz. Era la de nuestra perra labrador golden retriever, Ginger. Normalmente pensamos que los perros no chillan. La- drar, aullar, gemir, sí; pero oír chillar a un perro es algo raro. Pero era lo que Ginger estaba haciendo. La habían atropellado y yacía en el camino temblando de miedo a no más de seis metros de mi ventana. Grité y corrí a tra- vés de la sala hasta salir por la puerta principal, seguido de mi esposa, Gail, y mi hija, Lia, que tenía seis años en aquel entonces. Conforme nos acercamos a Ginger, pudimos intuir que estaba gravemente herida. Intentaba ponerse en pie sobre las patas delanteras, pero las traseras parecían no responderle y aullaba de dolor. Los vecinos salieron de sus casas para ver qué provocaba tal conmoción. Lia solo repetía su nombre: «Ginger… Ginger…», mientras las lágrimas caían por sus mejillas y mojaban su camiseta. Busqué al conductor que había atropellado a Ginger, pero no vi a nadie. Entonces miré hacia lo alto de la co- lina, donde la calle principal de la ciudad confluía con la carretera del condado, y vi un tráiler que subía a más de 90 km/h. Aun cuando nuestra perra yacía agonizante,
  • 6. 42 INCAPACIDAD INCONSCIENTE mi esposa estaba paralizada por la impresión y mi hija lloraba desconsolada, yo estaba decidido a enfrentarme con la persona que había atropellado a Ginger. «¡¿Cómo puede alguien hacer esto y largarse así sin más?! —pen- sé—. Estaba casi tomando la curva… seguro que la vio, ¡sabía muy bien qué pasaría!» Dejé a mi familia en medio del dolor y la confusión, subí precipitadamente al coche y me puse en marcha, de- jando atrás una columna de polvo y grava: 96, 120, 133 ki- lómetros por hora a lo largo de la calle persiguiendo a la persona que había atropellado a la mascota de Lia y ha- bía huido sin dar la cara. Iba tan rápido por un camino tan irregular que empecé a notar que el coche flotaba li- geramente sobre el asfalto. En ese momento me calmé, pues me di cuenta de que si me mataba conduciendo sería mucho más doloroso para Gail y Lia que lo que le había pasado a Ginger. Reduje la velocidad lo suficiente para controlar el coche mientras la distancia entre el otro conductor y yo se acortaba. Aún sin darse cuenta de que lo perseguía, el hombre salió del tráiler con una camisa rota y unos pantalones vaqueros manchados de aceite. Me metí en su carril, de- rrapé detrás de él y salí del coche, gritando: —¡Usted ha atropellado a mi perra! El hombre se volvió y me miró como si le hablara en otro idioma. Con la sangre hirviéndome en las venas no estaba seguro de si me había escuchado, pero entonces dijo: —Ya sé que he atropellado a tu perra… y ¿qué vas a hacer? Un mundo sin quejas 42 4/9/2008, 07:37
  • 7. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 43 Después de asimilar sus palabras, le grité: —¡¿Qué?! ¡¿Qué has dicho?! Sonrió como si estuviera corrigiendo a un niño que se había equivocado y luego volvió a decir, lenta y delibera- damente: —Sé que he atropellado a tu perra… ¿Qué vas a hacer? Estaba ciego de rabia. En mi mente seguía viendo a Lia en mi espejo retrovisor cuidando a Ginger y llorando. —Ponte en guardia —le grité. —¿Qué? —preguntó. —Ponte en guardia —repetí—. ¡Defiéndete… te voy a partir la cara, te voy a matar! Momentos antes, la razón me había salvado de matar- me en el coche en un arranque de furia por alcanzar a ese tipo. Pero ahora, su desprecio y displicencia después de haber herido gravemente a una mascota que yo quería tanto había disipado toda mi cordura. Desde que era adulto no me había peleado a puñetazos. No creía en las peleas. No estaba seguro de cómo pelear, pero quería pegar a ese hombre hasta matarlo. En ese momento no me importó terminar en prisión. —No voy a pelear con usted —me dijo—. Y si me golpea, será una agresión. Alcé los brazos y apreté los puños hasta ponerlos duros como diamantes; me quedé parado, atónito. —¡Pelea! —le dije. —No, señor —me dijo, sonriendo a través de los dientes que le quedaban—, no voy a hacer tal cosa. Dio media vuelta y se fue lentamente. Me quedé in- móvil, temblando, con la rabia envenenando mis venas. Un mundo sin quejas 43 4/9/2008, 07:37
  • 8. 44 INCAPACIDAD INCONSCIENTE No recuerdo el regreso a casa, con mi familia. No re- cuerdo que llevara a Ginger al veterinario. Lo que sí recuerdo es el olor que desprendía cuando la cargué por última vez y cómo gimió débilmente cuando la inyección del veterinario puso fin a su sufrimiento. «¿Cómo es posi- ble que haya gente así?», me preguntaba constantemente. Días después, la sonrisa del hombre aún me perseguía cuando trataba de conciliar el sueño. Su «¿Qué piensa hacer?» zumbaba en mis oídos. Imaginaba lo que le ha- bría hecho si hubiéramos peleado. En mis visiones era un superhéroe que destruía a un villano malvado. Algunas veces imaginaba que empuñaba un bate de béisbol u otra arma y le hacía tanto daño como él a mí, a mi esposa, a mi hija y a Ginger. A la tercera noche de vanos intentos de dormir, me levanté y empecé a escribir en mi diario. Después de manifestar mi pesar, mi dolor y mi descontento durante casi una hora, escribí algo sorprendente: «Aquellos que son heridos hieren». Asimilando mis palabras como si fueran de otro, me pregunté en voz alta: «¿Qué?». Volví a escribirlo: «Aquellos que son heridos hieren». Me re- costé en el respaldo de la silla y estuve dándole vueltas al asunto, mientras escuchaba a los grillos cantar a la noche. «¿Aquellos que son heridos hieren?» ¿Cómo podría apli- carlo a lo que me había pasado? Conforme pensaba en ello, empecé a entenderlo. Un hombre que fácilmente puede lastimar a una mascota tan querida por una familia seguramente desconoce el amor que despierta la compañía de un animal, al contrario que nosotros. Un hombre que puede alejarse en un vehículo Un mundo sin quejas 44 4/9/2008, 07:37
  • 9. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 45 mientras una niña rompe a llorar seguramente desconoce el amor de una niña. Un hombre que no puede discul- parse por haber apuñalado el corazón de una familia debe de haber sido apuñalado en su corazón muchas veces. Ese hombre era la víctima real de la historia. Es cierto que actuó como un villano, pero fue el resultado del profundo dolor que anidaba en él. Estuve sentado un buen rato, dejándome llevar por estos pensamientos. Cada vez que empezaba a sentirme enojado con él por el dolor que nos había causado pen- saba en el dolor que ese hombre debía de sufrir día tras día. Al poco rato, apagué la luz, regresé a la cama y dor- mí profundamente. Quejarse: expresar pesar, dolor o descontento. Durante esta experiencia, sentí pesar. Ginger había aparecido cinco años atrás en nuestra casa, en el estado de Carolina del Sur. Muchos perros habían llegado a casa con la intención de quedarse, pero Gibson, nuestro otro perro, siempre los ahuyentaba. Por alguna razón, dejó que Ginger se quedara. Había algo especial en ella. Su- poníamos por su conducta que antes de estar con noso- tros había sido maltratada. Y sobre todo porque me re- huía llegué a pensar que era probable que la hubieran maltratado. Después de un año, empezó poco a poco a confiar en mí. Y en los años siguientes se volvió una ver- dadera amiga. Su muerte me dolió profundamente. De verdad me dolió; fue un dolor emocionalmente devastador. Todos los que tenemos hijos sabemos que Un mundo sin quejas 45 4/9/2008, 07:37
  • 10. 46 INCAPACIDAD INCONSCIENTE aguantamos cualquier sufrimiento con tal de que nues- tros hijos no lo sufran. Por ello, lo que padeció mi hija Lia fue para mí un dolor doble. Estaba muy descontento: destrozado por no haberle dado una paliza a aquel tipo y porque de entrada tuve el impulso de actuar violentamente. Ahora estaba avergon- zado por haberlo dejado ir, pero también por haber sali- do tras él. Pesar. Dolor. Descontento. Haber sentido y expresado estos sentimientos, des- pués de que aquel hombre atropellara a Ginger, fue bue- no. Puede que tú también hayas pasado por una situación igual de difícil en algún momento de tu vida. Afortunada- mente, acontecimientos tan traumáticos pasan rara vez. Del mismo modo, quejarse (expresar pesar, dolor o des- contento) deberían pasar rara vez. Pero, para la mayoría de nosotros, nuestras quejas no están motivadas por experiencias que duelen profunda- mente. Por el contrario, somos como el personaje de la canción «Life’s Been Good» de Joe Walsh: no debemos quejarnos y sin embargo, algunas veces lo hacemos. Las cosas no están tan mal como para que expresemos pesar, dolor o descontento, pero quejarnos es nuestra manera de liberarnos. Eso es lo que hacemos. La ignorancia es una dicha. Antes de que comenzaras el camino para convertirte en una persona libre de que- jas, probablemente eras feliz ignorando la cantidad de ellas y el efecto perjudicial que producían en tu vida. Un mundo sin quejas 46 4/9/2008, 07:37
  • 11. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 47 Muchos de nosotros nos quejamos docenas de veces, una y otra vez: del clima, de nuestra esposa(o), de nuestras labores, de nuestro cuerpo, de nuestros amigos, de nues- tro empleo, de la economía, de otros automovilistas, de nuestro país o de cualquier otra cosa. Sin embargo, po- cos nos damos cuenta de ello. Las palabras salen de nuestra boca, y por tanto nues- tros oídos las escuchan. Pero, por alguna razón, estos no las registran como quejas. Las quejas pueden asemejarse al mal aliento: lo notamos cuando sale de la boca de otra persona, pero no cuando sale de la nuestra. A lo mejor te quejas mucho más de lo que crees. Y ahora que has aceptado el reto de los 21 días para con- vertirte en una persona Libre de quejas, has comenzado a notarlo. Empieza a cambiar la pulsera de una muñeca a la otra y te darás cuenta de cuánto es tu kvetch («quejar- se» en yidish. No es que sea judío, simplemente me gusta mucho la palabra). Hasta ahora probablemente hayas dicho, con total honradez, que tú no te quejas o, al menos, no mucho. Seguramente debes de pensar que te quejas solo cuando algo verdaderamente te molesta. La próxima vez que ten- gas la tentación de justificar tus quejas, recuerda la histo- ria de Ginger y pregúntate si lo que te pasa es tan malo. Después, mantén tu promesa de no quejarte. Todos los que han sido campeones de los 21 días li- bres de quejas me han dicho: «No ha sido fácil, pero ha valido la pena». Lo valioso nunca es fácil. ¿Simple? Sí, pero lo «fácil» no es el camino del éxito. Digo esto no para asustarte, sino para inspirarte. Ver que es difícil con- Un mundo sin quejas 47 4/9/2008, 07:37
  • 12. 48 INCAPACIDAD INCONSCIENTE vertirse en una persona Libre de quejas (supervisando y cambiando las palabras), no significa que no se pueda hacer. Y no significa que haya algo mal en ti. M. H. Al- derson dijo: «Si lo intentas y no tienes éxito, ya estás por encima de la media». Si te quejas estás justo donde debes estar. Ahora que empiezas a ser consciente de ello, pue- des empezar a eliminarlo de tu vida. Puedes hacer esto. Yo me quejaba docenas de veces al día y lo logré. La clave está en no rendirse. Hay una mara- villosa mujer en mi iglesia que hasta la fecha sigue usando una de las pulseras que dimos al principio. La de ella ya está muy desgastada y grisácea, pero hace poco me dijo: «Po- drán enterrarme con esta cosa, pero no me voy a rendir». Ese es el grado de compromiso que conlleva. La bue- na noticia es que, antes de que llegues a los 21 días con- secutivos sin quejarte, te darás cuenta de que tu manera de ver las cosas ha cambiado y serás más feliz. Lo siguien- te es un correo electrónico que he recibido hoy: Hola: Como miles, ya comencé a cambiar mi percepción de las cosas. Esto ha hecho que me diera cuenta de lo que estoy haciendo. Empecé hace más o menos una se- mana, y ahora casi no me quejo. ¡Lo interesante es que me siento más feliz! Sin mencionar lo felices que deben de estar los que me rodean (¡como mi marido!). Había querido trabajar en mis quejas desde hace tiempo y la campaña de la pulsera me ha ayudado a cambiar mi com- portamiento. Las pulseras y la intención que hay detrás de ellas ha sido tema de muchas conversaciones, por lo que se ha Un mundo sin quejas 48 4/9/2008, 07:37
  • 13. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 49 provocado una enorme reacción en cadena, gracias a la cual, por lo menos la gente está reflexionando con qué frecuencia se quejan y, con suerte, deciden cambiar su comportamiento. Este movimiento puede tener un efec- to a gran escala conforme conozca la idea más y más gente. ¡El alcance de este fenómeno es mucho mayor que el número de personas que tienen ya pulseras! ¡Es impresionante pensar en ello! JEANNE REILLY Rockville, Maryland El admirado comentarista de radio Paul Harvey dijo en cierta ocasión: «Espero que un día logre suficiente de lo que el mundo llama éxito para que, si alguien me pre- gunta cómo lo hice, pueda decirles: “Me levanté más veces de las que caí”». Como ocurre con todas las cosas que valen la pena, debes fracasar a lo largo del camino al éxito. Si eres como la mayoría que comienza este proce- so, probablemente cambiarás tu pulsera de una muñeca a la otra hasta que estés dolorido y cansado de hacerlo. Yo cambié la pulsera tantas veces que rompí tres antes de lograr completar los 21 días consecutivos sin quejarme. En caso de que tu pulsera se rompa, visita nuestra pági- na web, www.AComplaintFreeWorld.org y pide otra. Pero si continúas intentándolo, un día, cuando ya es- tés acostado y a punto de dormir, mirarás tu mano. En ese momento, por primera vez en días, meses, inclusive años, verás que tu pulsera morada está en la misma mano en la que estaba cuando te levantaste esa mañana. Y pen- sarás: «A lo mejor en algún momento me quejé y no me Un mundo sin quejas 49 4/9/2008, 07:37
  • 14. 50 INCAPACIDAD INCONSCIENTE di cuenta». Pero después de recapitular mentalmente, te darás cuenta de que lo lograste. ¡De hecho, habrás logra- do no quejarte durante todo un día! Y después otro y otro. No lo dudes, puedes hacerlo. Cuando inicies esta transformación serás afortunado porque, pese a mis advertencias sobre las dificultades que te esperan, tienes una ventaja psicológica trabajan- do para ti. Se llama efecto Dunning-Kruger: cuando una persona prueba algo nuevo, ya sea esquiar, hacer ma- labarismos, tocar la flauta, montar a caballo, hacer me- ditación, escribir un libro, pintar un cuadro u otra cosa, piensa que le será fácil dominarlo; es parte de la natura- leza humana. El efecto Dunning-Kruger se llama así por Justin Kruger y David Dunning de la Universidad de Cornell, que habían hecho estudios sobre personas que intentaban aprender nuevas habilidades. Los resulta- dos, publicados en el Journal of Personality and Social Psychology (Revista de Psicología Social y de la Persona- lidad) en diciembre de 1999, plantean que «la ignoran- cia frecuentemente proporciona más confianza que el conocimiento». Es decir, no sabes que hacer algo es di- fícil, así que lo intentas. Piensas: «Esto va a ser fácil», así que empiezas, y empezar es la parte más difícil. Si no existiera el efecto Dunning-Kruger, sabes el es- fuerzo que requiere lograr habilidad para hacer algo nue- vo, bastaría para que nos diéramos por vencidos antes de empezar. Mi esposa Gail lo resume bien. Cuando le preguntaba: «¿Cuál es la mejor manera de aprender a montar a caballo?», siempre respondía: «Tiempo en la montura… tiempo en la montura». Un mundo sin quejas 50 4/9/2008, 07:37
  • 15. ME QUEJO, LUEGO EXISTO 51 Tiempo en la montura. Usar la pulsera morada (o una goma elástica, una moneda en tu bolsillo, u otra cosa que te ayude a controlarte) y cambiarla de mano. Cambiarla cada vez que te quejes. Cambiarla aunque sea duro, ver- gonzoso o frustrante. Cambiarla aunque ya hayas logra- do diez días consecutivos. Empezar una y otra vez. Se- guir intentándolo cuando los que te rodean se hayan rendido. Seguir intentándolo aunque otros a tu alrededor lo hayan logrado y tu mejor récord haya sido de dos días. Seguir intentándolo… Tiempo en la montura… tiempo en la montura. Dos trabajadores se disponían a almorzar. Uno abre su fiambrera y se queja: —¡Agh!, un bocadillo de tortilla… Odio los bocadi- llos de tortilla. Su amigo no dice nada. Al día siguiente, vuelven a reunirse para almorzar. Una vez más el primer trabajador abre su fiambrera, mira el contenido y, esta vez más per- turbado, exclama: —¡¿Otro bocadillo de tortilla?! Estoy harto de boca- dillos de tortilla. ¡Odio los bocadillos de tortilla! Como el día anterior, su compañero se queda callado. Al tercer día, cuando se preparan para el almuerzo el mismo trabajador abre su fiambrera y grita: —¡¡Ya está bien!! ¡Día tras día lo mismo, bocadillos de tortilla todos los malditos días! ¡Quiero otra cosa! Queriendo ayudarle, su amigo le propone: —¿Por qué no le dices a tu esposa que te ponga otra cosa? Desconcertado, el otro le contesta: Un mundo sin quejas 51 4/9/2008, 07:37
  • 16. 52 INCAPACIDAD INCONSCIENTE —¿De qué hablas? Yo preparo mi almuerzo. ¿Cansado de los bocadillos de tortilla? Tú preparas tu almuerzo todos los días. Cambia tus palabras. Deja de quejarte. Cambia tus palabras y pensamientos y cambia- rás tu vida. Cuando Jesús dijo: «Busca y encontrarás», hacía una afirmación universal de principios. Lo que buscas lo encuentras. Cuando te quejas, usas el increíble poder de tu mente para buscar cosas que dices que no quieres, pero que no obstante se te aparecen. Luego te quejas de estas nuevas cosas y atraes más cosas que no te gustan. Quedas atrapado en un «continuo de quejas», el cumplimiento de la profecía de quejarse: manifesta- ción, queja; manifestación, queja; manifestación, y así in- definidamente. Albert Camus escribió en su novela El extranjero: «Mirando al cielo oscuro sembrado de signos y estrellas, por primera vez, expuse mi corazón abierto a la benevo- lente indiferencia del universo». El universo es bene- volentemente indiferente. El universo, espíritu o como quieras llamarlo, es benévolo (bueno), pero también es indiferente (nada le importa). Al universo no le importa si usas el poder de tus pensamientos como indican tus palabras para atraer amor, salud, felicidad, abundancia y paz, o si atraes hacia ti dolor, sufrimiento, miseria, sole- dad y pobreza. Nuestros pensamientos crean nuestro mundo, nuestras palabras indican nuestros pensamien- tos. Cuando controlamos nuestras palabras y erradica- mos las quejas, creamos nuestra vida con intención y atraemos lo que deseamos. Un mundo sin quejas 52 4/9/2008, 07:37