1. Historia de una ranita
He aquí una
fábula, para leer,
meditar y
reenviar, pues
es tan real como la
vida misma…

2. Desde la alegoría de “La Caverna” de Platón a “Matrix”,
pasando por las fábulas de La Fontaine,
el lenguaje simbólico ha sido siempre un medio
privilegiado
para inducir a la reflexión y transmitir las ideas.
Olivier Clerc, escritor y filósofo,
en este breve cuento,
a través de la metáfora,
pone en evidencia las funestas consecuencias
de la inconsciencia de los cambios lentos,
que infectan/contagian a nuestra salud, a nuestras
relaciones,
a la evolución social y a nuestro entorno...

3. La ranita que no
sabía que estaba
cocinandose …

4. Imagina una cacerola
llena de agua fría
en la cual nada tranquilamente
una pequeña ranita.

5. Hay un pequeño fuego
encendido bajo la cacerola,
y el agua se calienta
lentamente, de forma casi imperceptible...

6. El agua se va poniendo tibia,
templadita, despacito, despacito... la
ranita se siente muy a gusto... y
continúa nadando.

7. La temperatura del agua
sigue subiendo...

8. El agua está cada vez más caliente, más
de lo que la ranita pueda disfrutar... A
medida que pasan los minutos
se siente un poco cansada
pero no obstante esto no le asusta.

9. Llega un momento en el que el agua está
verdaderamente caliente, y la ranita
empieza a notarla especialmente
desagradable,
pero está ya muy débil, y entonces se
abandona y acaba no haciendo nada...

10. La temperatura
continúa subiendo,
hasta que, finalmente, la ranita
termina...
cocinándose y muriendo.

11. Si hubiéramos metido a esta misma
ranita, de forma brusca, en el recipiente
con agua a 50 grados, sin duda habría
cogido impulso, e inmediatamente habría
saltado fuera de la cacerola.

12. Moraleja:
cuando un cambio
se produce de un modo
suficientemente lento
escapa a la conciencia,
y no provoca
en la mayor parte de los casos
ninguna reacción,
ninguna oposición,
ninguna revuelta…

13. Si miramos lo que le sucede a nuestra
sociedad desde hace algunas décadas,
observaremos que estamos sufriendo
una lenta deriva
a la cual nos estamos habituando sin apenas
darnos cuenta.

14. Una enorme cantidad de asuntos
que nos habrían horrorizado
20, 30 o 40 años atrás
han sido poco a poco banalizados,
y apenas nos preocupan actualmente,
o nos dejan absolutamente indiferentes
como si estuviéramos completamente
insensibilizados...

15. En nombre del progreso,
de la ciencia, y de multitud de frases y
palabras “talismán”,
se efectúan continuos ataques
a las libertades individuales, a la dignidad de
las personas, a la naturaleza,
a la calidad de vida...
Lentamente, pero
con la constante complicidad
de las víctimas, inconscientes,
o quizás incapaces de defenderse.

16. El obscuro panorama que nos
aguarda
en vez de suscitar reacciones
y medidas preventivas,
no hacen más que
preparar psicológicamente
a la gente para aceptar
las condiciones de vida
decadentes, dramáticas,
destructivas...

17. El machaque, el bombardeo
continuo por parte de los
medios de información satura
los cerebros que, no están ya
en condiciones de distinguir lo
importante de lo
insignificante, de lo estúpido...

18. Sí todavía no estás como la ranita,
medio cocinado, da un saludable
salto con tus patas ¡Antes de que sea
demasiado tarde!

19. Consciencia o
« cocción » he
ahí el dilema...
¡Tú decides...!
Ni que decir tiene, que si te ha gustado, ¡Es obligatorio
plagiarlo y divulgarlo!