1. Reunión 12º - 10° Sesión Ordinaria (Especial) - 27 de Noviembre de 2013
Expediente 81-S-13 - MODIFICACION DE LA LEY 25.753 DE PROBLEMÁTICA Y
PREVENCION DE LA DIABETES.
Inserción Diputada Nacional Cornelia Schmidt-Liermann
Sr. Presidente:
¡Bienvenida la cobertura total!
Queremos agradecer y felicitar la iniciativa de la ONG NADIA, a quienes hemos
recibido en el Congreso este año y colaborado con la recolección de firmas y
fotos. Esta modificación es en respuesta a su incansable labor.
Esta organización riocuartense fue reconocida con el segundo puesto a nivel mundial por la de la Federación Internacional de Diabetes.
Gracias a esas madres coraje, que incluso desde el interior del país han venido
batallando en búsqueda de una solución para sus niños. Sin lugar a dudas, la
sanción de esta ley es un esperado logro.
La ley que modificamos hoy ya tiene 24 años. En su momento fue innovadora,
pero se encuentra desactualizada y no refleja la realidad de quienes tienen esta
enfermedad ni tiene en cuenta los tratamientos actuales, que son menos invasivos
y mejoran la calidad de vida.
No puedo dejar de recordar algo: El Ministerio de Salud de la Nación tiene
facultades suficientes para aumentar la cobertura de la medicación y reactivos a
favor de los pacientes. Pero como no lo hizo, acá estamos, solicitando y apoyando
la aprobación de este proyecto, imprescindible para casi el 10 % de la población
Argentina.
Uno de los principales problemas que destacan de la ley actual radica en
la cantidad de insumos que garantiza a los pacientes. Un ejemplo: el Plan
Médico Obligatorio (PMO) cubre 400 tiras reactivas al año para automonitoreo de
la glucosa en sangre al 70% de su valor. Pero para llevar un estricto control de la
enfermedad se necesitan al menos 2.000 (cada caja trae 50 y cuesta más de 500
pesos).
Cito a Constanza, mamá de Tomás, que usa entre 6 y 8 tiras por
día: “necesitamos la cobertura total, para que a cada persona le den según su
necesidad de tratamiento”.
2. Por ello celebramos que la cobertura de los medicamentos y reactivos de
diagnóstico para autocontrol sea del 100% y en las cantidades necesarias según
prescripción médica. Y que las normas de provisión de fármacos e insumos
(hipoglucemiantes, lapiceras para insulina, bombas de infusión, digitopunzores,
etc.) sean actualizadas cada dos años para incorporar los avances en la materia.
No hay nada más inequitativo que la condición económica como barrera para el
acceso igualitario a la salud.
La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud, de
2011, afirma que casi un 10 % de la población argentina (unas 2,5 millones de
personas) tiene diabetes o glucemia elevada. De ese total, el 90 % padece
diabetes tipo 2, que se desarrolla y aparece con los malos hábitos.
Y aquí lamentamos tener que desdecir a la a Presidente Kirchner, quien el martes
12 de marzo de este año se refirió a dicha afección como "una enfermedad de
gente con alto poder adquisitivo" ya que "son sedentarios y comen mucho".
Es al revés: los pobres son los más afectados por la diabetes.
a) Un estudio del Ministerio de Salud de la Nación arrojó que en los estratos de
recursos económicos más bajos se observa la mayor presencia de casos con el
10,3% (entre quienes ganan hasta 1.750 pesos) y el 9,3% (entre 1.750 a 4.000
pesos).
En tanto, la incidencia desciende a 7,3% en la población cuyos ingresos superan
los 4.000 pesos.
Señores, no se trata de una “enfermedad de ricos”. Está presente en todos los
estratos sociales, pero lamentablemente afecta una vez más a los más
vulnerables y desprotegidos.
b) No sólo el factor económico es un desencadenante de la enfermedad, que
aumenta cada vez más entre la población. El menor nivel educativo también está
relacionado con una mayor prevalencia de diabetes, al menos desde el punto de
vista estadístico.
El dato llamó la atención y es destacado en el informe: mientras el 7,4 % de los
pacientes con diabetes alcanzó un nivel secundario o más, el 15,3% no logró
terminar la primaria.
Si se observa la evolución de la enfermedad por provincias, se advierte que los
niveles más altos están en Santiago del Estero, con el 15,6% de personas con
diabetes, seguidos por La Rioja, con 12,9%.
La ciudad de Buenos Aires aparece como la más baja de nuestro país, con un
7,4%, mientras que en la Provincia, el nivel es similar al promedio nacional (9,8%).
Juana Szurpik, jefa de la sección Nutrición del Servicio de Endocrinología del
departamento de Medicina del Hospital Posadas, señaló a Infobae: "se trata de
una enfermedad que está asociada a la mala nutrición, al exceso de peso y a la
obesidad".
3. Fundamental asimismo es el desarrollo de campañas para concientizar a la
población que permitan estimular la detección temprana de la enfermedad:
intervenciones tempranas para prevenir el desarrollo de la Diabetes muestran un
aumento en la esperanza y calidad de vida de los pacientes.
Se requiere de la adopción de un programa nacional efectivo para reducir la
obesidad. Y luego desarrollar esquemas para la evaluación del impacto de los
programas para su prevención, control y reducción de la diabetes.
Debemos recordar también que todavía hay muchas regiones en el interior que no
cuentan con diabetólogos infantiles, y los pacientes con sus familiares sufren
peripecias para llegar a una consulta; y ni pensar en la angustia ante un caso de
emergencia.
Por ello hacemos un llamado sobre la urgente necesidad de reforzar la respuesta
en políticas públicas para su prevención y control. ¡Sólo así podremos lograr una
población sana!
Muchas gracias.