El documento contrasta las formas de vida de los abuelos con las de hoy en día en áreas como la agricultura, la alimentación, la obtención de agua y energía, el transporte, la educación y el impacto en la naturaleza, y propone que aunque hemos progresado en muchas cosas también hemos dañado el medio ambiente, por lo que debemos encontrar soluciones y alternativas para vivir bien sin perder lo que nos dejaron nuestros abuelos.