La tomografía computarizada de cráneo (TC) fue desarrollada en 1970 y permite la detección de procesos patológicos como tumores y hemorragias con alta sensibilidad. La TC mide la densidad de los tejidos en unidades Hounsfield para distinguir entre tejidos como la materia gris, blanca y el hueso. La TC también puede identificar estructuras anatómicas craneales clave y calcificaciones fisiológicas en diferentes niveles del cráneo.