2. Como ya conocemos, muchos de los autores que definen el término
tratado lo hacen teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales:
• Puede ser un texto, libro u obra con características didácticas, en el que
se expone de forma extensa y profunda un tema o un conjunto de temas
sobre una materia determinada.
• Documento en el cual quedan recogidos los convenios, reglas o
decisiones que se establecen entre dos o más estados o gobiernos.
3. El tratado europeo tuvo sus comienzos como género literario en la
remota Antigüedad, con el filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.) que
fue un precursor en la elaboración de tratados sobre diferentes áreas del
saber, tales como: ciencias naturales, filosofía, zoología y lógica. Fue el
primero que propuso una forma de elaborarlos que permitiera su lectura
más sencilla y ordenada.
En la Europa medieval se realizaron tratados con carácter de fábulas
acerca de las características o propiedades de piedras y de animales,
aparecen los escritos filosóficos de Santo Tomás de Aquino (1225-1274)
que poseían carácter religioso, expresados sobre todo en su Suma
teológica contra los gentiles.
4. El Renacimiento dio a los tratados
un carácter más analítico, y la
invención de la imprenta facilitó su
difusión por todo el mundo.
El tratado europeo desarrolla
entonces, su preocupación por la
filosofía, la política, la moral, la
biología, la física, matemática,
etcétera, de manera razonada,
detallada, extensa, sistemática y
especulativa; la intención de este
modo de exponer el conocimiento
siempre es didáctica.
5. Siguiendo los procesos de razonamiento, la información producida
permite, mediante el razonamiento abstracto, la exposición de elementos
comprobables y la extracción de conclusiones. El autor suele utilizar
recursos literarios y de oratoria para dar énfasis a los hallazgos en sí, y
para ilustrar de mejor manera los métodos científicos utilizados.