1. CIBERBULLYING
¿QuéeselCiberbullying?
El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y
videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre
iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los
casos en los que personas adultas intervienen.
Por tanto tiene que haber menores en ambos extremos del ataque para que se
considere ciberbullying: si hay algún adulto, entonces estamos ante algún otro tipo
de ciberacoso.
Tampoco se trata de adultos que engatusan a menores para encontrarse con ellos
fuera de la Red o explotar sus imágenes sexuales. Aunque hay veces en que un/a
menor comienza una campaña de ciberbullying que puede acabar implicando a
adultos con intenciones sexuales.
2. ¿Cuándo estamos ante un caso de
ciberbullying?
Estamos ante un caso de ciberbullying cuando uno una menor atormenta, amenaza,
hostiga, humilla o molesta a otro/a mediante Internet, teléfonos móviles, consolas
de juegos u otras tecnologías telemáticas.
Según el Estudio sobre hábitos seguros en el uso de las TIC por los
menores publicado por el INTECO en Marzo de 2009 el ciberbullying se define
como acoso entre iguales en el entorno TIC, e incluye actuaciones de
chantaje, vejaciones e insultos de niños a otros niños..
¿Qué tiene que ver el ciberbullying con el bullying o
acoso escolar?
No son tan similares como podría pensarse. En ambos se da un abuso entre iguales
pero poco más tiene que ver en la mayoría de los casos. El ciberbullying atiende
a otras causas, se manifiesta de formas muy diversas y sus estrategias de
abordamiento y consecuencias también difieren. Sí es bastante posible que el
bullying sea seguido de ciberbullying. También es posible que
el ciberbullying pueda acabar también en una situación de bullying, pero desde
luego esto último sí que es poco probable.
3. ¿Por qué es especialmente grave el ciberbullying?
El anonimato, la no percepción directa e inmediata del daño causado y la
adopción de roles imaginarios en la Red convierten al ciberbullying en un grave
problema.
Sinónimos
Además de la adaptación del neologismo inglés (cyber-bullying) se utilizan en
castellano otros términos para denominar al ciberbullying, combinando el
prefijo ciber- o los adjetivos online o virtual con las
palabras matonaje, matoneo o abuso, asociadas con la denominación
de matones o abusones para los que efectúan el bullying. Así podemos
encontrarnos con los siguientes sinónimos de ciberbullying: ciberabuso,
cibermantonaje, cibermatoneo; abuso online, mantonaje online, matoneo online;
abuso virtual, matonaje virtual, matoneo virtual. Además, en inglés también se
utilizan e-bullying y online bullying.
¿Cómo se manifiesta el ciberbullying?
Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la
pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco
esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:
Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante
fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a
la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.
Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar
a la persona más fea, a la menos inteligente… y cargarle
de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.
Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o
foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona
determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de
contactos sexuales…
Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats
haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan
posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para
que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos…
Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma
que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a
su buzón le llegan violando su intimidad.
Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona
responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online,
4. comunidades virtuales…) para conseguir una reacción violenta que, una
vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente
venía siendo la víctima.
Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un
comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros
quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de
represalia o acoso.
Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la
víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual
provocándole una sensación de completo agobio.
SOLUCIONES
A raíz del desarrollo tecnológico y el progreso de las Tecnologías de la Información
y Comunicación (TIC), han emergido problemáticas de índole social, una de ellas el
“Ciberbullying” que ha dado de qué hablar por las múltiples maneras que el
acosador tiene para vulnerar a su víctima, además de que no hay una legislación
consistente que haga frente a esta situación.
El ciberacoso es el empleo de las herramientas de la informática tales como: redes
sociales, mensajería instantánea, blogs y páginas hechas expeditamente para
calumniar a una o varias personas.
5. Se necesitan cuatro elementos para completar el típico cuadro del ciberbullying: un
acosador, una víctima, un medio de difusión de información y un público receptor
que retroalimente.
Lo que el acosador pretende es el hostigamiento de la víctima mediante el envío
continuo de mensajes hostiles, normalmente basados en infundios y ridiculización;
sus tácticas están encaminadas a causar estrés, angustia e irritación, suelen infundir
miedo mediante amenazas y comentarios de índole sexual.
El acoso cibernético normalmente proviene de personas de la misma edad, por lo
regular se trata de menores enemistados por cualquier razón dentro de la escuela
o lugar de residencia. Otro caso de ciberbullying se puede dar de adultos contra
jóvenes, quienes psicológicamente no suelen estar preparados para hacer frente al
hostigamiento de un mayor.
El modus operandi del acosador es predecible, contacta a su víctima a través de
una red social o sistema de mensajería, compila todos los datos posibles de él:
fotos, contactos, publicaciones etc., en ocasiones usurpa las contraseñas
mediante programas “espía”, indaga sobre sus relaciones sociales y busca
información comprometedora o “puntos débiles”, posteriormente lo asedia
incesantemente hasta conseguir su propósito; estos varían de acuerdo a la edad.
Al tratarse de jóvenes lo que se pretende es mostrar superioridad y someter al
acosado a la humillación pública al difamarlo. Cuando se da de un adulto a un
menor, suele tener intereses de tintes sexuales o buscar un beneficio económico
(este es el modo más grave de acoso ya que la víctima corre un riesgo físico). Por
último el acoso entre mayores, aquí la intención es injuriar, puede ser por celos
irracionales, obsesión amorosa o simple resentimiento.
Para evitar el ciberbullying es conveniente:
– Utilizar diferentes contraseñas. Solemos utilizar una misma contraseña para
servicios como mensajería, redes sociales, foros y PC. Es importante tener
diferentes passwords para evitar el hackeo, así como combinar números, letras y
signos.
– Cambiar periódicamente contraseñas. Es necesario establecer sustituir las
claves periódicamente, así se evitará ser blanco fácil para los acosadores.
– Programas de rastreo o antivirus. Contar un software adecuado ayudará a
saber quién está revisando nuestra PC o tiene enlazada nuestra IP, se
recomienda ponerlo en marcha un par de veces al mes.
– Contarle a amigos y familiares. Pedir el auxilio de conocidos y parientes
contribuye a no sentirse solo, el apoyo de estas personas puede mostrar
6. alternativas de cómo actuar en consecuencia. Dar parte a las autoridades es un
paso necesario.
Hacer consciencia sobre el manejo de nuestra información en la web es muy
importante, hay que ser cuidadoso con lo que publicamos y subimos a la red,
muchas veces el entusiasmo o emoción nos conduce a notificar nuestras acciones
en las redes sociales, sin embargo antes de proceder habría que preguntarse a
uno mismo ¿realmente la gente se tiene que enterar de mis actividades diarias?
No contestes a las provocaciones, ignóralas. Cuenta hasta cien y piensa en otra
cosa.
Compórtate con educación en la Red. Usa la Netiqueta.
Si te molestan, abandona la conexión y pide ayuda.
No facilites datos personales. Te sentirás más protegido/a.
No hagas en la Red lo que no harías a la cara.
Si te acosan, guarda las pruebas.
Cuando te molesten al usar un servicio online, pide ayuda a su gestor/a.
No pienses que estás del todo seguro/a al otro lado de la pantalla.
Advierte a quien abusa de que está cometiendo un delito.
Si hay amenazas graves pide ayuda con urgencia.
MI OPINION ES:
Que tanto los papas como los maestros pongan más atención sobre las
alertas que los niños lleguen a presentar y que siempre estén al pendiente de
la información que comparten no siempre se tienen que publicar todos los
acontecimientos que te suceden en la vida, porque cuando le interesas a un
acosador siempre estará al pendiente de cada registro que publiquen.
También deben hacer caso a las alertas ya que les pueden causar daños
psicológicos que les podrían traer secuelas cuando ya crezcan en la
actualidad ya se ve mucho sobre esto porque los papas les facilitan los
aparatos tecnológicos y no están al pendiente de ellos.
7. Propuesta:
Compartir información en los folletos para que las personas se den cuenta de
lo peligroso que son y por qué deben cuidar su información.
Explicar frente a cada grupo de niños los riegos que tiene compartir
información.
Darles folletos a sus mamas y explicarles las precauciones que deben tomar.