Este documento discute la importancia de fortalecer las redes entre la escuela y la comunidad. Sugieren que la escuela debe concebirse como parte de la comunidad, y capitalizar los conocimientos de diversos actores como padres y organizaciones. También argumenta que las escuelas deben establecer vínculos con empresas para mejorar los programas educativos y las posibilidades laborales de los estudiantes.
1. Fortaleciendo la red externa.
¿La escuela y la comunidad o la escuela en la comunidad?
Cuando los integrantes de las organizaciones educativas comprenden la necesidad de
conectarse con los diversos sectores y grupos del colectivo social, comienzan a plantearse la
relación entre la escuela y la comunidad. Surge entonces la pregunta: ¿En que espacio se
concibe a la escuela si no es en la misma comunidad? ¿Cuando se habla de comunidad
educativa, a quienes se incluye?
Hay diversos saberes que pueden capitalizarse y que modifican no solo las posibilidades de
aprender de los niños sino el vínculo de los padres con la escuela.
Potenciar las redes de relación con diversos actores y organizaciones de la co munidad de
pertenencia no es solo la propuesta aislada de un docente que incluye entre sus actividades
recorrer las calles aleñadas a la escuela o visitar a los bomberos y comercios del barrio sino
que es importante que forme pate del proyecto institucional. Toda propuesta de apertura debe
incluir necesariamente no solo lo que se quiere recibir sino lo que se puede y se esta
dispuesto a dar.
Esta propuesta comienza a encontrarse con la relación entre educación y trabajo, para cuyo
fortalecimiento resulta fundamental la profundización de las redes de relación con
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales así como empresas de diversos
sectores.
En relación con la institución de la educación en el mundo del trabajo el desarrollo de estas
vinculaciones permitirá a las organizaciones y las empresas aportar sus perspectivas acerca
del desarrollo de tecnologías y posibilidades laborales, aportando ideas para la reformulación
de los programas educativos, posibilitando una función anticipatoria y participando también en
la evaluación de la calidad educativa.
Si bien esta propuesta resulta mas pertinente en el tercer ciclo de la educación general
básica, en las escuelas medias y en el futuro polimodal asume las características de una
perspectiva de integración de los procesos educativos en fortalecimiento de la sociedad civil.
El descubrimiento de las redes sociales en la escuela se convierte en una tarea cotidiana
realizada por todos y entre todos.
Estas redes de relaciones constituyen un factor esencial en la exteriorización de la sociedad
civil.
De la menor o mayor cantidad de esas “redes de relaciones” ha de depender la debilidad o la
fortaleza de cada escuela y, por lo tanto, de sus integrantes.
LA CIUDAD EDUCADORA
La ciudad educadora o educativa, el proyecto educativo de ciudad, el sistema formativo
integrado o las propuestas sistemáticas curriculares constituyen diversas versiones y
2. propuestas para el logro de la máxima vertebración entre la escuela y el territorio. Su objetivo
básico es que la ciudad o la comunidad desarrolle al máximo su potencial educativo y lo
ponga al servicio de toda la ciudadanía, con ofertas especialmente destinadas a la infancia y a
la juventud.
La comunidad educadora se convierte en una red de servicios y apoyos sociales y culturales,
se trata, además, de crear espacios de encuentro intercambio y aprendizaje en cualquier lugar
del territorio.
Muchas de las ideas contenidas en la ciudad educadora ya fueron expuestas hace treinta
años por I. ILLICH (1975) en La sociedad desescolarizada cita estas cuatro: servicios de
referencia respecto a objetos educativos; lonja de habilidades; servicio de búsqueda de
compañero; y servicios de referencia respecto a educadores independientes.
ILLICH, al hacer estas propuestas, pensaba en una alternativa radical a la escuela una
institución que consideraba represiva, carente de significación y absolutamente caduca.
La función de la escuela es la de orientar al alumnado en la ordenación y selección de datos y
percepciones; en la asociación y relación entre informaciones y conocimientos; y en la
realización de la síntesis de este libro abierto que es el territorio. O, dicho en otras palabras,
se trata de transformar la experiencia de vida en experiencia cultural mediante la reflexión, la
descomposición y la recomposición de los datos y la comparación sincrónica y diacrónica.
FUNCIONES SOCIOEDUCATIVAS DEL TERRITORIO
Para obtener un mayor aprovechamiento del capital cultural del territorio se requieren una
serie de cambios y premisa de cierto calado. Cabe señalar los siguientes:
Restructuración del territorio. Nide la ciudad ni de cualquier comunidad rural urbana puede
ser educadora si el entorno no ofrece posibilidades y experiencias educativas relevantes.
Lucha contra el fracaso y el absentismo escolar. La comunidad entera tiene el compromiso
de garantizar una educación de calidad para todos y todas.
Solidaridad ciudadana, cohesión social e inserción laboral. La solidaridad es una
condición necesaria para construir un tejido social mas coherente y luchar contra la exclusión
y la marginación social.
Elaboración del mapa educativo de la ciudad. Se hace necesario el impulso de una política
de planificación, coordinación y optimización de los espacios y recursos educativos.
Creación de estructuras de apoyo a la innovación educativa. La ciudad educativa puede
gestar marcos de referencia y cobertura para el impulso de las innovaciones que tratan de
romper los muros escolares.
Consejos educativos territoriales. La necesidad de lograr una amplia participación
democrática mediante el compromiso organizativo de los diversos agentes educativos del
territorio.