Este documento describe un plan de tres pasos para enseñar poesía a niños de primaria. El primer paso involucra enseñar a los niños a ver su corazón como una fuente de creación poética. El segundo paso permite que los niños expresen emociones a través del juego con poemas que tienen elementos como rimas y ritmos. El tercer paso concluye la lección con otra canción, poema o juego para aprovechar la naturaleza lúdica de los niños.
2. “El corazón como libro”
Este primer paso busca privilegiar el corazón
como fuente de creación.
El educador debe valorar el mundo interior del
niño; sensibilizar sobre el poder transformador
de su corazón, lugar de encuentro, auto-
reconocimiento y primera herramienta para la
creación poética. Buscamos que con esta primera
experiencia el niño pueda comenzar a leer-sentir
sus emociones, visiones, y sentimientos en
medio de su realidad.
3. Es importante que acaricien su corazón como si de él
sacaran algo que les pertenece o desean para luego
compartirlo con los otros. El profesor puede recortar
un trozo de cartulina con forma de corazón para cada
niño; el elegirá un nombre para su corazón -puede
ser su propio nombre- luego se pasará a compartir
entre todos el corazón que ya han nombrado, si así lo
desean.
Así como abrimos un libro, el corazón también quiere
ser leído, sentido, vivido.
El profesor debe mantener su observación y
concentración en todas las expresiones y sensaciones
que se van generando. Sabrá que ha crecido el grado
de intimidad y contacto sensible con el mundo
interior de los niños.
4. “El poema como juego”
Esta segunda instancia permite el espacio lúdico
y la liberación de emociones por medio del
poema como juego. El profesor presenta un
poema breve con sólidos elementos eufónicos,
sonidos, que posean un alto grado imaginativo o
cómico. El poema permite ser asimilado por el
cuerpo, desde el juego con las imágenes se
pueden generar aplausos, zapateos, saltos,
rondas, juegos de memorización y todo tipo de
esquemas corporales. Ejemplo: Emplear estribillo
de “Los maderos de San Juan”
5. ¡Aserrín¡
¡Aserrán¡
Los maderos de San Juan,
Piden queso, piden pan,
Los de Roque
Alfandoque,
Los de Rique
Alfeñique
¡Los de trique, trique, tran!
tríque tríque trique trán!
6.
7.
8. Es como
El sol es como el fuego
La noche es como el carbón
El cielo es como un espejo
9. Aunque el sol se apague
Siempre nacerá otro.
Aunque la lluvia no pare
Siempre podré ir al jardín
10. En mi casa hay un jardín
En el jardín una rosa
En la rosa una mariposa
11. ¡Qué bien!
Me voy a mi casa
Y me como una pasa
¡Qué bien!
Mi papá está de viaje
Y me traerá un traje
12. Yo quiero ser guerrero
Pero soy marinero
Yo quiero ser pintor
Pero soy aviador
13. “Regreso al Juego”
Con una canción, poema, retahíla o juego
lingüístico se aprovecha la fuerza lúdica del
niño para terminar.
Ejemplo: “La Plaza tiene una torre” de Antonio
Machado.
14. La plaza tiene una torre,
La torre tiene un balcón,
El balcón tiene una dama,
La dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero,
-¡quién sabe por qué pasó¡
Y se ha llevado la plaza
Con su torre y su balcón,
Con su balcón y su dama,
Su dama y su blanca flor.