LA MISIÓN DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL DÉPTIMO DIA.pptx
Guión homilético Caacupé 2014
1. 1
Novenario de Caacupé - 2014
Consagrados al servicio del Reino de Dios
PRIMER DÍA: viernes 28 de noviembre de 2014.
(Peregrinación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional)
Tema: La familia: lugar privilegiado de la llamada de Dios
Ogapy ojeroviávape oñehendu porãve Ñandejára ñehenói.
Testigo del día: San Juan del Castillo, SJ.
Nació en Belmonte, España, en 1596. A los 17 años ingresó a la Compañía de Jesús. Llegó a
América en 1617. Al terminar la filosofía en Córdoba, en 1619 fue a Concepción, de Chile,
como profesor de gramática. Volvió a Córdoba donde fue ordenado sacerdote en 1625 y
enviado a la Reducción guaraní de San Nicolás. El 15 de agosto de 1628, con Roque
González y Alonso Rodríguez, fundan la Reducción de Nuestra Señora de la Asunción, donde
queda Juan del Castillo. Sus compañeros avanzaron a fundar otra reducción en el Caaró. El 17
de noviembre, dos días después del martirio de Roque y Alonso, fue atacado por los mismos
asesinos, sufrió castigos muy duros y fue sometido a crueles torturas, clavado a un tronco
entregó su vida mientras rezaba y hablaba en guaraní con sus agresores. Fue canonizado en
Ñu Guasu, junto a sus compañeros Roque González de Santa Cruz y Alonso Rodríguez,
durante la visita de San Juan Pablo II al Paraguay en 1988. San Juan del Castillo, mártir de
Cristo es testigo de la fe.
Lecturas: Ef 4, 1-7.11-13 (propias de la fiesta de los santos mártires)
Sal 22, 1-6
Mc 16, 15-20
Valor del reino: vocación
Ideas centrales de las lecturas:
Ef – una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación
recibida… pero cada uno ha recibido su propio don…
Sal – el Señor es mi pastor
Ev. – Vayan por todo el mundo…
En el marco de la Misión Permanente, la CEP priorizó por tres años la evangelización a y
desde las familias, que hemos clausurado recientemente. Dentro de este proceso se ha
fortalecido la conciencia de invertir más recursos hacia las familias, porque estamos
convencidos que teniendo familias sanas integralmente, también llegaremos a tener una
sociedad más sana. Aunque nuestro tema del año sea la vida consagrada, nosotros sabemos
que surgen desde las familias las vocaciones. Dios llama a una persona a seguirlo desde una
familia concreta.
Aparecida
6.4.1 La Familia, primera escuela de la fe
302. La familia, “patrimonio de la humanidad”, constituye uno de los tesoros más valiosos de
los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es espacio y escuela de comunión, fuente de
2. 2
valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y
responsablemente. Para que la familia sea “escuela de la fe” y pueda ayudar a los padres a ser
los primeros catequistas de sus hijos, la pastoral familiar debe ofrecer espacios formativos,
materiales catequéticos, momentos celebrativos, que le permitan cumplir su misión educativa.
La familia está llamada a introducir a los hijos en el camino de la iniciación cristiana. La
familia, pequeña Iglesia, debe ser junto con la Parroquia el primer lugar para la iniciación
cristiana de los niños. Ella ofrece a los hijos un sentido cristiano de existencia y los acompaña
en la elaboración de su proyecto de vida, como discípulos misioneros.
303. Es además un deber de los padres, especialmente a través de su ejemplo de vida, la
educación de los hijos para el amor como don de sí mismos y la ayuda que ellos le presten
para descubrir su vocación de servicio, sea en la vida laical como en la consagrada. De este
modo, la formación de los hijos como discípulos de Jesucristo, se opera en las experiencias de
la vida diaria en la familia misma. Los hijos tienen el derecho de poder contar con el padre y
la madre para que cuiden de ellos y los acompañen hacia la plenitud de vida. La “catequesis
familiar”, implementada de diversas maneras, se ha revelado como una ayuda exitosa a la
unidad de las familias, ofreciendo además, una posibilidad eficiente de formar a los padres de
familia, los jóvenes y los niños, para que sean testigos firmes de la fe en sus respectivas
comunidades.
Evangelii Gaudium
66. La familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos
sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve especialmente grave
porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la
diferencia y a pertenecer a otros y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio
tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de
cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno. Pero el aporte
indispensable del matrimonio a la sociedad supera el nivel de la emotividad y el de las
necesidades circunstanciales de la pareja.
67. El individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que debilita el
desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas, y que desnaturaliza los vínculos
familiares. La acción pastoral debe mostrar mejor todavía que la relación con nuestro Padre
exige y alienta una comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales.
Mientras en el mundo, especialmente en algunos países, reaparecen diversas formas de
guerras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en nuestra propuesta de reconocer al otro,
de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos «mutuamente a
llevar las cargas» (Ga 6,2).
De la Carta Circular Alegraos a los Consagrados:
Papa Francisco nos llama a detenernos en el fotograma inicial – « La alegría del momento en
que Jesús me ha mirado »8 – y a evocar significados y exigencias relacionados con nuestra
vocación: «Es la respuesta a una llamada y a una llamada de amor ».9 Estar con Cristo supone
compartir su vida y sus opciones; requiere la obediencia de fe, la bienaventuranza de los
pobres, la radicalidad del amor.
Hablan los obispos del Paraguay: “Por su importancia para la sociedad y la Iglesia,
consideramos la familia como modelo y programa. Es verdadero modelo, pues transmite y
cuida la vida; es escuela de aprendizaje de virtudes educando en el amor, respeto, diálogo y
3. 3
libertad; es lugar de humanización y de espiritualidad cristiana, a ejemplo de la Sagrada
Familia de Nazareth. En la familia brilla la imagen de la Santísima Trinidad, comunión y
misión de personas. Ella es el núcleo de la sociedad y de la Iglesia, porque es propulsora del
crecimiento integral de la persona humana, mediante la educación en valores humanos y
cristianos, el cuidado de la salud y de la convivencia social; cada vez más defiende la
naturaleza y el medio ambiente; promueve la economía solidaria, y capacita, desde la fe
cristiana, para una cultura abierta a la vida y defensora de los Derechos Humanos”. (Mensaje
de los Obispos del Paraguay, “La Familia, esperanza de renovación de la Iglesia y de la
sociedad, noviembre 2013)
María
Dios escoge el camino de la encarnación y a través de la familia, como modo de entrar en la
humanidad y en la historia. Podemos notar que María nació, creció y maduró en una familia,
con sus padres, Joaquín y Ana. Y en ese contexto familiar, siendo una jovencita, Dios la llama
a ser partícipe de la obra de amor. Luego ella, con José, en un acto de extremo amor generoso,
reciben a Jesús, por obra del Espíritu Santo, y hacen una vida de familia. Ahí Jesús crece y
recibe todo el cariño, la ternura de su mamá, y la firmeza y seguridad de su papá.
4. 4
SEGUNDO DÍA: sábado 29 de noviembre de 2014
(Peregrinación nacional de la Juventud)
Tema: La juventud es desafiada a un seguimiento radical de Cristo
Mitãkuimba’e ha mitãkuña oñehenói ojepoi paite haguã Cristo rapykuéri.
Testigo del día: Fray Juan Bernardo, OFM.
Nació en la región del Guairá de la Provincia Gigante de las Indias del Paraguay en el año
1570. Se consagró como Hermano Franciscano según el ejemplo de San Francisco. Trabajó
con Fray Luis de Bolaños en la fundación de Yaguarón e Itá, y colaboró en la traducción del
catecismo al guaraní. En 1594 Bolaños le pidió que vaya a auxiliar a un dominico que corría
peligro en manos de los nativos paranáes, ya que él manejaba bien la lengua nativa. Fray Juan
Bernardo fue rápidamente, pero cuando llegó cerca de Caazapá, descubrió que los nativos ya
habían matado al dominico. Fray Juan fue preso, le sacaron el hábito, lo azotaron y lo
colgaron de un árbol, como él, aun ahorcado, continuaba hablándoles, le extrajeron el corazón
y lo arrojaron a una hoguera. Esto fue el 2 de junio de 1594, cuando él tenía tan solo 24 años.
Por ser el primer paraguayo mártir, el primero que derramó su sangre por Cristo en estas
tierras, Fray Juan Bernardo, joven religioso, es testigo de la fe.
Lecturas:
Mañana: Ap 21, 2; 22, 1-7 Tarde: Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7
Sal 94, 1-7 Sal 79, 2ac.3b. 15-16.18-19
Lc 21, 34-36 1Cor 1, 3-9
Mc 13, 33-37
Valor del reino: seguimiento
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
Mañana:
Lec.- sus siervos le prestarán servicios
Ev. - estén siempre despiertos, no se dejen perder en los vicios…
Tarde: inicio del Adviento
1ª lect - El Señor sale al encuentro… somos arcilla y tu el alfarero…
2ª lect – Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo
Ev. – que el Señor no los encuentre dormidos
En este día queremos presentar no sólo la imagen negativa, que muchas veces no tan
acertadamente, se tiene de los jóvenes. La etapa de la juventud es una etapa de sueños, y de
profundo discernimiento para tomar las grandes decisiones. En la medida en que se le
proponga al joven un estilo de vida coherente, comprometido por un mundo mejor, de fe
convencida y ardorosa, se siente seducido y está dispuesto a tomar una decisión para toda la
vida. Si bien dentro de nuestra sociedad se promueve más bien una cultura light, que lleva
consigo una experiencia de falta de compromisos definitivos, somos conscientes de que si se
le presenta al joven una vida radical de seguimiento, propiciando encuentros con el Señor
vivo, responderá con generosidad al llamado de Dios.
5. 5
Aparecida
443. Los jóvenes y adolescentes constituyen la gran mayoría de la población de América
Latina y de El Caribe. Representan un enorme potencial para el presente y futuro de la Iglesia
y de nuestros pueblos, como discípulos y misioneros del Señor Jesús. Los jóvenes son
sensibles a descubrir su vocación a ser amigos y discípulos de Cristo. Están llamados a ser
“centinelas del mañana”, comprometiéndose en la renovación del mundo a la luz del Plan de
Dios. No temen el sacrificio ni la entrega de la propia vida, pero sí una vida sin sentido. Por
su generosidad, están llamados a servir a sus hermanos, especialmente a los más necesitados
con todo su tiempo y vida. Tienen capacidad para oponerse a las falsas ilusiones de felicidad
y a los paraísos engañosos de la droga, el placer, el alcohol y todas las formas de violencia.
En su búsqueda del sentido de la vida, son capaces y sensibles para descubrir el llamado
particular que el Señor Jesús les hace. Como discípulos misioneros, las nuevas generaciones
están llamadas a transmitir a sus hermanos jóvenes sin distinción alguna, la corriente de vida
que viene de Cristo, y a compartirla en comunidad construyendo la Iglesia y la sociedad.
444. Por otro lado, constatamos con preocupación que innumerables jóvenes de nuestro
continente atraviesan por situaciones que les afectan significativamente: las secuelas de la
pobreza, que limitan el crecimiento armónico de sus vidas y generan exclusión; la
socialización, cuya transmisión de valores ya no se produce primariamente en las
instituciones tradicionales, sino en nuevos ambientes no exentos de una fuerte carga de
alienación; su permeabilidad a las formas nuevas de expresiones culturales, producto de la
globalización, lo cual afecta su propia identidad personal y social. Son presa fácil de las
nuevas propuestas religiosas y pseudo religiosas. La crisis, por la que atraviesa la familia hoy
en día, les produce profundas carencias afectivas y conflictos emocionales.
445. Están muy afectados por una educación de baja calidad, que los deja por debajo de los
niveles necesarios de competitividad, sumado a los enfoques antropológicos reduccionistas,
que limitan sus horizontes de vida y dificultan la toma de decisiones duraderas. Se ve
ausencia de jóvenes en lo político debido a la desconfianza que generan las situaciones de
corrupción, el desprestigio de los políticos y la búsqueda de intereses personales frente al
bien común. Se constata con preocupación suicidios de jóvenes. Otros no tienen
posibilidades de estudiar o trabajar, y muchos dejan sus países por no encontrar en ellos un
futuro, dando así al fenómeno de la movilidad humana y la migración un rostro juvenil.
Preocupa también el uso indiscriminado y abusivo que muchos jóvenes hacen de la
comunicación virtual.
Evangelii Gaudium
105. La pastoral juvenil, tal como estábamos acostumbrados a desarrollarla, ha sufrido el
embate de los cambios sociales. Los jóvenes, en las estructuras habituales, no suelen
encontrar respuestas a sus inquietudes, necesidades, problemáticas y heridas. A los adultos
nos cuesta escucharlos con paciencia, comprender sus inquietudes o sus reclamos, y aprender
a hablarles en el lenguaje que ellos comprenden. Por esa misma razón, las propuestas
educativas no producen los frutos esperados. La proliferación y crecimiento de asociaciones y
movimientos predominantemente juveniles pueden interpretarse como una acción del Espíritu
que abre caminos nuevos acordes a sus expectativas y búsquedas de espiritualidad profunda y
de un sentido de pertenencia más concreto.
6. 6
106. Aunque no siempre es fácil abordar a los jóvenes, se creció en dos aspectos: la
conciencia de que toda la comunidad los evangeliza y educa, y la urgencia de que ellos tengan
un protagonismo mayor. Cabe reconocer que, en el contexto actual de crisis del compromiso y
de los lazos comunitarios, son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del
mundo y se embarcan en diversas formas de militancia y voluntariado. Algunos participan en
la vida de la Iglesia, integran grupos de servicio y diversas iniciativas misioneras en sus
propias diócesis o en otros lugares. ¡Qué bueno es que los jóvenes sean «callejeros de la fe»,
felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza, a cada rincón de la tierra!
Alegraos:
Papa Francisco exhorta a la inquietud de la búsqueda, como fue para Agustín de Hipona: una
«inquietud del corazón lo que le lleva al encuentro personal con Cristo, le lleva a comprender
que ese Dios que buscaba lejos de sí es el Dios cercano a cada ser humano, el Dios cercano a
nuestro corazón, más íntimo a nosotros que nosotros mismos ». Es una búsqueda continua: «
Agustín no se detiene, no se arrellana, no se cierra en sí mismo como quien ya ha llegado,
sino que continúa el camino. La inquietud de la búsqueda de la verdad, de la búsqueda de
Dios, se convierte en la inquietud de conocerle cada vez más y de salir de sí mismo para darlo
a conocer a los demás. Es justamente la inquietud del amor ».
Y también la alegría se difunde. No tengáis miedo de mostrar la alegría de haber respondido a
la llamada del Señor, a su elección de amor, y de testimoniar su Evangelio en el servicio a la
Iglesia. Y la alegría, la verdad, es contagiosa; contagia... hace ir adelante ». Mira en lo
profundo de tu corazón, mira en lo íntimo de ti mismo, y pregúntate: ¿tienes un corazón que
desea algo grande o un corazón adormecido por las cosas? ¿Tu corazón ha conservado la
inquietud de la búsqueda o lo has dejado sofocar por las cosas, que acaban por atrofiarlo?
Dios te espera, te busca: ¿qué respondes? ¿Te has dado cuenta de esta situación de tu alma?
¿O duermes? ¿Crees que Dios te espera o para ti esta verdad son solamente “palabras”?
Hablan los obispos del Paraguay: “Nos comprometemos a privilegiar la atención a los
jóvenes, mediante una pastoral de juventud, creativa y renovada, que responda a las nuevas
situaciones culturales en que ellos viven.”
“Jóvenes del Paraguay, como Pastores les decimos: ¡Jesús les espera! Más aún, ¡les está
llamando!... Cristo les llama a la santidad de vida. Les invita a ser valientes, a no tener miedo
para comprometerse al servicio de los demás. Les invita a ser coherentes en la vida diaria,
cualquiera sea el lugar, la ocupación, los problemas y las aspiraciones que tengan… El Señor
les llama a ser discípulos y misioneros; a ser testigos de su amor con su trabajo generoso,
como ciudadanos responsables, para superar las situaciones de pobreza, corrupción,
impunidad e injusticias que oprimen a nuestro pueblo.” (Carta Pastoral, “A los y las jóvenes
del Paraguay”, 10 de noviembre de 2006).
María
En el documento de Puebla 1184 nos habla de que la Virgen María es la mayor creyente y fiel
que educa al joven para ser parte de la Iglesia. Por eso, la Iglesia a través de la pastoral de
juventud, buscará acompañar a los jóvenes a que profundicen su espiritualidad en Jesús,
animados por la Virgen María para amar a los hermanos, principalmente a los que necesitan.
Es hermoso ver a tantos jóvenes también que van amando a Dios y a su Iglesia a través de la
Virgen María, rezando el rosario, escuchando con agrado los mensajes dados por la Virgen en
7. 7
diversas apariciones, que normalmente invitan a ser obedientes a Dios, remontándonos a las
bodas de Caná: Hagan todo lo que mi Hijo Jesús les diga (cf. Jn 2).
Además, ella siendo jovencita, el Señor le llama para ser partícipe de su obra más maravillosa:
la Encarnación del Hijo de Dios. Con su vida nos enseña que para Dios nada hay de imposible
(cf. Lc 1,37).
María era una joven sencilla desposada con José, cuando Dios envió al ángel Gabriel a decirle
que la había elegido para ser madre del Mesías, por obra del Espíritu Santo (cf. Lc 1,26ss).
¡Qué grande la responsabilidad! Ciertamente, pero asume porque el Señor llama a los
valientes y si Él nos llama, también nos irá capacitando para responder con generosidad a la
misión que nos encomienda. María entiende ese misterio y dice Sí.
8. 8
TERCER DÍA: domingo 30 de noviembre de 2014
(Peregrinación de los Indígenas)
Tema: La Iglesia es enriquecida por la variedad de los carismas
Iglesia henyhẽte Ñandejára remime’ẽ porãitágui.
Testigo del día: Mons. Pedro Shaw. Pa’i Puku (Oblato de María Inmaculada, OMI)
Nació en Amberes, Bélgica, el 6 de septiembre de 1925. Siendo bastante joven ingresó a la
Congregación de los Oblatos de María Inmaculada, hizo su profesión religiosa en el año 1946,
fue ordenado sacerdote en 1951 y poco tiempo después fue enviado a la misión del Chaco
paraguayo. Fue misionero itinerante desde el año 1952 hasta 1965, recorriendo lugares
aislados, visitando estancias y las comunidades indígenas más lejanas. De 1965 a 1973 fue
párroco de la iglesia María Medianera, y luego de la parroquia de Puerto Elsa, de allí fue
llamado para ser Obispo del Vicariato Apostólico del Pilcomayo. Falleció el 21 de junio de
1984, en un accidente en la ruta Transchaco. En reconocimiento a toda su vida consagrada a
la misión, se dio su nombre a dos obras que él había fundado en el Chaco: la Escuela Pa’i
Puku y la Radio Pa’i Puku. Por su incansable entrega al servicio de la población chaqueña,
Monseñor Pedro Shaw, “Pa’i Puku”, es testigo de la fe.
Lecturas
Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7
Sal 79, 2ac.3b. 15-16.18-19
1Cor 1, 3-9
Mc 13, 33-37
Valor del reino: gratuidad
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
1ª lect – Somos todos obra de tus manos.
2ª lect – Dios les ha enriquecido en todo… no carecen de ningún don…
Ev. – el Señor dio a cada uno su tarea
La Iglesia, fundada y enviada por Jesucristo, en el tiempo, se fortalece por los dones y
carismas suscitados por Dios a lo largo de la historia. Estos regalos Dios nos envía para
responder a las necesidades o desafíos que vayan surgiendo en el transcurrir de los siglos. Esa
gran unidad en el Cuerpo del Señor, se da en la diversidad de dones, carismas y servicios.
Todos necesarios pero que brotan de Dios y tienden a Él para fortalecer su Cuerpo. Además,
cada carisma, como regalo de Dios, en la medida en que vaya siendo acogido y madurado, se
convertirá en una gran oportunidad para toda la Iglesia y para servir mejor a la humanidad.
Ningún carisma que surja en una comunidad determinada, debería estar encerrado en sí
mismo, porque eso lo haría empobrecer y terminaría ahogándose.
Aparecida
162. La diversidad de carismas, ministerios y servicios, abre el horizonte para el ejercicio
cotidiano de la comunión, a través de la cual los dones del Espíritu son puestos a disposición
de los demás para que circule la caridad (cf. 1 Co 12, 4-12). Cada bautizado, en efecto, es
portador de dones que debe desarrollar en unidad y complementariedad con los de los otros, a
fin de formar el único Cuerpo de Cristo, entregado para la vida del mundo. El reconocimiento
9. 9
práctico de la unidad orgánica y la diversidad de funciones asegurará mayor vitalidad
misionera y será signo e instrumento de reconciliación y paz para nuestros pueblos. Cada
comunidad está llamada a descubrir e integrar los talentos escondidos y silenciosos que el
Espíritu regala a los fieles.
Evangelii Gaudium
Carismas al servicio de la comunión evangelizadora
130. El Espíritu Santo también enriquece a toda la Iglesia evangelizadora con distintos
carismas. Son dones para renovar y edificar la Iglesia. No son un patrimonio cerrado,
entregado a un grupo para que lo custodie; más bien son regalos del Espíritu integrados en el
cuerpo eclesial, atraídos hacia el centro que es Cristo, desde donde se encauzan en un impulso
evangelizador. Un signo claro de la autenticidad de un carisma es su eclesialidad, su
capacidad para integrarse armónicamente en la vida del santo Pueblo fiel de Dios para el bien
de todos. Una verdadera novedad suscitada por el Espíritu no necesita arrojar sombras sobre
otras espiritualidades y dones para afirmarse a sí misma. En la medida en que un carisma
dirija mejor su mirada al corazón del Evangelio, más eclesial será su ejercicio. En la
comunión, aunque duela, es donde un carisma se vuelve auténtica y misteriosamente fecundo.
Si vive este desafío, la Iglesia puede ser un modelo para la paz en el mundo.
131. Las diferencias entre las personas y comunidades a veces son incómodas, pero el Espíritu
Santo, que suscita esa diversidad, puede sacar de todo algo bueno y convertirlo en un
dinamismo evangelizador que actúa por atracción. La diversidad tiene que ser siempre
reconciliada con la ayuda del Espíritu Santo; sólo Él puede suscitar la diversidad, la
pluralidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, realizar la unidad. En cambio, cuando somos
nosotros los que pretendemos la diversidad y nos encerramos en nuestros particularismos, en
nuestros exclusivismos, provocamos la división y, por otra parte, cuando somos nosotros
quienes queremos construir la unidad con nuestros planes humanos, terminamos por imponer
la uniformidad, la homologación. Esto no ayuda a la misión de la Iglesia.
Alegraos
Junto al desafío de la bienaventuranza de los pobres, el Papa invita a visitar las fronteras del
pensamiento y de la cultura, a favorecer el diálogo, incluso a nivel intelectual, para dar razón
de la esperanza basada en criterios éticos y espirituales, interrogándonos sobre lo que es
bueno. La fe no reduce jamás el espacio de la razón, lo abre más bien a una visión integral del
hombre y de la realidad e impide reducir al hombre a « material humano ».
Hablan los obispos del Paraguay: “Grandes misioneros y grandes obispos criticaron los
sistemas injustos de la conquista, propusieron nuevas formas de convivencia, se constituyeron
en defensores de los derechos de los indígenas, predicaron con mas autenticidad el Evangelio,
confirmando – cada vez con mayor lealtad – que el indio era un prójimo diferente, no
ingobernable ni incivilizado, sino prudente y muy religioso… Entre nosotros se han dado
testimonios heroicos de esta consagración de los hijos de la Iglesia. Baste solo recordar la
devoción apostólica de franciscanos y de jesuitas, junto a otros religiosos… que anunciaron el
Evangelio entre innúmeros sinsabores y también con el martirio…Nombres como Fray Luís
de Bolaños, Fray Alonso de Buenaventura, Fray Juan de San Bernardo, el obispo Martín
Ignacio de Loyola, el padre Antonio Ruiz de Montoya, el padre Roque González de Santa
Cruz y compañeros, entre muchos otros, son honra de la Iglesia y del país. Ellos no fueron, en
efecto, solo evangelizadores sino también promotores de un verdadero pueblo nuevo…Hoy el
pasado nos interpela a ser aún más eficaces en el compromiso con la dignidad de todos,
10. 10
especialmente con los más pobres y, entre estos, de nuestros hermanos indígenas.” (Mensaje
por los 500 años de la Evangelización de América, 11 de octubre de 1992).
María
La humildad (cf. Magníficat), sobre todo su sí, en el acompañamiento permanente a su Hijo y
a los apóstoles y discípulos de los primeros tiempos, enseña que siempre fue fiel a la voluntad
de Dios para animar y servir a su Iglesia. Su confianza en Dios enseñó a facilitar todos los
dones y regalos provenientes de Dios para fortalecer el Cuerpo de su Hijo. Sin envidia y lejos
de todo tipo de competencias y celos, lejos del egocentrismo, Ella siempre estuvo ayudando a
los discípulos a permanecer atentos y confiados en el único Amor de Dios presente y
manifestado en su Iglesia. Ella nunca dejó de interceder, animar, proteger y cuidar a sus hijos
en comunión con su Hijo. La que sabe cómo tratar a su Hijo para auxiliar
misericordiosamente a los pecadores.
11. 11
CUARTO DÍA: lunes 1 de diciembre de 2014
(Peregrinación nacional del clero)
Tema: La pobreza, obediencia y castidad como radicalización del bautismo.
Mboriahu reko, ñe’ẽrendu ha teko potĩ omoañete hapoitépe ikaraíva rekove.
Testigo del día: San Roque González de Santa Cruz (Párroco de la Catedral; mártir
jesuita)
Nació en Asunción en 1576, fue ordenado sacerdote en 1598 a los 22 años de edad y fue
enviado como misionero al Mbaracayú. Fue párroco de la Catedral de Asunción y, en 1609,
rechazó el nombramiento de Vicario general para entrar al noviciado de los Jesuitas. Exploró
el territorio de los guaycurúes, en el Chaco, de donde pasó a San Ignacio Guazú en 1611. A
partir de 1614 fundó las reducciones de Santa Ana, Itapúa y Yaguapoa, Concepción, San
Nicolás, San Francisco Javier, Yapeyú y Candelaria. En 1627 fue nombrado superior de las
misiones. En 1628 empezó las reducciones de Yjuí y Caaró con Alonso Rodríguez y Juan del
Castillo. El 15 de noviembre durante la colocación de la nueva campana, los enviados del
cacique Ñezú mataron a traición a Roque a golpes de hacha de piedra, luego mataron a
Alonso Rodríguez y quemaron sus cuerpos en la Capillita.
Roque fue canonizado en Ñu Guasu, junto a sus compañeros Alonso Rodríguez y Juan del
Castillo, durante la visita de San Juan Pablo II al Paraguay en 1988. San Roque González de
Santa Cruz, primer santo paraguayo, es testigo de la fe.
Lecturas
Rm 10, 9-18
Sal 18, 2-5
Mt 4, 18-22
Valor del reino: radicalidad
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
1ª - él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas
Ev. – en Israel no he encontrado nadie con tanta fe – (solo la fe da sentido a los votos)
Somos una nueva creatura por el Bautismo, empezamos desde el Bautismo a ser una nueva
persona. Ser cristianos, con toda la radicalidad y fidelidad que ello implica, requiere cada vez
más remar contracorriente, ser signo de contradicción pero, a la vez, en un mundo que tiende
a alejarse de sus raíces cristianas, con mucha audacia mostrar con caridad y misericordia el
rostro amoroso de Dios de manera atractiva y cuestionadora.
Aparecida
186. Los obispos, como sucesores de los apóstoles, junto con el Sumo Pontífice y bajo su
autoridad, con fe y esperanza, hemos aceptado la vocación de servir al Pueblo de Dios,
conforme al corazón de Cristo Buen Pastor. Junto con todos los fieles y en virtud del
bautismo, somos, ante todo, discípulos y miembros del Pueblo de Dios . Como todos los
bautizados, y junto con ellos, queremos seguir a Jesús, Maestro de vida y de verdad, en la
comunión de la Iglesia. Como Pastores, servidores del Evangelio, somos conscientes de ser
llamados a vivir el amor a Jesucristo y a la Iglesia en la intimidad de la oración, y de la
12. 12
donación de nosotros mismos a los hermanos y hermanas, a quienes presidimos en la caridad.
Es como dice san Agustín: con ustedes soy cristiano, para ustedes soy obispo .
216. La vida consagrada es un don del Padre por medio del Espíritu a su Iglesia, y constituye
un elemento decisivo para su misión. Se expresa en la vida monástica, contemplativa y activa,
los institutos seculares, a los que se añaden las sociedades de vida apostólica y otras nuevas
formas. Es un camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a Él con un corazón
indiviso, y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de la humanidad, asumiendo la forma de
vida que Cristo escogió para venir a este mundo: una vida virginal, pobre y obediente.
219. En un continente, en el cual se manifiestan serias tendencias de secularización, también
en la vida consagrada, los religiosos están llamados a dar testimonio de la absoluta primacía
de Dios y de su Reino. La vida consagrada se convierte en testigo del Dios de la vida en una
realidad que relativiza su valor (obediencia), es testigo de libertad frente al mercado y a las
riquezas que valoran a las personas por el tener (pobreza), y es testigo de una entrega en el
amor radical y libre a Dios y a la humanidad frente a la erotización y banalización de las
relaciones (castidad).
193. El primer desafío dice relación con la identidad teológica del ministerio presbiteral. El
Concilio Vaticano II establece el sacerdocio ministerial al servicio del sacerdocio común de
los fieles, y cada uno, aunque de manera cualitativamente distinta, participa del único
sacerdocio de Cristo. Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, (97 HURTADO, Alberto, Un fuego
que enciende otros fuegos, pp. 69-70. 98 Cf. LG 10) nos ha redimido y nos ha participado su
vida divina. En Él, somos todos hijos del mismo Padre y hermanos entre nosotros. El
sacerdote no puede caer en la tentación de considerarse solamente un mero delegado o sólo
un representante de la comunidad, sino un don para ella por la unción del Espíritu y por su
especial unión con Cristo cabeza. “ Todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y
puesto para intervenir a favor de los hombres en todo aquello que se refiere al servicio de
Dios” (Hb 5,1).
194. El segundo desafío se refiere al ministerio del presbítero inserto en la cultura actual. El
presbítero está llamado a conocerla para sembrar en ella la semilla del Evangelio, es decir,
para que el mensaje de Jesús llegue a ser una interpelación válida, comprensible,
esperanzadora y relevante para la vida del hombre y de la mujer de hoy, especialmente para
los jóvenes.
195. El tercer desafío se refiere a los aspectos vitales y afectivos, al celibato y a una vida
espiritual intensa fundada en la caridad pastoral, que se nutre en la experiencia personal con
Dios y en la comunión con los hermanos; asimismo al cultivo de relaciones fraternas con el
Obispo, con los demás presbíteros de la diócesis y con laicos. Para que el ministerio del
presbítero sea coherente y testimonial, éste debe amar y realizar su tarea pastoral en
comunión con el obispo y con los demás presbíteros de la diócesis. El ministerio sacerdotal
que brota del Orden Sagrado tiene una “radical forma comunitaria” y sólo puede ser
desarrollado como una “tarea colectiva”. El sacerdote debe ser hombre de oración, maduro
en su elección de vida por Dios, hacer uso de los medios de perseverancia, como el
Sacramento de la confesión, la devoción a la Santísima Virgen, la mortificación y la entrega
apasionada a su misión pastoral.
197. Otros desafíos son de carácter estructural, como por ejemplo la existencia de parroquias
demasiado grandes, que dificultan el ejercicio de una pastoral adecuada: parroquias muy
13. 13
pobres, que hacen que los pastores se dediquen a otras tareas para poder subsistir; parroquias
situadas en sectores de extrema violencia e inseguridad, y la falta y mala distribución de
presbíteros en las Iglesias del Continente.
198. El presbítero, a imagen del Buen Pastor, está llamado a ser hombre de la misericordia y
la compasión, cercano a su pueblo y servidor de todos, particularmente de los que sufren
grandes necesidades. La caridad pastoral, fuente de la espiritualidad sacerdotal, anima y
unifica su vida y ministerio. Consciente de sus limitaciones, valora la pastoral orgánica y se
inserta con gusto en su presbiterio .
Evangelii Gaudium
274. Para compartir la vida con la gente y entregarnos generosamente, necesitamos reconocer
también que cada persona es digna de nuestra entrega. No por su aspecto físico, por sus
capacidades, por su lenguaje, por su mentalidad o por las satisfacciones que nos brinde, sino
porque es obra de Dios, criatura suya. Él la creó a su imagen, y refleja algo de su gloria. Todo
ser humano es objeto de la ternura infinita del Señor, y Él mismo habita en su vida. Jesucristo
dio su preciosa sangre en la cruz por esa persona. Más allá de toda apariencia, cada uno es
inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega. Por ello, si logro ayudar a
una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida. Es lindo ser pueblo fiel
de Dios. ¡Y alcanzamos plenitud cuando rompemos las paredes y el corazón se nos llena de
rostros y de nombres!
Alegraos
Un discipulado fiel es gracia y ejercicio de amor, ejercicio de caridad oblativa: « Cuando
caminamos sin la cruz, cuando edificamos sin la cruz y cuando confesamos un Cristo sin cruz,
no somos discípulos del Señor: somos mundanos, somos obispos, sacerdotes, cardenales,
papas, pero no discípulos del Señor ».
Hablan los obispos del Paraguay: “Como pastores del Pueblo de Dios, les agradecemos su
generosa entrega de vida sacerdotal coherente y sacrificada. Sabemos que juntos podemos
superar las grandes dificultades que se nos presentan… Existe en nuestra vida una cierta
separación entre consagración y misión, tenemos problemas, somos débiles. Allí muchas
veces los obispos y sacerdotes necesitamos acompañarnos y alentarnos mutuamente…
Recordamos con gratitud a Roque González de Santa Cruz, sacerdote paraguayo.
Mencionamos igualmente al padre Julio César Duarte Ortellado, quien fuera Cura Párroco
rural en Ybucuí, y de quien se está impulsando la causa de beatificación… y a otros tantos,
cuya lista, cada uno en su Diócesis, podrá ir completando… Todos ellos han mostrado el
camino de la fe en el servicio a Dios y a la Iglesia en el Paraguay, con gran celo apostólico
como hombres de profunda espiritualidad sacerdotal, porque supieron unir consagración y
misión…Ellos son testigos vivientes para nuestro sacerdocio.” (Carta Pastoral “A los
sacerdotes del Paraguay, 10 de noviembre de 2006)
María
María en la Anunciación simboliza a la Iglesia y la precede. La maternidad universal de María
y de la Iglesia se llaman mutuamente para hacer realidad el mandato misionero de Jesucristo.
El Espíritu Santo, que hizo madre a maría siempre Virgen (cf. Lc 1,35; cf. Mt 1,18-20), hace
misionera y madre a toda la Iglesia. “La era de la Iglesia empezó con la venida, es decir con la
bajada del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en el cenáculo de Jerusalén junto a
14. 14
María, la Madre del Señor” (Juan Pablo II, encíclica Dominum et vivificantem, 1986, núm.
25).
María aparece como la primera creyente y primera discípula de Cristo. De ahí que también se
la pueda llamar la primera evangelizadora. Manifestar a Cristo y comunicarlo a todos los
corazones y todas las gentes, es la razón de ser de María y de la Iglesia. La Iglesia mira a
María como “punto de referencia.. para los pueblos y para la humanidad entera” (Juan Pablo
II, encíclica Redemptoris mater, 1987, número 6), ya que ella es modelo para toda la Iglesia
que peregrina hacia la patria celestial, en permanente vigilia y fidelidad al Señor y también
para la humanidad, porque enseña en absoluta entrega y confianza que para Dios nada es
imposible. En esta acción misionera de la Iglesia, María la precede como “la gran señal” (Ap
12,1) y como “estrella de la evangelización” (EN 82).
15. 15
QUINTO DÍA: martes 2 de diciembre de 2014
Tema: Toda vocación es misionera y engendra alegría
Ñandejára ñanerenói ñandejokuái ha ñanembovy’a haguã.
Testigo del día: Mons. Agustín Van Aaken (Misionero del Verbo Divino, SVD)
Nació en Kevaler, Alemania, el 16 de julio de 1914. A los 26 años fue ordenado Sacerdote en
Bélgica, en plena Guerra Mundial. En 1949 fue enviado como misionero a la Pampa
Argentina. En 1960 fue destinado al Paraguay como primer Superior de la Congregación del
Verbo Divino. Llegó a Encarnación donde fundó el noviciado en Pacu Cuá. Fue consagrado
Obispo de la Prelatura del Alto Paraná el 12 de agosto de 1972. En la extensa zona bajo su
cuidado enfrentó situaciones conflictivas durante 26 años y se preocupó de la atención
pastoral y de la formación del clero diocesano para lo cual construyó en 1987 un Seminario
Menor Diocesano en la localidad de Juan León Mallorquín. Al cumplir los 75 años se retiró
silenciosamente a Hohenau (Itapúa), donde murió en el Colegio “San Blas” el 11 de agosto de
1990. Dos meses después de haber entregado la Prelatura y de culminar su misión como
primer obispo del Alto Paraná. Monseñor Agustín Van Aaken, misionero y obispo, es testigo
de la fe.
Lecturas:
Is 11, 1-10
Sal 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17
Lc 10, 21-24
Valor del reino: alegría
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
1ª lect. – sobre él posará el espíritu del Señor…
Ev – lleno de la alegría del espíritu…dichosos…
“Lo que importa es evangelizar, no de una manera decorativa, como un barniz superficial,
sino de manera vital en profundidad y hasta sus mismas raíces la cultura y las culturas del
hombre” (EN 19 -20) (Cf. Puebla, Conclusiones 394).
Pretendemos que la valentía de la nueva evangelización desborde todo tipo de fronteras
territoriales y humanas, hasta que supere cualquier frontera eclesial para llegar a cualquier
corazón abierto al amor misericordioso de nuestro Dios. Podríamos decir que nadie es tan
pobre que no tenga nada que dar ni tan rico que no necesite recibir. Es una gran invitación a
dar desde nuestras pobrezas, porque dando es cuando se recibe. El regalo del amor, de la fe y
de la esperanza, recibido de Dios, es fértil y madura cuando se da, y sin embargo, es estéril y
se seca, si se retiene y no se comparte. La Iglesia siempre tuvo misioneros en todas partes del
mundo. Experiencia del amor generoso de un Dios que engendra alegría por la vida sembrada
en cualquier rincón de la tierra.
Aparecida
29. La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como
el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres
16. 16
heridos por las adversidades; deseamos que la alegría de la buena noticia del Reino de Dios,
de Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del
camino, pidiendo limosna y compasión (cf. Lc 10, 29-37; 18, 25-43). La alegría del
discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la
violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino
una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia
del amor de Dios. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona;
haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con
nuestra palabra y obras es nuestro gozo.
Evangelii Gaudium
9. El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza
busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación
adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se
arraiga y se desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro
camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían asombrarnos entonces
algunas expresiones de san Pablo: «El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); «¡Ay de mí
si no anunciara el Evangelio!» (1 Co 9,16).
10. Cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a los
cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal: que la vida se alcanza y madura
a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misión». Por
consiguiente, un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral.
Recobremos y acrecentemos el fervor, «la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso
cuando hay que sembrar entre lágrimas […] Y ojalá el mundo actual –que busca a veces con
angustia, a veces con esperanza– pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de
evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del
Evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la
alegría de Cristo».
Alegraos
Quería deciros una palabra, y la palabra era alegría. Siempre, donde están los consagrados,
siempre hay alegría ». Papa FRANCISCO « Esta es la belleza de la consagración: es la
alegría, la alegría... ».2 La alegría de llevar a todos la consolación de Dios. Son palabras del
Papa Francisco durante el encuentro con los seminaristas, los novicios y las novicias. «No hay
santidad en la tristeza! »3 continúa el Santo Padre, no estéis tristes como quienes no tienen
esperanza, decía san Pablo (1Ts 4, 13)… Un corazón misionero es un corazón que ha
conocido la alegría de la salvación de Cristo y la comparte como consolación frente al límite
humano: « Sabe que él mismo tiene que crecer en la comprensión del Evangelio y en el
discernimiento de los senderos del Espíritu, y entonces no renuncia al bien posible, aunque
corra el riesgo de mancharse con el barro del camino ».
Hablan los obispos del Paraguay: “Los males temporales, sociales, económicos y políticos
son también consecuencia de los problemas personales; de una fe y compromiso cristiano
débiles. Si la luz de la fe y la adhesión a Cristo se apagan, la sociedad queda a oscuras. No
hay hombres nuevos sin estructuras nuevas y, a la vez, éstas sólo son posibles a partir de
hombres nuevos…Nos desafía particularmente el divorcio entre la vida y la fe…Esta
situación de sombra nos exige proclamar la Buena Noticia para iluminar y transformar
nuestro modo de actuar es este momento y nos pide buscar una sociedad, a partir del
17. 17
Evangelio, más justa y fraterna, de paz, de amor y de verdad; una sociedad más honesta y
solidaria…Nuestra misión de pastores es anunciar la esperanza, partiendo de la predicación
del Evangelio… donde falta la esperanza, la fe misma es cuestionada.” (Carta Pastoral
“Servidores del Evangelio de Jesucristo para la Esperanza del Paraguay”, 11 de noviembre de
2005)
María
La Virgen María, orante y trabajadora, sale al encuentro para auxiliar (cf. su visita a su prima
Isabel, Lc 1,39ss). Esta actitud de salida hacia el otro, hace de ella un modelo de
evangelización. Así, compartió en su familia, durante el ministerio público de su Hijo,
acompañándolo de cerca con los otros discípulos, y luego de la partida de su Hijo, estuvo
compartiendo con los demás experiencias de oración y testimonio de entrega. Ella, la madre
de todos los pueblos, acompaña a toda la humanidad hacia un mundo mejor. Para toda vida
fraterna es modelo de confianza, de entrega, de respeto y perseverancia.
18. 18
SEXTO DÍA: miércoles 3 de diciembre de 2014
Tema: La vida fraterna, primer apostolado.
Jaiko oñopehenguéicha, upéva tembiapo ñamotenonde va’erãva.
Testigo del día: Fray Luis de Bolaños, OFM (1539 - 1629)
Nació en Marchena, España, el año 1550. Tomó el hábito franciscano en el convento de su
villa natal. Siendo todavía diácono pasó al Paraguay en 1574. Tras cuatro años de excursiones
misioneras, en 1580 inició con el padre Alonso de San Buenaventura el sistema de las
reducciones, llegando a fundar 14 reducciones franciscanas desde el norte del Paraguay hasta
Buenos Aires. En 1586 figura como presidente del convento franciscano de Asunción. En
1589 reanudó su labor en las reducciones y en 1603 asistió al primer sínodo del Paraguay,
desempeñando a continuación cargos de gobierno de la Orden en Paraguay y en el Río de la
Plata. Completó su activísimo apostolado con la traducción del Catecismo Breve en lengua
guaraní, que se adoptó para la enseñanza cristiana de los indios de las regiones argentino-paraguayas.
En 1618 se retiró al convento de Buenos Aires, donde murió el 11 de octubre de
1629. Fray Luis de Bolaños, gran misionero franciscano del Paraguay colonial, es testigo de
la fe.
Lecturas
Is 25, 6-10a
Sal 22, 1-6
Mt 15, 29-37
Valor del reino: fraternidad
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
1ª lect. – celebremos y gocemos con su salvación
Ev. – él mando que la gente se sentara…
Aparecida
256. Jesús está presente en medio de una comunidad viva en la fe y en el amor fraterno. Allí
Él cumple su promesa: “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos” (Mt 18, 20). Está en todos los discípulos que procuran hacer suya la
existencia de Jesús, y vivir su propia vida escondida en la vida de Cristo (cf. Col 3, 3). Ellos
experimentan la fuerza de su resurrección hasta identificarse profundamente con Él: “Ya no
vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí” (Ga 2, 20). Está en los Pastores, que
representan a Cristo mismo (cf. Mt 10, 40; Lc 10, 16). Los Obispos han sucedido, por
institución divina, a los Apóstoles como Pastores de la Iglesia, de modo que quien los
escucha, escucha a Cristo, y quien los desprecia, desprecia a Cristo y a quien le envío
(Lumen Gentium, 20). Está en los que dan testimonio de lucha por la justicia, por la paz y
por el bien común, algunas veces llegando a entregar la propia vida, en todos los
acontecimientos de la vida de nuestros pueblos, que nos invitan a buscar un mundo más justo
y más fraterno, en toda realidad humana, cuyos límites a veces nos duelen y agobian.
159. La Iglesia, como “comunidad de amor”, está llamada a reflejar la gloria del amor de
Dios que, es comunión, y así atraer a las personas y a los pueblos hacia Cristo. En el ejercicio
19. 19
de la unidad querida por Jesús, los hombres y mujeres de nuestro tiempo se sienten
convocados y recorren la hermosa aventura de la fe. “Que también ellos vivan unidos a
nosotros para que el mundo crea” (Jn 17, 21). La Iglesia crece no por proselitismo sino “por
‘atracción’: como Cristo ‘atrae todo a sí’ con la fuerza de su amor”. La Iglesia “atrae” cuando
vive en comunión, pues los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los
otros como Él nos amó (cf. Rm 12, 4-13; Jn 13, 34).
163. En el pueblo de Dios, “la comunión y la misión están profundamente unidas entre sí…
La comunión es misionera y la misión es para la comunión”. En las iglesias particulares,
todos los miembros del pueblo de Dios, según sus vocaciones específicas, estamos
convocados a la santidad en la comunión y la misión.
156. La vocación al discipulado misionero es con-vocación a la comunión en su Iglesia. No
hay discipulado sin comunión. Ante la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser
cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas, afirmamos que la fe
en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella “nos da una familia, la familia
universal de Dios en la Iglesia Católica.
Evangelii Gaudium
87. Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanzado
desarrollos inauditos, sentimos el desafío de descubrir y transmitir la mística de vivir juntos,
de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa
marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una
caravana solidaria, en una santa peregrinación. De este modo, las mayores posibilidades de
comunicación se traducirán en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos. Si
pudiéramos seguir ese camino, ¡sería algo tan bueno, tan sanador, tan liberador, tan
esperanzador! Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien. Encerrarse en sí mismo es
probar el amargo veneno de la inmanencia, y la humanidad saldrá perdiendo con cada opción
egoísta que hagamos.
88. El Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con
su presencia física que interpela, con su dolor y sus reclamos, con su alegría que contagia en
un constante cuerpo a cuerpo. La verdadera fe en el Hijo de Dios hecho carne es inseparable
del don de sí, de la pertenencia a la comunidad, del servicio, de la reconciliación con la carne
de los otros. El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura.
90. Las formas propias de la religiosidad popular son encarnadas, porque han brotado de la
encarnación de la fe cristiana en una cultura popular. Por eso mismo incluyen una relación
personal, no con energías armonizadoras sino con Dios, Jesucristo, María, un santo. Tienen
carne, tienen rostros. Son aptas para alimentar potencialidades relacionales y no tanto fugas
individualistas. En otros sectores de nuestras sociedades crece el aprecio por diversas formas
de «espiritualidad del bienestar» sin comunidad, por una «teología de la prosperidad» sin
compromisos fraternos o por experiencias subjetivas sin rostros, que se reducen a una
búsqueda interior inmanentista.
91. Un desafío importante es mostrar que la solución nunca consistirá en escapar de una
relación personal y comprometida con Dios que al mismo tiempo nos comprometa con los
otros. Eso es lo que hoy sucede cuando los creyentes procuran esconderse y quitarse de
encima a los demás, y cuando sutilmente escapan de un lugar a otro o de una tarea a otra,
quedándose sin vínculos profundos y estables.
20. 20
99. El mundo está lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un difuso
individualismo que divide a los seres humanos y los enfrenta unos contra otros en pos del
propio bienestar. En diversos países resurgen enfrentamientos y viejas divisiones que se
creían en parte superadas. A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero
pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y
resplandeciente. Que todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros, cómo os dais aliento
mutuamente y cómo os acompañáis.
100…Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun
entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias,
difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa,
y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a
evangelizar con esos comportamientos?
101. Rezar por aquel con el que estamos irritados es un hermoso paso en el amor, y es un acto
evangelizador. ¡Hagámoslo hoy! ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno! Sí a las
relaciones nuevas que genera Jesucristo.
Alegraos
Por último, la fidelidad en el discipulado pasa por la experiencia de la fraternidad, lugar
teológico en el que estamos llamados a sostenernos en el sí gozoso al Evangelio: «Es la
Palabra de Dios la que suscita la fe, la nutre, la regenera. Es la Palabra de Dios la que toca los
corazones, los convierte a Dios y a su lógica, que es muy distinta a la nuestra; es la Palabra de
Dios la que renueva continuamente nuestras comunidades ».
Como testigos de comunión, no obstante nuestro modo de ver y nuestra limitación, estamos
llamados a llevar la sonrisa de Dios, y la fraternidad es el primer y más creíble evangelio que
podemos narrar. Se nos pide humanizar nuestras comunidades.
Para el Papa Francisco la ternura es signo distintivo de la fraternidad, una « ternura
eucarística», porque « la ternura nos hace bien ». La fraternidad tendrá « una fuerza de
convocación enorme. […] la fraternidad más allá de todas las diferencias posibles, es una
experiencia de amor que va más allá de los conflictos ».
Hablan los obispos del Paraguay: UNA PATRIA DE HERMANOS. En esta perspectiva
tenemos que hacernos capaces de vencer aquello que nos divide y nos separa. Superando
odios y violencia, debemos construir una patria de hermanos, una nación cristiana donde se
respeten los derechos humanos, que derivan de la dignidad de hijos de Dios llamados a un
destino trascendente…Consecuentemente, con su razón de ser, la Iglesia del Paraguay
promoverá esa dignidad haciendo llegar a todos la Palabra y la vida de Jesús Salvador de los
hombres. El vivo sentido de pertenencia a la Iglesia, la conciencia de formar un cuerpo, un
pueblo, una familia donde todos tienen su propia misión en la gran tarea de la evangelización,
permitirá la difusión del Reino de Dios y la edificación de la Iglesia. (Reflexiones sobre la
visita del Papa Juan Pablo II, agosto de 1988)
María
La Virgen María, orante y trabajadora, sale al encuentro para auxiliar (cf. su visita a su prima
Isabel, Lc 1,39ss). Esta actitud de salida hacia el otro, hace de ella un modelo de
21. 21
evangelización. Así, compartió en su familia, durante el ministerio público de su Hijo,
acompañándolo de cerca con los otros discípulos, y luego de la partida de su Hijo, estuvo
compartiendo con los demás experiencias de oración y testimonio de entrega. Ella, la madre
de todos los pueblos, acompaña a toda la humanidad hacia un mundo mejor. Para toda vida
fraterna es modelo de confianza, de entrega, de respeto y perseverancia.
22. 22
SÉPTIMO DÍA: jueves 4 de diciembre de 2014
Tema: La vida contemplativa recuerda a todos la necesidad de la oración.
Hekove kañymbýva Tupã rayhupápe ñanemomandu’a tekotevẽha ñañembo’e.
Testigo del día: Hermana María Felicia de Jesús Sacramentado – “Chiquitunga”
Nació el 12 de enero de 1925 en Villarrica. A los 16 años entró en la Acción Católica, de la
que fue miembro entusiasta y dirigente destacada, fue maestra como laica comprometida se
dedicó generosamente a los niños en la catequesis, a los jóvenes universitarios y trabajadores,
cuidó a enfermos y ancianos; primero en Villarrica y luego en Asunción. A los 30 años
ingresó a las Carmelitas Descalzas de Asunción y profesó sus votos en 1956. Aunque solo
vivió cuatro años en el Carmelo, su paso dejó gran recuerdo entre sus hermanas, que la
recuerdan por "su gran espíritu de sacrificio, caridad, generosidad, todo envuelto en gran
mansedumbre y comunicativa alegría". Falleció el 28 de marzo de 1959, domingo de Pascua,
en su rostro quedó estampada la dulce y característica sonrisa que le había animado en
vida. Chiquitunga tenía 34 años de edad. Es venerable y considerada la futura santa
paraguaya. Hermana María Felicia, “Chiquitunga”, es testigo de la fe.
Lecturas
Is 26, 1-6
Sal 117, 1.8-9. 19-21. 25-27a
Mt 7, 21.24-27
Valor del reino: oración
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
1ª lect – confiad siempre en el Señor…
Ev. – hay que edificar la casa sobre la roca
El contemplativo se plenifica, se llena totalmente de Dios. Sería como reposar en los brazos
del Señor, sintiéndonos acogidos y amados por Él, en donde Dios da sentido a todo y produce
una inmensa alegría. Actitud de María, quien atentamente escuchaba la Palabra de Jesús,
como señal de su predisposición discipular. El papa hace un llamado a que seamos
evangelizadores con Espíritu, orando y trabajando por un mundo mejor.
En este mundo de ruido, es necesario hacer silencio y ser capaces de penetrar en el interior de
la vida del Señor para comprender su entrega total por la humanidad, y la gran invitación a
salir al encuentro de una humanidad herida en el mundo veloz y ruidoso.
Aparecida
221. De manera especial, América Latina y El Caribe necesitan de la vida contemplativa,
testigo de que sólo Dios basta para llenar la vida de sentido y de gozo. En un mundo que va
perdiendo el sentido de lo divino, ante la supervaloración de lo material, ustedes queridas
religiosas, comprometidas desde sus claustros en ser testigos de unos valores por los que
viven, sean testigos del Señor para el mundo de hoy, infundan con su oración un nuevo
soplo de vida en la Iglesia y en el hombre actual (118. 118 JUAN PABLO II, Discurso a las
Religiosas de Clausura en la Catedral de Guadalajara, México, 30 de enero de 1979).
23. 23
222. El Espíritu Santo sigue suscitando nuevas formas de vida consagrada en la Iglesia, las
cuales necesitan ser acogidas y acompañadas en su crecimiento y desarrollo en el interior de
las Iglesias locales. El Obispo ha de hacer un discernimiento serio y ponderado sobre su
sentido, necesidad y autenticidad. Los Pastores valoran como un inestimable don la
virginidad consagrada, de quienes se entregan a Cristo y a su Iglesia con generosidad y
corazón indiviso, y se proponen velar por su formación inicial y permanente.
224. Los pueblos latinoamericanos y caribeños esperan mucho de la vida consagrada,
especialmente del testimonio y aporte de las religiosas contemplativas y de vida apostólica
que, junto a los demás hermanos religiosos, miembros de Institutos Seculares y Sociedades
de Vida Apostólica, muestran el rostro materno de la Iglesia. Su anhelo de escucha, acogida
y servicio, y su testimonio de los valores alternativos del Reino, muestran que una nueva
sociedad latinoamericana y caribeña, fundada en Cristo, es posible.
Evangelii Gaudium
281. Hay una forma de oración que nos estimula particularmente a la entrega evangelizadora
y nos motiva a buscar el bien de los demás: es la intercesión. Miremos por un momento el
interior de un gran evangelizador como san Pablo, para percibir cómo era su oración. Esa
oración estaba llena de seres humanos: «En todas mis oraciones siempre pido con alegría por
todos vosotros [...] porque os llevo dentro de mi corazón» (Flp 1,4.7). Así descubrimos que
interceder no nos aparta de la verdadera contemplación, porque la contemplación que deja
fuera a los demás es un engaño.
262. Evangelizadores con Espíritu quiere decir evangelizadores que oran y trabajan. Desde el
punto de vista de la evangelización, no sirven ni las propuestas místicas sin un fuerte
compromiso social y misionero, ni los discursos y praxis sociales o pastorales sin una
espiritualidad que transforme el corazón. Esas propuestas parciales y desintegradoras sólo
llegan a grupos reducidos y no tienen fuerza de amplia penetración, porque mutilan el
Evangelio. Siempre hace falta cultivar un espacio interior que otorgue sentido cristiano al
compromiso y a la actividad. Sin momentos detenidos de adoración, de encuentro orante con
la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos
debilitamos por el cansancio y las dificultades, y el fervor se apaga. La Iglesia necesita
imperiosamente el pulmón de la oración, y me alegra enormemente que se multipliquen en
todas las instituciones eclesiales los grupos de oración, de intercesión, de lectura orante de la
Palabra, las adoraciones perpetuas de la Eucaristía. Al mismo tiempo, «se debe rechazar la
tentación de una espiritualidad oculta e individualista, que poco tiene que ver con las
exigencias de la caridad y con la lógica de la Encarnación». Existe el riesgo de que algunos
momentos de oración se conviertan en excusa para no entregar la vida en la misión, porque la
privatización del estilo de vida puede llevar a los cristianos a refugiarse en alguna falsa
espiritualidad.
264. La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa
experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es
ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si
no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle
a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos
abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial. Puestos ante Él con el corazón
abierto, dejando que Él nos contemple, reconocemos esa mirada de amor que descubrió
Natanael el día que Jesús se hizo presente y le dijo: «Cuando estabas debajo de la higuera, te
vi» (Jn 1,48). ¡Qué dulce es estar frente a un crucifijo, o de rodillas delante del Santísimo, y
24. 24
simplemente ser ante sus ojos! ¡Cuánto bien nos hace dejar que Él vuelva a tocar nuestra
existencia y nos lance a comunicar su vida nueva! Entonces, lo que ocurre es que, en
definitiva, «lo que hemos visto y oído es lo que anunciamos» (1 Jn 1,3). La mejor motivación
para decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con amor, es detenerse en sus
páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos de esa manera, su belleza nos asombra,
vuelve a cautivarnos una y otra vez. Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos
permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a
llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás.
Alegraos
“Yo he encontrado algunas veces a personas consagradas que tienen miedo de la consolación
de Dios, y pobres, pobres, se atormentan, porque tienen miedo de esta ternura de Dios. Pero
no tengan miedo. No tengan miedo, el Señor es el Señor de la consolación, el Señor de la
ternura.” (Papa Francisco).
El Papa indica la oración como el manantial de fecundidad de la misión: « Cultivemos la
dimensión contemplativa, incluso en la vorágine de los compromisos más urgentes y duros.
Cuanto más les llame la misión a ir a las periferias existenciales, más unido ha de estar su
corazón a Cristo, lleno de misericordia y de amor ».
Hablan los obispos del Paraguay: “… Nuestro punto de partida debe ser la conversión
pastoral, la cual no sería posible sin una conversión personal. El punto de llegada será
comunicar y dar la vida plena en Cristo (Cfr. Jn 10,10)… Es imperiosa la necesidad de
comunicar esa vida plena a todos, sin distinción. Al encontrar esa vida plena satisfarán
aquellas necesidades de orden existencial más profundas de la persona humana, traducidas en
la necesidad de encontrar la verdadera felicidad que sólo Cristo nos da. El sentirse realizado,
por ser hijo o hija de Dios, conlleva consigo el camino del amor que se hace servicio a los
demás… Ante toda la realidad que vivimos y teniendo en cuenta nuestro punto de llegada, se
impone como necesaria una pastoral familiar que comience a formar a sus agentes en la
doctrina de la Iglesia, les facilite la experiencia de la Lectio Divina (lectura orante) en el
acercamiento a la Palabra de Dios, y les acompañe a la vivencia de los sacramentos de la
Iglesia; les vincule a la persona de la Madre de Jesús; les ayude a reconquistar el nicho
familiar y les anime a recuperar el inmenso valor y la práctica de la bendición a los hijos.”
(Carta Pastoral sobre la familia: “La Familia, patrimonio de nuestro pueblo y fundamento del
nuevo Paraguay, noviembre de 2011)
María
María pertenecía a los anawim o resto de Israel (pobres de Yahveh), quienes esperaban
fielmente al Mesías prometido. Ella fue de mucha oración, confiando en Dios y en sus
proyectos de salvación. En las Sagradas Escrituras vemos que aparece en las bodas de Caná
(cf. Jn 2) cuando Jesús inicia su ministerio y pasa a ser modelo de discípula del Señor que
vive plenamente los criterios del Reino. En el Magníficat (traducido por “proclama” o
“engrandece”) es el reflejo de la oración de los anawim, es decir, los pobres que confían en el
Señor. Este cántico tiene su base en el cántico de Ana (cf. 1Sam 2,1-10), y contiene un gran
anuncio profético de la misión de Nuestro Señor Jesús y las consecuencias que traerá al
mundo. Ella nos enseña a confiar plenamente en Dios más allá de las dificultades en la vida, a
poner a Dios por encima de los intereses particulares. Y esto es consecuencia de una vida de
oración intensa y profunda, de contemplación al Hijo de Dios en la vida activa de todos los
días.
OCTAVO DÍA: viernes 5 de diciembre de 2014
25. 25
Tema: Consagrados en el mundo, sin ser del mundo.
Ñandejára rembijokuái oiko yvy ape ári, noñesãmbyhýiramo jepe ko yvy arigua rehe.
Testigo del día: María Florencia Domínguez Netto – “Piché”
Nació en Asunción el 17 de octubre de 1917, pero a los cuatro años se mudó con la familia a
Encarnación, y por esta razón se la conoce como "la santa encarnacena". Durante casi toda su
vida esta mujer vivió en su lecho de enferma a causa de una parálisis, pero esto no le impidió
consagrarse a Dios en el Instituto Reina de la Misericordia, cuando tenía 23 años. Ante los
terribles dolores articulares ella decía: “son caricias de mi Jesús, las dulces caricias de mi
Jesús” y lo decía con una sonrisa, aun cuando estaba ardiendo de fiebre.
Piché fue un ejemplo en la aceptación de la voluntad de Dios, en el servicio, el buen consejo a
los demás, y en la perseverancia hasta el último aliento de su vida. Falleció el 17 de
noviembre de 1982, sus restos descansan en el cementerio de Encarnación, donde a diario
muchos van a pedir su intercesión. Por su paciencia en la enfermedad y por consagrar con
amor sus sufrimientos, María Florencia Domínguez – Piché, es testigo de la fe.
Lecturas
Is 29, 17-24
Sal 26, 1. 4. 13-14
Mt 9, 27-31
Valor del reino: solidaridad
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
1ª lect. – para que vea mis acciones dentro de ti…
Ev. al llegar a la casa… (hay que ir a la casa, al mundo…)
Aparecida
216. La vida consagrada es un don del Padre por medio del Espíritu a su Iglesia y constituye
un elemento decisivo para su misión. Se expresa en la vida monástica, contemplativa y
activa, los institutos seculares, a los que se añaden las sociedades de vida apostólica y otras
nuevas formas. Es un camino de especial seguimiento de Cristo, para dedicarse a Él con un
corazón indiviso, y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de la humanidad, asumiendo la
forma de vida que Cristo escogió para venir a este mundo: una vida virginal, pobre y
obediente.
217. En comunión con los Pastores, los consagrados y consagradas son llamados a hacer de
sus lugares de presencia, de su vida fraterna en comunión y de sus obras, espacios de anuncio
explícito del Evangelio, principalmente a los más pobres, como lo han hecho en nuestro
continente desde el inicio de la evangelización. De este modo, colaboran, según sus carismas
fundacionales, con la gestación de una nueva generación de cristianos discípulos y
misioneros, y de una sociedad donde se respete la justicia y la dignidad de la persona
humana.
218. Desde su ser, la vida consagrada está llamada a ser experta en comunión, tanto al
interior de la Iglesia como de la sociedad. Su vida y su misión deben estar insertas en la
Iglesia particular y en comunión con el Obispo. Para ello, es necesario crear cauces comunes
26. 26
e iniciativas de colaboración, que lleven a un conocimiento y valoración mutuos y a un
compartir la misión con todos los llamados a seguir a Jesús.
219. En un continente, en el cual se manifiestan serias tendencias de secularización, también
en la vida consagrada, los religiosos están llamados a dar testimonio de la absoluta primacía
de Dios y de su Reino. La vida consagrada se convierte en testigo del Dios de la vida en una
realidad que relativiza su valor (obediencia), es testigo de libertad frente al mercado y a las
riquezas que valoran a las personas por el tener (pobreza), y es testigo de una entrega en el
amor radical y libre a Dios y a la humanidad frente a la erotización y banalización de las
relaciones (castidad).
220. En la actualidad de América Latina y El Caribe, la vida consagrada está llamada a ser
una vida discipular, apasionada por Jesús camino al Padre misericordioso, por lo mismo, de
carácter profundamente místico y comunitario. Está llamada a ser una vida misionera,
apasionada por el anuncio de Jesús-verdad del Padre, por lo mismo, radicalmente profética,
capaz de mostrar a la luz de Cristo las sombras del mundo actual y los senderos de vida
nueva, para lo que se requiere un profetismo que aspire hasta la entrega de la vida, en
continuidad con la tradición de santidad y martirio de tantas y tantos consagrados a lo largo
de la historia del Continente. Y al servicio del mundo, apasionada por Jesús vida del Padre,
que se hace presente en los más pequeños y en los últimos a quienes sirve desde el propio
carisma y espiritualidad.
221. De manera especial, América Latina y El Caribe necesitan de la vida contemplativa,
testigo de que sólo Dios basta para llenar la vida de sentido y de gozo. En un mundo que va
perdiendo el sentido de lo divino, ante la supervaloración de lo material, ustedes queridas
religiosas, comprometidas desde sus claustros en ser testigos de unos valores por los que
viven, sean testigos del Señor para el mundo de hoy, infundan con su oración un nuevo
soplo de vida en la Iglesia y en el hombre actual118. 118 JUAN PABLO II, Discurso a las
Religiosas de Clausura en la Catedral de Guadalajara, México, 30 de enero de 1979.
222. El Espíritu Santo sigue suscitando nuevas formas de vida consagrada en la Iglesia, las
cuales necesitan ser acogidas y acompañadas en su crecimiento y desarrollo en el interior de
las Iglesias locales. El Obispo ha de hacer un discernimiento serio y ponderado sobre su
sentido, necesidad y autenticidad. Los Pastores valoran como un inestimable don la
virginidad consagrada, de quienes se entregan a Cristo y a su Iglesia con generosidad y
corazón indiviso, y se proponen velar por su formación inicial y permanente.
Evangelii Gaudium
271. Es verdad que, en nuestra relación con el mundo, se nos invita a dar razón de nuestra
esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan. Se nos advierte muy claramente:
«Hacedlo con dulzura y respeto» (1 Pe 3,16), y «en lo posible y en cuanto de vosotros
dependa, en paz con todos los hombres» (Rm 12,18). También se nos exhorta a tratar de
vencer «el mal con el bien» (Rm 12,21), sin cansarnos «de hacer el bien» (Ga 6,9) y sin
pretender aparecer como superiores, sino «considerando a los demás como superiores a uno
mismo» (Flp 2,3). De hecho, los Apóstoles del Señor gozaban de «la simpatía de todo el
pueblo» (Hch 2,47; 4,21.33; 5,13). Queda claro que Jesucristo no nos quiere príncipes que
miran despectivamente, sino hombres y mujeres de pueblo. Ésta no es la opinión de un Papa
ni una opción pastoral entre otras posibles; son indicaciones de la Palabra de Dios tan claras,
directas y contundentes que no necesitan interpretaciones que les quiten fuerza interpelante.
Vivámoslas «sine glossa», sin comentarios. De ese modo, experimentaremos el gozo
27. 27
misionero de compartir la vida con el pueblo fiel a Dios tratando de encender el fuego en el
corazón del mundo.
Alegraos
Llevar el abrazo de Dios
8. «La gente de hoy tiene necesidad ciertamente de palabras, pero sobre todo tiene necesidad
de que demos testimonio de la misericordia, la ternura del Señor, que enardece el corazón,
despierta la esperanza, atrae hacia el bien. ¡La alegría de llevar la consolación de Dios! ».Papa
Francisco nos confía a nosotros consagrados y consagradas esta misión: encontrar al Señor,
que nos consuela como una madre, y consolar al pueblo de Dios.
Estamos llamados a realizar un éxodo de nosotros mismos en un camino de adoración y de
servicio.8 « ¡Salir por la puerta para buscar y encontrar! Tengan el valor de ir contracorriente
de esta cultura eficientista, de esta cultura del descarte. El encuentro y la acogida de todos, la
solidaridad, es una palabra que la están escondiendo en esta cultura, casi una mala palabra, la
solidaridad y la fraternidad, son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente
humana. Ser servidores de la comunión y de la cultura del encuentro. Los quisiera casi
obsesionados en este sentido. Y hacerlo sin ser presuntuosos».
«El fantasma que se debe combatir es la imagen de la vida religiosa entendida como refugio y
consuelo ante un mundo externo difícil y complejo ». El Papa nos pide « salir del nido », para
ser enviados a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, entregándonos a Dios y al prójimo.
«La Iglesia debe ser atractiva. ¡Despertar al mundo! ¡Sean testimonio de un modo distinto de
hacer, de actuar, de vivir! Es posible vivir de un modo distinto en este mundo. […] Por lo
tanto, esto que me espero es el testimonio ».
Hablan los obispos del Paraguay: Los obispos procuramos vivir la comunión entre nosotros,
entre cada obispo y sus sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y con todo el Pueblo de
Dios, unidos al Santo Padre, como signo de unidad y vínculo de caridad según la tradición de
la Iglesia. Nuestro esfuerzo en este campo será permanente porque es decisivo para la
conformación de una Iglesia solidaria con la realidad y los anhelos de nuestro pueblo…
Insistimos en una evangelización que transforme profundamente los criterios de juicio, las
visiones antropológicas y culturales que debilitan el sentido del matrimonio y de la familia.
En este contexto, el diálogo entre la fe cristiana y la razón, la fe y la cultura, deberá forma
parte del vasto diálogo en el campo de las realidades temporales, sobre las cuales la luz de la
fe prestará una contribución que garantice la armonía de toda persona creyente con la
sociedad.” (Mensaje por el Bicentenario “Volver a las raíces de la República sobre los
valores humanos-cristianos”, marzo de 2011)
María
El papa nos dice que Ella “a través de las distintas advocaciones marianas, ligadas
generalmente a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el
Evangelio y entra a formar parte de su identidad histórica” (EG 286). Cuántas personas van
peregrinando a los santuarios marianos en el mundo entero. Con esto, ella ampara estos
lugares santos para que las personas puedan replantear sus vidas y decidirse a seguir al Señor.
¡Cuántas conversiones en los lugares marianos y a través de las diversas advocaciones! En
nuestro país, donde la gente se acerca más fácilmente a Dios a través de María, constatamos
28. 28
que mucha gente es devota de la Virgen. Últimamente inclusive hemos visto con agrado, que
tenemos tantas parroquias y capillas también con el nombre de la Virgen. Es la visita de la
Virgen a sus hijos para consagrarse a Dios y ser fermento en el mundo, luchando porque
nuestros hermanos se dejen encontrar por Dios y cambien de vida para seguirlo siempre con
alegría.
29. 29
NOVENO DÍA: sábado 6 de diciembre de 2014
Tema: La vida evangélica tiene que ser profética.
Umi oguatáva Hesu rapére ombohovái va’erã hendape’ỹva.
Testigo del día: Mons. Ismael Rolón, SDB (100 años de su nacimiento)
Nació en Caazapá el 24 de enero de 1914. Ingresó al Seminario Salesiano de Uruguay en
1927, ordenado sacerdote en 1941. Fue director del Colegio Monseñor Lasagna y párroco de
la parroquia María Auxiliadora. En 1960 fue nombrado Prelado de Caacupé y fue ordenado
obispo en la Basílica en 1966, año en que se erigió la Diócesis de Caacupé.
En julio de 1970 asumió como Arzobispo de Asunción donde estuvo hasta el año 1989. Fue
presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya durante varios periodos, se destacó por su
postura firme en defensa de los derechos humanos frente a los abusos de la dictadura
stronista. En 1971 abandonó el Consejo de Estado, visitó en 1978 a los presos políticos en la
cárcel de Emboscada, suspendió el Te Deum del 15 de agosto en la Catedral y encabezó en
1987 y 1988 las “procesiones del silencio”, reorganizó la Curia diocesana con nuevos
departamentos. Acompañó como presidente de la CEP la histórica visita de San Juan Pablo II
al Paraguay en 1988. Monseñor Ismael Rolón Silvero es testigo de la fe.
Lecturas
Mañana: Is 30, 19-21. 23-26 Tarde: Is40, 1-5. 9-11
Sal 146, 1-6 Sal 84, 9-14
Mt 9, 35 – 10,1. 5a. 6-8 2Pe 3, 8-14
Mc 1, 1-8
Valor del reino: justicia
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
Mañana:
1ª lect. – el señor vendará las heridas y curará los golpes…
Ev. – vayan y proclamen que el Reino de los cielos está cerca
Tarde:
1ª lect. – hablen al corazón, griten…
Sal. – la justicia marchará ante él…
2ª lect. – esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia…
Ev. – una voz grita en el desierto: preparen los caminos del Señor…
El papa Francisco es bien consciente que vivimos en un mundo de heridos. Las crónicas
hablan de guerras sangrientas, de crueles represiones, de violencias en las calles, de los
muchos que sufren soledad, de los que ven destruida su vida matrimonial y familiar, de los
desocupados, de los excluidos e incluso “descartados”, de los esclavos y víctimas de los
ídolos del dinero, del poder, del placer. Aparecida nos desafiaba al ponernos a las personas
que sufren en carne propia la pasión del Señor, personas heridas en cuerpo y alma, como los
pobres, refugiados y migrantes, ancianos abandonados y solos, mujeres violentadas y
abandonadas, niños muy vulnerables desde su misma concepción, los drogadictos, etc. De ahí
que el papa Francisco habla diciendo que la Iglesia es como hospital de campo, presentando la
30. 30
mejor medicina a la misericordia divina manifestada para la realidad humana, un dios que ve
con el corazón las miserias de los seres humanos y se compromete desde dentro de la misma
humanidad.
Lo esencial del profeta es el anuncio de la Buena Noticia, presente, operante y dinámica en
encarnación permanente en cada cultura y realidad. Aunque al mismo tiempo, como es el
anunciador de la Verdad, también denuncia las injusticias o toda situación de mentiras o
contrarias a la verdad. Pero en esas realidades se debe llevar la Buena Noticia. Es ahí donde el
Señor debe penetrar y con su presencia misericordiosa iluminar.
Aparecida
129. Dios Padre sale de sí, por así decirlo, para llamarnos a participar de su vida y de su
gloria. Mediante Israel, pueblo que hace suyo, Dios nos revela su proyecto de vida. Cada vez
que Israel buscó y necesitó a su Dios, sobre todo en las desgracias nacionales, tuvo una
singular experiencia de comunión con Él, quien lo hacía partícipe de su verdad, su vida y su
santidad. Por ello, no demoró en testimoniar que su Dios –a diferencia de los ídolos– es el
“Dios vivo” (Dt 5, 26) que lo libera de los opresores (cf. Ex 3, 7-10), que perdona
incansablemente (cf. Ex 34, 6; Eclo 2, 11) y que restituye la salvación perdida cuando el
pueblo, envuelto “en las redes de la muerte” (Sal 116, 3), se dirige a Él suplicante (cf. Is 38,
16). De este Dios –que es su Padre– Jesús afirmará que “no es un Dios de muertos, sino de
vivos” (Mc 12, 27).
130. En estos últimos tiempos, nos ha hablado por medio de Jesús su Hijo (Hb 1, 1ss), con
quien llega la plenitud de los tiempos (cf. Ga 4, 4). Dios, que es Santo y nos ama, nos llama
por medio de Jesús a ser santos (cf. Ef 1, 4-5).
131. El llamamiento que hace Jesús, el Maestro, conlleva una gran novedad. En la
antigüedad, los maestros invitaban a sus discípulos a vincularse con algo trascendente, y los
maestros de la Ley les proponían la adhesión a la Ley de Moisés. Jesús invita a encontrarnos
con Él y a que nos vinculemos estrechamente a Él, porque es la fuente de la vida (cf. Jn 15,
5-15) y sólo Él tiene palabras de vida eterna (cf. Jn 6, 68). En la convivencia cotidiana con
Jesús y en la confrontación con los seguidores de otros maestros, los discípulos pronto
descubren dos cosas del todo originales en la relación con Jesús. Por una parte, no fueron
ellos los que escogieron a su maestro fue Cristo quien los eligió. De otra parte, ellos no
fueron convocados para algo (purificarse, aprender la Ley…), sino para Alguien, elegidos
para vincularse íntimamente a su Persona (cf. Mc 1, 17; 2, 14). Jesús los eligió para “que
estuvieran con Él y enviarlos a predicar” (Mc 3, 14), para que lo siguieran con la finalidad
de “ser de Él” y formar parte “de los suyos” y participar de su misión. El discípulo
experimenta que la vinculación íntima con Jesús en el grupo de los suyos es participación de
la Vida salida de las entrañas del Padre, es formarse para asumir su mismo estilo de vida y
sus mismas motivaciones (cf. Lc 6, 40b), correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión
de hacer nuevas todas las cosas.
Evangelii Gaudium
50. Antes de hablar acerca de algunas cuestiones fundamentales relacionadas con la acción
evangelizadora, conviene recordar brevemente cuál es el contexto en el cual nos toca vivir y
actuar. Hoy suele hablarse de un «exceso de diagnóstico» que no siempre está acompañado de
propuestas superadoras y realmente aplicables. Por otra parte, tampoco nos serviría una
mirada puramente sociológica, que podría tener pretensiones de abarcar toda la realidad con
31. 31
su metodología de una manera supuestamente neutra y aséptica. Lo que quiero ofrecer va más
bien en la línea de un discernimiento evangélico. Es la mirada del discípulo misionero, que se
«alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo».
51. No es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad
contemporánea, pero aliento a todas las comunidades a una «siempre vigilante capacidad de
estudiar los signos de los tiempos». Se trata de una responsabilidad grave, ya que algunas
realidades del presente, si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de
deshumanización difíciles de revertir más adelante. Es preciso esclarecer aquello que pueda
ser un fruto del Reino y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios. Esto implica
no sólo reconocer e interpretar las mociones del buen espíritu y del malo, sino –y aquí radica
lo decisivo– elegir las del buen espíritu y rechazar las del malo. Doy por supuestos los
diversos análisis que ofrecieron otros documentos del Magisterio universal, así como los que
han propuesto los episcopados regionales y nacionales.
En esta Exhortación sólo pretendo detenerme brevemente, con una mirada pastoral, en
algunos aspectos de la realidad que pueden detener o debilitar los dinamismos de renovación
misionera de la Iglesia, sea porque afectan a la vida y a la dignidad del Pueblo de Dios, sea
porque inciden también en los sujetos que participan de un modo más directo en las
instituciones eclesiales y en tareas evangelizadoras.
Alegraos
« Se trata de dejar todo para seguir al Señor. No, no quiero decir radical. La radicalidad
evangélica no es sólo de los religiosos: se pide a todos. Pero los religiosos siguen al Señor de
manera especial, de modo profético. Yo espero de ustedes este testimonio. Los religiosos
tienen que ser hombres y mujeres capaces de despertar al mundo ».
La contemplación nos abre a la aptitud profética. El profeta es un hombre « que tiene los ojos
penetrantes y que escucha y dice las palabras de Dios, […] un hombre de tres tiempos:
promesa del pasado, contemplación del presente, ánimo para indicar el camino hacia el
futuro».
Hablan los obispos del Paraguay: “A los religiosos/as les damos nuestra cordial y paternal
acogida para enriquecernos con sus carismas. Sabemos del esfuerzo que realizan mediante la
oración, la reflexión y la acción para la renovación de su vida consagrada siendo fieles a las
orientaciones de la Iglesia. Sigan fieles a la radicalidad en el seguimiento de Cristo en
comunión con la jerarquía y las Iglesias particulares. El profetismo, propio de la vida
religiosa, debe ser fruto de la contemplación a fin de encarnar el proyecto y el Amor de Dios
en los hombres, muy particularmente a los pobres. Que este amo de Dios se refleje en la
fraternidad vivenciada en sus propias comunidades.” (Carta de los obispos del Paraguay a los
Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, y a los fieles cristianos, agosto de 2012)
María
De María se afirma que es dichosa y feliz porque ha creído, aceptando la Palabra de Dios que
llega a su corazón, la Palabra de la Verdad, recibiendo al Profeta de los profetas. Quién más
que ella, el arca de la Nueva alianza, quien recibe en su carne a la Buena Noticia, al
mismísimo Dios para hacerse carne, que conoce estar al servicio de la verdad y en contra de
toda mentira. Así, con el magníficat, ese canto se convierte en una profecía, pues Dios dirige
el mundo con su Providencia y cumple las promesas hechas a los mismos patriarcas.
32. 32
María se coloca en la línea de todos los pequeños, es decir, los humildes por confiar
plenamente en Dios, los hambrientos de Israel que por estar vacíos de sí, están llenos de Dios.
Además se cumple que todas las generaciones la llamarán feliz, pues todas las generaciones
de todos los siglos van cantando las glorias de aquella humilde y sencilla Virgen, elegida para
ser Madre de Dios, Madre del Profeta de los profetas, trayéndonos al mismo Salvador del
mundo.
33. 33
VÍSPERAS DE LA SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Segundo domingo de Adviento, 7 de diciembre de 2014
Tema: Enviados a servir a los pobres.
Ñandejára ñande jokuái mboriahu rembiguairã
Testigo del día: San Alonso Rodríguez, SJ
Nació en Zamora, España, en 1599. Ingresó a la Compañía de Jesús en 1614. En el año 1617
llegó a Buenos Aires, luego pasó a Córdoba, donde cursó sus estudios superiores de filosofía
y teología, allí mismo recibió la ordenación sacerdotal en 1624. Inmediatamente inició su
trabajo apostólico entre los indios guaycurúes en el Chaco paraguayo, fue el primer jesuita en
aprender la difícil lengua de los guaycurúes. En 1628, pasó a las misiones guaraníes del
Paraná y poco después de su llegada insistió reiteradamente a su superior, el Padre Roque
González, que lo lleve con él a fundar nuevas reducciones en el Caaró. Su pedido fue
aceptado y fueron juntos a la misión más pobre y difícil. Allí fue violentamente martirizado,
junto al Padre Roque, el 15 de noviembre de ese año. Fue canonizado en Ñu Guasu, con sus
compañeros Roque González de Santa Cruz y Juan del Castillo, durante la visita de San Juan
Pablo II al Paraguay en 1988. San Alonso Rodríguez es testigo de la fe.
Por la mañana:
Is 40, 1-5. 9-11
Sal 84, 9-14
2Pe 3, 8-14
Mc 1, 1-8
Por la tarde: Vísperas de la Inmaculada Concepción
Testigos: Fundadores de las congregaciones religiosas
Valor del reino: servicio
Ideas de las lecturas que se puede relacionar:
Mañana:
1ª lect. – consuelen, consuelen a mi pueblo… tomen en brazos los corderos y hagan recostar a
las madres…
Sal. – muéstranos Señor tu misericordia…
2ª lect. – Dios no quiere que nadie perezca…
Ev. – yo envío mi mensajero delante de ti…
La Iglesia en América Latina está también llamada, como lo hizo nuevamente en Aparecida y
lo desarrolló el papa Francisco fantásticamente en la “Evangelii Gaudium”, a ratificar y
potenciar muy concretamente la “opción preferencial por los pobres”, propia de discípulos y
testigos de un Dios que rico se hace pobre y se identifica especialmente con los pobres,
enfermos y excluidos, que son como la “segunda eucaristía del Señor”. El papa por ejemplo
va a lavar los pies a los menores de la cárcel en Roma, va a encontrar a los migrantes, algunos
incluso ya muertos, o cuando va a abrazar a los toxico-dependientes en el hospital de Río de
Janeiro, o visita a las favelas, dedica tiempo para estar con los enfermos, con esto nos muestra
34. 34
el evangelio vivido, el gran abrazo de la caridad que se hace carne, etc. Con estos gestos y
actitudes, nos pide optar también nosotros por las personas que más necesitan.
Aparecida
8. El don de la tradición católica es un cimiento fundamental de identidad, originalidad y
unidad de América Latina y El Caribe: una realidad histórico-cultural, marcada por el
Evangelio de Cristo, realidad en la que abunda el pecado –descuido de Dios, conductas
viciosas, opresión, violencia, ingratitudes y miserias– pero donde sobreabunda la gracia de la
victoria pascual. Nuestra Iglesia goza, no obstante las debilidades y miserias humanas, de un
alto índice de confianza y de credibilidad por parte del pueblo. Es morada de pueblos
hermanos y casa de los pobres.
391. Dentro de esta amplia preocupación por la dignidad humana, se sitúa nuestra angustia
por los millones de latinoamericanos y latinoamericanas que no pueden llevar una vida que
responda a esa dignidad. La opción preferencial por los pobres es uno de los rasgos que
marca la fisonomía de la Iglesia latinoamericana y caribeña. De hecho, Juan Pablo II,
dirigiéndose a nuestro continente, sostuvo que convertirse al Evangelio para el pueblo
cristiano que vive en América, significa revisar todos los ambientes y dimensiones de su
vida, especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común.
392. Nuestra fe proclama que “Jesucristo es el rostro humano de Dios y el rostro divino del
hombre”. Por eso “la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en
aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza. Esta
opción nace de nuestra fe en Jesucristo, el Dios hecho hombre, que se ha hecho nuestro
hermano (cf. Hb 2, 11-12). Ella, sin embargo, no es ni exclusiva, ni excluyente.
393. Si esta opción está implícita en la fe cristológica, los cristianos, como discípulos y
misioneros, estamos llamados a contemplar, en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el
rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos: “Los rostros sufrientes de los pobres son
rostros sufrientes de Cristo”. Ellos interpelan el núcleo del obrar de la Iglesia, de la pastoral y
de nuestras actitudes cristianas. Todo lo que tenga que ver con Cristo, tiene que ver con los
pobres y todo lo relacionado con los pobres reclama a Jesucristo: “Cuanto lo hicieron con uno
de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron” (Mt 25, 40). Juan Pablo II
destacó que este texto bíblico “ilumina el misterio de Cristo”. Porque en Cristo el grande se
hizo pequeño, el fuerte se hizo frágil, el rico se hizo pobre.
394. De nuestra fe en Cristo, brota también la solidaridad como actitud permanente de
encuentro, hermandad y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles,
principalmente en la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnerables y excluidos,
y en el permanente acompañamiento en sus esfuerzos por ser sujetos de cambio y
transformación de su situación. El servicio de caridad de la Iglesia entre los pobres “es un
ámbito que caracteriza de manera decisiva la vida cristiana, el estilo eclesial y la
programación pastoral”.
395. El Santo Padre nos ha recordado que la Iglesia está convocada a ser “abogada de la
justicia y defensora de los pobres”. Tenemos mucho que ofrecer, ya que no cabe duda de que
la Doctrina Social de la Iglesia es capaz de suscitar esperanza en medio de las situaciones
más difíciles, porque, si no hay esperanza para los pobres, no la habrá para nadie, ni
siquiera para los llamados ricos. La opción preferencial por los pobres exige que prestemos
especial atención a aquellos profesionales católicos que son responsables de las finanzas de
las naciones, a quienes fomentan el empleo, los políticos que deben crear las condiciones
35. 35
para el desarrollo económico de los países, a fin de darles orientaciones éticas coherentes
con su fe.
396. Nos comprometemos a trabajar para que nuestra Iglesia Latinoamericana y Caribeña
siga siendo, con mayor ahínco, compañera de camino de nuestros hermanos más pobres,
incluso hasta el martirio. Hoy queremos ratificar y potenciar la opción del amor preferencial
por los pobres hecha en las Conferencias anteriores. Que sea preferencial implica que debe
atravesar todas nuestras estructuras y prioridades pastorales. La Iglesia latinoamericana está
llamada a ser sacramento de amor, solidaridad y justicia entre nuestros pueblos.
397. En esta época, suele suceder que defendemos demasiado nuestros espacios de privacidad
y disfrute, y nos dejamos contagiar fácilmente por el consumismo individualista. Por eso,
nuestra opción por los pobres corre el riesgo de quedarse en un plano teórico o meramente
emotivo, sin verdadera incidencia en nuestros comportamientos y en nuestras decisiones. Es
necesaria una actitud permanente que se manifieste en opciones y gestos concretos, y evite
toda actitud paternalista. Se nos pide dedicar tiempo a los pobres, prestarles una amable
atención, escucharlos con interés, acompañarlos en los momentos más difíciles, eligiéndolos
para compartir horas, semanas o años de nuestra vida, y buscando, desde ellos, la
transformación de su situación. No podemos olvidar que el mismo Jesús lo propuso con su
modo de actuar y con sus palabras: “Cuando des un banquete, invita a los pobres, a los
lisiados, a los cojos y a los ciegos” (Lc 14, 13).
398. Sólo la cercanía que nos hace amigos nos permite apreciar profundamente los valores de
los pobres de hoy, sus legítimos anhelos y su modo propio de vivir la fe. La opción por los
pobres debe conducirnos a la amistad con los pobres. Día a día, los pobres se hacen sujetos
de la evangelización y de la promoción humana integral: educan a sus hijos en la fe, viven
una constante solidaridad entre parientes y vecinos, buscan constantemente a Dios y dan
vida al peregrinar de la Iglesia. A la luz del Evangelio reconocemos su inmensa dignidad y su
valor sagrado a los ojos de Cristo, pobre como ellos y excluido entre ellos. Desde esta
experiencia creyente, compartiremos con ellos la defensa de sus derechos.
524. La Iglesia de Dios en América Latina y El Caribe es sacramento de comunión de sus
pueblos. Es morada de sus pueblos; es casa de los pobres de Dios. Convoca y congrega todos
en su misterio de comunión, sin discriminaciones ni exclusiones por motivos de sexo, raza,
condición social y pertenencia nacional. Cuanto más la Iglesia refleja, vive y comunica ese
don de inaudita unidad, que encuentra en la comunión trinitaria su fuente, modelo y destino,
resulta más significativo e incisivo su operar como sujeto de reconciliación y comunión en la
vida de nuestros pueblos. María Santísima es la presencia materna indispensable y decisiva
en la gestación de un pueblo de hijos y hermanos, de discípulos y misioneros de su Hijo.
Evangelii Gaudium
El lugar privilegiado de los pobres en el Pueblo de Dios
197. El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo «
se hizo pobre » (2 Co 8,9). Todo el camino de nuestra redención está signado por los pobres.
Esta salvación vino a nosotros a través del « sí » de una humilde muchacha de un pequeño
pueblo perdido en la periferia de un gran imperio.
El Salvador nació en un pesebre, entre animales, como lo hacían los hijos de los más pobres;
fue presentado en el Templo junto con dos pichones, la ofrenda de quienes no podían