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Muy 369Entrevista

12 de Jul de 2016
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Muy 369Entrevista

  1. entrevista L a oscuridad cae sobre el salón. La expec- tativa se percibe en el aire. Una orques- ta desafinada de tosidos acompaña la espera. Y entonces se escuchan unos pasos. Un hombre flaco y alto se acerca. Erguido en el escenario y con un micrófono como única arma frente a cientos de desconocidos, abre la boca y dice: “Imagina que estás en un bar o discoteca y te pones a hablar con una chica que te pregunta: ‘¿Y tú de qué trabajas?’. Y como piensas que tu trabajo es superinteresante le dices: ‘Soy matemático’. El 33,51 por ciento de las chicas simulan una llamada telefónica y se van. El 64,69 por ciento intenta cambiar de tema y también se van. Hay un 0,8 por ciento que son tu prima, tu novia y tu madre que saben que trabajas de algo raro pero no entienden en qué; y hay un 1 por ciento que sigue la conversación”. Así comienza su espectáculo de stand-up el español Eduardo Sáenz de Cabezón. Nacido en el pequeño pueblo de Logroño, este docen- te en la Universidad de La Rioja de 42 años le encontró la vuelta a la comunicación de su especialidad, la matemática, a un público masivo y siempre alérgico a las ecuaciones: la risa. Ganador de la edición 2013 de FameLab España –un concurso internacional de monó- logos científicos que nació en 2005 gracias a una idea original del Festival de Cheltenham, Inglaterra–, es uno de los líderes de habla his- pana en este nuevo movimiento destinado a contagiar ideas a través de un formato infor- mal, conversacional a años luz de las conferen- cias aburridas y solemnes. Junto a un grupo de colegas con el mismo interés, hace dos años fundó el grupo The Big Van Theory (www.bi- gvanscience.com), una especie de club cientí- fico de la comedia que gira por el mundo para hacer llegar la física, biología, historia a todas las personas. ¿Cuál es el principal elemento que distingue sus espectáculos? La risa. El humor y el contagio de emocio- nes es un gran vehículo de comunicación. Lo- gra que quien escucha un monólogo se apropie de su contenido. Lo sientes tuyo. Al producirse una identificación ya forma parte de ti y te in- teresas más por eso. Es lo que buscamos: ser como Alien: el octavo pasajero. Implantar en cada persona una semilla –o un pequeño pa- rásito– que crezca en su interior. ¿Sería algo así como infectar ideas, ser agen- tes de infección? Exacto. A muchos científicos les cuesta hablar en público. Se sienten desnudos fren- te a una audiencia. Pero es nuestra obliga- ción. Como comunidad científica tenemos el deber de comunicar la ciencia a la sociedad a la que pertenecemos. Es un derecho de la sociedad conocer la ciencia que se hace. Es la sociedad la que genera ciencia a través de los científicos. Cada vez con más fuerza, el stand-up se está convirtiendo en un nuevo estilo y medio para comunicar disciplinas como la biología, la física y la química. Este español es uno de los nuevos “Seinfeld de la ciencia”, investigadores que superan la vergüenza de hablar frente a cientos de personas usando el humor para contagiar ideas. Por federico kukso Eduardo Sáenz de Cabezón, MATEMÁTICO ” ” 64 m PARA REÍR Y PENSAR El matemático español Eduardo Sáenz de Cabezón es uno de los fundadores del The Big Van Theory, un grupo de monologuistas científicos cuyo objetivo es acercar la ciencia al público general, mostrando los avances de una forma divertida. Con los monólogosabrimos la puerta al universo científico
  2. científicos sobre ruedas En el libro Si tú me dices gen lo dejo todo (El Ateneo), los monologuistas de The Big Van Theory compilan algunos de sus mejores monólogos (y sus explicaciones científicas). entrevista 66 m “La risa es un gran vehículo para comunicar la ciencia” ¿Pero todos los científicos deben ser ahora monologuistas? No. No todos los científicos tienen que ser divertidos, graciosos. Muchos sienten vergüen- za. En los cursos que damos decimos que hay que buscar la naturalidad de la expresión. Es un entrenamiento que incluso sirve en la co- municación de los resultados de sus investiga- ciones a sus pares en congresos, por ejemplo. Si uno quiere que sus colegas entiendan bien lo que uno hace hay que entrenar, como un de- portista que entrena para un Juego Olímpico. Y en eso tenemos una carencia los científicos. ¿Cuáleslaclavedeunbuenmonólogocientífico? Ponerse en el lugar de la audiencia que se tiene por delante. La oralidad tiene un gran poder: es un gran vehículo para provocar in- terés. Otro ingrediente fundamental de los monólogos es transformar los elementos que se quieren transmitir en una pregunta signi- ficativa para quienes nos están escuchando. Y una vez que se ha generado esa pregunta, se responde. Por ejemplo, ¿por qué me debe- ría interesar que me cuenten sobre una rana que no se congela durante el invierno? A muy poca gente le interesa. Pero si se comienza el monólogo preguntando “¿Cuál es la dife- rencia entre estar vivo y estar muerto?” se- para saber más https://www.youtube.com/ watch?v=jej8qlzlAGw Charla de Eduardo Sáenz de Cabezón en TEDxRíoDeLaPlata. BUSCÁ en la web guramente se captará la atención de todos. Otro elemento clave es el suspenso. Contar un relato, atrapar a la gente y en un momen- to cortarlo. Dejar a la gente con las ganas de querer saber más. Antes de la formalización de la ciencia en pa- pers, investigadores como Darwin contaban sus trabajos con un estilo epistolar y narrativo su- mamente atrapante. ¿Cree que se perdió mucho con el estilo frío y seco de las publicaciones en revistas como Science y Nature? Sí. La ciencia se ha especializado tanto que en muchos casos se pierden de vista las gran- des ideas, los grandes interrogantes detrás de un hallazgo. Las narraciones alrededor de una fogata han servido tradicionalmente para explicar el mundo en que vivimos. Y eso es lo que hacemos los científicos. Tenemos que recuperar esa narración de la ciencia. ¿Los monologuistas científicos nacen o se hacen? Yo creo que todos tenemos latente la habi- lidad de contar historias. Se trata de explotar, entrenar esa capacidad. Hay gente que tiene un interés previo mayor, pero cada uno tiene que buscar su propia voz, su propia naturali- dad. O sea, saber quiénes somos cuando nos paramos frente a alguien. Enelmundodelstand-uphayestilos.Está Seinfeld,LuisCK,ChrisRock.¿Enlacomunidaddel stand-upcientíficoseapreciantambiénmodos distintosdecontar? Sí. Hay quien le gusta más el humor de si- tuación. Hay gente más narrativa que cuenta más historias. Otros hacen humor más escé- nico. ¿Hatenidoalgunarepercusiónnegativaporlo quehacedentrodelacomunidadmatemáticaala quepertenece? No. Pero sé que en ciertos países sí ocurre. Provocar interés por lo que hacemos los cien- tíficos nos da visibilidad. No se trata de su- perficializar la ciencia. La seriedad científica puede convivir con el humor y con una comu- nicación más informal para un público más amplio. Se trata de cubrir ese hueco que hay entre la gente con cierto interés por la ciencia que aún no puede alcanzar los libros más se- sudos o de divulgación más dura. Nuestro tra- bajo es generar interés para que puedan luego dar otro paso. Con los monólogos abrimos la puerta al universo científico. ¿Aúnsesientenerviosoalhablarfrenteamiles depersonas? Sí, mucho. Cuando me paro frente al públi- co, los nervios siempre están. Pero luego son reemplazados por el placer y el gusto de sen- tirme más conectado con una audiencia que la pasa bien y sale sabiendo algo que no sabía antes. Es el poder mágico de la risa. En la serie The Big Bang Theory utilizan la ciencia para hacer reír. Nosotros hacemos lo contrario: usa- mos la risa para contar la ciencia. ELCLUBDELACOMEDIA HUMOR Y CIENCIA Los cursos de stand-up científico se reproducen porelmundo.Elañopasado,porejemplo,auspicia- do por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Inno- vación Productiva de la Nación, el humorista Diego Wainstein entrenó un grupo de paleontólgos, bio- tecnólogos y programadores argentinos en el arte decrearmonólogosconconte- nidocientífico.Losresultados sevieronluegoenTecnópolis donde la biotecnóloga Nadia Chiaramoni, el biólogo Alejan- dro Saint Esteven y el doctor en ciencias de la com- putación Fernando Schapachnik, entre otros, utilizaron sus nuevosconocimientosdetécni- casdenarraciónoralystand- upparaentreteneramásde tres mil personas. La fiebre de stand-up científico se siente también en grandes institutos científicos como el CERN en Suiza (con el evento LHComedy), el MITyHarvard.
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