El proceso educativo, no solo implica una concepción del hombre como ente individual; sino del hombre situado y temporalizado en el contexto de la sociedad. Hablar de sociedad es hablar del hombre como ser social, como ser relacionante que con sus actos, con su práctica económica, práctica ideológica contribuye a la organización y funcionamiento de la sociedad. La relación educación-sociedad queda declarada, en cuanto la educación es producto de la sociedad y esta garantiza su cohesión y continuidad a través de ella, pues es el mecanismo mediante el cual puede anticipar y asegurar un futuro.