2. Cuando
Louise
tenía
13
años
empezó
a
quejarse
de
dolores
de
cabeza.
En
los
años
siguientes
recibió
atención
social,
de
sus
progenitores
y
de
los
profesionales,
que
incluían
comentarios
del
Apo:
«Ay,
pobrecita,
debe
de
dolerte
mucho»,
«déjame
darte
un
abrazo,
para
que
te
sientas
mejor»,
o
«siento
mucho
lo
de
tus
dolores
de
cabeza,
¿hay
algo
que
pueda
hacer
por
A?».
Además,
con
frecuencia,
las
quejas
de
Louise
por
sus
dolores
de
cabeza
llevaron
a
que
obtuviera
permiso
para
quedarse
en
casa.
Estas
consecuencias
habrían
reforzado
el
problema,
y
a
los
26
años,
Louise
experimentaba
dolores
de
cabeza
casi
a
diario.
Estos
dolores
tenían
las
caracterísAcas
Opicas
de
las
migrañas:
algunos
síntomas
visuales
(ver
destellos
plateados),
seguido
de
laAdos
en
las
sienes,
náuseas
y
vómitos.
Había
probado
varios
tratamientos
sin
éxito,
incluyendo
medicación,
acupuntura,
quiropraxis,
psicoterapia
y
electroshock.
Las
inyecciones
de
Demerol,
que
le
ponía
su
médico
aproximadamente
tres
veces
por
semana,
consiguieron
una
mejoría
temporal.
Varios
exámenes
médicos
fracasaron
al
intentar
idenAficar
una
base
orgánica
para
los
dolores.
Tras
extensas
evaluaciones
posteriores
por
parte
del
terapeuta,
Louise
admiAó
que
sus
migrañas
habían
sido
aprendidas
mediante
reforzamiento,
y
dijo
que
intentaría
un
programa
de
terapia
conductual.
3. Tratamiento
1. Louise
entendió
que
su
médico
no
le
daría
más
Demerol.
2. Louise
y
su
marido
estuvieron
de
acuerdo
en
que
él
registrara
sus
conductas
de
dolor,
opera@vizadas
como
quejas,
irse
a
la
cama
y
ponerse
compresas
frías
en
la
cabeza.
3. Padre,
madre
y
marido,
el
médico
y
el
personal
de
enfermería
a
quienes
acudía
regularmente,
aceptaron
ignorar
completamente
todas
las
conductas
de
dolor
que
exhibiera.
4. Estas
mismas
personas
la
elogiaban
y
le
proporcionaban
otros
reforzadores
por
conductas
«buenas»,
como
hacer
ejercicio
y
llevar
a
cabo
tareas
domés@cas.
5. Para
asegurar
su
compromiso
con
el
programa,
Louise
firmó
un
documento
(denominado
contrato
conductual)
que
esbozaba
los
componentes
del
tratamiento.
4. El
principio
de
ex5nción
establece
que:
Si
una
respuesta
se
ha
incrementado
en
frecuencia
mediante
reforzamiento
posi@vo,
el
cese
completo
del
reforzamiento
causará
una
disminución
en
la
frecuencia
de
la
misma.
Hay
que
tener
en
cuenta
que
la
ex@nción
es
solo
una
de
las
múl@ples
causas
posibles
de
la
disminución
de
una
conducta.
5. Factores
que
influyen
en
la
eficacia
de
la
ex5nción:
Caso:
Cuidadoras
de
la
guardería
ignoran
los
berrinches
de
Tommy.
Otra
entra
y
dice:
“Tommy,
si
dejas
de
llorar
te
doy
un
caramelo”,
probablemente
Tommy
dejara
de
llorar
en
ese
momento....
6. 1.
El
control
de
los
reforzadores
de
la
conducta
que
se
quiere
reducir
Los
reforzadores
presentados
por
otros
o
por
el
entorno
Tsico
pueden
menoscabar
los
esfuerzos
aplicados
en
la
ex@nción,
pero
lamentablemente,
es
diTcil
convencer
de
esto
a
quienes
no
están
familiarizados
con
los
principios
del
refuerzo
posi@vo
y
de
la
ex@nción.
7. 2.
Ex5nción
de
una
conducta
combinada
con
el
reforzamiento
posi5vo
de
una
conducta
alterna5va
La
ex@nción
es
más
efec@va
cuando
se
combina
con
reforzamiento
posi@vo
de
alguna
conducta
alterna@va.
Durante
la
aplicación
de
la
ex@nción,
es
importante
asegurarse
de
que
los
refuerzos
que
se
re@ran
son
los
realmente
estaban
manteniendo
el
comportamiento
inadecuado.
Equivocarse
al
hacer
esto,
no
sa@sfaría
técnicamente
la
definición
de
ex@nción,
y
la
conducta
no
deseada
no
desaparecería.
“Al
niño
que
no
haga
berrinche
se
le
da
un
dulce
o
un
juguete”
8. 3.
El
ámbito
en
la
que
se
lleva
a
cabo
la
ex5nción
Una
razón
para
cambiar
el
entorno
en
que
se
lleva
a
cabo
la
ex@nción
es
minimizar
la
posibilidad
de
que
otras
personas
refuercen
la
conducta
que
se
pretende
reducir.
Es
importante
considerar
el
ámbito
en
que
se
va
a
llevar
a
cabo
la
ex@nción
para:
a) Minimizar
la
influencia
de
reforzadores
alterna@vos
de
la
conducta
no
deseada
que
se
quiere
ex@nguir
b) maximizar
las
opciones
de
que
los
modificadores
de
conducta
persistan
en
el
programa.
AdverAr
a
cuidadora
que
el
refuerzo
posiAvo
del
dulce
no
es
úAl
en
la
exAnción.
Pedirle
a
madre
que
no
lo
tranquilice
con
premios
o
dulces
en
casa.
9. 4.
Instrucciones:
el
uso
de
reglas
• Aunque
no
es
necesario
que
una
persona
sea
capaz
de
hablar
o
de
entender
la
ex@nción,
es
probable
que
si
ayude
a
acelerar
el
decremento
de
la
conducta
si
se
le
ha
explicado
desde
el
principio
que:
“Cada
vez
que
hagas
X
conducta,
entonces
el
reforzador
no
va
a
ocurrir
más”.
• “Cada
vez
que
llores
por
berrinche,
no
habrá
dulces
en
todo
el
dia”.
“Si
no
haces
berrinches
probablemente
tu
mama
te
compre
un
helado
en
el
camino
a
casa”
10. 5.
La
ex5nción
puede
ser
más
rápida
tras
reforzamiento
con5nuo
• La
ex@nción
suele
ser
más
rápida
tras
el
reforzamiento
con@nuo
(en
que
todas
las
respuestas
han
sido
reforzadas)
que
tras
el
refuerzo
intermitente
(en
que
las
respuestas
eran
reforzadas
solo
una
veces).
Si
se
intenta
ex@nguir
una
conducta
que
ha
sido
reforzada
intermitentemente,
hay
que
prepararse
para
que
la
ex@nción
se
prolongue
más
@empo.
11. 6.
Una
conducta
que
se
intenta
ex5nguir
puede
ponerse
peor
antes
de
desaparecer
Hay
conductas
que
durante
la
ex@nción
se
incrementan
llama@vamente
antes
de
empezar
a
desaparecer.
Se
denomina
pico
o
explosión
de
la
ex5nción
al
incremento
en
la
respuesta
que
a
veces
se
produce
durante
la
ex@nción.
Quien
pretende
aplicar
un
programa
de
ex@nción
ha
de
conocer
la
posibilidad
de
que
la
ac@vidad
aumente
llama@vamente
antes
de
desaparecer.
12. 7.
La
ex5nción
puede
producir
agresiones
que
interfieran
con
el
programa
• Otra
dificultad
de
la
ex@nción
es
que
el
procedimiento
podría
provocar
agresividad,
Una
opción
consiste
en
llevar
a
cabo
el
programa
de
ex@nción
en
un
entorno
que
tolere
una
cierta
can@dad
de
agresión.
13. 8.
Una
conducta
ex5nguida
podría
reaparecer
• Otra
de
la
dificultad
es
que
una
conducta
que
ha
desaparecido
completamente
durante
la
ex@nción
puede
reaparecer.
Nuevamente
poner
en
marcha
programa
de
ex@nción.
15. 1.
Selección
de
la
conducta
a
reducir
a)
Conviene
tratar
una
conducta
específica
y
no
esperar
una
mejoría
completa
inmediata.
b)
Recuerde
que
la
conducta
puede
empeorar
antes
de
mejorar
y
que
a
veses
se
observa
cierta
agresividad
durante
el
proceso
de
ex@nción.
c)
Hay
que
elegir
una
ac@vidad
que
pueda
controlar
los
reforzadores
que
la
están
manteniendo.
16. 2.
Consideraciones
preliminares
a)
Si
es
posible,
registre
la
frecuencia
de
la
conducta
obje@vo
antes
de
empezar
el
programa
de
ex@nción.
Durante
esta
fase
de
registro,
no
debe
re@rarse
el
reforzador
de
la
conducta
no
deseable.
b)
Hay
que
procurar
iden@ficar
qué
está
reforzando
la
ac@vidad
inadapta@va
para
poder
re@rarlo
durante
el
tratamiento.
Si
no
es
posible,
entonces,
técnicamente,
el
programa
deseable
no
tendría
componente
de
ex@nción.
c)
Es
aconsejable
iden@ficar
un
comportamiento
alterna@vo
adapta@vo
que
la
persona
pueda
realizar.
d)
Iden@fique
reforzadores
efec@vos
para
aplicarlos
a
la
conducta
alterna@va
deseable.
e)
Conviene
seleccionar
un
entorno
adecuado
en
que
la
ex@nción
pueda
llevarse
a
cabo
sa@sfactoriamente.
f)
Hay
que
asegurarse
de
que
las
personas
implicadas
conozcan
de
antemano
qué
conducta
va
a
ser
ex@nguida
y
cuál
va
a
ser
reforzada.
Quienes
van
a
estar
en
contacto
con
las
persona
@enen
que
estar
avisados
para
que
ignoren
las
acciones
a
ex@nguir
y
premien
las
alterna@vas
buscadas.
17. 3.
Puesta
en
marcha
del
plan
a)
La
persona
debe
conocer
con
precisión
cuál
es
el
plan
antes
de
empezar.
b)
En
relación
con
el
refuerzo
posi@vo
para
la
conducta
alterna@va
deseable,
hay
que
asegurarse
de
que
cumple
las
reglas
per@nentes.
c)
Después
de
empezar
el
programa,
habrá
que
mantener
la
consistencia
de
la
re@rada
del
reforzamiento
después
de
todos
los
episodios
de
la
conducta
no
deseable
y
también
al
reforzar
la
ac@vidad
alterna@va
deseable.
18. 4.
Como
independizar
al
estudiante
del
programa
a)
Después
que
la
conducta
no
deseable
se
haya
reducido
hasta
desaparecer,
hay
que
estar
preparados
para
posibles
reapariciones
espontáneas.
b)
Hay
tres
posibles
razones
para
que
falle
un
procedimiento
de
ex@nción:
• 1.
La
atención
que
se
re@ra
después
de
una
conducta
inadecuada
no
era
el
reforzador
que
estaba
manteniéndola.
• 2.
La
conducta
inadapta@va
está
recibiendo
refuerzo
intermitente
de
otra
fuente.
• 3.
No
se
ha
fortalecido
adecuadamente
la
ac@vidad
alterna@va
per@nente.
• Si
el
procedimiento
de
intervención
se
está
prolongando
sin
éxito
más
de
lo
previsto,
convendría
repasar
cuidadosamente
estas
razones.
c)
En
relación
con
el
refuerzo
de
una
ac@vidad
alterna@va
favorable,
es
aconsejable
seguir
las
pautas
comentadas
en
el
capítulo
3
para
independizar
al
niño
del
programa.
(Intentar
eliminar
gradualmente
los
reforzadores
tangibles
como
(golosinas
o
juguetes)
y
mantener
la
conducta
con
reforzadores
sociales,
como
elogios).
19. Descripción
de
Caso:
Una
pareja
de
padres
se
presentan
a
clínica,
indicando
que
su
hijo
un
niño
de
9
años
se
orina
en
la
cama
todas
las
noches.
Ellos
indican
que
su
hijo
no
@ene
ningún
problema
médico
ni
problemas
en
la
escuela.
Describen
los
métodos
que
han
u@lizado
para
tratar
el
problema:
le
han
pegado,
lo
han
enviado
a
vender
piedras,
lo
le
han
docho
que
es
un
shuco
y
aun
así
no
hay
ningún
cambio.
Cuando
se
refieren
a
él,
lo
hacen
con
las
siguientes
palabras:
meón,
sucio,
orinon,
etc.
Se
avergüenzan
de
él
y
lo
avergüenzan
delante
de
sus
amigos.
El
padre
reconoce
tener
mal
carácter,
ser
impulsivo,
acostumbrado
a
alzar
la
voz,
la
mamá
por
su
parte
se
describe
como
una
mamá
cansada,
temerosa
del
estallido
del
esposo
y
preocupada
por
la
situación
de
su
hijo.
Diagnós5co
fisiológico:
Se
realiza
un
examen
médico
integral
para
descartar
alguna
causa
neurológica
u
orgánica
de
la
Enuresis.
No
aparece
ninguna
afección
orgánica.
20. Intervención
conductual:
• Que
hacer
con
padres?
• Que
hacer
con
niño?
• Qué
Programa?
• Qué
Estrategias
par@culares?
21. Intervención:
• Comunicación
con
los
padres:
• Explicarles
la
importancia
de
su
involucramiento
y
necesidad
de
seguir
los
lineamientos
que
se
den,
para
ayudar
a
su
hijo.
• Usar
reforzadores
agradables
como:
palabras
posi@vas,
de
amor,
gestos
agradables
como
abrazos,
sonrisas.
• Deberán
evitar
a
toda
costa,
las
e@quetas
como:
“meón”.
Incluso
las
menos
ofensivas,
como
fuentecita
o
cosas
por
el
es@lo.
Se
deben
referir
a
él
de
manera
cariñosa,
sin
denotar
defectos
o
problemas.
• Evitar
cualquier
@po
de
situación
en
la
que
se
le
avergüence,
se
le
grite,
se
le
pegue
y
toda
acción
que
las@me
la
autoes@ma
del
niño.
22. Comunicación
con
el
niño:
Los
padres
le
explicaran
a
su
hijo
que
han
pedido
consejo
de
cómo
ayudarlo
para
que
ya
no
se
orine
en
la
cama
por
la
noche.
Le
explicaran
que
habrá
cambios,
que
estarán
juntos
con
él
y
que
lo
apoyaran
y
que
lo
aman
y
saben
que
se
resolverá
la
situación.
23. Programa
a
u5lizar:
• Ex@nción
de
una
conducta
combinada
con
el
reforzamiento
posi@vo
de
una
conducta
alterna@va:
• De
fichas
–
Gra5ficante:
• Entregarle
al
niño
un
calendario,
donde
el
marcara
con
calcomanías,
las
“noches
secas”
en
supervisión
–
colaboración
de
los
padres.
• Por
cada
“5
noches
secas”
que
tenga
recibirá
un
premio,
el
niño
deberá
indicar
que
le
gustaría
recibir
como
“premio”
podría
ser:
comida,
juego,
paseo,
ropa.
Esto
deberá
explicarse
detalladamente
de
acuerdo
a
las
posibilidades
de
la
familia.
• Palabras
de
afirmación
–
reforzador
social:
• Los
padres
al
mismo
@empo
que
en
anotan
la
“noche
seca”,
le
dirán
palabras
de
afirmación
como:
lo
lograste,
tú
puedes,
sigue
así.
• En
caso
de
darse
que
vuelve
a
mojar
la
cama,
los
padres
EVITARAN
decirle
palabras
recrimina@vas,
aprovecharan
esa
oportunidad
para
demostrarle
comprensión,
paciencia,
tolerancia.
• Es
fundamental
contar
con
el
apoyo
y
colaboración
de
los
padres
para
que
el
niño
supere
esta
conducta.
24. Estrategias
para
el
día:
• Amplia
tolerancia
y
comprensión
por
parte
de
los
padres.
• No
decirle
palabras
de
burla,
cas@go,
censura,
reprimenda
por
parte
de
los
padres,
educadores,
familiares,
etc.
• Reconocer
y
felicitar
cuando
el
niño
logre
contener
la
orina
por
largos
periodos.
• Que
el
niño
beba
toda
el
agua
que
desee
en
las
primeras
horas
del
día,
disminuyendo
la
can@dad
en
la
medida
que
se
acerque
a
la
mitad
de
la
tarde
(16.00
horas)
25. Estrategias
por
la
noche:
• A
par@r
de
las
16.00
horas
se
limitara
la
ingesta
de
líquidos,
faltando
una
hora
antes
de
ir
a
la
cama,
se
evitara
COMPLETAMENTE
cualquier
ingesta
de
líquidos.
• Evaluar
el
entorno
del
dormitorio
del
niño:
ventanas
cerradas,
sabanas
y
edredones
que
lo
mantengan
caliente
por
la
noche.
• Previo
a
ir
a
la
cama,
se
le
pedirá
al
niño
que
vaya
al
baño
para
evacuar
su
orina.
26. Evaluación
de
Recaídas:
• Habrá
que
evaluar
si
los
reforzadores
gra@ficantes
son
los
adecuados.
• Evaluar
si
no
se
le
quitó
demasiado
rápido
la
atención
una
vez
alcanzada
la
primera
semana
de
“noches
secas”.
Duración
de
la
Intervención:
• El
@empo
de
estos
ejercicios,
se
evaluará
semana
a
semana.