1. Por qué las empresas deben
invertir más en capacitación en
gestión
Los gerentes están en una posición desde donde pueden influir en todas las
direcciones: arriba, abajo y a los lados de la organización. Los gerentes
habilidosos son colocados para reforzar el nuevo aprendizaje y para ayudar a
la empresa a realizar cambios críticos para que pueda permanecer viable.
Al establecer expectativas claras, romper barreras, apreciar y reconocer un
trabajo bien hecho y alentar el desarrollo personal, los gerentes crean
empleados satisfechos. Un empleado satisfecho crea clientes
satisfechos (internos o externos). Por eso, la capacitación en gestión es
esencial.
Una mala gestión genera la insatisfacción del trabajador, pérdida de tiempo en
quejas, bajo desempeño y rotación de personal. Una de las principales razones
para dejar una empresa es tener una relación negativa con el supervisor.

2. No solo los empleados dirigidos de forma ineficiente sufren de baja moral,
sino que trasmiten su propia frustración hacia otros colaboradores y los
clientes. La falta de habilidades gerenciales puede conducir a un ambiente
laboral poco saludable, insatisfacción del cliente, bajas ganancias y,
finalmente, el fracaso del negocio.
¿Por qué los gerentes no suelen tener problemas para gestionar? Las
habilidades gerenciales no son solo sentido común y no son innatas. Son un
comportamiento y un conocimiento aprendido. Cuando buscas ascender a
alguien a gerente, es natural considerar personas que son excelentes
colaboradoras personales con habilidades técnicas remarcables. A menudo, el
conjunto de habilidades y la motivación necesarias para tener éxito en la
gestión de personas es diferente de lo que se necesita hacer en el trabajo real.
Por eso, es esencial realizarnos la siguiente pregunta: ¿cómo la capacitación
en gestión ayuda a mejorar el desempeño de los gerentes? Estas podrían ser
algunas respuestas, según escribe Victor Lipman enForbes:
1. Mejora la productividad y la felicidad en la organización. La relación de
un empleado con su gerente directo es el factor más importante en el
compromiso del empleado.
2. Los empleados comprometidos son más felices y productivos. Los
empleados no comprometidos se sienten frustrados y son perjudiciales.
3. Debido a que no hay un conjunto de habilidades ampliamente aceptadas
(buenos gerentes vienen en todas formas y tamaños), existe la creencia
que todos saben cómo hacerlo. Esto es parecido a alguien que nunca ha
manejado antes de darle las llaves de un carro y se le dice “maneja”.
4. Para construir los fundamentos de una gestión inteligente —
establecimiento de objetivos claros, sistemas de evaluación de desempeño
estructurados, comunicación y retroalimentación honestas y abiertas, entre
otros— no son ciencia espacial. De hecho, son más fáciles que esta. Por
eso, las empresas deben hacerlo bien.
5. Para explotar el talento que ya tenemos en la organización. Los gerentes
jóvenes de hoy serán los líderes del mañana (si tu empresa solo busca y
contrata líderes en lugar de desarrollar los propios, debes preguntar por
qué).

3. 6. Muchas empresas invierten bastante en capacitar a los principales
gerentes (desarrollo de liderazgo, retiros ejecutivos, entre otros), pero
menos en los niveles bajo y medio, donde puede ser más necesario.
7. Porque los gerentes bien capacitados y respetados incrementan la moral y
esto mejora la retención. Como se sabe, es muy costoso contratar y
despedir.
8. Protección contra litigios. Para ampliar el punto anterior, es mucho más
costoso lidiar con demandas de empleados… además de la mala relación
pública resultante.
9. Volvamos al punto 1. Este punto es demasiado importante para no
enfatizarlo. En el gran panorama, la relación del empleado con su gerente
directo es el factor más importante en el compromiso de los empleados.
Todo empieza con el día a día, en la relación del frente de batalla —este
es el hilo con que se cose la prenda. Si los gerentes están haciendo su
trabajo tendrás una fuerza laboral productiva.
El progreso de una empresa está positivamente correlacionado con la relación
que existe entre gerentes y empleados y la posibilidad de que está relación sea
óptima se incrementa si las organizaciones enfatizan más la importancia de la
capacitación en competencias de gestión. Si los gerentes son capaces de
colocar el ejemplo para los empleados (y, a su vez, los empleados a sus
colegas), la productividad y la ética de trabajo de la empresa con seguridad se
puede beneficiar de este círculo alentador.