La violencia simbólica se refiere a formas sutiles de dominación que operan a nivel cultural e ideológico. Estas formas de dominación logran imponer visiones del mundo que favorecen a los grupos dominantes sin necesidad de coerción física explícita. La violencia simbólica incluye mecanismos como estereotipos, prejuicios y otras representaciones que terminan por naturalizar las relaciones de poder existentes en la sociedad.