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Mandan las canas

  1. 1. 11DOMINGO, 3 DE MARZO DE 2019 OPINIÓN EL BESTIARIO • SANTIAGO JUANES Sin respiración F UERA de Ciudad Rodrigo los ni- ños anuncian el carnaval. Allí es la arquitectura taurina o la Cam- pana Gorda, pero aquí el carnaval es cosa de niños, de patios de colegios y asociacio- nes vecinales, nada que altere la vida co- mo, pongamos, la proximidad de Charo López, nuestra Charo López, que partici- pa en el rodaje de “Días de Navidad” junto a Victoria Abril, Ángela Molina, Veró- nica Forqué, entre otras. Sí, la cercanía de Charo te deja sin respiración, le ha pa- sado a Toñi Moreno, que esta semana lo ha contado. Silvia Clemente, que en el PP es ahora “esa persona de la que usted me habla”, dejó sin respiración al anun- ciar lo suyo y ahora puede que sea ella la que tenga dificultades respiratorias al ver el tirón de su rival, Francisco Igea, y sa- ber que se van a revolver papeles de sub- venciones a su marido, lo cual puede so- nar a venganza y cierta dejadez adminis- trativa en su momento, ignorando, ade- más, que por la familia se hace todo aún sabiendo que es el campo de batalla más duro imaginable. Supongo que la proximi- dad de Nuria Espert también provocará alteraciones en la respiración, función ne- cesaria de los seres vivos que esta semana perdió José Pinto poniendo patas arriba la actualidad y dejando al carnaval de Ciudad Rodrigo sin pregonero. Exigimos el aire trece veces por minu- to, escribió Gabriel Celaya y cantó Paco Ibáñez, aunque hay veces que nos acele- ramos y no encontramos ese aire ni esa poesía, que es un arma cargada de futuro. Arma, aquí, es una metáfora porque no se puede ir a cazar jabalíes o codornices solo con sonetos. Antaño, mi amigo, compañe- ro y cazador Ricardo Fernández asegu- raba que los cazadores vivían de los re- cuerdos, que salían con la escopeta y la ca- nana al campo y caminaban por él con un “te acuerdas” permanente sin ver nada a lo que apuntar. Ricardo escribió una cró- nica del siglo XX salmantino en la que ci- ta el secuestro del vicepresidente segundo de la Diputación, Luis Calvo Rengel, en Aldeadávila cuando fue a explicar la pos- tura socialista sobre la Instalación Piloto Experimental Subterránea, que sonaba a cementerio nuclear. Era 1987, estábamos en precampaña y el director general de Enresa, Juan Manuel Kindelán, había dejado el ambiente calentito. Ahora, Da- niel Hernández Barreña ha escrito un libro con su visión de aquellos sucesos, que unieron a Las Arribes y a los que pu- sieron broche los GEOS porra en mano al- terando muchas respiraciones y dejando mal rollo en el aire. De aquello se cumplen ahora treinta y dos años y siempre ha habido en ellos, y antes, pregonero en Ciudad Rodrigo, que tuvo carnaval incluso en los peores años del integrismo religioso. Ayer fue emocio- nante el recuerdo a José Pinto, más que las referencias televisivas. Siempre por estas fechas Paco Novelty y yo imagina- mos un carnaval cultural con disfraces de clásicos de nuestra literatura, cine, pintu- ra… que nunca logramos. Un carnaval que imaginamos adecuado a Salamanca y diferente a todos los demás, como es dis- tinta nuestra forma de celebrar las fiestas de facultades: con disfraces, como un car- naval fuera de tiempo. Algo que altera la respiración de los sorprendidos visitan- tes. Pero lo que debe tener el carnaval es comida y bebida, ya sabe, comamos y be- bamos que mañana ayunaremos, como es- cribió Juan del Enzina. Populismos JOAQUÍN LEGUINA L E ruego, amable lector, que lea la siguiente declaración política: Luchamos por la soberanía del pueblo y la limpieza política. Para casti- gar a todos aquellos que invierten en el hundimiento de nuestra Patria y se bene- fician de ello. Para mandar a los políticos y funcionarios ladrones a la cárcel y al mismo tiempo para confiscar las propie- dades de todos los que abusaron de los fondos públicos […] El pueblo debe deci- dir los asuntos nacionales y sociales más importantes. Las personas deben ser ver- daderamente soberanas, y no ser llama- das cada cuatro años a responder ante di- lemas falsos […] Catarsis política: aboli- ción de la inmunidad parlamentaria. La vida política pública será limpiada de co- rruptos y traidores […] Soberanía del Pueblo: se llevarán al cabo referendos pa- ra cada tema nacional importante [...]. El pueblo nunca ha tenido voz ni voto en las decisiones políticas importantes. Supongo que habrá llegado usted a la misma conclusión que llegué yo. Se tra- ta, pensé, de un grupo de extrema iz- quierda, pero el manifiesto pertenece a un partido griego de extrema derecha llamado Amanecer Dorado. El texto es una muestra de la apela- ción a las emociones, de exclusión del ri- val político (descalificado por “antipa- triota”). Esa proclama nos dice que si no se cambian las cosas es porque no se quiere. Es la apelación al pueblo como una unidad compacta, sin fisuras; la identificación de un enemigo de perfiles imprecisos (la casta, la elite, los extranje- ros); la conexión directa entre el sentir del pueblo y el líder… Muy del uso de un tipo como Nicolás Maduro. También de los actuales defensores de los referendos, de los del brexit y también de todos aquellos que pretenden resolver proble- mas complejos con recetas simples. De los que creen que cada mal que nos ocu- rre tiene como responsable a algún ene- migo. Se llega así a la conclusión de que to- dos los populismos de uno y otro extre- mo se parecen cada vez más y así ocurría también en la Europa de los años treinta del siglo XX. Si a este desparpajo demagógico se une, como ocurre en España, otra com- ponente, la identitaria de tipo nacionalis- ta, tenemos preparado el discurso para “asaltar los cielos”. Un cóctel que preten- de acabar con las Constituciones demo- cráticas. Todo lo que se ceda ahora ante esos populismos (que nos van a traer milagro- samente el cielo en la tierra, ese paraíso en el cual “España no nos robe”) lo pode- mos pagar muy caro mañana. Se trata, pensé, de un grupo de extrema izquierda, pero el manifiesto pertenece a un partido griego de extrema derecha llamado Amanecer Dorado Lo que debe tener el carnaval es comida y bebida: comamos y bebamos que mañana ayunaremos, como escribió Juan del Enzina CHURRAS Y MERINAS • ROMÁN ÁLVAREZ Mandan las canas A L escribir estas líneas acuso el impacto de un libro recién leído: “La revolución de las canas”, de Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, e Iñaki Ortega, director de Deusto Busi- ness School. Muchas son las reflexiones que provoca su lectura y no pocos los mensajes que se desprenden de un texto que pretende divulgar, pero nunca banali- zar. Difícilmente podemos sustraernos a los datos presentes y a las perspectivas fu- turas planteadas, y menos en una región geográfica tan envejecida como la nues- tra. Y lo que es peor, sin visos de que a cor- to plazo cambie la estructura de la pirámi- de poblacional. Hace unos días un repor- taje televisivo nos llevaba a un pueblo de la provincia de León donde una anciana de 104 años acababa de cerrar el bar que había regentado toda su vida. ¡A esa edad y trabajando! Espero que no se hubiera enterado la Dirección General de Pensio- nes Públicas para triturarle la jubilación, a no ser que cotizara como autónoma. Es un hecho constatable que la espe- ranza de vida se alarga hasta el punto de que no está lejos el día en que la mitad de los habitantes de nuestro entorno supere la cincuentena. La palabra “centenario” antes se asociaba a una marca de coñac (Terry), pero ahora describe un seg- mento de la población que crece de forma exponencial. Nos dice el libro que la ma- yor concentración de centenarios del mundo se encuentra en Cerdeña; y que en la isla japonesa de Okinawa los registros de longevidad son los más altos del mun- do. Cuando contrastamos la esperanza de vida de nuestros abuelos con la actual -y no digamos si hacemos un análisis diacró- nico de mayor recorrido- las cifras son elocuentes. En mi pueblo, como en tantos otros, muchos matrimonios se celebraban al regresar el varón de la mili, hasta el punto de que existía una expresión para definir al que no se hubiera casado al cumplir los veinticinco: mozo viejo. Hoy mozos y mozas esperan bastante tiempo y procrean muy tarde, entre otras cosas y como es bien sabido, porque el mercado laboral impone sus condiciones, pero tam- bién porque la existencia en este pícaro mundo se alarga. No se trata, dicen los au- tores, de ser viejos más tiempo, sino jóve- nes más años. Gran verdad. De ahí que hoy día las personas de sesenta sean como las de cuarenta de pocas generaciones atrás. Una de las condiciones en las que coinciden los expertos en demografía es que esa “juvenescencia” está muy relacio- nada con el hecho de tener un propósito en la vida, además de los progresos en te- rapias, avances en medicina y desarrollos tecnológicos en general. Ahora se habla de salud líquida y de transhumanismo. Será anecdótico, pero se venden más pa- ñales para adultos que para niños. La so- ciedad debe estar preparada, porque so- mos ya muchos los que peinamos canas. Aunque haya quien se las tiña. ‘No se trata de ser viejos más tiempo, sino jóvenes más años’. Gran verdad. De ahí que hoy en día las personas de sesenta sean como las de cuarenta de pocas generaciones atrás Ciudad Rodrigo celebra su Carnaval. | CASAMAR

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