Un documento cuenta la historia de un malandrín llamado Juan Ignacio Taboada Juárez desde su infancia hasta la secundaria. Describe cómo el malandrín creció rápidamente en su primer año y aunque era inocente de 5 a 7 años, en la secundaria era un desmadre que no ponía atención a clases aunque lo encontraba divertido, y ahora comienza una nueva etapa en el bachillerato.