Un bosquejo sobre la moda estructuralista en la antropología levi-straussiana, incluyendo algunas raices pertinentes como la lingüística y la filosofía. Se destaca su relación con la escuela boasiana.
Claude Lévi-
Strauss y la
aventura
estructuralista
Jesús Armando Haro
Seminario Epistemología aplicada al
campo de la salud.
29 de enero, 2021
Contenido
1. Estructuralismo: antecedentes,
conceptos, epistemología
2. La lingüística estructural:
Saussure, Trubetskói, Jakobson,
Chomsky.
3. ¿Hay una biología
estructuralista?
4. Estructuralismo antropológico:
Lévi-Strauss.
5. Estructuralismo en psicoanálisis
y marxismo.
El Estructuralismoes un movimiento –
”intelectual” más que filosófico- derivado de
la lingüística, con aplicaciones teóricas y
metodológicas en antropología, psicoanálisis,
economía, psicología, arquitectura, física,
biología, arqueología, matemáticas, crítica
cultural y literaria.
Se desarrolló inicialmente en Europa,
particularmente en Francia y Rusia, desde
comienzos del siglo XX. Propone que los
elementos de un sistema solo pueden ser
entendidos en términos de sus relaciones
internas, que suelen ser ocultas o al menos no
explícitas, y que son determinantes de los
elementos. Las estructuras a las que aluden
sus aplicaciones serían invariantes o
universales.
A diferencia de otras corrientes o movimientos, el
estructuralismo no representa una escuela de pensamiento,
un paradigma específico, una tradición o un programa de
investigación, sino varios. De hecho, la noción de estructura
aparece en Occidente desde el siglo XIX, con connotaciones
distintas.
La mayoría de los autores que reciben el nombre de
estructuralistas cifran el punto de partida en la publicación
del Curso de Lingüística General (1916) de Ferdinand de
Saussure, quien no empleó el término estructura, sino que
hablaba de sistema. Para otros, el estructuralismo es un
resultado del encuentro de tres líneas de pensamiento,
marcadas por los “filósofos de la sospecha” Marx, Nietzche y
Freud.
En todo caso, cabe señalar que las distintas corrientes
estructuralistas son críticas del existencialismo, la
fenomenología, la hermenéutica y el historicismo, al
sustituir el primado de la historia, del hombre, de la
subjetividad de la conciencia y del sujeto por el primado de
las estructuras.
“Cualquiera que haya leído la abundante
literatura estructuralista se habrá dado
cuenta de que el término estructuralismo
encubre tendencias dispares y profundas
discrepancias”.
González, José Emilio . 1969. Estructuralismo y filosofía.
Diálogos (Universidad de Puerto Rico) 17: 93-112.
Foucault, Lacan, Lévi-Strauss y Barthes.
Lo que piensa Michel Foucault: "El
estructuralismo es una categoría que sólo existe
para los otros, para los que no son. Sólo desde
el exterior puede decirse: tal o cual son
estructuralistas. Es a Sartre a quien puede
preguntársele qué son los estructuralistas, pues
considera que ellos constituyen un grupo
coherente (Lévi-Strauss, Althusser, Dumézil,
Lacan y yo), un grupo que constituye una
especie de unidad, pero esta unidad, puede
usted decírselo, nosotros no la percibimos“.
Foucault, M. En Daix, Pierre, Jean Piaget, Louis Althusser,
Michel Foucault, Michel - Roland Barthes, E. Benveniste,
Jacques Lacan y François Wahl. 1969. Claves del
estructuralismo. Buenos Aires: Calden, pág. 13.
¿Quiénes son estructuralistas? Una moda, una aventura, un encuentro divergente, en el que ni
están todos los que son, ni son todos los que están.
Lo que comenta
Claude Levi-
Strauss a Didier
Eribon:
Por su extensión e influencia, el
estructuralismo puede ser
considerado un paradigma y no una
teoría, lo que significa que comporta
un núcleo axiomático, a la vez que
una ambigüedad y disputa
conceptual al interior de tales
axiomas, una diversidad
emparentada de referentes teóricos
(a nivel de conceptos y autores) y un
aterrizaje disciplinar que reconfigura
y especifica sus conceptos matrices.
Hay por tanto un estructuralismo
antropológico, sociológico,
psicológico y en otras disciplinas
dentro de las ciencias sociales que al
examinarlos no se está siempre
seguro de referirse a lo mismo, a
excepción de principios generales que
a su vez parecen subyacentes en la
lingüística de Saussure y su
continuidad. Es como una moda.
Para los estructuralistas la realidad social se
concibe como un sistema de signos
codificados. Si los diversos órdenes -
económico, familiar, político, religioso-
pueden considerarse sistemas de
comunicación regulados códigos, no hay ya
que considerar que los signos sean de origen
social, sino que la sociedad es de origen
semiológico. Aquello que se expresa en la
superficie, no es más que reflejo de una
mecanismos fijos de la profundidad,
perceptibles de forma velada o directa.
La estructura debe poder dar lugar a una formalización, pero teniendo en
cuenta que es obra del teórico, en tanto que la estructura es independiente
de él. Esta formalización puede traducirse en ecuaciones lógico-matemáticas
o ser explicitada como un modelo. Epistemológicamente envuelve un
retorno a la primacía del objeto, concebido como un sistema de relaciones a
ser determinadas.
Una estructura no es una realidad empírica observable sino un modelo explicativo
teórico construido no como inducción sino como hipótesis. Se diferencia así
“estructura” de acontecimiento, de historia.
Aunque algunos lo califiquen de
positivista, por su ambición
cientista, el estructuralismo es
una reacción contra el culto del
dato inconexo, típico del
positivismo decimonónico.
Rompe con la idea de que cualquier
concepto susceptible de análisis deba
ser observable empíricamente.
Se presenta como una ciencia no
descriptiva, sino analítica, capaz de
reconstruir la estructura no visible de
la imagen real y visible.
Toma los hechos como signos («cosa
más representación»), concibiendo la
realidad sociocultural como estructura
y cada plano de esa realidad como un
tipo de lenguaje.
“De aquí surgen otros aspectos típicos (…)
que se van perfilando entre 1955 y 1960:
a) la consideración del lenguaje como
realidad autosuficiente y
“autoconstituyente”; b) la prioridad de la
espacialidad sobre la temporalidad, del
punto de vista “sincrónico” sobre el
diacrónico” y c) la idea de que el
movimiento de la estructura se encuentre
determinado por la ausencia, por una
“casilla vacía” o por un objeto “que falta”.
-El lenguaje no describe ni representa,
construye; no procede del sujeto, remite
a sí mismo.
-Las estructuras no son jerárquicas, no
poseen prioridades fundamentales.
-La “historia” es una ilusión óptica
antropocéntrica, es discontinua.
- Las estructuras no son estáticas.
D’ Agostini, Franca. 2010. [1997]. Analíticos y
continentales. Madrid: Cátedra, p. 442.
Concepto de Estructura según Piaget:
Hay tres características fundamentales en cualquier
estructura:
Totalidad: una estructura está formada por elementos,
subordinados a leyes que caracterizan al sistema; estas leyes
no se reducen a asociaciones acumulativas, sino que
confieren al todo propiedades de conjunto distintas de las de
los elementos, lo que importa son las relaciones entre los
elementos, de tal forma, que la transformación de uno de
ellos cambia necesariamente a los restantes.
Transformaciones: Lo propio de las totalidades estructuradas
deriva de sus leyes de composición, y, por tanto, son
estructurantes por naturaleza. Una actividad estructurante
sólo puede consistir en un sistema de transformaciones, sin
que éstas lleguen más allá de sus fronteras o recurran a
elementos exteriores.
Autorregulación: las estructuras se regulan por sí mismas, y
esta autorregulación implica su conservación y cierto cierre.
La autorregulación procede por medio de operaciones bien
reglamentadas, siendo estas reglas las leyes de totalidad de
la estructura considerada.
«Estructura», procede del latín
struere (construir).
“Una estructura, en sentido restricto, es una
totalidad constituida y constituyente, que
exhibe cierto orden, determinada organización
y jerarquía, cuyas partes desempeñan
funciones específicas, unida por fuertes lazos
de solidaridad e interdependencia, coo
relaciones regulares subsistentes entre las
partes, que es una entidad autónoma unitaria
y puede ser transformada internamente
o desde fuera, de acuerdo con los casos”.
González, José Emilio . 1969. Estructuralismo y filosofía.
Diálogos (Universidad de Puerto Rico) 17: 93-112.
Piaget, Jean. 1968. El
Estructuralismo. Buenos
Aires: Proteo.
Para el filósofo Simon
Blackburn, es "la creencia de
que los fenómenos de la vida
humana no son inteligibles
excepto a través de sus
interrelaciones. Estas relaciones
constituyen una estructura, y
detrás de las variaciones locales de
los fenómenos superficiales hay
constantes leyes de cultura
abstracta ".
Blackburn, S. 2008. Oxford Dictionary of
Philosophy, 2da. Ed. Oxford: Oxford University
Para la teórica feminista estadounidense Alison
Assiter, lo común a los estructuralistas incluye 4
ideas centrales:
1. Una estructura determina la posición de cada
elemento de un todo.
2. Cada sistema tiene una estructura.
3. Las leyes estructurales tratan de la coexistencia más
que del cambio.
4. Las estructuras son las "cosas reales" que se
encuentran debajo de la superficie o la apariencia de
significado.
Assiter, Alison. 1990. Althusser and feminism. London Winchester:
Pluto Press.
Para Paul Ricoeur, existen premisas para el análisis
estructural:
Primera. El lenguaje es objeto para una ciencia empírica.
Cuando Saussure distingue entre lengua y habla, reserva
las reglas del código para la lengua.
Segunda. En la lengua hay que distinguir una ciencia de
los estados de sistema y una ciencia de los cambios. La
segunda se subordina a la primera.
Tercera. En un estado de sistema no hay términos
absolutos, sino relaciones de mutua dependencia.
Cuarta. El conjunto de los signos del lenguaje se ha de
considerar como un sistema cerrado. El lingüista puede
considerar que el sistema no tiene exterior, sino
sólo relaciones internas.
Quinta. El signo no reemplaza a la cosa.
Ricoeur, Paul. 1971. Estructura, palabra, acontecimiento. En
Estructuralismo y lingüística. Buenos Aires: Nueva Visión, págs.
75-76.
Ricoeur habla de la validez del
análisis estructural y de los límites
de su validez. Los estructuralismos,
dice, trabajan sobre un corpus ya
constituido, detenido, cerrado,
muerto. En él establecen
inventarios de elementos y de
unidades. A los elementos les
adjudican relaciones de oposición,
especialmente de oposición
binaria. Finalmente, establecen
una especie de álgebra de esos
elementos de oposición. Pero se
deja fuera, continúa Ricoeur, la
comprensión de los actos, las
operaciones y procesos del
discurso. Surge la antinomia entre
lengua y discurso.
El análisis efectuado por Marx a mediados del
siglo XIX, fue un enfoque decisivo en la forja del
estructuralismo, al distinguir una estructura
económico/política y una superestructura
ideológica subyacentes a la sociedad burguesa;
al mostrar que la auténtica realidad no es
nunca la más manifiesta, sino que permanece
oculta, mistificada por la ideología que difunde
la clase dominante.
En la década de 1850 Herbert Spencer, dividió su
sociología en "estructural" y "funcional", mientras
que el antropólogo Alfred Reginald Radcliffe-Brown,
fue pionero en el enfoque estructural-funcionalista,
que demarcó del enfoque funcional de Malinowsky,
siendo retomado por el sociólogo estadounidense
Talcott Parsons, quién distinguió estructuras
societales universales en su sistema AGIL (todas las
sociedades buscan adaptarse, tiene fines, se
integran y mantienen latencias homeostáticas). Sin
embargo, aluden a estructuras más o menos
explícitas.
A comienzos del siglo XX, Freud también
señaló que, lejos de estar gobernada por las
instancias conscientes y manifiestas, el
psiquismo está regido por instancias
inconscientes. En psicoanálisis el término
«estructural» se ha utilizado para designar la
parte de la metapsicología que se ocupa de la
tópica del aparato psíquico: yo-superyó-ello.
Algunos antecedentes del concepto de estructura
En psicología, Wilhelm Wundt sentó en 1879 las
bases de la psicología estructural para explicar la
percepción y la conciencia humanas dividiéndolas
en unidades elementales, en parangón con los
desarrollos de la física y la química y sus
descubrimientos sobre los elementos químicos y
los átomos. Para la psicología de la Gestalt, los
procesos psíquicos están unificados y no son una
suma de elementos separados.
Surgió como reacción frente a las investigaciones lingüísticas
comparativistas de la gramática comparada, frente a las
investigaciones diacrónicas de la gramática histórica y frente
a las investigaciones positivistas de los neogramáticos. La
filología anterior no estudiaba estrictamente los lenguajes,
sino el parentesco entre ellos y su evolución histórica.
El estructuralismo en lingüística
Ferdinand de Saussure (1857-
1913): parole-langue. La lengua
es forma y no sustancia, sus
códigos son arbitrarios.
Nikolay Sergeyevich Trubetskoy
(1890-1938): fonología
estructural.
Vladimir Yakovlevich Propp
(1895-1970): Estructuralismo en
folklore.
Roman Osipovich Jakobson
(1896-1982): lingüística
estructural, clasificación de las
consonantes. Binarismo y
clasificación acústica.
Emile Benveniste (1902-1976):
tiempo lingüístico.
Julien Greimas (1917-1992):
estructuralismo literario.
La noción, «la estructura de un sistema» se desarrolló en
diversas escuelas estructuralistas: la Escuela de Ginebra
(Bally, Sechehage, Frey), el Círculo Lingüístico de Praga
(Trubestkoy, Jakobson, Trnka), la Escuela de Copenhague
(Hjlesmlev, Uldall, Brandal, Togeby y Holt), la de París
(Martinet) y la Escuela norteamericana (lingüística
descriptivista y distribucional, de Bloomfield, Sapir, Bloch,
Harris, Chomsky).
Mémoire sur le système primitif des voyelles dans
les langues indo-européennes (1878, memoria
académica en Leipzig)
De l'emploi du génitif absolu en sanskrit (1880 tesis
doctoral)
Cours de Linguistique Générale (1916, póstumo).
Ferdinand de Saussure (1857-1913), lingüista, semiólogo y
filósofo suizo, hijo y nieto de científicos, fundador de la "lingüística
estructural“ y de la Escuela de Ginebra, estudioso del sánscrito,
desde muy joven aprendió griego, francés, alemán, inglés y latín,
dedicándose a la lingüística después de estudiar ciencias naturales.
Fue profesor de gótico y alto alemán antiguo en la Escuela de
Estudios Superiores de París y titular de la cátedra de Historia y
Lingüística Indoeuropea Comparada en Ginebra, su ciudad natal.
Partiendo de la constatación de que a diferencia de los sistemas del
mundo físico, la interacción y los objetos que componen un sistema
social humano tienen significados, estableció una diferencia entre
‘lenguaje’, ‘lengua’ y ‘habla’, adscribiendo la organización interna
de la lengua como objetivo central de su estudio. Desarrolló una
teoría acerca de los signos, una semiología, en la que establece la
diferencia entre lenguaje (langue) y habla (parole). Advirtió que en
el lenguaje no hay un objeto definido para el análisis, pues es
complejo, entraña procesos físicos y psicológicos, libertad
individual y coerción social, cambio y estabilidad. En su “sistema”
(estructura) los elementos no tienen ningún carácter propio
independiente de las relaciones mutuas al interior del todo: “La
lengua es un sistema en donde todos los términos son solidarios y
donde el valor de cada uno no resulta más que de la presencia
simultánea de los otros” (Curso de Lingüística General).
Para Saussure la primera dicotomía que
hay que distinguir en el lenguaje es la
de «sustancia» y «forma». Las lenguas
resultan de la imposición de la forma a
dos tipos de sustancias diferentes:
pensamiento y sonido y El
«significado»(sustancia, concepto)
procede de la imposición de estructura
sobre el continuo del pensamiento.
El «significante» se deriva de la
estructura (forma, imagen acústica)
impuesta por una lengua sobre el
continuo del sonido, en una asociación
que es arbitraria. La combinación del
«significante» con el «significado»
constituye el signo lingüístico.
Significante y Significado no existen el
uno con independencia del otro,
tampoco fuera de la lengua particular
en que se establecen. Es por ello, que
no basta con conocer las palabras para
entender el lenguaje, sino el sistema
que hace comprensible el habla.
La segunda dicotomía alude al doble eje del lenguaje. El
primero es el de los sintagmas: combinación de
componentes lingüísticos (palabras, fonemas, etcétera)
que tienen una extensión lineal. Sus relaciones derivan de
la combinación de un elemento con los que le preceden o
lo siguen, se da entre dos signos que están copresentes en
el discurso. El segundo eje es el de las asociaciones
(paradigmas), cuyas relaciones asociativas no tienen como
soporte una extensión lineal, sino que se asientan en el
cerebro de los hablantes. Se establece entre signos que
están presentes y otros ausentes.
Ofrece un ejemplo para ilustrar los dos tipos de relaciones:
«desde este doble punto de vista, las unidades lingüísticas
son comparables a las partes concretas de un edificio, las
columnas, por ejemplo; éstas se encuentran, por una
parte, en una cierta relación con el arquitabre que
sustentan; disposición de unidades presentes en un
mismo espacio que hace pensar en la relación
sintagmática (directa); por otra parte si estas columnas
resultan ser de orden dórico, evocarán una comparación
mental con los demás órdenes (jónico, corintio, etc.) que
son elementos no presentes actualmente en el espacio; la
relación es entonces asociativa» (indirecta).
Rico Ortega, Agustín. 1996. El
estructuralismo. Boletín Académico (Escola
Técnica Superior de Arquitectura de
Coruña) 20: 17-19.
La arbitrariedad
del signo
lingüístico
Abstracción idealizada del
lenguaje
Lenguaje
cotidiano
La tercera distinción de Saussure es la
que establece entre «Iangue» (lengua) y
«parole» (habla). La «lengua». es el
conjunto de convenciones necesarias
adoptadas por el cuerpo social para
permitir el uso y la facultad del lenguaje.
La «lengua» es un todo en sí misma y un
principio de organización. Por «habla»
se entiende el elemento individual del
lenguaje o comportamiento lingüístico
particular de cada hablante. La lengua
(sistema de signos) tiende a
permanecer, a ser estable, a defenderse
de la innovación, pues existe en la
colectividad como un diccionario cuyos
ejemplares idénticos estarían repartidos
en todos los cerebros. El habla es una
ejecución individual de la lengua, un
acto de voluntad e inteligencia, en el
que distingue las combinaciones de los
elementos del sistema que hace el
sujeto hablante para expresarse y el
mecanismo psico-físico que le permite
exteriorizar estas combinaciones.
La cuarta dicotomía
saussuriana es entre
el estudio «sincrónico» y
«diacrónico» de las lenguas.
Por «sincrónico» se
entiende la investigación de
la estructura de una lengua
tal como es en un momento
dado o como era en otra
época. Por estudio
«diacrónico», la
investigación de los
cambios habidos en una
lengua entre dos puntos
en el tiempo. Lo diacrónico
corresponde a la
interpretación longitudinal
de las estructuras
espaciales (enfoca la
evolución). Lo sincrónico se
centra en la interpretación
transversal interna de la
estructura espacial en cada
época.
Nikolái Serguéievich Trubetskói (Moscú, 15
de abril, 1890 – Viena, 25 de junio de 1938), lingüista
ruso vinculado al círculo lingüístico de Praga y al
formalismo ruso. Fundador de la fonología
estructural o morfología lingüística, polemizó
contra el atomismo conceptual de los neogramáticos,
el evolucionismo y su interpretación jerárquica de las
genealogías lingüísticas; asimiló críticamente las ideas
de Saussure, a las que imprimió una concepción
teleológica de raíz hegeliana. Tuvo interés por la
etnografía y el folklore ruso, caucásico y fino-úgrico,
apostando por el relativismo cultural y una
concepción genética de las familias lingüísticas como
continuum. Siguiendo a Baudouin de Courtenay,
Trubetzkoy defendió la autonomía disciplinar de la
fonética (sonidos del habla) y la fonología (sonidos de
la lengua). Para el, la fonología había de tratar no sólo
la función representativa de los sonidos, sino también
su función expresiva (que caracteriza al locutor) y
apelativa (para desencadenar en el oyente
sentimientos). Creó una teoría de oposiciones
fonológicas para explicar cómo las unidades pueden
cambiar las significaciones por simplemente oponerse
entre sí.
3 aportes de la fonología a la
lingüística:
• Primer intento coherente de
elaborar una definición de
fonema.
• Establecer un sistema de
fonología.
• Clasificar las oposiciones
lingüísticas.
Europa y la humanidad (1920).
La verdadera ideocracia como única forma
deseable y viable de reglamento (1930)
La fonología actual (1933).
Introducción a las descripciones
fonológicas (1935)
La neutralización de las oposiciones
fonológicas (1936)
Principios de fonología (1939, póstuma)
Trubetzkoy basa su sistema fonológico en la
distinción establecida por Saussure entre
langue y parole. Al sistema de un lenguaje lo
llama pauta del lenguaje y al enunciado
concreto lo denomina acto de habla. Todo
acto del habla implica la realización de una
pauta del lenguaje y es, por tanto, una
manifestación concreta de una norma o grupo
de normas. El signo se realiza en el habla, en
los actos concretos de comunicación. Propuso
una división para la lingüística:
Semántica: para el estudio de la significación,
abarca el estudio del significante en dos
ramas:
Fonología: estudia los sonidos de la lengua, y
emplea un método estrictamente lingüístico: el
sistema constituido por las unidades mínimas
distintivas no significativas (fonemas) de una
lengua.
Fonética: estudia los sonidos del habla, y se interesa
por los aspectos acústicos, articulatorios y
fisiológicos. Su unidad de análisis es el fono, es
decir, el sonido material del habla.
El fonema, no es solo una imagen
acústica perteneciente a la faz del
significante sino que es una unidad
distintiva en la palabra. Presenta
cualidades distintivas en la
diferenciación del significante pero
no establece significado.
Su método:
• Pasar del estudio de los fenómenos
lingüísticos conscientes al los
inconscientes.
• Partir de la base de las relaciones
entre los términos, en lugar de
estudiarlos como unidades
independientes. Introducir la noción
de sistema al poner en evidencia la
estructura de
• los fonemas.
• Descubrir leyes generales por
inducción o por deducción.
Roman Osipovich Jakobson (Moscú, 1896 –
Boston, 1982), lingüista, fonólogo y teórico literario ruso de
origen judío. Estudió lingüística comparada y filología
eslava en Moscú, donde creó el Círculo Lingüístico de
Moscú (1915) y la Sociedad para el Estudio del Lenguaje
Poético de Leningrado (1917), de gran importancia para el
desarrollo del movimiento formalista ruso, así como los
Círculos de Praga y Escandinavia. Su obra (475 títulos)
aborda temas de antropología, filología, patología del
lenguaje, estilística, folclore, poesía, historia de la
lingüística, mitología indoeuropea comparada y teoría de la
información, donde aportó planteamientos fundacionales
de la teoría matemática de la información de Shannon y
Weaver y los análisis de Karl Bühler.
Destaca especialmente su fonología funcional-
estructuralista o diacrónica (1931), que establece
distinciones fonéticas elementales, define constantes y
tendencias, variantes e invariantes, para descubrir la
unidad en la variedad de lenguas. Influenciado por
Saussure y Baudouin de Courtenay, fue cercano a Nikolai
Trubetzkoi, René Wellek, Jan Mukařovský, Louis Hjelmslev,
Benjamin Whorf, Thomas Sebeok, Franz Boas, Lévi-Strauss,
Morris Halle y Noam Chomsky.
Acuñó la primera definición
moderna del fonema: "Impresión
mental de un sonido, unidad
mínima distintiva o vehículo
semántico mínimo". Reduce todas
las oposiciones fonológicas posibles
a solamente doce: vocálico/no
vocálico, consonántico/no
consonántico, compacto/difuso,
sonoro/no sonoro, nasal/oral,
etcétera; con una tendencia hacia
las clasificaciones binarias, que
cuestionan algunos críticos, pues no
siempre se ajustan a la realidad
lingüística, pero que influyó
decisivamente en el
estructuralismo.
Zaumnaya gniga [Transrational Boog] (1915, con Alexei Kruchenykh).
Noviyshaya russkaya poeziya: Nabrosok pervyi. Viktor Khlebnikov (1921).
Remarques sur l'evolution phonologique du russe comparée à celle des
autres langues slaves (1929).
Child Language, Aphasia and Phonological Universals (1929).
Principios de fonología histórica (1931).
Observaciones sobre la prosa del poeta Pasternak (1935).
Contribución a la teoría general de los casos (1936).
Sobre la teoría de las afinidades fonológicas entre las lenguas (1938).
Lenguaje infantil, afasia y leyes fonéticas generales (1941).
Versos desconocidos de Maiakovski (1942).
Las categorías verbales (1950).
Fundamentals of Language (1956, con Morris Halle).
Estilo del lenguaje (1960, con Thomas Sebeok).
Les Chats' de Charles Baudelaire (1962, con Claude Lévi-Strauss).
Ensayos de lingüística general I (1963).
Selected Writings (1971, 6 vols, editados por Stephen Rudy).
Essais de linguistique générale II (1973).
Questions de poétique (1973).
Six Lectures of Sound and Meaning (1978).
The Sound Shape of Language (1979).
Dialogues (1980).
Brain and Language: Cerebral Hemispheres and Linguistic Structure in
Mutual Light (1980).
The Framework of Language (1980).
Language in Literature (1980).
Russian and Slavic Grammar: Studies, 1931—1981 (1984).
Russie folie poésie (1986).
Работы по поэтике (1987, ed. M. L. Gasparov).
Semiotik: Ausgewählte Texte 1919—1982 (1988, ed. Elmar Holenstein).
My Futurist Years [1992, biografía].
Jakobson ve la clave de su obra
como "lo invariable en la variación:
éste es el tema dominante, pero
también la herramienta
metodológica subyacente de mis
trabajos, que son ciertamente
diversos pero homogéneos“ (…)
mostrar lo invariable a través de la
variedad" ("Mis temas favoritos",
1984). Sostiene que toda conducta
verbal –no solo la poética– es
intencional y está dirigida a un fin: el
lenguaje debe ser abordado y
estudiado en toda la variedad de sus
funciones.
Sus trabajos abordan las relaciones
del lenguaje con otros sistemas de
signos y las conexiones de la
lingüística con otras disciplinas
afines, como la teoría de la
comunicación, la cibernética, la
literatura, la antropología y la
neurología.
Describe seis factores en el proceso de la acción comunicativa -y atribuye seis funciones del
lenguaje en el proceso.
1. Emotiva: expresividad del emisor o remitente del
mensaje y hace referencia a la voluntad activa de
comunicar y al estado de ánimo y los
sentimientos que envuelven la acción.
2. Conativa: dirigida al destinatario a modo de
apelación o persuasión, para atienda los
requerimientos transmitidos.
3. Referencial: contenido informativo del mensaje.
4. Metalingüística o de traducción: corresponde a
la naturaleza del código y se emplea cuando se
habla de la propia comunicación.
5. Fática: el hecho físico del establecimiento de la
comunicación y de mantener activo el canal de
transmisión y el contacto.
6. Poética: valores constructivos del mensaje
destinados a producir un sentimiento o efecto en
el destinatario, mediante modulaciones
expresivas.
1. Emisor: quien emite el mensaje,
que lo transmite a sus oyentes.
2. Receptor: quien recibe y procesa
el mensaje.
3. Mensaje: lo que se transmite a
través de la comunicación.
4. Canal: la vía entre emisor y
receptor.
5. Código: las reglas que,
combinadas, forman el mensaje;
corresponde al tipo de lenguaje
utilizado.
6. Contexto: situación de la
interacción.
https://www.infoamerica.org/teoria/jac
obson1.htm
En cualquier mensaje es posible
encontrar en diferente orden
jerárquico las funciones del lenguaje:
“la estructura verbal depende,
primariamente, de la función
predominante”
Según Jakobson, la naturaleza esencial del interpretante es
la de la traducibilidad, tesis principal del estructuralismo
lingüístico.
En sus estudios sobre las afasias, deslinda dos tipos de
anomalías: las relacionadas con la selección de unidades
lingüísticas (anomalías paradigmáticas, de semejanza, en las
que hay dificultad para hacer asociaciones metafóricas, que
permiten discernir entre lo que es semejante y no lo es); y
las relacionadas con su combinación (trastornos
sintagmáticos, de contigüidad, donde la incapacidad
equivale a no establecer metonimias, distinguir
contigüidades). Considera que la capacidad metafórica
equivale a la del juicio, se relaciona con la magia
homeopática o imitativa en Frazer (La rama dorada) y la
“condensación” freudiana, que ocurre en el inconsciente,
mientras que la metonimia se relaciona con la magia de
contagio y el “desplazamiento” en Freud. Estas dos
operaciones nos indican que cada signo lingüístico lo
podemos interpretar en dos direcciones distintas: una en
relación al código y otra en relación al contexto. Por ello, la
difundida afirmación de Saussure de que “la palabra fuera
de contexto no tiene significación” la considera propia de un
comportamiento lingüístico perturbado (afasia).
En todo proceso simbólico, tanto intrapersonal como social, se
manifiesta la competencia entre el modelo metafórico y el
metonímico, como lo identifica en literatura al comparar poesía
romántica/simbolista con realista/exteriorista o novelas.
Jakobson, Roman y Moris Halle (1971): Fundamentals of
language. Berlín - Nueva York: Mouton de Gruyter.
Moreno, Rocío. 2019. La metáfora y la metonimia en el lenguaje de la diabetes: el caso de la
variante chilena.Panace@ 20 (49): 82-93.
Avram Noam Chomsky (Filadelfia, 1928-), lingüista,
filósofo, politólogo y activista socialista libertario,
estadounidense de origen judío, profesor emérito de
lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts
(MIT). Estudió matemáticas, lingüística y filosofía en
Pensilvania. Impulsor de la gramática generativa o
biolingüística, teoría que explica la adquisición, comprensión
y producción del lenguaje hablado a partir de la sintaxis,
señalando que no se puede separar la investigación del
lingüista de la del psicólogo, con lo cual se aleja del
estructuralismo. Plantea que el único componente
exclusivamente humano del lenguaje es la capacidad
sintáctica (proceso generativo), que habría aparecido en una
persona en particular hace unos 75 000 años, al Este de
África, y de allí se ha diseminado por el mundo entero como
el elemento básico compartido por los 6000 idiomas
existentes. Otros de sus aportes son los conceptos de
rección y ligamiento, teoría de la X', jerarquía de Chomsky,
gramática libre de contexto, dispositivo de adquisición del
lenguaje, programa minimalista, pobreza del estímulo,
teorema de Chomsky-Schützenberger, forma normal de
Chomsky y su modelo de propaganda de los medios de
comunicación. Su obra ha sido fundamental para el
desarrollo de la psicología cognitiva.
Sintáctico: conjunto de reglas sintácticas,
con una base y un componente
transformacional. La base consta de un
componente categorial (conjunto de reglas
que permiten la reescritura de oraciones o
conjuntos generando derivaciones) y un
lexicón (diccionario cerebral).
Semántico: conjunto no especificado de
reglas semánticas que asigna acepciones a
la estructura profunda.
Fonológico: conjunto de reglas
morfofonémicas que rigen la conversión de
morfemas en fonemas, regulando la
pronunciación de palabras y enunciados.
Según Chomsky el estructuralismo
clásico solo se ocupaba de las
estructuras superficiales y no
tenía verdaderas respuestas para
las estructuras profundas. Plantea
que la parte profunda de tres
frases iniciales será idéntica en
cualquier idioma, por lo que
demuestra que las lenguas se
diferencian exclusivamente en la
estructura superficial de sus
oraciones.
Postula la existencia de un dispositivo cerebral
innato (dispositivo de adquisición del
lenguaje, LAD, por sus siglas en inglés), que
permite aprender y utilizar el lenguaje de
forma casi instintiva. Tiene 3 componentes:
Sus leyes de transformaciones no son
descriptivas ni estáticas. Todo sucede
como si el sujeto parlante, al inventar en
cierta medida su propia lengua, o al
redescubrirla, hubiera asimilado a su
propia sustancia un sistema coherente
de reglas. "Un hablante ejercitado puede
producir en su lengua una frase nueva
en el momento oportuno, y otros
hablantes pueden comprenderla
inmediatamente"
1955. Logical Structure of Linguistic Theory (tesis doctoral).
1957: Estructuras sintácticas.
1965: Aspectos de la teoría de la sintaxis.
1965: Cartesian Linguistics.
1968: Language and Mind.
1968: Sound Pattern of English (con Morris Halle).
1969: American Power and the New Mandarins.
1970: Current Issues in Linguistic Theory.
1970: El Gobierno en el Futuro.
1972: Studies in Semantics in Generative Grammar.
1975: Reflexiones sobre el lenguaje.
1977: Langue, linguistique, politique: dialogues avec Mitsou Ronat.
1977: Ensayos sobre forma e interpretación.
1980: Rules and Representations.
1981: Lectures on Government and Binding: The Pisa Lectures.
1984: Modular Approaches to the Study of Mind.
1984: La segunda guerra fría.
1986: Barreras.
1986: El conocimiento del lenguaje, su naturaleza, origen y uso.
1987: On Power and Ideology. The Managua Lectures.
1988: La quinta libertad.
1990: Los guardianes de la libertad (con Edward S. Herman).
1992: La conquista continúa: 500 años de genocidio imperialista.
1992: El miedo a la democracia.
1992: Ilusiones necesarias. Control del pensamiento en las
sociedades democráticas.
1995: El programa minimalista.
1995: Cómo nos venden la moto (con Ignacio Ramonet).
1996: Cómo se reparte la tarta. Políticas USA al final del milenio.
1997: La Aldea Global (con Heinz Dieterich).
1997: Lucha de clases.
1997: El nuevo Orden mundial (y el viejo).
2000: Actos de agresión.
2000: El beneficio es lo que cuenta.
2001: Perspectivas sobre el poder.
2001: La (Des)Educación.
2002: 11/09/2001.
2002: La Propaganda y la opinión pública.
2003: El triángulo fatal.
2003: La cultura del terrorismo.
2004: Ilusiones de Oriente Medio.
2004: Piratas y emperadores.
2005: Hegemonía o supervivencia. La
estrategia imperialista de EEUU.
2006: La naturaleza humana: justicia versus
poder, debate con Michel Foucault.
2007: Estados fallidos. El abuso de poder y el
ataque a la democracia.
2008: Intervenciones.
2008: Sobre el anarquismo.
2008: Líbano, desde dentro.
2010: Esperanzas y realidades.
2011: Gaza en crisis. Reflexiones sobre la
guerra de Israel contra los palestinos.
2012: Ilusionistas.
2013: Razones para la anarquía.
2016: ¿Quién domina el mundo?
2017: Réquiem por el sueño americano.
2018: Malestar global. Conversaciones con
David Barsamian sobre las crecientes
amenazas a la democracia.
En su obra se distinguen 2 ramas: la
lingüística y el análisis político.
El estructuralismo biológico (de
procesos) es una escuela de la teoría de la
evolución biológica (no relacionada con la
lingüística) que se opone a una explicación
exclusivamente darwiniana o
adaptacionista de la selección natural.
Sostiene que la selección natural, las
mutaciones y el intercambio de genes
explican inadecuadamente la historia
natural. Propone que la evolución se guía
por fuerzas que dan forma al desarrollo del
cuerpo de un animal, que a veces implican
reemplazar por completo el mecanismo de
la selección propuesto por Darwin. Según el
paradigma estructuralista, una fracción
significativa del orden de la vida y de todo
organismo es el resultado de restricciones
internas básicas o factores causales que
surgen de las propiedades físicas
fundamentales de los sistemas biológicos y
la biomateria. En otras palabras, estas
limitaciones no surgen como adaptaciones
para satisfacer fines funcionales
particulares.
Evolución del proceso naturalista
propuesto para especies de
vertebrados (Petter Bockman).
Étienne Geoffroy Saint-Hilaire
(1772-1884, naturalista francés,
argumentó que los animales
comparten partes homólogas de
acuerdo a un diseño natural que
evidencia un plan general.
D'Arcy Thompson (1860-1948),
biólogo y matemático escocés,
aludió a leyes universales de
forma, ofreciendo explicaciones
vitalistas basadas en analogías
geométricas (On Growth and Form,
1917).
Brian Carey Goodwin (1931-2009),
biólogo y matemático canadiense,
expone límites morfológicos a la
evolución en su teoría de campos
morfogenéticos.
Gerd B. Müller (1953-) y Stuart A.
Newman, biólogos australianos,
proponen como fuerzas clave las formas
estructurales –y no la genética- en la
diversificación de los paleoorganismos.
Stephen J. Gould y Richard Lewontin
(“Spandrels paper”, 1979) alegan que
hay "enjutas" biológicas características,
creadas como subproducto de la
adaptación de estructuras cercanas.
Adolf Seilacher (1925-2014),
paleontólogo alemán, propuso su
biomorfodinámica para explicar la
evolución en fósiles de biota del
período Ediacárico afirmando que la
mayoría de los organismos están
taxonómicamente unidos como
variaciones de un único plan
anatómico.
Stuart Kauffman (1939-), biólogo
estadounidense contradice la moderna
síntesis evolucionista favoreciendo la
autoorganización, con la idea de que
una estructura compleja surge de
manera holística y espontánea de la
interacción dinámica de todas las
partes de un organismo.
Günter P. Wagner (1954-) biólogo
austriaco, propone que la homología
mantiene la identidad de los caracteres
hereditarios, con limitaciones
estructurales en el desarrollo
embrionario (Homology, Genes, and
Evolutionary Innovation, 2014).
Michael Denton (1924-) biólogo
australiano, defiende la existencia de un
“diseño inteligente” (“tipos”) que
precede a las leyes evolutivas de la
forma.
Claude Levi-Strauss (1908-2009): aplicacion de
la lingüística estructural a la semiótica,
estructuras lógicas diádicas en las culturas.
Edmund Ronald Leach (1910-1989):
antropología simbólica y política.
Louis Dumont (1911-1998): relaciones
jerárquicas en estructuras mentales y
culturales.
Victor Turner (1920-1983): símbolos rituales,
antropología simbólica.
Mary Douglas (1921-2007): semántica de
normas y categorías culturales.
Rodney Needham (1923-2006): reglas de
parentesco.
Maurice Godelier (1934-): antropología
económica, marxismo estructuralista.
Claude Meillaseaux (1925-2005): economía
campesina, marximo estructuralista.
Antropología estructural
¿Qué es, exactamente, la
antropología estructural?:
a) ¿Análisis sincrónico de
“arquetipos?
b) ¿Psicoanálisis de
mitos?
c) ¿Anti-humanismo
antiracista?
d) ¿Ahistoricismo
antiexistencialista?
e) ¿Post-marxismo
neohegeliano?
f) ¿Ninguna o todas las
anteriores?
(Marque con una X la
respuesta que considere
adecuada)
Claude Lévi-Strauss (1908-
2009), filósofo y etnólogo francés
de origen judío y alsaciano,
fundador de la antropología
estructural, método basado en la
lingüística homónima creada por
Saussure y desarrollada por el
formalismo ruso. Llegó a definir su
obra como un intento por
responder a la pregunta: “¿Qué es
el hombre?”, concluyendo que la
diferencia y la universalidad
conviven siempre en el ser humano.
1948. La vie familiaire et sociale des indiens Nambikwara.
1949. Les structures élémentaires de la parenté.
1952. Race et histoire.
1955. Tristes tropiques.
1958. Anthropologie structurale.
1961. Entrevistas con Georges Charbonnier (1961).
1962. Le totémisme aujourd’hui.
1962. La pensée sauvage.
1964. Les mythologiques 1: Le cru et le cuit.
1967. Les mythologiques 2: Du miel aux cendres.
1968. Les mythologiques 3: L'origine des manières de table.
1971. Les mythologiques 4: L'homme nu.
1973. Anthropologie structurale deux.
1975. La voie des masques.
1978. Mito y Significado.
1983. Race et culture.
1983. Le regard éloigné.
1984. Palabra dada.
1985. La potière jalouse.
1988 De près et de loin (entrevistas).
1991. Histoire de lynx. 1993. Œuvres.(antología)
1993. Regarder, écouter, lire.
1994. Saudades do Brasil.
1994. Le Père Noël supplicié.
1996. Saudades de São Paulo.
2011. L'anthropologie face aux problèmes du monde moderne.
2011. L'autre face de la lune. Écrits sur le Japon.
2013. Nous sommes tous des cannibales.
1908. Lévi-Strauss nació un 28 de noviembre en
Bruselas, hijo único de Raymond Lévi-Strauss,
artista pintor de retratos y Emma Levy, una pareja
de primos segundos, con dificultades financieras,
debidas al auge de la fotografía; su padre tuvo que
imprimir telas y fabricar mesas y lámparas. Su
infancia en París (26 rua Poussin) fue muy
estimulante: “nací y crecí en un medio en el que se estaba
interesado no sólo por la pintura, sino por la música y la
poesía”, entre lecturas de Dostoyevski, Conrad,
Cervantes, visitas al Louvre y a la ópera, donde se
fascinó con Wagner, quien jugó un papel central
en su vida intelectual, su gusto por los mitos.
“Wagner empezó escribiendo óperas históricas. No continuó,
por haber adquirido la convicción de que sólo el mito es
verdadero en toda época; la verdad de la historia está en el
mito y no a la inversa” (Regarder, écouter, lire, 1993).
1914-1918 Durante la I Guerra Mundial se
refugió en Versalles –donde hizo sus estudios
primarios- en casa de su abuelo, rabino de la
sinagoga. El formalismo religioso lo insensibilizó
respecto a la religión.
Claude Lévi-Strauss peint par son père
Raymond, portraitiste, fils du grand rabbin
de Versailles.
1919 De nuevo en París, habita en el XVI
Arrondissement, cursando la secundaria en los
Liceos Janson-de-Sailly, Condorcet y Hoche.
Pasa vacaciones en Bretaña y en las Cévennes,
interesandose por la geología, y la naturaleza.
“Estos paseos entrenaron su mirada para
identificar los principios secretos que organizan
la diversidad del paisaje”.
1924 Un amigo belga, Arthur Wauters, lo
introduce en lecturas de Marx, Kautsky y
Proudhon. Comienza a militar en la SFIO (Section
Française de l’Internationale Ouvrière), donde
conduce un Groupe d’Études Socialistes. Lee a
Marcel Proust y a Sigmund Freud.
1925 Ingresa por concurso en l’École Normale
renunciando al término del primer año.
1926 Publica su primer libreto Gracchus Babeuf
et le communisme, editado por la Maison
Nationale d’Édition L’Églantine en Bruselas.
“Psicoanálisis, marxismo y geología muestran
que lo verdadero no es inmediatamente
perceptible y que el sentido nace en todos los
casos de la “puesta en relación” de realidades
de apariencia heterogénea” (Olavarria, M.E.
2012. Levi-Strauss, p. 21.
1927 Ingresa a la Université de París para estudiar derecho, que
luego combina con filosofía en la Sorbona. Es compañero de
Maurice Merleau-Ponty, amigo de Jean-Paul Sartre y Simone de
Beauvoir.
1928 Deviene secretario general de la Fédération des Étudiants
Socialistes, dirige la revista L´Etudiant Socialiste, donde publica
hasta 1933 15 artículos sobre temas políticos e históricos.
1929 Con 21 años obtiene su diploma de licenciatura en
filosofía con la tesis Les postulats de la théorie du matérialisme
historique principalement chez Karl Marx, bajo la dirección de
Celestin Bouglé. En sus recuerdos señala que para ese entonces
sus intereses “están en otra parte”. El estudio de la filosofía le
hastiaba, semejando un malabarismo de palabras huecas que
servía de coartada a la reflexión, asonancias entre términos,
homofonías y ambigüedades al servicio de una dramaturgia
especulativa: "Después de años consagrados a esos ejercicios,
me encuentro de nuevo cara a cara con mis rústicas
convicciones, que no difieren mucho de las que tenía a los
quince" (Lévi-Strauss 1955: 40).
1932-1933 Contrae matrimonio con la etnóloga
Dina Dreyfus y obtiene una plaza como profesor
agregado en filosofía en el liceo Victor-Duruy de
Mont-de-Marsan, en Landes, región de Aquitania
al suroeste de Francia, y al año siguiente, en el
liceo de Laon. A escasos 12 meses de
desempeñarse como docente descubre “con
horror” que la vida de profesor de filosofía consiste
en repetir el mismo curso año tras año. En esta
época cayó en sus manos y leyó el libro de Robert
H. Lowie, Primitive Society (1920): “En lugar de
nociones tomadas en préstamo de otros libros de
inmediato metamorfoseadas en conceptos
filosóficos, este libro me confrontaba con una
experiencia vivida por las sociedades indígenas
cuyo significado se había preservado gracias al
compromiso del observador. Lévi-Strauss cita entre
sus influencias precoces a Jean-Jacques Rousseau,
«fundador de las ciencias del hombre», al sinólogo
Marcel Granet (1884-1940), Georges Dumézil
(1898-1986), a Durkheim y a Marcel Mauss (1872-
1950). "Me convertí en antropólogo
huyendo de la filosofía“.
Sus incursiones en geología, psicoanálisis y marxismo, le conducen a
reflexionar en la importancia de las “estructuras ocultas”: "Los tres
demuestran que comprender consiste en reducir un tipo de realidad
a otra; que la realidad más verdadera no es siempre la más evidente
o explícita".
Claude Lévi-Strauss em visita ao Museu Nacional. Fotografia, acervo
do Museu Nacional/UFRJ- Rio de Janeiro, Brasil. Identificados da
esquerda para a direita: 1 Claude Levi-Strauss; 2 Ruth Landes, da
Universidade de Columbia; 3 Charles Walter Wagley, da Universidade
de Columbia
Fue, con Ferdinand Braudel y Florestan
Fernandes, uno de los fundadores de la
Universidad de Sao Paulo.
1934 "Mi carrera se resolvió un domingo de otoño de 1934, a las nueve de la
mañana, con una llamada telefónica. Era Célestin Bouglé, a la sazón director de
la Escuela Normal Superior" (Lévi-Strauss 1955: 35). Le propuso formar parte de
una misión universitaria francesa en Brasil (“Los suburbios están llenos de
indios, a ellos les dedicarás tus fines de semana”), como profesor de sociología
en la naciente Universidad de São Paulo, donde a partir de 1935 y hasta 1938,
enseña una sociología que incluye a Comte, Durkheim y Mauss, con retientos
hacia la antropología, pues la ciudad, que le parece un laboratorio multicultural
maravilloso, es motivo para enviar a sus alumnos a practicar observaciones
etnográficas, algo que entonces estaba bastante mal visto en la universidad.
1935 Comienza su
primera expedición
etnológica –junto con
Dina, su esposa y
colegas de la
Universidad de São
Paulo, Mario D’Andrade,
Paulo Duarte y su
antiguo amigo del liceo
René Silz, remontando el
norte del río Paraguay
hasta Quejare, una de
las escasas poblaciones
bororo que aún
permanecía libre de
influencia misionera en
Mato Grosso.
Por tres semanas de trabajo intensivo observan la organización social, el sistema matrimonial,
los juegos, los tocados, el arte plumario y la vida bororo. Este corpus conformaría la base del
primer ensayo etnológico de Lévi-Strauss, “L’étude de l’organisation sociale des Indiens
bororo”, publicado en el Journal de la Société des Américanistes en 1936. Con Dina, produce un
filme sobre los rituales funerarios.
Visitan asimismo ese año a los Caduveo, quienes
usan los dibujos faciales y la cerámica para
transmitir rasgos de su organización social: “Destaca
esta dualidad fundamental en todos los planos,
pues los temas primarios son primero
desarticulados, luego recompuestos en temas
secundarios que hacen intervenir en una unidad
provisional fragmentos tomados de los precedentes,
y aquellos son yuxtapuestos de tal manera que la
unidad primitiva reaparece como por un truco de
prestidigitación” (Tristes Trópicos, p. 184). A medida
que se adentra en la intrincada vegetación selvática
y en el estudio de los indígenas brasileños, dio los
pasos decisivos que lo iban a convertir en etnógrafo,
etnólogo y antropólogo. No se trató propiamente de
un aprendizaje ni de un entrenamiento, sino de una
experiencia que en su caso conjuntó una genealogía
artística, un medio cultural y religioso, con la
contingencia de no saber quién se es “[…] La
experiencia etnográfica es una investigación
experimental, algo que se te escapa. Si hubiera
sabido muy bien lo que soy, no habría necesitado ir
a buscarme a mí mismo en aventuras exóticas
"(Lévi-Strauss y Eribon, 1988: 233).
1938 Nombrado por el Musée de l’Homme y el
Departamento de Cultura de São Paulo dirige
una misión binacional de ocho meses, en
condiciones materiales difíciles por falta de
apoyo financiero. Parten de Cuiabá en un Ford
34, luego siguiendo una línea de telégrafo en
carretas de bueyes hasta encontrar a los
nambikwara. Varios miembros del equipo -entre
ellos su esposa- abandonan la misión por una
infección ocular. Dina regresa a París, mientras
Lévi-Strauss continúa con algunos compañeros,
visitando a los mundé y tupi kawahib en el
estado de Rondônia. Según relata Luiz Castro Faria (Um
outro olhar. Diario da Expediçao à Serra do Norte, 2001)- , la
visión de Lévi-Strauss es presa de una fantasía épico
primitivista, pues no advierte los impactos de la
modernización. Después de su encuentro con los mundé,
Lévi-Strauss afirma ser el primer "blanco" que "penetra" en
esa comunidad indígena: "Había querido ir hasta la punta
extrema del salvajismo ¿no me colmaba estar entre estos
graciosos indígenas que nadie había visto antes que yo y que
quizá nadie volvería a ver nunca más? Al cabo de un recorrido
exaltante, yo tenía mis salvajes…”.
1939 Regresa a París y se encuentra con la Segunda Guerra
Mundial, siendo movilizado y enviado a la línea Maginot, como
oficial de enlace e intérprete de inglés. Allí intuyó otras bases para
pensar en el estructuralismo: "Mientras esperábamos una batalla
que no comenzaba, observé con detalle cómo, detrás del aparente
azar de la belleza de un campo de flores, existía una organización
estricta en cada una de ellas". Se separa de Dina y se divorcia en
1941.
1940 Durante la ocupación alemana, aún sin plena conciencia del
peligro que enfrentaba por sus orígenes judíos, intenta retoma su
puesto de profesor de filosofía en Montpellier, pero es revocado por
motivo de la ley racial de octubre de 1940 del Gobierno de Petáin en
Vichy. Sus notas y artesanías de la primera expedición de campo en
Brasil son robados de su apartamento de la rue 27 des Plantes,
después de lo cual decide embarcarse hacia Estados Unidos: “la
amigable atención prestada a mis trabajos etnográficos por Robert H. Lowie
y Alfred Métraux, unida al interés de mis parientes instalados en los Estados
Unidos, me habían valido una invitación de la New School for Social
Research, de Nueva York, en el marco del plan de salvamento elaborado por
la Fundación Rockefeller para sabios europeos amenazados por la ocupación
alemana” (Lévi-Strauss 1955: 10).
1941 Se embarca en el
“Capitaine Paul Lermerle”,
junto con 200 refugiados,
incluyendo a Wilfrido Lam y
a André Bretón. En el
trayecto visitó Puerto Rico
y la Martinique vichyste,
donde presenció el
antisemitismo y la violencia
colonial.
Impartió varios cursos en la New
School for Social Research, al tiempo
que se sumergió en la literatura
etnológica sobre mitología y
parentesco. “Lo que de verdad era o
podía ser la etnología lo aprendí más
tarde, a principios de la década de los
cuarenta, en la Biblioteca Pública de
Nueva York. Ahí, leyendo, completé mi
formación de etnólogo (…Sin la guerra
y la ocupación alemana mi destino
hubiera podido ser otro. En realidad,
tras el armisticio, yo quería volver a
Brasil pero no me dieron visado”.
En Nueva York, descubrió el particularismo
histórico y relativismo culturalista y
geográfico de Franz Boas. El roce con Alfred
Kroeber, Margaret Mead, Ralph Linton, Ruth
Benedict fue determinante para elaborar una
convicción etnológica profundamente
antirracista. Entró en contacto con la
etnografía de los pueblos de la costa
noroccidental.
Gracias a Alexandre Koyré, en Nueva York
conoció al lingüista Roman Jakobson, con
quien accedió al enfoque estructuralista,
que retomó para el análisis
antropológico, entendiendo que los
fenómenos de orden lingüístico son “la
proyección, a nivel de pensamiento
socializado y consciente, de leyes
universales que regulan la actividad
inconsciente de la mente”. "Yo hacía ya
estructuralismo sin saberlo. Jakobson me
ha revelado la existencia de un corpus de
doctrina ya constituido“. “En fin de
cuentas, la antropología y la sociología no
esperaban de la lingüística sino lecciones.
Nada auguraba una revelación. El
nacimiento de la fonología revolucionó
esta situación […] la fonología no puede
dejar de cumplir frente a las ciencias
sociales el mismo papel renovador que la
física nuclear ha jugado frente al
conjunto de las ciencias exactas”.
Lévi-Strauss, C. [1945]. L’Analyse structurale en linguistique et
anthropologie. En Anthropologie structurale. Paris: Plon
Lévi-Strauss señala cuatro pasos fundamentales del
método fonológico para las ciencias sociales:
1. La fonología pasa del estudio de los fenómenos lingüísticos
conscientes al de su infraestructura inconsciente;
2. No trata los términos como entidades independientes, sino
que fundamenta su análisis sobre las relaciones entre los
términos;
3. Introduce la noción de sistema;
4. Busca descubrir leyes generales encontradas por
inducción o deducción lógica.
1942 Se une a Free France,
organización de resistencia exterior
fundada por el general de Gaulle,
trabaja asimismo en la Oficina de
Información de Guerra. Fundó con Henri
Focillon, Jacques Maritain, Jean Perrin y
otros la Free School of Higher Studies en
Nueva York. A través de André Breton
entra en contacto con el círculo
surrealista, que incluye a numerosos
exiliados: Max Ernst, Yves Tanguy,
Marcel Duchamp, Leonora Carrington,
Masson, Peggy Guggenheim. Con
algunos de ellos comparte su atracción
hacia el entonces llamado “arte
primitivo”, en particular el proveniente
de Oceanía y el de América del Norte.
“Incluso lo que se presenta bajo los
aspectos más irracionales, los más
absurdos, los más chocantes, podían
ocultar una racionalidad secreta”.
Lévi Strauss tomó del surrealismo una mirada estética
que aplicó a piezas arqueológicas y etnográficas, a las
que los antropólogos sólo concebían su valor. La
belleza convulsiva, la locura como elemento de
estudio, el arte, la magia, los mitos, la expresión
íntima del ser, la literatura.
1945 Retorna a Paris para reunirse con su familia y tras
unos meses regresa nuevamente a Estados Unidos como
consejero cultural de la Embajada de Francia. Publica su
célebre artículo “Analyse structurale en linguistique et en
anthropologie”, en la revista Word. Journal of the
Linguistic Circle of New York (fundada por Jakobson),
donde asienta su método estructuralista.
1946 Se casa con Rose-Marie Ullmo, con quien procrea
un hijo al año siguiente: Laurent, a quien dedicará su obra
Tristes Tropiques.
1947 Regresa a París para defender su tesis doctoral en
mayo de 1948: Les structures élémentaires de la parenté
en La Sorbona, con Georges Davy de director. Como tesis
complementaria, La vie familiale et sociale des Indiens
nambikwara. Curador asociado en el Musée de l’Homme
hasta 1949. Unos meses director de investigación en el
Las estructuras elementales del parentesco
(1949) analiza comparativamente las reglas
de matrimonio entre los aborígenes
australianos y otras poblaciones tribales
del sudeste asiático. A diferencia del
Radcliffe-Brown, para quien la prohibición
del incesto estaba anclada a las relaciones
sexuales, y el parentesco basado en la
descendencia de un ancestro común, Lévi-
Strauss considera que refieren a la
prohibición de alianzas matrimoniales
entre “determinadas categorías de
parientes”, permitiendo la continuidad
social a través del intercambio de mujeres.
Así, la sociedad es “coextensiva al
pensamiento simbólico y no su causa”.
Como señala Olavarría (2012: 69-70: “La
donación recíproca –que implica las
obligaciones de dar/recibir/devolver– remite,
pues, a una estructura simbólica inconsciente
que se presenta cada vez que una situación
social requiere la solución que ella aporta” (pp.
69-70).
1949 Se publican ambas
tesis. Deviene director del
Musée de l’Homme.
Gracias a Lucien Febvre, obtiene
una cátedra de Religiones
comparadas en pueblos sin
escritura en la École Pratique des
Hautes Études.
Según Lévi-Strauss, el tabú del incesto
es un fenómeno universal que presiona a
los grupos humanos a practicar la
exogamia. Con esta proposición, rechaza
explicaciones anteriores, como los motivos de
base biológica (evitar enfermedades genéticas,
Morgan, Tylor, Maine, Wilson), herencia social
(McLennan, Lubbock, Durkheim), sexual (la
parentela no atrae hay repugnancia instintiva,
Westermack, Ellis), históricas (parricidio
original, Freud), de filiación jerárquica,
Radcliffe-Brown), o el cuestionamiento de que
no es universal (Malinowsky). Para Lévi-
Strauss, la prohibición de aparearse con
los parientes más cercanos es un hecho
fundacional de la cultura y la sociedad
frente a la naturaleza animal, que debe
entenderse no tanto en sus aspectos
prohibitivos sino prescriptivos:
fundamenta las alianzas entre grupos a
través del intercambio de mujeres. Es una
ley básicamente económica, no moral.
“Antes del surgimiento del tabú del incesto, la cultura no existe; y al
surgir, la naturaleza deja de ser para el hombre el único reino (…) es el
proceso por el cuál la naturaleza va más allá de sí misma (…) Este tabú
genera, y a la vez constituye, el advenimiento de un nuevo orden” (…)
“La cultura es la presencia o ausencia de reglas en los comportamientos
sustraídos a las determinaciones instintivas”.
Tabú del incesto en la
Biblia: “Ningún varón se
llegue a parienta próxima
alguna, para descubrir su
desnudez (Levítico 18:6).
En Les estructures élementaires de la parenté,
revela la influencia de Èmile Durkheim, pero
especialmente de Marcel Mauss, puesto que
sostiene que la reciprocidad es un fundamento
inconsciente de la vida social humana. Al ser
analizados comparativamente, el caos
inherente a todos los sistemas de parentesco
sería solo la máscara que encumbre todo un
universo mental ordenado bajo un sistema
unívoco binario-diferencial, una estructura de
pensamiento que sólo podría ser alcanzado si
construimos un método científico que legitime
tal develamiento. Este método se encontraría
en la Lingüística, en especial, en la propuesta
teórica de Roman Jakobson, quien sostenía que
la infinitud de sonidos que caracteriza a las
lenguas podría ser categorizada en un sistema
de oposiciones binarias. Es en esta proposición
Lévi-Strauss encontraría su modelo
metodológico para analizar los sistemas de
parentesco y la estructura inmanente a los
mitos.
El Ensayo sobre el don, aparecido por primera vez en
1925 y compilado junto con otros textos de Marcel
Mauss en Sociología y Antropología, con introducción
por Lévi-Strauss, demuestra, con base en un estudio
comparativo, la importancia de los “regalos” en las
sociedades llamadas primitivas.
Siguiendo a Durkheim, Lévi-Strauss elabora su idea de que las
estructuras sociales y culturales son producto de diversos
factores colectivos. Normas sociales, necesidades humanas o
productos de un inconsciente común, nunca se mueven por
intereses objetivos o individuales: ”Para comprender
adecuadamente un acto social es necesario considerarlo en su
totalidad, es decir, desde fuera, como una cosa, pero como una
cosa de la que forma parte integrante la consideración subjetiva
(consciente o inconsciente) que adoptaríamos, si, hombres al fin,
viviéramos el hecho como un indígena y no como un
etnógrafo”. Lévi-Strauss (1949).
“Las relaciones de parentesco fueron el
primer campo donde Lévi-Strauss puso
a prueba la eficacia de su método
estructural; ellas representan la base
primigenia de la sociedad humana. En
Las estructuras elementales del
parentesco (1949), trata de reconducir
la enorme variedad de prácticas y
creencias familiares, aparentemente
caóticos y arbitrarios, a algunos
principios sencillos que den cuenta
plenamente de su inteligibilidad. Luego,
a lo largo de los años, volverá sobre el
asunto en el Prefacio a la segunda
edición (1967) y en otras
contribuciones, como La familia (1956),
El futuro de los estudios del parentesco
("Huxley Memorial Lecture", 1966),
Reflexiones sobre el átomo de
parentesco (recogido en Antropología
estructural II, 1973) y otros textos
recopilados en La mirada distante
(1983), Palabra dada (1984) y De cerca
y de lejos (1988), siempre
manteniéndose fiel a la inspiración
teórica, el método y los principios de
interpretación iniciales”.
En su teoría de la alianza, el átomo de
parentesco consta de pares de oposición,
encontrando que el avunculado, donde el
hermano de la madre ocupa un lugar de
privilegio en el sistema de parentesco o en
la crianza de los hijos, es su expresión más
significativa.
Gómez García, Pedro. 2008. Familia y matrimonio
sólo existen en la red del parentesco
(antropológicamente hablando). Gazeta de
Antropología 4 (1).
La figura del tío materno saca a la luz el
hecho de que en una alianza matrimonial
no participan dos individuos (marido y
mujer) sino dos grupos unidos en
reciprocidad a través de la mujer que es
recibida como esposa por uno de ellos y
la que es otorgada como hermana o hija
por el otro.
“El sistema de parentesco constituye a su
modo un hecho social total, dotado de
connotaciones múltiples, psicológicas,
sociales y económicas. Más exactamente,
engloba dos órdenes superpuestos: un
sistema de denominaciones o
nomenclatura (padre, madre, hijo, tío,
sobrino, primo, etc.) y otro sistema de
actitudes o comportamientos (respeto o
familiaridad, afecto u hostilidad, derecho o
deber)”.
Contiene, asimismo, dos teorías
del parentesco orgánicamente
conectadas entre sí: una teoría
restringida referida a las
sociedades que poseen reglas
positivas relativas a la elección
del cónyuge; y una teoría general
consistente en una
interpretación estructural de la
prohibición del incesto como
expresión negativa de una ley de
intercambio.
“Si la interpretación que
propusimos es exacta, las reglas
del parentesco y del matrimonio
no se hacen necesarias por el
estado de sociedad. Son el
estado de sociedad mismo […]”
(Lévi-Strauss. Antropología
estructural II, 1973).
1950 El antropólogo y americanista suizo Alfred Métraux
(1902-1963), quien comparte su amistad con Michel Leiris,
Jacques Lacan y Maurice Merleau-Ponty, le propone acudir a
Pakistán para indagar el estado de la enseñanza de las
ciencias sociales por parte de UNESCO. A lo largo de dos
meses y medio en las colinas de Chittagong (hoy
Bangladesh), investiga el parentesco de los kuki y el
sincretismo religioso de los mogh. Tiene la oportunidad de
“mirar Asia” y descubrir dos universos religiosos hasta
entonces alejados: islam y budismo. Percibe al primero como
una continua cerrazón del Yo, aunado a un rechazo
compulsivo de la alteridad. El budismo lo seduce gracias a su
negativa a “adorar un pretendido orden sobrenatural” y por
constituir una “disciplina disolvente del universo, que se
disuelve ella misma como religión” (Debaene y Keck 2009).
Este año sucedió a Maurice Leenhardt (1878-1954) en la
cátedra de «religiones comparadas de los pueblos sin
escritura» de la École pratique des hautes études.
Debaene, Vincent y Frédéric Keck. 2009. Claude Lévi-Strauss.
L’Homme au regard éloigné. París: Gallimard.
1952 Publica Raza e Historia, ensayo encargado por
UNESCO para contrarrestar el genocidio provocado
durante la II Guerra Mundial y l. Recomienda diseñar
una estrategia global para promocionar el
reconocimiento mutuo entre las diferentes culturas,
advierte sobre los peligros de la mundialización en el
formato de un falso humanismo.
1953-1960 Secretario General del Consejo
Internacional de Ciencias Sociales de la UNESCO.
1954 Contrae su tercer matrimonio con Monique
Roman, con quien procrea su segundo hijo, Matthieu.
1959 Profesor en el Collège de France. Su titular
anterior fue Marcel Mauss desde su nombramiento en
1901 a la edad de 29 años, hasta su retiro forzado por
la ocupación nazi en 1940.
“En Raza e historia Lévi–Strauss hace
una decidida afirmación de la
diversidad de sociedades y
civilizaciones como rasgo propio del
desarrollo de la humanidad (…) Siendo
natural el fenómeno de la diversidad
cultural, sorprende que rara vez se les
haya aparecido a los grupos humanos
como tal hecho natural, y que, al
contrario, haya prevalecido una
actitud, que parecería por su
perdurabilidad misma descansar en
sólidos fundamentos psicológicos,
consistente en rechazar las otras
formas culturales —un etnocentrismo
generalizado” Ninguna cultura puede
emitir, por tanto, un juicio verdadero
sobre otra, pues cada una es un
principio de valor y un sistema de
referencia propios”.
Pazos, Álvaro. 2020. In memoriam. La obra de
Claude Lévi-Strauss (1908-2009). Unidad humana
y diferencia cultural.Revista de Antropología Social
19: 9-23.
1955 Publica “The Structural Study of Myth”, ensayo
donde sienta las bases del análisis estructural. Sale a luz su
famoso libro Tristes Trópicos, que semeja a las crónicas
viajeras pero que es una autobiografía intelectual. No sólo
registra sus experiencias con los bororo, los caduveo, los
nambikara o los tupí-kawaíb, abordando sus ritos, su vida
social, económica, política y sexual, sino que examina las
relaciones entre el viejo y el nuevo mundo, define el lugar
del hombre en la naturaleza y el significado de civilización
y progreso. Denota como el ser y el conocer se excluyen
mutuamente. "Todo esfuerzo por comprender destruye el
objeto al cual nos hemos aferrado, en provecho de un
objeto de otra naturaleza; reclama de nuestra parte un
nuevo esfuerzo, que anula en provecho de un tercero, y así
sucesivamente hasta que alcanzamos la única presencia
duradera, que es aquella donde se desvanece la distinción
entre el sentido y la ausencia de sentido: la misma de la
cual partimos" (Lévi-Strauss 1955: 514). La nostalgia,
entonces, está inscrita en el mismo corazón de cualquier
empresa de conocimiento, como una suerte de a priori
epistemológico.
“El conjunto de las costumbres de un pueblo es
marcado siempre por un estilo; dichas costumbres
forman sistemas. Estoy persuadido de que esos
sistemas no existen en número ilimitado y de que
las sociedades humanas, como los individuos —en
sus juegos, sus sueños o sus delirios— jamás crean
de manera absoluta sino que se limitan a elegir
ciertas combinaciones en un repertorio ideal que
resultaría posible reconstituir. Si se hiciera el
inventario de todas las costumbres observadas, de
todas aquellas imaginadas en los mitos así como de
las evocadas en los juegos de los niños y de los
adultos, de los sueños de los individuos sanos o
enfermos y de las conductas psico-patológicas, se
llegaría a una especie de tabla periódica como la
de los elementos químicos, donde todas las
costumbres reales o simplemente posibles
aparecerían agrupadas en familias y donde nos
bastaría reconocer aquellas que las sociedades han
adoptado efectivamente…”
1958 Publica Anthropologie structurale, donde esboza
su método de análisis, derivado de la lingüística:
cualquiera que sea el objeto de estudio -lenguajes,
sociedades, sistemas de parentesco, mitos- se trata de
estudiar no los elementos que lo componen sino las
relaciones que mantienen entre ellos y las brechas que
los separan. La producción de significaciones a partir del
establecimiento de relaciones de distinción entre ellas
permite a Lévi-Strauss entender la cultura como un
sistema ordenado bajo oposiciones binarias-
diferenciales. Un signo adquiere identidad en su
contraste con otros.
En cuanto método, dispone de un aparato conceptual
tomado esencialmente de la lingüística
(sistema/metasistema, lengua/habla, código/ mensaje,
diacronía/sincronía, significante/significado, metáfora/
metonimia, sintagma/paradigma, la noción de forma) y
de la instrumentación lógico-matemática.
Para Lévi-Strauss, las estructuras
son:
- Inconscientes: corresponde al
etnógrafo desvelarlas a través de su
expresión manifiesta en sistemas de
parentesco, ritos, mitos,
ornamentaciones, consideradas
como dimensiones de la
experiencia cultural.
- Sistemas de relaciones sociales:
cada elemento sólo encuentra
significación en su relación con el
resto de elementos, es decir, le
viene conferida gracias al contexto.
- Proceden de forma binaria: pares
de oposición o categorías
dicotómicas que se llegan a
considerar inherentes a la
estructura mental humana, como
forma y medio de organizar el
mundo que nos rodea.
“El descubrimiento de estructuras inconscientes que
imponen un orden más allá de la apariencia de la
diversidad y la arbitrariedad de las diversas normas
culturales y de los mitos, le permite eliminar la ruptura
artificial entre la razón y la no-razón, lo cual, a su vez,
refuerza su crítica a todo etnocentrismo. Para Lévi-
Strauss, las diversas formas estructurales de parentesco
han sido producidas a partir de un patrimonio psíquico
común e innato de la humanidad, de forma que, lejos de
ser peculiaridades específicas de etnias distintas, tienen
una base universal y un cierto carácter ontológico ligado
a la especie humana. Por otra parte, la búsqueda de un
lenguaje oculto capaz de unificar las diversas apariencias
en las que se manifiestan unas estructuras comunes,
emparenta también a Lévi-Strauss con el afán de Leibniz
de establecer una characteristica universalis. Por todo
ello, Paul Ricoeur ha dicho de Lévi-Strauss que sustenta
una especie de «kantismo sin sujeto trascendental». De
esta manera, para Lévi-Strauss, existiría como un
inconsciente, más kantiano que freudiano, formado por
unas categorías determinantes de todas las otras
estructuras sociales. Esta matriz inconsciente haría inútil
cualquier planteamiento historicista, ya que la historia no
tiene en sí misma ningún fin y es, pues, vano intentar
hallar una hipotética ley de progreso”.
https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Autor:L%C3%A9
vi-Strauss,_Claude
El método lévi-straussiano de análisis estructural
distingue tres momentos:
1) La etnografía, trabajo de campo, con observación de los hechos
sociales; recogida y clasificación de datos, materiales y
documentos que permitan describir la vida de un grupo humano o
alguno de sus aspectos.
2) La etnología, “trabajo de laboratorio”, donde se sistematizan,
comparan, analizan y representan los hechos sociales, rastreando
las relaciones de oposición y correlación entre sus elementos para
construir modelos, que generalizan y comparan, formulando
hipótesis que, una vez verificadas etnográficamente, se conviertan
en teorías. Indagar de modo deductivo, cómo reacciona un
determinado modelo a las modificaciones o permutaciones, y
cómo se transforma un modelo en otro, hasta agotar las
posibilidades combinatorias para hacer inteligibles todas las
formas particulares de dicho subsistema .
3) La antropología (teórica) que intenta elucidar principios
aplicables a la interpretación del fenómeno humano como tal.
Formulación de las estructuras del sistema, que expresan una ley
invariante, respecto a la cual cada caso (o modelo) particular sólo
constituye una variante transformacional.
Elaboración propia, en base a Gómez García, Pedro. 2010. Claude
Lévi-Strauss. Vida, obra y legado de un antropólogo centenario.
Gazeta de Antropología 26 (1).
En dos textos (“El hechicero y su magia” y “La eficacia
simbólica) de Antropología estructural (1958), Lévi-Strauss
analiza el proceso terapéutico que opera en el chamanismo,
denotando similitudes con la cura psicoanalítica. Las curas
chamanísticas suelen ser de tres tipos: por manipulación o
succión, por medio de un combate simulado, o por
encantamientos y operaciones.
Analiza, por ejemplo, un ritual chamánico de los indios cuna las
islas de San Blas de Panamá, destinado a asistir un parto difícil
con un canto de ayuda (Mu-Igala o el camino de Muu). Se
interroga por su peculiar eficacia, que denomina eficacia
simbólica. Se trata de aplicar una medicación psicológica a una
enfermedad orgánica, de tal modo que puede decirse que es
una manipulación psicológica del órgano enfermo. Consiste en
hacer que la paciente reviva de manera precisa e intensa una
situación inicial, cuyo escenario es el cuerpo y los órganos
internos del paciente. Se trata de pasar de lo real
intrascendente al mito, de lo físico a lo fisiológico, del mundo
externo al mundo interno. Nos muestra que el contexto
psicológico de la enfermedad juega un papel fundamental para
la cura no solo por lo que representa este aspecto para el
individuo enfermo, sino también para la comunidad.
Levi Strauss, Claude. 1968
(1958). Antropología
estructural.Buenos Aires:
Eudeba.
Eficacia simbólica
Plantea que la enfermedad lleva
consigo una perturbación que es
biológica como social y psíquica.
El ritual terapéutico viene a
restituir la personalidad social y a
conseguir la recuperación física,
por intermediación de ciertos
mecanismos psicofisiológicos
Los esquemas culturales de los
que participan curandero y
pacientes están predispuestos
para «objetivar estados
subjetivos, formular impresiones
informulables e integrar en un
sistema experiencias
inarticuladas» (Antropología
estructural 1958: 155)
“…así como los fármacos no actúan mágicamente ni inventan funciones, sino que
modulan (estimulan o inhiben) funciones normales del organismo (…) los
símbolos ejercen una resonancia concreta sobre las funciones corporales, sería
entonces interesante investigar cuales son los circuitos neurológicos, endocrinos
y/o inmunológicos a través de los cuales se ejerce dicha resonancia, a fin de
poder llegar a utilizar su potencial terapéutico, tal como lo hacemos actualmente
a través del empleo de fármacos. Cabe especular que un uso terapéutico de los
símbolos, basado desde ya en fundamentos científicos, podría ser de utilidad
como terapia adyuvante a la farmacológica y contribuir a la reducción de
frecuentes complicaciones producto de la polifarmacia, la atopía, la toxicidad y
otros efectos adversos”.
Mussoa, Carlos G., Paula A. Enza y Edgardo Werbin. 2016. El símbolo y su función
terapéutica: en busca de sus fundamentos científicos. Archivos Argentinos de Pediatría 114
(5): 403-404.
El curandero como agente terapéutico tiene la competencia cultural para desarrollar acciones simbólicas que tienen sentido para
el enfermo y/o su familia a través de un marco ritual. Este marco “provee el escenario para el logro de estructuras únicas de
experiencia” (Turner, 2002: 99), tanto en el ámbito del diagnóstico como del tratamiento, y aun el del pronóstico.
5. En el performance ritual la
ejecución lingüística del
discurso tiene por sí misma
un impacto en el proceso
terapéutico.
4. El papel de los sentimientos
en la causalidad de la
enfermedad. La actividad discursiva
proporciona un marco ordenador -
estrategia cognitiva y estructura
explicativa- para que se resitúe la
experiencia de enfermar y se active
un código cultural que hace explícita
la interconexión entre enfermedad
orgánica y experiencia emocional y
social.
3. Resituar la enfermedad en escalas de
significado más amplias. terapeuta y paciente
proyectan en el diálogo una narrativa del
padecimiento en una espiral contextual holista
que rebasa lo orgánico-corporal, para abarcar lo
sobrenatural, lo social y lo emotivo
1. La religiosidad popular como gramática
organizadora de reconstitución del mundo. Se
explicita en la inclusión de palabras, oraciones o
discursos sacros y en la exposición de símbolos
religiosos.
2. Pertenecer a una tradición cultural es
participar de sus códigos y mecanismos de
comunicación. El esclarecimiento de los códigos
sociolingüísticos que surgen entre el curandero y el
paciente demanda emplazarlos tanto en el horizonte
de un presente como en el horizonte histórico de
esa tradición para comprender su significado.
González Chévez, Lilián. (2017). El proceso terapéutico en la medicina tradicional mexicana. Algunas claves para su interpretación. Nueva Antropología 30 (86: 9-34.
1960 En la inauguración de la cátedra de
Antropología Social, impartida en el Collège de France,
el 5 de enero, Levi-Strauss se refiere a la antropología
como una prolongación y superación de la sociología
francesa, con una visión sausseriana: “como la
ocupante de buena fe de ese dominio de la semiología
que la lingüística no ha reivindicado como suyo (...).
recalcando de esta forma el énfasis estructural
simbólico de la cultura (...) “Nuestra ciencia llegó a
buen término el día en que el hombre occidental
empezó a comprender que nunca se entendería a sí
mismo, siempre que en la faz de la Tierra una sola raza,
o un solo pueblo, fuera tratado por él como un objeto.
Sólo entonces la antropología pudo afirmarse por lo
que es: una empresa renovadora y expiatoria del
Renacimiento, para extender el humanismo a la medida
de la humanidad”.
1961 Lévi-Strauss deja su cargo como Secretario
General del Consejo Internacional de Ciencias Sociales
de la UNESCO, debido a diferencias políticas
e intelectuales.
Junto con Émile Benveniste y
Pierre Gourou fundó este
año la revista L'Homme,
abierta a las diferentes
corrientes de la etnología y la
antropología, y favorecedora
de un enfoque
interdisciplinar en las
ciencias humanas.
En 1960 fundó el Laboratorio de antropología social
(LAS), dependiente del Collège de France y la Ecole
Pratique des Hautes Etudes, con el antropólogo Isac
Chiva como co-director. Gracias a Fernand Braudel
logra obtener la única copia europea de los Human
Relations Area Files, la mayor base de datos sobre
todas las sociedades conocidas, producida por
George Murdock en la Universidad de Yale,
convirtiendo al LAS en un centro de referencia
etnográfica "incluso antes de haber lanzado
investigaciones y misiones”. El LAS está “dedicado a
las costumbres, creencias e instituciones,
enfatizando, a través del análisis comparativo, los
elementos estables y permanentes de las
creaciones del pensamiento humano, como pueden
ser comprenderlos de manera concreta, a través de
la diversidad de las sociedades de las que la
etnografía es objeto, y con la preocupación de
introducir en este estudio métodos rigurosos que
permitan determinar constantes y correlaciones”
(Lévi-Strauss, premier programme d’activité du
laboratoire, 12 décembre 1961).
1962 Publica dos libros hoy clásicos: Le totémisme
aujourd’hui y La pensée sauvage. En la primero, una
revisión de anteriores investigaciones sobre el
totemismo, para culminar ofreciendo un marco muy
diferente de interpretación. Para Lévi-Strauss, el
totemismo (relación peculiar de algunas tribus con
una especie de animales o plantas) es un sistema
propio «de saber y de reflexión», «un caso especial
del problema general de la clasificación», que define
como un operador lógico de diferencias, que sirven
para clasificar e integrar a los grupos en una
sociedad, permitiéndoles pensarse a sí mismos
dentro de un orden coherente (“se comprende que
las especies naturales no sean elegidas por ser
“buenas para comer” sino por ser “buenas para
pensar”). Los animales totémicos dejan traslucir
relaciones concebidas por el pensamiento en un
sistema hereditario de clasificación cuya forma
estructural sobrevive aún cuando la misma
estructura sucumba. Advierte una lógica oculta.
Del mundo vegetal y animal se extraen
diferentes significados y se trasladan a la
sociedad: de la naturaleza pasan a la
cultura. No existe universalidad del sentido
totémico. Los animales, objetos o plantas
en que se singularizan los tótems, no
tienen un único sentido ni operan en
función de un sólo determinante, sino
que, a veces, determinan la organización
en clanes o establece prohibiciones de
caza, o implican reglas exogámicas: pero
otras veces no.
Concluye que ponen en juego una relación
entre naturaleza y cultura. Así, constituyen
sistemas de denominación y clasificación
de los grupos sociales, construidos en un
proceso de reflexión sobre la naturaleza.
Tienen el carácter de códigos y como tales
pueden ser traducidos a otros
y establecer un sistema de comunicación.
Sus clasificaciones no invocan las
semejanzas sino las diferencias en el orden
de la naturaleza.
“El énfasis puesto por Lévi-Strauss
permite identificar la necesidad
lógica y simbólica del totemismo el
cual, bajo su perspectiva, no sería
sino una suerte de parentesco lógico
sujeto a determinadas leyes
universales de simbolización. En esta
medida el objeto de la etnología
sería, a partir de aquí, el conjunto de
leyes universales de simbolización,
esto es, el inconsciente; la etnología
es, por lo tanto, una psicología. En
este movimiento la cultura no sería
más “esa totalidad compleja que
incluye conocimiento, creencia, arte,
moral, ley, costumbre y todas las
demás capacidades y hábitos
adquiridos por el hombre como
miembro de la sociedad” (Tylor,
1871), sino la dimensión simbólica de
los hechos sociales”.
Olavarria, M.E. 2012: 105
Constata en las sociedades “primitivas” una
«regulación estructural de la evolución histórica»,
donde la estructura mítica sobrevive a la variación de
los acontecimientos. Construye un postulado del
estructuralismo metodológico: la noción de sincronía
y diacronía como objeto diferenciado de
investigación. La ciencia positiva produce
acontecimientos a partir de estructuras, mientras
que el pensamiento mítico elabora estructuras
mediante (residuos de) acontecimientos. El
pensamiento mítico y el científico no se disponen en
un mismo orden de sucesión histórica, ni en uno de
sucesiones lógicas. Cada uno constituye un modo
completo, acabado, de producir un conocimiento,
una explicación de los fenómenos de la naturaleza y
del hombre en relación con la naturaleza.
La sincronía para Lévi-Strauss es la forma bajo la cual
la antropología prescinde de la historia: lo
importante en el análisis estructural no es el hecho
histórico, sino la huella cultural que trasciende los
acontecimientos y se encarna en mitos, reglas,
tótems, que reafirman el orden establecido en el
presente.
En El pensamiento salvaje (1962) identifica Claude la
lógica subyacente de las “etnociencias”, como un
pensamiento que posee su propia racionalidad,
adscrito a un pensamiento mítico y metafórico, donde
el conocimiento se expresa de forma participativa y
totalizante, en reciprocidad con el mundo circundante
y con el cosmos. Esta “ciencia de lo concreto” o de los
operadores sensibles, a diferencia de la abstracta
(positivista), se sirve de todos los recursos factibles
(bricolage) y es otro modo de hacer ciencia, con una
lógica diferente: “el pensamiento salvaje es lógico, en
el mismo sentido y de la misma manera que el
nuestro (…) avanza por las vías del entendimiento y
no de la afectividad; con ayuda de distinciones y
oposiciones, y no por confusión y participación”. Esta
ciencia “neolítica” no es solo “primitiva” sino que es
universal, una de las formas posibles de aproximarse
a la naturaleza, común a la humanidad de todos los
tiempos y espacios. Este “pensamiento silvestre”, no
domesticado ni disciplinado, es también sistemático y
riguroso.
La imagen de una flor de
pétalos amarillos y
morados que crece en los
prados y en las aceras de
algunas ciudades y que
lleva el nombre de
pensamiento, más
específicamente, la imagen
del pensamiento silvestre
es el vehículo del símbolo
levistraussiano.
Lévi-Strauss alude a que el pensamiento
silvestre [¿chicano?]–a diferencia del
científico, que parte de conceptos y
herramientas previamente diseñadas- emplea
el bricolaje: “elaborar conjuntos
estructurados, no directamente con otros
conjuntos estructurados, sino utilizando
residuos y restos de acontecimientos (…)
sobras y trozos, testimonios fósiles de la
historia de un individuo o de una sociedad”. El
bricoleur es capaz de ejecutar un buen
número de tareas diversificadas; pero, a
diferencia del ingeniero, no subordina
ninguna de ellas a la obtención de materias
primas ni instrumentos, su regla de juego es
la de arreglárselas siempre con “lo que uno
tenga”. Los elementos se recogen o conservan en
razón del principio “de algo habrán de servir”.
El bricoleur
Según Lévi-Strauss, a las sociedades
frías (ágrafas) corresponde el
“pensamiento salvaje” o concreto,
caracterizado por establecer una
continuidad entre lo sensible y lo
inteligible, entre lo natural y lo
cultural, como se ejemplifica en sus
mitos. El tiempo parece transcurrir de
otra forma (cíclica), donde los
cambios a pesar del paso de los siglos
apenas alcanzan a evidenciarse.
Asignan a sus representaciones e
instituciones (rituales, reglas
matrimoniales, totems) un carácter
homeostático, igualitario.
En cambio, las sociedades calientes se
asocian a un tipo de pensamiento
“científico”, que se destaca por crear su
propia materia, a través de hipótesis y
teorías con distintos grados de
abstracción. Estas sociedades calientes
van provocando mutaciones de manera
ininterrumpida, que se desarrollan en la
historia, no sólo de las formaciones
sociales, económicas, y políticas, sino
también del saber, la técnica y la ética.
Son termodinámicas y propician la
competencia, crean orden pero también
entropía (desorden). Dependen de
jerarquías sociales, íntimamente ligadas
al predominio de la escritura.
Sociedades frías//////////////////////////////////////Sociedades calientes
Aclara que ninguna sociedad presente o pasada ha sido absolutamente fría o caliente, estas nociones no
caracterizan un estado intrínseco de esta o aquella sociedad sino una actitud subjetiva que cada una de ellas
adopta en atención a la dimensión histórica.
Contra la antropología evolucionista y funcionalista, que
subrayan el carácter prelógico, infantil, funcional y
precientífico del pensamiento “primitivo” en Lévy-Bruhl, o
como sucede en Frazer y Comte con su esquema sucesivo de
magia, religión y ciencia; las “supervivencias” funcionales de
Malinowski, o la ausencia de objetividad de la magia azande
en Evans-Pritchard, Levi Strauss establece una ruptura
epistemológica frente al resto de los esquemas, al colocar en
posición de analogía formal ambos tipos de conocimiento: “El
modelo de Lévi-Strauss establece, a diferencia de otros
enfoques, no uno sino un conjunto de elementos de
conjunción y disyunción entre ciencia y ciencia de lo concreto.
A la analogía formal, producto de la misma clase de
operaciones mentales que exigen, presente en ambos cuerpos
de conocimiento, se oponen los resultados teóricos y prácticos
que obtienen. Las clases de fenómenos a los que se aplican
son más divergentes entre sí que la actitud mental, la
curiosidad y el gusto por el conocimiento presente en ambos
en similar medida. El determinismo global e integral de la
ciencia de lo concreto contrasta con los niveles diferenciales
que la ciencia reconoce: es más una interrelación específica
del signo y el concepto, el acontecimiento y la estructura, el
rito y el juego, la humanidad y la realidad, que un deslinde y
una exclusión” (Olavarria 2012: 110).
“La paradoja no admite más
que una solución: la de que
existen dos modos distintos de
pensamiento científico, que
tanto el uno como el otro son
función, no de etapas
desiguales de desarrollo del
espíritu humano, sino de los
dos niveles estratégicos en que
la naturaleza se deja atacar por
el conocimiento científico: uno
de ellos aproximativamente
ajustado al de la percepción y
la imaginación y el otro
desplazado; como si las
relaciones necesarias, que
constituyen el objeto de toda
ciencia –sea neolítica o
moderna-. Pudiesen alcanzarse
por dos vías diferentes: una de
ellas muy cercana a la intuición
sensible y la otra más alejada”
(Lévi-Strauss, C. 1962 La pensé
sauvage)
El último capítulo de La pensée sauvage, “Histoire
et dialectique” constituye una crítica a la
epistemología humanista de la Critique de la
raison dialectique (1960) de Jean Paul Sartre. La
diferencia esencial entre sus enfoques radica en
el papel que cada uno otorga a la libertad de la
conciencia y a la voluntad humana en la
codificación de la praxis. Lévi-Strauss (“razón
analítica”) rechaza la tesis central del
materialismo dialéctico, que predice un proceso
histórico de síntesis que acabaría unificando a
todos los pueblos del mundo dentro de un mismo
sistema lógico-cultural. Sartre (“razón
dialéctica”), por su parte, rechazaba el
determinismo materialista ortodoxo, apelando a
la libertad de la conciencia implicada en la
racionalidad política y en el compromiso
revolucionario. El materialismo levistraussiano
cuestiona el humanismo sartriano, acusándolo de
practicar un idealismo pseudocientífico,
criticando: “la equivalencia entre la noción de
historia y la de humanidad, que se nos pretende
imponer con el fin inconfesado de hacer de la
historicidad el último refugio de un humanismo
trascendental (Lévi-Strauss, 1962).
El estructuralismo para ´Lévi-
Strauss era, ante todo, una
estrategia para escapar de la
obsesión por la identidad. Contra
el existencialismo de Sartre, Lévi-
Strauss declara la guerra al
"sujeto": "Este insoportable niño
caprichoso que ha ocupado tanto
tiempo la escena filosófica,
impidiendo un trabajo serio al
reclamar todas las atenciones".
"je suis peut-être un kantien
vulgaire", ironizaba en plena
refriega intelectual. “Aceptamos
el calificativo de estetas, por
cuanto creemos que el fin último
de las ciencias humanas no es
constituir al hombre, sino
disolverlo” : la identidad sería
“una especie de hogar virtual al
cual uno se refiere para explicar
ciertas cosas, pero que no tiene
una existencia real” (Lévi-Strauss
1977, 332)
“Los sesenta representan la década de Mythologiques. El inmenso trabajo
de reflexión sobre los mitos indígenas americanos, que inicia con un
relato bororo sobre el joven desanidador de guacamayos apresado entre
dos mundos, el celeste y el subterráneo, avanza en espiral, integrando
más de 800 mitos de la macrorregión sudamericana y de la América del
Norte, efectuando un rodeo por los mitos de la constelación del Cuervo
en Europa. A pesar de ese inmenso periplo en el que intervienen grupos
de transformación, botellas de Klein y fractales, la unidad de los cuatro
volúmenes se basa en una analogía musical” (Olavarria, M.E. 20212)
“…los mitos se piensan en los hombres sin que ellos lo noten”.
En el punto de partida los mitos
aparecen como verdaderos
jeroglíficos, acertijos que relatan
historias sin pies ni cabeza llenas de
incidentes absurdos. Se debe
entonces “incubar el mito durante
días, semanas, en ocasiones meses,
antes de que repentinamente se
prenda la luz y de que, en el detalle
inexplicable de otro mito, se
reconozca transformado tal detalle
inexplicable de otro mito, y que se
pueda por esta ruta llevarlos a la
unidad” (Lévi-Strauss y Eribon,
1988: 186). Sólo mediante el
establecimiento de relaciones entre
sus diferencias los mitos muestran
su inteligibilidad, pero para lograrlo
hace falta “impregnarse” de ellos;
hay que absorber realmente más de
los que se utiliza.
“El análisis estructural confirma así las presunciones
de la etnografía, la arqueología y la historia sobre la
unidad de la civilización americana” Octavio Paz. 1967.
Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo. México: Joaquín
Mortiz, p. 41.
En el estudio de los mitos, a Lévi-Strauss
le interesan más sus propiedades que
sus funciones o su análisis individual. Los
compara con una estructura lingüística,
considerándolos medios de
comunicación: “…los mitos son un modo
independiente y autónomo de
representación sin ninguna ejemplaridad
ni nada místico o sagrado (…) los mitos
despiertan en el hombre pensamientos
que le son desconocidos (…) es una
lengua muy elevada y se inscribe en la
ciencia de la lógica de lo concreto (…) la
cuestión reside en desentrañar lo que
es común a todos ellos…estudiando sus
relaciones internas, intentando
comprender qué tipo de sistema original
forman en su conjunto.”
Lévi-Strauss, Claude. 1990. Mito y
significado. Madrid: Alianza (pps. 21,
24, 27, 28).
Identifica una lógica en los sistemas mitológicos
que establece el orden de las formas de vida y sus
culturas, siguiendo un camino de relaciones e
inferencias, que da lugar a la configuración de un
sentido que escapaba a las lecturas de la
antropología clásica; siguiendo el principio de "no
separar lo duro de lo blando sino encontrar lo
duro en lo blando“ (Wittgenstein), cultiva un
conocido mandato platónico: hay que analizar las
cosas siguiendo la lógica de sus propias
articulaciones.
Explica los mitos por comparación, entre los diversos
mitos de una cultura y entre grupos de mitos de
diversos pueblos, analizando sus oposiciones duales
(seco-húmedo, arriba-abajo, crudo-cocido, etcétera),
con el mayor antagonismo posible: la oposición
existente entre naturaleza y cultura. Desde esta
exégesis, el mito se establece como el elemento
lógico y lingüístico conciliador y mediador, el móvil
que transforma la naturaleza en cultura.
Lévi-Strauss analiza varios mitos donde asoman procesos
culinarios, para advertir que en varias oposiciones se
expresan conceptos relativos al paso de la naturaleza a la
cultura. Lo crudo representa la condición originaria; lo
cocinado es la transformación cultural del alimento,
mientras que lo podrido como alteración natural de
ambos. A la vez, reconoce formas intermedias, como lo
asado, lo hervido y lo ahumado. Cada uno de los tres
estados se opone a los otros dos, como asimismo se
oponen simbólicamente las formas intermedias de
consumir. Así, denota que la actividad alimentaria no
sólo desdobla los elementos, sino que incrementa el
potencial simbólico para hacer referencia a la muerte y la
vida, la caza y la virilidad, la vida comunal y la
inmortalidad. Asar implica el contacto directo con el
fuego y se cuece desde fuera, por lo tanto está más cerca
de la naturaleza, mientras que hervir cuece desde
dentro, lo cual requiere un doble proceso de
intermediación: la inmersión en el agua, leche o vino y su
contención en un recipiente. La cocina es el lenguaje en
el que una sociedad expresa inconscientemente sus
preferencias y contradicciones
“En la elaboración y preparado de la comida, los alimentos se
encuentran siempre en uno de esos estados o en transición
hacia uno de ellos. De esta manera, así como hay oposiciones
básicas en los sonidos de vocales y consonantes dentro de una
lengua determinada, existe también una “sintaxis alimentaria”
que clasifica y contrapone a los alimentos según su estado”.
https://fromtextstotable.wordpress.com/2016/01/23/el-triangulo-
culinario-de-levi-strauss-o-la-cocina-como-mediacion/
“Lévi-Strauss, en el segmento final de L’Homme nu, señala
una vía para entender esta condición suplementaria de la
significación y las consecuencias que ello tiene para la teoría y
las pautas del reconocimiento mítico. Explicar
estructuralmente lo que pueda serlo, que nunca es todo.
Captar las propiedades intrínsecas de cierto tipo de órdenes
sin expresar nada que les sea exterior. Tomar en cuenta la
interrelación y la interdependencia de las parte de un todo:
modelo epistemológico que descubre detrás de las cosas una
unidad y coherencia que no puede revelar la simple
descripción de los hechos; traer a la conciencia verdades
profundas y orgánicas. Deslindar ciertos modos de operación
del espíritu humano, tan constantes y difundidos que se
consideran fundamentales para volver a encontrarlos en otras
sociedades y dominios de la vida mental donde no se
esperaba que interviniesen y cuya naturaleza será visible;
operaciones del intelecto. Tender puentes entre lo sensible y
lo inteligible. Los datos externos no son intuitivamente
aprehendidos en sí mismos, sino en forma de texto
elaborado por la acción conjunta de los órganos de los
sentidos y del entendimiento. Tal elaboración se produce
simultáneamente en dos direcciones divergentes: por
descripción progresiva del sintagma y por generalización
creciente del paradigma” (Olavarría, M.E. 2012:).
1968 Durante los eventos del “mayo francés”, Lévi-
Strauss se mantuvo al margen de los movimientos sociales,
sumergido en la redacción de los volúmenes 3 y 4 de
Mythologiques, cuando se retira definitivamente a su casa
de Lignerolles (“durante veinte años, rodeado de mitos
desde el amanecer, verdaderamente viví en otro mundo”,
Eribon y Lévi-Strauss 1988: 185), al mismo tiempo que
aparecían pintas en los muros del Quartier Latin de París con
la leyenda “las estructuras no andan por las calles”. Relató
que lo que más le afectó fue encontrar su laboratorio hecho
una porquería por la ocupación estudiantil, lo cual define su
actitud apolítica. Sin embargo, su postura respecto a los
eventos de 1968 fue contundente en el sentido de que
condenaba el recurso a la violencia, como lo denotó la carta
abierta que firmó con Jean-Pierre Vernant y Raymond Aron.
“En lo que respecta a compromisos políticos yo fui pacifista
en mi juventud y sin embargo me tocó vivir el desastre del
ejército Francés desde la frontera Belgo-Luxemburguesa
hasta Montpellier, pasando por la Sarthe, Tulle, Rodez y
Beziers. El haberme equivocado así de profundamente,
inspiró en mi una definitiva desconfianza sobre mis juicios
políticos”.
Entrevista en Le Nouvel Observateur 1980. Nos. 815 y 816.
1973 Es admitido -primer etnólogo que ingresa- en la Academia
Francesa, ocupando el escaño de Henry de Montherlant, en cuyo
nombre ofrece un discurso que es respondido por Roger Caillois. Según
Jean d'Ormesson, de la propia academia, Lévi-Strauss es "una persona a
la que espantaba toda afectación, de una sabiduría interminable".
Cuando unos estudiantes le reprochan esta conservadora investidura,
responde con característico humor: “después de todo, es una de esas
raras ocasiones en las que un hombre puede vestirse como señora”.
En una entrevista declaró: “La
Academia Francesa no es digna de
respeto por lo que ella fue o no ha
sido en este o aquel instante del
pasado o del presente. Su
composición momentánea puede
siempre ser discutida. Su
personalidad, es más, yo diría su
realidad, se expresa es en su
permanencia como la única de todas
las instituciones francesas que sin
casi haber sufrido cambios se ha
logrado perseverar en su esencia a
pesar de las visicitudes de la
historia”.