Expresiones más allá del tiempo. Obra de Josué Salazar que explora la historia de Huancaya, un distrito de la provincia de Yauyos de la Región Lima-Provincias.
1. HUANCAYA, DE JOSUÉ SALAZAR
Por: Jhony Carhuallanqui
En las investigaciones
históricas siempre hay contradicciones en
fechas, nombres, circunstancias, sin
embargo, estas deben esgrimirse a
través de una documentación sólida y
primaria.
Saber algo sobre un lugar que no conoces es
idearlo a través de la descripción que uno lee y es
a través de Expresiones más allá del tiempo. “A
Huancaya, desde Huancallahuaín” (2015) de Josué
Salazar Cotera que uno descubre el encanto de
Huancaya, un distrito hermoso y prodigioso que
pertenece a la provincia de Yauyos de la región
Lima – Provincias y que ha sido reconocido como
la capital de la Reserva Paisajística Nor Yauyos
Cochas.
El libro hace un sumario recorrido histórico desde
los originarios Huancallahuaín de la época preinca
hasta su adhesión –como parte del territorio de los
Yauyos-, al Tahuantinsuyo en los tiempos de
Pachacutec, así mismo se describe que en la
Colonia perteneció al Curacato de Laraos y que
durante la emancipación juraron junto a Ciriaco
Lovera su independencia del yugo invasor el 13 de
noviembre de 1820; años después su
distritalización sería su objetivo tras la indiferencia
y desatenciones del distrito de Carania al que
pertenecían, objetivo consolidado a través de la Ley
Nro. 2189 que fuera promulgada por el presidente
José Pardo y Barreda el 15 de noviembre de 1915.
Asimismo, nos reseña que Huancaya inicia su
representación distrital de la mano de su agente
municipal Moisés Salazar Fernández y que estuvo
integrada inicialmente por el pueblo del mismo
nombre, además de Vitis, Huaquis (llamado
después Miraflores) y Vilca (que pertenecía al
distrito de Laraos y que hoy es un Centro Poblado).
Con los años, Huancaya iniciaría un proceso de
institucionalización que ha implicado la
implementación de su gobierno local y la promoción
de sus recursos naturales, el mismo que lo
convierte en un potencial turístico aún restringido y
hasta desplazado injustamente.
Josué Salazar profundiza el tema de la lengua
originaria y presente, con sus toponimias y mixturas
desde el Cauqui heredado de los Llacuhash
(primeros habitantes), hecho destacado en el
prólogo de Cecilia Cabello que comparto
plenamente. Nos explica que la etnia
Huancallahuaín se convertiría en el poblado de
Huancalla o Wankhalla, que castellanizado se
escribiría Huancaya y cuyo significaría sería
“montón de piedras” o “piedras amontonadas”.
Señala también que aún perduran términos
Cauquis originarios como way (casa), leqlesh (ave
oriunda) o, chhaya (árbol nativo) y que según el
Documento Nacional de Lenguas Originarias del
Perú (DNLOP-2013) es una lengua no vital y
seriamente en peligro.
PORTADA DEL LIBRO
1ra. Ed. Octubre 2015
ISBN: 978-612-00-2059-3
2. El libro detalla la toponimia de muchos términos
propios y adoptados como Acoria que significaría
lugar arenoso; Antacasha, helada endurecida;
Cantagallo, donde canta el gallo; Carhuacocha,
laguna amarillenta; Huayaray, donde hay viento
suave o Paucará, lugar de buen pasto. El
sincretismo cultural es evidente como evidente es
la influencia Huari (cerámicos) y Paracas
(trepanaciones craneales), aunque no se hace una
referencia directa a la rivalidad entre Yauyos y
Huancas o míticamente, entre Pariacaca y
Huallallo.
Es importante el aporte cultural de este libro, en la
medida en que explica el significado de las danzas
como la Negrería Antigua, el Curco y la Limpia
Acequia, en este último se refiere la merienda de
las 3 de la tarde o llamado también shacta que
consiste en papas, habas, ocas, mote, carne
aderezada (cecina) y queso fresco picado.
También se hace referencia a la música manifiesta
en la Coronguina Huancayana y la Jarana
Huancayana donde recoge los versos más
populares como: El limón maduro tiene mucho
zumo, la mujer madura, es tiro seguro, una bella
viuda, es tiro seguro, o algo más romántico: Dulce
como la lima, amargo como el limón, tú me robaste
el alma, yo te robé el corazón. Termina
describiendo y evidenciando en fotografías la Fiesta
de la Negrería Huancayana y la Fiesta de la Pascua
de Reyes.
Hay un justo homenaje a Mesías Crispín Cañari,
compositor del huayno En una Noche de Luna y la
justificada mención de Ana María Santiváñez
Palomino, “Anita Santiváñez”, Elva Quispe Solís,
“Flor Pileña” y, Doris Ferrer Manrique, “La Yauyinita
de Oro” como consagradas intérpretes de la música
Yauyina en general.
Finalmente, es difícil escribir sobre un lugar cercano
afectivamente, pues ello nos induce a ponderar solo
los éxitos y menguar los problemas, a veces
incluso, se llega a complementar la historia en base
a “dichos o suposiciones” sin la rigurosidad
necesaria, situación que Josué Salazar ha logrado
esquivar con argumentos históricos, válidos e
irrefutables, sustentadas por ejemplo en El Primer
Nueva Corónica y Buen Gobierno de Felipe
Guamán Poma de Ayala o Crónica del Perú de
Pedro Cieza De León.
Lectura necesaria para comprender Huancaya y su
importancia histórica – cultural que debe ser
potenciada como eje turístico a través de materiales
documentarios especializados y complementarios a
este trabajo, pues como asegura el autor, su
fortaleza radica en ser una importante reserva
hídrica y paisajística y, en su potencial turístico.
IMAGEN DEL LIBRO – Pag 17.
Leyenda que refiere: Ceremonia de inauguración, de creación
del distrito de Huancaya. Chacachimpa, 20/01/1916