Los Rojos del Águila de Veracruz derrotaron 8-1 a los Rieleros de Aguascalientes en el séptimo juego de la Serie Final para coronarse campeones de la Liga Mexicana de Béisbol, poniendo fin a 42 años sin título. Más de 10,000 aficionados, incluido el gobernador de Veracruz, celebraron la victoria en el estadio y las calles aledañas se convirtieron en un carnaval de alegría.

1. Veracruz, tierra de campeones
* En el séptimo juego de la Serie Final, derrotaron ocho carreras contra una
a los Rieleros de Aguascalientes
Boca del Río, Ver., 29 de agosto de 2012.- Un verdadero ambiente de
fiesta vivieron más de 10 mil aficionados, entre ellos el gobernador Javier
Duarte de Ochoa, al ver coronarse a los Rojos del Águila en la Serie Final
de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), al derrotar en el séptimo y
definitivo encuentro a los Rieleros de Aguascalientes en el parque
deportivo Beto Ávila, ocho carreras contra una.
Al momento del out final, el Gobernador estalló en júbilo, al igual que los
miles de aficionados que fueron testigos de una nueva proeza de los
Emplumados, luego de 42 años de no ser campeones de la Liga Mexicana
de Béisbol.
“¡Somos campeones¡ Estoy emocionadísimo de ver a mi equipo coronarse
campeón”, fueron las primeras palabras del mandatario estatal, quien de
inmediato felicitó a los jugadores, al entrenador Pedro Meré y a la directiva
encabezada por Jorge Antonio Manzur Galán.
Dijo que son ejemplo de constancia y del espíritu triunfador de los
veracruzanos, y los felicitó por el gran regalo que dieron a sus seguidores.
El ambiente de fiesta no paró en toda la noche, y los 10 mil aficionados
corearon los acostumbrados ¡Águila, Águila!, y ¡Veracruz, Veracruz!
Al término del encuentro, el gobernador Javier Duarte y los asistentes
permanecieron de pie, sin abandonar el estadio, para corear uno a uno a los
jugadores que fueron premiados con medallas y la Copa de Campeón,
entregadas por el presidente de la Liga Mexicana de Béisbol, Plinio
Escalante.

2. Las calles aledañas al estadio se convirtieron en un verdadero carnaval de
alegría y hasta la madrugada, la afición porteña seguía celebrando esta
nueva victoria de Veracruz.