Un médico internista es la persona encargada de atender a un paciente que no requiere una intervención quirúrgica. Es decir, tendríamos que acudir a él al menos una vez al año para realizar una revisión. Este especialista puede pasar consulta tanto en un centro hospitalario como en un centro de atención primaria. Un médico internista reúne las funciones de varios especialistas; de esta manera, podemos evitar que un paciente solape varios tratamientos y estos sean perjudiciales para él. Pero, si el enfermo tiene que ser intervenido quirúrgicamente, es importante que exista una buena coordinación entre los diferentes médicos para que así el paciente no sufra ningún tipo de percance.