El padre les pide a sus hijos que no se parezcan a él y que sean sus propias personas, moldeando sus propias vidas y personalidades sin seguir a otros. Les pide que sean fuertes, dignos y que encuentren la felicidad haciendo lo que quieran siempre que los haga felices, sin dejarse influir por lo que otros les digan. Lo único que les pide es que sean todo lo que quieran ser.