5. • Intentar obtener información previa: familia, fuerzas de seguridad, testigos, etcétera.
• No abordar al paciente en solitario.
• No abordar al paciente en un lugar ruidoso ni demasiado concurrido.
• No arrinconar al paciente.
• Si es posible retirar pertenencias y objetos que puedan producir daño.
• Acceso rápido a una salida o a personal de seguridad.
6. Factores
sociodemográficos
• sexo masculino.
• Jóvenes,.
• Nivel sociocultural
bajo.
• Entorno familiar
desestructurado.
• Bajo nivel económico
Factores clínicos
• Antecedentes de
conducta agresiva.
• Diagnóstico clínico de
trastorno
psiquiátrico,.
• Síntomas psicóticos,
personalidad
antisocial.
• Poca adherencia al
tratamiento,.
• Delirios, alucinaciones.
Factores interpersonales o
contextuales
• El 50 % de las
agitaciones se
producen en la
primera semana del
ingreso.
• Ingresos
involuntarios.
• Conflictos con
personal u otros
pacientes.
• Número de ingresos
previos.
• Trato percibido por el
paciente de intrusivo,
frustrante o distante.
7. • Restricción de estímulos: eliminar y/o reducir el número de estímulos provocadores.
• Cambiar de entorno social:
- Que salgan personas que puedan perturbar al paciente, que manifiesten
confrontación con él.
- Que lo acompañe alguna persona significativa o cuya presencia sea tranquilizadora.
• Posibilitar y/o facilitar la ejecución de respuestas incompatibles con la agitación y/o
alternativas:
- Ofrecer comida o alguna bebida
- Permitir paseos
- Permitir fumar
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• El espacio físico debe ser seguro.
• El personal debe ser apropiado para
el trabajo.
• Deben ser buenos comunicadores.
• Capaces de tolerar cambios rápidos
en las prioridades del paciente.
• Estos pacientes reconocen
rápidamente las debilidades del
interlocutor.
• Deben ser capaces de reconocer y
controlar su contratransferencia.
• Si se entra en discusión con el
paciente uno se activa.
1. Respetar el espacio personal.
2. No ser provocador.
3. Establecer contacto verbal.
4. Ser conciso.
5. Identificar deseos y sentimientos.
6. Escuchar atentamente.
7. Estar de acuerdo o estar de acuerdo en el desacuerdo.
8. Establecer límites claros.
9. Ofertar alternativas y optimismo.
10. Preguntar al paciente y al equipo.
9. Indicada para prevenir:
• Autolesiones y heteroagresiones.
• Conductas disruptivas graves.
• Petición del propio paciente si está indicada.
• Una vez se ha tomado la decisión de aislar o reducir al paciente debe elegirse un miembro
del personal como director del procedimiento.
• A partir de este momento, el intercambio verbal con el paciente es inadecuado, excepto
para el director del procedimiento.
• La implicación en la actitud de reducir al paciente debe ser de todo el personal,
independientemente de la categoría profesional.
10. • RETIRAR de sus bolsillos todos aquellos
utensilios que puedan ser utilizados por el
paciente, para provocar agresiones contra él
mismo o contra el personal (fonendoscopios,
tijeras, pinzas, etcétera).
• Evitar tanto la presión excesiva que puede
producir lesiones, como la sujeción demasiado
leve que puede causar daños en intentos de
fugas.
• Para sujetar de forma adecuada a un paciente
son necesarias como mínimo 4 personas, siendo
5 el número ideal, una para cada miembro y otra
para sujetar la cabeza.
• Para los miembros superiores se sujetarán los
hombros y los antebrazos, para los inferiores se
presionará inmediatamente por encima de las
rodillas y los tobillos.
11. • Se sujetarán un mínimo de 2 miembros
contralaterales en diagonal y cintura o un máximo
de 4 miembros y la cadera, dependiendo de la
intensidad del cuadro.
• Lo ideal es la posición decúbito supino, con la
cabeza elevada para permitir al enfermo
mantener contacto visual con el medio y
disminuir el riesgo de aspiración.
• Las piernas deben estar abiertas y los brazos en
abducción de 30º, que permita la canalización de
un vía venosa.
• El cuerpo debe quedar de forma que ninguna parte pueda golpearse contra nada que no sea
el colchón (cuidado con las estructuras de la cama, cabecero, paredes, etcétera).
• Se debe asegurar la correcta hidratación del paciente recurriendo a perfusión de suero salino
en caso de que se acompañe de sedación prolongada (riesgo de rabdomiólisis).
12. • El médico debe reflejar la indicación por escrito.
• El médico debe valorar al paciente lo antes posible y siempre antes de una hora.
• El aislamiento y/o contención del paciente no es razón para el abandono, más bien debe
incrementarse la supervisión.
• El paciente será observado por el personal de enfermería al menos cada 15 minutos.
• El tiempo máximo para la sujeción es de 8 horas, si es necesario prolongarla debe ser
autorizada expresamente en cada turno con la firma del médico y del diplomado universitario
en enfermería (DUE) de turno.
13. • El tiempo límite para prolongar una CM son 72 horas.
• Pasado este período debe liberarse al paciente y valorarse de nuevo la indicación.
• Si la situación lo permite, se liberará un miembro en cada revisión, de modo que cada
miembro estará libre 15 minutos, cada hora.
• La liberación periódica de cada miembro evita complicaciones tromboembólicas.
• Sin embargo, una inmovilización superior a 24 horas o en pacientes con factores de riesgo,
requerirá hacer profilaxis con heparina de bajo peso molecular.
14. • Se debe recoger en la historia clínica el motivo de la indicación de CM, su duración,
incidencias y la medicación empleada concomitante.
• La suspensión de la inmovilización física debe ser progresiva, observando la respuesta del
paciente.
Se retira la sujeción de un solo miembro cada vez a intervalos de 5 minutos, excepto los dos
últimos, que se retiran a la vez.
No se debe dejar nunca a un paciente sujeto por un solo miembro.
• La contención y la sujeción físicas son medidas muy estresantes para el paciente y que, de no
responder al apoyo psicológico, deben completarse siempre con una eficaz sedación
farmacológica.
15. • El correcto manejo de los casos de agitación es esencial para garantizar el tratamiento más
adecuado para el paciente y la seguridad del equipo.
• Aunque muchos puedan pensar que son casos simples, que solo se trata de administrar
haloperidol o midazolam, nada más lejos de la realidad.
• El primer paso antes de prescribir tratamiento debería ser establecer un diagnóstico
provisional de la causa de la AP
.
• Se debe tener en cuenta el momento de emplear medicación:
- Ser demasiado rápido o demasiado agresivo, puede entorpecer la exploración y el
diagnóstico.
- Tardar demasiado puede poner en peligro al paciente y al personal.
- Dejar que aumente la AP requerirá mayores dosis de medicación.
16. • El principal objetivo de la medicación es calmar al
atención.
paciente para que pueda colaborar en su
• Tranquilizar no es dormir
.
• El paciente dormido tarda más tiempo en abandonar el área de urgencias.
• Principales fármacos utilizados
• Zyprexa: 10mg i.m. (esquizofrenias y trastorno bipolar)
• Tranxilium potásico 10 mg i.m. (Ansiedad, insomnio, síndromes abstinencias)
• En casos resistentes o de elevada agitación:
-HALOPERIDOL + SINOGAN + TRANXILIUM i.m.
«Máxima tranquilización con mínima sedación»
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El conocimiento del abordaje de los pacientes
agitados por todo aquel personal sanitario y no
sanitario es fundamental para evitar daños al
paciente y a los que lo atiende
Son necesarias jornadas provinciales en las que se
reúnan sanitarios, fuerzas del estado y forenses
como encuentro para la realización de protocolos y
cursos conjuntos de actuación
El factor tiempo es primordial, ya que ahorra costes
personales en la atención u económicos posteriores