EL MISTERIO DEL HOMBRE PERDIDO
Nunca jamás supieron de él, era un hombre muy mayor, tenía muchos años
de vida. Pero una pandilla de amigos que se hacían llamar “Los buscadores
de tesoros” se propusieron encontrarlo, estaban interesadísimos en saber
que había sido de aquella persona, ya que era un personaje famoso en todo
el mundo. Comenzaron la búsqueda en el parque donde encontraron las
primeras pistas, unas huellas de zapatillas y junto a ellas una nota que decía
“Me estoy muriendo, quien lea esta nota será el nuevo propietario de todas
mis posesiones. Espero que os gusten y las cuidéis como lo hice yo. Hasta
siempre”.
Ángela
MI AMIGO
Nunca jamás supieron de él. Era una noche muy oscura y de repente
apareció mi amigo, que se llamaba Fermín, me di un susto y le pregunte a
Fermín: - ¿De dónde vienes? Me dijo Fermín: - Vengo de mi casa, me
había perdido. Y yo le dije: - Normal, aunque Membrío sea un pueblo, es
grande, bueno, es muy tarde, me voy a casa. ¡Hasta luego! - ¡Hasta luego!
Al día siguiente me di cuenta de que no había hablado con Fermín sino con
alguien.
Lucas
EL SECUESTRO
Nunca jamás supieron de él porque un maníaco asesino lo secuestró y fin.
Así fue el final de uno de los cuentos más famosos de este siglo, basado en
historias reales, pero el verdadero final os lo voy a contar:
Un chico estaba jugando, cuando lo secuestraron y le dispararon a
bocajarro en la cabeza. Todo el mundo pensó que había muerto, pero se
salvó gracias a un implante metálico que tenía en la oreja. Y así aguantó la
bala, salió corriendo y se salvó. Pronto lo volvieron a coger y pensó que era
su fin, pero…
Gabriel
UNA NIEVE COMILONA
Nunca jamás supieron de él, decían que se lo tragó la nieve, mientras
jugaba con sus dos amigos, pero eso fue hace unos mil años. Pero el otro
día, a uno de mis grandes amigos, Marcos, se lo tragó en la misma montaña
que mi antepasado. Me transformé y empecé a investigar en la montaña.
Alejandro
Nunca jamás supieron de él desde que desapareció. Se lo habíamos dicho a
la policía y enseguida se pusieron a investigar. Cayó la noche y nos
acostamos, en seguida un ruido me despertó, una ventana rota. Mi casa es
una casa de dos plantas con un gran árbol al lado. Subí por las escaleras
hasta la planta de arriba. Se oyó un grito y un disparo ¡BAM! El grito era
de mi mamá, justo cuando la iban a matar vino la policía y lo detuvieron e
interrogándolo, dieron con nuestro amigo y más personas secuestradas y al
final encerraron al ladrón en la cárcel.
David
Nunca jamás supieron de él, se fue a una ciudad muy lejana. Primero
estuvo paseando por la calle hasta que encontró a una mujer, le preguntó
que si sabía de alguna casa para alquilar o vender, ella le dijo que no había
ninguna. Como lo vio triste, la mujer le dijo que se quedara a vivir en su
casa, ya que parecía una buena persona. Él aceptó y se fue con ella. Pasaron
unos cuantos días y Darío, el hombre se iba divirtiendo cada vez más, le
daba lo que él quería, iban de compras y se lo pasaba de maravilla.
Amanda
Nunca jamás supieron de él, pero yo sé que se fue a la selva. Allí pensó que
tendría más comida para poder vivir, pero eso no fue así, había pocos
árboles con fruta y muy pocos animales. Se llevó una caña de pescar y
pescó dos peces, se puso a hacer una lumbre para comérselos y se dio
cuenta de que no tenía mechero. Estuvo día y noche dando vueltas por la
isla hasta que encontró una tribu muy simpática y decidió quedarse a vivir
con ellos.
Darío
PAPÁ NOEL
Nunca jamás supieron de él. Un día de Nochebuena me desperté y fui al
salón, me encontré a Papá Noel y me dijo que al año siguiente me iba a
traer un árbol de Navidad con las luces y bolas de colores. Desde ese día no
supimos nada de él hasta el año siguiente y me trajo lo que me dijo y unas
zapatillas.
Diego Boyero
EL REY MAGO
Nunca jamás supieron de él. Al repartir los regalos en un pueblo se perdió y
lo encontraron al año siguiente. - ¡Baltasar, Melchor que alegría volver a
veros! - ¿Qué hiciste para perderte? – Fui a dejar los últimos regalos y
cuando salí ya no estabais. – Gaspar, vámonos a casa a descansar un poco
para poder terminar de repartir los regalos.
Roberto Boyero
EL GATO AVENTURERO
Nunca jamás supieron de él. El gato era mi mejor amigo, hasta que un día
se fue al campo. A él nunca le gustó la ciudad, siempre estaba en el balcón
mirando la montaña porque era muy aventurero y le gustaba tener otros
amigos. Se fue a explorar el campo e hizo otros amigos, un perro, un ratón
y un conejo… y no volvió jamás.
Daniela
EL BARRANCO DE TIRO FIJO
Nunca jamás supieron de él. Érase una vez un pueblo del oeste que se
llamaba “El barranco de tiro fijo”. Un día llegó un joven en un tren y el
joven se preguntó: - ¿por qué no hay nadie en la calle? Otra persona le dijo
desde su casa que este pueblo estaba siendo controlado por un malhechor.
El joven ayudaba mucho a la sociedad y muy pronto lo nombraron sheriff.
Se enfrentó contra el malhechor y el joven ganó.
José Daniel
EL AMIGO DE NIEVE (GANADOR)
Nunca jamás supieron de él. Su boca era de piedras y los ojos también,
la nariz era una zanahoria, las manos eran palos, en su cuello tenía una
bufanda y en la cabeza un gorro. Era nuestro muñeco de nieve,
siempre jugábamos con él, pero un día ya no estaba porque había
llegado la primavera. Nos pusimos tristes, pero de repente, nos
pusimos contentos porque estaban creciendo las flores en el lugar
donde estaba nuestro amigo de nieve. Y al siguiente invierno hicimos
otro para recordar a nuestro amigo.
Diego Román
EL GATO BLANCO
Nunca jamás supieron de él, aunque le recordaban y lloraban, pues era el
gato más encantador. Pero un día se perdió y nunca volvió. Pero yo sé que
todavía sigue ahí, siempre le recuerdo.
Álvaro
EL GAMO
Nunca jamás supieron de él. Era una tarde tormentosa, salió el arcoíris y la
luz del sol alumbraba a un gamo pequeñito, al que mi padre le echaba de
comer pastillas de las vacas y cuidaba con cariño, aquella vez fue la última
que le vio.
Óscar Hernández
EL COCHE DESAPARECIDO
Nunca jamás supieron de él. Una noche de Halloween había fantasmas,
zombis y un malvado hombre lobo que robó un coche y no supieron del
coche nunca más.
Carlos
AMIGO PARA SIEMPRE
Nunca más supieron de él, se llamaba Martín, era un chico que veraneaba
todos los años en el pueblo donde mis abuelos tenían una casita. El pueblo
era Jarandilla de la Vera. Allí iba yo con mis padres todos los veranos y
conocí a Martín. Jugábamos a la pelota, al tenis… Todas las tardes nos
íbamos a bañar a la garganta Jaranda, había mucha gente y nos lo
pasábamos muy bien. En el pueblo había una heladería donde nuestros
padres nos llevaban a tomar helados, estaban riquísimos. Pero cuando
terminaron las vacaciones Martín se marchó con sus padres y desde
entonces no nos hemos vuelto a ver.
Marta
UN NIÑO POBRE
Nunca jamás supieron de él. Era un niño que vivía en una casa pobre con
sus padres, no tenía casi nada de dinero y nadie sabía sobre él. Porque los
niños que tienen dinero no quieren ser amigos de los pobres, ese niño solo
podía tener una chocolatina al año por su cumpleaños, pero su sueño más
preciado no había hecho más que empezar. Intentar que su abuelo volviera
a caminar, él pensaba que era imposible, pero lo consiguió. Su abuelo
caminó y fue feliz el resto de su vida.
Óscar Sánchez
AMOR PLATÓNICO
Nunca jamás supieron de él. – No sé dónde estará mi niño, ¡qué pena me
da! El padre del niño pensaba: - estará perdido, lo habrán secuestrado... El
niño estaba con su amor platónico, Sofía le gustaba mucho. Una noche
oscura la novia del niño salió y la secuestraron. El niño se preocupó y salió
a por ella. Él no la encontró y se suicidó. Sus padres se enteraron y lo
enterraron, se quedó en una tragedia.
Aitor
EL NIÑO ABANDONADO
Nunca jamás supieron de él, el niño que vivía con sus abuelos en una aldea,
en una casita muy pequeña pero muy bonita. Vivía allí porque sus padres lo
abandonaron y lo recogieron los abuelos, pero un día aparecieron dos
señores muy trajeados y lo obligaron a ir a un colegio interno, ya que eran
mayores. Aquellos señores cogieron al niño y se lo llevaron. Le dijeron que
estaría bien y que unas monjas cuidarían de él.
Lucía Montero
NO LE QUERÍAN POR SU FORMA DE SER
Nunca jamás supieron de él, porque nos les gustaba como era su forma de
ser. Ese niño fue a una parte de ciudad. La calle se llama la “Calle de los
Vagabundos”. Un día el niño salió de aquella calle, y un niño le dijo: - yo
te ayudaré para que todos te quieran tal como eres. El niño le peinó, le puso
lentillas porque llevaba gafas, y le prestó ropa que tenía. Entonces todos le
querían tal como era.
Natalia
EL CLUB DE LOS INCOMPRENDIDOS
Nunca jamás supieron de él, a pesar de que esa persona lo pasaba fatal. Su
Club de Incomprendidos era de pena, en todo caso a ella le gustaba Raúl, el
segundo chico del club, pero a él le gustaba Valeria, una chica guapa. Meri,
Eli, y Valeria, ellas tan amigas dividieron el club. Bruno se fue y todo
concluyó. Pasaron días, Eli mató a Valeria y Raúl no pudo vivir sin su
amor.
Carlos Adrián
EL LIBRO MISTERIOSO
Nunca jamás supieron de él. - ¡Qué cuento más triste, mamá! - Ya lo sé,
hijo, pero es lo que viene en el libro. – Mamá, yo también haré lo que hizo
la niña del cuento. - Me alegro que tengas ese entusiasmo para hacer las
cosas. Pero con siete años no creo que supiera gobernar un pueblo y hacer
de él una maravilla, la niña supo por qué tú no ibas a poder hacerlo. - No
sé, solo con pensar en dirigir un pueblo se me pone la carne de gallina.
Espero que de mayor sepa hacerlo.
Sara
Me preparé para empezar mi último viaje, era a Mercurio, el planeta más
cercano al Sol. Pasó mucho tiempo en el viaje. Ya he llegado y lo primero
que he visto ha sido a unos feísimos, pero agradables extraterrestres. Allí
hay una buena atmósfera, agua, y de todo menos calor.
Me llevo a los extraterrestres a la Tierra. No sé qué pensaran de ellos, si los
matarán, los examinarán, habrá un apocalipsis, habrá guerra para pensar
qué hacer con ellos. Yo creo que lo mejor será esconderlos.
Miguel
MI ÚLTIMO VIAJE
Me preparé para empezar mi último viaje de este año. Estaba en el jardín de
mi casa viendo la tele y tomándome una Coca Cola. De repente vi anunciar
en la tele una agencia web, fui a por mi tablet y busqué viajes en esa misma
web, vi un crucero que daba la vuelta al mundo y decidí reservarlo.
Empezaba el 1 de enero de 2017 y terminaba el 31 de diciembre de 2017.
Fui a ver el calendario para ver qué día era hoy, era 29 de diciembre de
2016. Preparé las ocho maletas que me hacían falta y preparé mi coche para
estar listo.
Ismael
MI ÚLTIMA BUSQUEDA ¿O NO?
Me preparé para empezar mi último viaje. Era la única esperanza que me
quedaba para encontrar, al fin, a mi verdadera familia, esa que tanto había
buscado, que llevaba desde hace décadas buscando. Ya estaba muy
cansado, parecía ver visiones, pero no podía tocarlo y sentirlo, tenía forma
de ser un ser místico, tenía forma de... y me di cuenta: un ¡DEMONIO! De
repente abrió una especie de portal al que me invitó a entrar.
Celia
EL VIAJE FINAL (GANADOR)
Me preparé para empezar mi último viaje, esta vez era a un sitio
prometedor de donde nadie había regresado jamás, y según contaban
las leyendas era un paraíso donde no había problemas ni falta de
dinero, reinaba la paz y la felicidad. Esta vez mi viaje sería al cielo...
Israel
Me preparé para empezar mi último viaje, sabía que iba a ser difícil, porque
tenía que alejarme de todas las personas que hasta ahora habían formado
parte de mi vida, así como de todos los lugares que habitualmente
frecuentaba. Me iba para siempre, o al menos esa era mi intención, a un
lugar desconocido para mí y tenía miedo, pero a la vez ilusión por empezar
una nueva vida.
Ingrid
NO SÉ LO QUE HE HECHO
Me preparé para empezar mi último viaje, cogí agua, comida, mi móvil, ¡de
vital importancia! Lo que había hecho no estaba bien, fue muy cruel. Debía
irme, pero no quería hacerlo sin despedirme. Ya iba a salir el avión y tenía
todo en las maletas, preparé mi coche para ir al aeropuerto, pero no podía
dejarla atrás.
Xavi
EL DESTINO
Me preparé para empezar mi último viaje. Sin saber dónde ir, le pregunté a
un antiguo conocido. ¿Dónde podía ir? Se quedó pensativo, me dijo que
fuera a la isla del amor, sin saber a dónde pertenecía esa isla. Con mucha
intriga busqué en el ordenador, estaba en un sitio llamado “RIVAS”. Al
comenzar mi viaje conocí a gente encantadora, a la que invité a mi viaje. Al
llegar a la isla me encontré a un niño surfista. Nos hicimos muy buenos
amigos, allí pasé los mejores años de mi vida.
Lara
POR UNA TONTERÍA
Me preparé para empezar mi último viaje hacia las entrañas de la Tierra. El
último porque la muerte me esperaba allí abajo, y mi rumbo era la esfera de
fuego ardiente que llamamos “núcleo”, por capricho de la dueña de mi
corazón, o sea, tú.
-Oye, ¿me ha quedado bien?
-Sí, pero necesitas algo menos...
-¿Menos, qué?
-Que refleje menos tu personalidad.
-No, tío, ya vuelves a ser como siempre. Con lo bien que íbamos…
Ahora tocaba volver a ocupar la habitual esquina y llorar más lágrimas de
cocodrilo. A nadie le parecía ni medio normal.
Carmen
MISIÓN HUMANITARIA
Me preparé para empezar mi último viaje. Estaba trabajando en el ejército
con mis compañeros de trabajo, nos dijeron que algunos de nosotros nos
teníamos que ir a Siria para combatir contra el terrorismo yihadista. El
capitán nos dijo que por la tarde noche nos decía los que íbamos a Siria.
Por la tarde noche estaba haciéndole la cena a mis hijos, cuando de repente
me dice mi hijo: - papá, suena el móvil. Lo cojo y me dice mi capitán: -
hemos echado a suerte quien se iba a Siria y te ha tocado a ti. Entraron un
montón de terroristas, creía que moría, pero me salvé.
Julián
EL AVIÓN
Me preparé para mi último viaje, me abroché mi zapatilla y emprendí mi
camino hacia el avión. Me abroché el cinturón y empecé a pensar en las
pobres personas que sufrían accidentes en avión, cuando de repente, el
avión empezó a bajar altura y al poco tiempo aún más. Yo me puse
nervioso y le preguntaba a la azafata qué pasaba, pero ninguna de ellas me
respondía. Cuando vi los momentos más importantes de mi vida pasar.
¡Nos habíamos estrellado! Todo ocurrió por culpa de aquella persona.
Juan
Me preparé para empezar mi último viaje, mi coche avanzaba en el silencio
de la noche, la Luna iba guiándome a través del espejo, mientras la
distancia cada vez era más larga, separándome de la casa y el pueblo en el
que crecí. Me dirigía muy lejos de allí, a la ciudad, en la que iba a empezar
otra vida. En ese momento cerré los ojos e intenté imaginar cómo sería.
Paula