Moniciones y presentación de ofrendas. d iacono cristian cárdenas
MONICIONES Y PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS
DIÁCONO CRISTIAN C. CÁRDENAS AGUIRRE
MONICIÓN DE ENTRADA
En esta fiesta de San Juan María Vianney, más conocido como el Santo Cura de Ars, patrono de los sacerdotes,
hemos sido convocados en la presencia de Dios para celebrar la Eucaristía en acción de gracias por el ministerio
diaconal de Cristian Camilo Cárdenas Aguirre y junto con él decirle al Señor: “Tú has estado grande con nosotros
y estamos alegres”, Damos gracias a Dios por haberlo llamado y elegido desde su temprana edad a esta tarea
noble y sublime. Participemos con fe de esta celebración
MONICIÓN A LAS LECTURAS
¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Estas palabras del evangelio nos llevan a reflexionar en el
conocimiento del Señor y su adhesión a Él. Que, en este día la Palabra de Dios permee nuestro corazón y nos
lleven a expresarle con sinceridad ¡Oh Dios! Crea en mí un corazón puro. Escuchemos.
PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
Pan: Padre santo, te ofrecemos este pan, signo de unidad: así como todos comulgamos de una misma mesa, el
Cuerpo de tu Hijo, así mismo es la familia que, compuesta por diversos miembros, no constituye más que una
solo comunidad, signo de tu gran familia: la Iglesia, cuerpo místico de Cristo. Acrecienta en nuestros hogares esta
unidad.
Vino: Padre nuestro, recibe este vino, que alegra el corazón del ser humano y lo acompaña en los diferentes
momentos de su vida. Ésta es expresión de la comunión que debe existir entre tus hijos. Es signo del amor, sello
de la alianza nueva y eterna, fuente de la familia, que se renueva constantemente en la mesa de la Palabra y en la
mesa de la Eucaristía. Alimenta siempre en nuestras familias este amor.
Vestiduras Diaconales: Te presentamos Señor la estola y la dalmática, vestiduras que nuestro hermano Cristian
Camilo usará en las celebraciones litúrgicas. Permite Señor que la gracia sacramental, se despliegue en bien del
pueblo cristiano, y que cada día ejerza el ministerio de la Palabra, del Altar y de la Caridad con alegría y santidad.
MONICIÓN DE SALIDA
No hay excusa para salir de este lugar tristes y desesperanzados, pues después de este encuentro vivido con el
Señor que se nos da como alimento, tenemos que estremecernos, asombrarnos y sentir un temor reverencial ante
el huésped que nos ha visitado y nos envía a ser anunciadores de su Palabra. No tengamos miedo, digamos como
el profeta ¡Aquí me tienes, mándame!