1. R.G.M (iniciales de su nombre y apellidos) ha vencido un cáncer de mama. Su
historia nos la explica de la siguiente manera:
Llevaba días que me encontraba muy cansada y se me caía mucho el pelo… En fin,
una serie de cosas que no eran normales. Un día llegué a casa y empecé a auto
explorarme porque ya había varios casos de cáncer de mama en mi pueblo y me
obsesioné un poco. Me estaba explorando y, de pronto, me noté un pequeño bulto
en la mama derecha. Se lo comenté a mi marido y me dijo que fuéramos al médico.
Yo le dije que no. ¿Sabes por qué? Porque siempre he sido una persona muy
negativa, y desde ese mismo momento sentí algo muy dentro de mí que me decía
que algo iba a ir mal.
Tardé quince días en asistir a mi médico de cabecera, quién me dijo que no tenía
importancia, que sería un bulto de grasa. Pero al verme tan preocupada me mandó
al hospital a que me hicieran otras pruebas. Eso fue a finales de junio de 2012 y me
dieron cita para mediados de julio. Fui a la cita y me vio otro cirujano, que me dijo
que era de grasa y que era normal. Yo, muy preocupada, pedí que me viera otro
especialista porque como ya te he contado era como una intuición. Me vio otro
cirujano y me dijo lo mismo. A este último le pedí otra prueba para que yo me
quedara más tranquila y me mandó una biopsia. Me la hicieron a finales de agosto
de 2012 y a los tres días me llamaron diciéndome que el radiólogo quería verme. Se
me cayó el mundo encima cuando me llamaron. Al día siguiente fui al hospital y
me dijeron: “Remedios, usted no se ha equivocado. Tiene cáncer de mama”. No
creo q te puedas ni imaginar lo que sentí. Lo primero que pensé fue en mis hijas y
después en todo lo demás. ¡Dios mío, tenía cáncer con 31 años y una vida
entera por vivir! Comenzaron las pruebas y el 25 de septiembre de 2012 me
operaron. Me hicieron una cirugía conservadora, que consiste en quitar el tumor,
pero conservando la mama. También me quitaron el ganglio centinela, pero por
seguridad. Mi recuperación fue muy rápida. Cuando pasó un mes me mandaron al
oncólogo en Málaga, porque todo esto me lo hicieron en Antequera.
El oncólogo me mandó 6 sesiones de quimioterapia. Lo pasé muy mal, iba cada 21
días a ponerme la quimio. En la primera sesión fue algo mejor, pero ya la segunda…
Yo tenía una melena muy larga, por la cintura, y sabía que se me tenía que caer.
Fue duro pero poco a poco fui asimilándolo. Antes de que se me cayera me armé
de valor y yo misma me rapé la cabeza a lo teniente O’Neal (risas).
Esta enfermedad es muy mala y se pasa muy mal, pero poco a poco vas
saliendo y, ¿sabes? No miro hacia atrás. Pasó y pasó.
Cuando acabé la quimio me mandaron 32 sesiones de radioterapia. También fue
duro pero mucho menos. Todo esto lo acabé en mayo 2013, y desde entonces estoy
en tratamiento de pastillas durante 8 años y unas inyecciones durante dos, que es
un tratamiento anti estrógenos. Ya casi todo ha pasado, pero decirte que estos
medicamentos como todos tienen efectos secundarios muy fuertes. Ahora mismo
me estoy haciendo voluntaria para ayudar a gente con cáncer. Es un reto que
me he propuesto en mi vida y me gusta. Como lo he pasado tan mal… Y la suerte es
que yo tengo familia, pero hay mucha gente por ahí en mi misma situación pero no
tiene a nadie, y yo sabiendo eso se me parte el corazón.
Decirte sinceramente que desde que he tenido cáncer soy otra persona. He
cambiado mucho. Sufrir de cáncer te cambia… Ahora veo de otra manera la vida,
le doy más importancia a las cosas de verdad, a mi familia que lo han dado
todo por mí, a mis amigos y a la gente que apenas conozco, que me han dado
su amor incondicional. Para mí eso es lo más importante. Esto ha sido y es a día de
hoy muy duro para mí. Confesarte que he llorado mucho y aun sigo llorando. Aun
tengo bajones, aunque mi psicóloga dice que es normal. Pero bueno aquí sigo,
luchando día a día con esta batalla que es muy difícil de ganar. Mi lema es:
LUCHAR ES VIVIR.
2. Desde la piel de una persona que ha padecido cáncer, ¿qué se siente al ver a
tanta gente luchando contra esta enfermedad?
Hay algo en la comida que ingerimos, en el suelo que pisamos o en el aire que
respiramos que nos está intoxicando, porque cada año que pasa se diagnostican
22.000 casos nuevos y creo que 800 son aquí en Málaga. Además, decirte que
siento miedo por si recaigo y dolor por todos los que luchan incansablemente pero
no consiguen superarlo. Siento mucha rabia porque mientras hay tanta gente
luchando, el gobierno no dedica el dinero que debería a la investigación contra el
cáncer. Y sobre todo, siento mucha indignación por los recortes en investigación que
ha hecho el gobierno, dejando paralizados muchos proyectos.
¿Cree que la sociedad está cada vez más concienciada sobre el cáncer de
mama?
En parte sí. Cada vez hay más gente concienciada en colaborar en la lucha contra el
cáncer y creo que se debe a las altas tasas de curación. Pero la enfermedad sigue
estigmatizada por la sociedad. Mucha gente rehúye hablar del cáncer abiertamente
porque la palabra cáncer sigue asociada a muerte. Se ignora que cada día hay
mas personas que se curan y sobreviven a la enfermedad. Creo que se debe a que
las altas tasas de supervivencia y a que la investigación ha avanzado mucho en los
últimos años.
¿Qué papel juegan las marcas en este proceso de concienciación?
Juegan un papel muy importante porque patrocinan los eventos relacionados con el
cáncer y transmiten un mensaje de positividad y normalidad cuando lo asocian a
sus productos.
¿Desde donde recibe más apoyo?
He recibido mucho apoyo de mi familia, pero sobre todo de mi marido y de mis hijas,
que a pesar de ser pequeñas han sabido estar a la altura de esta terrible
enfermedad. Las asociaciones también me han ayudado, así como personas que
también conviven con la misma enfermedad. Resulta llamativo que mucha gente
se desahoga en el hospital con otras mujeres o personas con el mismo tipo de
tumor porque no quiere preocupar a la familia.