1. Universidad Nacional de Chimborazo
Facultad Ciencias de la Educación Humanas y Tecnologías
Psicología Educativa
Cátedra
Diseño Curricular
Dr. Patricio Tobar
CONCEPCIONES DEL CURRÍCULO
INTEGRANTES
Alejandro Logroño
Cristian Mena
Lady Miranda
Bryan Toledo
Ana Yerovi
Abril - Agosto 2017
2. 2.- Objetivo general
Indagar en el correcto concepto acerca de la concepción del curriculum, identificando los
diferentes parámetros que lo compone tema utilizando herramientas tecnológicos tales
como el Internet revisando a diferentes autores y criterios, generando una correcta
definición acerca del tema a tratar generando el conocimiento a los estudiantes.
2.1. Objetivos generales
Identificar los antecedentes históricos sobre la concepción del curriculum y la evolución
del mismo en estados contemporáneos.
Definir el curriculum como instrumento de educación tanto formal como informal que
concreta los fines de educación.
Formular y establecer los objetivos útiles que sean alcanzables de lograr, que
promuevan cambios significativos en los dicentes.
3.- Marco teórico
En las aulas de nuestro país, hallamos maestros cuya práctica docente traduce los diversos
momentos evolutivos acerca de la concepción del curriculum el presente trabajo plantea identificar
los planes y programas que ha tenido un conjunto de experiencia del aprendizaje ya previsto o
planificadas, el conjunto de actividades y procesos que orientan la formación de los educandos. En
actuales momentos la investigación educativa está buscando la re conceptualización del modo en
que se hace un curriculum a partir de la práctica profesional, el educador analiza su propia practica
y la afronta con planteamientos más recientes es decir el curriculum siempre estará en desarrollo y
perfeccionamiento, de este modo puede detectar las limitaciones, plantar problemas educativos y
buscar soluciones que sean del todo eficientes. Cada docente ayuda a producir saberes pedagógicos
validados en su quehacer cotidiano, que puedan ser utilizados de una manera sistemática e
interpretada en primera instancia por grupos institucionales de apoyo con la finalidad de llegar a un
conocimiento empírico y concreto sobre el tema a tratar para mejor desenvolvimiento institucional.
Esta investigación se gestaría al interior del Proyecto de Desarrollo Educativo Institucional y
constituiría la base para una diversificación curricular que asegure una creciente pertinencia y
calidad a todo el proceso. Los estudiantes serían entrenados para manejar este modo de participar en
la elaboración del currículo, como diversificadores ayudantes en permanente diálogo institucional.
3. 4.- Desarrollo
Históricamente, el currículo no ha sido entendido de la misma manera en todos los ámbitos
y latitudes. En la cultura europeo-occidental, desde muy antiguo se tiene en germen ya la
idea de lo que después se va a denominar currículo. En la época griega y romana existía un
conjunto de reglas y normas que prescribía el concepto de “hombre educado”, es decir, de
lo que cómo debe ser o debe desempeñarse el joven aristócrata. Más tarde, en la Europa
feudal, en los siglos XII y XIII, cuando se fundan y se difunden las Universidades (Ponce,
1976: 87), aparece la noción de trivium y cuadrivium: la compilación y sistematización de
“las artes” que definen el saber: la lógica, la dialéctica y la gramática, y la aritmética, la
geometría, la música y la astronomía. El currículo es entendido aquí como la relación de
“materias” destinadas a ser “aprendidas” por los estudiantes, futuros profesionales de las
“artes liberales” en la compleja sociedad estamental europea.
Aun cuando el uso moderno (nos referimos a la modernidad europea) del término
curriculum (en latín), se remonta ya, según Chiroque (2004:16), al año 1633 en la
Universidad de Glasgow, es recién en 1918 cuando Franklin Bobbit en los Estados Unidos
precisa en su libro: The curriculum, el sentido moderno del término. Bobbit enfatiza el
aspecto de las experiencias –de aprendizaje decimos ahora- que implica el currículo. Más
tarde, Ralph Tyler en 1949 en los Estados Unidos e Hilda Taba en 1962 establecen los
fundamentos del currículo desde el punto de vista de la racionalidad instrumental. Ellos se
fijan en la necesidad de establecer cuidadosamente los objetivos como punto inicial de la
elaboración curricular, para luego, a partir de allí, proceder por etapas lógicamente
consistentes para alcanzar los objetivos propuestos. Como se puede observar, la noción de
currículo en la época moderna implica, por un lado, poner en alto la intencionalidad con la
cual se elabora el currículo y se desarrollan sus procesos, y, por otro, la organización y
sistematización de las experiencias de aprendizaje vividas por el estudiante. Por su parte, la
corriente llamada postmoderna trata de reducir el currículo a su mínima expresión o a su
eventual desaparición, pues deja de lado los problemas de la formación integral del
educando, finalidad tradicionalmente mayor en torno a la cual giraban las discusiones de
los docentes interesados en el tema. Los “postmodernos” sólo tienen como objetivo, en
general, solucionar los problemas de la formación del educando que se presentan a corto
4. plazo o las urgencias que se presentan en ciertos lugares o épocas. “¡Hic et nunc!”, sería, al
parecer, el lema predominante de los postmodernos.
El currículo como previsión
El recordado maestro Walter Peñaloza (2000: 3-8) declara: “el currículum es el primer
nivel de concreción de la concepción de educación”, y a continuación sostiene que dicho
currículo consiste en la previsión de los aspectos más generales de la labor educativa, sobre
todo de la concepción de la estructura curricular “integral” y del enfoque metodológico que
la sostiene. La manera cómo aprenden los estudiantes, el uso de materiales educativos, las
diversas formas de evaluación que se emplean, eso, afirma tajantemente Peñaloza, “no
forma parte del currículum”, sino de la “tecnología educativa”. Aquí, en las palabras de
Peñaloza, se muestra con toda nitidez la concepción de currículo como previsión y en su
obra ya citada: El currículo integral, el Dr. Peñaloza ha sabido obtener, con una
extraordinaria lucidez y con una lógica “impecable e implacable”, todas las consecuencias
pedagógicas de su posición. Sin embargo, aparte de las cualidades y de los méritos de la
posición del Dr. Peñaloza en el tema del currículo, su posición es, a nuestro criterio,
racionalista, pues de la concepción de educación se desprende la de currículo y de ésta, en
base al concepto de “integralidad” como teoría pedagógica del hombre, se tiene la
concepción de estructura curricular, etc., de lo cual resulta que lo que generalmente se
denomina “desarrollo curricular” o “ejecución curricular” son fundamentalmente
“derivaciones pedagógicas” como dicen los mexicanos, es decir, la práctica curricular
considerada solamente como aplicación y no también como generadora de teoría.
En las aulas actuales de nuestro país, hallamos maestros cuya práctica traduce los diversos
momentos evolutivos de la concepción del currículo: identificación con Planes y
Programas, conjunto de experiencias de aprendizaje previstas o planificadas, conjunto de
actividades y procesos que orientan la formación de los educandos, búsqueda de
5. alternativas que permitan mayor participación de maestros y alumnos en la construcción
curricular.
En estos momentos, la investigación educativa está buscando una reconceptualización del
currículo, a partir de una vinculación estrecha de éste con la práctica profesional. El
educador analiza su propia práctica y la confronta con los planteamientos teóricos más
recientes. De este modo, puede detectar limitaciones, plantear problemas y buscar
soluciones más eficaces. Esta investigación “protagónica” se complementa con una
“etnográfica”, realizada por un profesor observador, que le permite mayores niveles de
objetividad.
De este modo, cada profesor ayudaría a producir saberes pedagógicos validados en su
quehacer cotidiano, que puedan ser sistematizados e interpretados en primera instancia por
un grupo institucional de apoyo.
Esta investigación se gestaría al interior del Proyecto de Desarrollo Educativo Institucional
y constituiría la base para una diversificación curricular que asegure una creciente
pertinencia y calidad a todo el proceso.
La elaboración del currículo oficial se nutriría de esta investigación, sistematizada e
interpretada por expertos a nivel nacional, con un doble propósito: establecer los mínimos
comunes que aseguren coherencia al sistema y alentar la diversificación a nivel de las
instituciones según las exigencias de las diversas realidades.
Los estudiantes serían entrenados para manejar este modo de participar en la elaboración
del currículo, como diversificadores ayudantes en permanente diálogo institucional con los
expertos del Ministerio de Educación.
COMPONENTES DEL CURRICULO
Son los siguientes
Competencias: capacidades complejas que integran actitudes y
capacidades intelectuales y procedimentales y permiten una actuación
eficiente en la vida diaria y en el trabajo.
6. Contenidos: bienes culturales sistematizados que han sido seleccionados
como insumos para la educación de un grupo humano concreto. En el
currículo de Formación Docente, están organizados por AREAS
interdisciplinares y por una temática de orden orientador que constituye
la TRANSVERSALIDAD.
Metodología: Recoge el aporte de las actuales corrientes constructivistas,
especialmente en lo siguiente: énfasis en el aprender más que en el
enseñar, construcción del propio aprendizaje significativo al relacionar lo
nuevo con lo que ya se posee, el estudio y trabajo en grupo potencian el
aprendizaje, el error y el conflicto deben utilizarse como fuentes de
nuevos aprendizajes.
Organización del tiempo y del espacio: Distribuye el tiempo en unidades
o períodos no menores de dos horas pedagógicas seguidas, que aseguren
la posibilidad de realizar estudios más articulados y profundos. Utiliza el
tiempo libre para tareas complementarias, tanto en biblioteca como en
campo, en laboratorio y similares. Aprovecha los diversos espacios
disponibles, siendo el aula el lugar por excelencia para el trabajo de
planificación y reflexión en común, para lo cual debe ubicar a maestros y
estudiantes de modo que se comuniquen permanentemente entre sí. A
medida que los Institutos adquieran medios informatizados en cantidad
suficiente, el tiempo y el espacio deben replantearse en función de su
óptimo aprovechamiento. Hay que considerar que en otras partes del
mundo ya es un hecho la universidad virtual, que no debe desaparecer de
nuestro horizonte.
Regulación de la infraestructura, instalaciones, equipos y materiales: el
currículo debe incluir normas para que las características de la
infraestructura, instalaciones, equipos y materiales constituyan elementos
de máxima eficacia para estimular el logro de las competencias previstas.
7. LAS PERSONAS QUE INTERVIENEN EN EL CURRICULO
El currículo se construye para promover el desarrollo integral de las personas.
Intervienen en él:
Los estudiantes: aquellos cuya función principal es aprender.
Los formadores: los profesionales que facilitan, orientan y acompañan el
aprendizaje
La comunidad: familiar, escolar, local y nacional, en cuyo seno se realiza el
aprendizaje; la comunidad mundial influye de diversos modos, pero
especialmente a través de los medios de comunicación social y de los
informatizados.
Los gerentes y administradores del proceso, desde el Ministerio de Educación
hasta la Dirección y administración del Instituto. Influye de igual modo la
investigación a nivel mundial, a través de la bibliografía e INTERNET y la
acción de organismos internacionales, desde la UNESCO hasta el BID y el
Banco Mundial.
LOS PROCESOS DEL TRABAJO CURRICULAR
Para diseñar, producir y evaluar aprendizajes de calidad, se han considerado los
siguientes procesos:
Para diseñar el currículo: la investigación, que le abre los horizontes posibles, la
orientación, que le precisa el horizonte a elegir y el diseño propiamente dicho, que
articula anticipadamente las acciones que harán posible el logro del horizonte
elegido.
Para producir los aprendizajes constitutivos del currículo: la implementación, que
permite contar con las condiciones necesarias para tal aprendizaje y la ejecución,
que constituye el proceso mismo de logro.
Para evaluar, el monitoreo y evaluación, que informa sobre el proceso y los
resultados.
8. Describimos estos procesos del siguiente modo:
Investigación curricular: detecta la situación de partida del trabajo curricular:
identifica las características de personas y componentes, descubre las relaciones
exitosas y problemáticas y las variables dinamizadoras de los procesos, ubica en el
contexto social global. De este modo informa sobre el horizonte posible y sobre el
espectro de posibilidades a tener en cuenta para la toma de decisiones
fundamentales. Puede concretarse en un diagnóstico.
Orientación del currículo: establece la intencionalidad del trabajo curricular, elegido
entre el espectro de posibilidades ofrecido por la investigación. Se traduce en una
política curricular, en perfiles educativos y en el manejo de la transversalidad.
Diseño curricular: ubica anticipadamente en el tiempo las acciones consideradas
capaces de provocar que los estudiantes logren las competencias previstas, es decir,
que pasen de la situación diagnosticada a la señalada en el perfil educativo.
Implementación curricular: pone en condiciones de óptimo funcionamiento todo
aquello que se necesita para pasar del diseño a la ejecución curricular: normas,
infraestructura, capacitación de profesores, equipos, materiales, difusión a la
comunidad, etc.
Ejecución curricular: proceso en el que se realiza la actividad educativa prevista
para producir aprendizaje.
Monitoreo y evaluación: Diseña el acompañamiento, control y realimentación del
aprendizaje de cada estudiante, asegurando óptima calidad en los resultados.
Mientras que la Investigación abre horizontes, el Monitoreo y Evaluación controla y
realimenta lo diseñado y lo que intervino imprevistamente.
9. Conclusiones
Desde la época Griega podemos observar que ya tenían una manera de cómo aplicar
nuevos métodos de enseñanza y reglas a cumplirse en un auditorio, y ha ido
evolucionando con el tiempo.
Concluimos que el tener una buena metodología, cronogramas y temas específicos
(Currículo) a cumplir en la educación formal puede ser igual de efectiva y beneficiosa
para los aprendices en una educación informal
Podemos concluir que los objetivos a realizarse en el currículo deben ser muy puntuales
teniendo siempre en cuenta que los objetivos van dirigidos directamente para los
dicentes.
Recomendaciones
El currículo debe velar por las necesidades de las generaciones y por cada uno de
los integrantes en un aula en específico.
Planteando y ejecutando de una correcta manera el currículo lograríamos que el
conocimiento llegue a los discentes de una manera adecuada, logrando así una
sabiduría colectiva y formando así buenos ejecutores de los temas que deseamos
implantar en ellos.
Se recomienda que los objetivos sean importantes según las necesidades del grupo,
y sobre todo alcanzables.
10. BIBLIOGRAFIA
Bolaños, B. Guillermo; Molina, B. Zaida. (2004). Introducción al Currículum. Editora:
EUNED. Rep. De Costa Rica. P. 21-23.
Arauz Nelly. Fuentes y Fundamentos del Currículo.
http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/Publications/WDE/2010/ pdf-
versions/Panama.pdF
http://antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1189