1. Déficit atencional con Hiperactividad en la Educación Parvularia
¿Mito o Realidad?
Autoras: Katherine Ancalao Hidalgo (kah_thy_90@hotmail.com)
Carmen Gutiérrez Contreras (carpat_15@hotmail.com)
Angélica Melo Garrido (angypil@gmail.com)
Claudia Villablanca Garay (clau-pank@hotmail.com)
Pamela Yáñez Cárdenas (pameloid_152@hotmail.com)
Carrera: Pedagogía en Educación Parvularia
Resumen
En nuestra sociedad, ¿tenemos niños hiperactivos o curiosos por conocer el mundo? O por
otro lado ¿Educadoras con criterio o con prejuicios? En la actualidad se habla mucho de
niños con Déficit Atencional con Hiperactividad, pero no se tiene clara la cifra real de
cuántos de estos son los diagnosticados clínicamente por un especialista, ya sea por
neurólogos o psiquiatras, únicos profesionales aptos para detectar algún tipo de problema
en la conducta de los niños y niñas. Hoy en día nos encontramos con Educadoras/es que
2. tienen la tendencia a etiquetar o catalogar a todos los párvulos como niños con TDAH, por
el simple hecho de observar algunas conductas características en la escala de síntomas
observables en el TDAH, excusándose en estos prejuicios cuando no son capaces de
desarrollar una excelente labor Docente. Por lo tanto, queda claro que las Educadoras de
Párvulos no están capacitadas para calificar a niños y niñas con problemas de TDAH, sobre
todo si no tienen los conocimientos fundamentales sobre el tema, y en caso de que sea
necesario, deben realizar una investigación o una propuesta educativa individualizada de
cada caso, derivando a un especialista si es necesario. Por lo tanto, la realidad es que
existen muchos casos de niños y niñas Diagnosticados medicamente con TDAH, pero
también existen el mito de que son muchos los párvulos etiquetados o prejuiciados con este
Déficit por el simple hecho de ser unos niños curiosos e inquietos.
Palabras Claves: TDAH, Diagnóstico Médico, Prejuicios.
Sabemos que por naturaleza los niños y niñas son curiosos e inquietos, que exploran su
entorno ya sea, tocando, observando, saboreando diversos objetos e interactuando con
elementos que suelen ser interesantes para ellos, la finalidad de esto es conocer y descubrir
todos los medios que tienen a su alcance.
Además, existe una etapa que se da entre los 3 a 7 años en los niños y niñas, donde se
comienza a desarrollar su autonomía, ya no dependen tanto de sus padres y comienzan a
buscar respuestas a todas sus dudas, ya sea preguntando o experimentando por si solos,
dando paso así a la etapa del ensayo y error.
Julia Arteaga, que realizó el mismo estudio se refiere a una de las Etapas de Erikson en su
investigación, mencionando que:
“Iniciativa frente a culpa
Alrededor de los tres años y hasta los siete, los niños se imponen o hacen
valer con más frecuencia. Comienzan a planear actividades, inventan
juegos, e inician actividades con otras personas. Si se les da la oportunidad,
los niños desarrollan una sensación de iniciativa, y se sienten seguros de su
3. capacidad para dirigir a otras personas y tomar decisiones.” Arteaga
Vargas, Julia. 2010
Debemos siempre tener en cuenta la capacidad imaginativa que poseen los niños y niñas, y
entender que fantasean en diferentes ocasiones, partiendo por el juego de roles hasta el
amigo imaginario. Esta etapa y la manera enérgica en que se desenvuelven e interactúan
para los adultos suele ser extraña, y les cuesta comprender que es un período normal que
viven los niños. Es por esta misma razón que comienzan los castigos y las restricciones en
las actividades de exploración, provocando en los niños y niñas frustración y desinterés por
conocer y descubrir nuevas cosas. Con este tipo de actitud por parte de los padres y muchas
veces de los Educadores, lo único que se logra es cortarle las alas a los párvulos,
perjudicando así su capacidad imaginativa, expresiva, exploradora, entre otras.
Para revertir esta situación, lo que los adultos deben hacer es acompañar y apoyar a sus
hijos o alumnos en las actividades que para ellos son de gran importancia, como crear tortas
de barro, jugar en el charco, jugar bajo la lluvia, etc., produciendo así un bienestar
placentero al saber que sus padres o profesores son partes de sus aventuras, logrando que
sean momentos significativos en sus vidas, o por ultimo darles el espacio que ellos
necesitan para realizar las acciones que consideran necesarias por descubrir.
Entonces, si las características presentes en el desarrollo de los niños y niñas apuntan
directamente a que ellos necesitan observar y conocer todo, teniendo para esto que
interactuar con su entorno, ¿Por qué los tachamos o diagnosticamos como niños con
problemas de Déficit Atencional con Hiperactividad?
Según Revista Chilena de Pediatría, el Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) es:
“El TDAH es definido como un trastorno conductual que surge en la
infancia teniendo como característica fundamental un patrón persistente de
desatención y/o hiperactividad e impulsividad presentes en al menos dos
contextos”. Alfonso Urzúa M., Marcos Domic S., Andrea Cerda C., Mireya
Ramos B. y Jael Quiroz E. 2009. (Web)
4. El párrafo anterior permite darnos cuenta que los factores principales con los que se
diagnostica este Déficit son la desatención, hiperactividad e impulsividad, características
que suelen ser normales y que en su mayoría están presentes en la primera infancia, puesto
que los niños y niñas siempre quieren llamar la atención, comentar las cosas que le suceden
o que observan, se aburren con facilidad cuando algo no los motiva, quieren estar todo el
día realizando cosas, etc.
Otra definición importante que nos ayuda a abordar nuestro tema de interés es el siguiente:
“La Hiperactividad puede traducirse en movimientos sin descanso, en la
dificultad para permanecer sentado en una constante propensión a
manipular objetos. A menudo se manifiesta como una inquietud excesiva en
la forma de hablar, lo que es poco tolerado en la escuela y acaba por
convertirse en una frustración para los padres y los profesores, quienes
finalmente pierden la paciencia”. Elías Cuadros, Y. 2006. (p. 25)
Como se puede leer en la cita anterior, los niños y niñas tienen algunas actitudes
involuntarias que provocan que los adultos pierdan la paciencia con mucha facilidad,
provocando con esto que ante cualquier situación crean que están frente a un caso de
TDAH. En el caso de los profesores, que tienen que tratar con un gran número de niños y
niñas a la vez, hemos observado que presentan una gran tendencia a Diagnosticar errónea y
anticipadamente a cualquier niño o niña, excusándose con esto cuando su trabajo no da
ningún fruto o no genera algún tipo de avance. Es fácil decir que todos o la mayoría de los
niños presentan TDAH, pero ¿estamos seguros que así? o, ¿Qué nos faculta para
catalogarlos dentro de este déficit? Leamos cuales son los síntomas que se observan en los
niños y niñas que realmente la poseen.
“Síntomas del TDAH:
1.-Inquietud frecuente, que se aprecia por movimientos inquietos o
impaciencia.
2.-Dificultad para permanecer sentado cuando la situación lo requiere.
5. 3.- Fácil distraibilidad por estímulos ajenos a la situación.
4.- Dificultad para guardar turno.
5.- Frecuencia de respuestas precipitadas.
6.- Dificultad para seguir instrucciones.
7.- Dificultad para mantener la atención en actividades lúdicas.
8.- Frecuentes cambios de una actividad incompleta a otra.
9.- Dificultad para jugar con tranquilidad.
10.- A menudo habla excesivamente, verborrea.
11.- A menudo interrumpe o se implica en actividades de otros niños.
12.- A menudo no escucha lo que se le dice.
13.- A menudo pierde cosas necesarias para una tarea o actividad.
14.- A menudo practica actividades peligrosas sin tener en cuenta riesgos”.
López Soler, C. y García Sevilla, J. 2006. (p. 87)
Hemos conocido 14 síntomas que se pueden observar en niños y niñas que presentan
TDAH, aclarando que si se observan 8 de ellos en un niño o niña, y durante 6 meses de
evolución, recién podríamos deducir que posee este Déficit, aunque los únicos facultados
para Diagnosticar medicamente la presencia de TDAH son los Psiquiatras, Neurólogos,
Psicopedagogos o Psicólogos.
Nuestra función como futuras Educadoras, no es dedicarnos a decir “este niño es
Hiperactivo, por eso se para tanto de su puesto” ó “esta niña nunca escucha mis
instrucciones, ¡vive en la luna!”, todo lo contrario, debemos pensar en que estamos
fallando, analizar si nuestras estrategias son realmente motivadoras para los párvulos, si los
materiales que utilizamos son atractivos, si las actividades están adecuadas al nivel de
desarrollo, y si estas no son las que están fallando, quizás son factores externos, como que
las condiciones o espacios en los que estudia el niño o niña no son las adecuadas, quizás su
madurez neuronal no está desarrollada al nivel de sus pares, puede pasar que tenga
problemas de visión y que por eso no se motive a observar al pizarrón, también puede
suceder que haya acudido a la escuela sin haber comido nada perjudicando esto su
concentración, en su casa pueden ser demasiado reprimidos lo que provoca que en la
6. escuela quieran liberarse, y así podemos encontrar muchos más factores que influyen en la
desconcentración e inquietud de los niños y niñas, pero debemos tener claro que cuando
estos se presentan no es necesariamente que estemos frente a un caso de TDAH, ya que los
casos diagnosticados medicamente son minoritarios en relación a la cantidad que se cree
que la posee, ya que de 100 niños solo 8 la presentan, esta es la razón a que nos lleva a
decir que el TDAH es una realidad pero en un porcentaje muy bajo, el mito es la cantidad
de niños catalogados con este Déficit, sin analizar el trasfondo de las conductas observadas.
Referentes Bibliográficos
• Alfonso Urzúa M., Marcos Domic S., Andrea Cerda C., Mireya Ramos B. y Jael
Quiroz E. (2009). Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad en Niños
Escolarizados. Revista Chilena de Pediatría, 80 (4): 332-338.
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-
41062009000400004&script=sci_arttext
• Arteaga Vargas, Julia. (2010)Estrategias didácticas que usan docentes de aula para
apoyo de niños con déficit atencional: un estudio muestral en cuarto año Escuela
Municipal de Chillán (disco compacto)
• Elías Cuadros, Y. (2006). Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Mexico: Trillas, S. A. de C. V.
• López Soler, C. y García Sevilla, J. (2006). Problemas de Atención en el Niño.
Madrid: Pirámide.
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7. escuela quieran liberarse, y así podemos encontrar muchos más factores que influyen en la
desconcentración e inquietud de los niños y niñas, pero debemos tener claro que cuando
estos se presentan no es necesariamente que estemos frente a un caso de TDAH, ya que los
casos diagnosticados medicamente son minoritarios en relación a la cantidad que se cree
que la posee, ya que de 100 niños solo 8 la presentan, esta es la razón a que nos lleva a
decir que el TDAH es una realidad pero en un porcentaje muy bajo, el mito es la cantidad
de niños catalogados con este Déficit, sin analizar el trasfondo de las conductas observadas.
Referentes Bibliográficos
• Alfonso Urzúa M., Marcos Domic S., Andrea Cerda C., Mireya Ramos B. y Jael
Quiroz E. (2009). Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad en Niños
Escolarizados. Revista Chilena de Pediatría, 80 (4): 332-338.
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0370-
41062009000400004&script=sci_arttext
• Arteaga Vargas, Julia. (2010)Estrategias didácticas que usan docentes de aula para
apoyo de niños con déficit atencional: un estudio muestral en cuarto año Escuela
Municipal de Chillán (disco compacto)
• Elías Cuadros, Y. (2006). Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Mexico: Trillas, S. A. de C. V.
• López Soler, C. y García Sevilla, J. (2006). Problemas de Atención en el Niño.
Madrid: Pirámide.
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