Concurso de relatos en Bibliarousa. IES Illa de Arousa.

1. CONCURSO DE RELATOS
CONTRA A VIOLENCIA
DE XÉNERO
BIBLIAROUSA 2017

2. QUE HAI QUE FACER?
 PUNTUACIÓN:
 DE 0 A 5.
 ONDE SE PUNTÚA?
 ESCRIBINDO UN COMENTARIO NO POST DO BLOG. EXEMPLO: RELATO 123: 4 PUNTOS; RELATO 58: 5 PUNTOS…
 IMPORTANTE:
 PODEDES VOTAR TODOS OS RELATOS QUE QUEIRADES PERO SÓ UNHA VEZ.
 PRAZO:
 DOMINGO 26 DE NOVEMBRO ÁS 12 AM
 GAÑADORAS/ES E PREMIOS:
 COLGARANSE NO BLOG OS RESULTADOS E OS PREMIOS

3. RELATO 1: DECIDIDA A UN FUTURO
MEJOR
Me cuesta compartir el espantoso relato de una historia llena de tristeza, de malditos golpes y de duras palabras, pero sí…llegó el momento y estoy
totalmente decidida a dar un paso al frente, decidida a romper el miedo, decidida a luchar por una vida de plena libertad.
Tan sólo tengo 15 años con una madurez que quizás no corresponda con mi edad y sobre todo con episodios en mi vida que no son dignos para
ningún ser humano. Enseguida me di cuenta que en mi familia algo sucedía, recuerdo que los llantos de mi madre eran como algo cotidiano pero
siempre a escondidas, una noche desperté con unos gritos inmensos, insultos, desprecios de mi papá a mi mamá, al día siguiente se lo conté a mi
mamá, ella me abrazó muy fuerte y me dijo “no te preocupes, ya pasó”, tristemente esto se repetí constantemente pero siempre tuve vergüenza a
contarlo, seguro que nadie me creería, pues mi madre seguía con mi padre y no sabía ni entendía cual era el motivo, probablemente era el miedo.
Hace unos meses se produce una discusión muy desagradable entre mis padres, fue por primera vez cuando vi a mi mamá contestarle, pero por
desagracia le salió muy caro, pues recibió una paliza muy grande yo no lo pude soportar y salí en defensa de mi mamá, ¡basta ya! grité
desconsoladamente, en la mirada de mi padre sólo veía odio y fue en ese momento cuando me di cuenta de que mi papá no sentía amor hacia
nosotras, yo no podía soportar tanto sufrimiento, mi mamá necesitaba ser libre.
Decidí caminar sin rumbo fijo pero mi mente me llevaba a un lugar seguro, no era el lugar más apropiado para una niña de mi edad pero sin
embargo sabía que iba hacer lo correcto.
Mi destino era llegar a un edificio de piedra, abanderado en la puerta principal, miré detenidamente, pisé fuerte y miré hacia delante, entré, pedí
ayuda y sin dudarlo se ofrecieron de inmediato, buscamos a mi mamá también pisó fuerte, dejó atrás sus miedos y puso una denuncia. No sabíamos
que ocurriría más tarde, pero si sabía que mi mamá estaba decidida a luchar por una vida digna.
Pasadas unas semanas, mi mamá recibe una carta, yo miraba fijamente sus ojos y pude ver en sus lágrimas un brillo especial, no eran las mismas
lágrimas que yo acostumbraba a ver, sabía que algo nuevo iba a suceder, algo que a pesar del dolor de mi corazón era fundamental para los dos.
¡Por fin! Una vida tranquila y feliz.
Ojalá en el tiempo pueda perdonar para así volver a querer.

4. RELATO 2: EL BULÍ
Había una vez un chaval que se llamaba Bulí. Bulí era gordo, bajo, moreno y era agresivo. Cuando era niño su padre le pegaba.
Bulí tenía una novia llamada Berta. Berta era delgada, rubia, baja y tenía gafas. Bulí era un vago que no trabajaba y estaba todo el día en el bar fumando y bebiendo un
cubata y Berta le estaba echando la bronca porque se gastaba todo el dinero en el bar, y la mujer estaba trabajando en la empresa de un pez gordo. Este empresario
se quería liar con ella pero ella no quería nada con él porque ella esperaba que Bulí cambiara.
Ella estaba embarazada de cuatro meses. Bulí no sabía que iba a tener un hijo y la amiga de Berta, Marta, que le estaba ayudando a pagar la comida diciendo que
dejara a Bulí. Bulí se enteró por su amigo Pepe Castro que su mujer estaba embarazada y fue a casa y vio a Marta, que no le caía nada bien.
Bulí cuando entró le dijo a Berta:
-¿Estás embarazada?
BERTA.-Sí.
BULÍ.-¿Es mío?¿Seguro que no estuviste con tu jefe?
BERTA.-Te pasas todo el día en el bar y sólo estamos viviendo de mi sueldo y encima llegas y me pegas. TE TENGO MIEDO.Y le estoy pidiendo toda la comida a Marta y
a los vecinos y si no pagamos este mes, nos embargan. Bulí se quedó callado y empezó a romper todo en la casa. Después de romperlo todo se sintió frustrado y Berta
llamó a la policía y lo detuvieron. Pasó un mes en la cárcel.
Berta abandonó el piso y cuando el salió de la cárcel le dijo que si no entraba en un centro de rehabilitación para dejar el alcohol y dejar de pegarle, no volvían.
Bulí entró en el centro de rehabilitación durante ocho meses. Al principio él volvía a las andadas porque le faltaba el alcohol y se subía por las paredes. Estaba muy
agresivo. Luego empezó a trabajar en el centro y a hacer amistad con los compañeros. Cada vez se sentía mejor. Intentaba hablar con Berta pero ella no le cogía el
teléfono. No le perdonó sin más ya que ella tenía miedo que le pegara otra vez.
Bulí salió del centro a los ocho meses y fue a ver a Berta a casa de sus padres. Sus padres no le dejaron entrar porque se habían enterado de que le pegaba.
Bulí empezó a trabajar en el hotel PACIFIC LONDON. El primero empezó a trabajar en el hotel de botones. A los seis meses lo ascendieron a camarero. Y al año era
director del hotel. Un día le tocó la lotería y con el dinero compró un hotel.

5. CONTINÚA RELATO 3: EL BULÍ
En cuanto compró el hotel fue corriendo a decírselo a Berta. Ella al verlo vio cambios. Iba elegante y estaba amable. Le quiso
dar una oportunidad porque era el padre de su hijo.
Ese día conoció a su hijo. Tenía dos años y se llamaba Saúl. El nació sin una pierna. Con el dinero de su padre fue a un médico
privado que le puso una nueva pierna para que pudiera andar.
El niño quería ser futbolista y su padre dijo que si había dejado el alcohol, también podría hacer lo que quisiera. Así que empezó
a ir con el pequeño a los campos de fútbol, el niño era muy bueno. Tan bueno fue que le lo llevaron al Manchester City.
Bulí no sabía que el alcohol cambiaría tanto su vida. Con su mujer todo era amor ahora, ya que los problemas de ellos habían
sido por el alcohol. Nunca se imaginó que podría ser tan feliz.
A Marta, amiga de la mujer, le dio un buen puesto de directora en su hotel porque le quería agradecer todo lo que ella en
tiempos anteriores había hecho por ellos.

6. RELATO 3: EL CASO DE MARÍA…
Como cualquiera otra mañana el inspector Carlos Rodríguez se disponía a mirar los casos del día. Se sorprendió cuando vio una denuncia de una mujer
agredida de forma violenta por su marido y velozmente llamó a su ayudante para que contactara con la víctima, para que se presentara esa misma tarde
en la comisaría. Cuando llegó María (la chica afectada), se dieron cuenta de que la joven tenía distintos moratones y arañazos, además, se mordía las uñas y
tenía un color tan pálido que parecía un cadáver. El inspector empezó a hacerle una serie de preguntas básicas: porque había puesto la denuncia, quién le
había hecho esas marcas… al principio no quiso contestarle pero al final acabó cediendo. En ese momento Carlos se dio cuenta de la terrible etapa que
estuvo viviendo María y que, trágicamente, su caso no era el único “yo creía que me había casado con el hombre ideal, que íbamos a vivir felices” empezó.
“Tras varios meses de casados nos mudamos a Madrid, donde mis padres tenían un apartamento. Aprovechando la lejanía me aisló de mi familia, amigos
hasta llegar al punto en el que no podía salir de casa a partir de las siete. A mí eso me parecía normal, que él lo hacía por protegerme y que no me hicieran
daño, pero con el tiempo me di cuenta que la persona que más daño me hacía era él. Al principio me ofendía con distintos comentarios y desprecios
acerca de mi físico, más tarde empezó a tener problemas con el trabajo y las pagaba conmigo (algo que se convirtió en rutina diaria). Yo era la que
trabajaba y sostenía la casa con mi sueldo de camarera, pero yo nunca tenía dinero ahorrado porque él me lo cogía y se pasaba las noches en pubs y en
discotecas. Cuando llegaba a las tantas de la madrugada, sin yo hacerle nada recibía doble sesión de maltrato. Uno de las peores etapas fue cuando tuve
un aborto a causa de una paliza”. En ese instante el inspector se levantó de su sillón y bebió un trago de licor, aquella frase le había dejado descolocado, le
recordaba lo mal que lo pasaron él y su mujer cuando a ella le sucedió lo mismo que a María. El inspector se volvió a sentar y mandó seguir a la joven. “Hace
varias semanas, me dijeron que volvía a estar embarazada y ayer fue cuando me atreví a dar el paso. Yo no quiero que mi hijo reciba los malos tratos que
sufro y, sin pensarlo dos veces, puse la denuncia. Me encuentro, desde anoche, en una casa de acogida”. Cuando terminó, el inspector le dio un número de
un prestigioso abogado y de un siquiatra para que la ayudara a recuperarse, todo pagado por él. Carlos ya no podía hacer nada más por ella pero
intentaría mantenerse en contacto e informarla en todo lo que pudiese. Mientras María recibía maltratos de su marido, ella no sabía lo que era la violencia
de género, ni que había una ley que la defendía.
Este es uno de los muchos casos que ocurren en la vida diaria, tenemos que ayudar a esas mujeres que viven de manera trágica, que no se atreven a
denunciar los maltratos que sufren. Puedes contar con la ayuda de especialistas. Existen distintos tipos de violencia como violencia física, violencia
psicológica, violencia sexual, violencia económica, violencia patrimonial, violencia social y violencia vicaria. Acuérdate de que no está sola.

7. RELATO 4: O EXNOIVO ASASINO
Eu estaba sentado na porta da miña casa, mirando para a miña muller. Sinto un ruído, un ruído pouco familiar. Vou mirar que é, a miña
filla desaparecera. Seguro que ía quedar coas amigas. Non lle dou demasiada importancia.
Sinto outro ruído semellante ao anterior. A miña muller tampouco estaba. Comezo a asustarme. Pero… deseguida me decato da broma
e fago coma se non pasase nada. Ata que empezo a sentir mais ruídos e vólvome para mirar que pasa e atópome co exnoivo da miña
filla.
Ía vestido de negro con pintas misteriosas…
Sinto outro golpe, a miña sogra. El asasinara a todas as mulleres que había na miña casa.
Asusteime, de repente caio ó chan e boto a chorar.
Vén o meu sogro, veme chorando, e pregúntame que pasa, cóntollo,
Os dous choramos mentres vemos ao asasino fuxir. Cae intentando saltar o valo da leira e reacciono. Despois de tanto correr alcánzoo.
De súpeto, decatámonos de todo o que pasaba. Estaba celoso do noivo da miña filla e decidiu que se a mataba a ela e a todas as
mulleres que llo puidesen impedir podería quedarse el co noivo da miña filla porque resulta que foran moi bos amigos pero que dende
que a miña filla e mais el eran mozos xa non lle prestaba atención. Ou isa foi a explicación que lle deu ao xuíz!
Total que gañamos nós e non lle quedou máis remedio que pagar as súas trolas e os seus asasinatos devolvéndonos as nosas mulleres,
polo que sen pensalo púxolles unha pinchada e…
Non estaban mortas! Que susto levamos! Que contentos quedamos cando as volvemos ver!
Críamos que non as íamos volver a ver nunca máis pero non, grazas a Deus que non!
Devolvéranolas ao seu estado habitual, moitos bicos, abrazos e choros, pero…
Onde estaba Álvaro?
Fuxira?

8. CONTINUACIÓN RELATO 4: O
EXNOIVO ASASINO
Fomos buscalo, resulta que foi dicirlle ao seu amigo Carmelo o que pasara e é que desde entón nunca vin a Álvaro e a Carmelo separados.
Agora estamos no dous mil cinco, xa pasaron cinco anos!
Cando pensamos niso cáennos bágoas pola cara pensando en que pasaría se as tivese matado de verdade, e que pasaría se gañara el o xuízo!
Dannos calafríos só de pensalo!
Cacho susto levaramos!
Ben, o importante aquí é que todos estamos ben e que nos faltan moitos anos de vida ata que chegue a hora da morte.
Moitas mulleres sofren violencia de xénero, cousa que podemos parar!
Lembra un “Quérote” dirixido a unha muller da boca dun home, vale moito máis, que unha pistola ou un coitelo no peto de calquera persoa.
E colorín colorado este conto está rematado!
Gustouche o conto filla?
Imaxínaste que o que pasou no conto pasara na realidade?
Sería horrible !
Esperemos que non pase, ten coidado co que lle fas aos teus mozos, non lle quites a ninguén o que ti non queres que che quiten!
Descoida papá, non deixarei que ninguén se cele do meu mozo!
E… de todas, todas eu aínda teño 7 aniños como comprenderás aínda non teño mozo!
Sería de tolos !
Ben, eu só o digo por se pasa, que nunca se sabe o autor ou autora deste conto ao mellor baseouse en feitos reais! Non cres?
Pois é posible pero se isto aconteceu de verdade…
Como cres que fixo o home para que ao pinchalas resucitaran?
Pois non o sei, a verdade, iso será outra historia seguro que outro día che desvelarei ese secreto, pero agora deberías durmir. Porque mañá tes
exame de mates e…Entre ti e máis eu: xa sabemos que a esta familia as mates non é a materia que mellor se nos dá.
Perdoa?

9. CONTINUACIÓN RELATO 4: O
EXNOIVO ASASINO
A min as mates dánseme de marabilla, pero creo que tes razón teño que descansar un pouco a cabeza porque
despois deste conto a cabeciña estame toleando, pensando en cando saberemos como reviviron as mulleres etc.
Ata mañá filla!
Ata mañá papi!
Ah! E recorda se algún día sentes que vai pasar algo parecido avisa que o evitaremos o antes posible!
Descoida, ata mañá!
Ata mañá!
Un biquiño!

10. RELATO 5: IGUALDAD
Todo comenzó en la universidad, una chica llamada Lina y un chico llamado Juan habían coincidido en clase de matemáticas y empezaron una
relación, todo marchaba bien entre ellos. Salían a pasear, a bailar…
Cuando Lina le presentó a Juan a sus padres, a estos no les dio buena impresión, se lo dijeron a ella y esta les dijo que era una tontería, que Juan era
muy cariñoso.
Años después cuando ya estaban viviendo juntos decidieron casarse y en ese momento todo cambió a peor. Ahí comenzaron los malos tratos: Juan
le pegaba, la insultaba, no la dejaba salir de casa (por eso no tenía amigas) ….
De repente, él cambió, le traía bombones, flores, salían a cenar, etc. Sólo lo hacía para ganarse su confianza y así conseguir tener hijos. Lina se
quedó embarazada, a los nueve meses nació una niña, Ninfa.
Todo volvió a cambiar, pero ahora ya no le daba palizas, pasó a ser psicológico, porque las palabras pueden doler más que los golpes y se ven
menos.
Un día Juan empezó a insultar a Lina, pero ella cansada de la situación le replicó y Juan castigó a Lina sin ver a Ninfa. Ella estaba muy afectada,
pues Juan no le dejaba ver a su hija por lo sucedido, cuándo se lo pedía le decía que no y que era mala madre (eso se lo decía para hacerle
mucho daño). Y además, cuando Ninfa se portaba mal, Juan le decía a su hija “cuando la cachorra (hija) se porta mal, hay que castigar a la perra
(madre)”. Y el castigo era atarla con un collar de perro en el sótano con poca comida y agua.
Y cuando se quejaba a las autoridades no le hacían caso porque Juan tenía amigos en la policía y decía que era ella quien lo insultaba a él.
Un día, Ninfa quiso escaparse de casa, pero su padre la pilló y por el dicho que decía siempre, castigó y violó a Lina (se quedó embarazada otra
vez). Así nació un niño, Faísca, cuando Ninfa tenía diez años.
Cuando Ninfa tenía dieciséis años y Faísca seis, Lina decidió escaparse con sus hijos, pensó que cuando Juan estuviese dormido, le robaría las llaves
de casa y se escaparía con el todoterreno por el monte. Cuando se estaban escapando se chocaron con un árbol, no les pasó nada a ninguno de
los tres, pero al coche se le rompió el motor y tuvieron que seguir andando. Pasaron una semana en el bosque, cazaban su propia comida y
durmiendo en una cueva.

11. CONTINUACIÓN RELATO 5: IGUALDAD
Cuando Juan se despertó y vio que no había nadie en la casa se enfadó y empezó a romper todo. Después salió y los buscó con el coche, no los
encontró, por eso se enfadó aún más y sin querer estrelló el coche. Después llamó a sus amigos que eran policías para que los buscasen con perros
y los encontraron una semana después.
Juan consiguió que encarcelasen a Lina por secuestro, pues quería castigarla muy duramente por escaparse y llevarse a sus hijos.
Lina sufría mucho en la cárcel, por eso su hija estudió derecho para sacarla de prisión y que saliese a la luz lo que pasaba de verdad, porque ella lo
sabía todo. En la facultad, algunos amigos de su padre, por orden de él, suspendían a Ninfa, para que no pudiese defender a su madre. Ninfa,
cansada pidió el traslado de universidad, para que los amigos de su padre no la controlasen. Lo consiguió.
Pasaron cuatro largos años y Ninfa se sacó el título de Derecho y en la universidad decían que era una abogada prodigio, porque antes de estar
con el juicio de su madre ganó ocho juicos en tan solo una hora cada uno.
Cuando se puso con el juicio de su madre tuvo que batirse con el mejor abogado del mundo, y entre horas y horas de debate, consiguió sacar a
su madre de prisión, pero no consiguió sacar la verdad a la luz.
Pasaron los meses y Ninfa seguía estudiando el caso para sacar una prueba lo bastante convincente para meter a su padre entre rejas y la
consiguió: el palo con el que Juan pegaba a Lina, contenía las huellas de su padre y la sangre de su madre. Se la presentó al juez y este dio por
válida la prueba y metió a Juan en la cárcel.
Pasaron los años y Juan fue pensando “qué malo he sido con Lina, en cuanto salga le pediré otra oportunidad, aunque no creo que me la de, y le
demostraré que he cambiado”.
Y así Juan aprendió que las mujeres y los hombres son iguales entre sí.

12. RELATO 6: VIOLENCIA
Érase una vez una mujer casada con dos hijos que volvía a casa después de una larga y dura jornada de trabajo, llegó a casa
muy tarde y se preparó algo de cenar y se fue a dormir. Al día siguiente por la mañana, cuando se levantó notó el ambiente un
poco raro, su marido Carlos le hablaba un poco más nervioso y en un tono más agresivo de lo normal, ella miraba desconcertada
pensando si él tenía algún problema, lo dejó pasar.
Cada día el hombre estaba cada vez más alterado y ella le preguntaba y el hombre la ignoraba o la esquivaba.
La mujer todos los días intentaba pensar, durante su trabajo, sobre el problema que podía haber tenido y se desconcentraba en
lo que tenía que hacer, y pasaron los días y la mujer se preocupaba más de lo que le podía estar pasando a su marido que de su
trabajo.
Un día tenía que tener presentado un proyecto de cómo mejorar el edificio de la empresa, ese mismo día se dio cuenta de que
lo tenía en su casa donde estaba su marido y sus hijos, lo llamó y él se negó a llevárselo, la mujer insistió, pero al parecer tuvo que
ir su casa a recogerlo, los jefes le concedieron el permiso.
Cuando llegó ella preocupada le preguntó porque no le había llevado el proyecto y el la cogió y se la llevó al cuarto mientras
discutían. Le pegó muy fuerte en repetidas ocasiones.
Ella llegó al trabajo con unas marcas en la cara y le preguntaron qué le había pasado, ella avergonzada respondió que se había
tropezado. La presentación le había salido genial, y cuando llegó a casa no sabía lo que le esperaba.
La mujer le preguntó “por qué me estás haciendo esto, si somos muy felices”, el hombre no respondió le siguió pegando cada vez
más fuerte. En el trabajo siempre le preguntaban y ella siempre ponía una excusa.
Un día, sus jefes la cogieron y la llevaron a su despacho y le dijeron que podía confiar en ellos y contarle sus problemas, ella le
contó todo y los hombres se quedaron boquiabiertos y sorprendidos por la situación de la mujer, y entraron en acción.

13. CONTINUACIÓN RELATO 6: VIOLENCIA
Le pusieron una cámara minúscula en la ropa para grabarlo todo, ella llegó a casa y como de costumbre el hombre hizo lo habitual,
golpearla.
Los jefes que vieron y grabaron todo fueron a la policía, le enseñaron la grabación y denunciaron al hombre. Más tarde llegó la policía a la
residencia de ellos, entraron y detuvieron al hombre.
La mujer aliviada fue tratada por los servicios médicos y se fue a divorciar del hombre y a asegurarse de vivir bien lejos de él. Al hombre le
cayeron muchos años de cárcel y se quedó sin la custodia de los niños.
Fue encarcelado por un delito de maltrato a otras personas, el motivo se desconoce pero recordad que esto es un delito y que todas las
personas de otro color de otra raza son iguales a ti.

14. RELATO 7: TE MERECES SER FELIZ
Son las siete de la mañana, el despertador suena un día más; Otra noche más sin poder dormir, después de cenar me fui para cama, llegó mi padre y
empezó a discutir con mi madre incluso le volvió a pegar como muchas otras veces. Escuché como la despreciaba y la insultaba, los golpes aún resuenan
en mi cabeza y esos gritos llenos de rabia siguen dándome vueltas y mi madre sólo sabía decirle:
- ¡Por favor no me pegues!,
- ¡Por favor no grites!
- ¡Los niños están durmiendo, para ya!
Y él seguía insultándola y pegándole. A final era muy tarde cuando conseguí conciliar el sueño.
Me levanto y me aseo. Veo a mi madre, está haciéndome el desayuno, me acerco, la beso y le digo... - Te Quiero; me hecha una sonrisa pero su cara
refleja todo el sufrimiento de anoche, ella no quiere preocuparme, aunque yo a mis 12 años ya soy consciente de lo que pasa en casa.
En sus ojos se ve el dolor, la tristeza, la agonía y su grandísima desesperación por ser feliz; termino mi desayuno, me visto como todos los días y me voy al
instituto.
Mi hermana tiene 6 años no se entera de lo que pasa porque se lo ocultamos, aun así, ella sabe que algo no va bien.
Ahora me cuesta centrarme en clase, el tiempo que paso separado de ella es como una eternidad y al no saber que estará pasando en casa… pues ella
aún no había salido a llevar a mi hermana al colegio.
Salgo del Instituto preocupado, voy corriendo a casa para ver a mi madre y saber cómo está.

15. CONTINUACIÓN RELATO 7: TE MERECES
SER FELIZ
Llego a casa y mi madre no está, voy a la cocina y me encuentro con vajilla rota por el suelo y sangre, hay un surco de sangre que pasa de la cocina al
salón y sigue hacia la puerta trasera. La llamo al móvil y no me coge la llamada, cada vez estoy más preocupado, subo a su habitación y mi padre está en
cama durmiendo aún, procuro no hacer ruido no vaya ser que se despierte, tiene su ropa en el pasillo y desprende un olor apestoso entre vómito y alcohol.
Vuelvo a bajar y me voy a la calle a buscarla, cruzo la calle y la veo venir con mi hermana de la mano pero algo pasó, trae un brazo en cabestrillo, se
acercan y veo que tiene unas gafas oscuras puestas, bajo ellas se deja ver un moratón y sobre la ceja tiene un esparadrapo que tapa seguramente unos
puntos. Corro y le doy un enorme abrazo y le digo que de momento no vayamos a casa que papá estaba dormido, ella acepta y nos vamos a un parque
que teníamos cerca.
Llegamos al parque, estamos solos y nos sentamos en un banco mientras mi hermana juega en los columpios.
- ¿Qué te pasó? Le pregunto.
- Nada Sito, me caí en la cocina después de irte tú.
- No soy un bebé mamá, sé lo que está pasando.
Ella rompe a llorar y me animo a decirle todo lo que siento porque ella se merece ser feliz.
- No voy a permitir que esto siga así, tienes que dejar de ser tan infeliz y armarte de valor para denunciar todo esto mamá.
- ¡No! Eso no, si denuncio será peor... y puede acabar muy mal, tú tranquilo a vosotros no os va pasar nada.
- Debes denunciarlo porque un día te puede matar, ¿Y después que será de mí y de Lia?
- No hombre, eso no va pasar.

16. Está tan asustada que se niega a dar el paso pero yo no voy a permitir que siga pasando todo esto ni que vaya a más. Si la vuelve a insultar, a degradar
o a pegarle seré yo, quién tome la decisión final.
Volvimos a casa recogimos la cocina y después de limpiar mi madre hizo de comer algo rápido para los tres ya que mi padre no estaba en casa (a
saber donde estará) . Hice mis deberes y ayudamos a Lia con los suyos. Cenamos y mi hermana se fue ya para cama son las nueve de la noche y yo no
quiero dejar sola en la cocina a mi madre; llega mi padre y me manda para mi habitación y a cama; me voy después de darle un beso a mi madre,
una vez dentro de mi habitación me dispongo a meterme en cama y empiezan los gritos, no lo soporto más y cojo mi móvil marco el 016 y una señora
de voz muy agradable me dice que no cuelgue me pasan con la policía.
- Hola, ¿Cómo te llamas?
- Luis
- ¿Estás en casa?
- Sí,
- ¿Qué está pasando?
- Mi padre le está pegando a mi madre y no es la primera vez.
- ¿Pasó más veces?
- Sí y ayer le hizo sangre y tiene el brazo en cabestrillo
- No te preocupes Luís, pronto llegará una patrulla para ayudarte a ti y a tu madre.
CONTINUACIÓN RELATO 7: TE MERECES
SER FELIZ

17. - Mi hermana Lia está en cama durmiendo.
Antes de que vuelva a preguntarme nada más tocan al timbre, mi padre abre la puerta y le oigo decir a los policías que no
pasaba nada, que todo estaba bien, que se fueran. Me armo de valor y salgo de mi cuarto bajo las escaleras gritando mientras
lloro – ¡Le estaba pegando a mamá! Y le estaba insultando como muchas otras veces.
Entran los agentes y se lo llevan a la cocina mientras detrás entra una señora, era una agente y se queda conmigo y mi madre en
el sofá. Se ponen a charlar y por fin mi madre se decide a contarle toda la verdad de lo que estaba sufriendo; yo sigo llorando y le
cuento mi vivencia a la agente. Abrazo y beso a mi madre mientras ella llora y me besa, le digo en voz bajita – Bien hecho mamá,
ya verás como todo va ser diferente ahora.
Los agentes que entraron con mi padre se lo llevan esposado y lo meten en un coche, mi madre,yo y la agente subimos a por Lia
y nos vamos en otro coche con ella, de camino la agente va contándole a mi madre cosas muy bonitas y de la casa a donde nos
llevaba, que sería algo temporal pero, después nos trasladarían de ciudad y volveríamos a tener nuestra vida pero esa sería una
vida feliz y sin llantos, ni gritos, ni insultos, ni golpes.
CONTINUACIÓN RELATO 7: TE MERECES
SER FELIZ

18. RELATO 8: DECIDIDA A UN FUTURO
MEJOR
Me cuesta compartir el espantoso relato de una historia llena de tristeza, de malditos golpes y de duras palabras, pero sí…llegó el
momento y estoy totalmente decidida a dar un paso al frente, decidida a romper el miedo, decidida a luchar por una vida de plena
libertad.
Tan sólo tengo 15 años con una madurez que quizás no corresponda con mi edad y sobre todo con episodios en mi vida que no son
dignos para ningún ser humano. Enseguida me di cuenta que en mi familia algo sucedía, recuerdo que los llantos de mi madre eran
como algo cotidiano pero siempre a escondidas, una noche desperté con unos gritos inmensos, insultos, desprecios de mi papá a mi
mamá, al día siguiente se lo conté a mi mamá, ella me abrazó muy fuerte y me dijo “no te preocupes, ya pasó”, tristemente esto se
repetí constantemente pero siempre tuve vergüenza a contarlo, seguro que nadie me creería, pues mi madre seguía con mi padre y no
sabía ni entendía cual era el motivo, probablemente era el miedo.
Hace unos meses se produce una discusión muy desagradable entre mis padres, fue por primera vez cuando vi a mi mamá contestarle,
pero por desagracia le salió muy caro, pues recibió una paliza muy grande yo no lo pude soportar y salí en defensa de mi mamá, ¡basta
ya! grité desconsoladamente, en la mirada de mi padre sólo veía odio y fue en ese momento cuando me di cuenta de que mi papá no
sentía amor hacia nosotras, yo no podía soportar tanto sufrimiento, mi mamá necesitaba ser libre.
Decidí caminar sin rumbo fijo pero mi mente me llevaba a un lugar seguro, no era el lugar más apropiado para una niña de mi edad
pero sin embargo sabía que iba hacer lo correcto.
Mi destino era llegar a un edificio de piedra, abanderado en la puerta principal, miré detenidamente, pisé fuerte y miré hacia delante,
entré, pedí ayuda y sin dudarlo se ofrecieron de inmediato, buscamos a mi mamá también pisó fuerte, dejó atrás sus miedos y puso una
denuncia. No sabíamos que ocurriría más tarde, pero si sabía que mi mamá estaba decidida a luchar por una vida digna.
Pasadas unas semanas, mi mamá recibe una carta, yo miraba fijamente sus ojos y pude ver en sus lágrimas un brillo especial, no eran las
mismas lágrimas que yo acostumbraba a ver, sabía que algo nuevo iba a suceder, algo que a pesar del dolor de mi corazón era
fundamental para los dos.
¡Por fin! Una vida tranquila y feliz.
Ojalá en el tiempo pueda perdonar para así volver a querer.

19. RELATO 9: OJALÁ LLEGUE EL DÍA EN EL
QUE EL AMOR NO MATE
Alicia siempre creyó en los cuentos de hadas, los príncipes azules y los finales felices. Con 17 años recién cumplidos su único deseo era
acabar de estudiar cuanto antes y poder formar pronto una familia. Desde bien pequeña se había imaginado su futuro perfecto, una
vida llena de felicidad y armonía, con dos hijos preciosos y un marido atento que ganase mucho dinero y pudiese facilitarle las cosas.
Estaba acostumbrada a vivir rodeada de calma. Su padre siempre la había protegido mucho más que a su hermano, aunque eran
mellizos y por lo tanto la edad era la misma. Ella siempre tenía que llegar antes a casa, empezó a salir por la noche dos años después
que él y tenían mucho más controladas sus amistades. Su madre siempre estaba en casa: limpiando, planchando, fregando,
cocinando, cuidando de los niños o viendo la televisión. A Alicia no le parecía raro, era lo normal al fin y al cabo. Para eso había sido
educada y pronto ella sería como su madre.
Alicia tenía una amiga desde la infancia con la que seguía quedando casi todos los días. Hacían prácticamente todo juntas y sus
padres eran muy amigos. Se llamaba Sara y confiaba plenamente en su amiga, por eso un día decidió comentarle un tema que la tenía
preocupada y sobre el que necesitaba tener otra opinión. Habló con Alicia y le dijo que últimamente su novio David, con el que llevaba
saliendo 3 meses, había cambiado mucho su forma de ser con ella. Le controlaba el móvil y se enfadaba si la veía con algún amigo o
no le contaba todo lo que hacía. Desconfiaba de ella y se celaba por cosas que a Sara le parecían completamente normales. Alguna
vez incluso había llegado a insultarla y ella estaba cada vez más confusa porque se sentía culpable de todas esas reacciones en David.
Alicia no sabía qué decirle, nunca había tenido novio y su padre apenas la dejaba hablar con ningún chico, por lo tanto no sabía
mucho del tema. Estaba claro que tenía que darle algún consejo a Sara, por eso pensó en sus padres, que era la pareja más cercana
que ella tenía, y decidió darle su opinión. Le dijo que muchas veces su padre también le gritaba a su madre y la amenazaba, pero que
lógicamente eso era porque la quería, pues si no se pusiera celoso sería porque no hay sentimientos. Le dijo, además, que lo que ella
tenía que hacer era dejar de verse con esos amigos y estar más con su novio, y cuando él la regañase o insultase ella tendría que
pedirle perdón e intentar no hacer nada que le moleste. Porque eso es lo único que tiene que hacer, conseguir que su novio esté
contento. Porque su madre también lo hace. Porque ella había sido educada para asentir, callar y obedecer. Porque pensaba que eso
era lo único

20. CONTINUACIÓN RELATO 9: OJALÁ LLEGUE
EL DÍA EN EL QUE EL AMOR NO MATE
que podía hacer. Pero Sara no opinaba igual. Por eso decidió dejarlo con David y alejarse tanto de él como de Alicia. Poco a poco su relación se fue
enfriando y la amistad acabó por romperse prácticamente. Sara empezó a andar con un grupo de chicas mayores que estaba en su instituto y que a
Alicia no le tenía muy buena pinta. Las había visto fumar en un par de ocasiones y siempre andaban por ahí solas, vestidas de forma provocativa y
ligando con todo lo que se movía. Eran el tipo de chica con el que Alicia no se juntaría nunca. Por eso empezó a andar sola. Apenas salía de casa, solo
para ir al instituto y a las clases de piano en el conservatorio. Ayudaba a su madre con la casa y leía un montón de libros sobre cocina que le había
regalado su padre, para ser una buena madre, decía. Llevaba una vida muy monótona pero ella así era feliz.
Una tarde al salir del instituto decidió acercarse a la biblioteca. Sentado en una mesa cerca de la suya estaba David, el que un año antes había sido
novio de su vieja amiga Sara. Siempre le había parecido mono, era un chico muy aplicado y guapo, además de atlético. Estaba pensando en todo eso
mientras le miraba, cuando de repente David giró la cara y sus ojos de encontraron. Desde ese momento empezaron a verse todas las tardes en la
biblioteca. Era como una especie de cita obligatoria. Cada vez se fueron acercando más, conversaban, charlaban sobre libros, películas y aficiones
comunes. Estudiaban juntos e incluso llegaron a cambiar la biblioteca por alguna cafetería y los libros por algún refresco. Tres meses después David ya
había sido presentado en casa de Alicia como su novio. Al principio su padre no se lo había tomado muy bien, pero finalmente entabló una magnífica
relación con el novio de su hija y lo aceptó en la familia como un hijo más. Alicia era muy feliz junto a él, por fin había encontrado a su príncipe azul.
Estaba ciega de amor y por eso cuando él empezó a controlarle el móvil y a prohibirle salir no se extrañó ni se disgustó. Haría lo que fuese con tal de
verlo feliz. Dejó las clases de piano porque había en el conservatorio un niño que la conocía desde la guardería y que según David la miraba con unos
ojos con los que no tenía que mirarla. Borró las redes sociales y dejó de hablar con las pocas amigas que tenía: porque él le decía que no eran amigas
reales y lo único que querían era separarlos. Incluso rechazó hablar con Sara, su vieja amiga, cuando esta se lo pidió: estaría celosa de verla tan feliz
junto a David. Él era lo único que le importaba, por eso también aceptó irse a vivir con él en cuanto cumplió los 19. Dejó de estudiar para poder atender
bien la casa y de ver a sus padres para dedicarse plenamente a David. Él ya no la trataba igual, pero estaría

21. CONTINUACIÓN RELATO 9: OJALÁ LLEGUE
EL DÍA EN EL QUE EL AMOR NO MATE
agobiado con el trabajo. Ya no tenía detalles con ella, pero seguro que la seguía queriendo. A veces la insultaba cuando hacía algo que no le
gustaba, pero seguramente no quería hacerle daño. Después siempre le pedía perdón. Cuando empezaron a caer las primeras bofetadas ella no
se lo tuvo en cuenta, la quería, se repetía siempre. La cosa se volvía más dura cada vez, pero ella ya estaba completamente aislada y no tenía
relación con su familia ni ningún amigo. No tenía a quien acudir. No podía pedir ayuda. Estaba atrapada en su propia vida idealizada, que en la
práctica no era tan bonita como ella había soñado. La felicidad era fingida y sus días eran grises y aburridos. Vivía nerviosa esperando la reacción
de David cada día. Temía al hombre que dormía en su misma cama.
Por eso cuando se quedó embarazada con 24 años, tomó la decisión que acabaría finalmente con ese sufrimiento. No quería que su niño naciese
en medio de ese paisaje lúgubre que rodeaba su vida. No quería que su hijo viviese con un padre como David, porque en ese momento su idea de
príncipe azul había cambiado bastante. Fue en ese instante cuando se dio cuenta e intentó reaccionar, intentó pedir ayuda. Pero para Alicia ya
era tarde. Apareció muerta en la cocina del que había sido su hogar y el de David durante 5 años, embarazada de 7 meses y con múltiples
cuchilladas efectuadas con un cuchillo que le había regalado su madre al irse de casa y con el que tantas veces había preparado la comida al
que había sido su marido y que ahora era su asesino.
Para Alicia y para muchas otras mujeres fue demasiado tarde. Ojalá algún día la sociedad sea educada de forma que cosas como estas no sean
normales. Ojalá algún día se críe a hombre y mujer en igualdad. Ojalá algún día no exista ni una sola mujer en el mundo que sufra una situación
similar. Ojalá llegue el día en que el amor deje de matar.

22. RELATO 10: POR QUE NON?
Son Rafael, Rafa, se vos gusta máis, e esta é a curiosa historia da miña familia.
Vou en sexto de primaria e saco boas notas. Gústame xogar ó xadrez, damas..., pero a actividade que máis me gusta facer é o ballet. Antes non
decía nada diso porque pensaba que os meus amigos se ían mofar de min. Poñía música clásica no meu cuarto e bailaba nas puntas dos pés. Miña avoa
era a única que o sabía, ela sempre tivo unha mente moi aberta, quero dicir que sempre entendía aos demais e non os miraba polo que facían senón por
como eran. Ela foi quen me deu a valentía para contalo e inscribirme ás clases desta actividade. Regaloume as zapatillas de ballet e as maias antes de
que meus pais souberan nada. Pero pensándoo ben, e como me dicía a miña avoa, teus pais van entenderte ben porque a eles tamén lle pasou algo
parecido cos seus traballos. Xa vos contarei...
Os meus amigos ao principio dicían que era un pouco raro, que era cousa de mulleres, a min dábame igual. Agora xa se afixeron á cousa.
A primeira vez que fun ás clases de ballet, mirábanme mal e non querían estar comigo, agora, cando descubriron que a min tamén se me daba
ben, sempre están ó meu lado. Vou moi contento ás competicións e exhibicións. Ás veces a xente asómbrase ao ver o ben que o fai un home. A miña
avoa sempre me ven ver e anímame moitísimo.
Miña irmá Xulia é unha pesada, ten seis anos e quere ter sempre todos os xoguetes, a min non me deixa ningún! O seu soño é ser futbolista, e xogar
ao fútbol no Celta. Ten todas as equipaxes do equipo, ata a dos porteiros. Cando polo seu aniversario, que é o 30 de maio, lle regalamos unhas entradas
para ir ver ao seu equipo favorito, case chora de alegría.
E tamén chorou pero non de alegría cando fomos a anotala ao adestramento de fútbol no equipo local, o adestrador dicía que as nenas non
correrían tanto no campo, que se queixaban máis, que non había vestiarios para ela, ...Meus pais ao oír todo isto aínda se propuxeron con máis ganas que
fora aos adestramentos. No momento xa lle dixeron que o máis importante era facer deporte, formar parte dun equipo, facer amigos e pasalo ben! Foron
ó Concello e arranxaron o tema dos vestiarios, e nestes momentos hai cinco nenas máis xogando no equipo.

23. CONTINUACIÓN RELATO 10: POR QUE
NON?
Os traballos dos meus pais molan moito.
Miña nai é rasteira. Vai ó raño na lancha e colle ameixas de todas os tipos: babosa, roxa, xapónica,... Ela sempre quixo ir ás ameixas
porque de pequena, canto tiña sete anos, gustáballe tanto que cando un domingo seu pai non as levou para comer botouse a chorar. Así
que, ao facerse maior, aínda que daquela era raro que unha muller fora ao mar, conseguiu embarcarse nunha lancha para traballar de
mariscadora. A pesar de que dicían que era un traballo moi duro, tirar da do raño toda a mañá, que lle ían doer moito as costas, ...Ten que
ir traballar todos os días, sae ás seis da mañá e volve ás tres da tarde para comer, pero está moi contenta porque fai o que lle gusta.
A comida xa a ten feita meu pai que chega antes de traballar.
Meu pai tivo problemas para entrar na conserveira onde traballa limpando, porque o seu xefe cría que por ser home non podería
facelo ben. O seu xefe ó principio non confiaba en que puidese ser quen de realizar ben esa tarefa e facía comprobacións estritas da súa
labor. Actualmente están moi contentos con el.
A xente di que a miña familia é peculiar, pero eu non penso o mesmo, é unha cousa NORMAL.

24. RELATO 11: UN DÍA CUALQUIERA
Un día como otro cualquiera como nos aburríamos, Ramón y yo nos pusimos a mirar el periódico, cuando nos dimos de cuenta de una noticia que era
sobre la violencia de género. Nosotros no le dimos mucha importancia, pero día tras día nos dimos de cuenta de que siempre salía alguna noticia
relacionada con ese tema, tanto en los medios televisivos como en las prensas. Ya que siempre veíamos esas noticias nos pusimos a investigar que era
lo que estaba sucediendo sobre el tema. Empezamos a buscar en prensas y archivos antiguos para ver si eso también sucedía hace unos años.
Al principio no sabíamos muy bien de que iba ese tema, pero como teníamos la intriga de investigarlo nos pusimos a buscar toda la información posible
y necesaria. Gracias a nuestra familia y a las personas mayores que conocíamos supimos que eso llevaba pasando desde que ellos eran pequeños y
también nos dijeron el significado violento y duro de la palabra “VIOLENCIA DE GÉNERO”, era que el hombre abusaba y maltrataba a la mujer tanto
psicológica como físicamente. Después de saber todo eso nos preguntamos que por qué los hombres pueden llegar a hacer todo eso...( abusar,
maltratar, etc.) ¿Pensarían que la mujer puede hacer todo lo que ellos quieran y que son inferiores a los hombres?. Estos pensamientos los llevamos
teniendo desde siempre. Por ejemplo, en la cultura griega las mujeres no podían tener derechos propios como por ejemplo votar. Nosotros pensamos
que tanto la mujer como el hombre tienen los mismos derechos y son personas capacitadas para hacer todo lo que se propongan.
Por ejemplo hay mujeres que hacen las tareas domésticas, así como los hombres también deberían ya que también están capacitados para hacerlas.
Otro ejemplo es que hay jugadores de fútbol profesionales, pero también hay muchas jugadoras de fútbol profesionales y, como en cualquier
actividad, en algunos casos son mejores que los hombres en este deporte, y así como en otros trabajos y muchas otras aficiones.
“LA MUJER Y EL HOMBRE ESTÁN CAPACITADOS PARA HACER LO MISMO SEA LA PROFESIÓN O ACTIVIDAD QUE SEA”.
Espero que con estos relatos las personas se den cuenta de lo que están sufriendo muchas mujeres en todo el mundo y puedan hacer algo para
intentar cambiar aunque sea un poco.

25. RELATO 12: NON TODO É O QUE
PARECE
Un día unha rapaza chamada Sara Moreno estaba preparando o seu aniversario. Ía ir moita xente pero Sara tiña moitas ganas de ver a Francisca, a súa
mellor amiga da infancia. Xa facía dez anos que non a vía. Segundo lle dixo por whatsapp, viña cun compañeiro da facultade e, polas fotos que lle
enviara, parecía un rapaz espelido.
Chegou a hora do aniversario, e Sara non vía a Francisca por ningures. Xa estaba toda a xente, menos eles. Cando por fin chegaron, a súa amiga
presentoulle a Lucas Casal. A Sara caeulle ben desde o primeiro momento. Falaron, beberon, bailaron…e, case sen decatarse, botaron todo o
aniversario a rir. Despois dese día, a vida de Sara non era a mesma. Xa non lle apetecía saír a bailar… total, se non estaba Lucas, para que? E ao cine…
ver unha película romántica? Para pensar en Lucas? E…Lucas, Lucas, Lucas… Iso empezaba a ser moi agobiante. Estaba sempre pensando en Lucas…
Estaba… Namorada!
Tiña que chamar á súa amiga para pedirlle axuda. Ao fin, que podía perder? Francisca podía conseguir que quedaran un día. E a ver que pasaba. Así
o fixo e ao pouco estaba ceando con el nun restaurante. Lucas chegou puntual. Tocou ao timbre, ofreceulle a Sara as flores que levaba para ela e
abriulle a porta do coche para que ela entrara.
- Que cabaleiro! -pensou Sara. Parece que me vai tratar como unha princesa de conto de fadas!
A cea estaba exquisita. Comeron ata rebentar, nun restaurante á beira do mar. A verdade é que todo pagaba a pena para estar con Lucas, pero Sara
suaba pensando no que ían pagar. A ver se lle chegaban os cartos para a súa parte da cea e as copas que tomara. Aquel restaurante tiña pinta de
ser moi caro… En fin, sempre podería tirar da tarxeta de crédito, pensaba. Agora tocaba gozar.
Acabada a sobremesa e os cafés, Lucas pediu a conta. Tiña outros plans para esa noite. Sara non soubo canto custara a cea porque Lucas insistiu en
pagar el. Ao final era o que lle tocaba aos homes, chegou a dicir el. Sara non estaba moito de acordo con esa teoría. Ela sempre se esforzara por
estudar unha carreira e ter un bo traballo que lle permitira manterse por si mesma, sen depender de ninguén, e moito menos dun home. Pero, por Lucas
pagaba a pena achantar un pouco. Ao fin e ao cabo, só era unha cea e ela esperaba que houbera moitas máis.

26. CONTINUACIÓN RELATO 12: NON
TODO É O QUE PARECE
Esa noite foi perfecta. E despois desa, houbo outras. A vida parecía irlle ben a Sara. O único é que Lucas era un pouco ciumento. Non lle gustaba nada
vela falar con outros homes, por máis que Sara lle explicara que era un amigo da infancia, que era o irmán dunha amiga que coñecera en inglés, ou que
era o seu compañeiro de traballo. Lucas dicía que era demasiado guapa e que os demais seguro que querían ter algo con ela. Nin que non me soubera
defender eu soa – pensaba Sara. Pero ben, seguramente sería porque a quería moito. E iso non podía ser malo, non?
Aos dous anos de estar xuntos, casaron e tiveron un fillo, Elías. O piso facíase pequeno para todos e decidiron mercar unha casa na Illa de Arousa. Así
poderían pasear moito, desfrutar da paisaxe e ir á praia no verán. A quen non lle gustaba esa vida?
Ao cabo doutros dous anos, Sara e Lucas tiveron xemelgos. Non estaba previsto, pero ás veces as cousas pasan. Agora si que eran familia numerosa. E os
traballos quintuplicáronse, e os cartos... non chegaban... Así que decidiron (ben, decidiuno Lucas, que para iso era o cabeza de familia) que Sara tiña que
deixar de traballar para dedicarse á súa familia. Xa se encargaría el, como o home da casa que era, de levar os cartos. Empezou a chegar ás tantas do
traballo. Cada vez máis tarde. E máis enfadado. Os cartos que gañaba eran os únicos que entraban na casa. A súa muller non facía nada, así que non
entendía como podía ela protestar polas horas. Ao fin, cal era o problema? Que estaba cansada de aturar nenos? Era o que facía en todo o día,
tampouco era para tanto. El si que estaba cansado de botar todo o día fóra, e tampouco se queixaba tanto. Tampouco era tanto pedir que lle tiveran a
cea feita ao chegar de traballar, e quente, a ser posible.
A vida de Sara deixou de ser tan magnífica como parecía. Pensándoo ben, iso non era o que ela imaxinaba de adolescente. Os anos de estudo
quedaban colgados coma o título que tiña na parede do salón. O seu home non lle axudaba cos nenos nin coa casa (iso é para as mulleres) e cada día
viña máis tarde e, o que era peor, cada día chegaba máis enfadado e con máis cheiro a alcol. E canto máis cheiraba, máis berraba. Debía ser coma
unha regra matemática que ela non lembraba ben. Ao fin e ao cabo, sempre fora unha persoa de letras, pero o que estaba claro é que non era o Lucas
que ela coñecera, ou que polo menos, cría coñecer.

27. CONTINUACIÓN RELATO 12: NON
TODO É O QUE PARECE
As cousas torcéronse definitivamente unha noite de novembro. Os xemelgos andaran todo o día á chuvia e parecía que estaban
enfermos. Tiñan algo de febre e non paraban de tusir. E Lucas non chegara. Elías non daba durmido ao ver así aos seus irmáns. Sara colleu
o teléfono e empezou a chamalo. Pero non contestaba. Cando chegou, máis bébedo que nunca, empezou a gritar dicindo que para
que o chamaba tantas veces, si non collía sería porque non podía. Non era tan difícil de entender. De nada valeu que Sara lle indicara
que era polos nenos, que había que levalos ao médico. Lucas non escoitaba o que dicía Sara. Colleu a lámpada que estaba na mesiña
de noite e tiroulla á cabeza. Elías miraba asustado detrás da porta. Seu pai gritaba moitas veces, pero nunca o vira así. E súa nai non
paraba de chorar... Por sorte, baixara a cabeza no momento acertado e evitou o impacto. Menos mal que estaba cerca da porta.
Aquelo tiña que acabar. Non podía seguir vivindo así. Colleu aos xemelgos no colo e díxolle a Elías que correse a refuxiarse no piso da
veciña de arriba, unha velliña encantadora que lle levaba a sobremesa todos os domingos. Lucas tentou paralos, pero tan bébedo
estaba que tropezou e caeu. Tempo suficiente para escapar, avisar á policía e denunciar a Lucas. Por fin ela conseguira escapar,
estudiada, forte e, sobre todo, muller. Unha desas poucas mulleres que conseguiu escapar do seu agresor.

28. RELATO 13: EL DÍA QUE EMPEZÓ LA
TORTURA
Yo tenía unos 20 años cuando conocí al que creía ser el amor de mi vida. Él, tenía 25, era alto, mucho más que yo, era delgado, pero muy fuerte, tenía el
pelo rubio y ojos azules. Nos conocimos paseando por las amplias calles de la ciudad de Vigo.
Los dos estábamos de vacaciones de navidad, ya que los dos estudiábamos en la misma universidad, la misma carrera, Derecho. Rápidamente nos
conocimos y nos enamoramos el uno del otro y así fue que dos años más tarde, comenzamos nuestra vida juntos. Es decir, nos casamos. Todo parecía
perfecto, como al principio, él me mostraba su cariño, al igual que yo lo hacía hacia él. Salíamos de fiesta juntos de vez en cuando, solíamos viajar, ya que
nuestra situación económica, nos lo permitía. Hasta que, un buen día, nuestra situación económica, empeoró drásticamente, ya que, Izan mi marido, había
gastado grandes cantidades de ese dinero en alcohol el cual, consumía diariamente. Un buen día yo salí de fiesta con mis amigas, y él con sus amigos. Yo
decidí no beber ni gota, a diferencia de él, que llegó ebrio a casa. Yo le pregunté qué tal se encontraba, me dijo que no muy bien la verdad, se
encontraba mareado, debido a las altas cantidades de alcohol que había consumido, hasta ahí todo correcto, pero la verdadera pesadilla comenzó
momentos después, cuándo yo le pregunte si estaba ebrio, y pegó un puñetazo. No le di mayor importancia, pero las palizas se hacían rutina, día sí, día
también. Él, decidió pedirme disculpas, las cuales acepte, pero las palizas seguían presentes en mi vida, hasta que decidí armarme de valor, y hablar con él.
Me pidió perdón otra vez, y yo le dije que ya no me las creía, a lo cual Izan me dijo que si no lo perdonaba, le haría creer a todo el mundo, que yo era la
culpable de sus borracheras, y de todo lo malo que le sucediese, así que lo volví a perdonar, pero él seguía haciéndome de las suyas, a lo cual decidí
recurrir a ayuda, pero no me sirvió de nada.
Pasaron los meses, la cosa parecía estar más calmada, pero no era así, él seguía con sus constantes borracheras y palizas, llegó un momento en el
que me harté.

29. CONTINUACIÓN RELATO 13: EL DÍA
QUE EMPEZÓ LA TORTURA
Me disponía a salir de casa, con destino en la comisaría cuando, de repente, me agarró del cuello y no me dejó salir. Enseguida
llamé por teléfono, y solicité una orden de alejamiento; me la concedieron y, a los pocos días, Izan ya no se encontraba conmigo.
Unos meses más tarde firmamos los papeles del divorcio, en contra de su voluntad, ya que decía que me amaba. Pasaron los años,
yo seguía sin saber nada de Izan hasta que, de repente, me crucé con él en la calle, cuándo me quise dar cuenta estaba otra vez
enamorada de él.
Yo tenía mucho miedo pero, aun así, decidí hacerle caso a mis sentimientos, después de varios meses hablando de nuevo, me
contó, que había estado varios meses en un centro de desintoxicación, lo cual le ayudó un montón. Ya no era el Izan de antes, era
un nuevo Izan. Así que, después de pensarlo dos veces, volvimos a casarnos, con el presentimiento de que nada sería como antes, y
así fue, nada volvió a ser como al principio. Izan estaba irreconocible, era más cariñoso, más atento diría yo, siempre estaba
pendiente de mí, dónde me encontraba y si estaba bien. Seguían pasando los meses hasta que, un día, tuvimos a nuestra primera
hija, Sofía. Ella creció con el amor de sus familiares. Sofía creció, estudió bien, y se fue a estudiar a Nueva York, donde encontró a su
novio, se casaron y tuvieron tres hijos, los cuales crecieron rodeados de cariño, tal y como su madre lo deseó.

30. RELATO 14: CARLOTA
Un día había una pareja la chica se llamaba Carlota tenía 19 años y el chico se llamaba Pedro tenía 24 años ellos estaban paseando por el parque
de pronto Carlota ve al novio de su amiga y, como no, fue a saludarlo y le dio un abrazo Pedro se puso celoso porque pensaba que a ella le gustaba
Tonio el novio de su amiga pero no, el novio de ella estaba equivocado y el novio de Carlota al llegar a casa le pegó y le dijo (tú que te piensas que
yo no me entero de las cosas que soy tonto o que, no sé que te gusta Juan.)
Al día siguiente cuando pedro se fue a trabajar Carlota llamó a su amiga Lucía, la novia de Tonio y le dijo que viniera. De pronto, llaman a la puerta,
es Lucía que llega a la casa de Carlota toda preocupada. Carlota le abre y Lucía le pregunta:
- ¿Qué te pasó?
- A ver... que ayer estaba dando una vuelta con Pedro por el parque y de pronto pasa tu novio, no?
-Sí, hasta ahí llego, lo que no entiendo es ¿Por qué tú estás así?
- Relájate que eso te lo explico ahora: ya sabes cómo es Pedro que se pone celoso por todo, pues como le di un abrazo a tu novio él pensó que me
gustaba y al llegar a casa me cogió y me dio un puñetazo en todo el ojo y es por eso que lo tengo morado.
- ¡Ostras, tía! No me lo puedo ni creer, bueno todo lo que te pase a ti dímelo a mí que yo estoy aquí para lo que sea. Sabes que ya llevamos siendo
amigas desde peques y, aunque a veces nos enfadamos, somos como hermanas.
-Gracias de verdad, no sé lo que haría sin ti, Lucía.

31. CONTINUACIÓN RELATO 14: CARLOTA
- ¡TOC TOC! De pronto llaman a la puerta va Carlota a abrir mientras Lucía estaba en el baño y, como no, era Pedro que ya había regresado del trabajo. Entra y le dice:
- ¿Qué haces en casa con mini falda y escote?
-¿A ti que te importa? Yo estoy así cómoda y este es mi cuerpo y hago lo que me da la gana con él. A ti no te tengo porque hacer caso, que no eres nada mío.
- ¿Cómo que no soy nada tuyo? Soy tu novio.
- Ya bueno, es una forma de hablar.
-Ah, ya pensaba yo que me estabas dejando. ¿Te apetece ir a tomar un café?
-Vale. ¿Pero puedo llamar a Lucía y a Tonio para que vengan con nosotros?
- Sí.
Pero vamos a dónde yo quiera, dice él.
-OK
- Ahora mismo llamo a Lucía
-Carlota se había olvidado de que Lucía estaba escondida en el baño. Cuando Pedro se fue a cambiar Carlota aprovecha para que Lucía se vaya para fuera antes de
que Pedro se terminara de cambiar. Cuando Pedro vino le preguntó a Carlota
-¿Qué pasó con la puerta? ¿Quién estaba en casa, era Tonio, verdad?

32. - ¡Cómo iba a ser Tonio! era Lucía
- Claro, ¿ Y a qué vino, si se puede saber ?
- Vino a devolverme un libro
- Déjalo, son las cinco, vamos a tomar el café que ya están Lucía y Tonio esperando.
- Vale vete bajando tú que yo bajo ahora, ordena él.
- Cuando Carlota ya está abajo saludando a los chicos, de pronto llega la policía suben a la casa de Carlota y Pedro. Antes ya habían visto a Carlota con el ojo morado abajo y le habían
preguntado sobre lo ocurrido. Ella se lo cuenta todo y después, arriba, Pedro les dice que él no hizo nada, que se pegó ella sola
-Lucía ¿Por qué llamaste a la policía? Preguntaron los agentes.
-Porque no me parece bien todo lo que está pasando. Solo en este año ya van muertas 47 mujeres a mano de los hombres. No quiero que le suceda lo mismo a mi amiga.
-Tienes razón, has hecho bien denunciando.
- Ya lo sé que hice bien…
-Tonio se va
- E ¿A dónde vas tú?
- A dar una vuelta, os dejo mejor solas para que charléis.
- Vale
Finalmente, el juez condena a Pedro a una pena de cinco años de cárcel acusado por violencia de género. Han pasado dos años, Carlota aún intenta recuperarse de las secuelas
psicológicas que él le ha dejado.
CONTINUACIÓN RELATO 14: CARLOTA

33. RELATO 15: AMORES
Un día una mujer fue al cine a ver la película Los Vengadores: La era de Ultrón, según ella fue una película muy divertida. Al salir del cine conoció un hombre guapo e
inteligente llamado Marcos, fueron a tomar algo juntos, como la peli fue a las 7:45 le pidió ir a cenar, y la chica que se llamaba Lara le dijo que sí.
Marcos la llevó a un sitio muy romántico llamado el restaurante Amores, a Lara le gustó mucho. Al acabar de cenar Marcos le pidió el número, Lara se avergonzó un
poco pero se lo dio. Al día siguiente, Marcos la llamó y le dijo si quería ir a comer con él; Lara dijo que sí. A las 14:00 se reunieron en un restaurante, estuvieron
comiendo y, en el postre, Marcos se puso de rodillas, sacó algo de su bolsillo derecho, era un anillo precioso lleno de diamantes y le preguntó si quería casarse con él.
Lara se puso a llorar, le dijo que sí.
El día de la boda, Marcos y Lara se dieron el sí y fueron un matrimonio muy feliz con una luna de miel en las islas Maldivas. Fueron muy felices durante mucho tiempo,
yendo a muchos sitios juntos y pasándolo muy bien los dos. Pero al cabo de un año, tuvieron 2 hijos y de ahí en adelante todo fue por muy mal camino: discutían
delante de los niños, el chico no paraba de estar en el sofá bebiendo todo el día cerveza y mandándole a su esposa que limpiara todo y que hiciera ella la comida.
Hasta que un día, Marcos le empezó a insultar y hasta pegándole a su prometida. Un día Marcos llegó a casa y se encontró a su mujer con el abogado, diciéndole
que quería un acuerdo de divorcio. Marcos se fue de casa junto sus padres una temporada. Lara estuvo muy tranquila con su hermano en casa, porque su hermano
también se había separado de su mujer. Le ayudaba a hacer las tareas de casa y a hacer la comida. Marcos llamó a Lara pidiéndole perdón y que se arrepentía
mucho, pero Lara pasó de él y le colgó. Su hermano le hacía mucha compañía, hasta que un día Lara se arrepintió y llamó a Marcos diciéndole que viniera a casa a
hablar un momento. Marcos llegó a casa de Lara todo alegre y entusiasmado, Lara le pidió que se sentara a hablar un momento, Marcos le dijo que cuando le dejó
fue a un psicólogo a tratar de que se recuperaba de su dolor y volver a ser el Marcos del principio, Lara le dijo que esperaba 15 días a ver como solucionaba lo que
estaba pasando.
Le preguntó a su hermano a ver que hacía, su hermano le dijo que probara haber lo que hacía. Lara le llamó para que viniera a su casa, Marcos al día siguiente llegó
a casa de Lara todo recuperado y alegre. Lara notó un cambio excepcional en Marcos, llegando a ayudarle a hacerlas tareas de la casa y hacer la comida.
Lara llegó a recuperar la confianza en él, diciéndole que hizo un cambio de mucha voluntad y mucho esfuerzo. Marcos se alegró mucho y le dio un beso de mucho
amor. Este amor siguió durante muchos años.

34. RELATO 16: O GRAN TROFEO
Lucía ten o balón, corre cara a portería, vaise de Marcos, vaise de Pedro, chouta e... goooool!
-Lucíaaa!!! E hora de ir para o colexio, arriba! - bérralle a nai.
Lucía acorda, vístese e baixa para almorzar.
-Bo día mamá.
-Bo día filla.
-Lucía almorza e marcha para o colexio.
Ao saír cóntalle a María, súa mellor amiga o seu soño:
- Sabes que soñei hoxe?
- O que? -pregúntalle María.
-Que xogaba contra Pedro e contra Marcos e que lle marcaba un golazo! - cóntalle ela.
-Hahaha! - rinse Pedro e Marcos.
- Que pasa?
- Pois que unha nena non pode xogar ao fútbol! - berra Pedro.
- E menos marcarnos un gol. - continua Marcos.
- Por que? - pregunta Lucía estrañada.

35. - Primeiro, o fútbol é para os nenos, ti terías que xogar coas bonecas ou facer ballet e, segundo, nunca serías tan boa coma nós. A que si Pedro? - incide
Marcos.
-Iso paréceme unha parvada, non teño porque xogar coas bonecas. Se a min me gusta xogar ao fútbol, pois xogo ao fútbol e unha nena pode ser tan boa
ou mellor xogando ao fútbol que un neno - replica Lucía enfadada, que agarra da man a María e vanse.
De volta para a casa ningunha das dúas fala, Lucía achégase a un cartel, coa imaxe dun gran trofeo, que pon: “Torneo de fútbol, apúntate e participa!!!”
-Que che parece? Apuntámonos? - pregúntalle emocionada Lucía.
-Se ti queres... Responde María.
-Pois corre, imos!
Ao chegar atopáronse con Pedro, Marcos e os seus amigos.
-Pero mira quen esta aquí! - berra Pedro
-Vindes apuntarvos para o torneo? - pregúntalle Marcos
- Si, pon nalgún sitio que as nenas non poden participar? - pregúntalle Lucía con sorna.
- Claro, teñen medo de que lle gañemos. - contéstalle María.
- Hahaha, - rise Marcos.
RELATO 16: O GRAN TROFEO

36. - Iso xa o veremos. - responde Pedro.
É sábado, están a piques de pisar o céspede, Lucía está feita un mar de nervios, María ponlle a man no ombreiro para tranquilizala.
Comeza o partido, saca o equipo de Marcos e Pedro, Marcos pásalla a Lois, Lois a Pedro, Pedro chouta e.... goool. Marcos vai xunto de Lucía e dille:
- Vos erades as que iades gañar?
- Aínda queda moito tempo, non te anticipes. - dille Lucía
Tócalle sacar ao equipo de Lucía, Paula pásalla a Clara pero róuballa Rubén, inténtano outra vez, Lucía pásalla a María, María a Laura, Laura lanza e... non! Carlos
atrapa o balón sen problema.
O árbitro pita o descanso, as rapazas están desanimadas.
-É imposible que gañemos. - di Paula.
-Non nos tiñamos que ter presentado. - continua Cris.
- Son moito mellores que nós. - di Sofía.
-Eeeee! - berra Lucía.
-Estamos aquí e imos gañar este partido, porque somos nenas non podemos xogar ao fútbol? imos saír aí e ímoslle demostrar que o deporte non entende de sexos, para
que nunca máis digan que unha nena no pode xogar ao fútbol porque iso é mentira, claro que pode xogar e ademais pode xogar igual ca un neno, porque non hai
cousas de nenos e de nenas, as cousas son de quen lle gusten, así que imos saír e gañar este partido!- anima Lucia as súas amigas.
-Ten razón! - di Laura.
-Imos demostrarlle do que somos capaces! - berra María.
RELATO 16: O GRAN TROFEO

37. Comeza a segunda parte Óscar pásalle o balón a Pedro, Pedro a Carlos pero Laura intercepta o pase, Laura pásallo a Sofía, Sofía a Lucía,
Lucía chouta e... goooool! As súas amigas corren a celebralo.
Continúa o partido, María pásalle o balón para Cris, pero a Cris róuballa Pedro, Pedro para Marcos, Marcos tira e... paradón de Uxía!!!!
Quedan poucos minutos, Lucía ten o balón, pode ser a última acción do partido, Lucía pásalla a Cris, Cris a Laura, Laura chouta e... gooool!!!!!!!
As rapazas remontan!!!!!
Remata o partido e as nenas celebran a vitoria, os nenos non dan creto que unhas nenas lle gañaran o partido de fútbol, danlle os parabéns
coa cabeza baixa. Lucía convida a Marcos, a Pedro e ao resto dos rapaces a tomar un chocolate.
Na cafetaría falan do partido e Pedro di que para o próximo partido poderían xogar en equipos mixtos, para que participen todas e todos,
sexan nenos ou nenas.
Agora si, Por ese cambio, Pedro merece un gran trofeo...
RELATO 16: O GRAN TROFEO

38. RELATO 17: HISTORIA DUNHA MULLER
Un día unha rapaza chamada Sara Moreno estaba preparando o seu aniversario. Ía ir moita xente pero Sara tiña moitas ganas de ver a
Francisca, a súa mellor amiga da infancia. Xa facía dez anos que non a via. Según o que lle dixo polo whatsapp, viña cun compañeiro da
facultade e, polas fotos que lle enviara, parecía un rapaz ben feito .
Chegou a hora do aniversario, e Sara, non vía a Francisca por ningures. Xa estaba toda a xente, menos eles. Cando ao fin chegaron, a
súa amiga presentoulle a Lucas Casal. A Sara caiulle ben desde o primeiro momento. Falaron, beberon, bailaron…e, case sen decatarse,
botaron todo o aniversario a rir. Despois dese día, a vida de Sara non era a mesma. Xa non lle apetecía saír a bailar… total, se non estaba
Lucas, para que ? E ao cine… ver unha película romántica ? Para pensar en Lucas ? E… Lucas, Lucas, Lucas… Iso empezaba a ser moi
agobiante. Estaba sempre pensando en Lucas… Estaba… Namorada!
Tiña que chamar á súa amiga para pedirlle axuda. Ao fin, que podía perder? Francisca podía conseguir que quedaran un día. E a ver que
pasaba. Así o fixo e ao pouco estaba ceando con el nun restaurante. Lucas chegou puntual. Tocou ao timbre, ofreceulle a Sara as flores
que levaba para ela e abriulle a porta do coche para que ela entrara.
Que cabaleiro! -pensou Sara. Parece que me vai tratar como unha princesa de conto de fadas!
A cea estaba exquisita. Comeron ata reventar, nun restaurante á beira do mar. A verdade é que todo pagaba a pena para estar con
Lucas, pero Sara suaba pensando no que ían pagar. A ver se lle chegaban os cartos para a súa parte da cea e as copas que tomara.
Aquel restaurante tiña pinta de ser moi caro… En fin, sempre podería tirar da tarxeta de crédito, pensaba. Agora tocaba desfrutar.

39. Acabados os postres e os cafés, Lucas pediu a conta. Tiña outros plans para esa noite. Sara non puido nin averiguar canto fora porque Lucas insistiu en
pagar el. Ao final era o que lle tocaba aos homes. Sara non estaba moito dacordo con esa teoría. Ela sempre se esforzara por estudiar unha carreira e ter
un bo traballo que lle permitira manterse a si mesma sen depender de ninguén, e moito menos de un home. Pero por Lucas pagaba a pena achantar un
pouco. Ao fin só era unha cena. E ela esperaba que houbera moitas máis.
Esa noite foi perfecta. E despois desa, houbo outras. A vida parecía irlle ben a Sara. O único é que Lucas era un pouco ciumento. Non lle gustaba nada
verlle falar con outros homes, por máis que Sara lle explicara que era un amigo da infancia, que era o irmán dunha amiga que coñecera en inglés, ou
que era o seu compañeiro de traballo. Lucas dicía que era demasiado guapa e que os demáis seguro que querían ter algo con ela. Nin que non me
soubera defender eu soa – pensaba Sara. Pero bueno, seguramente sería porque a quería moito. E iso non podía ser malo, non?
Aos dous anos de estar xuntos, casaron e tiveron un fillo, Elías. O piso facíase pequeno para todos e decidiron mercar unha casa na Illa de Arousa. Así
poderían pasear moito, desfrutar da paisaxe e ir á praia no verán. A quen non lle gustaba esa vida?
Ao cabo doutros dous anos, Sara e Lucas tiveron xemelgos. Non estaba previsto, pero ás veces as cousas pasan. Agora si que eran familia numerosa. E os
traballos quintuplicáronse, e os cartos... non chegaban... Así que decidiron (bueno, Lucas, que para iso era o cabeza de familia) que Sara tiña que deixar
de traballar para adicarse á súa familia. Xa se encargaría el como o home da casa que era de levar os cartos. Empezou a chegar as tantas do traballo.
Cada vez máis tarde. E máis enfadado. Os cartos que gañaba eran os únicos que entraban na casa. A súa muller non facía nada, así que non entendía
como podía ela protestar polas horas. Ao fin, cal era o problema? Que estaba cansada de aturar nenos? Era o que facía en todo o día, tampouco era
para tanto. El si que estaba cansado de botar todo o día fóra, e tampouco se queixaba tanto. Tampouco era tanto pedir que lle tiveran a cena feita
cando chegara, e quente, a ser posible.
CONTINUACIÓN RELATO 17: HISTORIA
DUNHA MULLER

40. A vida de Sara deixou de ser tan magnífica como parecía. Pensándoo ben, iso non era o que ela imaxinaba de adolescente. Os anos de estudo
quedaban colgados coma o título que tiña na parede do salón. O seu home non lle axudaba cos nenos nin coa casa (iso é para as mulleres) e cada
día viña máis tarde e,o que era peor, cada día chegaba máis enfadado e con máis cheiro a alcol. E canto máis cheiraba, máis berraba. Debía ser
coma unha regla matemática que ela non recordaba ben. Ao fin e ao cabo, sempre fora unha persoa de letras, pero o que estaba claro é que non
era o Lucas que ela coñecera, ou que polo menos, cría coñecer.
As cousas torcéronse definitivamente unha noite de novembro. Os xemelgos andaran todo o día á chuvia e parecía que estaban enfermos. Tiñan algo
de febre e non paraban de tusir. E Lucas non chegara. E Elías non daba durmido ao ver así aos seus irmáns. Sara colleu o teléfono e empezou a
chamalo. Pero non contestaba. Cando chegou, máis borracho que nunca, empezou a gritar dicindo que para que o chamaba tantas veces, si non
collía sería porque non podía. Non era tan difícil de entender. De nada valeu que Sara lle indicara que era polos nenos, que había que levalos ao
médico. Lucas non escoitaba o que dicía Sara. Colleu o xarrón que estaba na mesiña de noite e tiroullo á cabeza. Elías miraba asustado detrás da
porta. Seu pai gritaba moitas veces, pero nunca o vira así. E súa nai non paraba de chorar... Por sorte, baixara a cabeza no momento oporturno e
evitou o impacto. Menos mal que estaba cerca da porta. Aquelo tiña que acabar. Non podía seguir vivindo así. Colleu aos xemelgos no colo e díxolle
a Elías que correse a refuxiarse no piso da veciña de arriba, unha velliña encantadora que sempre lle levaba un postre os domingos. Lucas tentou
paralos, pero tan borracho estaba que tropezou e caeu. Tempo suficiente para escapar, avisar á policía e denunciar a Lucas. Ao fin, ela era lista,
estudiada, forte e sobre todo, muller, desas que non necesitan homes que as maltratren.
CONTINUACIÓN RELATO 17: HISTORIA
DUNHA MULLER

41. RELATO 18: ¿POR QUÉ?
Había una vez una niña de siete años llamada Sandra. Sandra no era una niña cualquiera, Sandra se hacía preguntas que ninguna otra niña que
conociera se las hubiera hecho:
¿Por qué yo no puedo jugar al futbol? ¿Por qué a los niños no les gusta el rosa?
Y muchas más preguntas de este tipo. Sandra era muy especial por este tipo de capacidad de comprender, a su manera, la desigualdad de género, ella
era muy querida por sus profesoras y familia, el profesor que más amor y respeto sentía por ella era Raúl, su profesor de religión, este hombre va a ser
fundamental en la historia que os contaré a continuación.
Sandra fue creciendo y madurando, era un chica trabajadora y aunque solo tuviera doce años ya mostraba gran interés por ayudar a los demás, ella
afirmaba que su meta en la vida era hacerse un gran psicóloga para ayudar a las personas a superar traumas, depresiones…
Pasaron los años y había conseguido convertirse en la mejor alumna de su instituto, y como premio por ello, el instituto les regaló a ella y a dos alumnos
brillantes más, un viaje de una semana a Londres.
Se lo pasó muy bien, descubrió lugares bonitos, museos… Pero el último día de ese viaje la marcó mucho, lo que sucedió fue que había ido a una fiesta
con los amigos que había hecho en el viaje…
Hasta ahí iba todo bien pero en medio de la fiesta se acercó uno de sus mejores amigos del viaje, Víctor. Él iba muy borracho y tenía intención de hablar
con ella, cuando empezó hablar le echaba un aliento muy desagradable a Sandra. Por eso ella le pedía si se podía separar un poco al hablar, pero Víctor
se lo tomó a mal y empezó a insultarla, ella intentó tranquilizarle pero se había puesto hecho una fiera.
Pero la cosa no quedo ahí, llego a tal punto que agredió a Sandra cruelmente y al estar la música tan alta nadie se dio cuenta.

42. CONTINUACIÓN RELATO 18: ¿POR
QUÉ?
Aunque no hubiera lesiones físicas graves, Sandra se quedaría con ese trauma psicológico el resto de su vida. Raúl cuando se dio cuenta
de lo ocurrido, ejerció como psicólogo para intentar ayudarla. Raúl se había convertido en una de las personas más importantes de la
vida de Sandra.
A los veinticinco años Sandra había conseguido la carrera de psicología y un máster. Sandra durante todo ese tiempo había tenido
novios pero le habían engañado o simplemente se habían distanciado.
Cuando tenía veintiséis años sucedió otra cosa que la marcó para siempre, pasó lo siguiente, su mejor amiga, se llamaba Clara, llevaba
un tiempo saliendo con un chico llamado Ricardo, pues fue este quien le hizo sufrir a ella y a su amiga. Ricardo abusó de Clara, aunque
parezca que de primeras solo le afectaba a Clara, no era así, Clara fue desde pequeña la mejor amiga de Sandra, había un vínculo
emocional enorme entre ellas dos y por eso mismo a Sandra le costó tanto asimilar esto.
Desde que se enteró, se dio cuenta de que ella no era la única mujer que había sufrido violencia de género, y desde entonces nunca
dejó de protestar y luchar contra la violencia de género y la igualdad de género.
Tristemente, Sandra siempre fue una de esas niñas que viven toda su vida con estas dos palabras en la mente “¿POR QUÉ?
.

43. RELATO 19: EL PROBLEMA DE ANA
Una tarde en un parque, dos madres, Ana y Rosa, estaban sentadas en un banco, conversaban miraban como sus hijos jugaban. Comenzaron a conversar entre ellas
sobre como sus esposos ayudaban con las tareas domésticas. Ana decía que su marido Pepe la menospreciaba, estaba siempre en el sofá con una lata de cerveza
mirando el fútbol, ella era la encargada de todo en la casa. Sin embargo, Rosa le dijo que su esposo Alberto le trataba genial, ayudaba mucho limpiando o haciendo
la compra. Ana le dijo a Rosa que si su marido tanto ayudaba, porque no estaba en el parque con su hijo. A lo que Rosa contestó que estaba trabajando.
Fue anocheciendo y como las dos eran vecinas decidieron ir juntas para casa, sobre la marcha fueron ideando un plan para que el marido de Ana fuese más
participativo a ayudar. Decidieron que todos los viernes organizarían una cena en casa de Ana y que mandarían a Pepe colaborar en el preparativo de la cena hasta
que así lograran que trabajara en casa. Pero al cabo de dos meses pararon de organizarla porque su plan no daba resultado.
Pero un día, Ana cansada de Pepe se fue varios días a dormir a casa de su amiga Rosa para ver como se las apañaba Pepe pero a Pepe le dio igual, para comer y
para cenar, encargaba unas hamburguesas.
Cuando Ana regresó a casa se encontró con muchísima ropa en el vertedero, un montón de ropa para lavar y planchar y la casa sucísima y desordenada. Estuvo
regañando a Pepe pero él seguía mirando el fútbol.
Ana sin saber que hacer se fue a dormir y al día siguiente se le ocurrió una idea buenísima para que su marido colaborara en casa. Le desconectaría la antena de la
televisión y le diría que si le gusta el fútbol que fuese a ver jugar a su hijo, le escondería la antena del wifi para que no mirase fútbol por internet y le amenazaría con
divorciarse, porque si se quiere tener una criada se compra, no te casas con alguien para tener un criado. En cuanto Ana le dijo esto a Pepe, este se levantó del sofá
(el cual estaba hundido y con la forma del cuerpo de Pepe). Al cabo de unos días, Pepe parecía un hombre nuevo, solo miraba el fútbol cuando jugaba su hijo, dejó
la bebida, trataba bien a su mujer y ayudaba en casa. Pepe le dijo a Ana que quería tener otro hijo ya que se había perdido toda la infancia del hijo que tenía
tumbado en el sofá bebiendo y mirando fútbol. Ana, incrédula, le dijo a Pepe que sí y al cabo de nueve meses tuvieron otro hijo, el cual creció siendo criado por su
padre y por su madre.