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COLECCJON SOCIEDAD Y CULTURA
LOS NINOS CRISTALEROS:'5
Trabajo infantil de la ind
Chile, 1880 - 1950
.
Jorge Rojas Flores
IIBLIOTEC&S. *RCWIVOI Y MUSeOS
CENTRO
DEINVESTIGACIONES
DIEGOBARROSARANA
LOSNINOS CRISTALEROS:
TRABAJOINFANTIL EN LAINDUSTRIA.
CHILE, 1880-1950
Coleccibn
SOCIEDADY CULTURA
0DIRECCIONDE BIBLIOTECAS,ARCHIVOSY MUSEOS.1996
Inscripci6n N' 98.449
ISBN 9562444018
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(Autor:JorgeRojas Flm)
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Santiago. Chile
IMPRESOEN CHILE/PRINTED IN CHILE
LOS NINOS CRISTALEROS:
Trabajo infantil en la industria.
Chile, 1880-1950
Jw-eRojas h e s
CENTRO
DE INWTlCAClONES
DlECO BARROS ARANA
INDICE
4breuiaturas
.igradecimientos
htroducci6n
Lasf&ncas de vidno
Los niitos trabajadores
Las condicionesde trabajo
LASFORMASDE ORGANIZACION DE LOS "os
Los niitosy la accidnsindical
Rebeldia y autonomia
LASOCIEDADY EL ESTADOFRENTE AL TWJO INFANTIL
Trabajoy ocio
Las fnimerasniticas de la elite
Demdcratas, socialistasy comunistas
El enfoquenormativo
a) La defensa de la moral y la salud pfiblica
b) La regulacih del trabajo callejero
c) El riesgo fisico en el trabajo industrial
d) En defensa de la escolaridad
e) La regulaci6n en su fase decisiva
r) El salario h i l i a r
A@nas wspuestas a la legalidad
Los limites en la aplicacio'n &l marc0 @a1
La voz del movimiento sindical
&GUNAS APROXlMACIONESEXF'UCATNAS
El status de la infancia
Cambiosen la estructura demogr6Jica
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Sobremphtacio'n de la mano deobra y acurnulacio'n capitalists
Racionalidad familiar
Fuentes y Bibliopafia
-
107
115
118
121
127
8
ABREVIATURAS
A.E.
B.S.BE
B.E.I.
B.Of:T
C.G.T.
C.N.S.
C.S.L.A.
F.J.C.
F.O.Ch.
F.O.R.Ch.
LU’.”.
P.C.
Anuario Estadistico de laRepzi6lica de Chile.
Boletin de la Sociedad deFoment0Fabril.
Boletin de la Estadistica Industrial de la Rqbhblica de Chile.
Boletin de la Oficina del Trabajo.
Confederaci6n General de Trabajadores.
Confederaci6nNacional de Sindicatos.
Confederaci6n Sindical LatinoAmericana.
Federaci6n Juvenil Comunista.
Federaci6n Obrera de Chile.
Federaci6n Obrera Regional de Chile.
Industrial Workers of the World.
Partido Comunista de Chile.
AGRADECIMIENTO!
A don AlbrrtoMuiror Vi&,
niirw6rem a 10s nueue airos,
dmgentesindical a 10s veintiunoj administradm
de Cristaloias de Chilea 10s treintay dos.
Nada mis cierto que lo seiialado por muchos autoresal finalizaralguna investi-
gaci6n:distinguir el limite entre la propia autoriay cu6nto se debe al apoyo, las
ideasy la colaboraci6nde otraspersonas, esuna tarea casi imposiblede resolver.
Ni el paso del tiempo logra disipar la inc6gnita.
Esta investigaci6nno debesuorigena lalecturade un autorextxmjero,tam-
poco a un comentariotangencial o sugerenteni a la influencia ejercida por una
temiticarecientementevalorada.Lacircunstanciadesunacimientofuepococalcu-
lada y consciente.
Aun cuando hacia variosaiios que me habia dedicadoa conocerla historia
de10strabajadores,nuncahabiareparadoen 10sniiiosque trabajan. Sabia,como
muchos,que siemprehabian estadopresentes,per0 sinllegara interesarmeespe-
cialmentepor esaproblem5tica.Hastaque-setentaaiiosdespu6sque sucedieran
10shechos- tropeci con la fotografiade un grupo de niiios-obrerosque semani-
festabaa las puertasde un peri6dico. Con el tiempo, volvieron a aparecerim5-
genes similares,per0 el efecto que provoc6 la primera de ellas fue decisivo.
Sin saberlosiquiera,a esos niiios-obreros que posaron ante una cfimarafo-
togr6fica en 1925, se debe este libro.
Aunque esta investigaci6nfue realizada en forma individual,en variossen-
tidosledebe muchoaalgunaspersonas.Enlaetapainicial,quecomenz6en 1993,
recibi 10svaliososcomentariosy sugerenciasde mi hermano Gonzalo.Sobrela
base de esaslargasconversacionesfuidefiniendo10slimitesdel estudio, 10spro-
blemas centrales,surgiendo, asi, las primeraship6tesis.
Cuandoya habiadecididoconcentrarmeen la industria delvidrio,en forma
paralela,naci6 el inter& por recuperar la historia de 10strabajadores de Crista-
leriasde Chile. Con ese prop6sit0, iniciamos un esfuerzo conjunto con Moisis
Fernandez,dirigente sindical,y CinthiaRodriguez. Las entrevistasrealizadasen
ese context0me sirvieron para complementarla informaci6n obtenidaa traves
de la documentaci6n escrita.
Duranteel transcurso de la investigaci6n,recibila colaborad6n an6nimade
varioshcionariosde la Biblioteca Nacionaly elArchivoNacional, que s610 hoy
-conestelibro-conocerh elresultadodesupacientecontribuci6n.Tambiinhu-
bo quienesme aportaron referenciasbibliogrfificas,especialmentedel extranje-
1 1
ro, e informacidndispersa que me habria sido dXcil encontrar.En ese sentido,
expresomiagradecimientoa CarlosGarciaLondoiioyMariaCristinaSalazar (de
Colombia)y a GonzaloCiceres, Lorena Godoy y Fabio Moraga (de Chile).
Una vez terminadala investigacidny afinada la redaccidn,el text0 fue revi-
sad0y comentadogentilmentepor 10shistoriadoresSergioGrez,RafaelSagredo
y SergioVillalobos;el socidlogoRobertoUrmenetay elantropdlogoOsvaldoTo-
rres. De todos ellos recibi sugerenciasque me sirvieronpara repensar algunas
afirmacionesy mejorar el resultadofinal. Con todo, la responsabilidad sobre10s
juicios contenidos en este estudio recae en mi, exclusivamente.
En las gestionesque culminaron con la edici6ndel presente libro participa-
ron: W e 1Sagredo,director del Centro de InvestigacionesDiego BarrosArana;
OrianaZanzi,directoradelServicioNacionaldeMenores(s.E.N.A.M.E.), y Apolonia
RamirezyRatil Gondlez,delProgramade EconomiadelTrabajo (P.E.T.), donde
me desempeiio como investigador.
Esteestudiofuerealizadosinfinanciamiento(prolonga'ndose,por lomismo,
durantetresaiios)ypresentadocomotesisparaoptara1grad0deMagisterenCien-
ciasSocialesdel Trabajo,otorgado por la UniversidadAcademiade Humanism0
Cristianoen convenio con el P.E.T.. En tal calidad, el Centro de Estudios de la
RealidadContempohnea (c.E.R.c.) me concediduna becaparafinalizarlo-man-
do ya estaba phcticamente concluido-, como parte del programade Formacidn
de Alto Nivel de Agentesdel Desarrollo (F.A.N.A.D.), con el apoyo del Comite
Catholique contre la Faim et pour le Developpement (c.c.F.D.), de Francia.
En forma paralelaa la realizacidn de esta investigacidn,el tema del trabajo
infinti1empezda adquirir notoriedad, como en tantosotrosmomentosde nues-
tra historia. Sin embargo, el origen de ella h e anteriory, en un comienzo, nada
hacia suponer que se llegaria a publicar en medio de un debate que -por su es-
trechez- ha puesto de manifiesto el aporte que puede ofiecer la disciplina histd-
rica -y otros enfoques- para develar las mliltiples facetas (politicas, sociales,
econdmicas,culturales) asociadas a la problemitica del trabajo infantil.
Como a comienzos de siglo, cuando 10s muchachosdelincuenteseran con-
sideradosanomalesy10sadultosse sentian sussalvadores,el discursoy la accidn
dominantes han convertidoa 10s niiios trabajadoresen 10snuevos excluidos de
nuestrasociedad. Perseguidos por ocupar las callessin permiso. Seiialadoscomo
potencialesdelincuentesydesertoresescolares.Objetosderegulacidnsinseroidos
ni respetadospor quienes siguenintentando resolver la pobrezapor oficio. No
sdlo han debido vivir la pobreza sino, ademcis,aprender a sentirse seres dignos
de compasi6n,haciendo lo indebido, algo impropio de la niiiez.
Hoy, como antes, 10sniiios trabajadoressiguen siendonegadosen su capaci-
dad para conocer, crear y actuar, como si no tuvieran historia ni posibilidad de
hacerla. Este libro ha intentado, en parte, rescatar su pasado y destacar asi la
necesidad de acercarnos a 10s niiios trabajadores y aprender de su fortalezay
dignidad.
Inicialmente,eran seresandnimos y lejanos,como en la fotograEa de 1925.
Pronto, a esosrostros,seagregaron susnombres y susvocesy empezarona surgir
1 2
10s sujetoscon vidas reales. Todo culmind cuando tuve ocasi6nde conversarcon
a l p o s de esos niiios-obreros-hoy adultos- que trabajaronen lasfbricas de vi-
drio.
A uno de ellos, Alberto,Mdedicado este libro, en representaci6nde tantos
como 61que adn no conozco y a quienes les debo mi agradecimiento.
JORGE ROJMFLORE~
1 3
INTRODUCCION
En Chile, el fen6meno del trabajoinhntil ha sido escasamente estudiadoy per-
manece como un campovirtualmenteinexplorado.La ausenciade sdcientes
investigaciones(tantoen historia como en sociologiay antropologia) ha llevado
aque se tiendaa recurrir a realidades de otrospaisespara hacerlocomprensible.
En parte,por esaraz6n,lasapreciacionesqueexistensobreeltemasehan caracte-
rizado por ser generales-sin referirse, por ejemplo,a las diversas modalidades
de trabajo- y sehan basadoendiagn6sticosextremadamenteimprecisos.Eldeba-
teseha centrado,enbuenamedida,en tornoaposturasval6ricas,queoscilanentre
el rechazocerradoa toda formade trabajoinhntil y la abiertavaloraci6na la par-
ticipaci6n laboralde 10sniiios, t6nica que ha dominado-por lo dem& la pole-
mica en varios paises.
En definitiva,poco se ha avanzado en conocer las condicionantesque expli-
can eltrabajoidanti1en susdiferentesmodalidades,10scambiosenlalegislaci6n,
en la ideologiadominante, en el comportamientode la clase trabajadorayelsur-
gimientodeformasde organizaci6nentre10sniiios-trabajadores.Intentandores-
. ponderaestasinquietudesyconelprop6sitodeempezaracubrirunodelostantos
vacios que observa muestra historiogrfia, esta investigaci6nse propone el desa-
fio de abordar, por primera vez, en forma sistem6tica,el fen6meno del trabajo
infantil en Chilea partir de una perspectiva hist6rica.Para ello, hemosconside-
rad0 necesario reconocer la especificidad de las diferentesformas de trabajo
infantily comenzarpor una de ellas,el trabajoasalariadoen la industria,debido
a que h e en este sectordonde se concentrd la mirada de 10spoliticos e intelec-
tualesde comienzosde siglo.Misespecificamentenosdetendremosen una rama
industrial en particular, la industria del vidrio.
Simedimos la importanciade la industriadelvidriodentro de laactividadin-
dustrial en su conjunto,podremos fricilmentenotarque no ocupa un lugar rele-
vante en cuanto a1n h e r o de operariosni a1valor de la producci6n.Tampoco
el movimiento sindical asociadoa 10svidrieros tiene una trayectoria de alcance
nacional. Otros sectores parecen ocupar ese lugar. En otras palabras, estudiar a
10s trabajadores griificos,textiles,del vestuario,del calzado o de la alimentacidn
parecejustikarse con mayor fcilidad, tantoen terminosde trayectoriacomo de
aportea la economia.Por otra parte, el trabajo infanti1asalariadoen la industria
es s610 una de las mdtiples formasque ha adoptadoel trabajo de 10s niiios. Su
importancia ha sidodecrecientea lo largode la segundamitad delpresentesiglo
y actualmente su presenciacuantitativaes escasa.Los niiios ocupadosen la agri-
cdtura han sido siempremis numerososy 10sque han estado asociadosa activi-
&des econ6micascdlejeras parecen merecermayor preocupaci6npor el riesgo
social a que estarian expuestos.
15
En consecuencia, 10slimitesdel presenteestudio son evidentesy se pueden
reconocerasimplevista.Porello,nointentaremosproyectarindiscriminadmente
-a partir de un sectorparticular- conclusionesgenerales. Sin embargo, en algu-
nosaspectossedposibleabordarelfen6menoenunamayorperspectim,porejem-
plo,sobrelabasede10s enfoquestedricosquesehan utilizadoydelconocimiento
de la acci6n desplegadapor la elitedominante,el Estadoy otrosgrupos sociales,
temasquehemosabordadode un modo mis general. En sintesis,a partir de una
investigaci6nmonogrifica,pretendemosacercarnosa la comprensi6n del traba-
jo infkntil en un plano mis integral.
La eleccidnde estudiar con detalle a 10sniiios cristalerosse fundamentaen
varias razones. En primer lugar, las caractensticasde la industria chilena del vi-
drio noh e un cas0excepcional,sinoclaramenteasimilablea la realidad de otros
paises. La alta proporci6n de niiios en este rubro hizo insoslayableque ya tem-
pranamentesereconocierala existencia de tal hecho'. Esto dtimo ha permitido
conservarabundante informaci6n a1respecto.Ademis, el surgimientoy la man-
tenci6n deltrabajoinhtil en la industriadelvidrio,por un largopenodo, darin
ocasi6npara conocerlas condicionantesy 10s impactosdel tempranoproceso de
industrializaci6n,asi como del modelo de desarrolloimplantado a partir de 10s
aiios treinta. Finalmente, la acci6n sindical desplegadapor 10s niiios cristaleros
-un hechopococonocidoenlahistoriasocialchilena-nospennitiriconocero m
implicanciasdel fen6meno.
El propdsitogeneralde estainvestigaci6nessituarhist6ricamenteelfen6me-
no del trabajo infantil en un sectorespecificode la industria, incorporandouna
mirada de largoplazo que permitaabordar principalmente tres planos. Por una
parte, caracterizarlapresenciadeniiiosen la industriadelvidrio,suscondiciones
de trabajoy las formasde organizacih que se dieron. Por otra,comprenderlas
condicionantesestructurales,deorigenecon6mic0,tecnol6gico,institucional,cul-
tural,ideol6gicoy social,que han incidido en el surgimientoy permanenciadel
trabajo infantil en la industriadel vidrio,asi como su posteriordesaparici6n. Fi-
nalmente,nos proponemosconocerlaspercepciones socialesylas concepciones
ideol6gicasy culturales que han existidosobre el trabajo i d t i l , las estrategias
que se han elaborado para abordarlo, tanto por parte del aparato estatal como
de divefsos sectoresde la sociedad civil.
El periodo cubiertoseenmarcaentre 1880y 1950,lapso en elcualseprodujo
lapresenciade niiiosen la industriadelvidrioy esposibleapreciaruna clam tran-
sici6nen elmodelodedesarrolloecon6mic0,en la estructurasocial,en elsistema
politico yjuridico, en el papel del Estadoy en la accidn sindical.
'Tan toenArgentinacomoenBrasilyColombia,porejemplo,lainformacidndisponibledemuestra
lassimilitudesdelfendmeno.Laproduccidn deniiiosfue coincidentementealtaen 10s mismosrubros
(fibticas devidrio,f6sforos.velas,jabones, etc.).AI respecto,puede consultarselas investigacionesde
Esmeralda Blanco Bolsonaro de Moura,MuJhmemenorerno iraballroindwi&l: osfatoreisex0eidadena
dina'micadoCapita1;CarlosEdwardGarciaLondofio,Niliostrabajadmy vida coiidzanaenMedellln, 190@
1930,SilviaLlomovatte, Adoleicentecenlrela e r d a y el trabajqJuanSuriano, 'Niiios trabajadores.Una
aproximaci6n a1 trabajo infantil en la industriaportefiade comienzos de siglo".
16
El presente estudiono obligaa un mayor esfuerzoen la definici6n de lo que
entenderemospor trabajo, ya que claramente el conceptoqueda delimitadopor
el mbajo asalariado oremunerado. Sin embargo,debemoshacernotar que esta
precisi6n no seextiendea1trabajoi n h t i len suconjunto,donde lasdistinciones
son mis sutilesy confusasa1incorporarse otras modalidade2.
Por otraparte, el conceptode inincia que utilizaremosno se limitaa la eta-
pa especificade crecimientobiol6gicoy sicol6gicoque definen algunasdiscipli-
nas. Sindesconocereste sustrato, que le otorgaa la niiiez un perfil intrinsecode
etapa de desarrollocomlin que est5presenteen la vidade toda persona,nuestro
concepto tiene una matrizdiferente, de origencultural,que seconstruyea partir
de las caracteristicasque adquiere o se le asignan en cada entorno social,econ6-
mico y cultural. La tarea de caracterizar este componentecultural,es decir, esta
concepcidn que la sociedad construye de la inhcia, est5a h pendiente, sobre
todo para el cas0 chileno.De hecho, la definici6n del car5ctery la magnitud de
laaansformaci6nquehabriaexperimentadolaniiiezalolargodel tiempohasido
uncampodedebateentre10shistoriadoresquesehan especializadoen lahistoria
de la niiiez.
Loslimitesdelpresenteestudio-quen.oserefierealaevoluci6ndelconcepto
de inincia Ndel papel socialque han tenido10sniiios- nosimpidenidentificar
con mayor precisidn el contenido culturaly el significadosocialde la niiiez a lo
largode la historia. S610 noscorrespondehacer notar que partimos reconocien-
do su existencia, dejando para hturas investigaciones su caracterizaci6n.
Si nos centramosen lo que el lenguaje comiin (y contemporheo) designa
comoniiiez, es decir, tratando en lo posiblede excluirla etapa que se ubica des-
puCsde 10squinceaiios, notaremosque aiin asise presentandificultadesdentro
deestesegmento,yaqueno existeninternamentecaracteristicasuniformes.Mien-
trasmPs seavanzaen lasetapasdedesarrollo,mPssedesdibujanlas caracteristicas
asociadascultumlmentea la niiiez (incapacidad relativa, dependencia paterna,
desarrollofkicoy sicol6gicoincompleto,escolaridad obligatoria,etc.). Siel con-
ceptodeniiio trabajadorseampliaeinvolucratambiCn edadessuperiores(loque
sucedecuando se optapor la noci6n “menoresde dieciochoaiios”),el anilisisse
hace muy poco preciso,debido a que existenmuchasdiferenciasinternas (entre
10ssegmentosocho a once aiios,doce a quincey dieciseisa dieciocho, por ejem-
’Muchosautoreshandestacadolacomplejidadquerevisteelconceptodetrabajoinfanti1,debido
alasdferentesconnotacionesque tieneencadaculturayalolargodeltiempo.Porello,resultalimitante
restringirsehicamente aciertasmodalidadesde trabajo (dependienteyasalariado,por ejemplo),ya
queelloimplicariadejarfuera-as otras.Losespecialistaseneltemasuelenincluirentrelasactividades
laboraleslastareasde tip0domistico ylasactividadesproductivasorientadasalautoconsumo.Aunque
avecessehacedifusaladiferencia,algunosdestacanlautilidaddedistinguirentretrabajoymendicidad.
Menosjustificadaparece ser la exclusi6nde lasactividades ‘ilegales”.En tirminos generales, parece
necesariomanejarparalelamentelaconcepci6ndominante de‘trabajo”quehaexistidoencadaepoca
ycultura,lo queevitamanejarfalsosconceptosuniversales.Unaaproximaci6naltemaenTerenceHull,
‘PerspectivesandDataRequirementsfor theShldyof~ildren’sW0rk”yAlainMorice,T h eExploitation
of Children in the ’InformalSector’:Proposalsfor Research”.
1 7
plo) en cuanto a la capacidadfisica y sicoldgica, las expectatiwssociales y fami-
hares,lascaractensticasdelainsercidnlaboral,lacapacidad de actuarfi-entea 10s
adultos,etc. De ahique la opcidn preliminar fue considerarde nuestro inter&
a 10s nirios trabajadoresmenores de quince aiios.
Con el iniciode la investigacidn comenzamosa advertirla interferencia de
otrosfactoresquefinalmentealteraronnuestropropdsitoinicial.Porsobreelcon-
cepto culturaly sicoldgicode niiiez, muchasveces se impone el concepto legal
de “menorde edad”.A estose sumala limitacidnque imponen 10sregistrosesta-
disticos,quegenedmente consideran10stramosdeedadrelacionadosconlami-
noria de edad o bien con losrangosde edadasociadosa la escolaridad.hi,final-
mente hemos optado por definir cronoldgicamentela niiiez como la etapa que
tienepor limitesuperior10squinceaiios,aunque sinexcluira1segment0siguien-
te-de quincea dieciocho- cuandono tengamosinformacidndesagregada.Ade-
mls,haremosladistincidnetariaa1interior deeserango,cuandolasfuentescon-
sultadaslo permitan.
Lasfuentesconsideradasincluyenunaampliagama:registrosestadisticosofi-
ciales,legislacidn y reglamentacidnmunicipal,libros,folletosy articulosescritos
por intelectuales,dirigentespoliticosy sindicales,entrevistas a antiguostrabaja-
doresde laindustriadelvidrio,revisidndefotografias,de boletinesministeriales,
de 10s libros de actasdel sindicatode Cristaleriasde Chile,de peri6dicossindi-
cales y tesis universitarias,ademls de investigaciones referidas a1fen6meno del
trabajo idantil.
La eshuctura de la investigacidncomprende un primer capitulo,en el cual
describimosbrevemente la industriadel vidrio,la presenciade niiios en ella, su
importanciacuantitativa,las actividades que realizabany las condicionesde tra-
bajo. En elsiguiente,intentamosreconstruirlasformasdeorganizaci6nque exis-
tieron entre 10s muchachos.La tercera parte se centra en la visi6n que tuvieron
elEstado,laelitedirigente,losprimerospartidospopularesyelmovimientosindical
frente al trabajo infantil. Finalmente, consideramos las interpretaciones que
diversosautoreshan ofi-ecidosobreelfendmenodel trabajoinfantilyanalizamos
su pertinencia para la situacidn especifica de la industria del vidrio en Chile.
LOS NmOSY LA INDUSTRIA DEL VIDRIO
3
19
e-'f - .
Fibrica Nacional de Vidrios. Dospan( icas de la secci6n de homos de fundici6n., 2,
1 de febrero de 1903, pigs. 54 y 55.
20
ElExit0dela empresaquecomenz6produciendodamajuanas,botellas,hs-
Yunavariadagama de objetosde cristal-llev6 a que, en 1904,susdueiiosven-
dieran elestablecimientoy formaranuna sociedadanbnima.El consejodirectivo
provisorioestuvoconstituidopor:Juan EnriqueConchaSubercaseaux,CarlosCou-
siho,CarlosHermann,Napole6n Per6yJOSE PI% Lanuevasociedadseform6con
un capital de un mill6n de pesos.
Laimportanciaque tenia,para laindustriacervecera,laibricaci6nde enva-
sesdevidriolig6ala FcibricaNacionaldeVidrioscon elprincipalestablecimiento
productorde cerveza. Progresivamente las imilias Edwardsy Cousiiio,propie-
tariasde la Compaiiia de CerveceriasUnidas (c.c.u.),pasarona tener el control
de la sociedad..
La C.C.U. habia sido formadaen 1902a partir de la fusi6n de dos compaiiias,
controladaspor 10sCousifio y 10sEdwards.Durantela PrimeraGuerra Mundial,
la compaiiia inici6 la expansi6n de su producci6n,sobrela base de la absorci6n
de lasrestantesf3bricas de cervezaexistentesen elpais, loque condujoa1progre-
sivo controlmonop6licodel mercadonacional. Este proceso,iniciadoen 1916,
1 tambiEn se extendi6 hacia la industriade 10senvasesde vidrio, debido a1poder
monopdlicoque ejercia la FcibricaNacional de Vidrios.Parano depender de 10s
preciosyde la capacidadproductivadeestafibricaclave,1ac.c.u.comenz6a ejer-
1 cer su poder como accionista,pero sobre todo como principal comprador.Este
I conflictoprovoc6 la resistenciade algunos directoresde la Fcibrica Nacional de
i Vidrios,quienesno querian ver limitadaslas posibilidadesde expansi6ny diver-
$ sificaci6nde 1afGbrica.Esteprop6sit0,representadoporJuanTocorna1(durante
; un tiempo presidentedel directorio), no se consigui6y la industriase concentr6
i en la producci6nde envasespara cervezay bebidas. Tocornalenb6 en conflicto
con 1ac.c.u.ydebi6abandonarsupuesto,cediendoellugara RicardoLyonPeiia.
1 Afinesdelaprimera GuerraMundial,lasociedadFfibricaNacionaldeVidrios
1 crecioenungradoimportante.PorentoncesyateniadosplantasenSantiago,una
I en calle San Diego y otra en Vicmia Mackenna. Esta tiltima se form6 a partir de
laadquisicibn,en 1918,de la SociedadManuhcturera deVidrios.Alli seconcen-
tr6 la producci6nde vidrio incoloro o blancp, de mayor calidad, que se sum6 a
la linea de vidrio de color. A estasdos plantas en Santiago, se agreg6-en 1917-
la comprade la FcibricaChilena de Botellas,ubicada en Rancagua. Esteestableci-
miento habia sido instaladoen 1907y perteneciaa la CompaZa de Cervecerias
Unidas.La crisisdeposguerra,sinembargo,produjoelcierredela plantadeRan-
cagua en 1921.
A10spocosaiios,la producci6nempez6 a concentrarseen la plantade Vicu-
iia Mackenna.En 1922,seintrodujeron elementosmodernos de ibricacibn, en
previsi6ndela competenciaimportaday para reducir10scostos.Alaiio siguiente,
se instal6 alli la fabricacidn a mciquina de botellas. Posterionnente, se ampli6 el
temno a1venderse la propiedad de San Diego (1927)y se construyeron10s tres
pnmeros homos a basin,para la ibricacidnde botellas. En 1924,la plantaubica-
da enVicuiiaMackenna producia cincuentamil piezasde vidrioal&a.L a granre-
Voluci6ntccnicaseprodujoconlaadquisici6n,en EstadosUnidos,en 1925,de tres
21
modemasmiq.quinasLynchyalimentadoresespecializadosparaservir“amano”aque-
llasmiquinas.ElpropioLynchvinoa~eerificarsuinstalacibn.Entresgrandeshornos
de fundici6nse elaborabael vidrio con el que las automiticasLynch producian
envasesavelocidadesnuncaantesconocidas.En 1927ya serealizabala hbricaci6n
automiticadeenvasesdevidrio,con laasesoria tecnicade CristalenasRigolleaude
Buenos Aires.
La automatizaci6ndelprocesoproductivono incluy6a todaslas secciones.A-
gunas de ellassiguieronnecesitandoabundantemanode obra.El lavadodevidrio,
por ejemplo,todaviano estabaautomatizadoa mediadosde 1940;recienentonces
enkwon en fundonamientoalgunasmiquinaslavadoras,quevinierona reempla-
zar a las mujeresocupadasen esa actividad.La fabricaci6nde chuicosy ganahse
hacia manualmente.Esto se prolong6 hasta mediados de 10safioscincuenta.
En 1935,los gruposAnglo-Edwardsy Cousifiosegufancontrolandopatrimo-
nialmente la empresa (conun 27,9%de lasacciones).Debidoa quela producci6n
de envasesde vidrio ya estabaasegurada,la empresa inici6 un proceso de diversi-
ficacibn.Aunquesesiguieronelabomdofmosobjetosdecristal,recubrieronnums
Mliedades de envases,como el utilizadopara la pasteurizaci6n de la leche (resis-
tente a 10s cambiosde temperatura) y se introdujo la fabricacidn de bombillas
elichicas(hastaqueestasecci6nseindependiz6,en 1944).Laprotecci6ndelEstado
a la producd6n de bombillas (1935) hvorecib este proceso.
Lasposibilidadesde crecimientodelaempresa-hasta entoncescon capitalna-
cional- llegaron a su limitea mediadosde 10safioscuarenta.En 1945,Cristalenas
deChilelleg6aunacuerdoconlaComingGlassWorksofSouthAmericaylaColum-
biaDevelopmenrsCorp.,lasqueaportaronpatentes,planosycolaboraci6ntecnica
para la ibricaci6n de nuem especialidadesdevidrio.Ya en 1949,a traves de suce-
sivosaumentosde capital,lasdosempresasexhanjcrascontrolaban el 30,6%de las
acciones.LosEdwardsy 10sCousiiio,en conjunto,poseian solamenteel 16,296.La
asociaci6ncon capitalesexhanjerosi m p h i 6un grandinamismola empresa,que
a h conservabasistemasatmadosdeproducci6n,a pesarde10sixitosecon6micos
alcanzados.PorlamismaCpoca,lapresenciademenoresdeedadcomenz6adecaer
en esta fbrica.
En las restantes industria del vidrio, como LosAliados (creada en 1917),La
Yungay (c. 1922)y CristaleriasToro,se reprodujeron lascondidonesde trabajoy
10ssistemasdeproducci6nque hemosdescritopara elcamde CristaleriasdeChile.
Esta tiltima, por ir a la vanguardia en 10scambios tecnol6gicos,fue la primera en
expenmentarlastransformacionesque la llevarona prescindirde 10snifios.En laas
restantesfbricas, istos siguieronpresentes durante varios aiios m8s.
LOS N I k S TRABAJACKlYIES
Lasestadisticasoficialesdecomienzosdesigloqueserefierena1trabajoinEantilper-
miten conocercon algijndetalle la composici6nde la mano de obra durante cad
dosdecadas.Tienenlalimitantedenoprecisarlakontera cronol6gicadelanixiez,
sin embargo,a travesde otros caminos es posible afirmarque, en la etapaprevia
22
a la regulacidn legal, se considerabacomo tales a 10s obreros de ocho a quince
afiosdeedady, por tanto, el trabajoinfantilno quedabaconfundido-en 10s regis-
@OS estadisticos- con lo que posteriormentese denominaria el trabajojuveniP.
Lapresenciade niiiosen laactividadindustrialno tuvocaracteristicasunifor-
mes. Hubo grandesestablecimientos,comolas fiibricasde vidrio,que tenianuna
altapresencia de niiios. Pero tambiCn existieron pequeiiostalleresque contaron
con UR alto porcentajede ellos. Si bien nuestroobjetivo es centrarnosen el cas0
de las industriasdel vidrio, para tener un criterio de comparacidny apreciarla
ala concentraci6n que se produciaen otrosrubrosde la industria,daremosuna
panohmica global a1fen6meno.
Entre10sgrandesestablecimientos,similaresalasfbricasdevidrio, seencon-
m h n las refineriasde azdcar.A finesdel siglopasado, 10s dos establecimientos
queexistianen eldepartamentodeValparaiso (conmisdequinientosoperarios)
y el que se ubicaba en Penco (con370) tenianuna proporci6nde niiios-obreros
cercana a1 16%.En 1913,en las diez refinerias existentesse mantenia ese nivel
de participaci6n,aunque en 10saiiossiguientesse redujoa la mitad'. La5 fibricas
de cervezatambikn ocuparonuna importantecantidad de niiios-trabajadores.A
finesdesiglo,enlaF6bricaNacionaldeCerveza,instaladaenValparais0,unaquinta
partede10s operariosloera;un porcentajelevementeinferiorcorrespondiaamu-
jeres. En Concepdn, elporcentajeeramenor,llegandoaun 17,8%.En Santiago
yvaldivia,en cambio,las grandes6bricasde cervezaymalta ocupaband l o entre
el 5%y el 8 % de mano de obrainhntil. En 1912,en promedio,10sniiios habian
perdido presencia: en m5sde sesentafibricas de cerveza,10s cercade doscientos
niiiosquetrabajabanenellasrepresentabanel7,3%deltotaldeobreros.Enambos
casos,tanto en lasrefineriascomoen lasfiibricasde cerveza,apesarde contarcon
una importantepresencia de niiios a principiosde siglo,la situaci6n no se man-
hivo estable en el tiempoa.
De menor tamaiio y con una escasa tecnologia incorpomda,las fbricas de
fideostambiin tenian unaalta proporci6n de niiios. En 1896,en las cuatrofiibri-
cas que existian en el departamento de Valparaiso,el 28.6% de 10s trahjadores
eran niiios (veinticuatrode ochenta y cuatro de operarios)y en tres fbricas de
Larecopilzo6ndehinformaci6neshdistica estabasqehamuchssimpreciaones. En lmprime-
rosformuhosquedebianregrstrarlosacci&nteslaboralesylossalariosmediosyjomales,seestableci6
errbneamenteladstincih entre hornbces(sindelrnitacihde dad),rnujeres (mayoresde dieciocho
ynltios (rrurgmdedace aios). En formulariossimibares,quedebianregLstmralosnitiosobreros,
se hlzo nom una correcci6n (hecha a mano)a10s limitesde edad antessezialados10s nitiosseriam10s
menoresdedoce~osylasn~as,lasmenoresdedeciacho.V~ayealrespecto,Arch~"acWnal,Fon~o
Direcci6nGeneraldel Tmbajo (enadelante A.N.D.G.T.),vol.3,Estadisticas (1907). Otrasfuentes con-
f i m nla presenciade niziosde hasta ocho aiios El lirnite supenor de edadfue modificado con paste-
r~ndady, con ello, el t6mmo 'nilo' fwdespkado par el & 'menor'.
'KEI ,N'4,28& enerode 1896,pigs.57y58;NP8,5defebrerode 1897,pigs.154,167yl68;Anuarm
E s l a d i s l r c o d e [ a R ~ e C ~ ~ ~ e ( e nadelanteil E), 1913,Industria, pigs 3247; 1920, IndustriaManu-
'BEI,Ng4,28deenerode I896,pigs 49,57y58;NQ6,31dediciembrede 1896,pigs. 120122;
NP8,5defebrerode1897,pidg. 167y168:NP10,lOdefeibrerode 1897,pigs. 203y204;AE, 1912,In-
d u s ~ w .pigs 104111.
factusera,pigs. 26-29.
23
fideosy chocolate,la proporci6n de niiios ascendiaa un 51% (cincuentay tres
de ciento cuatro). En una Ebrica de fideosy galletasinstaladaen Talca, ocw'a
dgosimilar:de10s treintaycincooperarios,quinceerannixios,esdecir,un 42,8%.
En Santiago,en cambio,supresencia eramenosrelevante. Entre 1912y 1913,en
1 sGbricasde fideos trabajabanocho operariosen promedio y la mano de obra
infanti1fluctuaba entre un 28%y un 23%.En 1920,el tamaiiopromedio de 10s
establecimientoshabia crecidoy la proporci6n de niiios se redujo a un 16,7%9.
Dentrode10sgrandesestablecimientosdelaindustriaalimenticiaseencontra-
ha, a finesdel siglopasado, la Fibrica Nacionalde Galletasde Ewing Hnos., que
ocupabaacientotreinta trabajadores: de ellosel38,5%eran niiiosyel 23,1%mu-
jeres.Estecasonoparecehaber sidoexcepcional,yaque en lasdoceEbricasregis-
tradasen 1913,donde trabajaban475 obreros, el 22,9% eran niiios. En 1920,la
situaci6nhabia cambiado:de las sieteEbricasencuestadas,en lasque trabajaban
m8s de ochocientos trabajadores, d l o el 10%eran niiios, frente a un 38% de
mujeres'". Dentro del rubro alimenticio,habia establecimientos m6s pequeiios,
como una Ebrica de leche condensadade Linares: tenia setentay cinco obreros
y de ellostrece eran niiios, es decir, el 17,3%.En un taller que elaboraba caf6 de
higo en la provinciade Cautin,de susdoce operarios,diez eran niiios (83,3%)".
En contrastecon estasituaci6nseencontrabanlaspanaderias,establecimien-
tos mucho mis numerosos. Alli trabajabanunos cuatromil operariosy el prome-
dio por establecimiento era de ocho a nueve personas. Los niiios representaban
s610un 5,7%de la mano de obra que laboraba en el sector, en 191212.
Respectoalasindustriasvinculadasconlaagricultura,lapresenciadeniiiosera
importanteen las de conserva de h t a s y legumbres.Variasestaban instaladasen
capitalesprovinciales o bien al interior de 10sfundos. A comienzosde siglo, por
ejemplo,existiauna Ebrica en Quilpuk (concwrenta y cinco operarios);dos en
LosAndes (conochenta y cienobreros,respectivamente);una en Rancagua (cien-
t0sesenta);unaenRequinoa(doscientos)yohaenSantiago (trescientos).Lamano
deobraproveniadelashijasyesposasde10sinquilinos,aquienesselesremuneraba
conun salario. Las mujeresynifiasparticipaban envarias etapasdelproceso como:
pelar,descarozar,seleccionarl a h t a yfinalmentellenarytaparlosfi-ascos.En 1913,
en las 39 Gbricasde conservasencuestadaslaboraban197muchachos(as)que re-
presentaban el 11.3%de 10soperarios.En 1920semanteniala proporci6nl5.Otra
actividad vinculadaa la agriculturaera la hbricaci6n de cambuchospara botellas
'B.E.I.,NP4,28deenerode1896,pigs.57y58;NP7,31deenerode1897,pigs.133,145yl146;
NP6.31 de diciembrede 1896, pigs. 120122;A d . , 1912, Industrias,pigs. 104111; 1913.Industria,
Pigs. 3247; 1920, Industria Manufacturera,pigs. 2629.
"Mariano Martinez,Indushiasymanufacturasnacionnler,primeraserie(IndustxiasSantiaguinas),
Pigs. 24M47; A.E., 1913,Industrias, pigs. 32-47; 1920, Industria Manufacturera,pigs. 2629.
" A.E.,1912,Industria, pigs.4447.66-69y 104.111.
'*Op.tit., pigs. 104111.
'3B.S.RE,N*12,1dediciembrede1904.pig.631;NP9,septiembrede1914,pigs74%745;Ximena
VddtsS.,Laposici6ndeIavnujermla hacienda, pip.121-124;A.E..1913,Industria, pigs. 3247;1920,
IndustriaManufacturera,p i p . 2629.
25
vineras.AUi,nifiosyadultosdebiantejeramanolatotora;posteriomente,estalabor
sehizoconmiquinas.EnlascuatroPbricasdecambuchosparabotellasqueheron
registradasen lasestadisticasde 1912,de 10s 142opemrios,cercade la mitad elan
mujeresy un 21,8%niiios. En 1920,la proporci6nera similar14.
A partir del siglopasado, en el sector@co coexistieronpequeiios talleres
artesanalesbasados en sistemasde trabajotradicional y grandes imprentas. En
ambos tipos de establecimientoshabia niiios trabajando.En 1919,la Imprenta
Universo -la m& importantedel pais- ocupaba a una cincuentena de niiiosque
representabanmis del 17%de 10s trabajadores. En 1912,losniiios que trabaja-
ban comoobrerosen10stalleresdeimprentayencuadernaci6nerancercadeseis-
cientos, sobreun total de m& de cuatro mil trabajadores,esdecir,un 163%.La
proporci6nerasimilaral aiiosiguiente.En 1920,en cambio,la proporci6nhabia
caido a un 9,7%.En las litografTas,la concentraci6n de niiios era mayor,aunque
lacantidadtotalde trabajadoreseramenor.Durante 1912y1913,enestosestable-
cimientostrabaj6unacincuentenadeniiios.Laproporci6nfluctu6entreun31,8%
en 1912,un 22,8%a1aiio siguiente y un 17,5%en 192015.
UM altaproporu6n de niiiosmbajadoresparticipabaen la elaboraci6nde s e
bresde papel. En la FsbricaNacionalde Sobres,limdada en 1886en Valpm'so, se
ocupabanochentaniiiasysietenkios,sobreuntotaldeaentodostrabajadores(85.3%).
En una estadisticade 1912seregistrabatodavia esta tendencia:en 10s establecimien-
tosencuestados,el58,3%de10stralmjadorese m nii~os'~.En laspequeiiasfactorias
quemandacturaban cajasdecarthserepetiaestasituaci6n.En1897existiaunesta-
blecimientoen Chikinque tenia a s610un operarioadultoydiecisGisnii~osobreros
(94,l%)I7. Veinte aiios m& tarde, en un taller que hbricabaserpentinas,trabajaba
una proporci6n similar:veinte niiiosy cincohombres adultos?
L a presenciade niiiosen laindustriatextil se habia iniciadotempranamente.
Hacia 1820,un industrialsuizoaplic6,de un modo excepcionalpara la Gpoca,la
formade producci6ntipicamente fabril en un establecimientoque producia te-
jidos, hiladosy cuerdasde cikiamo.Peter Schmidtmeyerrecordaba que "la esce-
na de muchas mujeres y niiios empleados en ese lugar, con un horario regular,
como en Europa, resultaba una verdadera exhibicih aquT'lg.Por su parte, la
'Valdts, OQ. bt.,pig. 115117;A.E..1912, Industrias,pigs. 104111; 1920. Industria Manufactu-
rem, pigs. 26-29.
'5Elc~culopaAelafio1919esunaestimaci6n basadaenlosdatossobrelosparticipantesenuna
huelga. Debido a la imprecisi6n en la determinaci6ndel total de involucrados, el porcentajefluctua
entre un 17%yun 25%.A.N.D.G.T.. vol. 51. ComunicacionesRecibidas (1919),oficio NQ2.618. del
PrefectodePoliciadeSantiagoallntendentedeSantiago;A.E.,1912,Industrias.pigs. 104111;1913,-.
Industrias,pigs. 32-47; 1920,Industria Manufacturera,pigs. 26-29.
16Afines de siglo, esta industria se quejaba de su precaria situaci6n debido a la competencia
extmjera. Julio Ptrez Canto, La industria nacianal. Estudws i deswipcionerde algunosfibqcar de Chile
publuadarenelBoletindelaSmiidad deFomenfoFabril,Cuademoi, (1889-1890),pigs. 19-23;A.E.,1912,
Industrias,pigs. 104-1 11.
I' B.E.I.,N*9, 8 de febrero de 1897, pigs. 180, 185y 186.
A.E.. 1920, Industria Manufacturera,pigs. 26-29.
Peter Schmidtmeyer. Kaje a Chilea 1raui.s deLos Ander, vol. 1, pig. 305.
26
Fibria de Paiios BellavistaTomi, establecida en 1850,ocupabaa h e s de sigloa
340ope&os, de10s cualesel35,3%eranmujeresyel 11,8%niiiosP4En laFhbrica
deTejidosElSalW,especidizadaentejidosdelana,trabajaban210obrerosen 1900:
de ellosel 21,4%eran niiiosy el 38,1%m*eresz1.
Entre 1911y 1913,elsectortextdocupda unosdosmilquinientosobreros,in-
&yendo cera de un 7% de muchachos (lasfuentesno indican el sexo).Dentro
de]asespecialidadesexistentesalinteriordelaindustriatextil,lasdetejidosdepun-
toocupabanuna buenacantidadderrabajadores, per0 muypocosde elloseran ni-
,=,OS. En cambio, la hica hilanderiade lana y algoddnque era registradaen 1912
tenia lam k alta participacibnlaboralinhtil en elrubro (16,7%),seguidapor las
fbricas dejarcias (15,7%)y lasdos Eibricasde tejidosde algoddn (11,6%)2e.
heterogeneidadtambiinestabapresenteenelsectormetal~gico.En1913,
las herrerias eran establecimientospequeiios,aunque numerosos (habia cera
de quinientas),conformadosen promedio por tres operarios:el 11% de 10smil
seiscientostrabajadoreseran niiios. En 1920,este oficioya estaba en un proceso
dehnca decadencia.Sdlose encuestaroncuarentay un talleresque concentra-
ban a menosde cuatrocientostrabajadores;entre elloshabia un 8,5%de niiios.
El ocas0de 10stalleresde hojalateria,en cambio,vi0 aumentadala presenciain-
htil. Afinesdelsiglopasado,10s queexistianenValparaisoy Santiagoocupaban
en promedio a nueve operarios; el 27% eran niiios; en Concepcidn,la propor-
cidneramlsalta. Hacial913, trabajabaunpromediodedosoperariosporestable-
cimiento y se mantenia la proporci6n de niiios. En 1920,el niunero de trabaja-
dores se habia reducido a una cuarta parte, per0 la participacidn infantilhabia
crecidoaun 38,9%.Otrostalleresmetallirgicoseranmenosnumerososafin,pero
en elloslapresenciade niiios eraimportante.En 1920,lostalleresde grabadode
I metaltenianunterciodemanodeobrainfantilylosqueelaboraban”tapascorona”,
un 23,2%23.
Enelextremoopuesto,estabanlosgrandesestablecimientosmetaltirgicos-fun-
dicionesy Pbricas de dquinas-, de creciente importanciadentro del sector. En
1896,lastresp n d e sfundicionesyPbricasdemaquinariadeValparaisoocupaban
1.250operarios. De ellos 170,esdedr, un 13,6%eran niiios.En el establecimiento
deLever,MurphyyCia.(con125opemios),representabanun20%yeneldeBalfour,
LyonyCia.,por suparte,un 13%(contrescientostrabajadores).En Santiago,esta
industriaestabamenosdesarrolladay lapresenciade niiios tambiin eramenor.En
la estadisticade 1913,las ciii-asheron mls detalladase indicaronque a pesar de
lasdiferendasqueexistianentre1asEbricasdemaquinarias(habiacuatro,ocupan-
do en total 895 trabajadores)y las fundiciones (habia cerca de un centenar con
“B.E.I., N*18, 18 de febrero de 1897, pig. 320.
“B.S.RE, NQ2.28 de febrero de 1900, pdgs. 47-55.
“A.E., 1911, Industria, pigs. 86-91; 1912,Industrias,pdgs. 104111;1913,Industria, pigs. 30
y 31.
*’A& 1913, Industria, pigs. 32-47; 1920,Industria Manufacmrera, pigs. 26-29; B.E.I.,N’8,
5 de febrerode 1897,pigs. 167y 168;NP4.28 de enero de 1896,pigs. 57y58;N’6.31 de diciembre
de 1896, pigs. 120-122.
i ..
cuarentaoperariosenpromedio:entotalcuatromilobreros)laproporcibndeniiios
era similar: entre 11%y 12%.Posteriormente, esta participacidn clismin~yd*~.
Dentro del sector metalfirgicohabia otras especialidadescon alta presencia
inhtil. En 1912,se registraba una fbrica de pernos, tuercas y remaches-ins&-
lada enValpam'sw quetenia 43operarios, de10scualesm6.sdelamitaderan mu-
chachos.Ago similarocurriaconlaspequeiias fbricasde tejidosdealambre.Ln
ocho establecimientos registrados, un tercio de loa trabajadaores eran niiros-
obreros.Enlarnayorfbricadeenvasesdelatayenlozados,instal& enValpadso,
casila mitad de 10s trabajadores eran mujeresy 10sniiios representaban un 12%.
En 10s restantes talleres, mispequeiios, eran proporcionalmente mis imptan-
tes, ya que correspondian a cerca del 60% de 10s txabajadoresag.
Enlasfbricasdeladrillostambiine mnumerosos. La quese instal6enLo@
en 1855,de propiedad de la Compaiiia Explotadomde Lota y Goroael, a fines
de sigloocupabasesentaniiios de un total de 160operarios (37.5%).Teniande
ocho a catorce G o sy sededicabm a mliltipler rareas, entre ellas, la prepracidn
delamezcla, sutrastado,elcortey modeladodelamasa,eltransporteen tablilbs,
la alineacibn de 10sladrillos y el volteo para su secadoz6.
LasGbricasdefdsforos tambi6ntem'an un importante contingente de mano
de obm idntil,aunque eran mPs numerows las mujeres adultas. En Talca,bs
tres establecimientosque existian concenbaban a unos seiscientostrahjadores:
entre1911y1920,laparticipaci~nlabo~linEantil~uctu~en~eun14%yw25%.
Una proporcidn menor seobservaba en 1912en Ea cincwntenade pequeiios ta-
Ileresdedicadosa lahbricacidn dejaMn queexistian:ocupban amosguinien-
tosobrerosy,deellos,el11,8%e~nniiias.Laeestadisticade1920mosb6uncambio
enla estrucmdel empleo,yaqueuna tercera parte de 10s obreros emomujeres
adultasy menos de un 4%, niiios.En cuanto a lasfibticasde velas, el promedio
anivelmcional arrojaba una proporcidn de niiioscercana all3%,tanto en 1912
comoen1920.Sinembargo,enalgunoscasoslaproporcidn emmayor.Enbldivia,
endosestablecimientos,treintade10s cuarentaydosoperariasetan niiios (71,495).
En 10spequeiios talleres donde se hbricaban escohs, escobillasy escobdlones
tambiEntrabajaba una importantepsoporcidn en laspuimerasdkcadasd,eestesi-
glo. En 1912,fluctuaba entre un 20% y un 3Q%27.
Comohemos podido observar hash aqui, la presencia de niriosen la indus-
triatuvodiwrsasmagnitudess e e nelsector espcifico.Huboaltosnivelesdepr-
tidpacidn laboral en algunos talleres y tambiin en grades fbricas, pero en to-
"EEI.,NP4,28deeluerode1896,~.5Qy51,57y58;N*6,31de&iembrede1896,p+ IM,
120-122P&rez,+ nt,Cuadesno~,pigs.1-8.1516:AE.,1913,IrudustriaF,p~gr247:1920,In$us~Ma-
nufactucen,p&p.2629 Losdatosrefcridosa 191?le asipan m ymprtanclarehhadem&o infand
en Lasf i b a sde rnaquinnuriasque en lasfundietones (17,3%y 88% respeetiwmnte) Sin emhxgo,la
es&adCsticade1913abarcaunamayorc~tidaddeesob1~jmjentos.A.E..1912,Inadustriss,pip.IO4111.
"A.E.. 1912, Industria, pips. 20-25 y 104-111.
"B.E I.,N' 16.16 de febrero de 1%97,pigs. 292.296 y 297;Aracena, op ai,pig. 305.
" A X , 1911,Indt~rias.pip.36~9;1912,I~dusuiaS,p~g.104111; 1913,Indmt,jas, e47;
1920,IndustriaMamdactucera,pigs. 26-29;B..S W ,Np 11,l de n-ennhve de 190.1,*g. 5 4 ~wnel
at..pigs. 205213.
dos10s casos era posible encontrar importantes excepciones.La tendencia en al-
gunos sectores h e el decrecimiento de la proporci6n de niiioshacia 1920.
~godistintoocurri6tantoenCsistalen~deChile~am~importanteempres
delrubro- comoen lasrestantesfbricasde vidrio,lasque mantwieron unaalta
proporci6n deniiiostrahjadoresdesdeprincipiosde siglohastafinesde10scua-
rents, en el primer caso,y por lo menos fines de 10s cincuenta, en 10sdemis
establecimientos.hi lo demuestra la estadisticadel sector de la abrerfa, la ce-
tdmica y elvidrio. La proporci6n h e alta hasta 1926,aiio en que finaliza la sene
estadistica,llegando a su miiximo en 1924,con un 37,7%, aunque el promedio
entre 1906y 1926se situ6 en un 30% (ver Cuadro NeI).A pesar de mantener
una composici6nsimilar en tkrminos porcentuales, la presencia de niiios expe-
riment6 importantes fluctuacionesen la cantidad absoluta, en relaci6n con 10s
periodosde crisisy expansi6ndel sector.En elaiiodemayorprosperidad -1920-
se lleg6 a ocupar a mis de setecientos niiios,mientras en otros periodos (1913
y 1914,por ejemplo) apenas se lleg6 a 10s ciento cincuentaZ8.
CuadroNe I
COMPOSICIONDELEMPLEO(OPERARIOS)
EN LA INDUSTRIAALFARERA,DE CEhMICAYDELVIDRI0.19031926
Aivos Fstablecimiincos Hombres Mujeres NiilOS t0m1
w * iv % iv % w %
1903 l ( 1 ) 105 70.0% 10 6.7% 35 23.3% 150
1906 5
1909 6(?)
1911 6(3)
191? 6 (3)
1913 5 (3)
1914 4(2)
1915 5 (3)
1916 5 (3)
1917 5 (3)
1918 6 (3)
1908 7 (4)
1919 7 (4)
1920 8(4)
1921 7(4)
1922 8 (4)
1923 lO(6)
1924 11(6)
1925 11(6)
1926 9 (7)
F~ENTES:B.S.EF.,NP2.1 de febrero de 1903,pig. 55;Sociedad de Fomento Fabril,Rer&enesJenwa[eF
~elaEslad~icuIlpd~~~ct+iol,1908:Soci,edadQ Fomento FabrilyMinisteriodeIndustriayObrasPtiblicas,
EstadirticaIndustrial de la Wdblicade Chileca7erpondimiea1 alio 1909,1910; A.E.,1909-1926.
301 56.7%
267 53.6%
303 59.8%
565 60.5%
638 60.6%
306 57.2%
250 54.1%
359 51.4%
700 54.5%
897 54.0%
1.166 62.1%
1.364 63.1%
1.357 57.9%
777 63.7%
972 65.0%
1.307 59.2%
1.069 52,3%
1.155 58.6%
1.197 61.5%
80
80
66
119
113
72
61
110
174
190
215
178
260
128
207
E 1
205
143
166
15.1%
16,1%
13.0%
12.8%
10.7%
13.5%
13.2%
15.8%
13.6%
11.4%
11.5%
8.2%
11.1%
10.5%
13,896
10.0%
10.0%
7,256
8.5%
150
151
198
249
302
157
151
229
410
573
495
618
725
314
317
679
771
674
584
28.2%
30.3%
27.2%
26.7%
28.7%
29.3%
32.7%
32.8%
31.9%
348%
26.4%
28.6%
30,9%
25.7%
21.2%
30.81
37.7%
34.4%
31.0%
531
498
507
933
1.053
535
462
698
1.284
1.660
1.876
2.160
2342
1.219
1.496
2.207
2.045
1.972
1.947
o n
Adiferenciade ohasramasindustriales,laparticipaci6nde niiiosen laindus-
triadelvidrionodecay6,porlomenoshasta 1926.EstoIlev6aque elpesorelahvo
de10s nhioscristalerosdentrodeltotaldenifios-obrerosfueracreciente,pasando
de un promedio de 3,4%entre 1908y 1913a un 12,4%entre 1917y 1920y un
14,5% entre 1923y 1926*g.
Paralosaiiosposterioresa1926,laimportanciarelativadelosniiiosenlaind~
triadelvidriono puedeserdetalladacon la misma precisi6n. Sin embargo,existe
informad6nque seorientaa confirmaruna altaproporcidndeellos.Por ejemplo,
en 1936se asegurabaque en la FsbricaNacional de Vidrios laboraban unos cua-
trodentos habajadoresmenoresde diecis& aiios; 10sm i s pequefios tenian ocho
aiiosdeedadsO.En 1940semencionabalapresencia denixiosdedoceaquinceaiios
enesemismoestablecimientogl.Alaiiosiguiente,lasdenunciasptiblicasprovocaron
que secomunicaxael despidode 10smenoresde quinceafios, aunquedesconoce-
mos sitalesanunciostuvieronefectosrealesge.En 1942,un 22% de 10stresmil qui-
nientosobreroso y a d o s en las57Pbricasde vidrio regishadase m menoresde
dieciochoaiiosss.En esta ipoca, como podemos observar, las estadisticastendian
aregismalosmenoresdedieciochoaiios.Siembargo,para elcas0delasPbricas
de vidrio,varios testimoniosconfirmaronla presencia de nifiosde trece y catorce
aiios.En 1945,s610 en Cristalenasde Chiletrabajaban270menoresde edad,loque
representabauna proporci6n cercanaa115%de 10strabajadoresde ese estableci-
mientos4.En 1949,todavia sedenunciabala participacidn de menoresdediecisiis
aiios en el tumo noctumo, incluyendoa niiiosde trece aiioss5.
Si bien en la dicada de 1950la presencia de menores de edad en el sector
industrialh e cada vez mis reducida, 10svalores todavia eran altosen las fbricas
devidrio,asicomoen omsramasindustriales.En 1959,encuatrofbricasdevidrio
encuestadas seocupabaa cientosesenta menores,que representabanun 12%del
total de habajadoresde esas empresas. Dos futuros dirigentessindicales, Alberto
Muiiozy Hector Carrasco, se incorporarona lasPbricasde vidrio Irisy Toro,a 10s
nueveyquinceaxios, acomienzosde 10scincuentayde10s sesenta,respectivamen-
te. Sibien en Cristalenasde Chile,en esosaiiosya nohabiapresencia de niiios,en
otrasindustrias-como las citadas- todavia ocupaban un importantelugaP.
Glculosbasados en las mismasfuentes mencionadasen el CuodmN* 1.
“LA Opznwn,Santiago, 6 de enero de 1936; TdunaJuumil.Santiago, enero de1936.
’I Mundo Nuevo,Santiago, NP1, s/f (c. agosto de 1940).
Ip Mundo N w o , Santiago, NQ4. 22 de febrero de 1941.
” Direcci6n General de Estadistica, Vkintealiosdel+lacib socinl, pigs. 106110.
’‘ElianaParedesDureaux,El trabajodelosmenom, pig. 81. La autorano precisaclaramenteel total
de trabajadoresen esta fibrica (1.5006 1.890).lo que hace fluctuarla proporci6nde menoresenue
18%y 14.3%.
”ArchivoSindicato Industrial Oistaleriasde Chile,L hdellam, 194&1950,reuni6n general de
delegados. 12 de may0 de 1949, f. 402.
’@Elestudioselective arroj6altosporcentajesen 10s establecimientosencuestados:nrias fibricas
decahdo(12,6%),unafibncadeplLtico~16,8%~,unadeenIozados(13,6%),unadecaramelosyconfites
(11,2%)ydosdeconfecci6n deropa (11,I %). Universidadde C h i l e , ~ n ~ ~ ~ a ~
mlosid&, pig. 43. EnuevLta aAlberto MuriozVgliz, 21 de agosto de 1996y Hector -0.14
de agustode 1996.
Respectoa las remuneraciones, existiauna gran dispersi6n salarial. En 1903,
en promedio,10s vidrierosadultos ganaban $150a $200 al mes,y 10s empajadores
$120a$150.Lasmujeres, en cambio, recibian$25a $30mensuales.Losniiioso b
tenian entre $16y $65al mes. La brecha salarialera muy grande, aunque de ello
no se puede inf‘erir necesariamenteuna discriminacidn por edad y sexo,ya que
tambiinaquiseexpresandiferentestiposdeoficioygradosdecalifica~i6n~’.Espro-
bable que10selevadosdarioscorrespondientesa losvaronesadultosseexpliquen
por la presencia de obrerosinmigmntes,altamente calificados;sin embargo,esta
situacidn se h e modificando con 10saiios3*.En 1906,lossalariosde 10s hombres
estabanentre10sm5saltosdentrodelsectorindustrial ($22,50alasemana,menos
de lo que ganaban en 1903),por sobrelo observado en la industriade cervezay
alcoholes($14,65),alimentos($13,70),textiles ($13,10)ycueroycalzado($14,75).
S610 se comparaban a 10sque recibian 10s obreros@cos ($22,05).Los salarios
delosniiiosestabanbajoelpromedio ($4,80ema anal)^^.En 1908,lasituaci6nvolvia
a cambiar:10s salariosde 10shombres en la industria del vidrio coincidian con el
promedioen todo el sectorindustrial,incluso reduciindose en tirminosnomina-
les (a$20,25semanal);10sniiios, por suparte, siguieronmanteniindose entre10s
mis bajos40.
En 1912, susalariopromedioen laindustriaerade$1,70a1dia. En 10ssectores
dondela proporci6ndeniiioseramis alta,lasremuneraciones e m r n h bajas. Las
fbricasdevidrio-con un 30%de manode obrainhntil- pagaban $1,45,esdecir,
bajoelpromedio.Algosimilarocuniacon1asPbricasdebebidasgaseosas (con24%
de niiios, a quienespagaban $1,50),de conservasde fiutas y legumbres (11,9%y
$1,24eljornal) yde f6sforos (16,7%,$1,15).Mis cercadel promediose situaban
las Libricasde galletas (21,7%,$1,63),de fideos (28,3%,$1,60),elaboradoras de
madera (20,1%,$1,80) y de cajones (26,8%,$1,80 eljomal). Los m k elevados
salariospara niiiosestabanligadosa zonasgeoflcamente apartadas (Ebricasde
conservasde mariscos)y a industriascon oficiosque requenan de aprendices (en
Libricasde maquinarias,fundicionesy lit~grafias)~’.
Lamanode obra en estarama industrialobsembaimportantesfluctuaciones,
derivadasde 10sciclosde expansi6ny contmcci6nde la demanda. La industriana-
cionaldelvidriodependia,en granmedida,de la demandaintema,especialmente
laqueejercialaindustriacervecera,queorientabagmnpartedesuproducci6nhacia
el consumode 10s tmbajadoressalitreros.Por lomismo,suproducci6n eramuyde-
pendiente de la mineria del norte. Tambiin influiala demandaextema que ejer-
cian 10s paisesvecinos,como Bolivia y Argentina.
”B.S.FR, N’ 2.1 de febrero de 1903, pig. 56.El salariomensual de 10s nitios se caicul6sobre la
base de veintiseis dias trabajados.
M L adelante volveremos sobre lo mismo.
’ISociedadde Foment0 Fabril.ReninMlerirneralerdelaertadislicaindustrialcorrerbondienteo lasfnc-
VinciasdeAconcagua.Santiugo, O’Hi&ns, Colclu&a, Curid,Talca,Linam,Made, Nuble, Conc+ibn,Arauco,
B b B h CauCin, kldiuia i Llanquiliue, pig. 12.
“A.E., 1909, Industria, pigs. 492 y 493.
“La h i c a excepci6n parece corresponder alasfibricas de azccar.donde existia una importan-
Presenciade nitios (13,5%)ysalarios muysuperioresai promedio ($2.20);AX., 1912. Industrias,
:
1Pigs. 104111.
31
Un ejemploque ilustra esta dependenciase produjo en 1921. Por efecto de
la crisissalitrera,eseaiiodebieronlimitarsuproduccidnlasfbricasdeRancagua
ySantiago,apagandosushomos,loqueocasion6importantesdespidosdetrabaja-
dores. La de Rancagua cerrd definiti~amente~~:
“En1922,la fbrica comenzd a pamr 10shomos,por falta de
pedidos,segiinlospatrones.Aseguraronquelacompetendahabia
aumentado en Chileyque sehabia cenadoelm k importantede
Operariosde la fundici6n de vidrios,en L p h a h ma,.&
torno I, pig. 164
An&=,
!
LaFedmam’n Obrma,Santiago,24 de agosto de 1921.
10s mercados extranjeros, Bolivia. Pam averiguar si era cierto, el
sindicatoacord6mandaruna delegaci6na hablarcon el embaja-
dor boliviano. Era verdad. Lasbotellas fabricadas en Alemania
desplazaban del mercado boliviano a las botellas chilena~”~~.
El desarrollode la producci6n nacional de enwsesde vidrio (queincluso pe-
new6 el mercado latinoamericano)se log6 abasteciendo a las industrias de con-
s e w , bebidas,vino y cervezaa precios mis bajos, que permitieroncompetir con
10sproductosimportados.En 1903,sedecia:“todos10sarticulosenumeradosimu-
chosotrossonmisbamtosque10seshanjerosen un 20%idemuchamayorsolidez.
hi por ejemplo,la docenade botellas vineras estranjem importa$2.20 i la de la
Gbricasolamente1.30”44.Con todo, la demandaintema y extema resultaba insu-
ficientepara sostenerla producci6nfisica de la Eibrica,la que suftia fluctuadones
ciclicas, con consecuenciassobre la mano de obra.
Elproteccionismoindustrialquesedesarroll6despu6sdelacrisisde1929-1930,
y queficilit6,en el cas0 de la industria delvidrio, la fibricacih de bombillas elic-
micas, nopudo evitarlosefectosqueprovocabalainsuficientedemanda,tantointer-
na como de 10s paises de la regi6n. A mediados de 1948,el principal homo de
CristalenasdeChiledebi6paralizarpor“fltadepedidosdemercadenas”.Pampaliar
la situaci6nse intent6 conseguir la rebaja de derechosaduanerospara exportar
botellasahgentina.Amediadosdelsiguienteatio,sevolvi6arepetir la ~ituaci6n~~
El tmbajode 10s niiiosen la industriadel vidrio estuvoasociadoa ocupaciones
especificas.h i como en otros establecimientosse encargabande hacer roscas (Ei-
bricasdefideos),pegar etiquetasyenvasar(Eibricasdejab6n,azlicar,fbsforos,con-
servasygalletas),en la industriadelvidrioexistieronoficiostipicamenteinhntiles.
S610 unos pocos eran aprendicesde maestrosvidrierosy de mec2nicos“j.Lamayor
proporci6n desarrollabalaboresrepetitivas, no calikadas.
Un importantenhnero de niiiostrasladabaobjetosdevidriodesde10shomos
de fundici6nhacia 10shomos de temple o de archa4’.h ilo describiaa principios
de siglo,con m6s detalle,un autor:
“Sihabeisvisitadoalgunavez,por ejemplo,unaEibricadevidrios,
habreisvisto un grupode pequetiuelos que reciben del soplador
de botellasel primerproductopara llevarloen una especiede ca-
nastilloa otro obrero que tomea el brocal de aquellas,y que de
allillevan a 10s homos de templar las botellasya fibricada~”~~.
IsJose Miguel Varas, Chack, pig. 42.
B.S.KE, NQ2.1 de febrero de 1903,pigs. 5 S 9 .
Archivo SindicatoIndustrial Cristalerias de Chile,L i b deActas, 19461950,Sesidn ordinaria,
4 dejunio de 1948,f. 253; Sesidn extraordinaria, G dejulio de 1948,fjs. 257 y 258;reunidn genelal
ordinaria, 7 dejulio de 1949, f. 421.
‘‘BOletin dela O&na del Eabajo (en adelante B.OJT), NQ15,1920,pig. 219.
“Pwedes, op. &I., pig. 82; Universidad de Chile,op. cit., pig. 53; entrevistaaArturo Saavedra, 3
”Juan Enrique Concha, Confeenciassobreeconmniasocial dicladasen la UniuersidadCatblicadeSan-
de marzo de 1995.
tiago de Chile pig. 241.
3 3
Los“nhiosarcheros”otransporiadoresrealizabmlalabordemsladarlosobje-
tosreciin moldeadosdesdeel homo de fundici6nhacia el homo de archa (0de
temple),donde10sesperabael archero, ocupad6n que era siempredesempeiia-
da por un adult^^^.
Tambiin habia niiios sopladores,que se iniciaban en el oficio a corta edad
pamconvertirse,asi,enmaestroscuandotodavianollegabanaseradultos.Lameca-
nizaci6nen la producci6nde envasesredujo la extensi6ndel oficio,aunque no
loelimin6,sin0muytardiamente54EnCristaleriasGiraude,establecimientoubica-
do en Valparaiso,la participaci6nde niiiosen estaactividadse extendi6hasta 10s
aiioscincuenta;por entoncesse denunciabaque alli 10sniiiosno s610 se dedica-
bana “transportarcucharetasconvidriosfhdidosdesdeelhomo”sinoqueademis
debian darle la forma a la vasija soplando con la boca5I.
0- tareaspropiasdeniiiosenlasfiibricasdevidrio,yqueaparecenmencio-
nados en la dicada de 1920,eran las de levantador, revisador,sacador de vidrio,
puntillador,colatero,palero,calentador,destacador,caiieroymoldero.Variasde
estasactividadeseran desarrolladastambiin por adulto~~~.En el cas0de la empa-
jadura de damajuanas, el oficio era desempeiiadotanto por hombres como por
mujeresyniiio~~~.Lamayoriadelosmuchachostrabajabadirectamenteenlamani-
pulaci6n delvidriofundido,esdecir,en aquellaetapademayorcomplejidad,que
implicabaun mayor cuidadoyceleridad,para evitarlas consecuenciasde10scam-
biosde temperamy depresi6n.Lostestimoniosdealgunosobrerosmencionan
la necesidad que existiade contar con Niiosigiles pararealizar estaslabores.Ge-
neralmente el trabajo se realizabaa marcha hpida, acelerando el p a ~ o ~ ~ .
En ladicadade1920habia niiiosque eran ocupadoscomosuplentes,en cas0
de ausenciade personal (10shabia tambiin adultos). De este modo, se evitaba la
paralizaci6n de 10shomos. Otra categoria, posiblementeasociadaa la anterior,
era la de “niiiosde re~erva”~~.
En 1921tambiin se mencionaba la presenciade niiios aguadores.A media-
dosde la decadasiguientetodavia “existiaun serviciode niiiosque repartia agua
alosquetrabajaban”,debidoaqueistosnopodian “abandonarlafaena”.Poralgh
“Paredes, op.cif., pig. 82; Universidad de Chile, op.d.,pig. 5B;Jmficia,Santiago,23de febrero
de 1925;Alicia Texier Cortis,Fun& sociol dela Inrpeccidndd Tmbajo,pigs. 102y 103,hace mencidn
errdnea al ‘hachero”; entrevista aArturo Saavedra, 3de marzo de 1995.
”OJmticiu,Santiago, 23 de febrero de1925. Entrevistasa Albert0 Muiroz, 21 de agosto de 1996y
Hictor Grrasco, 14de agosto de 1996.El oficio de soplador tambiin es mencionado como una de
las ocupacionesinfantiles para el cas0 dela industriadelvidrio en Brasil.Blanco. op. cit.,pigs. 33y 48.
Texier, op. cif.,pfigs. 102y 103.
En la no’menclaturainterna, est= tareas eran diferenciadas s e e n correspondieran a adultos
o nbios.h i , porejemplo, habia “niirosdel cone y grabado” y ‘niiros archeros” (que p hemos men-
cionado), para distinguirlosde 10s adultos que desarrollabanactividadessimilareso cercanas. Viae,
al respecto, A.N.D.G.T., vol. 68, Comunicaciones Enviadas, NQ695, Informe de Eduardo Schmidt Q.;
vol. 99,varios (1924),cartadel secretariogeneraldelaF.o.cH.aMoisCsPobleteTroncoso, 12dejunio
de 1924,y pliego de peticiones;Justicia, Santiago, 23 de febrero de1925.
5’ B.OJZ, NQ15,1920,219 p i g .
54 Enuevista a Armro Saavedra, 3 de mano de 1995.
A.N.D.G.T., vol. 68, Comunicaciones Enviadas. NQ695, Informe de Eduardo Schmidt Q. ,
tiempoesteservicioh e suspendido.Sinembargo,h e reestablecidocon10saios,
yaqueunantiguodirigenterecordabaquetodaviaexistianenladkcadade194056.
LAS CONDICIONESDE TRABAJO
Lasrelacioneslaboralesy las condicionesde trabajoen la industriadel vidrio tu-
vieron,desde su origen,el sello caracteristico de la gran industria. En este sector
no existi6una tmnsici6n del taller artesanala la producci6nhbril: las caractens-
~ tiasdel proceso productivoy el escasodesarrolloquehabia tenidolahbricaci6n
, del vidrio no lo permitieron. En Chile no existia una mano de obra dedicada a
~ talactividadque hubiera servidode base ala nuevaindustriapor lo que hubo que
traer maestros desde el extranjero.
~ Lasrelacioneslaboralesen laindustriadelvidrio estuvierondominadas-des-
de su nacimiento- por las condicionesen que se desarroll6 el sector, esto es, el
~ gran tamariodela empresa,la an6nimapropiedadde10saccionistasy la interme-
’ diaci6n de gerentes, administradoresy capataces.
1 Las caracteristicaspropiasdela producci6ndevidrio,que imponia elb c i o -
namientocontinuode10shomos y la organizaci6ndel trabajoen tumos, ademais
de lasdurascondicionesderivadasde laalta temperaturade 10shornos (quepro-
vocaba elevados niveles de deshidratacibn),la insdiciente ventilacibn, el polvo
devidrio,lahumedadylosfi-ecuentesaccidentes (quemadurasycortaduras),he-
ron el context0en que se desarrolld el trabajo en estas industrias5’.
En 1921,se denunciabaque en la Faibrica Nacional de Vidrios dos niiios, de
doceaiiosde edad,sededicabana quebrargolletesde botellas.Tantolascortadu-
ras como el polvo fino de vidrio que se desprendia hacian extremadamente pe-
ligrosala labor. Ese mismo aiio, un informe serialaba:
’
“en el tmbajo que se efecnia en 10s talleres donde se desarrolla
muchocalor,deberian usaranteojos,yen las cariaspistonesque
pudieranserdeus0personalydesinfectarseconfi-ecuencia.Tam-
bien es de absolutanecesidad emplearaspiradorespara ciertas
mgquinas,comoasimismocaretasprotectoras[...I. Mientrastan-
to,ya que no hay caretas,10sobreros suelen usar paiiosmojados
que 10s proteje de estos nocivos el em en to^"^^.
Inicialmente,enesafibrica, eltrabajoestabaorganizadoendosturnosdedoce
boras cada uno,correspondiendo el tiempo efectivode trabajoa nueve horas y
media (elresto se ocupaba en descansoy alimenta~i6n)~~.Este sistema todavia se
“A.N.D.G.T.,vol. 68,ComunicacionesEnviadas,N’695,lnforme deEduardo SchmidtQ.;T7bw
”Lascondicionesde trabajo aparecendescritascon frecuenciaygran coincidencia porlostesti-
68A.N.D.G.T.,vol.68,Op. tit.
’‘B.S.M. NP2,1 de febrero de 1903,pigs. 55 y 56.
nQ.b’JW Santiago,enero de 1936;entrevistaaArturo Saavedra, 3 de mano de 1995.
gos de la ipoca.Viae, por ejemplo, Varas, op. cdt., pPg. 20.
3 5
mmtenia en 191260.Algunosaiiosmis tarde,estasituacidncambib.En 1921,el tra-
bajo estaba organizadoen tres turnos: el primero comenzabaa las siete de la ma-
iianay terminabaa las tresde la tarde;el segundo comenzabaa las tresyfinalizaba
a las oncede la noche;el tercerose iniciabaa las oncede la nochey concluia a las
sietedelamaiiana. Segtinlainspeccidnr e b d aeseaiioporlaOficinadelTrabajo,
en el turn0 nocturno “secuida de emplear el menor n h e r o de niiiosy mujeres.
A pesar de esto hay 80 niiiosy 30 mujeres’’61.
Porentonces,lasdesnipcionesdelascondidoneslabomlesquedebianenftentar
tanto adultos como niiios enfktizabancon nitidez 10saspectosnegativos que esta-
banasociadosal trabajoindustrial.Tiatandodematizarestosjuicios,algunosobser-
vadoresintentarondestacarque las condicionesde trabajo en la industriaposible-
menteno eranmejores nipeores que lasquevivia-por entonces- una importante
cantidad de personas en 10sconventillosy cuartos redondos. Estavisidnqued6 re-
gistradaen un informerealizadopor unacomisi6nvisitadoraen 1921,laque habia
examinado “condetenimientoel aspectode estospequeiiosobrerosy tuvo el dis-
gustodever en ellos caraspilidasy en algunos,escdfulas,sign0defuturatubercu-
losis”.Sinembargo,segGnsuopinibn,laresponsabilidadnoeraexdusivadelascon-
diciones en que se realizaba el trabajo sino tambiin de la pobreza en que Vivian:
“comodeciamos,10sniiiosno tienen elaspectode10sniilossanos
y robustos.No hayque cargartoda la situaci6nde inferioridadde
10sniiios a1taller. Basta con ver 10sconventillosen que viven. El
salariodequegozanlasmadressisonviudasparaguzgar [sic]que
en gran parte tienen tambiin la culpa ambas cosas. Las familias
vivenporlogeneralencuartosredondosendondesellevanacabo
todos 10sactos de la vida”6p.
La aplicacidnde la Ley de Inshuccidn Primaria oblig6a que la FgbricaNacio-
nal deVidriosasegurarala escolaridadminima de sus nixios-obreros.Ya en 1921 el
establecimientocontaba con “escuelasregentadaspor maestros pagados por la
gerencia”,segtinun inspectorvisitador. Estabareglamentadoque 10sniiiosasistie-
ran a clases durante una horn y media,wriable segtin 10s turnos: a1primero le
correspondiaentre las 13.00y 14.30 hrs.; al segundo entre las 15.00y 16.30hrs. y
al tercero entre las 19.30y 21.00 h r ~ . ~ ~ .
La realidad no parece haber estado tan enmarcada en la legalidad, como se
podriasuponer.Amediadosde 1925,a h con 10sawncesexperimentadosen ma-
teria legislativa, se hicieron Mliasdenunciasacerca de las d m s condicioneslabo-
d e s que debian soportar10snsos. Segtinun peribdico, la fibrica habia “hecho
unariclameenormeconuna escuelaquefund6,pero,comosiempreestasmanio-
‘“AX.,1912. Industrias,pigs. 104111.
6’A.N.D.G.T.,vol. 68, op.cii.
02 Illid.
e.s %d.; Paredes, op.d.,pigs. 80y 81;esta dltimaautora seaala equivocadamente quela escuela
fue fundadaen 1923.
bras se hacen para engaiiara las autoridades”.La citada escuela, a1parecer, no
,--plia consufunci6ny s610 trabajabanen elladosprofesoresdebox. L aempre-
sa tenia un pequeiio policlinico debido a 10scontinuosaccidenteslabodes; sin
embargo,si 10soperariosaccidentadosperdian las vendas o el algod6n debfan
pagar su costo. La Ley de Instrucci6nPrimaria Obligatoriano era aplicada y la
fbrica tenia el “recorden la explotaci6na la infknciay maltratoy atropellosa1
personal”.Losniiios, en su mayonamenores de ocho aiios, eran golpeados por
el capataz‘j4.
h icomoocurri6concasitodaslasgrandesempresasenlad6cadadel treinta,
Cristaleriasde Chile organiz6un completoserviciode bienestarsocial en 1934.
kste estaba integradopor dos asistentessociales,dos mtdicos, un profesory un
practicante.Bajosudependenciaseencontrabalasalacunayel“casino”(comedo-
res).En este tiltimo,a 10sniiios se les cobrabala mitad que a 10s obrerosadultos.
S e euna futuravisitadorasocial,el serviciosocialatendiaa quienesconcum’an
a la oficinaa solicitarayuda,‘‘yellosnuncason,por cierto,obrerosmenores,sino
quesiempreadultos”.Anualmenteseefectuabauncontrolmidicoa todos10stra-
bajadores,a travtsde un examende radioscopiay otrode piel. En cas0de encon-
trarse alguna lesi6n incompatible con el trabajo, se comunicaba a la secci6n
personal “paradesahuciar a dicho menor oacogerloa alguna proteccibn,s e e
sea el caso”‘j5.
Frontisde la PlantaVicuria Mackennade Cristaleriasde Chile, afines de ladicadade 1940. Crirtalito,
NPLjulio de 1989,pig. 4.
Judicia, Santiago, 2 de abril de 1925.
Paredes, oh. rit.. nip. 80.
37
Todaestainfiaesmcturanohizo mejoiarsustancialmentela situacihde 10s
niiiosen la industriadel vidrio.Asi lo denunci6Luis Solis, delegado obrero a la
ConferenciaPanamericana del Tiabajorealizada en Santiago,en 1936
“eltrabajo de las mujeresy 10sniiios, cuyaslimitacionesy prohi-
bici6nsonampliamentecontempladosen 10sconveniosratifica-
dosporelGobiernodeestepais, esotralocumdela organizaci6n
social vigente [...I. Los niiios proletarios,que logmn escapara
laacci6n del conventillo,quemansuesperanzaen lavida,en 10s
camposdesoladoso entre el polvo del vidrioy del tabaco. Sola-
mente las Cristaleriasde Chile ocupancuatrocientosniiios me-
nores de 16a f i o ~ ” ~ ~ .
Por entonces, las condicioneslaboralesno habian mejorado sensiblemente.
Tantoadultoscomoniiiosdebiansoportarelambientecontaminadode la fbrica.
“Alasemanacionesvenenosasdel plomo,la potaza,hay queagregarel calorinfer-
nal que reina en todos10stalleres. Losventiladoresno fimcionan,10stienen para
mosharlosa 10sInspectoresdel Tiabajo”.Ya noserepartiaaguaa 10sobrerosy “10s
muchachos tienen que soportardurante 8horn el calor y la sed,y cuando ya no
puedensoportarm byabandonanel trabajo,songolpeadospor 10scapataces.Mu-
chosniiioshan &do desmayadospor el calory la sedy en esteestadosonanastra-
dosalpatio”.S e eladenuncia,10scapatacesymayordomos“lesdande puntapiCs
a 10sniiiosy siredamanlesdescuentanmedio&a o10sdespiden”.“Enmuchasoca-
sionesloscapataceshangolpeadoalosniiiosconbarrasdevidrioscalientedejhdolos
marcados”.Enlasecci6nmolinos,losobrerosapenasalcanzabanatrabajardosmeses
ydebianpartiral hospitalSanJok,dondehabiamisde cienopeiariosdelafbrica.
“ElSindicato ha llegadoa cobrar cinco cuotas mortuoriasa1 me^"^'.
LasdurascondicionesdetrabajosiguieronpresentespormuchosaiiosenCris-
talerias de Chile. En la dCcada del cincuenta,en algunas seccionesde la planta
ubicada en VicuiiaMackenna se seguiacargado el material“a1hombro”y el pro-
ceso de composici6n (mezclade materiales) se realizaba con ayudade palas. En
10ssubtedneos,dondesealmacenabael carb6n,serefugiabandelincuentesque
nosaliana1exterior;alliera peligrosoentrar.DuranteunaCpoca,10sempajadores
proveniandel taller de la Penitenciaria.En la fbrica imperaba, en muchos sen-
tidos,la “leydelm b fuerte”. I+ mayoria de 10strabajadoresalmorzabaen plena
calle y seguia utilizando el clisico “tarro choquero”68.
Todavia,a mediadosde la dtcada de 1940,losniiiosde Cristaleriasde Chile
realiiban el trabajo en turnosa1igual que el resto de 10strabajadores,rotando
cadasemana,lo que significaba el incumplimientode un conveniocon la Inspec-
“Lu Wnwn, Santiago, 6 de enero de 1936.
*’ T&umJuumil, Santiago,enerode 1936:en 1938todaviasedenunciaba elcastigoaplicadocon
varillasdevidrio ardiente,por10s capataces.Wasea1respecto,Rutadelajuvmtud.I n f m y rerolucionec
dela JI Conferencia Nacional delmJuuentuda ComunislasdeChile. I5,16y 17 deah1 de 1938.pig. 5.
sr EnuevistasaJulioAvenGo, 28denoviembre de1995.YAntonioHerren,26dejunio de1995.
3 8
ci6nProvincialdelTrabajoqueestipulabaqueeltrabajoenturnonocturnodebian
realimrlopreferentemente 10smayores de dieciskisaiios.Adeds, aunque el re-
glamentointerno prohibia a 10sniiios babajar horasextraordinarias,estossolian
LLbUrlar”lavigilanciade 10salistadoresy trabajabanotrajornada alterminar lapri-
mem (sistemaquedenominaban ‘6redoble”)60.Laaltatemperaturade 10shomos,
queproduciaunagrandeshidrataci6n,obligabaaquelosniiiostrabajaran“penna-
nentementedesnudos”.Ademis,lohaciansincalzadoespecialni elementospro-
tectores contra lasquemaduras7’.
aplicaci6nde la legislaci6nque hacia obligatoriala instrucci6n primaria
emlimitada.En 1945,la escueladel establecimientoteniamatriculados a setenta
Y cincoalumnos,aunquesucapacidaderaparacuarentaniiiosylaasistenciamedia
dediecisiete.Por entonces,la escuelafuncionabaun par dehorasa1dia,de lunes
a viemes. De tres a cuatro de la tarde para 10s que salian del turn0 de las tres,y
dedosatresparalosque entrabanalsiguiente. Atodoslosqueasistian, selesdaba
derecho a tomar “onces”en el “casino”.Ademis, la oficina de serviciosocial se
encargaba de enviaranualmente a un grupo de niiiosa coloniasveraniegas. Ese
afio se denunciaba:“ingresana trabajara la Gbrica numerososmenores ana&-
betos,pero conelcompromisodeasistira laescuelaque hay en ella,compromiso
que no cumplenjamis, ni la Gbrica se encarga de que sea ~umplido”~~.
Lascondicionesdetrabajoquehemosdescritotambienestabanpresentes en
10sestablecimientosmis pequeiios. En 1946, se denunciaba la explotaci6nque
suffiancercadesesentamuchachos,en laFibricadeVidriosLosAliados,ubicada
en la comuna de San Miguel. Trabajaban en una “cuevainsalubre”,sin medidas
deseguridady sometidosa maltratos. “Muchostienenla edadde diezaiios,yape-
nasselespagaquincepesos diariospor lasnueveh o mde trabajo,querealmente
son agotadoras”’*.
Todoloanterior no lo hemos conocidosolamentepor lavoz de 10speriodis
tas, 10s funcionariosdel Estado y 10strabajadoresadultos.Sin embargo, heron
10spropios muchachos10squedejaron elmisvivo testimoniode lascondiciones
en que trabajaban, como veremosa continuaci6n.
I
6oParedes,op.cic., pigs. 8CL84.Elsistemaderedoble,esdecir,eltrabajocontinuo durantediecisiis
horn, tambiin fue denunciado en Lwha Obrera,Santiago, primera quincena de diciembre de1943.
Io EmiliaAndia Portus, El tral~ajode 10s menure, pig. 10.
” Paredes, op. d.,pigs. a 8 2 .
”Mmdo Nueuo, Santiago,NP 9, primerasemana de abril de1946.
39
LOS NL&lOSY LA ACCIOM SINDICAL
~ 0 sniiiosque trabajaban en laindustriadelvidrioparecenhabersido10s primeros
-entre 10sque se ocupabancomoasalariados- en prticipar en organizadonesde
tip0sindical,cuandoelEstadotodavianolegislabaalrespecto.LapresenciadeNiios
en las Ebricas conserverasy del vestuario y en la extraccidn del salitrey el arb&
fuemiis numerosa. Hubo movimientoshuelguisticosen e m sectores que conta-
ron con su participaci6n.Sin embargo, no parece haber existido niiios-obreros
orpizados bajlo una estmcturasindical,corn0 10sh u b en la industziadelvidrio.
Poca es la informaci6ncuantitativaque permiteformarnosun cuadrogene-
ralde la presencia de niiios en la acci6n y organizaci6nsindical.Peter De Shazo
logr6caracterizarla composici6nde 10shuelguistasporsex0y edad,awque s610
respectode las huelgasque heron registradas con esa infomaci6n. Los resdta-
dosmuestrancambiosimportanks,sibien la explicaci6ndeellosno parece clam.
Entre 1902y1908,delasochentaycuatrohuelgasconsideradas,el22,6% (esdecir,
diecisiete)observaba la presencia de niiios y adultos (en,su mayoria hombres).
En cambio, en el pen'odo 1917-1921,caracterizadopor una mayor efervecencia
socia1,delasdoxientasveintidb huelpregistradas, d l oen catorce,el6,4%,hub0
presencia de nifiosjunto a a d u l t ~ s ~ ~ .
Para el cas0de 10sniiiosdela industriadelvidrio,desconocemosqu.6sucedi6
con ellos en el period0que va dede comienzosde siglohash finesde la segunda
dicada.Las primeras formas de organizacidn de 10s trabajadoresse remontm, a1
parecer,a 19Q7,cuandose produjo una huelgaaraizde un conflict0surgido entre
10sopelariosespaiiolesy la empresa.Fue el primerintentopor organizarseen una
sociedaden resistencia, per0 la represi6nejercidap r la empre-esay las diferencias
ques&produjeroncon10solxeroschilenos,abortaron-al parecer-el movimiento.
Noqued6registra$alaparticipaci6ndeniiios7'.Enlahuelgadeclamdael20demayo
de 1912y que se prolong6 por diedocho dias, 10s doscientoshuelguisfasde Ira F5-
brica Nacionalde Vidriosregresarona su trabajo sin conseguirla reducci6nde la
jornada a ochohorns.Tampocoquedaron testimoniosdelaparticipaci6nde niiios
en el con8icto75.
Pocosaiimdespds,m-eswgieronlosimpetusdeorganizaci6~yestavezlose~ec~o
senan mayoresy no d l o para 10sadultos. Wacia 1917/1918,los brabajadoresdel
Peter De Shazo, &Ban Wmhsand Labour Unwiran Chile 1902-1927,pig. 268.
' I La R&ma, Santiago, 4.6 y 9 de agosto de 1907.
"B OfZ,N* 4,primerfemer~rede1912,pAg.253;NQ5,seyndosemestrede1912,cuvdroinxrto
kspu6s de la pig. 98.
41
vidrio se organizaron,bajo la influenciaanarquista,en la Sociedad Solde Mayo.
Posteriormente,a consecuencia de la huelga de 1919,losvidrieros formaron el
ConsejoN" 5 de la Federacibn Obrera de Chile (F.o.w.), el que tuvo existencia
hasta 1922,cuando la crisisecon6micaprovoc6 importantesdespidos y la diso-
luci6n de la 0rganizaci6n~~.Con posterioridad,se reconstituy6el ConsejoN' 5.
Por un cormperiodo, 10strabajadoressealejaronde 1ar.o.m.(quidpor influen-
ciadegruposanarcosindicalistas),peroaprincipiosde1925,enunaasamblearea-
lizada en plena huelga -con participaci6n de adultos,niiios y niiias-, unos tres-
cientosobrerosresolvieronporcasiunanimidadaprobarsuregresoalainstituci6n,
constituykndoseenlaSecci6nVidrierosdelaFederaci6n0bre1-a~~.Afinesdeabril
de ese aiio, 10sniiiosya tenian su propia coordinaci6n: se reunian en asamblea,
agrupandoa todaslasseccionesidntilesdevidrierosde lasEbricasLa Confian-
za, La Nacional y El Crisol7*.
Todaestaestructurasindicaltuvosubaseenlaimportanteacci6nreivindicativa
que desplegaronestosniiios.AunqueCstadebi6 tenermdtiples facetas,semani-
fest6con mayorfberza-y de ahique podamosconservartestimonio+ con ocasi6n
de 10smovimientoshuelgu'sticos. La infoxmaci6nque tenemosde lashuelgasde
1907y 1912 son muy superficialesy no es posible inferirde ellasla participaci6n
de niiios. S610 en lasde 1919,1924,1925,1936y 1944estoh e factible.Por ello,
nos concentraremosen esos casos.
En la huelga de 1919participarontanto trabajadores adultos como niiios de
laFibricaNacionaldeVidrios.Elimpact0que provoc6,logr6concentrarla aten-
ci6nenlascondicionesdetrabajode10spequeiios.Elmovimientocomenz6afines
de mayo de 1919y participaron 1.230 trabajadores,incluidos trescientos niiios
y ciento treinta mujeres. Paralelamenteestall6 otra huelga en la planta de Ran-
cagua, establecimiento mris pequeiio, donde tambien se ocupaba a niiios, y que
perteneciaa lamismasociedadpropietariade la Ebricade Santiago.Losobreros
rancaenosadhirieron a algunasde las peticiones de 10s trabajadores de la ca-
pital. Participaron veinticinconiiiosde un totalde casidoscientostrabajad~res~~
Uno de 10sdirigentesde la huelgade Santiagoh e el hturo diputadocomu-
nistaJuan Chac6n Corona, quien recordaria con posterioridad:
"Lospuntos del pliego se discutian en pequeiios grupos, la voz
om6 por dentro de la industria.Una maiiana amanecimos10s
mil trescientos obrerosen huelga, sinMlar uno. Nuestro movi-
miento conmovid a1bamo y despu6s conmovi6a Santiago en-
tero. Peleamosen la calle. Desfilibamostodos10sdiasy gritiba-
mos hasta quedar roncos. Pediamosayuda a 10s comerciantesy
'6Varas, Op. cit., pigs. 26.30 y 4244.
"Juslicio, Santiago, 17 de febrero de1925.
'DA.N.D.G.T.,vol.56,FomulariosdeHuelgas (1919).huelgadelaFPbricadeVidriosdeRancagua,
Op.cit., 25 de abril de 1925.
31 de mayo de 1919.
42
a 10s trabajadoresde otras industrias.Todaslas tardeshaciamos
mitines. En discursosardorososdenunciibamos 10sabusos, las
malas condicionesde trabajoy devida. Loschiquillosque traba-
jaban en la fibricaeran 10sque m k bochinchemetian. Conmo-
via el especdculo de esos obreros-niiios,pilidos, vestidos con
trajesde10spadres,demasiadograndes,arregladosamediaspara
ellos,tirillentosymuchosapatapeli,desfilandocombatimente,
pidiendo mejores salarios.Parece que habia entoncesun poco
m h de prensa independiente. No hltaban articulos en 10sque
se denunciaban estos crimenesdel capitalismo”sO.
I
La huelga se prolong6 por un mesyfinaliz6con el triunfode 10sobreros.En
la organizaci6n de la misma, se@ Chacbn,particip6activamente Luis Emilio
Recabarren,tantoen el trabajode comisionescomoen suapoyoa la movilizaci6n
constantede 10s huelguistasy la promoci6n de la solidaridad de 10s restantes
trabajadores”.
En la Fibrica de VidriosYungay,de propiedadde la firma Weir, Scotty Cia.,
se produjo una huelga a mediadosde 1924.Todo comenz6 cuando 10s trabaja-
doresdelasseccionesplatinado,requemadoycorteseopusieronalnombramiento
de un nuevojefe, un “alemindkspota”,y se declararonen huelga,el 9 dejunio.
Iniciadoel conflicto,que por entoncesafectabas610 a una parte de 10soperarios
(incluidasalgunasj6venes obreras), el contadorde la empresaagredi6a punta-
piesal niiio MiguelNavarro, despidikndolojunto a otrosdos muchachos. ‘‘Visto
esto por sus demis compaiieritos-relat6 un peri6dico obrero-, hicieron causa
comb,y el dia 11el par0 se hacia generalen la fibrica, quedando en estadode
huelga un n h e r o de ciento cincuenta entre hombres, mujeresy niiios”8‘.Los
niiios, entre doce y catorceaiios, eran unos setentay cinco, es decir,la mitad de
10shuelguistas.
Los dirigentesde la F.o.w., que se habian apersonadoen el lugar en cono-
cimientodealgunosincidentesconCarabineros,presenciaronelgirodelosacon-
tecimientosa m‘z de la agresi6nfisica. El pequeiio Miguel se dirigi6 al improvi-
sado auditorio.Ante la generalizadaparalizaci6n y la salidade 10soperariosdel
establecimiento,10s trabajadoresse dirigierona1local de 10ssombrererosy alli,
en asamblea, 10shombres adultos, lasj6venes obrerasy 10sniiios (Cstosliltimos
e m la mitad de 10sasistentes)acordaron incorporarsea 1aF.O.GHy designaruna
directiva.Losobrerosalemanesquetrabajaban enlafbricaseadhirieronalmovi-
I
varas, op. at,pigs. 29 y 30.
‘I La informaci6nque entregaChac6ncuarentaafiosm h tardeconcuerda,enlosustancial,con
hdatos recogidos.en la ipoca, porla OficinadelTrabajo.S610 difierenen laduraci6ndel conflicto:
cuarenta y cinco dias segtin Chac6n y treinta ydos s e g h la informaci6noficial. A.N.D.G.T.,vol. 56,
FormulariosdeHuelgas(1919),huelgadelaSociedadFibricaNacionaldeVidrios,31 demayodel919-
2 dejulio de 1919.
LQFedsaao’nObrero,Santiago, 15 dejulio de 1924.
43
miento.Elpliegopresentadoincluiaaumentossalarialesyelreintegrode10snifios
y un adulto despedidos,la reposicidndeljefe removidoy la “higienizacidn”com-
plea de la Eibrica.S iembargo,a pesar de 10sdesfilesy la instalacidnde una olla
comh, elmovimientono consiguidsus objetivos.Aprincipiosdejulio el conflicto
Jinaliz6:la asambleadebi6resolverque 10s trabajadoresquedarian en libertadde
acci6n.Algunos maestrosvidrieron habian “traicionado”el movimiento y,por
entonces,lamayoriadeloshuelguistasyaestabaocupadoenotrashenas.Losobreros
alemanesapoyaronlahuelgahastaelh a 1y,viendoel girode 10sacontecimientos,
optaron por volver a sus p’sess3.
Elaxiosiguiente,1925,fueexcepcionalmenteactivoen huelgas.Anivel nacio-
nal participaron cincuentamil trabajadores. De ese total, casi seis mil pertenecian
aEibricasdevidriosybotellas,lasqueparaluaronenseisocasi~nes~~.Laprensaobrera
entregddetallesdealgunasdeestashuelgas.El10defebrerode1925,eldiarioJwticia
informabade unade ellas,declaradaen la FfibricaNacionaldeVidrios,en deman-
da de mejom salariales:las remuneracioneseran bajas y fluctuabanentre $2,40
y $4. Con el compromisopatronalde responder el petitorio dentro de unos dias
v de no aolicarreDresalias,10s huelguistasvolvierona sus laborespoco despuCss5.
Hue@ infantil en la Fibrica Nacional de Vidrios en 1925. Grupo de nifios frente al d i a r i o w m
Ju.du+u, Santiago, 15 de mano de 1925.
LaFalenndn Obwa,Santiago,13-25dejunio de1924,6y 15 dejulio &1924;A.N.D.G.T.,vol.
99,Varios(1924),carfadelsecretarkgeneraldek r.0.m. aMoEsPoMeteTroncoso,12dejuniode1924,
y pligo de peticiones.
a‘A.E., 1925,vol. IX, Industria Manufactusera, pig. 61.
““Jicio, Santiago, 10y 11 de febrero de1925,8 de mano de1925
44
cumplidoelplazoY conuna respuestanegativadela gerenciade la empresa,
10s mbajadoresdecidieronparalizarnuevamente. Estavez la informaci6nde la
prensafuemisexplicitaddescribirelmovimiento.Lahuelganotenialasmismas
caractensticasque la antenor, realizada en 1919, que habia contado con la par-
ticipaci6nde adultosyniiios.El titularde la prensa destacaba:“200niiios serebe-
lan conha la tihnica opresi6n capitalista y se cluzan de brazos”86.
bunidos en asamblea,en ntimerosuperiora 10sdoscientos, 10sniiios, orga-
nizadosen la Secci6n Infantil de Vidrierosde la ~ . ~ . ~ ~ . ( f o ~ m a d apocos dias an-
tes),declararon la huelga.
“Enesta hermosa reuni6n -anotaba un periddicoobrero- for-
mada por niiiitasmujeres,niiiitos hombresy algunascompaiie-
rasgrandes,era imponentever una asambleade estanaturaleza
formada por el elemento mPs debil de nuestraclase, como son
estendcleodehturosrevolucionariosquetodaviadebieranestar
en la es~ue1a’’~’.
La Secci6nVidriosde laF.O.CH., formada por 10strabajadoresadultos-tanto
hombrescomomujeres-, no particip6 condemandaspropias en el petitorio pre-
sentadoa la gerencia. Sin embargo,aunque nada pedian para si, solicitaron se
aceptarala petici6n de 10sniiios, para no verse obligados,seg6ndijeron,a tomar
parte en el conflictoss.
El dia 18 de febrero, mPs de trescientos niiios y niiias, acompaiiadospor el
resto de 10strabajadores de la Ebrica, recomeron 10sdiarios LaNun’dn,EZMw-
curioyJrnticiu, exponiendo las razones del movimiento. A las ocho de la noche
llegarona1localde este6ltimodiario:“llenosdealep’a y entusiasmo,entonando
cancionesrevolucionariasy dando sonorosy estruendososvivas a la Federaci6n
Obrerade Chile”.“Frentea nuestraimprenta,imponenteera el especkiculoque
se okecia a nuestra vista”. Hubo algunosoradoresadultosque les hablaron a 10s
niiios en nombre del peri6dicoy de la F.o.cH.~~.
Al dia siguiente, 10s niiios volvieron a reunirse y acordaron nombrar una
comisi6npara solicitara1intendentedeSantiagoqueintercedieraanteelgerente
de la fibrica. Recomeron las callesy la comisi6n ingres6 a la Intendencia.Esta
comisidnestabacompuesta por niiiasy niiios de ocho GOSde edad,ademis del
delegadode laJunta Ejecutiw de la F.O.CH., Carlos Sepdveda. Fueron recibidos
por el secretario del Intendente, quien cit6a una reuni6n para el dia siguiente,
entre el Intendente,la gerenciade la empresay la comisi6n.S e e n el peribdico,
el funcionario qued6 admirado de la corm edad de 10s niiiosgO.
nb Op. cif.,19 de febrerode1925.
’’Bid.
aid.
” Op. cif.,20 de febrero de 1925.
“aid.
45
~ahuelga no abarcabaa todo el personal, ya que 10smaestros y oficialescon-
tinwon trabajando. Ademh, el sindicato,calificadode patronal,no participaba
delmovimiento.Lapohda,tantoCarabmeroscomoInvestigadones,semostr6hostil,
interrowdo y deteniendoa 10sgruposde niiiosyjdvenes que seapostaronen las
afuerasdelaibricaparalograrelapoyodelosquenosehabianplegado.Laprensa
denunci6que se habia dispersadoconsableen mano. Seorganiz6una ollac o m b
para 10s huelguistas. Luis Solis,dirigentede la Confederaci6nNacional de Sindi-
Catos (c.N.s.),intent6 la intercesi6n de la Inspecci6ndel Trabajo,pero la iniciativa
A partir del 10de enero, la huelga se intensific6al plegarseotro sectordel
personaldelafbrica.Larepresi6n ejercidapor lapolicia contra10s niiiosyj6venes
acentu6lasolidaridad,organizajldoseunaveladaybaile,yunacolecta.Laollacomb
sigui6fimcionando (con Wes racionesa1dia); per0 ante la necesidad de ayudar
tambienalashmiliasde 10s nifios,el comid deapoyoa lahuelga comenz6a enviar
viveresa sus casas. Sedenuncib,ademls, 10s abusos del sindicatoQ8.
EnunactodesaludoalasdelegacionesobrerasextranjerasasistentesalaConfe-
rencia, realizadoen pleno Senado,se produjo la participad6n de mPsde un cen-
tenar de huelguistas.Entre10s oradorespresentes habiadirigentesde laF.O.CH., la
c.N.s., losferroviariosylaConfederaci6nSidicalLatinoAmericana(.c.s.u.),ademh
delrepresentantedel comit6dehuelga, NicolPsFuentealba. “Camionesde cambi-
nerosapostadosen sitiosestrat6gicostrataronde impedirque 10sj6venes llegamn
hasta eserecinto,per0 nolo pudieronimpedir”.Una ampliacomisi6ndehuelguis-
tas, compuestaen sumayoriade niiios,hicieronentregade una presentaci6n a 10s
delegados obrerosg9.La Ofn’nibndestac6en suspkginas:
no tuvo 6xitoQ7.
“Unanota simpPticafuela participaci6n que le cup0 a1grupo de
niiiosdelaFPbricadeVidrios,actualmenteenhuelga,acuyonom-
bre habl6unpequeiioorador que destac6la explotaci6nde que
se les hace victima.Ahvor de estospequeiioshuelguistasse efec-
tu6una colecta,laque consigui6mPsde uncentenarde pesos’’1oo.
Laprensaanunci6,el 18deenero,lareorganizaci6ndelcomitede huelga,con
la incorporaci6nde varios delegados de las organizacionesque habian adherido
a1movimiento.AdemPs de 10s cinco representantesde 10s huelguistas, se inchye-
ron delegados de la Industrial Workers of the World (I.w.w.), la Confederaci6n
GeneraldeTiabajadores (c.G.T.), ambasanarcosindicalistas,laF.o.w., 10smetal&
gicos,10s baldosistasy dos centrales sindicalesreci6n organizadas.Este cambio se
debia a que “niiiosyj6venes huelguistasno tienen experiencia nip15ctica en esta
clasedemovimientos.yaquehastaelpresentehabiansidoobrerosinorganizados”’o’.
Hacia fines del mes de enero, la huelgade niiios continuaba.Variosde ellos
heron detenidosypuestosa disposici6ndela CorteMarcial,a1parecer,acusados
La @in&, Santiago, 8 y 10 de enero de1936; TdunaJuuenil, Santiago, enero de1936.
eeL~@ini~,Santiago,ll,12,14y15deenerode 1936;TribunaJuirenil.Santiago.enerode 1936.
“La Optnih, Santiago, 11 de enero de 1936; TribunaJuuenil,Santiago, enero de 1936.
im
lo’ 9.d.,18 de enero de 1936.
La Opinwn,Santiago, 11 de enero de 1936.
47
deactuarconviolencia;dosparlamentariosy un periodistapagaronlafianzaque
les devolvi6 la libertad. El comit6 de huelga desminti6las denunciasde que 10s
niiios eran forzadosa abandonar el trabajo, cuando la situacidn era la opuesta:
elan ellos 10sque se resistian a seguir lasindicacionesde suspadres, quienes 10s
instabana volver al trabajoIm.
Apesar de las dilicultades,el conflicto se prolong6 por variosdiasmh, aun-
quedesconocemossusresultados.LahuelgageneralcontraelgobiernodeArturo
Alessandri,que comenz6con el movimiento de 10sferroviarios,domind la aten-
ci6nperiodisticaduranteesemesylaprensadej6 demencionara10sniiiosvidrie-
ros de Cristaleriasde Chile.
En 1944-enplenaSegundaGuena Mundial- serealii6 una brevehuelga,que
s610seprolong6por ochodias.Termin6abruptamentecomoconsecuenciade un
decreto del Ministeriodel Trabajo,que se ampar6 en el daiio que provocaba la
paralizaci6n a la industria del vidrio. La directiva sindicalcomunista, proclive al
gobiernodeJuanAntonio Rios,prefiri6acatarla resolud6n,a pesar de repudiarla
ydestacarlainjusticiaqueinvolucraba,originandoBcidascriticasentrealgunossec-
toresde traabajadores.Ladirectivaintent6negarqueelmovimientohubieratermi-
nado en una derrota,a pesar de las minimas conquistasconseguidas:
“Antesde regresaral trabajo, tuvimosochodiasde ejemplaruni-
dad,hneza, decisi6nyentusiasmoextraordinarioen lahuelga.
Los hombres, mujeres,j6venes y niiios, desplegaron la mayor
actividad,en 10socho diasde magnifica lucha,y demostraronla
capacidad del Sindicato”los.
Uno de 10spocoslogrosobtenidos,comoefectode estahuelga,h e el salario
minim0 para “nixios, mujeresy obrerosen general”. La participaci6nde 10sj6ve-
nesyniiiosh eactiva,durante10spocosdiasen quesepudomanifestar.ElComit6
Juvenil de apoyoa la Huelga,formadopor 10strabajadoresque no podian legal-
mente ser sociosdel sindicato (a1ser menoresde dieciochoatios), colabor6 con
ladistribuci6ndevolantesylarecolecci6ndeviveresen elMataderoylaVegaCen-
tral.AdemBs, este comit6 organiz6 un “grandiosodesfile”,encabezado por el
estandartesindical,una bandadeguerraylasbanderasde 10spaisesaliados(eran
tiempos de guerra y la causa aliada no era olvidada). Detr6sde 10sj6venesy mu-
chachas, marcharon tambi6n 10s trabajadoresa d ~ l t o s ~ ~ ~ .
Otra huelga h e votada a fines de abril de 1945, pero no tenemos noticias
respectoa la participaci6n de niiios en ellaIo5.Otro conflicto, desatadoa princi-
Irn Op.d.,21.25,27 y 48 de enero de 1936.
ImLa Vm dd C?i.s&h, Santiago, 14de abril de 1944.
‘“ElSz&Santiago,24defebrerodel944al8demarzode 1944;La VaddC?Gtalm,Santiago,14
de abril de 1944.Tm el militante apoyoa10s aliados (a partirde lainvasi6nnazi a1au.n.s.s.en 1941)se
puedeconstamla influenciacomunista.Loscriticosal*entreguismo”stalinista,enElMiliante,Santiago,
NQ14,segundaquincenadeenerode1944,NQ15,primeraquincenadefebrerode1944;NP16,prirnera
quincenade m m de 1944.
48
pies de febrerode 1946,provoc6 el despidode variosdirigentescomunistasy el
reemplazodeldirectoriopor otroproclivealaempresa.Losniiiostuvieronal@
tip0 de participaci6n en la huelga,ya que una vez finalizadase denuncid que la
nuevadirectivahabia “dejadosin comer amriosniiios,y un centenar de comp[a-
fieros]y compaiieras”’06.
La huelga realizada a principios de 1950,que finaliz6el 10de mano de ese
aiio, tuvo-a1parecer- una limitada participaci6n de niiiosyj6venes. Lashentes
disponiblesno hacenalusi6na ellos.Alo m&,undirigentepropuso laformaci6n
de una comisibnfemeninae infantil,para fortalecerel movimiento huelguktico
que por entoncesse a~ecinaba’~’.
En CristaleriasYungay,donde la presencia de niiios todaviaera relevante,10s
pequeiiosobrerosllegarona provocaruna paralizaci6na mediadosde 10saiioscin-
cuenta,negindosea obedecera 10smaestrosy exigiendoun aumento deljornal.
AlbertoMutioz, unodelosmuchachosparticipantesenelmovimiento,recuerdaque
una de lasconsecuenciasde la huelgah e la formaci6ndel sindicatoadulto, alcual
ellosno pudieron integrarse.Aiiosdespuis,con susveintifinaiios cumplidos,pasa-
ria a ocupar un puesto en la organizaci6n,cuandola ley ya se lo permitiaIo8.
REBELD~Y AUTONOM~
La actitud resueltade 10s niiios que laborabanen las Ebricasde vidrio obedeci6
alaconfluenciadevariosictores. Porunaparte, elsectorconcentrabaaunaimpor-
tante cantidad de trabajadoresy 10sniiios constituian una proporci6n muy alta.
Esto, seguramente,facilit6el surgimientode un sentimientode identidadcomo
grupo, basado en la gran masividad que adquiriael fen6menodel trabajointin-
til.CuantiQtivamentelosniiiospodianserm5snumerososenotrasramasindustria-
les,comolaalimentacibn,oproporcionalmentetanimportantes,comoenlahbri-
cacidnde velas, sin embargo,en uno y otrocaso,no confluianambos elementos:
lapresenciaidinti1sediluiakentea10s adultosobien numiricamenteno tenian
gran peso.
Estas circunstanciashicieron que 10s niiios cristaleros experimentaran una
especialforma de integraci6ncon el mundo adulto,a travesde priicticassociales
que no conocemosen detalle, salvo el ‘‘cursode hombria”,unverdaderorito de
iniciaci6n, que dicadas despuis recordaba Mundo Chac6n:
“unode 10s obreros6 s grandesy macizos,amarradoa un poste
por una manoy pie, enffentabaa uno de 10schicosque sesentia
Iw LOVozdel C n r t o l ~ ~ ,Santiago, 21 de abril de1945.
‘wArchivoSindicato Industrial Cristaleriasde Chile, L i h deActus, 19461950, reunidn general
ordinaria,24 de abril de1946, t l ;reuniBn general, 29 de mayo de 1946,f.27;reunidn ordinaria,21
de noviernbre de 1946, f.51.
Im 9.at.,sesidn general extraordinaria,19 de enero de1950, f. 491 y sesiones siguientes.
lo@ Entrevista aAlberto MuriozVeliz, 21 de agosto de 1996.
49
ya con ganasde pasar a la categoria de hombre. Generalmente,
elchic0conseguiadardosotresgolpes,per0un aletazodelgran-
dote lo hacia arar [...1”’09.
Lacercaniacon10strabajadoresadultos,conquienestrabajabandirectamente
en elproceso productivo,en algunamedidapudopermitirque10sniiiosconocie-
ran la experienciaorganizativay de lucha sindical,que caracteriz6 a este sector
en la dCcada de 1920.Sin embargo, esta circunstancia no parece ser sdciente-
mente explicativa,ya que no siempre10snifios obtuvieronapoyo de 10s adultos
a1interior delafiibrica.Incluso,podriamosaventurarque larelativaindependen-
ciade 10smuchachos respecto de 10sadultosh e una condici6npara alcanzar su
alto nivel de orgdnizaci6n”o.
Otro factor fue tambitn decisivo: el origen social de 10s niiios-obreros.Al
parecer, muchosde ellosproveniande sectores muy pobres. En sugran mayoria
eran analfabetoso tenian escasa escolaridad y habian estado sometidosa mini-
masformasdedisciplinamientosocial.Probablementeno tenianunaconcepci6n
de respetoa la autoridad,y menosa la disciplinalaboral. SegCinse desprende de
algunostestimonios,10sniiios se organizaban en pandillas, probablemente con
lideresyaltosgradosdelealtad intema.Estoquidsayud6a generarun importan-
te gradode rebeldiafrentea 10spatronesy a resistir cualquierformade abuso”’.
El comportamientode 10sniiios tambitn puede ser explicado a partir de las
condiciones laborales, objetivamente muy duras,y la tensa relaci6n que estable-
cian con el personaladministrativo. Esto debid ser fiicilmente perceptible para
cualquierniiio.Asi1oexpresabaunode ellosen1941,LuisNtiiiez,decatorceaiios:
‘Trabajoaquidesdehace 6meses.Alos 4 mesesme enfermt del
pulm6n por el duro trabajode la fiibrica,no recibiendo ayuda
de parte de mis patrones.S610recibia el miserable subsidioque
dabael Seguro:$ 2 diarios.Con estoteniamosquealimentarnos
yo y mi madre, y he tenido que volver nuevamente a trabajar
porque mi situaci6n era demasiado miserable. Sin embargo,
ahora me quieren votar [sic]””*.
m e d o Villalbn, se expresaba en similares ttrminos a1decir: “Hacedos se-
manas trabajk 4 dias,y el capataz Morales,que esremalo me 10sneg6.Aqui nada
‘OgVaraS,op.cit., pig. 21.
”@ Un gr%co ejemplode est0 lo podemosver en una huelga realizada en 1919 por operaria
(maquinistas)de una fibrica de f6sforosde Visa del Mar. Lasobreras no obtuvieron el apoyo de 10s
hombresadultos.Lasolidaridadvinodel‘entusiasmodeun pufiadodeniios. de7af,osdgunos”.quienes
‘abogaban por el paro general”.La Cumuna.-ria del Mar, 7dejunio de 1919.
Enwevistaa h r o Saavedra,3 de marzo de 1985;Paredes,op.n’t., pig. 82,sefidaba en 1945
que 10s nifioseran analfabetos, en un pn~mero,y cambiaban continuamentede trabajo.
MundoN m o , Santiago, NP4,22 de febrero de 1941.
”’MundoN m o , Santiago,NP4,22 de febero de 1941.
50
podemos hacer contra estosabusos,porque si uno alega lo votan [sic]comoya
10 han hecho con Otrm compaiiero~”~~~.En 1946,la prensa reproducia las pala-
brasde ow0 muchacho,quien sereferiaaljefede personal,Manuel Tagle,como
un “bandido”que ‘‘seensafia con lajuventud, obligando a 10s ‘cabros’de ocho
Ydiezaiiosa hacer trabajospeligrososy pesados, comoel de acarrearcristalesca-
lientes”114.
Los niiiosque trabajaban en la industriadelvidrioheron tratadoscomoasa-
lariadosy probablementeasisesintieron.Aun cuandoexistieronactitudespater-
nalistashacia ellos,predomin6 la relacidn contractual.Esto 10s diferenci6de 10s
nsos-obreros que se ocuparon en lasminasde carb6n.Aunque Cstos participa-
ronenlasgrandeshuelgasorganizadasenelsector115,notuvieron enellasunpapel
relevante, probablementepor elefectoinhibidorque provocaba larelaci6nfilial
que mediaba entre ellosy 10s adultos116.
’I4 9.n’t., NP3,16 de febrero de 1946.
”5Estainformaci6nlahemospodidoobtenerrevisandolosfomularios dehuelgas (especialmen-
te del ~o 1916), contenidosen el Fond0 Direcci6nGeneral del Trabajo del ArchivoNacionalSiglo
Losnitiosobrerosdel carb6n eran generalmentehijoso parientes cercanosde10s uabajado-
res adultos.Para el cas0 de Francia a fines del siglo xix, Perrot tambiin observ6el predominio de la
obediencia al padre, aun cuando existian algunas tareas mis proclives a la autonomia y el enfrenta-
miento. Michelle Perrot, La ouvrimsen grhe. France1871-1890,tom0 1, pig. 317.
I i xp.
51
LA SOCIEDADY EL ESTADO
FRENTE AL TRABAJO INFANTIL
Hstaaqui,hemosconocidolas caractensticasque tenia el tmbajofinti1 en la in-
dusmadelvidrio,las condicionesen que Cstesedesarrollabayla disposici6norga-
nizatimquedesplegaronlos~os.Ahoranoscorrespondeenfocareltmbajoinfhtil
desde otra perspectim: conocerla percepci6n que la sociedady el sistemapolitico-
institudonaltuvieron de estefenbmeno,asi como las acaones que se emprendie-
ron en sucesivosmomentos y las motivacionesque hubo defx& de ellas.
TRABAJOY OCIO
Eltrabajoinfintilnolleg6aserconsideradounhechosocialmentereprobable,sin0
muy tardiamente.Enlaslaboresap'colas, en 10soficiosartesanalesy en el servicio
dom&ico,dondehabiaestado'tradicionalmentepresente,laparticipad6nlaboral
delosniiiosnohabiasidoobjetodedebate,dereprochenidecompasi6n.Dehecho,
elfen6menonoeraconceptualiido comoproblems"'. Cuandola&lia erauna
unidadecon6micabPsica (comoocm'a entre10scampesinosy 10sinquilinos) era
comh que tanto adultos como niiios, hombresy mujeres participmn en las m&
diversaslabores,asalariadasy no asalariadas. Cuandola mujer edrentaba solala
mantenci6ndel hogar-temporal odefinitivamente- erakecuente que seapoyara
en el trabajode sus hijos, ademPsdel suyo.Lashabilidadesy destrezasaprendidas
enlatempranainhcianisiquieraeranmencionadascomounfen6menoespecial,
salvopor 10sviajeroseuropeos,quieneslas observaroncon abierta admiraci6n1I8.
El trabajopasabaa ser consideradoun peligro,inclusoun delito, cuandoque-
dabafuerade 10smecanismosde controlsocialexistentes.Esto aconteciacon cier-
tasactividadeslaboralesque desarrollabanun alto grad0 de autonom'a y no que-
daban sujetasa la subordinacibn de la autoridad politica, social y econ6mica,
representadapor eldelegadode gobierno,elhacendadoyelcomerciante.Esteh e
el cas0del comerciocallejero,una actividadindependiente,reacia a dejarseregu-
la,yqueseacercabapeligrosamentealailegalidadylatemidavagancia.Elpeonaje
miner0 tambiin h e tempranamentereglamentado,por las mismasrazone~"~.
'"Debemoshacer notarque el concept0 de trabajo infantiles tardio y pareceestarrelacionado
directamenteconelnacimientodeunaposturacriticahaciaestefen6meno;aquiusaremoselthnino
sin repararen esta descontextualizaci6n.
'le Eduard Poeppig, Untaligoen la alboradade Chile (18261929).pig. 17%
"*AI respecto,v&e GabrielSalazar,Labmdma,peonaypmletarios.Fornrocidny nisis delasociedad
tWarddena del sigloxrxy MariaAngilica Illanes, "Azote,salario yley. Disciplinamiento de la mano
de obra en la mineria de Atacama (1817-1850)",pdgs. 9@122.
El trabajo infantil en la industria del vidrio
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El trabajo infantil en la industria del vidrio

  • 1. COLECCJON SOCIEDAD Y CULTURA LOS NINOS CRISTALEROS:'5 Trabajo infantil de la ind Chile, 1880 - 1950 . Jorge Rojas Flores IIBLIOTEC&S. *RCWIVOI Y MUSeOS CENTRO DEINVESTIGACIONES DIEGOBARROSARANA
  • 2. LOSNINOS CRISTALEROS: TRABAJOINFANTIL EN LAINDUSTRIA. CHILE, 1880-1950 Coleccibn SOCIEDADY CULTURA
  • 3. 0DIRECCIONDE BIBLIOTECAS,ARCHIVOSY MUSEOS.1996 Inscripci6n N' 98.449 ISBN 9562444018 ISBN 956244455-9 Derechos exclusivosreservadospara todos 10s paises (Autor:JorgeRojas Flm) Directora de Bibliotecas,Archivosy Museosy Representante Legal Sra. Marta Cnu-CokeMadrid Director del Centro de lnvestigacionesDiego BarrosArana y Director Responsable Sr.Rafael Sagredo B a a Coordinadora del Centro de InvestigacionesDiego Barros Arana Sra. Orietta QjedaBoger Produccih Editorial ST Marcel0 Rojm Visque Disefio Portada Colecci6n Sra. Claudia Tapza Roi Fotografas Sr.Rent &de Pawa Edicionesde la Direcci6n de Bibliotecas,Archivosy Museos Av. Libertador Bernard0 O'HigginsNP651 TeKfono: 6338957. Fax:6381975 Santiago. Chile IMPRESOEN CHILE/PRINTED IN CHILE
  • 4. LOS NINOS CRISTALEROS: Trabajo infantil en la industria. Chile, 1880-1950 Jw-eRojas h e s CENTRO DE INWTlCAClONES DlECO BARROS ARANA
  • 5. INDICE 4breuiaturas .igradecimientos htroducci6n Lasf&ncas de vidno Los niitos trabajadores Las condicionesde trabajo LASFORMASDE ORGANIZACION DE LOS "os Los niitosy la accidnsindical Rebeldia y autonomia LASOCIEDADY EL ESTADOFRENTE AL TWJO INFANTIL Trabajoy ocio Las fnimerasniticas de la elite Demdcratas, socialistasy comunistas El enfoquenormativo a) La defensa de la moral y la salud pfiblica b) La regulacih del trabajo callejero c) El riesgo fisico en el trabajo industrial d) En defensa de la escolaridad e) La regulaci6n en su fase decisiva r) El salario h i l i a r A@nas wspuestas a la legalidad Los limites en la aplicacio'n &l marc0 @a1 La voz del movimiento sindical &GUNAS APROXlMACIONESEXF'UCATNAS El status de la infancia Cambiosen la estructura demogr6Jica 9 11 15 19 22 35 41 49 53 58 69 74 75 76 77 78 79 81 84 88 92 99 104 7
  • 6. Sobremphtacio'n de la mano deobra y acurnulacio'n capitalists Racionalidad familiar Fuentes y Bibliopafia - 107 115 118 121 127 8
  • 7. ABREVIATURAS A.E. B.S.BE B.E.I. B.Of:T C.G.T. C.N.S. C.S.L.A. F.J.C. F.O.Ch. F.O.R.Ch. LU’.”. P.C. Anuario Estadistico de laRepzi6lica de Chile. Boletin de la Sociedad deFoment0Fabril. Boletin de la Estadistica Industrial de la Rqbhblica de Chile. Boletin de la Oficina del Trabajo. Confederaci6n General de Trabajadores. Confederaci6nNacional de Sindicatos. Confederaci6n Sindical LatinoAmericana. Federaci6n Juvenil Comunista. Federaci6n Obrera de Chile. Federaci6n Obrera Regional de Chile. Industrial Workers of the World. Partido Comunista de Chile.
  • 8. AGRADECIMIENTO! A don AlbrrtoMuiror Vi&, niirw6rem a 10s nueue airos, dmgentesindical a 10s veintiunoj administradm de Cristaloias de Chilea 10s treintay dos. Nada mis cierto que lo seiialado por muchos autoresal finalizaralguna investi- gaci6n:distinguir el limite entre la propia autoriay cu6nto se debe al apoyo, las ideasy la colaboraci6nde otraspersonas, esuna tarea casi imposiblede resolver. Ni el paso del tiempo logra disipar la inc6gnita. Esta investigaci6nno debesuorigena lalecturade un autorextxmjero,tam- poco a un comentariotangencial o sugerenteni a la influencia ejercida por una temiticarecientementevalorada.Lacircunstanciadesunacimientofuepococalcu- lada y consciente. Aun cuando hacia variosaiios que me habia dedicadoa conocerla historia de10strabajadores,nuncahabiareparadoen 10sniiiosque trabajan. Sabia,como muchos,que siemprehabian estadopresentes,per0 sinllegara interesarmeespe- cialmentepor esaproblem5tica.Hastaque-setentaaiiosdespu6sque sucedieran 10shechos- tropeci con la fotografiade un grupo de niiios-obrerosque semani- festabaa las puertasde un peri6dico. Con el tiempo, volvieron a aparecerim5- genes similares,per0 el efecto que provoc6 la primera de ellas fue decisivo. Sin saberlosiquiera,a esos niiios-obreros que posaron ante una cfimarafo- togr6fica en 1925, se debe este libro. Aunque esta investigaci6nfue realizada en forma individual,en variossen- tidosledebe muchoaalgunaspersonas.Enlaetapainicial,quecomenz6en 1993, recibi 10svaliososcomentariosy sugerenciasde mi hermano Gonzalo.Sobrela base de esaslargasconversacionesfuidefiniendo10slimitesdel estudio, 10spro- blemas centrales,surgiendo, asi, las primeraship6tesis. Cuandoya habiadecididoconcentrarmeen la industria delvidrio,en forma paralela,naci6 el inter& por recuperar la historia de 10strabajadores de Crista- leriasde Chile. Con ese prop6sit0, iniciamos un esfuerzo conjunto con Moisis Fernandez,dirigente sindical,y CinthiaRodriguez. Las entrevistasrealizadasen ese context0me sirvieron para complementarla informaci6n obtenidaa traves de la documentaci6n escrita. Duranteel transcurso de la investigaci6n,recibila colaborad6n an6nimade varioshcionariosde la Biblioteca Nacionaly elArchivoNacional, que s610 hoy -conestelibro-conocerh elresultadodesupacientecontribuci6n.Tambiinhu- bo quienesme aportaron referenciasbibliogrfificas,especialmentedel extranje- 1 1
  • 9. ro, e informacidndispersa que me habria sido dXcil encontrar.En ese sentido, expresomiagradecimientoa CarlosGarciaLondoiioyMariaCristinaSalazar (de Colombia)y a GonzaloCiceres, Lorena Godoy y Fabio Moraga (de Chile). Una vez terminadala investigacidny afinada la redaccidn,el text0 fue revi- sad0y comentadogentilmentepor 10shistoriadoresSergioGrez,RafaelSagredo y SergioVillalobos;el socidlogoRobertoUrmenetay elantropdlogoOsvaldoTo- rres. De todos ellos recibi sugerenciasque me sirvieronpara repensar algunas afirmacionesy mejorar el resultadofinal. Con todo, la responsabilidad sobre10s juicios contenidos en este estudio recae en mi, exclusivamente. En las gestionesque culminaron con la edici6ndel presente libro participa- ron: W e 1Sagredo,director del Centro de InvestigacionesDiego BarrosArana; OrianaZanzi,directoradelServicioNacionaldeMenores(s.E.N.A.M.E.), y Apolonia RamirezyRatil Gondlez,delProgramade EconomiadelTrabajo (P.E.T.), donde me desempeiio como investigador. Esteestudiofuerealizadosinfinanciamiento(prolonga'ndose,por lomismo, durantetresaiios)ypresentadocomotesisparaoptara1grad0deMagisterenCien- ciasSocialesdel Trabajo,otorgado por la UniversidadAcademiade Humanism0 Cristianoen convenio con el P.E.T.. En tal calidad, el Centro de Estudios de la RealidadContempohnea (c.E.R.c.) me concediduna becaparafinalizarlo-man- do ya estaba phcticamente concluido-, como parte del programade Formacidn de Alto Nivel de Agentesdel Desarrollo (F.A.N.A.D.), con el apoyo del Comite Catholique contre la Faim et pour le Developpement (c.c.F.D.), de Francia. En forma paralelaa la realizacidn de esta investigacidn,el tema del trabajo infinti1empezda adquirir notoriedad, como en tantosotrosmomentosde nues- tra historia. Sin embargo, el origen de ella h e anteriory, en un comienzo, nada hacia suponer que se llegaria a publicar en medio de un debate que -por su es- trechez- ha puesto de manifiesto el aporte que puede ofiecer la disciplina histd- rica -y otros enfoques- para develar las mliltiples facetas (politicas, sociales, econdmicas,culturales) asociadas a la problemitica del trabajo infantil. Como a comienzos de siglo, cuando 10s muchachosdelincuenteseran con- sideradosanomalesy10sadultosse sentian sussalvadores,el discursoy la accidn dominantes han convertidoa 10s niiios trabajadoresen 10snuevos excluidos de nuestrasociedad. Perseguidos por ocupar las callessin permiso. Seiialadoscomo potencialesdelincuentesydesertoresescolares.Objetosderegulacidnsinseroidos ni respetadospor quienes siguenintentando resolver la pobrezapor oficio. No sdlo han debido vivir la pobreza sino, ademcis,aprender a sentirse seres dignos de compasi6n,haciendo lo indebido, algo impropio de la niiiez. Hoy, como antes, 10sniiios trabajadoressiguen siendonegadosen su capaci- dad para conocer, crear y actuar, como si no tuvieran historia ni posibilidad de hacerla. Este libro ha intentado, en parte, rescatar su pasado y destacar asi la necesidad de acercarnos a 10s niiios trabajadores y aprender de su fortalezay dignidad. Inicialmente,eran seresandnimos y lejanos,como en la fotograEa de 1925. Pronto, a esosrostros,seagregaron susnombres y susvocesy empezarona surgir 1 2
  • 10. 10s sujetoscon vidas reales. Todo culmind cuando tuve ocasi6nde conversarcon a l p o s de esos niiios-obreros-hoy adultos- que trabajaronen lasfbricas de vi- drio. A uno de ellos, Alberto,Mdedicado este libro, en representaci6nde tantos como 61que adn no conozco y a quienes les debo mi agradecimiento. JORGE ROJMFLORE~ 1 3
  • 11. INTRODUCCION En Chile, el fen6meno del trabajoinhntil ha sido escasamente estudiadoy per- manece como un campovirtualmenteinexplorado.La ausenciade sdcientes investigaciones(tantoen historia como en sociologiay antropologia) ha llevado aque se tiendaa recurrir a realidades de otrospaisespara hacerlocomprensible. En parte,por esaraz6n,lasapreciacionesqueexistensobreeltemasehan caracte- rizado por ser generales-sin referirse, por ejemplo,a las diversas modalidades de trabajo- y sehan basadoendiagn6sticosextremadamenteimprecisos.Eldeba- teseha centrado,enbuenamedida,en tornoaposturasval6ricas,queoscilanentre el rechazocerradoa toda formade trabajoinhntil y la abiertavaloraci6na la par- ticipaci6n laboralde 10sniiios, t6nica que ha dominado-por lo dem& la pole- mica en varios paises. En definitiva,poco se ha avanzado en conocer las condicionantesque expli- can eltrabajoidanti1en susdiferentesmodalidades,10scambiosenlalegislaci6n, en la ideologiadominante, en el comportamientode la clase trabajadorayelsur- gimientodeformasde organizaci6nentre10sniiios-trabajadores.Intentandores- . ponderaestasinquietudesyconelprop6sitodeempezaracubrirunodelostantos vacios que observa muestra historiogrfia, esta investigaci6nse propone el desa- fio de abordar, por primera vez, en forma sistem6tica,el fen6meno del trabajo infantil en Chilea partir de una perspectiva hist6rica.Para ello, hemosconside- rad0 necesario reconocer la especificidad de las diferentesformas de trabajo infantily comenzarpor una de ellas,el trabajoasalariadoen la industria,debido a que h e en este sectordonde se concentrd la mirada de 10spoliticos e intelec- tualesde comienzosde siglo.Misespecificamentenosdetendremosen una rama industrial en particular, la industria del vidrio. Simedimos la importanciade la industriadelvidriodentro de laactividadin- dustrial en su conjunto,podremos fricilmentenotarque no ocupa un lugar rele- vante en cuanto a1n h e r o de operariosni a1valor de la producci6n.Tampoco el movimiento sindical asociadoa 10svidrieros tiene una trayectoria de alcance nacional. Otros sectores parecen ocupar ese lugar. En otras palabras, estudiar a 10s trabajadores griificos,textiles,del vestuario,del calzado o de la alimentacidn parecejustikarse con mayor fcilidad, tantoen terminosde trayectoriacomo de aportea la economia.Por otra parte, el trabajo infanti1asalariadoen la industria es s610 una de las mdtiples formasque ha adoptadoel trabajo de 10s niiios. Su importancia ha sidodecrecientea lo largode la segundamitad delpresentesiglo y actualmente su presenciacuantitativaes escasa.Los niiios ocupadosen la agri- cdtura han sido siempremis numerososy 10sque han estado asociadosa activi- &des econ6micascdlejeras parecen merecermayor preocupaci6npor el riesgo social a que estarian expuestos. 15
  • 12. En consecuencia, 10slimitesdel presenteestudio son evidentesy se pueden reconocerasimplevista.Porello,nointentaremosproyectarindiscriminadmente -a partir de un sectorparticular- conclusionesgenerales. Sin embargo, en algu- nosaspectossedposibleabordarelfen6menoenunamayorperspectim,porejem- plo,sobrelabasede10s enfoquestedricosquesehan utilizadoydelconocimiento de la acci6n desplegadapor la elitedominante,el Estadoy otrosgrupos sociales, temasquehemosabordadode un modo mis general. En sintesis,a partir de una investigaci6nmonogrifica,pretendemosacercarnosa la comprensi6n del traba- jo infkntil en un plano mis integral. La eleccidnde estudiar con detalle a 10sniiios cristalerosse fundamentaen varias razones. En primer lugar, las caractensticasde la industria chilena del vi- drio noh e un cas0excepcional,sinoclaramenteasimilablea la realidad de otros paises. La alta proporci6n de niiios en este rubro hizo insoslayableque ya tem- pranamentesereconocierala existencia de tal hecho'. Esto dtimo ha permitido conservarabundante informaci6n a1respecto.Ademis, el surgimientoy la man- tenci6n deltrabajoinhtil en la industriadelvidrio,por un largopenodo, darin ocasi6npara conocerlas condicionantesy 10s impactosdel tempranoproceso de industrializaci6n,asi como del modelo de desarrolloimplantado a partir de 10s aiios treinta. Finalmente, la acci6n sindical desplegadapor 10s niiios cristaleros -un hechopococonocidoenlahistoriasocialchilena-nospennitiriconocero m implicanciasdel fen6meno. El propdsitogeneralde estainvestigaci6nessituarhist6ricamenteelfen6me- no del trabajo infantil en un sectorespecificode la industria, incorporandouna mirada de largoplazo que permitaabordar principalmente tres planos. Por una parte, caracterizarlapresenciadeniiiosen la industriadelvidrio,suscondiciones de trabajoy las formasde organizacih que se dieron. Por otra,comprenderlas condicionantesestructurales,deorigenecon6mic0,tecnol6gico,institucional,cul- tural,ideol6gicoy social,que han incidido en el surgimientoy permanenciadel trabajo infantil en la industriadel vidrio,asi como su posteriordesaparici6n. Fi- nalmente,nos proponemosconocerlaspercepciones socialesylas concepciones ideol6gicasy culturales que han existidosobre el trabajo i d t i l , las estrategias que se han elaborado para abordarlo, tanto por parte del aparato estatal como de divefsos sectoresde la sociedad civil. El periodo cubiertoseenmarcaentre 1880y 1950,lapso en elcualseprodujo lapresenciade niiiosen la industriadelvidrioy esposibleapreciaruna clam tran- sici6nen elmodelodedesarrolloecon6mic0,en la estructurasocial,en elsistema politico yjuridico, en el papel del Estadoy en la accidn sindical. 'Tan toenArgentinacomoenBrasilyColombia,porejemplo,lainformacidndisponibledemuestra lassimilitudesdelfendmeno.Laproduccidn deniiiosfue coincidentementealtaen 10s mismosrubros (fibticas devidrio,f6sforos.velas,jabones, etc.).AI respecto,puede consultarselas investigacionesde Esmeralda Blanco Bolsonaro de Moura,MuJhmemenorerno iraballroindwi&l: osfatoreisex0eidadena dina'micadoCapita1;CarlosEdwardGarciaLondofio,Niliostrabajadmy vida coiidzanaenMedellln, 190@ 1930,SilviaLlomovatte, Adoleicentecenlrela e r d a y el trabajqJuanSuriano, 'Niiios trabajadores.Una aproximaci6n a1 trabajo infantil en la industriaportefiade comienzos de siglo". 16
  • 13. El presente estudiono obligaa un mayor esfuerzoen la definici6n de lo que entenderemospor trabajo, ya que claramente el conceptoqueda delimitadopor el mbajo asalariado oremunerado. Sin embargo,debemoshacernotar que esta precisi6n no seextiendea1trabajoi n h t i len suconjunto,donde lasdistinciones son mis sutilesy confusasa1incorporarse otras modalidade2. Por otraparte, el conceptode inincia que utilizaremosno se limitaa la eta- pa especificade crecimientobiol6gicoy sicol6gicoque definen algunasdiscipli- nas. Sindesconocereste sustrato, que le otorgaa la niiiez un perfil intrinsecode etapa de desarrollocomlin que est5presenteen la vidade toda persona,nuestro concepto tiene una matrizdiferente, de origencultural,que seconstruyea partir de las caracteristicasque adquiere o se le asignan en cada entorno social,econ6- mico y cultural. La tarea de caracterizar este componentecultural,es decir, esta concepcidn que la sociedad construye de la inhcia, est5a h pendiente, sobre todo para el cas0 chileno.De hecho, la definici6n del car5ctery la magnitud de laaansformaci6nquehabriaexperimentadolaniiiezalolargodel tiempohasido uncampodedebateentre10shistoriadoresquesehan especializadoen lahistoria de la niiiez. Loslimitesdelpresenteestudio-quen.oserefierealaevoluci6ndelconcepto de inincia Ndel papel socialque han tenido10sniiios- nosimpidenidentificar con mayor precisidn el contenido culturaly el significadosocialde la niiiez a lo largode la historia. S610 noscorrespondehacer notar que partimos reconocien- do su existencia, dejando para hturas investigaciones su caracterizaci6n. Si nos centramosen lo que el lenguaje comiin (y contemporheo) designa comoniiiez, es decir, tratando en lo posiblede excluirla etapa que se ubica des- puCsde 10squinceaiios, notaremosque aiin asise presentandificultadesdentro deestesegmento,yaqueno existeninternamentecaracteristicasuniformes.Mien- trasmPs seavanzaen lasetapasdedesarrollo,mPssedesdibujanlas caracteristicas asociadascultumlmentea la niiiez (incapacidad relativa, dependencia paterna, desarrollofkicoy sicol6gicoincompleto,escolaridad obligatoria,etc.). Siel con- ceptodeniiio trabajadorseampliaeinvolucratambiCn edadessuperiores(loque sucedecuando se optapor la noci6n “menoresde dieciochoaiios”),el anilisisse hace muy poco preciso,debido a que existenmuchasdiferenciasinternas (entre 10ssegmentosocho a once aiios,doce a quincey dieciseisa dieciocho, por ejem- ’Muchosautoreshandestacadolacomplejidadquerevisteelconceptodetrabajoinfanti1,debido alasdferentesconnotacionesque tieneencadaculturayalolargodeltiempo.Porello,resultalimitante restringirsehicamente aciertasmodalidadesde trabajo (dependienteyasalariado,por ejemplo),ya queelloimplicariadejarfuera-as otras.Losespecialistaseneltemasuelenincluirentrelasactividades laboraleslastareasde tip0domistico ylasactividadesproductivasorientadasalautoconsumo.Aunque avecessehacedifusaladiferencia,algunosdestacanlautilidaddedistinguirentretrabajoymendicidad. Menosjustificadaparece ser la exclusi6nde lasactividades ‘ilegales”.En tirminos generales, parece necesariomanejarparalelamentelaconcepci6ndominante de‘trabajo”quehaexistidoencadaepoca ycultura,lo queevitamanejarfalsosconceptosuniversales.Unaaproximaci6naltemaenTerenceHull, ‘PerspectivesandDataRequirementsfor theShldyof~ildren’sW0rk”yAlainMorice,T h eExploitation of Children in the ’InformalSector’:Proposalsfor Research”. 1 7
  • 14. plo) en cuanto a la capacidadfisica y sicoldgica, las expectatiwssociales y fami- hares,lascaractensticasdelainsercidnlaboral,lacapacidad de actuarfi-entea 10s adultos,etc. De ahique la opcidn preliminar fue considerarde nuestro inter& a 10s nirios trabajadoresmenores de quince aiios. Con el iniciode la investigacidn comenzamosa advertirla interferencia de otrosfactoresquefinalmentealteraronnuestropropdsitoinicial.Porsobreelcon- cepto culturaly sicoldgicode niiiez, muchasveces se impone el concepto legal de “menorde edad”.A estose sumala limitacidnque imponen 10sregistrosesta- disticos,quegenedmente consideran10stramosdeedadrelacionadosconlami- noria de edad o bien con losrangosde edadasociadosa la escolaridad.hi,final- mente hemos optado por definir cronoldgicamentela niiiez como la etapa que tienepor limitesuperior10squinceaiios,aunque sinexcluira1segment0siguien- te-de quincea dieciocho- cuandono tengamosinformacidndesagregada.Ade- mls,haremosladistincidnetariaa1interior deeserango,cuandolasfuentescon- sultadaslo permitan. Lasfuentesconsideradasincluyenunaampliagama:registrosestadisticosofi- ciales,legislacidn y reglamentacidnmunicipal,libros,folletosy articulosescritos por intelectuales,dirigentespoliticosy sindicales,entrevistas a antiguostrabaja- doresde laindustriadelvidrio,revisidndefotografias,de boletinesministeriales, de 10s libros de actasdel sindicatode Cristaleriasde Chile,de peri6dicossindi- cales y tesis universitarias,ademls de investigaciones referidas a1fen6meno del trabajo idantil. La eshuctura de la investigacidncomprende un primer capitulo,en el cual describimosbrevemente la industriadel vidrio,la presenciade niiios en ella, su importanciacuantitativa,las actividades que realizabany las condicionesde tra- bajo. En elsiguiente,intentamosreconstruirlasformasdeorganizaci6nque exis- tieron entre 10s muchachos.La tercera parte se centra en la visi6n que tuvieron elEstado,laelitedirigente,losprimerospartidospopularesyelmovimientosindical frente al trabajo infantil. Finalmente, consideramos las interpretaciones que diversosautoreshan ofi-ecidosobreelfendmenodel trabajoinfantilyanalizamos su pertinencia para la situacidn especifica de la industria del vidrio en Chile.
  • 15. LOS NmOSY LA INDUSTRIA DEL VIDRIO 3 19
  • 16. e-'f - . Fibrica Nacional de Vidrios. Dospan( icas de la secci6n de homos de fundici6n., 2, 1 de febrero de 1903, pigs. 54 y 55. 20
  • 17. ElExit0dela empresaquecomenz6produciendodamajuanas,botellas,hs- Yunavariadagama de objetosde cristal-llev6 a que, en 1904,susdueiiosven- dieran elestablecimientoy formaranuna sociedadanbnima.El consejodirectivo provisorioestuvoconstituidopor:Juan EnriqueConchaSubercaseaux,CarlosCou- siho,CarlosHermann,Napole6n Per6yJOSE PI% Lanuevasociedadseform6con un capital de un mill6n de pesos. Laimportanciaque tenia,para laindustriacervecera,laibricaci6nde enva- sesdevidriolig6ala FcibricaNacionaldeVidrioscon elprincipalestablecimiento productorde cerveza. Progresivamente las imilias Edwardsy Cousiiio,propie- tariasde la Compaiiia de CerveceriasUnidas (c.c.u.),pasarona tener el control de la sociedad.. La C.C.U. habia sido formadaen 1902a partir de la fusi6n de dos compaiiias, controladaspor 10sCousifio y 10sEdwards.Durantela PrimeraGuerra Mundial, la compaiiia inici6 la expansi6n de su producci6n,sobrela base de la absorci6n de lasrestantesf3bricas de cervezaexistentesen elpais, loque condujoa1progre- sivo controlmonop6licodel mercadonacional. Este proceso,iniciadoen 1916, 1 tambiEn se extendi6 hacia la industriade 10senvasesde vidrio, debido a1poder monopdlicoque ejercia la FcibricaNacional de Vidrios.Parano depender de 10s preciosyde la capacidadproductivadeestafibricaclave,1ac.c.u.comenz6a ejer- 1 cer su poder como accionista,pero sobre todo como principal comprador.Este I conflictoprovoc6 la resistenciade algunos directoresde la Fcibrica Nacional de i Vidrios,quienesno querian ver limitadaslas posibilidadesde expansi6ny diver- $ sificaci6nde 1afGbrica.Esteprop6sit0,representadoporJuanTocorna1(durante ; un tiempo presidentedel directorio), no se consigui6y la industriase concentr6 i en la producci6nde envasespara cervezay bebidas. Tocornalenb6 en conflicto con 1ac.c.u.ydebi6abandonarsupuesto,cediendoellugara RicardoLyonPeiia. 1 Afinesdelaprimera GuerraMundial,lasociedadFfibricaNacionaldeVidrios 1 crecioenungradoimportante.PorentoncesyateniadosplantasenSantiago,una I en calle San Diego y otra en Vicmia Mackenna. Esta tiltima se form6 a partir de laadquisicibn,en 1918,de la SociedadManuhcturera deVidrios.Alli seconcen- tr6 la producci6nde vidrio incoloro o blancp, de mayor calidad, que se sum6 a la linea de vidrio de color. A estasdos plantas en Santiago, se agreg6-en 1917- la comprade la FcibricaChilena de Botellas,ubicada en Rancagua. Esteestableci- miento habia sido instaladoen 1907y perteneciaa la CompaZa de Cervecerias Unidas.La crisisdeposguerra,sinembargo,produjoelcierredela plantadeRan- cagua en 1921. A10spocosaiios,la producci6nempez6 a concentrarseen la plantade Vicu- iia Mackenna.En 1922,seintrodujeron elementosmodernos de ibricacibn, en previsi6ndela competenciaimportaday para reducir10scostos.Alaiio siguiente, se instal6 alli la fabricacidn a mciquina de botellas. Posterionnente, se ampli6 el temno a1venderse la propiedad de San Diego (1927)y se construyeron10s tres pnmeros homos a basin,para la ibricacidnde botellas. En 1924,la plantaubica- da enVicuiiaMackenna producia cincuentamil piezasde vidrioal&a.L a granre- Voluci6ntccnicaseprodujoconlaadquisici6n,en EstadosUnidos,en 1925,de tres 21
  • 18. modemasmiq.quinasLynchyalimentadoresespecializadosparaservir“amano”aque- llasmiquinas.ElpropioLynchvinoa~eerificarsuinstalacibn.Entresgrandeshornos de fundici6nse elaborabael vidrio con el que las automiticasLynch producian envasesavelocidadesnuncaantesconocidas.En 1927ya serealizabala hbricaci6n automiticadeenvasesdevidrio,con laasesoria tecnicade CristalenasRigolleaude Buenos Aires. La automatizaci6ndelprocesoproductivono incluy6a todaslas secciones.A- gunas de ellassiguieronnecesitandoabundantemanode obra.El lavadodevidrio, por ejemplo,todaviano estabaautomatizadoa mediadosde 1940;recienentonces enkwon en fundonamientoalgunasmiquinaslavadoras,quevinierona reempla- zar a las mujeresocupadasen esa actividad.La fabricaci6nde chuicosy ganahse hacia manualmente.Esto se prolong6 hasta mediados de 10safioscincuenta. En 1935,los gruposAnglo-Edwardsy Cousifiosegufancontrolandopatrimo- nialmente la empresa (conun 27,9%de lasacciones).Debidoa quela producci6n de envasesde vidrio ya estabaasegurada,la empresa inici6 un proceso de diversi- ficacibn.Aunquesesiguieronelabomdofmosobjetosdecristal,recubrieronnums Mliedades de envases,como el utilizadopara la pasteurizaci6n de la leche (resis- tente a 10s cambiosde temperatura) y se introdujo la fabricacidn de bombillas elichicas(hastaqueestasecci6nseindependiz6,en 1944).Laprotecci6ndelEstado a la producd6n de bombillas (1935) hvorecib este proceso. Lasposibilidadesde crecimientodelaempresa-hasta entoncescon capitalna- cional- llegaron a su limitea mediadosde 10safioscuarenta.En 1945,Cristalenas deChilelleg6aunacuerdoconlaComingGlassWorksofSouthAmericaylaColum- biaDevelopmenrsCorp.,lasqueaportaronpatentes,planosycolaboraci6ntecnica para la ibricaci6n de nuem especialidadesdevidrio.Ya en 1949,a traves de suce- sivosaumentosde capital,lasdosempresasexhanjcrascontrolaban el 30,6%de las acciones.LosEdwardsy 10sCousiiio,en conjunto,poseian solamenteel 16,296.La asociaci6ncon capitalesexhanjerosi m p h i 6un grandinamismola empresa,que a h conservabasistemasatmadosdeproducci6n,a pesarde10sixitosecon6micos alcanzados.PorlamismaCpoca,lapresenciademenoresdeedadcomenz6adecaer en esta fbrica. En las restantes industria del vidrio, como LosAliados (creada en 1917),La Yungay (c. 1922)y CristaleriasToro,se reprodujeron lascondidonesde trabajoy 10ssistemasdeproducci6nque hemosdescritopara elcamde CristaleriasdeChile. Esta tiltima, por ir a la vanguardia en 10scambios tecnol6gicos,fue la primera en expenmentarlastransformacionesque la llevarona prescindirde 10snifios.En laas restantesfbricas, istos siguieronpresentes durante varios aiios m8s. LOS N I k S TRABAJACKlYIES Lasestadisticasoficialesdecomienzosdesigloqueserefierena1trabajoinEantilper- miten conocercon algijndetalle la composici6nde la mano de obra durante cad dosdecadas.Tienenlalimitantedenoprecisarlakontera cronol6gicadelanixiez, sin embargo,a travesde otros caminos es posible afirmarque, en la etapaprevia 22
  • 19. a la regulacidn legal, se considerabacomo tales a 10s obreros de ocho a quince afiosdeedady, por tanto, el trabajoinfantilno quedabaconfundido-en 10s regis- @OS estadisticos- con lo que posteriormentese denominaria el trabajojuveniP. Lapresenciade niiiosen laactividadindustrialno tuvocaracteristicasunifor- mes. Hubo grandesestablecimientos,comolas fiibricasde vidrio,que tenianuna altapresencia de niiios. Pero tambiCn existieron pequeiiostalleresque contaron con UR alto porcentajede ellos. Si bien nuestroobjetivo es centrarnosen el cas0 de las industriasdel vidrio, para tener un criterio de comparacidny apreciarla ala concentraci6n que se produciaen otrosrubrosde la industria,daremosuna panohmica global a1fen6meno. Entre10sgrandesestablecimientos,similaresalasfbricasdevidrio, seencon- m h n las refineriasde azdcar.A finesdel siglopasado, 10s dos establecimientos queexistianen eldepartamentodeValparaiso (conmisdequinientosoperarios) y el que se ubicaba en Penco (con370) tenianuna proporci6nde niiios-obreros cercana a1 16%.En 1913,en las diez refinerias existentesse mantenia ese nivel de participaci6n,aunque en 10saiiossiguientesse redujoa la mitad'. La5 fibricas de cervezatambikn ocuparonuna importantecantidad de niiios-trabajadores.A finesdesiglo,enlaF6bricaNacionaldeCerveza,instaladaenValparais0,unaquinta partede10s operariosloera;un porcentajelevementeinferiorcorrespondiaamu- jeres. En Concepdn, elporcentajeeramenor,llegandoaun 17,8%.En Santiago yvaldivia,en cambio,las grandes6bricasde cervezaymalta ocupaband l o entre el 5%y el 8 % de mano de obrainhntil. En 1912,en promedio,10sniiios habian perdido presencia: en m5sde sesentafibricas de cerveza,10s cercade doscientos niiiosquetrabajabanenellasrepresentabanel7,3%deltotaldeobreros.Enambos casos,tanto en lasrefineriascomoen lasfiibricasde cerveza,apesarde contarcon una importantepresencia de niiios a principiosde siglo,la situaci6n no se man- hivo estable en el tiempoa. De menor tamaiio y con una escasa tecnologia incorpomda,las fbricas de fideostambiin tenian unaalta proporci6n de niiios. En 1896,en las cuatrofiibri- cas que existian en el departamento de Valparaiso,el 28.6% de 10s trahjadores eran niiios (veinticuatrode ochenta y cuatro de operarios)y en tres fbricas de Larecopilzo6ndehinformaci6neshdistica estabasqehamuchssimpreciaones. En lmprime- rosformuhosquedebianregrstrarlosacci&nteslaboralesylossalariosmediosyjomales,seestableci6 errbneamenteladstincih entre hornbces(sindelrnitacihde dad),rnujeres (mayoresde dieciocho ynltios (rrurgmdedace aios). En formulariossimibares,quedebianregLstmralosnitiosobreros, se hlzo nom una correcci6n (hecha a mano)a10s limitesde edad antessezialados10s nitiosseriam10s menoresdedoce~osylasn~as,lasmenoresdedeciacho.V~ayealrespecto,Arch~"acWnal,Fon~o Direcci6nGeneraldel Tmbajo (enadelante A.N.D.G.T.),vol.3,Estadisticas (1907). Otrasfuentes con- f i m nla presenciade niziosde hasta ocho aiios El lirnite supenor de edadfue modificado con paste- r~ndady, con ello, el t6mmo 'nilo' fwdespkado par el & 'menor'. 'KEI ,N'4,28& enerode 1896,pigs.57y58;NP8,5defebrerode 1897,pigs.154,167yl68;Anuarm E s l a d i s l r c o d e [ a R ~ e C ~ ~ ~ e ( e nadelanteil E), 1913,Industria, pigs 3247; 1920, IndustriaManu- 'BEI,Ng4,28deenerode I896,pigs 49,57y58;NQ6,31dediciembrede 1896,pigs. 120122; NP8,5defebrerode1897,pidg. 167y168:NP10,lOdefeibrerode 1897,pigs. 203y204;AE, 1912,In- d u s ~ w .pigs 104111. factusera,pigs. 26-29. 23
  • 20.
  • 21. fideosy chocolate,la proporci6n de niiios ascendiaa un 51% (cincuentay tres de ciento cuatro). En una Ebrica de fideosy galletasinstaladaen Talca, ocw'a dgosimilar:de10s treintaycincooperarios,quinceerannixios,esdecir,un 42,8%. En Santiago,en cambio,supresencia eramenosrelevante. Entre 1912y 1913,en 1 sGbricasde fideos trabajabanocho operariosen promedio y la mano de obra infanti1fluctuaba entre un 28%y un 23%.En 1920,el tamaiiopromedio de 10s establecimientoshabia crecidoy la proporci6n de niiios se redujo a un 16,7%9. Dentrode10sgrandesestablecimientosdelaindustriaalimenticiaseencontra- ha, a finesdel siglopasado, la Fibrica Nacionalde Galletasde Ewing Hnos., que ocupabaacientotreinta trabajadores: de ellosel38,5%eran niiiosyel 23,1%mu- jeres.Estecasonoparecehaber sidoexcepcional,yaque en lasdoceEbricasregis- tradasen 1913,donde trabajaban475 obreros, el 22,9% eran niiios. En 1920,la situaci6nhabia cambiado:de las sieteEbricasencuestadas,en lasque trabajaban m8s de ochocientos trabajadores, d l o el 10%eran niiios, frente a un 38% de mujeres'". Dentro del rubro alimenticio,habia establecimientos m6s pequeiios, como una Ebrica de leche condensadade Linares: tenia setentay cinco obreros y de ellostrece eran niiios, es decir, el 17,3%.En un taller que elaboraba caf6 de higo en la provinciade Cautin,de susdoce operarios,diez eran niiios (83,3%)". En contrastecon estasituaci6nseencontrabanlaspanaderias,establecimien- tos mucho mis numerosos. Alli trabajabanunos cuatromil operariosy el prome- dio por establecimiento era de ocho a nueve personas. Los niiios representaban s610un 5,7%de la mano de obra que laboraba en el sector, en 191212. Respectoalasindustriasvinculadasconlaagricultura,lapresenciadeniiiosera importanteen las de conserva de h t a s y legumbres.Variasestaban instaladasen capitalesprovinciales o bien al interior de 10sfundos. A comienzosde siglo, por ejemplo,existiauna Ebrica en Quilpuk (concwrenta y cinco operarios);dos en LosAndes (conochenta y cienobreros,respectivamente);una en Rancagua (cien- t0sesenta);unaenRequinoa(doscientos)yohaenSantiago (trescientos).Lamano deobraproveniadelashijasyesposasde10sinquilinos,aquienesselesremuneraba conun salario. Las mujeresynifiasparticipaban envarias etapasdelproceso como: pelar,descarozar,seleccionarl a h t a yfinalmentellenarytaparlosfi-ascos.En 1913, en las 39 Gbricasde conservasencuestadaslaboraban197muchachos(as)que re- presentaban el 11.3%de 10soperarios.En 1920semanteniala proporci6nl5.Otra actividad vinculadaa la agriculturaera la hbricaci6n de cambuchospara botellas 'B.E.I.,NP4,28deenerode1896,pigs.57y58;NP7,31deenerode1897,pigs.133,145yl146; NP6.31 de diciembrede 1896, pigs. 120122;A d . , 1912, Industrias,pigs. 104111; 1913.Industria, Pigs. 3247; 1920, Industria Manufacturera,pigs. 2629. "Mariano Martinez,Indushiasymanufacturasnacionnler,primeraserie(IndustxiasSantiaguinas), Pigs. 24M47; A.E., 1913,Industrias, pigs. 32-47; 1920, Industria Manufacturera,pigs. 2629. " A.E.,1912,Industria, pigs.4447.66-69y 104.111. '*Op.tit., pigs. 104111. '3B.S.RE,N*12,1dediciembrede1904.pig.631;NP9,septiembrede1914,pigs74%745;Ximena VddtsS.,Laposici6ndeIavnujermla hacienda, pip.121-124;A.E..1913,Industria, pigs. 3247;1920, IndustriaManufacturera,p i p . 2629. 25
  • 22. vineras.AUi,nifiosyadultosdebiantejeramanolatotora;posteriomente,estalabor sehizoconmiquinas.EnlascuatroPbricasdecambuchosparabotellasqueheron registradasen lasestadisticasde 1912,de 10s 142opemrios,cercade la mitad elan mujeresy un 21,8%niiios. En 1920,la proporci6nera similar14. A partir del siglopasado, en el sector@co coexistieronpequeiios talleres artesanalesbasados en sistemasde trabajotradicional y grandes imprentas. En ambos tipos de establecimientoshabia niiios trabajando.En 1919,la Imprenta Universo -la m& importantedel pais- ocupaba a una cincuentena de niiiosque representabanmis del 17%de 10s trabajadores. En 1912,losniiios que trabaja- ban comoobrerosen10stalleresdeimprentayencuadernaci6nerancercadeseis- cientos, sobreun total de m& de cuatro mil trabajadores,esdecir,un 163%.La proporci6nerasimilaral aiiosiguiente.En 1920,en cambio,la proporci6nhabia caido a un 9,7%.En las litografTas,la concentraci6n de niiios era mayor,aunque lacantidadtotalde trabajadoreseramenor.Durante 1912y1913,enestosestable- cimientostrabaj6unacincuentenadeniiios.Laproporci6nfluctu6entreun31,8% en 1912,un 22,8%a1aiio siguiente y un 17,5%en 192015. UM altaproporu6n de niiiosmbajadoresparticipabaen la elaboraci6nde s e bresde papel. En la FsbricaNacionalde Sobres,limdada en 1886en Valpm'so, se ocupabanochentaniiiasysietenkios,sobreuntotaldeaentodostrabajadores(85.3%). En una estadisticade 1912seregistrabatodavia esta tendencia:en 10s establecimien- tosencuestados,el58,3%de10stralmjadorese m nii~os'~.En laspequeiiasfactorias quemandacturaban cajasdecarthserepetiaestasituaci6n.En1897existiaunesta- blecimientoen Chikinque tenia a s610un operarioadultoydiecisGisnii~osobreros (94,l%)I7. Veinte aiios m& tarde, en un taller que hbricabaserpentinas,trabajaba una proporci6n similar:veinte niiiosy cincohombres adultos? L a presenciade niiiosen laindustriatextil se habia iniciadotempranamente. Hacia 1820,un industrialsuizoaplic6,de un modo excepcionalpara la Gpoca,la formade producci6ntipicamente fabril en un establecimientoque producia te- jidos, hiladosy cuerdasde cikiamo.Peter Schmidtmeyerrecordaba que "la esce- na de muchas mujeres y niiios empleados en ese lugar, con un horario regular, como en Europa, resultaba una verdadera exhibicih aquT'lg.Por su parte, la 'Valdts, OQ. bt.,pig. 115117;A.E..1912, Industrias,pigs. 104111; 1920. Industria Manufactu- rem, pigs. 26-29. '5Elc~culopaAelafio1919esunaestimaci6n basadaenlosdatossobrelosparticipantesenuna huelga. Debido a la imprecisi6n en la determinaci6ndel total de involucrados, el porcentajefluctua entre un 17%yun 25%.A.N.D.G.T.. vol. 51. ComunicacionesRecibidas (1919),oficio NQ2.618. del PrefectodePoliciadeSantiagoallntendentedeSantiago;A.E.,1912,Industrias.pigs. 104111;1913,-. Industrias,pigs. 32-47; 1920,Industria Manufacturera,pigs. 26-29. 16Afines de siglo, esta industria se quejaba de su precaria situaci6n debido a la competencia extmjera. Julio Ptrez Canto, La industria nacianal. Estudws i deswipcionerde algunosfibqcar de Chile publuadarenelBoletindelaSmiidad deFomenfoFabril,Cuademoi, (1889-1890),pigs. 19-23;A.E.,1912, Industrias,pigs. 104-1 11. I' B.E.I.,N*9, 8 de febrero de 1897, pigs. 180, 185y 186. A.E.. 1920, Industria Manufacturera,pigs. 26-29. Peter Schmidtmeyer. Kaje a Chilea 1raui.s deLos Ander, vol. 1, pig. 305. 26
  • 23. Fibria de Paiios BellavistaTomi, establecida en 1850,ocupabaa h e s de sigloa 340ope&os, de10s cualesel35,3%eranmujeresyel 11,8%niiiosP4En laFhbrica deTejidosElSalW,especidizadaentejidosdelana,trabajaban210obrerosen 1900: de ellosel 21,4%eran niiiosy el 38,1%m*eresz1. Entre 1911y 1913,elsectortextdocupda unosdosmilquinientosobreros,in- &yendo cera de un 7% de muchachos (lasfuentesno indican el sexo).Dentro de]asespecialidadesexistentesalinteriordelaindustriatextil,lasdetejidosdepun- toocupabanuna buenacantidadderrabajadores, per0 muypocosde elloseran ni- ,=,OS. En cambio, la hica hilanderiade lana y algoddnque era registradaen 1912 tenia lam k alta participacibnlaboralinhtil en elrubro (16,7%),seguidapor las fbricas dejarcias (15,7%)y lasdos Eibricasde tejidosde algoddn (11,6%)2e. heterogeneidadtambiinestabapresenteenelsectormetal~gico.En1913, las herrerias eran establecimientospequeiios,aunque numerosos (habia cera de quinientas),conformadosen promedio por tres operarios:el 11% de 10smil seiscientostrabajadoreseran niiios. En 1920,este oficioya estaba en un proceso dehnca decadencia.Sdlose encuestaroncuarentay un talleresque concentra- ban a menosde cuatrocientostrabajadores;entre elloshabia un 8,5%de niiios. El ocas0de 10stalleresde hojalateria,en cambio,vi0 aumentadala presenciain- htil. Afinesdelsiglopasado,10s queexistianenValparaisoy Santiagoocupaban en promedio a nueve operarios; el 27% eran niiios; en Concepcidn,la propor- cidneramlsalta. Hacial913, trabajabaunpromediodedosoperariosporestable- cimiento y se mantenia la proporci6n de niiios. En 1920,el niunero de trabaja- dores se habia reducido a una cuarta parte, per0 la participacidn infantilhabia crecidoaun 38,9%.Otrostalleresmetallirgicoseranmenosnumerososafin,pero en elloslapresenciade niiios eraimportante.En 1920,lostalleresde grabadode I metaltenianunterciodemanodeobrainfantilylosqueelaboraban”tapascorona”, un 23,2%23. Enelextremoopuesto,estabanlosgrandesestablecimientosmetaltirgicos-fun- dicionesy Pbricas de dquinas-, de creciente importanciadentro del sector. En 1896,lastresp n d e sfundicionesyPbricasdemaquinariadeValparaisoocupaban 1.250operarios. De ellos 170,esdedr, un 13,6%eran niiios.En el establecimiento deLever,MurphyyCia.(con125opemios),representabanun20%yeneldeBalfour, LyonyCia.,por suparte,un 13%(contrescientostrabajadores).En Santiago,esta industriaestabamenosdesarrolladay lapresenciade niiios tambiin eramenor.En la estadisticade 1913,las ciii-asheron mls detalladase indicaronque a pesar de lasdiferendasqueexistianentre1asEbricasdemaquinarias(habiacuatro,ocupan- do en total 895 trabajadores)y las fundiciones (habia cerca de un centenar con “B.E.I., N*18, 18 de febrero de 1897, pig. 320. “B.S.RE, NQ2.28 de febrero de 1900, pdgs. 47-55. “A.E., 1911, Industria, pigs. 86-91; 1912,Industrias,pdgs. 104111;1913,Industria, pigs. 30 y 31. *’A& 1913, Industria, pigs. 32-47; 1920,Industria Manufacmrera, pigs. 26-29; B.E.I.,N’8, 5 de febrerode 1897,pigs. 167y 168;NP4.28 de enero de 1896,pigs. 57y58;N’6.31 de diciembre de 1896, pigs. 120-122. i ..
  • 24. cuarentaoperariosenpromedio:entotalcuatromilobreros)laproporcibndeniiios era similar: entre 11%y 12%.Posteriormente, esta participacidn clismin~yd*~. Dentro del sector metalfirgicohabia otras especialidadescon alta presencia inhtil. En 1912,se registraba una fbrica de pernos, tuercas y remaches-ins&- lada enValpam'sw quetenia 43operarios, de10scualesm6.sdelamitaderan mu- chachos.Ago similarocurriaconlaspequeiias fbricasde tejidosdealambre.Ln ocho establecimientos registrados, un tercio de loa trabajadaores eran niiros- obreros.Enlarnayorfbricadeenvasesdelatayenlozados,instal& enValpadso, casila mitad de 10s trabajadores eran mujeresy 10sniiios representaban un 12%. En 10s restantes talleres, mispequeiios, eran proporcionalmente mis imptan- tes, ya que correspondian a cerca del 60% de 10s txabajadoresag. Enlasfbricasdeladrillostambiine mnumerosos. La quese instal6enLo@ en 1855,de propiedad de la Compaiiia Explotadomde Lota y Goroael, a fines de sigloocupabasesentaniiios de un total de 160operarios (37.5%).Teniande ocho a catorce G o sy sededicabm a mliltipler rareas, entre ellas, la prepracidn delamezcla, sutrastado,elcortey modeladodelamasa,eltransporteen tablilbs, la alineacibn de 10sladrillos y el volteo para su secadoz6. LasGbricasdefdsforos tambi6ntem'an un importante contingente de mano de obm idntil,aunque eran mPs numerows las mujeres adultas. En Talca,bs tres establecimientosque existian concenbaban a unos seiscientostrahjadores: entre1911y1920,laparticipaci~nlabo~linEantil~uctu~en~eun14%yw25%. Una proporcidn menor seobservaba en 1912en Ea cincwntenade pequeiios ta- Ileresdedicadosa lahbricacidn dejaMn queexistian:ocupban amosguinien- tosobrerosy,deellos,el11,8%e~nniiias.Laeestadisticade1920mosb6uncambio enla estrucmdel empleo,yaqueuna tercera parte de 10s obreros emomujeres adultasy menos de un 4%, niiios.En cuanto a lasfibticasde velas, el promedio anivelmcional arrojaba una proporcidn de niiioscercana all3%,tanto en 1912 comoen1920.Sinembargo,enalgunoscasoslaproporcidn emmayor.Enbldivia, endosestablecimientos,treintade10s cuarentaydosoperariasetan niiios (71,495). En 10spequeiios talleres donde se hbricaban escohs, escobillasy escobdlones tambiEntrabajaba una importantepsoporcidn en laspuimerasdkcadasd,eestesi- glo. En 1912,fluctuaba entre un 20% y un 3Q%27. Comohemos podido observar hash aqui, la presencia de niriosen la indus- triatuvodiwrsasmagnitudess e e nelsector espcifico.Huboaltosnivelesdepr- tidpacidn laboral en algunos talleres y tambiin en grades fbricas, pero en to- "EEI.,NP4,28deeluerode1896,~.5Qy51,57y58;N*6,31de&iembrede1896,p+ IM, 120-122P&rez,+ nt,Cuadesno~,pigs.1-8.1516:AE.,1913,IrudustriaF,p~gr247:1920,In$us~Ma- nufactucen,p&p.2629 Losdatosrefcridosa 191?le asipan m ymprtanclarehhadem&o infand en Lasf i b a sde rnaquinnuriasque en lasfundietones (17,3%y 88% respeetiwmnte) Sin emhxgo,la es&adCsticade1913abarcaunamayorc~tidaddeesob1~jmjentos.A.E..1912,Inadustriss,pip.IO4111. "A.E.. 1912, Industria, pips. 20-25 y 104-111. "B.E I.,N' 16.16 de febrero de 1%97,pigs. 292.296 y 297;Aracena, op ai,pig. 305. " A X , 1911,Indt~rias.pip.36~9;1912,I~dusuiaS,p~g.104111; 1913,Indmt,jas, e47; 1920,IndustriaMamdactucera,pigs. 26-29;B..S W ,Np 11,l de n-ennhve de 190.1,*g. 5 4 ~wnel at..pigs. 205213.
  • 25. dos10s casos era posible encontrar importantes excepciones.La tendencia en al- gunos sectores h e el decrecimiento de la proporci6n de niiioshacia 1920. ~godistintoocurri6tantoenCsistalen~deChile~am~importanteempres delrubro- comoen lasrestantesfbricasde vidrio,lasque mantwieron unaalta proporci6n deniiiostrahjadoresdesdeprincipiosde siglohastafinesde10scua- rents, en el primer caso,y por lo menos fines de 10s cincuenta, en 10sdemis establecimientos.hi lo demuestra la estadisticadel sector de la abrerfa, la ce- tdmica y elvidrio. La proporci6n h e alta hasta 1926,aiio en que finaliza la sene estadistica,llegando a su miiximo en 1924,con un 37,7%, aunque el promedio entre 1906y 1926se situ6 en un 30% (ver Cuadro NeI).A pesar de mantener una composici6nsimilar en tkrminos porcentuales, la presencia de niiios expe- riment6 importantes fluctuacionesen la cantidad absoluta, en relaci6n con 10s periodosde crisisy expansi6ndel sector.En elaiiodemayorprosperidad -1920- se lleg6 a ocupar a mis de setecientos niiios,mientras en otros periodos (1913 y 1914,por ejemplo) apenas se lleg6 a 10s ciento cincuentaZ8. CuadroNe I COMPOSICIONDELEMPLEO(OPERARIOS) EN LA INDUSTRIAALFARERA,DE CEhMICAYDELVIDRI0.19031926 Aivos Fstablecimiincos Hombres Mujeres NiilOS t0m1 w * iv % iv % w % 1903 l ( 1 ) 105 70.0% 10 6.7% 35 23.3% 150 1906 5 1909 6(?) 1911 6(3) 191? 6 (3) 1913 5 (3) 1914 4(2) 1915 5 (3) 1916 5 (3) 1917 5 (3) 1918 6 (3) 1908 7 (4) 1919 7 (4) 1920 8(4) 1921 7(4) 1922 8 (4) 1923 lO(6) 1924 11(6) 1925 11(6) 1926 9 (7) F~ENTES:B.S.EF.,NP2.1 de febrero de 1903,pig. 55;Sociedad de Fomento Fabril,Rer&enesJenwa[eF ~elaEslad~icuIlpd~~~ct+iol,1908:Soci,edadQ Fomento FabrilyMinisteriodeIndustriayObrasPtiblicas, EstadirticaIndustrial de la Wdblicade Chileca7erpondimiea1 alio 1909,1910; A.E.,1909-1926. 301 56.7% 267 53.6% 303 59.8% 565 60.5% 638 60.6% 306 57.2% 250 54.1% 359 51.4% 700 54.5% 897 54.0% 1.166 62.1% 1.364 63.1% 1.357 57.9% 777 63.7% 972 65.0% 1.307 59.2% 1.069 52,3% 1.155 58.6% 1.197 61.5% 80 80 66 119 113 72 61 110 174 190 215 178 260 128 207 E 1 205 143 166 15.1% 16,1% 13.0% 12.8% 10.7% 13.5% 13.2% 15.8% 13.6% 11.4% 11.5% 8.2% 11.1% 10.5% 13,896 10.0% 10.0% 7,256 8.5% 150 151 198 249 302 157 151 229 410 573 495 618 725 314 317 679 771 674 584 28.2% 30.3% 27.2% 26.7% 28.7% 29.3% 32.7% 32.8% 31.9% 348% 26.4% 28.6% 30,9% 25.7% 21.2% 30.81 37.7% 34.4% 31.0% 531 498 507 933 1.053 535 462 698 1.284 1.660 1.876 2.160 2342 1.219 1.496 2.207 2.045 1.972 1.947 o n
  • 26. Adiferenciade ohasramasindustriales,laparticipaci6nde niiiosen laindus- triadelvidrionodecay6,porlomenoshasta 1926.EstoIlev6aque elpesorelahvo de10s nhioscristalerosdentrodeltotaldenifios-obrerosfueracreciente,pasando de un promedio de 3,4%entre 1908y 1913a un 12,4%entre 1917y 1920y un 14,5% entre 1923y 1926*g. Paralosaiiosposterioresa1926,laimportanciarelativadelosniiiosenlaind~ triadelvidriono puedeserdetalladacon la misma precisi6n. Sin embargo,existe informad6nque seorientaa confirmaruna altaproporcidndeellos.Por ejemplo, en 1936se asegurabaque en la FsbricaNacional de Vidrios laboraban unos cua- trodentos habajadoresmenoresde diecis& aiios; 10sm i s pequefios tenian ocho aiiosdeedadsO.En 1940semencionabalapresencia denixiosdedoceaquinceaiios enesemismoestablecimientogl.Alaiiosiguiente,lasdenunciasptiblicasprovocaron que secomunicaxael despidode 10smenoresde quinceafios, aunquedesconoce- mos sitalesanunciostuvieronefectosrealesge.En 1942,un 22% de 10stresmil qui- nientosobreroso y a d o s en las57Pbricasde vidrio regishadase m menoresde dieciochoaiiosss.En esta ipoca, como podemos observar, las estadisticastendian aregismalosmenoresdedieciochoaiios.Siembargo,para elcas0delasPbricas de vidrio,varios testimoniosconfirmaronla presencia de nifiosde trece y catorce aiios.En 1945,s610 en Cristalenasde Chiletrabajaban270menoresde edad,loque representabauna proporci6n cercanaa115%de 10strabajadoresde ese estableci- mientos4.En 1949,todavia sedenunciabala participacidn de menoresdediecisiis aiios en el tumo noctumo, incluyendoa niiiosde trece aiioss5. Si bien en la dicada de 1950la presencia de menores de edad en el sector industrialh e cada vez mis reducida, 10svalores todavia eran altosen las fbricas devidrio,asicomoen omsramasindustriales.En 1959,encuatrofbricasdevidrio encuestadas seocupabaa cientosesenta menores,que representabanun 12%del total de habajadoresde esas empresas. Dos futuros dirigentessindicales, Alberto Muiiozy Hector Carrasco, se incorporarona lasPbricasde vidrio Irisy Toro,a 10s nueveyquinceaxios, acomienzosde 10scincuentayde10s sesenta,respectivamen- te. Sibien en Cristalenasde Chile,en esosaiiosya nohabiapresencia de niiios,en otrasindustrias-como las citadas- todavia ocupaban un importantelugaP. Glculosbasados en las mismasfuentes mencionadasen el CuodmN* 1. “LA Opznwn,Santiago, 6 de enero de 1936; TdunaJuumil.Santiago, enero de1936. ’I Mundo Nuevo,Santiago, NP1, s/f (c. agosto de 1940). Ip Mundo N w o , Santiago, NQ4. 22 de febrero de 1941. ” Direcci6n General de Estadistica, Vkintealiosdel+lacib socinl, pigs. 106110. ’‘ElianaParedesDureaux,El trabajodelosmenom, pig. 81. La autorano precisaclaramenteel total de trabajadoresen esta fibrica (1.5006 1.890).lo que hace fluctuarla proporci6nde menoresenue 18%y 14.3%. ”ArchivoSindicato Industrial Oistaleriasde Chile,L hdellam, 194&1950,reuni6n general de delegados. 12 de may0 de 1949, f. 402. ’@Elestudioselective arroj6altosporcentajesen 10s establecimientosencuestados:nrias fibricas decahdo(12,6%),unafibncadeplLtico~16,8%~,unadeenIozados(13,6%),unadecaramelosyconfites (11,2%)ydosdeconfecci6n deropa (11,I %). Universidadde C h i l e , ~ n ~ ~ ~ a ~ mlosid&, pig. 43. EnuevLta aAlberto MuriozVgliz, 21 de agosto de 1996y Hector -0.14 de agustode 1996.
  • 27. Respectoa las remuneraciones, existiauna gran dispersi6n salarial. En 1903, en promedio,10s vidrierosadultos ganaban $150a $200 al mes,y 10s empajadores $120a$150.Lasmujeres, en cambio, recibian$25a $30mensuales.Losniiioso b tenian entre $16y $65al mes. La brecha salarialera muy grande, aunque de ello no se puede inf‘erir necesariamenteuna discriminacidn por edad y sexo,ya que tambiinaquiseexpresandiferentestiposdeoficioygradosdecalifica~i6n~’.Espro- bable que10selevadosdarioscorrespondientesa losvaronesadultosseexpliquen por la presencia de obrerosinmigmntes,altamente calificados;sin embargo,esta situacidn se h e modificando con 10saiios3*.En 1906,lossalariosde 10s hombres estabanentre10sm5saltosdentrodelsectorindustrial ($22,50alasemana,menos de lo que ganaban en 1903),por sobrelo observado en la industriade cervezay alcoholes($14,65),alimentos($13,70),textiles ($13,10)ycueroycalzado($14,75). S610 se comparaban a 10sque recibian 10s obreros@cos ($22,05).Los salarios delosniiiosestabanbajoelpromedio ($4,80ema anal)^^.En 1908,lasituaci6nvolvia a cambiar:10s salariosde 10shombres en la industria del vidrio coincidian con el promedioen todo el sectorindustrial,incluso reduciindose en tirminosnomina- les (a$20,25semanal);10sniiios, por suparte, siguieronmanteniindose entre10s mis bajos40. En 1912, susalariopromedioen laindustriaerade$1,70a1dia. En 10ssectores dondela proporci6ndeniiioseramis alta,lasremuneraciones e m r n h bajas. Las fbricasdevidrio-con un 30%de manode obrainhntil- pagaban $1,45,esdecir, bajoelpromedio.Algosimilarocuniacon1asPbricasdebebidasgaseosas (con24% de niiios, a quienespagaban $1,50),de conservasde fiutas y legumbres (11,9%y $1,24eljornal) yde f6sforos (16,7%,$1,15).Mis cercadel promediose situaban las Libricasde galletas (21,7%,$1,63),de fideos (28,3%,$1,60),elaboradoras de madera (20,1%,$1,80) y de cajones (26,8%,$1,80 eljomal). Los m k elevados salariospara niiiosestabanligadosa zonasgeoflcamente apartadas (Ebricasde conservasde mariscos)y a industriascon oficiosque requenan de aprendices (en Libricasde maquinarias,fundicionesy lit~grafias)~’. Lamanode obra en estarama industrialobsembaimportantesfluctuaciones, derivadasde 10sciclosde expansi6ny contmcci6nde la demanda. La industriana- cionaldelvidriodependia,en granmedida,de la demandaintema,especialmente laqueejercialaindustriacervecera,queorientabagmnpartedesuproducci6nhacia el consumode 10s tmbajadoressalitreros.Por lomismo,suproducci6n eramuyde- pendiente de la mineria del norte. Tambiin influiala demandaextema que ejer- cian 10s paisesvecinos,como Bolivia y Argentina. ”B.S.FR, N’ 2.1 de febrero de 1903, pig. 56.El salariomensual de 10s nitios se caicul6sobre la base de veintiseis dias trabajados. M L adelante volveremos sobre lo mismo. ’ISociedadde Foment0 Fabril.ReninMlerirneralerdelaertadislicaindustrialcorrerbondienteo lasfnc- VinciasdeAconcagua.Santiugo, O’Hi&ns, Colclu&a, Curid,Talca,Linam,Made, Nuble, Conc+ibn,Arauco, B b B h CauCin, kldiuia i Llanquiliue, pig. 12. “A.E., 1909, Industria, pigs. 492 y 493. “La h i c a excepci6n parece corresponder alasfibricas de azccar.donde existia una importan- Presenciade nitios (13,5%)ysalarios muysuperioresai promedio ($2.20);AX., 1912. Industrias, : 1Pigs. 104111. 31
  • 28. Un ejemploque ilustra esta dependenciase produjo en 1921. Por efecto de la crisissalitrera,eseaiiodebieronlimitarsuproduccidnlasfbricasdeRancagua ySantiago,apagandosushomos,loqueocasion6importantesdespidosdetrabaja- dores. La de Rancagua cerrd definiti~amente~~: “En1922,la fbrica comenzd a pamr 10shomos,por falta de pedidos,segiinlospatrones.Aseguraronquelacompetendahabia aumentado en Chileyque sehabia cenadoelm k importantede Operariosde la fundici6n de vidrios,en L p h a h ma,.& torno I, pig. 164 An&=, ! LaFedmam’n Obrma,Santiago,24 de agosto de 1921.
  • 29. 10s mercados extranjeros, Bolivia. Pam averiguar si era cierto, el sindicatoacord6mandaruna delegaci6na hablarcon el embaja- dor boliviano. Era verdad. Lasbotellas fabricadas en Alemania desplazaban del mercado boliviano a las botellas chilena~”~~. El desarrollode la producci6n nacional de enwsesde vidrio (queincluso pe- new6 el mercado latinoamericano)se log6 abasteciendo a las industrias de con- s e w , bebidas,vino y cervezaa precios mis bajos, que permitieroncompetir con 10sproductosimportados.En 1903,sedecia:“todos10sarticulosenumeradosimu- chosotrossonmisbamtosque10seshanjerosen un 20%idemuchamayorsolidez. hi por ejemplo,la docenade botellas vineras estranjem importa$2.20 i la de la Gbricasolamente1.30”44.Con todo, la demandaintema y extema resultaba insu- ficientepara sostenerla producci6nfisica de la Eibrica,la que suftia fluctuadones ciclicas, con consecuenciassobre la mano de obra. Elproteccionismoindustrialquesedesarroll6despu6sdelacrisisde1929-1930, y queficilit6,en el cas0 de la industria delvidrio, la fibricacih de bombillas elic- micas, nopudo evitarlosefectosqueprovocabalainsuficientedemanda,tantointer- na como de 10s paises de la regi6n. A mediados de 1948,el principal homo de CristalenasdeChiledebi6paralizarpor“fltadepedidosdemercadenas”.Pampaliar la situaci6nse intent6 conseguir la rebaja de derechosaduanerospara exportar botellasahgentina.Amediadosdelsiguienteatio,sevolvi6arepetir la ~ituaci6n~~ El tmbajode 10s niiiosen la industriadel vidrio estuvoasociadoa ocupaciones especificas.h i como en otros establecimientosse encargabande hacer roscas (Ei- bricasdefideos),pegar etiquetasyenvasar(Eibricasdejab6n,azlicar,fbsforos,con- servasygalletas),en la industriadelvidrioexistieronoficiostipicamenteinhntiles. S610 unos pocos eran aprendicesde maestrosvidrierosy de mec2nicos“j.Lamayor proporci6n desarrollabalaboresrepetitivas, no calikadas. Un importantenhnero de niiiostrasladabaobjetosdevidriodesde10shomos de fundici6nhacia 10shomos de temple o de archa4’.h ilo describiaa principios de siglo,con m6s detalle,un autor: “Sihabeisvisitadoalgunavez,por ejemplo,unaEibricadevidrios, habreisvisto un grupode pequetiuelos que reciben del soplador de botellasel primerproductopara llevarloen una especiede ca- nastilloa otro obrero que tomea el brocal de aquellas,y que de allillevan a 10s homos de templar las botellasya fibricada~”~~. IsJose Miguel Varas, Chack, pig. 42. B.S.KE, NQ2.1 de febrero de 1903,pigs. 5 S 9 . Archivo SindicatoIndustrial Cristalerias de Chile,L i b deActas, 19461950,Sesidn ordinaria, 4 dejunio de 1948,f. 253; Sesidn extraordinaria, G dejulio de 1948,fjs. 257 y 258;reunidn genelal ordinaria, 7 dejulio de 1949, f. 421. ‘‘BOletin dela O&na del Eabajo (en adelante B.OJT), NQ15,1920,pig. 219. “Pwedes, op. &I., pig. 82; Universidad de Chile,op. cit., pig. 53; entrevistaaArturo Saavedra, 3 ”Juan Enrique Concha, Confeenciassobreeconmniasocial dicladasen la UniuersidadCatblicadeSan- de marzo de 1995. tiago de Chile pig. 241. 3 3
  • 30. Los“nhiosarcheros”otransporiadoresrealizabmlalabordemsladarlosobje- tosreciin moldeadosdesdeel homo de fundici6nhacia el homo de archa (0de temple),donde10sesperabael archero, ocupad6n que era siempredesempeiia- da por un adult^^^. Tambiin habia niiios sopladores,que se iniciaban en el oficio a corta edad pamconvertirse,asi,enmaestroscuandotodavianollegabanaseradultos.Lameca- nizaci6nen la producci6nde envasesredujo la extensi6ndel oficio,aunque no loelimin6,sin0muytardiamente54EnCristaleriasGiraude,establecimientoubica- do en Valparaiso,la participaci6nde niiiosen estaactividadse extendi6hasta 10s aiioscincuenta;por entoncesse denunciabaque alli 10sniiiosno s610 se dedica- bana “transportarcucharetasconvidriosfhdidosdesdeelhomo”sinoqueademis debian darle la forma a la vasija soplando con la boca5I. 0- tareaspropiasdeniiiosenlasfiibricasdevidrio,yqueaparecenmencio- nados en la dicada de 1920,eran las de levantador, revisador,sacador de vidrio, puntillador,colatero,palero,calentador,destacador,caiieroymoldero.Variasde estasactividadeseran desarrolladastambiin por adulto~~~.En el cas0de la empa- jadura de damajuanas, el oficio era desempeiiadotanto por hombres como por mujeresyniiio~~~.Lamayoriadelosmuchachostrabajabadirectamenteenlamani- pulaci6n delvidriofundido,esdecir,en aquellaetapademayorcomplejidad,que implicabaun mayor cuidadoyceleridad,para evitarlas consecuenciasde10scam- biosde temperamy depresi6n.Lostestimoniosdealgunosobrerosmencionan la necesidad que existiade contar con Niiosigiles pararealizar estaslabores.Ge- neralmente el trabajo se realizabaa marcha hpida, acelerando el p a ~ o ~ ~ . En ladicadade1920habia niiiosque eran ocupadoscomosuplentes,en cas0 de ausenciade personal (10shabia tambiin adultos). De este modo, se evitaba la paralizaci6n de 10shomos. Otra categoria, posiblementeasociadaa la anterior, era la de “niiiosde re~erva”~~. En 1921tambiin se mencionaba la presenciade niiios aguadores.A media- dosde la decadasiguientetodavia “existiaun serviciode niiiosque repartia agua alosquetrabajaban”,debidoaqueistosnopodian “abandonarlafaena”.Poralgh “Paredes, op.cif., pig. 82; Universidad de Chile, op.d.,pig. 5B;Jmficia,Santiago,23de febrero de 1925;Alicia Texier Cortis,Fun& sociol dela Inrpeccidndd Tmbajo,pigs. 102y 103,hace mencidn errdnea al ‘hachero”; entrevista aArturo Saavedra, 3de marzo de 1995. ”OJmticiu,Santiago, 23 de febrero de1925. Entrevistasa Albert0 Muiroz, 21 de agosto de 1996y Hictor Grrasco, 14de agosto de 1996.El oficio de soplador tambiin es mencionado como una de las ocupacionesinfantiles para el cas0 dela industriadelvidrio en Brasil.Blanco. op. cit.,pigs. 33y 48. Texier, op. cif.,pfigs. 102y 103. En la no’menclaturainterna, est= tareas eran diferenciadas s e e n correspondieran a adultos o nbios.h i , porejemplo, habia “niirosdel cone y grabado” y ‘niiros archeros” (que p hemos men- cionado), para distinguirlosde 10s adultos que desarrollabanactividadessimilareso cercanas. Viae, al respecto, A.N.D.G.T., vol. 68, Comunicaciones Enviadas, NQ695, Informe de Eduardo Schmidt Q.; vol. 99,varios (1924),cartadel secretariogeneraldelaF.o.cH.aMoisCsPobleteTroncoso, 12dejunio de 1924,y pliego de peticiones;Justicia, Santiago, 23 de febrero de1925. 5’ B.OJZ, NQ15,1920,219 p i g . 54 Enuevista a Armro Saavedra, 3 de mano de 1995. A.N.D.G.T., vol. 68, Comunicaciones Enviadas. NQ695, Informe de Eduardo Schmidt Q. ,
  • 31. tiempoesteservicioh e suspendido.Sinembargo,h e reestablecidocon10saios, yaqueunantiguodirigenterecordabaquetodaviaexistianenladkcadade194056. LAS CONDICIONESDE TRABAJO Lasrelacioneslaboralesy las condicionesde trabajoen la industriadel vidrio tu- vieron,desde su origen,el sello caracteristico de la gran industria. En este sector no existi6una tmnsici6n del taller artesanala la producci6nhbril: las caractens- ~ tiasdel proceso productivoy el escasodesarrolloquehabia tenidolahbricaci6n , del vidrio no lo permitieron. En Chile no existia una mano de obra dedicada a ~ talactividadque hubiera servidode base ala nuevaindustriapor lo que hubo que traer maestros desde el extranjero. ~ Lasrelacioneslaboralesen laindustriadelvidrio estuvierondominadas-des- de su nacimiento- por las condicionesen que se desarroll6 el sector, esto es, el ~ gran tamariodela empresa,la an6nimapropiedadde10saccionistasy la interme- ’ diaci6n de gerentes, administradoresy capataces. 1 Las caracteristicaspropiasdela producci6ndevidrio,que imponia elb c i o - namientocontinuode10shomos y la organizaci6ndel trabajoen tumos, ademais de lasdurascondicionesderivadasde laalta temperaturade 10shornos (quepro- vocaba elevados niveles de deshidratacibn),la insdiciente ventilacibn, el polvo devidrio,lahumedadylosfi-ecuentesaccidentes (quemadurasycortaduras),he- ron el context0en que se desarrolld el trabajo en estas industrias5’. En 1921,se denunciabaque en la Faibrica Nacional de Vidrios dos niiios, de doceaiiosde edad,sededicabana quebrargolletesde botellas.Tantolascortadu- ras como el polvo fino de vidrio que se desprendia hacian extremadamente pe- ligrosala labor. Ese mismo aiio, un informe serialaba: ’ “en el tmbajo que se efecnia en 10s talleres donde se desarrolla muchocalor,deberian usaranteojos,yen las cariaspistonesque pudieranserdeus0personalydesinfectarseconfi-ecuencia.Tam- bien es de absolutanecesidad emplearaspiradorespara ciertas mgquinas,comoasimismocaretasprotectoras[...I. Mientrastan- to,ya que no hay caretas,10sobreros suelen usar paiiosmojados que 10s proteje de estos nocivos el em en to^"^^. Inicialmente,enesafibrica, eltrabajoestabaorganizadoendosturnosdedoce boras cada uno,correspondiendo el tiempo efectivode trabajoa nueve horas y media (elresto se ocupaba en descansoy alimenta~i6n)~~.Este sistema todavia se “A.N.D.G.T.,vol. 68,ComunicacionesEnviadas,N’695,lnforme deEduardo SchmidtQ.;T7bw ”Lascondicionesde trabajo aparecendescritascon frecuenciaygran coincidencia porlostesti- 68A.N.D.G.T.,vol.68,Op. tit. ’‘B.S.M. NP2,1 de febrero de 1903,pigs. 55 y 56. nQ.b’JW Santiago,enero de 1936;entrevistaaArturo Saavedra, 3 de mano de 1995. gos de la ipoca.Viae, por ejemplo, Varas, op. cdt., pPg. 20. 3 5
  • 32. mmtenia en 191260.Algunosaiiosmis tarde,estasituacidncambib.En 1921,el tra- bajo estaba organizadoen tres turnos: el primero comenzabaa las siete de la ma- iianay terminabaa las tresde la tarde;el segundo comenzabaa las tresyfinalizaba a las oncede la noche;el tercerose iniciabaa las oncede la nochey concluia a las sietedelamaiiana. Segtinlainspeccidnr e b d aeseaiioporlaOficinadelTrabajo, en el turn0 nocturno “secuida de emplear el menor n h e r o de niiiosy mujeres. A pesar de esto hay 80 niiiosy 30 mujeres’’61. Porentonces,lasdesnipcionesdelascondidoneslabomlesquedebianenftentar tanto adultos como niiios enfktizabancon nitidez 10saspectosnegativos que esta- banasociadosal trabajoindustrial.Tiatandodematizarestosjuicios,algunosobser- vadoresintentarondestacarque las condicionesde trabajo en la industriaposible- menteno eranmejores nipeores que lasquevivia-por entonces- una importante cantidad de personas en 10sconventillosy cuartos redondos. Estavisidnqued6 re- gistradaen un informerealizadopor unacomisi6nvisitadoraen 1921,laque habia examinado “condetenimientoel aspectode estospequeiiosobrerosy tuvo el dis- gustodever en ellos caraspilidasy en algunos,escdfulas,sign0defuturatubercu- losis”.Sinembargo,segGnsuopinibn,laresponsabilidadnoeraexdusivadelascon- diciones en que se realizaba el trabajo sino tambiin de la pobreza en que Vivian: “comodeciamos,10sniiiosno tienen elaspectode10sniilossanos y robustos.No hayque cargartoda la situaci6nde inferioridadde 10sniiios a1taller. Basta con ver 10sconventillosen que viven. El salariodequegozanlasmadressisonviudasparaguzgar [sic]que en gran parte tienen tambiin la culpa ambas cosas. Las familias vivenporlogeneralencuartosredondosendondesellevanacabo todos 10sactos de la vida”6p. La aplicacidnde la Ley de Inshuccidn Primaria oblig6a que la FgbricaNacio- nal deVidriosasegurarala escolaridadminima de sus nixios-obreros.Ya en 1921 el establecimientocontaba con “escuelasregentadaspor maestros pagados por la gerencia”,segtinun inspectorvisitador. Estabareglamentadoque 10sniiiosasistie- ran a clases durante una horn y media,wriable segtin 10s turnos: a1primero le correspondiaentre las 13.00y 14.30 hrs.; al segundo entre las 15.00y 16.30hrs. y al tercero entre las 19.30y 21.00 h r ~ . ~ ~ . La realidad no parece haber estado tan enmarcada en la legalidad, como se podriasuponer.Amediadosde 1925,a h con 10sawncesexperimentadosen ma- teria legislativa, se hicieron Mliasdenunciasacerca de las d m s condicioneslabo- d e s que debian soportar10snsos. Segtinun peribdico, la fibrica habia “hecho unariclameenormeconuna escuelaquefund6,pero,comosiempreestasmanio- ‘“AX.,1912. Industrias,pigs. 104111. 6’A.N.D.G.T.,vol. 68, op.cii. 02 Illid. e.s %d.; Paredes, op.d.,pigs. 80y 81;esta dltimaautora seaala equivocadamente quela escuela fue fundadaen 1923.
  • 33. bras se hacen para engaiiara las autoridades”.La citada escuela, a1parecer, no ,--plia consufunci6ny s610 trabajabanen elladosprofesoresdebox. L aempre- sa tenia un pequeiio policlinico debido a 10scontinuosaccidenteslabodes; sin embargo,si 10soperariosaccidentadosperdian las vendas o el algod6n debfan pagar su costo. La Ley de Instrucci6nPrimaria Obligatoriano era aplicada y la fbrica tenia el “recorden la explotaci6na la infknciay maltratoy atropellosa1 personal”.Losniiios, en su mayonamenores de ocho aiios, eran golpeados por el capataz‘j4. h icomoocurri6concasitodaslasgrandesempresasenlad6cadadel treinta, Cristaleriasde Chile organiz6un completoserviciode bienestarsocial en 1934. kste estaba integradopor dos asistentessociales,dos mtdicos, un profesory un practicante.Bajosudependenciaseencontrabalasalacunayel“casino”(comedo- res).En este tiltimo,a 10sniiios se les cobrabala mitad que a 10s obrerosadultos. S e euna futuravisitadorasocial,el serviciosocialatendiaa quienesconcum’an a la oficinaa solicitarayuda,‘‘yellosnuncason,por cierto,obrerosmenores,sino quesiempreadultos”.Anualmenteseefectuabauncontrolmidicoa todos10stra- bajadores,a travtsde un examende radioscopiay otrode piel. En cas0de encon- trarse alguna lesi6n incompatible con el trabajo, se comunicaba a la secci6n personal “paradesahuciar a dicho menor oacogerloa alguna proteccibn,s e e sea el caso”‘j5. Frontisde la PlantaVicuria Mackennade Cristaleriasde Chile, afines de ladicadade 1940. Crirtalito, NPLjulio de 1989,pig. 4. Judicia, Santiago, 2 de abril de 1925. Paredes, oh. rit.. nip. 80. 37
  • 34. Todaestainfiaesmcturanohizo mejoiarsustancialmentela situacihde 10s niiiosen la industriadel vidrio.Asi lo denunci6Luis Solis, delegado obrero a la ConferenciaPanamericana del Tiabajorealizada en Santiago,en 1936 “eltrabajo de las mujeresy 10sniiios, cuyaslimitacionesy prohi- bici6nsonampliamentecontempladosen 10sconveniosratifica- dosporelGobiernodeestepais, esotralocumdela organizaci6n social vigente [...I. Los niiios proletarios,que logmn escapara laacci6n del conventillo,quemansuesperanzaen lavida,en 10s camposdesoladoso entre el polvo del vidrioy del tabaco. Sola- mente las Cristaleriasde Chile ocupancuatrocientosniiios me- nores de 16a f i o ~ ” ~ ~ . Por entonces, las condicioneslaboralesno habian mejorado sensiblemente. Tantoadultoscomoniiiosdebiansoportarelambientecontaminadode la fbrica. “Alasemanacionesvenenosasdel plomo,la potaza,hay queagregarel calorinfer- nal que reina en todos10stalleres. Losventiladoresno fimcionan,10stienen para mosharlosa 10sInspectoresdel Tiabajo”.Ya noserepartiaaguaa 10sobrerosy “10s muchachos tienen que soportardurante 8horn el calor y la sed,y cuando ya no puedensoportarm byabandonanel trabajo,songolpeadospor 10scapataces.Mu- chosniiioshan &do desmayadospor el calory la sedy en esteestadosonanastra- dosalpatio”.S e eladenuncia,10scapatacesymayordomos“lesdande puntapiCs a 10sniiiosy siredamanlesdescuentanmedio&a o10sdespiden”.“Enmuchasoca- sionesloscapataceshangolpeadoalosniiiosconbarrasdevidrioscalientedejhdolos marcados”.Enlasecci6nmolinos,losobrerosapenasalcanzabanatrabajardosmeses ydebianpartiral hospitalSanJok,dondehabiamisde cienopeiariosdelafbrica. “ElSindicato ha llegadoa cobrar cinco cuotas mortuoriasa1 me^"^'. LasdurascondicionesdetrabajosiguieronpresentespormuchosaiiosenCris- talerias de Chile. En la dCcada del cincuenta,en algunas seccionesde la planta ubicada en VicuiiaMackenna se seguiacargado el material“a1hombro”y el pro- ceso de composici6n (mezclade materiales) se realizaba con ayudade palas. En 10ssubtedneos,dondesealmacenabael carb6n,serefugiabandelincuentesque nosaliana1exterior;alliera peligrosoentrar.DuranteunaCpoca,10sempajadores proveniandel taller de la Penitenciaria.En la fbrica imperaba, en muchos sen- tidos,la “leydelm b fuerte”. I+ mayoria de 10strabajadoresalmorzabaen plena calle y seguia utilizando el clisico “tarro choquero”68. Todavia,a mediadosde la dtcada de 1940,losniiiosde Cristaleriasde Chile realiiban el trabajo en turnosa1igual que el resto de 10strabajadores,rotando cadasemana,lo que significaba el incumplimientode un conveniocon la Inspec- “Lu Wnwn, Santiago, 6 de enero de 1936. *’ T&umJuumil, Santiago,enerode 1936:en 1938todaviasedenunciaba elcastigoaplicadocon varillasdevidrio ardiente,por10s capataces.Wasea1respecto,Rutadelajuvmtud.I n f m y rerolucionec dela JI Conferencia Nacional delmJuuentuda ComunislasdeChile. I5,16y 17 deah1 de 1938.pig. 5. sr EnuevistasaJulioAvenGo, 28denoviembre de1995.YAntonioHerren,26dejunio de1995. 3 8
  • 35. ci6nProvincialdelTrabajoqueestipulabaqueeltrabajoenturnonocturnodebian realimrlopreferentemente 10smayores de dieciskisaiios.Adeds, aunque el re- glamentointerno prohibia a 10sniiios babajar horasextraordinarias,estossolian LLbUrlar”lavigilanciade 10salistadoresy trabajabanotrajornada alterminar lapri- mem (sistemaquedenominaban ‘6redoble”)60.Laaltatemperaturade 10shomos, queproduciaunagrandeshidrataci6n,obligabaaquelosniiiostrabajaran“penna- nentementedesnudos”.Ademis,lohaciansincalzadoespecialni elementospro- tectores contra lasquemaduras7’. aplicaci6nde la legislaci6nque hacia obligatoriala instrucci6n primaria emlimitada.En 1945,la escueladel establecimientoteniamatriculados a setenta Y cincoalumnos,aunquesucapacidaderaparacuarentaniiiosylaasistenciamedia dediecisiete.Por entonces,la escuelafuncionabaun par dehorasa1dia,de lunes a viemes. De tres a cuatro de la tarde para 10s que salian del turn0 de las tres,y dedosatresparalosque entrabanalsiguiente. Atodoslosqueasistian, selesdaba derecho a tomar “onces”en el “casino”.Ademis, la oficina de serviciosocial se encargaba de enviaranualmente a un grupo de niiiosa coloniasveraniegas. Ese afio se denunciaba:“ingresana trabajara la Gbrica numerososmenores ana&- betos,pero conelcompromisodeasistira laescuelaque hay en ella,compromiso que no cumplenjamis, ni la Gbrica se encarga de que sea ~umplido”~~. Lascondicionesdetrabajoquehemosdescritotambienestabanpresentes en 10sestablecimientosmis pequeiios. En 1946, se denunciaba la explotaci6nque suffiancercadesesentamuchachos,en laFibricadeVidriosLosAliados,ubicada en la comuna de San Miguel. Trabajaban en una “cuevainsalubre”,sin medidas deseguridady sometidosa maltratos. “Muchostienenla edadde diezaiios,yape- nasselespagaquincepesos diariospor lasnueveh o mde trabajo,querealmente son agotadoras”’*. Todoloanterior no lo hemos conocidosolamentepor lavoz de 10speriodis tas, 10s funcionariosdel Estado y 10strabajadoresadultos.Sin embargo, heron 10spropios muchachos10squedejaron elmisvivo testimoniode lascondiciones en que trabajaban, como veremosa continuaci6n. I 6oParedes,op.cic., pigs. 8CL84.Elsistemaderedoble,esdecir,eltrabajocontinuo durantediecisiis horn, tambiin fue denunciado en Lwha Obrera,Santiago, primera quincena de diciembre de1943. Io EmiliaAndia Portus, El tral~ajode 10s menure, pig. 10. ” Paredes, op. d.,pigs. a 8 2 . ”Mmdo Nueuo, Santiago,NP 9, primerasemana de abril de1946. 39
  • 36. LOS NL&lOSY LA ACCIOM SINDICAL ~ 0 sniiiosque trabajaban en laindustriadelvidrioparecenhabersido10s primeros -entre 10sque se ocupabancomoasalariados- en prticipar en organizadonesde tip0sindical,cuandoelEstadotodavianolegislabaalrespecto.LapresenciadeNiios en las Ebricas conserverasy del vestuario y en la extraccidn del salitrey el arb& fuemiis numerosa. Hubo movimientoshuelguisticosen e m sectores que conta- ron con su participaci6n.Sin embargo, no parece haber existido niiios-obreros orpizados bajlo una estmcturasindical,corn0 10sh u b en la industziadelvidrio. Poca es la informaci6ncuantitativaque permiteformarnosun cuadrogene- ralde la presencia de niiios en la acci6n y organizaci6nsindical.Peter De Shazo logr6caracterizarla composici6nde 10shuelguistasporsex0y edad,awque s610 respectode las huelgasque heron registradas con esa infomaci6n. Los resdta- dosmuestrancambiosimportanks,sibien la explicaci6ndeellosno parece clam. Entre 1902y1908,delasochentaycuatrohuelgasconsideradas,el22,6% (esdecir, diecisiete)observaba la presencia de niiios y adultos (en,su mayoria hombres). En cambio, en el pen'odo 1917-1921,caracterizadopor una mayor efervecencia socia1,delasdoxientasveintidb huelpregistradas, d l oen catorce,el6,4%,hub0 presencia de nifiosjunto a a d u l t ~ s ~ ~ . Para el cas0de 10sniiiosdela industriadelvidrio,desconocemosqu.6sucedi6 con ellos en el period0que va dede comienzosde siglohash finesde la segunda dicada.Las primeras formas de organizacidn de 10s trabajadoresse remontm, a1 parecer,a 19Q7,cuandose produjo una huelgaaraizde un conflict0surgido entre 10sopelariosespaiiolesy la empresa.Fue el primerintentopor organizarseen una sociedaden resistencia, per0 la represi6nejercidap r la empre-esay las diferencias ques&produjeroncon10solxeroschilenos,abortaron-al parecer-el movimiento. Noqued6registra$alaparticipaci6ndeniiios7'.Enlahuelgadeclamdael20demayo de 1912y que se prolong6 por diedocho dias, 10s doscientoshuelguisfasde Ira F5- brica Nacionalde Vidriosregresarona su trabajo sin conseguirla reducci6nde la jornada a ochohorns.Tampocoquedaron testimoniosdelaparticipaci6nde niiios en el con8icto75. Pocosaiimdespds,m-eswgieronlosimpetusdeorganizaci6~yestavezlose~ec~o senan mayoresy no d l o para 10sadultos. Wacia 1917/1918,los brabajadoresdel Peter De Shazo, &Ban Wmhsand Labour Unwiran Chile 1902-1927,pig. 268. ' I La R&ma, Santiago, 4.6 y 9 de agosto de 1907. "B OfZ,N* 4,primerfemer~rede1912,pAg.253;NQ5,seyndosemestrede1912,cuvdroinxrto kspu6s de la pig. 98. 41
  • 37. vidrio se organizaron,bajo la influenciaanarquista,en la Sociedad Solde Mayo. Posteriormente,a consecuencia de la huelga de 1919,losvidrieros formaron el ConsejoN" 5 de la Federacibn Obrera de Chile (F.o.w.), el que tuvo existencia hasta 1922,cuando la crisisecon6micaprovoc6 importantesdespidos y la diso- luci6n de la 0rganizaci6n~~.Con posterioridad,se reconstituy6el ConsejoN' 5. Por un cormperiodo, 10strabajadoressealejaronde 1ar.o.m.(quidpor influen- ciadegruposanarcosindicalistas),peroaprincipiosde1925,enunaasamblearea- lizada en plena huelga -con participaci6n de adultos,niiios y niiias-, unos tres- cientosobrerosresolvieronporcasiunanimidadaprobarsuregresoalainstituci6n, constituykndoseenlaSecci6nVidrierosdelaFederaci6n0bre1-a~~.Afinesdeabril de ese aiio, 10sniiiosya tenian su propia coordinaci6n: se reunian en asamblea, agrupandoa todaslasseccionesidntilesdevidrierosde lasEbricasLa Confian- za, La Nacional y El Crisol7*. Todaestaestructurasindicaltuvosubaseenlaimportanteacci6nreivindicativa que desplegaronestosniiios.AunqueCstadebi6 tenermdtiples facetas,semani- fest6con mayorfberza-y de ahique podamosconservartestimonio+ con ocasi6n de 10smovimientoshuelgu'sticos. La infoxmaci6nque tenemosde lashuelgasde 1907y 1912 son muy superficialesy no es posible inferirde ellasla participaci6n de niiios. S610 en lasde 1919,1924,1925,1936y 1944estoh e factible.Por ello, nos concentraremosen esos casos. En la huelga de 1919participarontanto trabajadores adultos como niiios de laFibricaNacionaldeVidrios.Elimpact0que provoc6,logr6concentrarla aten- ci6nenlascondicionesdetrabajode10spequeiios.Elmovimientocomenz6afines de mayo de 1919y participaron 1.230 trabajadores,incluidos trescientos niiios y ciento treinta mujeres. Paralelamenteestall6 otra huelga en la planta de Ran- cagua, establecimiento mris pequeiio, donde tambien se ocupaba a niiios, y que perteneciaa lamismasociedadpropietariade la Ebricade Santiago.Losobreros rancaenosadhirieron a algunasde las peticiones de 10s trabajadores de la ca- pital. Participaron veinticinconiiiosde un totalde casidoscientostrabajad~res~~ Uno de 10sdirigentesde la huelgade Santiagoh e el hturo diputadocomu- nistaJuan Chac6n Corona, quien recordaria con posterioridad: "Lospuntos del pliego se discutian en pequeiios grupos, la voz om6 por dentro de la industria.Una maiiana amanecimos10s mil trescientos obrerosen huelga, sinMlar uno. Nuestro movi- miento conmovid a1bamo y despu6s conmovi6a Santiago en- tero. Peleamosen la calle. Desfilibamostodos10sdiasy gritiba- mos hasta quedar roncos. Pediamosayuda a 10s comerciantesy '6Varas, Op. cit., pigs. 26.30 y 4244. "Juslicio, Santiago, 17 de febrero de1925. 'DA.N.D.G.T.,vol.56,FomulariosdeHuelgas (1919).huelgadelaFPbricadeVidriosdeRancagua, Op.cit., 25 de abril de 1925. 31 de mayo de 1919. 42
  • 38. a 10s trabajadoresde otras industrias.Todaslas tardeshaciamos mitines. En discursosardorososdenunciibamos 10sabusos, las malas condicionesde trabajoy devida. Loschiquillosque traba- jaban en la fibricaeran 10sque m k bochinchemetian. Conmo- via el especdculo de esos obreros-niiios,pilidos, vestidos con trajesde10spadres,demasiadograndes,arregladosamediaspara ellos,tirillentosymuchosapatapeli,desfilandocombatimente, pidiendo mejores salarios.Parece que habia entoncesun poco m h de prensa independiente. No hltaban articulos en 10sque se denunciaban estos crimenesdel capitalismo”sO. I La huelga se prolong6 por un mesyfinaliz6con el triunfode 10sobreros.En la organizaci6n de la misma, se@ Chacbn,particip6activamente Luis Emilio Recabarren,tantoen el trabajode comisionescomoen suapoyoa la movilizaci6n constantede 10s huelguistasy la promoci6n de la solidaridad de 10s restantes trabajadores”. En la Fibrica de VidriosYungay,de propiedadde la firma Weir, Scotty Cia., se produjo una huelga a mediadosde 1924.Todo comenz6 cuando 10s trabaja- doresdelasseccionesplatinado,requemadoycorteseopusieronalnombramiento de un nuevojefe, un “alemindkspota”,y se declararonen huelga,el 9 dejunio. Iniciadoel conflicto,que por entoncesafectabas610 a una parte de 10soperarios (incluidasalgunasj6venes obreras), el contadorde la empresaagredi6a punta- piesal niiio MiguelNavarro, despidikndolojunto a otrosdos muchachos. ‘‘Visto esto por sus demis compaiieritos-relat6 un peri6dico obrero-, hicieron causa comb,y el dia 11el par0 se hacia generalen la fibrica, quedando en estadode huelga un n h e r o de ciento cincuenta entre hombres, mujeresy niiios”8‘.Los niiios, entre doce y catorceaiios, eran unos setentay cinco, es decir,la mitad de 10shuelguistas. Los dirigentesde la F.o.w., que se habian apersonadoen el lugar en cono- cimientodealgunosincidentesconCarabineros,presenciaronelgirodelosacon- tecimientosa m‘z de la agresi6nfisica. El pequeiio Miguel se dirigi6 al improvi- sado auditorio.Ante la generalizadaparalizaci6n y la salidade 10soperariosdel establecimiento,10s trabajadoresse dirigierona1local de 10ssombrererosy alli, en asamblea, 10shombres adultos, lasj6venes obrerasy 10sniiios (Cstosliltimos e m la mitad de 10sasistentes)acordaron incorporarsea 1aF.O.GHy designaruna directiva.Losobrerosalemanesquetrabajaban enlafbricaseadhirieronalmovi- I varas, op. at,pigs. 29 y 30. ‘I La informaci6nque entregaChac6ncuarentaafiosm h tardeconcuerda,enlosustancial,con hdatos recogidos.en la ipoca, porla OficinadelTrabajo.S610 difierenen laduraci6ndel conflicto: cuarenta y cinco dias segtin Chac6n y treinta ydos s e g h la informaci6noficial. A.N.D.G.T.,vol. 56, FormulariosdeHuelgas(1919),huelgadelaSociedadFibricaNacionaldeVidrios,31 demayodel919- 2 dejulio de 1919. LQFedsaao’nObrero,Santiago, 15 dejulio de 1924. 43
  • 39. miento.Elpliegopresentadoincluiaaumentossalarialesyelreintegrode10snifios y un adulto despedidos,la reposicidndeljefe removidoy la “higienizacidn”com- plea de la Eibrica.S iembargo,a pesar de 10sdesfilesy la instalacidnde una olla comh, elmovimientono consiguidsus objetivos.Aprincipiosdejulio el conflicto Jinaliz6:la asambleadebi6resolverque 10s trabajadoresquedarian en libertadde acci6n.Algunos maestrosvidrieron habian “traicionado”el movimiento y,por entonces,lamayoriadeloshuelguistasyaestabaocupadoenotrashenas.Losobreros alemanesapoyaronlahuelgahastaelh a 1y,viendoel girode 10sacontecimientos, optaron por volver a sus p’sess3. Elaxiosiguiente,1925,fueexcepcionalmenteactivoen huelgas.Anivel nacio- nal participaron cincuentamil trabajadores. De ese total, casi seis mil pertenecian aEibricasdevidriosybotellas,lasqueparaluaronenseisocasi~nes~~.Laprensaobrera entregddetallesdealgunasdeestashuelgas.El10defebrerode1925,eldiarioJwticia informabade unade ellas,declaradaen la FfibricaNacionaldeVidrios,en deman- da de mejom salariales:las remuneracioneseran bajas y fluctuabanentre $2,40 y $4. Con el compromisopatronalde responder el petitorio dentro de unos dias v de no aolicarreDresalias,10s huelguistasvolvierona sus laborespoco despuCss5. Hue@ infantil en la Fibrica Nacional de Vidrios en 1925. Grupo de nifios frente al d i a r i o w m Ju.du+u, Santiago, 15 de mano de 1925. LaFalenndn Obwa,Santiago,13-25dejunio de1924,6y 15 dejulio &1924;A.N.D.G.T.,vol. 99,Varios(1924),carfadelsecretarkgeneraldek r.0.m. aMoEsPoMeteTroncoso,12dejuniode1924, y pligo de peticiones. a‘A.E., 1925,vol. IX, Industria Manufactusera, pig. 61. ““Jicio, Santiago, 10y 11 de febrero de1925,8 de mano de1925 44
  • 40. cumplidoelplazoY conuna respuestanegativadela gerenciade la empresa, 10s mbajadoresdecidieronparalizarnuevamente. Estavez la informaci6nde la prensafuemisexplicitaddescribirelmovimiento.Lahuelganotenialasmismas caractensticasque la antenor, realizada en 1919, que habia contado con la par- ticipaci6nde adultosyniiios.El titularde la prensa destacaba:“200niiios serebe- lan conha la tihnica opresi6n capitalista y se cluzan de brazos”86. bunidos en asamblea,en ntimerosuperiora 10sdoscientos, 10sniiios, orga- nizadosen la Secci6n Infantil de Vidrierosde la ~ . ~ . ~ ~ . ( f o ~ m a d apocos dias an- tes),declararon la huelga. “Enesta hermosa reuni6n -anotaba un periddicoobrero- for- mada por niiiitasmujeres,niiiitos hombresy algunascompaiie- rasgrandes,era imponentever una asambleade estanaturaleza formada por el elemento mPs debil de nuestraclase, como son estendcleodehturosrevolucionariosquetodaviadebieranestar en la es~ue1a’’~’. La Secci6nVidriosde laF.O.CH., formada por 10strabajadoresadultos-tanto hombrescomomujeres-, no particip6 condemandaspropias en el petitorio pre- sentadoa la gerencia. Sin embargo,aunque nada pedian para si, solicitaron se aceptarala petici6n de 10sniiios, para no verse obligados,seg6ndijeron,a tomar parte en el conflictoss. El dia 18 de febrero, mPs de trescientos niiios y niiias, acompaiiadospor el resto de 10strabajadores de la Ebrica, recomeron 10sdiarios LaNun’dn,EZMw- curioyJrnticiu, exponiendo las razones del movimiento. A las ocho de la noche llegarona1localde este6ltimodiario:“llenosdealep’a y entusiasmo,entonando cancionesrevolucionariasy dando sonorosy estruendososvivas a la Federaci6n Obrerade Chile”.“Frentea nuestraimprenta,imponenteera el especkiculoque se okecia a nuestra vista”. Hubo algunosoradoresadultosque les hablaron a 10s niiios en nombre del peri6dicoy de la F.o.cH.~~. Al dia siguiente, 10s niiios volvieron a reunirse y acordaron nombrar una comisi6npara solicitara1intendentedeSantiagoqueintercedieraanteelgerente de la fibrica. Recomeron las callesy la comisi6n ingres6 a la Intendencia.Esta comisidnestabacompuesta por niiiasy niiios de ocho GOSde edad,ademis del delegadode laJunta Ejecutiw de la F.O.CH., Carlos Sepdveda. Fueron recibidos por el secretario del Intendente, quien cit6a una reuni6n para el dia siguiente, entre el Intendente,la gerenciade la empresay la comisi6n.S e e n el peribdico, el funcionario qued6 admirado de la corm edad de 10s niiiosgO. nb Op. cif.,19 de febrerode1925. ’’Bid. aid. ” Op. cif.,20 de febrero de 1925. “aid. 45
  • 41.
  • 42. ~ahuelga no abarcabaa todo el personal, ya que 10smaestros y oficialescon- tinwon trabajando. Ademh, el sindicato,calificadode patronal,no participaba delmovimiento.Lapohda,tantoCarabmeroscomoInvestigadones,semostr6hostil, interrowdo y deteniendoa 10sgruposde niiiosyjdvenes que seapostaronen las afuerasdelaibricaparalograrelapoyodelosquenosehabianplegado.Laprensa denunci6que se habia dispersadoconsableen mano. Seorganiz6una ollac o m b para 10s huelguistas. Luis Solis,dirigentede la Confederaci6nNacional de Sindi- Catos (c.N.s.),intent6 la intercesi6n de la Inspecci6ndel Trabajo,pero la iniciativa A partir del 10de enero, la huelga se intensific6al plegarseotro sectordel personaldelafbrica.Larepresi6n ejercidapor lapolicia contra10s niiiosyj6venes acentu6lasolidaridad,organizajldoseunaveladaybaile,yunacolecta.Laollacomb sigui6fimcionando (con Wes racionesa1dia); per0 ante la necesidad de ayudar tambienalashmiliasde 10s nifios,el comid deapoyoa lahuelga comenz6a enviar viveresa sus casas. Sedenuncib,ademls, 10s abusos del sindicatoQ8. EnunactodesaludoalasdelegacionesobrerasextranjerasasistentesalaConfe- rencia, realizadoen pleno Senado,se produjo la participad6n de mPsde un cen- tenar de huelguistas.Entre10s oradorespresentes habiadirigentesde laF.O.CH., la c.N.s., losferroviariosylaConfederaci6nSidicalLatinoAmericana(.c.s.u.),ademh delrepresentantedel comit6dehuelga, NicolPsFuentealba. “Camionesde cambi- nerosapostadosen sitiosestrat6gicostrataronde impedirque 10sj6venes llegamn hasta eserecinto,per0 nolo pudieronimpedir”.Una ampliacomisi6ndehuelguis- tas, compuestaen sumayoriade niiios,hicieronentregade una presentaci6n a 10s delegados obrerosg9.La Ofn’nibndestac6en suspkginas: no tuvo 6xitoQ7. “Unanota simpPticafuela participaci6n que le cup0 a1grupo de niiiosdelaFPbricadeVidrios,actualmenteenhuelga,acuyonom- bre habl6unpequeiioorador que destac6la explotaci6nde que se les hace victima.Ahvor de estospequeiioshuelguistasse efec- tu6una colecta,laque consigui6mPsde uncentenarde pesos’’1oo. Laprensaanunci6,el 18deenero,lareorganizaci6ndelcomitede huelga,con la incorporaci6nde varios delegados de las organizacionesque habian adherido a1movimiento.AdemPs de 10s cinco representantesde 10s huelguistas, se inchye- ron delegados de la Industrial Workers of the World (I.w.w.), la Confederaci6n GeneraldeTiabajadores (c.G.T.), ambasanarcosindicalistas,laF.o.w., 10smetal& gicos,10s baldosistasy dos centrales sindicalesreci6n organizadas.Este cambio se debia a que “niiiosyj6venes huelguistasno tienen experiencia nip15ctica en esta clasedemovimientos.yaquehastaelpresentehabiansidoobrerosinorganizados”’o’. Hacia fines del mes de enero, la huelgade niiios continuaba.Variosde ellos heron detenidosypuestosa disposici6ndela CorteMarcial,a1parecer,acusados La @in&, Santiago, 8 y 10 de enero de1936; TdunaJuuenil, Santiago, enero de1936. eeL~@ini~,Santiago,ll,12,14y15deenerode 1936;TribunaJuirenil.Santiago.enerode 1936. “La Optnih, Santiago, 11 de enero de 1936; TribunaJuuenil,Santiago, enero de 1936. im lo’ 9.d.,18 de enero de 1936. La Opinwn,Santiago, 11 de enero de 1936. 47
  • 43. deactuarconviolencia;dosparlamentariosy un periodistapagaronlafianzaque les devolvi6 la libertad. El comit6 de huelga desminti6las denunciasde que 10s niiios eran forzadosa abandonar el trabajo, cuando la situacidn era la opuesta: elan ellos 10sque se resistian a seguir lasindicacionesde suspadres, quienes 10s instabana volver al trabajoIm. Apesar de las dilicultades,el conflicto se prolong6 por variosdiasmh, aun- quedesconocemossusresultados.LahuelgageneralcontraelgobiernodeArturo Alessandri,que comenz6con el movimiento de 10sferroviarios,domind la aten- ci6nperiodisticaduranteesemesylaprensadej6 demencionara10sniiiosvidrie- ros de Cristaleriasde Chile. En 1944-enplenaSegundaGuena Mundial- serealii6 una brevehuelga,que s610seprolong6por ochodias.Termin6abruptamentecomoconsecuenciade un decreto del Ministeriodel Trabajo,que se ampar6 en el daiio que provocaba la paralizaci6n a la industria del vidrio. La directiva sindicalcomunista, proclive al gobiernodeJuanAntonio Rios,prefiri6acatarla resolud6n,a pesar de repudiarla ydestacarlainjusticiaqueinvolucraba,originandoBcidascriticasentrealgunossec- toresde traabajadores.Ladirectivaintent6negarqueelmovimientohubieratermi- nado en una derrota,a pesar de las minimas conquistasconseguidas: “Antesde regresaral trabajo, tuvimosochodiasde ejemplaruni- dad,hneza, decisi6nyentusiasmoextraordinarioen lahuelga. Los hombres, mujeres,j6venes y niiios, desplegaron la mayor actividad,en 10socho diasde magnifica lucha,y demostraronla capacidad del Sindicato”los. Uno de 10spocoslogrosobtenidos,comoefectode estahuelga,h e el salario minim0 para “nixios, mujeresy obrerosen general”. La participaci6nde 10sj6ve- nesyniiiosh eactiva,durante10spocosdiasen quesepudomanifestar.ElComit6 Juvenil de apoyoa la Huelga,formadopor 10strabajadoresque no podian legal- mente ser sociosdel sindicato (a1ser menoresde dieciochoatios), colabor6 con ladistribuci6ndevolantesylarecolecci6ndeviveresen elMataderoylaVegaCen- tral.AdemBs, este comit6 organiz6 un “grandiosodesfile”,encabezado por el estandartesindical,una bandadeguerraylasbanderasde 10spaisesaliados(eran tiempos de guerra y la causa aliada no era olvidada). Detr6sde 10sj6venesy mu- chachas, marcharon tambi6n 10s trabajadoresa d ~ l t o s ~ ~ ~ . Otra huelga h e votada a fines de abril de 1945, pero no tenemos noticias respectoa la participaci6n de niiios en ellaIo5.Otro conflicto, desatadoa princi- Irn Op.d.,21.25,27 y 48 de enero de 1936. ImLa Vm dd C?i.s&h, Santiago, 14de abril de 1944. ‘“ElSz&Santiago,24defebrerodel944al8demarzode 1944;La VaddC?Gtalm,Santiago,14 de abril de 1944.Tm el militante apoyoa10s aliados (a partirde lainvasi6nnazi a1au.n.s.s.en 1941)se puedeconstamla influenciacomunista.Loscriticosal*entreguismo”stalinista,enElMiliante,Santiago, NQ14,segundaquincenadeenerode1944,NQ15,primeraquincenadefebrerode1944;NP16,prirnera quincenade m m de 1944. 48
  • 44. pies de febrerode 1946,provoc6 el despidode variosdirigentescomunistasy el reemplazodeldirectoriopor otroproclivealaempresa.Losniiiostuvieronal@ tip0 de participaci6n en la huelga,ya que una vez finalizadase denuncid que la nuevadirectivahabia “dejadosin comer amriosniiios,y un centenar de comp[a- fieros]y compaiieras”’06. La huelga realizada a principios de 1950,que finaliz6el 10de mano de ese aiio, tuvo-a1parecer- una limitada participaci6n de niiiosyj6venes. Lashentes disponiblesno hacenalusi6na ellos.Alo m&,undirigentepropuso laformaci6n de una comisibnfemeninae infantil,para fortalecerel movimiento huelguktico que por entoncesse a~ecinaba’~’. En CristaleriasYungay,donde la presencia de niiios todaviaera relevante,10s pequeiiosobrerosllegarona provocaruna paralizaci6na mediadosde 10saiioscin- cuenta,negindosea obedecera 10smaestrosy exigiendoun aumento deljornal. AlbertoMutioz, unodelosmuchachosparticipantesenelmovimiento,recuerdaque una de lasconsecuenciasde la huelgah e la formaci6ndel sindicatoadulto, alcual ellosno pudieron integrarse.Aiiosdespuis,con susveintifinaiios cumplidos,pasa- ria a ocupar un puesto en la organizaci6n,cuandola ley ya se lo permitiaIo8. REBELD~Y AUTONOM~ La actitud resueltade 10s niiios que laborabanen las Ebricasde vidrio obedeci6 alaconfluenciadevariosictores. Porunaparte, elsectorconcentrabaaunaimpor- tante cantidad de trabajadoresy 10sniiios constituian una proporci6n muy alta. Esto, seguramente,facilit6el surgimientode un sentimientode identidadcomo grupo, basado en la gran masividad que adquiriael fen6menodel trabajointin- til.CuantiQtivamentelosniiiospodianserm5snumerososenotrasramasindustria- les,comolaalimentacibn,oproporcionalmentetanimportantes,comoenlahbri- cacidnde velas, sin embargo,en uno y otrocaso,no confluianambos elementos: lapresenciaidinti1sediluiakentea10s adultosobien numiricamenteno tenian gran peso. Estas circunstanciashicieron que 10s niiios cristaleros experimentaran una especialforma de integraci6ncon el mundo adulto,a travesde priicticassociales que no conocemosen detalle, salvo el ‘‘cursode hombria”,unverdaderorito de iniciaci6n, que dicadas despuis recordaba Mundo Chac6n: “unode 10s obreros6 s grandesy macizos,amarradoa un poste por una manoy pie, enffentabaa uno de 10schicosque sesentia Iw LOVozdel C n r t o l ~ ~ ,Santiago, 21 de abril de1945. ‘wArchivoSindicato Industrial Cristaleriasde Chile, L i h deActus, 19461950, reunidn general ordinaria,24 de abril de1946, t l ;reuniBn general, 29 de mayo de 1946,f.27;reunidn ordinaria,21 de noviernbre de 1946, f.51. Im 9.at.,sesidn general extraordinaria,19 de enero de1950, f. 491 y sesiones siguientes. lo@ Entrevista aAlberto MuriozVeliz, 21 de agosto de 1996. 49
  • 45. ya con ganasde pasar a la categoria de hombre. Generalmente, elchic0conseguiadardosotresgolpes,per0un aletazodelgran- dote lo hacia arar [...1”’09. Lacercaniacon10strabajadoresadultos,conquienestrabajabandirectamente en elproceso productivo,en algunamedidapudopermitirque10sniiiosconocie- ran la experienciaorganizativay de lucha sindical,que caracteriz6 a este sector en la dCcada de 1920.Sin embargo, esta circunstancia no parece ser sdciente- mente explicativa,ya que no siempre10snifios obtuvieronapoyo de 10s adultos a1interior delafiibrica.Incluso,podriamosaventurarque larelativaindependen- ciade 10smuchachos respecto de 10sadultosh e una condici6npara alcanzar su alto nivel de orgdnizaci6n”o. Otro factor fue tambitn decisivo: el origen social de 10s niiios-obreros.Al parecer, muchosde ellosproveniande sectores muy pobres. En sugran mayoria eran analfabetoso tenian escasa escolaridad y habian estado sometidosa mini- masformasdedisciplinamientosocial.Probablementeno tenianunaconcepci6n de respetoa la autoridad,y menosa la disciplinalaboral. SegCinse desprende de algunostestimonios,10sniiios se organizaban en pandillas, probablemente con lideresyaltosgradosdelealtad intema.Estoquidsayud6a generarun importan- te gradode rebeldiafrentea 10spatronesy a resistir cualquierformade abuso”’. El comportamientode 10sniiios tambitn puede ser explicado a partir de las condiciones laborales, objetivamente muy duras,y la tensa relaci6n que estable- cian con el personaladministrativo. Esto debid ser fiicilmente perceptible para cualquierniiio.Asi1oexpresabaunode ellosen1941,LuisNtiiiez,decatorceaiios: ‘Trabajoaquidesdehace 6meses.Alos 4 mesesme enfermt del pulm6n por el duro trabajode la fiibrica,no recibiendo ayuda de parte de mis patrones.S610recibia el miserable subsidioque dabael Seguro:$ 2 diarios.Con estoteniamosquealimentarnos yo y mi madre, y he tenido que volver nuevamente a trabajar porque mi situaci6n era demasiado miserable. Sin embargo, ahora me quieren votar [sic]””*. m e d o Villalbn, se expresaba en similares ttrminos a1decir: “Hacedos se- manas trabajk 4 dias,y el capataz Morales,que esremalo me 10sneg6.Aqui nada ‘OgVaraS,op.cit., pig. 21. ”@ Un gr%co ejemplode est0 lo podemosver en una huelga realizada en 1919 por operaria (maquinistas)de una fibrica de f6sforosde Visa del Mar. Lasobreras no obtuvieron el apoyo de 10s hombresadultos.Lasolidaridadvinodel‘entusiasmodeun pufiadodeniios. de7af,osdgunos”.quienes ‘abogaban por el paro general”.La Cumuna.-ria del Mar, 7dejunio de 1919. Enwevistaa h r o Saavedra,3 de marzo de 1985;Paredes,op.n’t., pig. 82,sefidaba en 1945 que 10s nifioseran analfabetos, en un pn~mero,y cambiaban continuamentede trabajo. MundoN m o , Santiago, NP4,22 de febrero de 1941. ”’MundoN m o , Santiago,NP4,22 de febero de 1941. 50
  • 46. podemos hacer contra estosabusos,porque si uno alega lo votan [sic]comoya 10 han hecho con Otrm compaiiero~”~~~.En 1946,la prensa reproducia las pala- brasde ow0 muchacho,quien sereferiaaljefede personal,Manuel Tagle,como un “bandido”que ‘‘seensafia con lajuventud, obligando a 10s ‘cabros’de ocho Ydiezaiiosa hacer trabajospeligrososy pesados, comoel de acarrearcristalesca- lientes”114. Los niiiosque trabajaban en la industriadelvidrioheron tratadoscomoasa- lariadosy probablementeasisesintieron.Aun cuandoexistieronactitudespater- nalistashacia ellos,predomin6 la relacidn contractual.Esto 10s diferenci6de 10s nsos-obreros que se ocuparon en lasminasde carb6n.Aunque Cstos participa- ronenlasgrandeshuelgasorganizadasenelsector115,notuvieron enellasunpapel relevante, probablementepor elefectoinhibidorque provocaba larelaci6nfilial que mediaba entre ellosy 10s adultos116. ’I4 9.n’t., NP3,16 de febrero de 1946. ”5Estainformaci6nlahemospodidoobtenerrevisandolosfomularios dehuelgas (especialmen- te del ~o 1916), contenidosen el Fond0 Direcci6nGeneral del Trabajo del ArchivoNacionalSiglo Losnitiosobrerosdel carb6n eran generalmentehijoso parientes cercanosde10s uabajado- res adultos.Para el cas0 de Francia a fines del siglo xix, Perrot tambiin observ6el predominio de la obediencia al padre, aun cuando existian algunas tareas mis proclives a la autonomia y el enfrenta- miento. Michelle Perrot, La ouvrimsen grhe. France1871-1890,tom0 1, pig. 317. I i xp. 51
  • 47. LA SOCIEDADY EL ESTADO FRENTE AL TRABAJO INFANTIL Hstaaqui,hemosconocidolas caractensticasque tenia el tmbajofinti1 en la in- dusmadelvidrio,las condicionesen que Cstesedesarrollabayla disposici6norga- nizatimquedesplegaronlos~os.Ahoranoscorrespondeenfocareltmbajoinfhtil desde otra perspectim: conocerla percepci6n que la sociedady el sistemapolitico- institudonaltuvieron de estefenbmeno,asi como las acaones que se emprendie- ron en sucesivosmomentos y las motivacionesque hubo defx& de ellas. TRABAJOY OCIO Eltrabajoinfintilnolleg6aserconsideradounhechosocialmentereprobable,sin0 muy tardiamente.Enlaslaboresap'colas, en 10soficiosartesanalesy en el servicio dom&ico,dondehabiaestado'tradicionalmentepresente,laparticipad6nlaboral delosniiiosnohabiasidoobjetodedebate,dereprochenidecompasi6n.Dehecho, elfen6menonoeraconceptualiido comoproblems"'. Cuandola&lia erauna unidadecon6micabPsica (comoocm'a entre10scampesinosy 10sinquilinos) era comh que tanto adultos como niiios, hombresy mujeres participmn en las m& diversaslabores,asalariadasy no asalariadas. Cuandola mujer edrentaba solala mantenci6ndel hogar-temporal odefinitivamente- erakecuente que seapoyara en el trabajode sus hijos, ademPsdel suyo.Lashabilidadesy destrezasaprendidas enlatempranainhcianisiquieraeranmencionadascomounfen6menoespecial, salvopor 10sviajeroseuropeos,quieneslas observaroncon abierta admiraci6n1I8. El trabajopasabaa ser consideradoun peligro,inclusoun delito, cuandoque- dabafuerade 10smecanismosde controlsocialexistentes.Esto aconteciacon cier- tasactividadeslaboralesque desarrollabanun alto grad0 de autonom'a y no que- daban sujetasa la subordinacibn de la autoridad politica, social y econ6mica, representadapor eldelegadode gobierno,elhacendadoyelcomerciante.Esteh e el cas0del comerciocallejero,una actividadindependiente,reacia a dejarseregu- la,yqueseacercabapeligrosamentealailegalidadylatemidavagancia.Elpeonaje miner0 tambiin h e tempranamentereglamentado,por las mismasrazone~"~. '"Debemoshacer notarque el concept0 de trabajo infantiles tardio y pareceestarrelacionado directamenteconelnacimientodeunaposturacriticahaciaestefen6meno;aquiusaremoselthnino sin repararen esta descontextualizaci6n. 'le Eduard Poeppig, Untaligoen la alboradade Chile (18261929).pig. 17% "*AI respecto,v&e GabrielSalazar,Labmdma,peonaypmletarios.Fornrocidny nisis delasociedad tWarddena del sigloxrxy MariaAngilica Illanes, "Azote,salario yley. Disciplinamiento de la mano de obra en la mineria de Atacama (1817-1850)",pdgs. 9@122.