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¿ES HISTORIA LA CRISIS?
Manfred Nolte
En un encuentro organizado la semana pasada por el Consejo para la
Competitividad, el ICEX y la CEOE, Mariano Rajoy ha lanzado un mensaje
cargado de optimismo, asegurando que “la crisis es historia” y que estas serán
“las primeras Navidades de la recuperación”. A renglón seguido, Soraya Sáenz
de Santamaría, ha ratificado las palabras del Presidente del Gobierno,
añadiendo que la economía española "está cambiando de ciclo".
Casualmente estas declaraciones se han visto enturbiadas por la caída libre de la
Bolsa que ha perdido un 6,9% hasta los 10.145 puntos en lo que constituye la
peor semana del año para el selectivo español. Hay que remontarse al seis de
enero de 2012 para encontrar un descenso más agudo, del 7,31%. Si tan solo
hace 15 días se auguraba un rally espectacular de fin de año, ahora los
pronósticos se han pasado al bando de los pesimistas.
Aunque las Bolsas no son los mejores indicadores adelantados de la marcha de
la economía, -el miedo a veces es demasiado libre-, el contrapunto que marca su
volatilidad frente a las esperanzadas tesis de Rajoy abre el interrogante de si
realmente la crisis es ya historia, si el cambio de ciclo es una evidencia y si estas
navidades suponen una festiva estación de paso en la larga travesía de la
recuperación económica.
Las palabras de Rajoy exigen una matización categórica, aquella que distingue
entre los conceptos económicos de recesión y de crisis. La recesión está atrás
desde finales de 2013, porque para afirmar tal cosa basta con que se concatenen
dos trimestres seguidos de PIB positivo. Afortunadamente son ya cinco los
trimestres que el PIB cotiza en positivo y el cuarto y último de este año de 2014
promete hacerlo con un porcentaje significativo, tal vez del 0,6% o incluso del
0,7% intertrimestral.
Que la economía española camina en la senda de la recuperación es también un
hecho incuestionable lo que avalaría las palabras de la vicepresidenta en
relación al cambio de ciclo. No hay prácticamente variable económica
significativa que no muestre una evolución positiva sobre sus registros
inmediatamente anteriores. El PIB crecerá un 1,4% en 2014, una décima
porcentual más que en su consenso anterior, encabezando el ranking de
crecimiento de la Eurozona. En el último año la economía española registra
296.792 parados menos y 402.209 afiliados más a la Seguridad Social. Los
indicadores de ventas y salarios de las grandes empresas así como la Producción
Industrial progresan en positivo. Las ventas en el mercado nacional crecen y las
exportaciones mant ienen la tónica de revitalización de los últimos trimestres,
apoyadas en la reducción del índice de precios a la exportación, que registra
veinte caídas sucesivas y que remacha la competitividad exterior de nuestras
empresas cimentada en una competitividad ganada con el gran esfuerzo
nacional de la reducción de los costes laborales unitarios. España ha convertido
en el transcurso de la crisis un enorme déficit de balanza de pagos en un
superávit, lo que sienta las bases para un crecimiento más sostenido financiado
en el ahorro interior. Adicionalmente, la depreciación del euro agrega un
componente de competit ividad a las ventas realizadas a países situados fuera de
la Eurozona. Sin extendernos en alambicados pormenores adicionales es
necesario citar inexcusablemente dos datos relevantes más, de los que España
es beneficiaria: la rentabilidad de nuestro bono a 10 años cotizando al filo del
2% y el desplome del crudo en los mercados internacionales. El primero de ellos
supone un ahorro presupuestario de miles de millones en el servicio de la deuda
y el segundo puede estimarse en un efecto positivo sobre nuestro PIB de hasta el
0,5% anual. No se olvide que España importa un 73% de la energía que
consume, generando un déficit energético anual de 50.000 millones de euros.
¿Enfilamos el cambio de ciclo? La respuesta es si, pero con condiciones. No
puede negarse que los vientos favorables que nos empujan son frágiles y
pueden, dadas las circunstancias, darse la vuelta. Existe, sobre todas las cosas,
el riesgo de una imprudente complacencia que invite a levantar el pie del pedal
que debe seguir alimentando las necesarias reformas que apuntalen y mejoren
la competitividad de la economía española. Y algún tema más que cerrará esta
columna.
Para lo cual, y antes de hacerlo, habremos de contestar a la segunda
pregunta:¿Es historia la crisis? Resulta evidente que la respuesta es negativa. La
superación de la crisis se entiende como aquel momento, en que, tras la
pertinente senda de recuperación vuelven a alcanzarse los niveles básicos de
actividad y bienestar previos al desencadenamiento de la crisis. Y en esto hay
consenso: el nivel de PIB de 2008 podrá recuperarse solamente a fínales de
2017. Más pesimista es el marco de inserción laboral: 2025 es el año estimado
para volver a los niveles de empleo previos a la gran recesión. O sea, la crisis en
modo alguno es historia, aunque el rumbo elegido para superarla sea el
adecuado.
Pero es obligado aludir, en una materia tan crit ica y delicada a la vulnerabilidad
de la singladura, a los peligros que acechan en esta larga travesía de la
recuperación. Cabe citar el estancamiento de los países centrales de Europa,
nuestros principales clientes, o el peligro de un retroceso deflacionista, hoy
todavía improbable y otros muchos más. Pero en la hora actual, sobre cualquier
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otra amenaza, los problemas provienen de unos fantasmas económicos
disfrazados de fantasmas polít icos. En las aulas advertimos reiteradamente de la
colosal influencia de esa variable que se llama ‘expect ativas’, aplicable tanto a
consumidores como a inversionistas. De los múltiples factores que afectan a los
índices económicos los más sensibles son el nivel de confianza o su inversa el
nivel de la incertidumbre. El nivel de nuestra corrupción, los peligros de la
desintegración territorial y el discurso radical de nuevas formaciones que
irrumpen en el escenario electoral van a condicionar el transcurso de la
recuperación y su posible vuelta atrás. En Grecia se enciende la primera mecha.
Es la política la que va a marcar la nueva prima de riesgo y el desenlace del
proceso en curso. Créanme que nos están observando atentamente y algunos ya
mueven ficha.
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15.12.14.
Niveles del PIB estimados en 2017 para los países que se señalan, sobre la base 2008=100.
SIGUE>>>
Plazo de recuperación del empleo en distintas crisis en relación al año de inicio de la crisis=
100.
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Fuente: BBVA RESEARCH