Este documento discute la relación pedagógica tradicional y el uso del lenguaje en la enseñanza. Señala que reducir la relación solo a comunicación haría que el rendimiento de la información sea bajo. También habla sobre la autoridad que da el lenguaje universitario al profesor y cómo puede llevar a malentendidos. Finalmente, explica que los estudiantes están menos inclinados a interrumpir al profesor cuando no comprenden debido a la adaptación al sistema escolar y la expectativa de que deben comprender.