2. El nacimiento de un bebé
es un gran acontecimiento
para la familia, pero si
además es la llegada del
primer hijo es toda una
revolución, pues cambia
totalmente la vida de la
pareja. Significa el paso de
ser dos a tres, de ser una
pareja a ser una familia.
Las prioridades cambian.
3. Nada volverá a ser como
antes. Desde el mismo
momento en que la pareja se
entera que está esperando su
primer hijo se produce una
avalancha de sentimientos,
entre ilusión, alegría, emoción
pero también de cierto temor
ante la nueva responsabilidad
de ser padres. La llegada del
primer bebé implica un
cambio radical. Supone
empezar a pensar en la vida
junto a él, preparar el hogar
para acogerle, prepararse los
padres para criarlo, y asumir
su nuevo rol de padres
primerizos.