1. Tema 1. Sociología del Género
Marta Jiménez Jaén
Universidad de La Laguna
2. “Las teorías cambian porque hacen irrupción
nuevos fenómenos que arrasan las antiguas
teorías, pero los antiguos datos pueden
integrarse en las nuevas teorías. Así, dado que
las teorías las producen los espíritus humanos en
condiciones socioculturales dadas, necesitamos,
para concebir el conocimiento científico,
considerar el conocimiento del propio
conocimiento, es decir, del espíritu humano
situado y datado” (Morin, 1995)
3. Enlas Ciencias Sociales, la propia definición
del objeto de estudio se presta a debate
Durkheim: “hechos sociales”
Weber: “acción social”
Proliferaciónde teorías sin lograr ninguna la
“supremacía” como marco de interpretación:
lógica polivalente frente a lógica bivalente
(verdadero/falso)
4. Elobservador “es un observador a la vez
perturbado y perturbador. Está perturbado
por su punto de observación. El observador
está también perturbado por la presión de la
sociedad, que actúa sobre él sin que él se dé
cuenta. Quiere reconocer a esta sociedad,
pero no es externo a ella; no es más un
elemento, un engranaje de esta sociedad de
la cual pretende ser el conocedor objetivo
superior. Al mismo tiempo, es perturbador
por el propio acto de su conocimiento que
interviene en la situación del fenómeno
observado." Morin, E. (1995), p. 29.
5. La ciencia se caracteriza, frente a las creencias religiosas, las
doctrinas y las ideologías dogmáticas, por no disponer de una
certeza absoluta: lo característico de una teoría científica es ser
siempre eventualmente comprobable y refutable (Morin, 1995, p.
41)
Lo peculiar del conocimiento social deriva del hecho de que la
naturaleza humana es un producto social e histórico, y no una
entidad que permanece inalterada a lo largo del tiempo y el
espacio (Collins, 1991, p. 93)
“Cada actor social competente es asimismo un teórico social, que
como cuestión de rutina hace interpretaciones de su propia
conducta, y de las intenciones, razones y motivos de los otros,
como partes integrales de la producción de la vida social", lo cual
implica que existe inevitablemente una relación recíproca entre los
conceptos empleados por los miembros de la sociedad y los
utilizados por los observadores sociológicos (Giddens, 1987).
6. Objetos y sujetos múltiples
Concepciones diferentes a menudo enfrentadas entre
sí: epistemológicas, metodológicas, conceptuales…
“La proliferación de tradiciones teóricas es una forma
de evitar el dogmatismo fomentado por el compromiso
dominante con un solo marco de pensamiento." (Giddens
y Turner, 1990)
El “avance” científico entendido como “proceso”
dialéctico: “la elaboración por parte de algunos
teóricos de nuevos temas con los que considerar el
mundo, lo cual ha generado cuestiones inéditas y nos
ha estimulado a buscar nuevos datos demostrativos de
cómo se construye y se transforma nuestro mundo”
(Popkewitz, 1988).
7. Dela propia Sociología, sus teorías y
enfoques:
Producto de determinadas condiciones históricas
Los clásicos como colegas: asumir la propia
historia de la disciplina como parte necesaria del
proceso de reflexión, elaboración y
confrontación sociológica actual.
Adopciónde un enfoque histórico de los
problemas que se analizan, para
comprenderlos en su forma dinámica, en su
proceso de gestación y desarrollo, rupturas y
continuidades.
8. Complejidad del conocimiento: discurso,
explicación y evidencias empíricas.
Considerar los "discursos" como marcos de
debates que no giran exclusivamente en
torno a los descubrimientos empíricos, sino
que integran componentes especulativos que
las discusiones científicas ordinarias,
centradas en el contraste entre evidencias
empíricas, no contemplan.
9. La investigación sociológica, de forma explícita o
implícita, se inicia siempre desde un marco conceptual -
definiciones, categorías, clasificaciones- que establece la
propia pregunta que se hace el investigador, el marco de
hipótesis que asume y las técnicas a las que recurre para
encontrar respuestas. Y siempre sus conclusiones suponen
un debate no sólo con resultados empíricos de otras
investigaciones, sino con las concepciones desde las que
éstas se formularon.
Las deliberaciones científicas, entendidas en términos
discursivos, recurren a estrategias diferentes, pero no
menos rigurosas, de la lógica inductiva y deductiva, o de
los métodos exclusivamente empiristas. En ellas entran en
juego cualidades como "la coherencia lógica, la amplitud
de visión, la perspicacia interpretativa, la relevancia
valorativa, la fuerza retórica, la consistencia
argumentativa"
10. "Todo sociólogo es en parte un científico y en parte un
ensayista“: permanecemos constantemente en una conflictiva
relación con la cultura de la ciencia empírica y con la cultura de
las humanidades (Morin, E., 1995, p. 18)
"La ciencia institucionaliza la presentación pública, dentro de las
comunidades profesionales, de los modos mediante los cuales se
formulan teorías y se realizan las observaciones. Los ideales
mediante los cuales la empresa científica es legitimada, que
comprenden el libre debate y la comprobación crítica, pueden no
coincidir con la práctica real. Pero tanto los ideales como la
práctica están a cierta distancia, incluso de las formas más
liberales de religión o magia. En estas últimas, las disputas
doctrinarias ciertamente ocurren con frecuencia. Pero la religión
y la magia raramente buscan tal impulso legitimado hacia la
autotransformación racional sobre la base de la recepción crítica
de observaciones documentadas. Esta característica de la ciencia
a menudo se vuelve un dogma; pero se trata de uno ausente en la
mayoría de las doctrinas religiosas.” (Giddens, A., 1987, pp. 141-
142).
11. Lasociología del género puede ser
caracterizada en términos de una vertiente
de la comunidad científica que se esfuerza
por desentrañar las implicaciones
sociológicas del género, en el CONOCIMIENTO
y en la REALIDAD SOCIAL.
12. “El conocimiento constituye la clave problemática, una
cuestión que debe determinarse en primer lugar y que
configura toda investigación ulterior.“
Todo lo que las personas llaman <conocimiento del mundo>
presenta cuatro características:
1) es invariablemente descubierto por el punto de vista de
un actor situado en una estructura social;
2) por tanto siempre es parcial e interesado, nunca total y
objetivo;
3) varía de una persona a otra debido a las diferencias de
los papeles que se encarnan y a sus situaciones sociales;
4) las relaciones de poder siempre influyen en ese
conocimiento, sea cual sea el punto de vista desde el que
se descubra, el de los dominantes o el de los
subordinados.”
(Lengermann, P.M. y Niebrugge-Brantley, J., 1993, p. 393)
13. Resaltarla invisibilidad de las mujeres en la
historia del pensamiento occidental y
evidenciar el sesgo de género de las diversas
interpretaciones que históricamente se han
construido sobre la propia vida social.
14. 1. Recuperación crítica de la historia de la
disciplina
2. Explicitación y crítica de la meta-teoría
subyacente
3. Crítica de los elementos sexistas
encubiertos en la teoría
4. Crítica de los elementos sexistas
encubiertos en los conceptos o en su
operativización
15. 5. Crítica de los efectos sexistas derivados de
la utilización de algunos procedimientos o
técnicas específicas de observación,
medición o recogida de documentación
6. Crítica de la incongruencia o fosilización de
los conocimientos sobre la mujer
contenidos en la disciplina, así como de los
criterios de evaluación de los mismos
7. Crítica del uso de los conocimientos
proporcionados por la disciplina en la vida
social y en la práctica profesional
16. 8. Explicitación de las demandas de nuevos conocimientos
que puede satisfacer la disciplina
9. Reflexión crítica sobre los medios con que se puede
contribuir al rechazo de conocimientos sesgados y a la
potenciación de los nuevos conocimientos libres de
sexismo que se solicitan de la ciencia.
10. Crítica de la organización social en la producción de la
ciencia o disciplina, desentrañando la propia
jerarquización de las estructuras y procesos de
investigación en función de relaciones desiguales entre
los géneros.
17. Fruto de las dinámicas sociales y políticas en las sociedades
occidentales de los años setenta, se consigue que la vida de
las mujeres llegue a ser objeto de preocupación y de
teorización en la Sociología.
La cuestión del género ha jugado un interesante papel en las
polémicas y el propio devenir de las teorías sociológicas: casi
desde el momento en que se admite que las específicas
condiciones de vida de las mujeres no se deben estrictamente
a sus características biológicas, la dimensión social pasa a un
primer plano en tanto que directa o indirectamente
interviene en la construcción de estereotipos sexuales.
18. Sólo el lento proceso de incorporación de feministas
a la docencia y la investigación social universitaria ha
ido facilitando el reconocimiento académico de los
“estudios de género”, que muy tardíamente en el
siglo XX consiguen el reconocimiento institucional, así
como la incorporación de las variables y dimensiones
asociadas al género dentro del conjunto de la
investigación social de carácter empírico.
Arranque estrechamente asociado a un movimiento
social que se gesta y madura entre las décadas de los
años sesenta y setenta: la producción científica se
asocia a un trabajo militante que pone el acento en
las limitaciones que las sociedades que se
autodefinen como “liberales” seguían imponiendo a
más de la mitad de sus poblaciones con la excusa de
las diferencias biológicas que se atribuían al sexo.
19. Se produce la extrapolación de buena parte de los
debates generados en el propio movimiento feminista
a las elaboraciones teóricas y las interpretaciones
que se formulan en la investigación académica, de
modo que la sociología del género nace ya de por sí
marcada por la pluralidad pero, sobre todo, por una
estrecha asociación entre el compromiso científico y
las aspiraciones transformadoras y críticas que
constituyen la identidad del movimiento feminista.
Tras una fase inicial de “deconstrucción" de la
tradición intelectual occidental, en la que las
teóricas feministas desvelaron la ceguera para con el
género así como los prejuicios de género que su
herencia arrastraba, comenzó la tarea de una
"reconstrucción" teórica feminista.
20. Centrándose en las experiencias concretas de las
mujeres en las diversas culturas, en la sociedad
y en la historia, las teóricas feministas se
preguntaron cómo podrían alterar las categorías
fundamentales, la metodología y el
autoentendimiento de la ciencia y la teoría
occidentales dando ese salto que pasa del punto
de vista de los hombres al de las mujeres.
Los estudios de género en sí mismos son un
producto histórico, y se han convertido en un
importante instrumento de transformación de las
sociedades.
21. Han sido transformadores haciendo valer –y a
su vez transformando- la doble potencialidad
del propio conocimiento de lo social:
su carácter empirista, principalmente
reforzando las aportaciones que incidían en la
configuración compleja de la propia realidad
dando impulso a las metodologías e
investigaciones que visualizaban a las mujeres
como actores sociales y sujetos activos de la
vida social,
pero también de forma sustantiva fomentando la
reconstrucción discursiva y teórica del
conocimiento social
22. El compromiso de género no ha sido el
objetivo central de las teorías sociológicas
principales, pero rechazar un marco
teórico, o una disciplina en sí misma, bajo
el pretexto de que forma parte de la
"ciencia masculina", sería, a nuestro juicio,
pueril e irreal, tanto como la negación,
ocurrida hasta bien recientemente, de la
entidad científica y académica de los
propios estudios de género.
23. Collins, R.(1991): "Implicaciones ontológicas de la teoría del
conflicto: la energía emocional de los rituales de interacción y el
culto a la voluntad", en Sztompka, S. y otros: Sociología, unidad y
diversidad, Madrid, CIS.
Durán, M. A. (1996)(ed.): Mujeres y hombres en la formación de
la teoría sociológica, Madrid, C.I.S.
Giddens, A.(1987): Las nuevas reglas del método sociológico,
Buenos Aires, Amorrortu.
Giddens, A. - Turner, J.(1990): "Introducción", La Teoría social
hoy, Madrid, Alianza.
Lengermann, P.M. y Niebrugge-Brantley, J. (1993): "Teoría
feminista contemporánea", en Ritzer, G.: Teoría sociológica
contemporánea, Madrid, McGraw-Hill.
Morin, E. (1995): Sociología, Madrid, Tecnos.
Popkewitz, Th. (1988): Paradigma e ideología en investigación
educativa, Madrid, Mondadori.