1. Nos hemos cruzado varias veces, más o menos en el mismo sitio. Siempre adoptando la misma
postura. En otros momentos le había dejado algunas monedas sin cambiar palabra, su postura ,
se diría el de una ESFINGE. Sin un gesto de desdén , ni indiferencia. Se diría que estaba
meditando.
La mañana calentaba y fui a buscar un refresco. Se lo deposité en la mano y le pregunté si no le
cansaba esa postura:
- “Es el yoga”, y sonrió
Entablamos una pequeña conversación y le dejé algún dinero. La sonrisa y la charla me
animaron a pedir si podía fotografiar su „cartel‟, escrito a mano en la hoja de un cuaderno. El
texto me llamó la atención. Se diría que con sus palabras su vida estaba en manos de los
viandantes que pasaban por delante .
“Sobrevivo
Gracias
A TI
AYÚDAME,POR FAVOR