1. IMPORTANCIA DE LAS TIC EN LA EDUCACION
Desde hace varias décadas se comenzó a especular sobre el impacto que la revolución en las TIC
podría tener en la educación, en todos sus niveles. Esa especulación, y los múltiples ensayos que la
siguieron, se han convertido en los últimos años, especialmente a partir del desarrollo de la Web, en un
gran movimiento que está transformando la educación en muchos lugares del mundo desarrollado.
Infortunadamente, no se ha cumplido una de las predicciones de la especulación inicial, a saber: que la
revolución de las TIC permitiría a los países en desarrollo mejorar sus sistemas educativos a pasos
agigantados, hasta alcanzar a los de los países ricos. Por el contrario, lo que se observa en años
recientes es un aumento en la brecha entre la típica escuela latinoamericana y la típica escuela en
muchos países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Estoy plenamente convencida que la introducción de las TIC en la educación abre muchas
posibilidades, pero también plantea nuevas exigencias. Uno de los desafíos más importantes se refiere a
la tarea docente. Las nuevas exigencias a la profesión docente demandan que sean precisamente los
profesores los responsables de la alfabetización tecnológica de sus estudiantes y del dominio de una
diversidad de competencias requeridas en el contexto de las demandas de la sociedad del conocimiento.
La cuestión es ¿están preparados los docentes para ello?, ¿se está haciendo lo debido para asegurar una
formación
docente
apropiada?.
Sin lugar a dudas la incorporación de las TICs en la educación tiene sus bondades. Sin embargo,
debemos también pensar en sus limitaciones. Nada nos garantiza, por ejemplo, que en las instituciones
educativas, la sola incursión de las TICs mejore el proceso enseñanza-aprendizaje. Es necesario darle
un
sentido
pedagógico.
Estas ideas nos llevan a pensar acerca de la complejidad que existe cuando introducimos las TICS en
los procesos académicos. Es necesario, por lo tanto, definir estrategias y políticas institucionales
transparentes para enfrentar el cambio y prepararnos y organizarnos para las consecuencias.
Por eso es importante no confundir las nuevas tecnologías de información con el saber. Ya que para
que la información devengue conocimiento debemos apropiarnos y reconstruir sus conocimientos. Por
esta razón lo primero que debe hacerse explícito es que la incorporación de las nuevas tecnologías en la
educación no han de eludir la noción de esfuerzo. Los nuevos recursos informáticos pueden contribuir
al desarrollo de las capacidades cognitivas de los personas, pero nunca en ausencia del esfuerzo
2. personal.
Las tecnologías constituyen un medio como jamás haya existido que ofrece un acceso instantáneo a la
información. A cada uno le toca enriquecer y construir su saber a partir de esa información y a la
educación proporcionar las bases para que esto se produzca. Para que estas tecnologías estén
verdaderamente al servicio de la enseñanza y del aprendizaje y contribuyan a la formación que
necesitan las personas, debe estar acompañada de una evolución pedagógica. Las nuevas tecnologías
exigen un cambio de rol en el profesor y en el alumno. El profesor no puede seguir ejerciendo sus
funciones
tradicionales
discursivas
a
la
hora
de
instruir
al
alumno.
Podrán utilizarse las nuevas tecnologías, pero se seguirá inmerso en la pedagogía tradicional si no se ha
variado la postura de que el profesor tiene la respuesta y se pide al alumno que la reproduzca. En una
sociedad en la que la información ocupa un lugar tan importante es preciso cambiar de pedagogía y
considerar que el alumno inteligente es el que sabe hacer preguntas y es capaz de decir cómo se
responde a esas cuestiones. La integración de las tecnologías así entendidas sabe pasar de estrategias de
enseñanza a estrategias de aprendizaje.